Universidad Abierta Para Adultos UAPA Contabilidad Empresarial Tema: La Filosofía Cristiana y Medieval Presentado Por: Nilda Yokasta Polanco Ascanio Asignatura: Filosofía General Facilitador: Pedro Diep Santiago, Rep. Dom. 2019-03296 Actividad VIII: Filosofía Cristiana y Medieval Consultar en el texto básico de la asignatura, recursos en plataforma y otras fuentes los contenidos de la Unidad VIII Para desarrollar esta actividad, debes estudiar el contenido de la unidad VIII de tu texto y en otras fuentes incluyendo la web, luego realiza las actividades que se te presentan a continuación. Enumera las características del pensamiento filosófico de San Agustín y Santo Tomás de Aquino Caracteriza el nacimiento del pensamiento cristiano y diferéncialo del filosófico. (Preséntalo en un cuadro). Recuerda que debes hacer uso de una gramática correcta. Coloque hoja de presentación, una breve introducción y a modo de conclusión una reflexión personal. INTRODUCCION Desde el siglo II al V, el cristianismo se va desarrollando hasta convertirse en el movimiento más importante al final del Imperio Romano, pasando por diversas etapas. En un primer momento, necesita justificar su existencia y su propia doctrina ante la sociedad y la razón. Más tarde, a partir de las ideas griegas asimiladas y reinterpretadas por la originalidad del propio pensamiento cristiano, se elaborará el nuevo pensamiento. San Agustín, en el siglo V, será el primer gran sistematizador, modelo seguido mayoritariamente hasta el siglo XIII con la llegada de Tomás de Aquino. La filosofía griega, en tiempos del Imperio Romano, se caracteriza por la pluralidad de escuelas: platonismo, aristotelismo, estoicismo y epicureísmo. El diálogo entre estas escuelas sólo puede entenderse aceptando que ninguna de ellas posee la verdad absoluta y que todas se encuentran en un plano de igualdad. ENUMERA LAS CARACTERÍSTICAS DEL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE SAN AGUSTÍN Y SANTO TOMÁS DE AQUINO. SAN AGUSTÍN Nació en Tagaste (actualmente en Argelia) que en ese momento era una cuidad del Imperio romano. Agustín era por lo tanto ciudadano romano y su formación era la de la cultura clásica: literatura y filosofía grecorromanas. Estudio letras y retórica en Cartago, y su oficio será la enseñanza de esta última primero en Cartago y más tarde en Roma y en Milán. Entre sus obras destacan las "Confesiones" y la “Ciudad de Dios”. Su trayectoria vital y espiritual pase por el epicureísmo, maniqueísmo, escepticismo y platonismo; bajo el influjo platónico forjó su filosofía cristiana. Aunque su madre era cristiana, San Agustín no, por ello pasa por distintas creencias ninguna de las cuales el convence. Se traslada a Roma. Su incansable búsqueda de la verdad le lleva a un progresivo acercamiento al cristianismo. La aceptación de la fe cristiana se ve dificultada por su concepción materialista del mundo y por otras dificultades resultantes de su estilo de vida (la castidad, por ejemplo).Pero por fin, en Milán, abraza la religión católica, hecho que cambia por completo su vida. A partir de este momento se dedica con toda intensidad a profundizar en la fe cristiana, y su explicación y defensa. Su formación clásica le permite completar fe y razón. Vuelve a Cartago y es ordenando (contra su voluntad) obispo de Hipona donde muere en el sitio de los vándalos. De sus obras podemos destacar las Confesiones, Sobre la trinidad, La ciudad de Dios. Razón y Fe en San Agustín: Razón y fe en San Agustín. Toda la vida de San Agustín es una BÚSQUEDA DE LA VERDAD. La verdad no sólo intelectual o teórica, sino una verdad que dé sentido a la vida, que lleve a la Felicidad. Esta búsqueda es la que le lleva al cristianismo. Es aquí donde encuentra una doctrina que le satisface plenamente. Este proceso de descubrimiento de la verdad y de conversión lo relata San Agustín en sus Confesiones y podemos resumirlo así. San Agustín y su filosofía, entre ambas fuentes de estudio desenvuelve una fijación mucho mayor e intensa por la retórica. Intentó realizar distintas investigaciones sobre los errores del latín, pues era una Lengua que no podía dominar en su totalidad. Teoría de San Agustín de Hipona La teoría de la iluminación de San Agustín y su filosofía estipula que no se puede tener la veracidad y la claridad de las cosas a menos que estén iluminadas por el sol, es decir, que no se puede tener el conocimiento absoluto a menos que mediante la interiorización Dios nos diga la verdad. Solo mediante la charla con Dios puede llegarse a la certeza. A lo largo de la vida de San Agustín podemos darnos cuenta que estaba altamente influenciada por distintos pensadores. Así que los conocimientos eran un área importante en la vida del mismo. Características de la filosofía de San Agustín Para San Agustín el hombre está compuesto por dos sustancias, alma y cuerpo. El cuerpo está formado por los cuatro elementos; y el alma, principio vital del hombre y de los animales, está dotada de memoria, apetito y facultad cognoscitiva. Respecto al origen del alma duda entre un creacionismo y un generacionismo o traducianismo. El hombre tiende por naturaleza a le felicidad, que consistirá en la unión íntima con Dios: ascenso a Dios desde la intimidad humana. Para conseguirlo es necesario el esfuerzo humano y la ayuda de Dios, la razón y 1a fe: ambas se necesitan mutuamente. La ayuda de Dios se efectúa por medio de la fe, que purifica la mente, y de la iluminación, que permite ver e Dios (Dios es el sol que ilumina la inteligencia para que esta pueda ver las verdades eternas que están en el interior). El esfuerzo humano 1o realiza el hombre con sus potencias más nobles: la voluntad (amor a Dios, que es el Bien sumo) y la inteligencia (poseyendo por la iluminaci6n la suma Verdad, que es también Dios). San Agustín estudia a Dios demostrando su existencia y estableciendo sus atributos, su esencia. Demuestra su existencia por las cosas exteriores (su orden, belleza, bondad y contingencia se deben a Dios) y por le mente interior humana: las verdades universales y necesarias no se deben al entendimiento humano que no es necesario ni universal, sino a la Verdad Suma, a Dios. Los atributos divinos son: ser sumo, inmutable, infinito, único y perfecto. El mundo sensible es creado por Dios de la nada, conforme a las ideas inmutables y eternas que previamente existían en la mente del Creador (ejemplarismo). Y junto con el mundo aparece el tiempo: el tiempo aparece con la creación. Para San Agustín la historia tiene un destino marcado por Dios. Así, distinguirá entre la ciudad terrena, fundada sobre el amor egoísta, y la ciudad eterna, fundada sobre la caridad cristiana. Toda la historia es una lucha entre estas dos ciudades o amores y concluirá con el triunfo de la ciudad de Dios. La obra de San Agustín tuvo enorme influencia en toda la Edad Media y en la moderna (racionalismo), extendiéndose al espiritualismo y personalismo actuales. SANTO TOMÁS DE AQUINO Santo Tomás de Aquino nació en el castillo de Roccasecca, cerca de Aquino, en el año 1225, en el seno de una numerosa y noble familia italiana. Su padre, Landolfo, descendiente a su vez de los condes de Aquino, estaba emparentado con el emperador Federico II. Su madre, Teodora, era hija de los condes de Taete y Chieti. Recibió Tomás su primera educación, a partir de los cinco años, en la abadía de Montecasino, de la que era abad su tío, permaneciendo en el monasterio hasta 1239, cuando el emperador Federico II decretó la expulsión de los monjes. Allí realizó los estudios ordinarios de gramática, latín, música, moral y religión. A finales de 1239 se dirigió a la universidad de Nápoles para continuar sus estudios, permaneciendo en dicha ciudad hasta 1244, año en que, sintiéndose atraído por la vida de los frailes dominicos que había conocido en un convento de Nápoles, ingresó en la orden como novicio. La decisión no fue del agrado de su familia, que hubiera preferido que Sto. Tomás sucediera a su tío al frente de la abadía de Montecasino. Enterada de que Sto. Tomás se iba a dirigir a Bolonia para participar en un capítulo general de la orden, y que posteriormente sería enviado a París para continuar sus estudios, fue raptado por sus hermanos y retenido por ellos durante más de un año en el castillo de Roccasecca, con la intención de disuadirlo de su ingreso definitivo en la orden, cosa que no consiguieron dejándole, finalmente, cumplir su voluntad. Características del pensamiento de Santo Tomás de Aquino Razón y fe. Frente a la doctrina de la doble verdad de los averroístas latinos, Santo Tomás sostiene que la verdad es única, aunque se puede conocer de dos maneras: por la razón y por la fe. La razón conoce a partir de los datos de los sentidos; en cambio, la fe conoce partiendo de la revelación divina. En consecuencia, ambas son independientes. Las verdades de fe, o verdades reveladas, sobrepasan la capacidad de la razón humana y las estudia la teología; no pueden demostrarse racionalmente y han de ser aceptadas sin discusión, porque emanan directamente de Dios. En cambio, las verdades de razón, es decir, las verdades de la filosofía, sí pueden ser comprendidas por el entendimiento humano y son demostrables racionalmente. Además, existen algunas verdades que la razón puede demostrar, pero que Dios ha querido revelamos: los preámbulos de la fe. En este terreno confluyen la fe y la razón, y la teología puede utilizar esta última para conocer la verdad revelada (teología natural). La filosofía está, por tanto, al servicio de la teología, y como la verdad es única, la filosofía y la razón se equivocan si llegan a conclusiones incompatibles con la fe. Filosofía y Teología deben colaborar mutuamente. La Teología debe aprovecharse de los métodos racionales para hacer más claras y comprensibles las verdades de la Fe. La Fe busca al entendimiento. Y la Filosofía debe dejarse ilustrar por la Teología y por sus verdades de Fe para completar el conocimiento limitado, propio de la razón humana. La razón “busca a la Fe”. Dios. Una de las verdades reveladas por la fe, pero susceptible de demostración racional, es que Dios existe. Para demostrado Santo Tomás propone una demostración a posteriori, que parte de los sentidos, y que va del efecto (los seres del mundo) a la causa que los ha producido (Dios). Tomás de Aquino ofrece cinco demostraciones de la existencia de Dios, las cinco vías, que comparten la misma estructura: 1) se parte de un hecho de la experiencia; 2) se aplica el principio de causalidad, advirtiendo que no puede haber una serie causal infinita; 3) se concluye que ha de existir un ser originario, que es el que da lugar a toda la serie: Dios. Las vías son las siguientes: Por el movimiento: va desde el movimiento del mundo al primer motor inmóvil. Por la causalidad eficiente: va desde las causas subordinadas hasta la primera causa encausada. Por la contingencia: va desde los seres contingentes del mundo hasta un primer ser necesario. Por los grados de perfección: va desde los grados de perfección del mundo hasta un ser infinitamente perfecto. Por la finalidad y el orden cósmico: va desde el orden y la finalidad del mundo hasta una primera inteligencia ordenadora. Dios es el Ser. Sólo por analogía decimos que todo lo que El creó, o sea, los entes, tienen ser, porque han recibido de Dios todo lo que son: su esencia y su existencia. El ser (o sea Dios), origen y causa de todo: - Es necesario: tuvo que existir y existirá Siempre. Tiene todas las perfecciones en grado infinito. No tiene composición (acto-potencia, substancia-accidente, esencia-existencia). Es inmutable. Creación del mundo. Para resolver el problema de la creación, Santo Tomás distingue entre esencia y existencia, esto es, entre la naturaleza de un ser, entendida como simple potencialidad o posibilidad (esencia), y su existencia efectiva, en acto. En Dios, esencia y existencia se implican mutuamente, porque su naturaleza implica existir necesariamente, ya que es un ser infinitamente perfecto. En cambio, los demás seres son contingentes: su esencia no implica necesariamente existir, y, por ello, "participan» de la existencia gracias al acto creador de Dios. Por la creación Dios sacó a los entes de la nada, como nos enseña la Revelación. Con e! acto creador Dios no perdió nada de su esencia, sino que se distingue esencialmente de las criaturas o entes. Las criaturas o entes participan del ser de Dios sólo en el sentido analógico: son algo y tienen perfecciones pero, como acabamos de ver, esencialmente distintas de las de Dios (los entes son contingentes, compuestos, mutables). Caracteriza el nacimiento del pensamiento cristiano y diferéncialo del filosófico. (Preséntalo en un cuadro). El encuentro entre cristianismo y filosofía se plantea como confrontación entre dos actitudes que cabe adoptar ante los problemas suscitados por el ser del hombre y del mundo: la actitud que se basa fundamentalmente en la fe y la actitud que se basa en los logros de la razón. Considerado de este modo, el encuentro entre cristianismo y filosofía, entre las exigencias de la fe y las imposiciones de la razón, es inevitable y perenne en nuestra cultura, no ha terminado ni terminará jamás mientras existan el uno y la otra. Siempre la filosofía interpelará al cristianismo y éste se verá siempre obligado a definirse al contestar a la filosofía. A partir del siglo III después de Cristo, la única doctrina con fuerza y con filósofos de categoría es el neoplatonismo. El neoplatonismo fue la última corriente filosófica a la que hubieron de enfrentarse los filósofos cristianos. Durante este tiempo de construcción, los cristianos adoptaron varias doctrinas neoplatónicas para la formulación de sus ideas teológicas en algunos aspectos; si bien, en otros, el cristianismo se opuso radicalmente a ellas. Aquí no expondremos los aspectos que suscitaron ciertos interrogantes que no se habían quedado suficientemente contestados con la corriente platónica, que fue la principal corriente filosófica que resultó ser la más fuerte, puesto que nos desvía del tema sobre el alma en el pensamiento griego y entraríamos en el debate sobre Dios, su naturaleza, el origen de los seres humanos. Pensamiento Cristiano El Cristianismo pone a Dios en relación con la Historia. Dios se hizo hombre y decide aceptar su propio sacrificio, siendo un determinado momento histórico. El cristianismo proclamaba la verdad revelada por Dios mismo. Asimismo, el cristianismo se presentaba como la verdad a secas y sus criterios se situaban en un plano distinto y superior al de las doctrinas filosóficas. Los cristianos defendieron siempre y de forma radical el monoteísmo, siendo Dios el que creó el mundo de la nada. Dios es omnipotente. Dios es Padre. El hombre fue hecho a imagen de Dios; el alma es inmortal y los cuerpos resucitarán. El cristianismo se acaba con la resurrección final (proceso lineal). En el cristianismo moral hay dos factores: la maldad humana (que inclina al pecado) y la libertad del individuo que cede a tal inclinación. Ideas de culpa y arrepentimiento. El cristianismo anunciaba que Dios se había hecho hombre en un lugar determinado y preciso. Este hecho histórico constituye el eje de la historia, desde la creación del mundo hasta el juicio final. Otro punto a destacar es que según el cristianismo, Dios creó el mundo de la nada. Para los griegos, desde Parménides, la imposibilidad de que surja algo de la nada absoluta fue siempre considerada como un principio racional incuestionable. Pensamiento Filosófico La filosofía griega había puesto a Dios en relación con el Cosmos, con el Universo: inteligencia ordenadora (Platón); como motor y fin (Aristóteles) y como razón cósmica (estoicismo). La filosofía griega se caracteriza por insistir en los límites del conocimiento humano. La filosofía griega no alcanzó nunca el monoteísmo en sentido estricto. Según el pensamiento griego, el curso natural de los acontecimientos procede del Cosmos. La filosofía griega jamás formuló semejantes afirmaciones. Demiurgo (Platón) “Padre y hacedor de todo” no pasa de ser una expresión de la benevolencia del Demiurgo; no se especifica la relación de Dios con el hombre, sino una actitud genérica de aquél con el universo. El pensamiento griego concebía el aconteceder universal como un proceso cíclico (los periodos del hombre y de la vida se repiten, vuelven a nacer y a vivir la misma vida.) La teoría moral griega es intelectualista; el pecado no es sino ignorancia. La filosofía griega había puesto a Dios en relación con el cosmos, con el universo. En cuanto al debate sobre la paternidad divina, la filosofía griega nunca llegó a formular semejante afirmación; Platón calificaba al Demiurgo como “padre y hacedor de todo” aplicando la relación o actitud genérica de aquél con el universo pero nunca llegando a denominarlo padre como lo hacía el cristianismo. CONCLUSIÓN Colaboración entre filosofía y cristianismo. Aún en la más radical de las posturas no deja de haber un reconocimiento de la filosofía y de la necesidad de admitirla. Sin embargo, sigue siendo problemática la relación entre filosofía y cristianismo, entre discurso sometido a la razón y mensaje revelado. El núcleo del problema se centrará en saber si para el cristianismo basta con la creencia en el mensaje revelado o si es posible alcanzar un mayor conocimiento o una mejor exposición de la fe, por medio del discurso racional; es decir, si la filosofía puede aportar algo a la revelación. Esta solución será la de San Agustín: la filosofía contribuye a hacer comprensible la verdad cristiana.