SEGUNDA PARTE DÍA PRIMERO: EL PORTAL Presentación Cuando uno pone el belén, lo primero que coloca es el portal. Y aunque lo ponemos humilde, nunca le falta detalle; al final, nos queda bastante <coqueto> y apañado. Pero, ¿era así ese portal donde nació Jesús? Y es más, ¿cómo son los <portales> donde sigue naciendo el Mesías hoy en día? Quizá lugares que nadie visita, casas donde el dolor y la desgracia se han quedado a vivir. Quizá barrios, pueblos, ciudades, países… donde la miseria y la pobreza son un azote diario; Quizá familias rotas, hombres y mujeres deshechos y despersonalizados, o niños a los que se les han arrebatado su infancia y su inocencia. Si, lejos de riquezas y esplendores, el Mesías nace hoy en día donde nadie quisiera vivir. Ahí es donde comienza la salvación que Dios promete. Oración de los fieles Hoy, Señor, queremos pedirte: Por los que viven olvidados en lugares olvidados. Por los que viven sin vivir en lugares marginados. Por los que hacen nacer algo nuevo en lugares que nadie visita. Por los que acogen y dan un sitio a otros y comparten su sitio. Por los que abren la puerta y el corazón sin reparos, y hacen de sus vidas el <portal> donde nace la Luz del mundo. Por… Señor, te presentamos estos <portales> de hoy. Danos fuerza y luz para visitarlos, para verte en los que sufren. Padre nuestro que estás en el cielo… Una invitación para hoy Abre los ojos y mira… Hay muchos portales que nadie visita… Muchas calles que nadie pisa, muchos pisos con gente sola, muchas camas de hospital… tantos y tantos portales solitarios y abandonados… Busca a tu alrededor <portales>, y decídete a hacer algo para que el Niño Dios nazca en ellos a través de tu palabra y tus obras. DÍA SEGUNDO: EL ÁNGEL ANUNCIADOR Presentación Un ángel nunca falta en el belén. Y es que el ángel es personaje imprescindible para la Navidad: Él anunció a María el deseo de Dios. Él anunció a José lo que realmente pasaba en María. Él anunció a los pastores la Buena Nueva; la llegada del Mesías que Dios había prometido. Un ángel, por tanto, es sinónimo de <anuncio>, de buena noticia. No es el anuncio de cualquier cosa; se trata del anuncio de una alegría, de una esperanza ante las dudas y el miedo. En un mundo tan agitado como el que vivimos aún quedan ángeles entre nosotros: gente que nos habla de bondad, gente que nos habla de bondad, gente que nos trae la vida en sus palabras, la luz que en un momento dado precisamos. Hay pequeños y grandes ángeles entre nosotros, gente que no lleva alas, pero sí la sonrisa, la mirada o el gesto del que trae una buena noticia; la de que Dios nos ama. Oración de los fieles Hoy, Señor, queremos pedirte: Por los que no se cansan de vivir con la sonrisa puesta, y nos ayudan a sonreír. Por los que hacen de su vida el anuncio de esa Buena Noticia que es que Dios está entre nosotros. Por los que, a pesar de los contratiempos, siempre traen la esperanza. Por los que van allí donde se les necesite sin que se lo pidan. Por los que se han abandonado a las manos de Dios para servir de voz de su Palabra. Por… Ten presente, Jesús, nuestras peticiones, y que no nos falten esos <ángeles> que viven con nosotros, para que la vida sea más bonita y nos hablen de ti. Padre nuestro que estás en el cielo… Una invitación para hoy Hoy haz de <ángel> con alguien de tu entorno. No te despistes, abre los ojos, pon a punto tus <alas>… El Señor te llama para que lleves la luz al mundo. DÍA TERCERO: LOS PASTORES Presentación Ha llegado el momento de colocar los pastorcillos en el belén. Nos resultan simpáticos y entrañables por su pronta respuesta a la llamada del ángel (dejan su rebaño y van rápidos a comprobar lo que el ángel les dice) y su generosidad (dan lo que tienen al Niño). Hoy en día hay <pastorcillos> también a nuestro alrededor. Gente que, desde su sencillez y su desprendimiento, ahí está para echar una mano cuando se le necesita; que deja sus cosas, por muy importantes que sean, y va allá donde se les llama. Pero también hay personas que son todo lo contrario: hombres y mujeres para los que primero va lo suyo y después lo de los demás; gente recelosa, incapaz de ofrecer nada a nadie por miedo a perder parte de sus bienes, o de su tiempo, y no arriesgan nada, no se arriesgan para nada. Escucha hoy esta pregunta: ¿eres pastorcillo, o uno de los que prefirieron quedarse con el ganado cuando el ángel les anunció el nacimiento del salvador? Oración de los fieles Hoy, Señor, queremos pedirte: Por los que no son capaces de ver más allá de sus riquezas, sus posesiones, sus ganancias y sus <estrechas> vidas, sus solas cosas. Por los que viven aferrados a lo material y son incapaces de oír la llamad de Dios en cualquier lugar o persona Por los que su egoísmo les impide hacer presente la Buena Nueva. Por los que, gracias a su generosidad y desprendimiento saben llevar el Mesías a todos. Por aquellos que se lo dejan todo ante la llamada del hermano. Por… Señor, escúchanos. Pon en nuestro camino personas con vocación de <pastores> es decir, gente que vive atenta a las necesidades del mundo. Señor, haznos un poco <pastorcillos> allí donde vivimos. Padre nuestro que estás en el cielo… Una invitación para hoy Plantéate hoy esto: ¿eres <pastor> en tu entorno? Por el día de hoy, sé capaz de dejar tu rebaño a un lado… ya sabes, esas cosillas que te parecen vitales, y sal ahí fuera de tu mundo, donde Dios se hace presente en los demás. DÍA CUARTO: LA ESTRELLA DE ORIENTE Presentación Donde hay Navidad, hay estrella, sobre todo estrella luminosa y grande con estela brillante detrás: la estrella de Oriente. La ponemos encima del portal, bien visible. Es el signo de que los Reyes (los que buscan la luz, la verdad) vienen y hacia el portal. Para los Reyes fue el signo que les guió hacia Belén. La vida está llena de signos, de <llamadas>: signos que invitan a la diversión, signos que invitan al silencio, signos que invitan al descanso, signos que invitan al trabajo, signos que invitan a hacer el bien, a ser honrados, a buscar la verdad… Hay signos para todo y para todos. Tú, ¿qué signos andas buscando? Quizá buscas tu propia estrella de Oriente, que te lleve la verdad, que te invite a pararte y pesar, a ser de otra manera, a tomarte las cosas más en serio… Una estrella de Oriente que te lleve a ese Dios que sabes que puede cambiar tu vida y hacerla más auténtica. Oración de los fieles Hoy, Señor, queremos pedirte: Por los que andan buscando un signo, algo que cambie sus vidas para siempre. Por los que viven mirando al cielo esperando su <estrella de Oriente>, y han perdido de vista la tierra. Por los que se equivocaron de signo y siguieron una falsa estrella que les condujo a donde nunca quisieron llegar. Por los que son estrella, signo, señal para los demás, que no se cansen de dar luz. Por… Señor, míranos y escúchanos. Llénanos de valentía y de escucha para seguir la verdadera señal, la estrella del Oriente que realmente nos lleve hasta Tí. Padre nuestro que estás en el cielo… Una invitación para hoy: Hoy estate muy atento. Quizá hoy es un día en que encuentres ese signo que tanto llevas buscando. La estrella de Oriente aparece en el horizonte para todos, pero tú tienes que levantar la vista y buscarla allí. ¡Abre tu espíritu! DÍA QUINTO: LOS REYES MAGOS Presentación A lo lejos, acercándose ya al portal, se divisan tres figuras: los Reyes Magos. Y verlos aparecer en el horizonte nos trae ilusión y alegría, quizá porque sólo sabemos relacionarlos con el lado materialista de la Navidad: los regalos, obsequios, detalles… que llevamos esperando y que creemos merecer. Vamos a pararnos a reflexionar sobre esa otro >cara> de los Reyes Magos. La Biblia cataloga, más que como reyes, como sabios: los sabios del Oriente. Sin embargo, en su humildad, ellos no se tienen como tales y salen en busca de la Verdad, la única Verdad. Cada uno sale de la comodidad y riqueza de sus vidas, y se pone en camino, porque esa es la única manera de llegar hasta la Verdad. Esto requiere desapego a lo material y renuncia a lo superficial y engañoso de la vida. Implica abrir el espíritu y estar atento a los signos de la vida. Oración de los fieles Hoy, Señor, queremos pedirte: Por los que han salido de la comodidad de sus vidas y han emprendido su camino de búsqueda de la Verdad. Por los que abandonaron la vida fácil y se han sumergido en una vida de entrega y abandono a la voluntad de Dios. Por los que creen ya saberlo todo y no son capaces de abrirse a <otras verdades>. Por los que tienen miedo a salir de su monotonía, a saber que hay mucho más detrás de sus simples vidas, y, en definitiva, tienen miedo a ponerse en camino. Por… Señor, ten presente todas estas peticiones. Enseña a los hombres a abandonar lo fácil y buscarte a Ti, la única Verdad. Padre nuestro que estás en el cielo… Una invitación para hoy: Proponte hoy ser Rey Mago para los demás. Sal de la comodidad de tu vida, de tu mirada limitada, y ábrete al prójimo, a esos que tienen cerca de ti. Descubre sus necesidades, sus deseos, sus inquietudes… llega a ellos y llévales la ilusión y la esperanza a sus vidas. Seguro que una vez hayas vivido esta experiencia, querrás ser Rey mago siempre. DÍA SEXTO: HERODES Presentación Herodes representa todo lo opuesto a lo visto hasta ahora. Él es odio, envidia, malas intenciones, amargor, mentira… Nada de lo que de él proviene tiene buena estrella, o buena voluntad. Hay muchos <Herodes> en el mundo que transmiten todo esto: mucha gente que vive demasiado preocupada pro abarcar tesoros en la tierra y dejando de lado los que debería abarcar en el cielo; personas amargadas, que transmiten esa amargura a los demás con la única intención de hacerlos tan infelices como lo son ellos; personas mentirosas, envidiosas, absolutamente destructoras para ellos mismos y para los demás. Seguro que, dentro de ti, algunas vez en tu vida, has visto resurgir ese <Herodes> tan indeseable. Si nunca has sido capaz de reconocerlo, ya va siendo hora de que lo hagas, para intentar así evitar que <salga de palacio> y haga de las suyas. Oración de los fieles Hoy, Señor, queremos pedirte: Por los que viven ciegos y sordos ante la llegada de esa Buena Noticia que es que Dios nos ama y envía a su Hijo a nuestras vidas para salvarnos de la <falsa felicidad> Por los que no reconocen a Jesús como el único Rey, y ponen en <su trono> a otros <reyes>, como el dinero, la riqueza, el poder… Por los <Herodes> que mataron con su amargura, sus temores y soberbia la inocencia y la pureza de tanta gente. Por esos otros <Herodes> que un día se reconocieron como tales, y decidieron hacer borrón y cuenta nueva con sus vidas. Por… Señor, óyenos. No dejes que la <sombra de Herodes> los <Herodes> que aún quedan por el mundo, tapen la luz que Tú traes al mundo. Padre nuestro que estás en el cielo… Una invitación para hoy: Tú has podido haber sido alguna que otra vez un <Herodes> para los demás ¿Nunca has reparado en eso? En un momento de silencio, ten presente cuáles son tus <fallitos>, esos que son todo lo contrario del mensaje navideño. Tráelos ante ti sin miedo, reconócelos como tuyos, para así, durante toda la jornada de hoy (bueno, en la medida que puedas, en las de siempre) sepas contenerlos y transformarlos en algo positivo y fructífero para los demás. DÍA SÉPTIMO: LA MULA Y EL BUEY Presentación La mula y el buey pueden parecernos la imagen entrañable del belén. Desde el silencio y la oscuridad del portal, ahí están, al lado del Salvador, brindándole todo su calor. La mula y el buey, desde su pobreza y sencillez animal, fueron capaces de reconocer en ese Niño al Mesías prometido por Dios. Quizá lo que no somos capaces ninguno de nosotros, eruditos seres humanos, que entre la fiesta, las comidas, los regalos que nos hacemos durante estas fiestas navideñas, no vemos al que es el verdadero centro de estos días: a Jesús, el Hijo de Dios. Oración de los fieles Hoy, Señor, queremos pedirte: Por los que padecen <ceguera de espíritu> y son incapaces de reconocer a Jesús como el único capaz de dar sentido a nuestras vidas, suplantándolo por falsas promesas de felicidad escondidas en lo material. Por los que no son capaces de dar calor con sus gestos, sus palabras, sus miradas… Por los que, desde su sencillez y humildad, honran a Dios en el día a día, dando de ellos lo mejor que tienen, por muy poco que sea. Por los que son capaces de ver a Cristo en cada persona, cada momento de la vida. Por… Señor, óyenos. Que la tierna imagen de la mula y el buey en el portal no nos impida ver lo que realmente transmite: que sólo ellos fueron capaces de ver ahí, recostado, a la Luz del mundo. Padre nuestro que estás en el cielo… Una invitación para hoy: Mira hoy a tu entorno, a la gente que compone tu mundo: tu familia, tus amigos, compañeros, profesores… Hoy te vas a dedicar a darles calor, vas a ser <la mula y el buey en el portal de sus vidas> Sí, sólo tienes que observarles y estar atento a cómo transcurren sus vidas a tu lado. Seguro que encontrarás el momento adecuado para insuflarle el aliento que necesiten para seguir adelante. DÍA OCTAVO: SAN JOSÉ Presentación ¡El bueno de san José! imagen imprescindible en nuestro belén y en la Sagrada Familia de Nazaret. Con su presencia silenciosa, ahí puesto casi en segundo plano, san José fue el hombre que Dios escogió para que cuidara de su Hijo en la Tierra. Y fue una buena elección: un hombre que se mantuvo fielmente en ese papel, a pesar de las dudas, de los miedos, de las preguntas sin respuesta… El amor fue su manual de guía; el amor a María, el amor a Jesús, el amor a Dios, que le hizo cerrar los ojos y ponerse en sus manos. Ahí está, el bueno de san José, en nuestro belén. ¡Que no falte nunca! ¡Que no falten nunca en los <portales de belén del mundo> hombres como José! Oración de los fieles Hoy, Señor, queremos pedirte: Por todos los hombres de buen corazón que hay en el mundo, todos esos <Josés> de fe silenciosa, que confían en Dios y se ponen ciegamente en sus manos. Por todos esos <Josés> trabajadores honrados, buenos maridos y buenos padres de familia, buenos compañeros, buenos amigos… Por todos esos <Josés> que entienden que el amor es la única respuesta a los interrogantes que la vida hace. Por todos aquellos que en nada se parecen a <José>, cuyas vidas no son una obra continua de amor a los demás y a Dios. Por… Señor, escúchanos. Que san José sea para nosotros una inspiración en nuestro trabajo diario, en nuestra vida de familia y en nuestra oración al Padre. Padre nuestro que estás en el cielo… Una invitación para hoy: Hoy quédate con una virtud de José. Coge la que quieras, sólo tienes que pensar un momentito: imagínatelo en el taller, en su carpintería, con los vecinos o los clientes; imagínalo en casa con María, su esposa, con Jesús. Imagínatelo sentado a la mesa hablado con ellos, ayudando a María, dialogando con ella. Imagínatelo con Jesús, cómo le enseñaría su oficio de carpintero, o cómo le hablaría de Dios. Cerrando los ojos y poniéndote un momentito allí, en esa pequeña aldea de Nazaret, descubrirás algún valor de José. Tómalo en tu vida, ponlo hoy en práctica. ¡Siembra algo de José a tu alrededor! DÍA NOVENO: MARÍA Presentación María, ¡qué gran mujer! El ejemplo a seguir para cualquier cristiano, pero… ¡qué difícil ejemplo! Ejemplo de renuncia a una vida ya programada para abandonarse en las manos del Padre (<hágase en mí según tu palabra>): ¡Con lo que nos cuesta a nosotros renunciar a cualquier cosilla! Ejemplo de humildad y sencillez (<ella se turbó y se preguntaba qué significaba aquel saludo>): ¡Con la de veces que creemos que nos merecemos esto o aquello! Ejemplo de inocencia y pureza (< ¿cómo será esto, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?>): ¡Cuánto contrasta esto en el mundo tan acelerado que vivimos! María sigue siendo hoy un ejemplo digno de seguir. Sus valores y cualidades no pasarán nunca de moda precisamente porque son las que el mundo no tiene y necesita, precisamente porque son las que agradaron a Dios y por ello la escogió como Madre de Jesús. Y ahí está, en el portal, asumiendo desde el silencio y el asombro ese milagro de encarnación que se ha hecho posible gracias a ella. Oración de los fieles Hoy, Señor, queremos pedirte: Por todas las <Marías> del mundo: madres, hijas, abuelas, hermanas… de cualquier estatus, condición, raza, ideología o nacionalidad. Por todas esas <Marías> que día a día se sacrifican por los demás sin esperar nada a cambio. Por todas las <Marías> que se entregan por entero a los suyos, sin medida, olvidándose de ellas mismas. Por todas las <Marías> que luchan cada día por hacer de este mundo un lugar más bello y tierno. Por todas las <Marías> que viven aprisionadas, abandonadas, rechazadas, maltratadas, asustadas. Por… Señor, oye nuestras plegarias. Y Tú, María, madre nuestra intercede por tus hijos ante el Padre y nunca nos abandones <en este valle de lágrimas>. Dios te salve, María, llena eres de gracia… Una invitación para hoy: Muchas son las <Marías> que nos rodean. Escoge una de ellas, esa mujer que en tu vida es importante, y que cada día lo da todo por ti. Durante el día de hoy, contémplala, quiérela, acompáñala, ayúdala… María, la Madre de Dios, se refleja cada día en ella. DÍA DÉCIMO: EL NIÑO JESÚS Presentación ¡Y por fin nace el Salvador! Es el momento de colocarse ante Él, en el humilde portal y contemplarlo. No hay imagen más bella que la de ese niño. Dios no pudo haberse encarnado en algo o alguien mejor. Los bebés son la imagen más bella del ser humano: Un bebé es inocencia, todo en él respira pureza y bondad. Representa lo <no contaminado>, lo que no ha sido todavía manchado, estropeado o acribillado por el mundo. Un bebé es alegría. Su sola imagen nos hace sonreír de forma espontánea, nos invita al cariño, a la palabra bella, a sacer de nosotros lo mejor. Un bebé es esperanza. Donde una vida acaba de nacer, hay un camino que comienza, una nueva oportunidad para todos. Es precioso que ese Mesías en el que creemos viniera al mundo, no como lo esperaban los judíos (como un poderoso rey, un fuerte Sumo Sacerdote o como alguien que bajara del cielo cual un ser sobrenatural), sino como un niño. Es realmente hermoso, realmente conmovedor. Entendiéndolo así podemos entonces imaginar el silencio que se haría en el portal: entre los pastores, entre los Magos de Oriente, entre José y María. Estamos ante el misterio más grande y más hermoso. No te lo pierdas. Oración de los fieles Hoy, Señor, queremos pedirte: Por todos los niños del mundo, en especial, los que sufren y padecen las consecuencias de las maldades de los que se hacen llamar adultos y de las que ellos son inocentes. Por todos aquellos bebés que acaban de nacer a este mundo, a esta vida. Por todos los que no son capaces de verte a ti, Señor, naciendo en cualquier lugar o persona, viniendo a nuestras vidas para compartirla con nosotros. Por… Señor, atiéndenos, Haz que nuestras miradas sean sensibles y seamos capaces de verte a Ti naciendo entre nosotros a cada paso de la vida. Padre nuestro que estás en el cielo… Una invitación para hoy: Trata de buscar en el día de hoy un momento para la contemplación. Por el día de hoy, ocupa un puesto en el portal de belén: puedes poner justo en la puerta entre los pastores, ante el Niño o un poco retirado, junto al río, o sentado en alguna piedra, o cerca de los Magos… donde tú quieras. Pero ponte en un lugar desde donde puedas contemplarlo a Él, y trata de imaginártelo gesticulando, sollozando, bostezando, riendo… Si te apuras, hasta podrás sentir su olor. No te distraigas, quédate quieto. Si por un momento has conseguido meterte en el belén y centrarte en el Niño, entonces habrás tenido la suerte de ser testigo del nacimiento del Salvador del mundo.