Subido por Ricardo Delgado

catecismo 16

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La comunidad humana
CC No. 1877 a 1948
La persona y la sociedad.
El carácter comunitario de la vocación
humana. Existe una cierta semejanza
entre la unión de las personas divinas
y la fraternidad de los hombres debe
instaurar entre sí. La persona humana
necesita de la vida social.
Ciertas sociedades como la familia y
la
ciudad,
corresponden
más
inmediatamente de la naturaleza del
hombre.
La participación en la vida social
“No hay autoridad que no provenga de
Dios, y las que existen, por Dios han
sido constituidas” Rom 13,1
Toda comunidad humana necesita una
autoridad
para
mantenerse
y
desarrollarse. La autoridad es legítima
cuando busca el bien común.
La responsabilidad y la participación
en la vida social es un compromiso
voluntario y generoso de la persona,
cada uno según el lugar que ocupa y
el papel que desempeña.
Participación de la vida pública.
Justicia social
La sociedad asegura la justicia al procurar
las condiciones que permitan a las
personas y asociaciones obtener lo que le
es debido.
El respeto por la persona humana
considera al prójimo como ”otro yo”.
Supone el respeto de los derechos
fundamentales que se derivan de la
naturaleza intrínseca de la persona. Esto
conlleva a la igualdad.
La diferencia entre las personas obedece
al plan de Dios que quiere que nos
necesitemos los unos a los otros, esa
diferencia debe alentar a la caridad, a la
solidaridad.
La
solidaridad
es
una
virtud
eminentemente cristiana. Es ejercicio de
comunicación
cristiana de
bienes
espirituales aún más que comunicación
de bienes materiales.
La igualdad de la dignidad de las
personas humanas exige el esfuerzo
para reducir las excesivas desigualdades
sociales y económicas. Impulsa a la
desaparición de las desigualdades
inicuas.
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