Subido por Scarlette Oliveros

tejido sangineo (1)

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PONTIFCIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUDOR
-SEDE ESMERALDAS-
Estudiantes
Scarlette Oliveros
Kimberly Valencia
Karelys Alcivar
Katherine Murillo
Aliou Montero
Caroline Galarza
Mell Melina Mero
Cátedra
Citología e Histología
Curso
Primer Semestre de laboratorio clínico
Paralelo
“B”
Docente
Celeste Patiño Cagua
Esmeraldas – Ecuador
Introducción
La sangre puede considerarse un tejido conectivo fluido, ya que está constituida
por células y una "sustancia intercelular" líquida llamada el plasma sanguíneo.
En su estado fresco la sangre es viscosa y tras un corto periodo de reposo
coagula adquiriendo una consistencia gelatinosa. Si la coagulación se impide las
células sedimentan lentamente y el plasma sanguíneo queda en suspensión en
la parte superior.
En la centrifugación, se logra sedimentar los componentes celulares de la sangre
con mayor rapidez, luego de la centrifugación los elementos de la sangre forman
tres capas: la inferior, roja, está compuesta por los glóbulos rojos o eritrocitos.
Por encima, se distingue una capa delgada grisácea formada por plaquetas o
trombocitos y glóbulos blancos o leucocitos. En la parte superior, se observa el
plasma sanguíneo, que es un líquido translúcido amarillento.
Elementos figurados de la sangre
Los eritrocitos, leucocitos y trombocito se denominan en conjunto elementos
figurados de la sangre. Los eritrocitos y los trombocitos sólo desempeñan sus
funciones en el torrente sanguíneo y ambos carecen de núcleo.
Por lo contrario los leucocitos se encuentran en la sangre de forma transitoria ya
que abandonan el torrente sanguíneo y se trasladan al tejido conectivo y los
órganos linfoides donde la mayor parte finaliza su existencia.
Existen 5 tipos de leucocitos en la sangre, clasificados sobre la base de su
contenido de gránulos citoplasmáticos específicos visibles con el microscopio
óptico en leucocitos granulares y agranulares. A su vez, los leucocitos granulares
o granulocitos se clasifican de acuerdo con las características tintoriales de los
gránulos citoplasmáticos en granulocitos neutrófilos, eosinófilos y basófilos. Los
leucocitos agranulares o agranulocitos comprenden los linfocitos y los
monocitos. Los leucocitos suelen clasificarse en mononucleares y
polimorfonucleares (o polinucleares) sobre la base de la forma del núcleo.
Preparación de extendidos sanguíneos
Se preparan extendiendo una gota de sangre sobre un portaobjetos Tras el
secado al aire, el extendido se fija y se tiñe por distintos métodos. El más utilizado
es la tinción de MayGrünwald-Giemsa.
En un extendido normal, los eritrocitos representan el 99% de las células sin
contar a las plaquetas ya que non células verdaderas. En la sangre siempre se
encuentran algunos leucocitos muertos o moribundos, por lo que a menudo se
aplastan en los extendidos y se detectan como células relativamente grandes y
rasgadas que se tiñen menos de lo normal.
Eritrocitos
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Carecen de movimiento propio y soportan gran deformación, en los extendidos
a veces los eritrocitos se visualizan agrupados en pilas denominadas pilas de
monedas.
El estiramiento de la membrana del eritrocito la hace permeable, por lo que la
hemoglobina se filtra hacia el exterior y deja estructuras casi incoloras, los
"fantasmas"
Su función es transportar oxígeno y dióxido de carbono a los diferentes tipos de
tejidos del cuerpo gracias el contenido de hemoglobina que posee
Granulocitos neutrófilos
Los granulocitos neutrófilos poseen un núcleo muy característico dividido en 3-5
lóbulos, unidos mediante finos filamentos de cromatina, la cantidad de lóbulos
se incrementa con la edad del leucocito, y en las formas hipermaduras pueden
hallarse 6 lóbulos o más.
La función de los granulocitos neutrófilos es fagocitar y eliminar microrganismos
para combatir las infecciones. Es característico de los granulocitos neutrófilos
que la cantidad almacenada de gránulos prefabricados sea muy grande, y son
las primeras células reclutadas en gran número en una región inflamada, donde
ayudan a los macrófagos en la fase inicial de la inflamación.
Granulocitos eosinófilos
Los granulocitos eosinófilos presentan un núcleo con dos lóbulos grandes unidos
por una fina hebra de cromatina, que en ocasiones presenta un grumo pequeño
de cromatina. El citoplasma está ocupado por grandes gránulos muy eosinófilos,
que rara vez cubren el núcleo.
Los granulocitos eosinófilos tienen como función principal combatir las
infestaciones parasitarias, además de tener otras funciones entre ellas, un efecto
protector contra ciertos virus, pueden regular la actividad de los mastocitos y, en
algunos casos, actúan como células presentadoras de antígeno.
Granulocitos basófilos
A menudo ocultan el núcleo, pero varían en número, tamaño y color en los
extendidos sanguíneos, porque son hidrosolubles y, en consecuencia, difíciles
de conservar.
La función de los granulocitos basófilos no está bien establecida debido a que
hay muchos puntos de semejanza entre los mastocitos y los granulocitos
basófilos, aun así, se cree que los basófilos contribuyen a modular la respuesta
inmunitaria adaptativa
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Monocitos
Los monocitos son precursores de los macrófagos. Se desarrollan en la médula
ósea y son liberados a la sangre. Luego de permanecer cerca de un día en el
torrente sanguíneo, los monocitos atraviesan el endotelio de los capilares o las
vénulas poscapilares y pasan al tejido conectivo, donde rápidamente se
diferencian a macrófagos.
Los monocitos también dan lugar a la formación de los macrófagos del hígado
(células de Kupffer), el bazo y los alvéolos pulmonares, además de las células
de la microglia del SNC y los osteoclastos del tejido óseo.
Linfocitos
Un linfocito es un tipo de glóbulo blanco que es parte del sistema inmune. Hay
dos tipos principales de linfocitos
Linfocito B
•
Su función principal es la defensa del huésped contra gérmenes por
medio de la secreción de anticuerpos que reconocen las moléculas
antigénicas de los patógenos.
•
Los linfocitos B son parte del sistema inmunitario que se forman a partir
de las células madre en la médula ósea
Linfocito T
•
Las células T destruyen las propias células del cuerpo que han sido
infectadas por virus o que se han vuelto cancerosas.
•
los linfocitos T son parte del sistema inmunitario y se forman a partir de
células madre en la médula ósea. Ayudan a proteger el cuerpo de las
infecciones y a combatir el cáncer.
Trombocitos
Los trombocitos o plaquetas se forman por fragmentación de células gigantes
denominadas megacariocitos que, en el adulto, se encuentran sobre todo en la
médula ósea, donde se originan.
Los trombocitos contienen varios tipos diferentes de gránulos. La mayor parte de
los gránulos corresponden a los denominados gránulos alfa.
Funciones:


Desempeñan un papel central en la hemostasia
Tienen importancia en el mantenimiento del endotelio de los vasos
sanguíneos por la liberación de factor de crecimiento derivado de
plaquetas, que estimula los procesos de reparación de los tejidos.
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Formación de las células sanguíneas
La hematopoyesis es la formación de las células sanguíneas y tiene lugar en los
tejidos u órganos hematopoyéticos. Después del nacimiento, el órgano
hematopoyético más importante es la médula ósea, donde se forman todos los
eritrocitos, trombocitos, leucocitos granulares y monocitos. La formación de
células sanguíneas en la médula ósea se denomina mielopoyesis.
La formación de eritrocitos y granulocitos implica notables modificaciones
citológicas, lo cual es menos notable en la producción de linfocitos y monocitos.
Algunos de los componentes celulares son reutilizados en la producción de
nuevas células, en especial el contenido de hierro de los eritrocitos, que
fácilmente puede convertirse en un elemento escaso en el organismo. Además
de producir células sanguíneas, los tejidos hematopoyéticos también las
degradan.
Referencias
1. Geneser F. Histologia - 3b* edicion. Editorial Medica Panamericana; 2000.
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