FILOLOGÍA Filología deriva de los términos griegos φίλος (amor) y λόγος (palabra, razón), y literalmente quiere decir "amor por las palabras". Es el estudio de un idioma a partir de fuentes literarias y combina estudios literatios, historia y lingüística. La filología normalmente se asocia con el griego y el latín clásico, en el que se llama philologia. El estudio de la filología surgió en el humanismo de la Europa renacentista en cuanto a la filología clásica, pero más tarde se amplió la definición para incluir el estudio de idiomas tanto europeos como no europeos. La idea de filología se transmitió de la literatura griega y latina al inglés alrededor del siglo XVI a través del término francés philologie, que quiere decir "amor por la litaratura". En general la filología se centra en el desarrollo histórico. Ayuda a confirmar la autenticidad de los textos literarios y su forma original, y con ello se puede establecer su significado. Es una rama de conocimiento que se enfoca en la estructura, el desarrollo histórico y las relaciones de un idioma o varios. EL HOLISMO El holismo (del griego ὅλος [hólos]: "todo", "por entero", "totalidad") es una posición metodológica y epistemológica que postula cómo los sistemas (ya sean físicos, biológicos, sociales, económicos, mentales, lingüísticos, etc.) y sus propiedades deben ser analizados en su conjunto y no solo a través de las partes que los componen. Pero aún consideradas estas separadamente, analiza y observa el sistema como un todo integrado y global que en definitiva determina cómo se comportan las partes, mientras que un mero análisis de éstas no puede explicar por completo el funcionamiento del "todo". El holismo considera que el "todo" es un sistema más complejo que una simple suma de sus elementos constituyentes o, en otras palabras, que su naturaleza como ente no es derivable de sus elementos constituyentes. El holismo defiende el sinergismo entre las partes y no la individualidad de cada una. ENTELEQUIA Para Aristóteles, el término entelecheia hace referencia a cierto estado o tipo de existencia en el que una cosa está trabajando activamente en sí misma (en la metafísica aristotélica, la entelecheia es el estado opuesto a la energeia), en oposición al concepto de potencialidad: la entelecheia es un trabajo activo hacia la consecución de un fin, intrínseco a la misma cosa. Pero es también ese fin, ese estado en que la entidad ha realizado todas sus potencialidades, y por tanto, ha alcanzado la perfección. Por ejemplo, el árbol es entelequia de la semilla, el objeto hacia el que la semilla tiende sin influencias externas de otros entes con el objetivo de realizar todas sus potencialidades. Y al mismo tiempo, la entelequia es lo que impulsa a la semilla a crecer y convertirse en un árbol. LA DEONTOLOGÍA La deontología (del griego δέον, -οντος déon, -ontos 'lo que es necesario', 'deber' y logía 'conocimiento', 'estudio')1 es la rama de la ética que trata de los deberes, especialmente de los que rigen actividades profesionales, así como el conjunto de deberes relacionados con el ejercicio de una profesión. A su vez, es parte de la filosofía moral dedicada al estudio de las obligaciones o deberes morales. La deontología también es la teoría en ética normativa según la cual existen ciertas acciones que se deben realizar, y otras que no se deben realizar, más allá de las consecuencias positivas o negativas que puedan traer.2 Es decir, hay ciertos deberes que se deben cumplir más allá de sus consecuencias.2 Para la deontología, las acciones tienen un valor en sí mismas, independientemente de la cantidad de bien que puedan producir. De acuerdo con la convicción de que hay acciones buenas o malas en sí mismas, se sigue el deber de realizarlas o de evitarlas. Una acción puede ser moralmente correcta, aunque no produzca la mayor cantidad de bien, porque es justa por sí misma.3 Sin embargo, las éticas deontológicas se vuelven cada vez más sensibles a la necesidad de considerar las consecuencias globales de las acciones. Si, por ejemplo, mediante una mentira se puede salvar una vida humana, un ético deontológico puede reconocer una ponderación de los resultados de la acción. No obstante, en estos casos, se tienen en cuenta las consecuencias de la acción y no el valor propio de la acción, por lo que queda suspendida la deontología.4 LA AUTOPOIESIS La autopoiesis o autopoyesis (en griego: auto, ποίησις [auto, poiesis] ‘a sí mismo; creación, producción’) es un neologismo que designa la cualidad de un sistema molecular capaz de reproducirse y mantenerse por sí mismo. Fue propuesto por los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela en 1973 para definir la química de automantenimiento de las células vivas. Una descripción breve sería decir que la autopoiesis es la condición de existencia de los seres vivos en la continua producción de sí mismos. METALEPSIS En el lenguaje existen muchas figuras retóricas de significación que nos permiten expresar las ideas de distintas formas en la comunicación oral y escrita. En la comunicación habitual, muchas veces se usan frases para expresar ideas distintas a las que se dicen. Por ejemplo, cuando alguien pregunta "¿tienes la hora?", lo que en realidad quieren saber es, qué hora tienes, no si usas o no reloj. Este tipo de figura muy usada en la comunicación urbana es conocida como metalepsis y es un recurso semántico que se aplica más a la lengua oral que a la escritura. METALÍPTICO Metalíptico el agente enunciador traspasa su propio universo referencial, planteando un desafío ontológico. TROPO Un tropo es la sustitución de una expresión por otra cuyo sentido es figurado. Se trata de un término propio de la retórica (proviene del griego τρόπος, trópos, que significaba «dirección»). En este sentido, el tropo es el cambio de dirección de una expresión que se desvía de su contenido original para adoptar otro contenido.1 En latín, el término se adaptó como tropus. El uso de los tropos es un constituyente principal del ornatus retórico, una de las cualidades de la elocutio. El número y la identidad de los tropos ha variado a lo largo de la historia de la retórica; entre los contemplados más habitualmente están la metáfora, la alegoría, la hipérbole, la metonimia, la sinécdoque, la antonomasia, el énfasis, la ironía, etc.