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CATEQUESIS 2021

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CATEQUESIS 2021
Viernes 3
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Lunes 6
Mt 6, 5-15
5. Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en
las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de
cierto os digo que ya tienen su recompensa.
6. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que
está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
7. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su
palabrería serán oídos.
8. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas
tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
9. Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea
tu nombre.
10. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros
deudores.
13. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el
poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
14. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros
vuestro Padre celestial;
15. más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os
perdonará vuestras ofensas.
Mt 7,1-5
1. NO juzguéis, para que no seáis b juzgados.
2. Porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que
medís, se os volverá a medir.
3. Y, ¿por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la
viga que está en tu propio ojo?
4. O, ¿cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en
tu propio ojo?
5. ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar
la paja del ojo de tu hermano.
Mt 7, 21-29
21. No todo el que a me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el
que b hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
22. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y
en tu nombre echamos fuera demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros?
23. Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
24. A cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las hace, le compararé a un
hombre prudente que edificó su casa sobre la roca.
25. Y descendió la lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos y azotaron aquella casa;
pero no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
26. Y a cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre
insensato que edificó su casa sobre la arena.
27. Y descendió la lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos y dieron con ímpetu
contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
28. Y aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, la multitud se admiraba de
su doctrina,
29. porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Viernes 10
1. Dios es eterno, es fuente de todo lo que existe:
Sal 90, 2
2. Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y
hasta el siglo, tú eres Dios.
Rom 1,20
20. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente
visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas
hechas, de modo que no tienen excusa.
He 17,28
28. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios
poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.
1 Jn 4,16
16. Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
2. Hay un solo Dios en tres personas:
Mc 12, 29
29. Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor
nuestro Dios, el Señor uno es.
1 Tim 6,16
26. el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de
los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno.
Amén.
Mc 1, 9-11
9. Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y
fue bautizado por Juan en el Jordán.
10.Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu
como paloma que descendía sobre él.
11.Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti
tengo complacencia.
Mt 28, 19
19. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
2 Co 13,13
13. Todos los santos os saludan.
Lunes 13 – Dic - 2021
3. Dios habla a los hombres:
2 Tes 2,15
15.Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis
aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.
2 Tim 3, 15-17
15. y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer
sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
16. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia,
17. a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda
buena obra.
2 Pe 1, 20-21
20. entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada,
21. porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos
hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
4. Dios creo el mundo por amor:
Gen 1. 1-25
1. En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
2. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del
abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
3. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
4. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
5. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana
un día.
6. Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las
aguas.
7. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión,
de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así.
8. Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.
9. Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar,
y descúbrase lo seco. Y fue así.
10. Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios
que era bueno.
11. Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol
de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y
fue así.
12. Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y
árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era
bueno.
13. Y fue la tarde y la mañana el día tercero.
14. Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día
de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años,
15. y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra.
Y fue así.
16. E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en
el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las
estrellas.
17. Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra,
18. y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio
Dios que era bueno.
19. Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.
20. Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra,
en la abierta expansión de los cielos.
21. Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve,
que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y
vio Dios que era bueno.
22. Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los
mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
23. Y fue la tarde y la mañana el día quinto.
24. Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y
serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.
25. E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y
todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era
bueno.
Sab 11, 24-25
24.Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces, pues, si algo
odiases, no lo habrías hecho.
25.Y ¿cómo habría permanecido algo si no hubieses querido? ¿Cómo se
habría conservado lo que no hubieses llamado?"
Lectura Bíblica para compartir
Mc 4,35-41
35. Y les dijo aquel día cuando anochecía: Pasemos al otro lado.
36. Y despidiendo a la multitud, le llevaron así como estaba en la barca; y había
también con él otras barcas.
37. Entonces se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca,
de tal manera que ya se anegaba.
38. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, y le despertaron y le dijeron:
Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?
39. Y levantándose, reprendió al viento y dijo al mar: ¡a Calla, enmudece! Y cesó el
viento y se hizo grande b bonanza.
40. Y a ellos les dijo: ¿Por qué estáis así a amedrentados? ¿Cómo no tenéis b fe?
41. Y tuvieron gran temor y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento
y el mar le obedecen?
Viernes 17 – Dic – 2021
5. Dios creo al hombre a imagen y semejanza suya:
Gen 1, 26-28
26. Y dijo Dios: a Hagamos al b hombre a nuestra c imagen, conforme a nuestra
semejanza; y d tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los
cielos, y sobre las bestias, y sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra
sobre la tierra.
27. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y a hembra
los creó.
28. Y los bendijo Dios y les dijo Dios: a Fructificad y b multiplicaos; y c henchid la
tierra y sojuzgadla; y tened dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de
los cielos y sobre todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Gen 2,7
7. Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz el
aliento de vida; y fue el hombre alma viviente.
Mt 25,34
34. Entonces el Rey dirá a los que estén a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, a
heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
6. Adán y Eva se rebelaron contra Dios:
Gen 2,8-17
8. Y había Jehová Dios plantado un huerto al oriente, en a Edén, y puso allí al
hombre que había formado.
9. Y Jehová Dios hizo de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comer;
también el árbol de la vida en medio del huerto, y el árbol de la b ciencia del bien
y del mal.
10. Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se a repartía en cuatro brazos.
11. El nombre del primero es Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde
hay oro;
12. y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también a bedelio y ónice.
13. El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Etiopía.
14. Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que corre al oriente de Asiria. Y
el cuarto río es el Éufrates.
15. Tomó, pues, Jehová Dios al hombre y le puso en el huerto de a Edén, para que lo
labrase y lo guardase.
16. Y a mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto b podrás
comer;
17. más del a árbol de la b ciencia del bien y del mal no comerás, porque el c día que
de él comieres, de cierto d morirás.
Gen 3, 4-8
4. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
5. sino que sabe Dios que el día en que comáis de él serán abiertos vuestros a ojos y
seréis como dioses, b conociendo el bien y el mal.
6. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos
y deseable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto y comió; y dio también
a su marido, el cual comió así como ella.
7. Y fueron abiertos los ojos de ambos, y supieron que estaban desnudos. Entonces
cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales.
8. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto al aire del día; y se
escondieron el hombre y su mujer de la presencia de Jehová Dios entre los árboles
del huerto.
Gen 3, 23
23. por tanto, lo sacó Jehová Dios del huerto de Edén, para que labrase la tierra de la
que fue tomado.
Rom 5, 12
12. Por consiguiente, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el
pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos
pecaron
Rom 7, 15
15. Porque lo que hago, no lo entiendo, ni hago lo que quiero; antes bien, lo que
aborrezco, eso hago.
Lectura Bíblica para compartir Hnita Betty
Jn 10, 1- 21 El buen pastor
1. DE cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas,
sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador
2. Pero el que entra por la puerta, el a pastor de las ovejas es.
3. A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre
y las saca.
4. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le
siguen, porque a conocen su voz.
5. Pero al extraño no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de
los extraños.
6. Esta parábola les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
7. Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la a puerta de
las ovejas.
8. Todos los que vinieron antes de mí eran a ladrones y salteadores, mas no los
oyeron las ovejas.
9. Yo soy la puerta; el que por mí entrare será salvo; y entrará, y saldrá y hallará
pastos.
10. El ladrón no viene sino para hurtar, y matar y destruir. Yo he venido para que
tengan a vida, y para que la tengan en abundancia.
11. Yo soy el buen a pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas.
12. Pero el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve
venir al lobo, y a deja las ovejas y huye; y el lobo arrebata y dispersa las ovejas.
13. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
14. Yo soy el buen pastor y a conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
15. así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi a vida por las
ovejas.
16. También tengo a otras ovejas que no son de este redil; a aquéllas también debo
traer, y oirán mi voz, y habrá b un rebaño y un pastor.
17. Por eso me ama el Padre, porque yo a pongo mi vida, para volverla a b tomar.
18. Nadie me la quita, sino que yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla,
y tengo a poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
19. Y volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras.
20. Y muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís?
21. Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio
abrir los ojos de los ciegos?
Lunes 20 – Dic – 2021
7. Dios prepara la venida del salvador a lo largo del A. T.:
Gen 3, 15
3. Y pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya;
ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Gen 22, 17 – 18
17. de cierto te bendeciré grande mente y multiplicaré en gran manera a tu
descendencia como las estrellas del cielo y como la b arena que está a la orilla del
mar; y tu descendencia poseerá las c puertas de sus enemigos.
18. En tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra, por cuanto
obedeciste mi voz.
Is 7, 14
14. Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que una virgen concebirá, y dará
a luz un hijo y llamará su nombre Emanuel.
Gen 3, 16-24
16. A la a mujer dijo: b Multiplicaré en gran manera tus c dolores en tus embarazos;
con dolor darás a luz los d hijos; y tu deseo será para tu e marido, y él se f
enseñoreará de ti.
17. Y a Adán dijo: Por cuanto obedeciste la voz de tu mujer y comiste del árbol del
cual te mandé, diciendo: No comerás de él; a maldita será la tierra por tu causa;
con b dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
18. Espinos y cardos te producirá, y comerás hierba del campo;
19. con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de
ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás.
20. Y llamó Adán el nombre de su mujer Eva, por cuanto ella fue la a madre de todos
los vivientes.
21. Y Jehová Dios hizo a Adán y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
22. Y a dijo Jehová Dios: He aquí el b hombre ha llegado a ser como uno de c
nosotros, d conociendo el bien y el mal. Ahora, pues, no sea que alargue su mano
y tome también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre,
23. por tanto, lo sacó Jehová Dios del huerto de a Edén, para que labrase la tierra de
la que fue tomado.
24. Echó, pues, fuera al hombre y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y
una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del
árbol de la vida
Ex 34, 6
6. Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: Jehová, Jehová, Dios
misericordioso y piadoso, tardo para la ira y abundante en benignidad y verdad
8. Dios libera a su pueblo Israel y hace alianza con el
Ex 14, 21 – 27
21. Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por
medio de un recio viento oriental toda aquella noche; y secó el mar por en medio
y las aguas quedaron divididas.
22. Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar en seco, teniendo las
aguas como muro a su derecha y a su izquierda
23. Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta en medio del mar, toda la
caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo.
24. Y aconteció que, a la vigilia de la mañana, Jehová miró el campamento de los
egipcios desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión en el
campamento de los egipcios.
25. Y les a quitó las ruedas de sus carros, y avanzaron pesadamente. Entonces los
egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos
contra los egipcios.
26. Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas se
vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros y sobre su caballería.
27. Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía el mar se
volvió a en su fuerza; y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y b Jehová
derribó a los egipcios en medio del mar.
Ex 24, 3 – 8
3. Y Moisés fue y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todos los decretos;
y todo el pueblo respondió a una voz y dijo: Haremos todas las palabras que
Jehová ha dicho.
4. Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó
un altar al pie del monte y doce columnas según las doce tribus de Israel.
5. Y envió a jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y
sacrificaron becerros como ofrendas de paz a Jehová.
6. Y Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en tazones, y esparció la otra mitad
de la sangre sobre el altar.
7. Y tomó el a libro del convenio y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: He aquí
la sangre del convenio que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.
Lectura Bíblica para compartir Hnta. Karem:
Un milagro de Jesús
Lunes 27 – Dic – 2021
9. El hijo de dios se hace hombre:
Jn 1, 1-14
1. PUESTO que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas
que entre nosotros han sido c ciertísimas,
2. tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos y
fueron ministros de la palabra,
3. me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas
las cosas desde el principio, escribírtelas en orden, oh excelentísimo Teófilo,
4. para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido enseñado.
5. Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, del
grupo de Abías; y su esposa era de las hijas de Aarón y se llamaba Elisabet.
6. Y ambos eran justos delante de Dios y andaban irreprensibles en todos los
mandamientos y estatutos del Señor.
7. Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad
avanzada.
8. Y aconteció que, ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios, según el orden
de su grupo,
9. conforme la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso al
entrar en el templo del Señor.
10. Y toda la multitud del pueblo estaba fuera, orando a la hora del incienso.
11. Entonces se le apareció un ángel del Señor puesto de pie a la derecha del altar del
incienso.
12. Y al verle, Zacarías se turbó y cayó temor sobre él.
13. Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas, porque tu oración ha sido oída, y tu
esposa Elisabeth te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.
14. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento,
Lc 1, 26-38
26. Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea
llamada Nazaret,
27. a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y
el nombre de la virgen era María.
28. Y entrando el ángel a donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es
contigo; bendita tú entre las mujeres.
29. Pero ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras y pensaba qué salutación sería
ésta.
30. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de
Dios.
31. Y he aquí, concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre a
JESÚS.
32. Éste será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono
de David, su padre.
33. Y reinará en la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá a fin.
34. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Porque a no conozco varón.
35. Y respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el a poder
del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a
nacer será llamado Hijo de Dios.
36. Y he aquí, tu parienta Elisabet también ha concebido hijo en su vejez; y éste es el
sexto mes para ella, la que era llamada estéril;
37. porque ninguna cosa es a imposible para Dios.
38. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu
palabra. Y el ángel se fue de ella.
10. Jesús nace en belén, es hombre verdadero:
ls 55, 8
8. Porque mis a pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos b
mis caminos, dice Jehová.
Jn 3, 16-17
16. Porque de tal manera a amó b Dios al mundo que ha dado a su Hijo c Unigénito,
para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque
no a envió Dios a su Hijo al mundo para b condenar al mundo, sino para que el
mundo sea c salvo por él.
Lc 2, 4-16
4. Entonces subió José de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de
David, que se llama a Belén, por cuanto era de la casa y familia de David,
5. para ser empadronado con María, su mujer, a desposada con él, la que estaba
encinta.
6. Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días en que ella había de dar
a luz.
7. Y dio a luz a su hijo a primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un
pesebre, porque no había lugar para ellos en b el mesón.
8. Y había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la
noche sobre sus rebaños.
9. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de
resplandor; y tuvieron gran temor.
10. Pero el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que
serán para todo el pueblo:
11. que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un a Salvador, que es CRISTO el
Señor.
12. Y esto os servirá de a señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un
pesebre
13. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales,
que alababan a Dios y decían:
14. ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra a paz, buena voluntad para con los
hombres!
15. Y aconteció que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se
dijeron los unos a los otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha
sucedido y que el Señor nos ha manifestado.
16. Y vinieron de prisa y hallaron a María, y a José, y al niño acostado en el pesebre.
Lc 2, 40
40. Y el niño crecía, y a se fortalecía y se llenaba de sabiduría; y la b gracia de Dios
estaba sobre él.
Lectura Bíblica para compartir Hnita Verónica Jomaira:
Parábola
Lunes 3 – Ene – 2022
11. Jesús nos enseña: nos habla del padre y del reino:
Mc 1, 14-15
14. Y después que Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio
del reino de Dios,
15. y diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado;
arrepentíos y creed en el evangelio.
Mt 9, 35
35. Y recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos,
y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia
en el pueblo.
Lc 15, 20-24
20. Entonces, se levantó y fue a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre
y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello y le besó.
21. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy a digno
de ser llamado tu hijo.
22. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad la mejor ropa y vestidle; y poned un anillo
en su mano y sandalias en sus pies.
23. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta,
24. porque éste, mi hijo, muerto era y ha revivido; se había perdido y ha sido hallado.
Y comenzaron a regocijarse
He 2, 22
22. Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús de Nazaret, varón a aprobado por Dios
entre vosotros con maravilla y prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros
por medio de él, como también vosotros sabéis;
12. El gran mandamiento del amor fraterno:
Jn 13, 34-35
34. Un mandamiento nuevo os doy: Que os a améis unos a otros; como yo os he
amado, que también os améis los unos a los otros.
35. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los
otros.
Lc 10, 35-37
35. Y otro día, al partir, sacó dos denarios y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamelo;
y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando vuelva.
36. ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo de aquel que cayó en
manos de los ladrones?
37. Y él dijo: El que tuvo misericordia de él. Entonces Jesús le dijo: Ve y haz tú lo
mismo.
He 4, 32 -35
32. Y la multitud de los que habían creído era de a un corazón y un alma; y ninguno
decía que era suyo nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en b
común.
33. Y los a apóstoles daban testimonio de la b resurrección del Señor Jesús con gran
poder, y había abundante c gracia sobre todos ellos.
34. Así que no había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían
heredades o casas, las a vendían, y traían el producto de lo vendido
35. y lo ponían a los pies de los apóstoles; y a se repartía a cada uno según b su
necesidad.
Mt 7, 12
12. Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así
también haced vosotros con ellos, porque ésta es la ley y los profetas.
Lectura Bíblica para compartir Hnita. Danna:
Un milagro de Jesús
Miércoles 5 – Ene - 2022
13. Jesús y los pecadores:
Lc 15, 1 – 7
1. Jesús enseña las parábolas de la oveja perdida, de la moneda perdida y del hijo
pródigo. Y SE acercaban a Jesús todos los a publicanos y pecadores para oírle.
2. Y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Éste a los pecadores recibe y
con ellos come.
3. Y él les relató esta parábola, diciendo:
4. ¿Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y se le pierde una de ellas, no deja
las noventa y nueve a en el desierto y va tras la que se le b perdió, hasta que la
halla?
5. Y al encontrarla, la pone sobre sus hombros gozoso;
6. y cuando llega a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: Alegraos
conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido.
7. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se a arrepiente que
por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Mc 2, 17
2. Y oyéndolo Jesús, les dijo: Los a sanos no tienen necesidad de médico, sino los
enfermos. No he venido a llamar al arrepentimiento a los justos, sino a los
pecadores.
Jn 8, 3 – 11
3. y Juana, mujer de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana y otras muchas que
le ayudaban con sus bienes.
4. Y como se juntó una gran multitud, y los que de cada ciudad venían a él, les dijo
por a parábola:
5. Un sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó
junto al camino y fue hollada; y las aves del cielo se la comieron.
6. Y otra parte cayó entre las piedras; y una vez que brotó, se secó, porque no tenía
humedad.
7. Y otra parte cayó entre espinos, y los espinos que brotaron juntamente la
ahogaron.
8. Y otra parte cayó en buena tierra y, cuando brotó, dio fruto a ciento por uno.
Hablando estas cosas, decía a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga.
9. Y sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola.
10. Y él dijo: A vosotros os es dado saber los a misterios del reino de Dios; pero a los
otros, por parábolas, para que viendo no vean y oyendo no b entiendan.
11. Ésta es, pues, la parábola: La a semilla es la palabra de Dios.
Lc 23, 42 – 43
42. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
43. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el a paraíso.
14. Jesús forma a sus apósteles:
Mc 3, 13 – 19
13. Y subió al monte y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él.
14. Y a designó a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar,
15. y que tuviesen a autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios:
16. Simón, a quien puso por nombre Pedro;
17. y a Jacobo hijo de Zebedeo y a Juan, hermano de Jacobo; y los apellidó Boanerges,
es decir, Hijos del trueno;
18. y a Andrés, y a Felipe, y a Bartolomé, y a Mateo, y a Tomás, y a Jacobo hijo de
Alfeo, y a Tadeo, y a Simón, el cananita,
19. y a Judas Iscariote, el que le entregó. Y entraron en una casa.
Lc 9, 1 – 10
1. Y REUNIENDO a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los
demonios y para sanar enfermedades.
2. Y los envió a predicar el reino de Dios y a sanar a los enfermos.
3. Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan ni dinero;
ni llevéis dos túnicas cada uno.
4. Y en cualquier casa en que entréis, hospedaos allí y de allí salid.
5. Y dondequiera que no os recibieren, salid de aquella ciudad y sacudid el polvo de
vuestros pies en testimonio contra ellos.
6. Y saliendo, recorrían todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por
todas partes.
7. Y a Herodes, el tetrarca, oyó todas las cosas que hacía Jesús; y estaba perplejo,
porque decían algunos: Juan ha resucitado de los muertos;
8. y otros: Elías ha aparecido; y otros: Algún profeta de los antiguos ha resucitado.
9. Y dijo Herodes: A Juan yo le hice decapitar. ¿Quién, pues, será éste de quien yo
oigo tales cosas? Y procuraba verle.
10. Y cuando los apóstoles regresaron, le contaron todas las cosas que habían hecho.
Y tomándolos, se retiró aparte, a un lugar desierto de la ciudad que se llama
Betsaida.
Lc 10, 16
16. El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha;
y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.
Mt 18,18
18. De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra será atado en el cielo; y todo lo
que desatéis en la tierra será desatado en el cielo.
Mc 16, 15 – 20
15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
16. El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado.
17. Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios,
hablarán nuevas lenguas;
18. tomarán serpientes en las manos y, si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre
los enfermos impondrán sus manos, y sanarán.
19. Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo y se sentó a la
diestra de Dios.
20. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando
la palabra con las señales que la seguían. Amén.
Lectura Bíblica para compartir
Viernes 7 – Ene - 2022
15. El papa y Obispo continúan la misión de los apóstoles:
Mt 16, 18 – 19
18. Mas yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y
las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
19. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos, y todo lo que ates en la tierra será
atado en los cielos; y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos.
Jn 21, 15
15. Y cuando hubieron comido, Jesús le dijo a Simón Pedro: Simón hijo de Jonás,
¿me amas más que éstos? Pedro le contestó: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Él le
dijo: Apacienta mis corderos.
Ti 1, 5
5. trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu
abuela Loida y en tu madre Eunice; y estoy seguro de que en ti también
16. Jesús sufre y muere en la cruz para salvarnos:
He 10, 38
38. en cuanto a Jesús de Nazaret: cómo le ungió Dios con el Espíritu Santo y con
poder, y cómo anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el
diablo, porque Dios estaba con él.
Mc 7, 37
37. Y en gran manera se maravillaban, diciendo: Bien lo ha hecho todo; hace a los
sordos oír y a los mudos hablar.
Mt 12, 14
14. Y cuando salieron los fariseos, consultaron entre sí contra Jesús para destruirle.
Mc 10, 32 – 34
32. Y estaban en el camino subiendo a Jerusalén; y Jesús iba delante de ellos, y se
asombraban y le seguían con miedo; entonces, volviendo a tomar a los doce
aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer:
33. He aquí subimos a Jerusalén, y el a Hijo del Hombre será entregado a los
principales sacerdotes y a los b escribas, y le condenarán a muerte y le entregarán
a los gentiles.
34. Y le escarnecerán, y le azotarán, y le escupirán y le matarán; pero al tercer día
resucitará.
Jn 10, 11
11. Yo soy el buen a pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas.
Lc 23, 20 – 48
20. Y les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús.
21. Pero ellos volvieron a dar voces, diciendo: ¡a Crucifícale, crucifícale!
22. Y él les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho éste? a Ninguna culpa de
muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré.
23. Mas ellos insistían a grandes voces, pidiendo que fuese a crucificado. Y las voces
de ellos y de los principales sacerdotes prevalecieron.
24. Entonces Pilato determinó que se hiciese lo que ellos a pedían.
25. Y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y a homicidio,
a quien habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.
26. Y, al llevarle, tomaron a un tal Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron
encima la cruz para que la llevase tras Jesús.
27. Y le seguía una gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían
lamentación por él.
28. Mas Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: Hijas de a Jerusalén, no lloréis por mí,
sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos,
29. porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las a estériles, y los
vientres que no concibieron y los pechos que no criaron.
30. Entonces comenzarán a decir a los a montes: Caed sobre nosotros, y a los collados:
Cubridnos,
31. porque si en el a árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará?
32. Y llevaban también con él a otros dos, que eran a malhechores, para ser ejecutados.
33. Y cuando llegaron al lugar que se llama de la a Calavera, le crucificaron allí, y a
los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.
34. Y Jesús decía: Padre, a perdónalos, porque no saben lo que b hacen. Y repartieron
entre sí sus c vestidos, echando suertes.
35. Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes a se burlaban de él junto con
ellos, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el b Mesías, el escogido
de Dios.
36. También los soldados se burlaban de él, acercándose y ofreciéndole a vinagre,
37. y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
38. Y había también sobre él un título escrito con letras griegas, y latinas y hebreas:
ÉSTE ES EL a REY DE LOS JUDÍOS.
39. Y uno de los malhechores que estaban colgados a le injuriaba, diciendo: Si tú eres
el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.
40. Y respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios,
estando en la misma condenación?
41. Y nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos a lo que
merecieron nuestros hechos; pero éste ningún mal hizo.
42. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
43. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el a paraíso.
44. Y cuando era como la hora sexta, hubo a tinieblas sobre toda la b tierra hasta la
hora novena.
45. Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por en medio.
46. Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi a
espíritu. Y habiendo dicho esto, b expiró.
47. Y cuando el a centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo:
Verdaderamente este hombre era justo.
48. Y toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, al ver lo que
había acontecido, se volvían golpeándose el pecho.
Is 53, 4 – 5
4. Ciertamente a llevó él nuestras b enfermedades y sufrió nuestros dolores, y
nosotros le tuvimos por azotado, herido por Dios y afligido.
5. Mas él herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades; el
castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus heridas fuimos nosotros sanados.
Rom 5, 19
19. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán
constituidos justos.
Col 1, 20
20. y por medio de él a reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la
tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su
cruz.
Lectura Bíblica para compartir
Lunes 10 – Ene - 2022
17. Jesús triunfa, resucita y asciende al cielo:
Mt 17, 23
23. y le matarán; mas al tercer día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran manera.
Jn 10, 18
18. Nadie me la quita, sino que yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla,
y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
Jn 11, 25
25. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté
muerto, vivirá.
Lc 24, 1 – 11
1. Y EL primer día de la semana, muy de mañana, ellas fueron al sepulcro, llevando
las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas.
2. Y hallaron removida la piedra del sepulcro.
3. Y, al entrar, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
4. Y aconteció que, estando ellas perplejas por esto, he aquí se pusieron de pie junto
a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes;
5. y como ellas tuvieron temor e inclinaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué
buscáis entre los muertos al que vive?
6. No está aquí, sino que ha resucitado; acordaos de lo que os habló, cuando aún
estaba en Galilea,
7. diciendo: Es menester que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres
pecadores, y que sea crucificado y resucite al tercer día.
8. Entonces ellas se acordaron de sus palabras,
9. y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once y a todos
los demás.
10. Y eran María Magdalena, y Juana, y María, madre de Jacobo, y las demás con
ellas, las que dijeron estas cosas a los apóstoles.
11. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creyeron.
Lc 24, 36-43
36. Y mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos y
les dijo: a Paz a vosotros.
37. Entonces ellos, espantados y atemorizados, pensaban que veían un espíritu.
38. Mas él les dijo: ¿Por qué estáis turbados y surgen dudas en vuestros corazones?
39. Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; a palpad y ved, porque un b
espíritu no tiene c carne ni huesos como d veis que yo tengo.
40. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies.
41. Y como aún ellos, de gozo, no lo creían y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis
aquí algo de comer?
42. Entonces ellos le dieron parte de un pescado asado y un panal de miel.
43. Y él lo tomó y comió delante de ellos.
1 Co 15, 22-23
22. Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán
vivificados.
23. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de
Cristo, en su a venida.
Jn 6, 54
54. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el
día postrero.
Lc 24, 50-52
50. Y los llevó fuera hasta Betania y, alzando sus manos, los bendijo.
51. Y aconteció que, mientras los bendecía, se alejó de ellos y fue a llevado arriba al
cielo.
52. Y ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo;
18. Jesús envía el espíritu santo a su iglesia:
Jn 14, 16-17.26
16. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para
siempre:
17. El Espíritu de verdad, al que el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le
conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros.
26. Mas el Consolador, el a Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él
os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho
He 1, 1-4
1. En el a primer tratado, oh Teófilo, he hablado de todas las cosas que Jesús
comenzó a hacer y a enseñar,
2. hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por
el a Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;
3. a quienes también, después de haber padecido, a se presentó vivo con muchas
pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del
reino de Dios.
4. Y estando juntos, les mandó que no se fuesen de Jerusalén, sino que esperasen la
a promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí
He 2, 1-8. 14-17
1. Y CUANDO llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un lugar;
2. y de repente, vino del cielo un estruendo como de un a viento recio que soplaba,
el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
3. y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, que se asentaron sobre
cada uno de ellos.
4. Y todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron hablar en otras lenguas,
según el Espíritu les daba que hablase.
5. Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones
bajo el cielo.
6. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno
los oía hablar en su propia a lengua.
7. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: He aquí, ¿no son galileos todos estos
que hablan?
8. ¿Cómo, pues, los oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que
hemos nacido?
14. Entonces Pedro, poniéndose de pie con los once, alzó la voz y les habló, diciendo:
Varones judíos y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis
palabras.
15. Porque éstos no están borrachos, como vosotros suponéis, ya que es la hora tercera
del día;
16. sino que esto es lo que fue dicho por el profeta a Joel:
17. Y acontecerá en los postreros días, dice Dios, que derramaré de mi Espíritu sobre
toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; y vuestros jóvenes verán
visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños;
He 6, 8-10
8. Y Esteban, lleno de fe y de poder, hacía grandes prodigios y milagros entre el
pueblo.
9. Entonces se levantaron algunos de la sinagoga llamada de los libertos, y los
cireneos, y los alejandrinos, y de los de Cilicia y de Asia, y discutían con Esteban.
10. Pero no podían resistir a la a sabiduría ni al Espíritu con que hablaba.
Lectura Bíblica para compartir Hnita Betty Oración Inicial (El Angelus), Hnita
Julia Oración Final (Sagrada Maria)
Miércoles 12 – Ene - 2022
19. Somos la Iglesia de Cristo:
1 Co 1, 1-2
1. PABLO, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano
Sóstenes.
2. a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los b santificados en Cristo Jesús,
llamados a ser c santos con todos los que invocan el nombre de nuestro Señor
Jesucristo en todo lugar, Señor de ellos y nuestro
Lc 12, 32
32. No temáis, pequeño a rebaño, porque al Padre le ha complacido daros el b reino
Jn 21, 15
15. Y cuando hubieron comido, Jesús le dijo a Simón Pedro: Simón hijo de Jonás,
¿me amas más que estos? Pedro le contestó: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Él le
dijo: a Apacienta mis corderos
Mc 16, 15-20
15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
16. El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado.
17. Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera
demonios, hablarán nuevas lenguas;
18. tomarán serpientes en las manos y, si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre
los enfermos impondrán sus manos, y sanarán.
19. Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo y se sentó a la
diestra de Dios.
20. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando
la palabra con las señales que la seguían. Amén
He 2, 42-47
42. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la hermandad, y en el
partimiento del pan y en las oraciones.
43. Y a toda persona le sobrevino temor, y muchas maravillas y señales eran hechas
por los apóstoles.
44. Y todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas;
45. y vendían sus posesiones y sus bienes, y lo repartían a todos, según la necesidad
de cada uno.
46. Y perseveraban unánimes cada día en el templo y, partiendo el pan en las casas,
comían juntos con alegría y con sencillez de corazón,
47. alabando a Dios y teniendo favor con todo el pueblo. Y él Señor añadía cada día
a la iglesia los que iban siendo salvos
Col 1, 18
18. y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia; él es el principio, el primogénito de
entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia
1 Co 12, 13
13. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, ya judíos o
griegos, ya esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu
1 Co 13,27
20. Los 7 sacramentos nos comunican la salvación:
Jn 10, 10
10. será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. El ladrón no viene sino para hurtar
y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida,
Jn 15, 1-8
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que
lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y
yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no
permanece en la vid, así tampoco vosotros,
si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece
en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto;
porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será
echado fuera como pámpano, y se secará;
y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis
palabras permanecen en vosotros,
pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre
1 Co 4, 1
1. Así, pues, téngannos los hombres por ministros de Cristo, y mayordomos de los
misterios de Dios
Lectura Bíblica para compartir Hnita Karem la oración inicial (El Angelus) y Hnita
Betty oración final (Sagrada Maria)
Viernes 14 – Ene - 2022
21. En el bautizo nacemos como hijos de Dios:
Mt 28, 19
19 Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
Jn 3,3-5
3
4
5
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de
nuevo no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿Acaso puede
entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de agua y del
Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.
2 Co 5, 17
17. De modo que si alguno está a en Cristo, b nueva criatura es; las c cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nueva
22. El Bautismo nos compromete con Cristo y su iglesia:
Mt 28, 20
20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí, yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Ef 4, 17-24
17 Esto, pues, digo y testifico en el Señor, que no andéis más como los otros gentiles,
que andan en la vanidad de su mente,
18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la
ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su c corazón;
19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia
para cometer con avidez toda clase de impureza.
20 Mas vosotros no habéis aprendido así sobre Cristo,
21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad
que está en Jesús,
22 en cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está
viciado conforme a los deseos engañosos,
23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
24 y vestíos del nuevo hombre que es creado según Dios en la justicia y santidad de
la verdad.
2 Tes 4, 2-3
2
Que con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia.
3
Que prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de las viandas que Dios crio para
que con hacimiento de gracias participasen de ellas los fieles, y los que han
conocido la verdad.
Rom 8, 29
29 Porque a los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos
conforme a la imagen de su Hijo, a fin de que él sea el primogénito entre muchos
hermanos;
Mt 5, 13-14
13 Vosotros sois la a sal de la tierra; pero si la sal perdiere su sabor, ¿con qué será
salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los
hombres.
14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede
esconder.
Lectura Bíblica para compartir Hnita Yaritza la oración inicial y Hnita Karen
oración final
Lunes 17 – Ene - 2022
23. Dios nos guía y protege: Mandamientos: 1, 2 y 3
Dt 30, 15-18
15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy a la vida y el bien, la muerte y el mal,
16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que a andes en sus caminos, y guardes
sus mandamientos y sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y
Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual vas a entrar para poseerla.
17 Mas si tu corazón se aparta y no escuchas, y te desvías, y te inclinas a dioses ajenos y los
sirves,
18 yo os declaro hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra
adonde vais, pasando el Jordán para ir a poseerla.
Mt 19, 16-20
16 Y he aquí uno, acercándose, le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida
eterna?
17 Y él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, a saber, Dios; y si
quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás; no cometerás adulterio; no hurtarás; no dirás
falso testimonio;
19 honra a tu padre y a tu madre; y, amarás a tu prójimo como a ti mismo.
20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?
Mt 22,37-38
37 Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con
toda tu mente.
38 Éste es el primero y grande mandamiento
24 Mandamientos: 4, 5, 6 y 9
Mt 22,39
39 Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Mt 5,21-22
21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable
de juicio.
22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje con su hermano será culpable de juicio; y
cualquiera que diga a su hermano: Raca, será culpable ante el concilio; y cualquiera que
diga: Insensato, quedará expuesto al fuego del infierno.
Mt 15, 19-20
19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las
fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios y las blasfemias.
20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no
contaminan al hombre.
Lectura Bíblica para compartir Hnita Geomayra la oración inicial y Hnita Yaritza
oración final
Viernes 21 – Ene - 2022
25. Mandamientos de la Iglesia: Mandamientos: 7, 8 y 10
1 Tim 6, 10
10 Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males, el cual, codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores
Mt 19, 23-24
23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo que difícilmente entrará un rico en
el reino de los cielos.
24 Mas os digo que es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico
entrar en el reino de Dios.
Mt 18, 18
18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que
desatéis en la tierra será desatado en el cielo.
Mt 16, 19
19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos, y todo lo que ates en la tierra será atado en
los cielos; y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos.
26. El pecado quebranta el compromiso bautismal:
1 Jn 3,4
4
Todo aquel que comete pecado traspasa también la ley, pues el pecado es transgresión de
la ley.
1 Jn 5, 17
17 Toda maldad es pecado, pero hay pecado no de muerte.
Lc 15, 11-16
11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos,
12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde;
13
14
15
16
y les repartió los bienes.
Y no muchos días después, juntándolo todo, el hijo menor se fue lejos a una provincia
apartada; y allí desperdició sus bienes a viviendo perdidamente.
Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia y comenzó
a pasar necesidad.
Entonces fue y se acercó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el que le envió a su
hacienda para que apacentase cerdos.
Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie se las
daba
1 Co 6, 9-10
9
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los
fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con
varones,
10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores
heredarán el reino de Dios.
Oración inicial Hnita Danna y Oración final Hnita Geomayra
Lunes 24 – Ene - 2022
27. El espíritu santo nos fortalece en la Confirmación:
Lc 4, 18-19
18 El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a
los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a
los cautivos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los quebrantados,
19 a predicar el año agradable del Señor
He 2, 1-8 14-17
1
2
Y AL a tercer día se celebraron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de
Jesús.
Y también fueron invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.
3
4
5
6
7
8
14
15
16
17
Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
Y Jesús le dijo: ¿a Qué tengo yo que ver contigo, mujer? Aún no ha llegado mi hora.
Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que él os diga.
Y había allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los
judíos, en cada una de ellas cabían dos o tres cántaros.
Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les dijo: Sacad ahora y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
Y halló en el templo a los que vendían bueyes, y ovejas y palomas, y a los cambistas allí
sentados.
Y, haciendo un a azote de cuerdas, los echó a todos del templo, con las ovejas y los
bueyes; y desparramó las monedas de los cambistas y volcó las mesas.
Y dijo a los que vendían las palomas: ¡Quitad esto de aquí y no hagáis de la casa de mí
Padre casa de mercado!
Entonces se acordaron sus discípulos de que está escrito: El a celo de tu casa me
consumió.
He 8, 14-17
14 Y cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la a
palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan,
15 quienes, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo
16 (porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido
bautizados en el nombre de Jesús).
17 Entonces les a impusieron las manos, y recibieron el b Espíritu Santo.
28 El sacramento de la penitencia:
Jn 3, 17
17 Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su alfolí y quemará
la paja en un fuego que nunca se apagará.
Lc 7, 37-50
37 Y he aquí una mujer que había sido pecadora en la ciudad, cuando supo que Jesús estaba
38
39
40
41
42
43
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46
a la mesa en casa de aquel fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume,
y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los
enjugaba con los cabellos de su cabeza, y besaba sus pies y los ungía con el perfume.
Y cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Si éste fuera profeta,
conocería quién y qué clase de mujer es la que lo toca, porque es pecadora.
Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él dijo: Di,
Maestro.
Un acreedor tenía dos deudores: Uno le debía quinientos a denarios, y el otro cincuenta;
y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de éstos le amará
más?
Y respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo:
Rectamente has juzgado.
Entonces, mirando a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa y no me
diste agua para mis pies; pero ella ha regado mis pies con lágrimas y los ha enjugado con
sus cabellos.
No me diste beso, pero ella, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.
No ungiste mi cabeza con aceite, pero ella ha ungido mis pies con perfume.
47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; pero
al que se le perdona poco, poco ama.
48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son a perdonados.
49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es
éste, que también a perdona pecados?
50 Y Jesús dijo a la mujer: Tú fe te ha salvado, ve en paz.
Jn 20, 21-23
21 Entonces Jesús les dijo otra vez: ¡Paz a vosotros! Como a me envió el Padre, así también
yo b os envío.
22 Y cuando hubo dicho esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
23 A los que a perdonéis los pe cados, les serán perdonados; y a quienes se los retengáis,
les serán retenidos.
He 3, 19
19 Así que, a arrepentíos y b convertíos para que sean c borra dos vuestros pecados; para
vengan tiempos de refrigerio de la presencia del Señor,
Oración Inicial: Eduardo Enrique – Oración Final Danna Pamela
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