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Santo Tomás de Aquino

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SANTO TOMÁS DE AQUINO
Integrantes:
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Pérez
6.1. LA RELACIÓN DE LA METAFÍSICA CON
OTRAS CIENCIAS FILOSÓFICAS
la concepción de la metafísica que tiene Tomás es considerar cómo entiende su
relación con las otras ciencias filosóficas. En un sentido, para Tomás, la metafísica es
simplemente una ciencia más entre otras. Pero en otro sentido, constituye por sí misma
una clase aparte.
LA METAFÍSICA
es un ciencia más entre otras en cuanto que, como cualquier ciencia, constituye un
cuerpo organizado de conocimiento demostrativo acerca de una determinada
materia.
identifica los atributos propios de su objeto (subiectum) y los explica a la luz de los
principios y las causas de ese mismo objeto.
Tomás concuerda con Avicena, en que el objeto de la metafísica es el ens commune, el
ser común.
.
Hay algunas características que no son propias de una clase particular de seres sino
que “trascienden” a cualquier clase particular y son comunes a todas ellas.
Tales atributos “trascendentales” del ser incluyen la unidad y la multiplicidad, el todo
y la parte, el acto y la potencia, la esencia o “quididad”, la necesidad y la
contingencia, y lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso.
Pero la metafísica también considera el ser como se encuentra en las cosas sensibles
y materiales.
Esto significa que, en parte, la metafísica se superpone con la física o filosofía
natural. Lo que las distingue es que se enfocan en diferentes aspectos de ella o la
tratan desde distintas perspectivas
incluso aquella parte que se refiere a los seres materiales— trata de aquello que es
“separado” o inmaterial. Pues de lo que trata es de la naturaleza del ser. Esta
naturaleza no depende en sí misma estrictamente de la materia. Caso contrario, no
podría haber seres inmateriales. Si la metafísica considera las cosas materiales, lo
hace sólo en la medida en que estas son seres o tienen la naturaleza del ser. La
metafísica examina ese algo que estas cosas tienen de alguna manera en común con
las cosas inmateriales, y se interesa especialmente en cómo las cosas materiales e
inmateriales se comparan con respecto a este aspecto común.
LA FISICA
La física, por contraste, considera solo las cosas materiales, y no precisamente en la
medida en que son seres, sino en la medida en que se mueven, es decir, en cuanto
están sujetos al movimiento o proceso temporal. La física busca identificar y explicar
los diversos tipos de movimiento que se encuentran en las cosas, las maneras en que
se influencian unas a otras a través de sus movimientos, etc.
EL MOVIMIENTO
El movimiento es una característica que depende estrictamente de la materia. No es
algo que los seres materiales comparten en modo alguno con las cosas inmateriales.
Tomás no piensa que el ser que se le atribuye a los seres materiales es exactamente
del mismo tipo que el que se atribuye a los seres inmateriales.
Los entes materiales son seres según su modo propio, que difiere del de las cosas
inmateriales, y el metafísico trabaja para formular y explicar en qué consiste este
modo propio y para determinar cómo se diferencia del de las cosas inmateriales.
Solo DIOS existe por si mismo y como creador del mundo es el ser que todo le da
existencia de los demás seres movimiento que las otras ciencias den por sentando el
estatus de sus objetos como ‘’seres’’ , significa que den por supuesta la existencia
misma de sus objetos .
según Tomás, simplemente deja de lado las características sensibles y cinéticas de
las cosas materiales y que trata su ser aislado de éstas.
la metafísica tiene una relación única y fundamental con todas ellas. Si, al considerar
el ser de las cosas, la metafísica no puede simplemente dejar de lado sus
características más propias, tampoco las otras ciencias pueden dejar de lado el ser y
sus atributos c
Tomás considera generalmente que pertenece a la metafísica el confirmar tanto la
existencia como la definición esencial —el “qué es”— de los objetos de las otras
ciencias omo si éstos fueran accidentales para sus objetos.
Si alguien negara la existencia de su objeto la ciencia que estudia tal objeto no ha
tendría nada que decir , sobre esta cuestión. NEGAR EL OBJETO ES TAMBIEN NEGAR
LA PROPIA CIENCIA
Lo que esto significa puede ser tal vez ilustrado de la siguiente manera. La filosofía
natural puede definir al hombre como animal racional. La actividad racional es
observable a través de la experiencia sensible, y el filósofo natural puede decir que
lo que distingue al hombre de los demás animales es que tienen un principio de tal
actividad.
En resumen, la metafísica de Tomás no sólo se superpone con las otras ciencias,
sino que también las penetra. Ella llega al meollo de todo tipo de cosas,
observándolas desde el punto de vista del ser. Toda ciencia alcanza la verdad en
su campo, pero la metafísica es la ciencia maestra, la misma “ciencia de la
verdad”. Esto se debe a que considera las causas más altas, aquellas de las que
dependen el ser de todas las cosas, y porque el orden del ser es el mismo que el
orden de la verdad [Sententia super Metaphysicam, lib. II, lect. 2, nos. 290-298]. La
metafísica «juzga y ordena acerca de todas las cosas, porque no puede haber un
juicio perfecto y universal sino por medio de la reducción a las primeras causas»
[Summa theologiae, I-II, q. 57, a. 2], y es por esta razón que juzga y defiende los
primeros principios de todas las ciencias [Summa theologiae, I-II, q. 66, a. 5, ad 3].
Así, al determinar los principios propios de las otras ciencias, la metafísica no renuncia a su
punto de vista universal. Ella resuelve esos principios en los principios del ser. Esto es, a su vez,
parte de su esfuerzo por rastrear el origen de las cosas hasta dar con su causa primera y
universal. Y es sobre todo esta actitud la que la pone en una categoría aparte [véase Summa
theologiae, I–II, q. 57, a. 2]. Las otras ciencias se centran en causas particulares, en las causas
que hacen referencia a un aspecto restringido de la realidad. Éstas son las causas por las que
primero nos preguntamos y somos capaces de descubrir. Eventualmente, vemos que ellas
también necesitan una explicación, lo que es lo mismo que decir que sólo son causas causadas,
causas secundarias. Sin embargo, para Tomás es importante señalar que, al elevarnos a la
causa primera y universal del ser, no estamos anulando las causas inferiores. Tampoco estamos
dejándolas de lado, apelando a fenómenos que ellas no explican y que indican una causa
adicional y más oculta. Tal causa sería meramente una causa más junto a las otras, una causa
particular con su propio campo particular de influencia. El Dios de Tomás no es un God of the
gaps (“Dios que tapa los huecos”). Esto es muy claro en sus “Cinco Vías” [véase Summa
theologiae, I, q. 2, a. 3, esp. ad 2]. Y es sólo en la consideración de Dios como la causa más
alta que la búsqueda de la comprensión alcanza su fin. Tal consideración, por lo tanto,
merece un nombre distintivo, la “sabiduría”. Entre las ciencias filosóficas, sólo a la metafísica
se aplica este nombre sin otra cualificación.
REFERENCIA
BROCK, Stephen L., Tomás de Aquino, en FERNÁNDEZ LABASTIDA, Francisco – MERCADO,
Juan Andrés (editores), Philosophica: Enciclopedia filosófica on line,
URL: http://www.philosophica.info/archivo/2013/voces/aquino/Aquino.html
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