LECTURA ORANTE DE LA PALABRA EVANGELIO DE LUCAS 2, 22-40

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Pastoral de Espiritualidad
LECTURA ORANTE DE LA PALABRA
EVANGELIO DE LUCAS 2, 22-40
Domingo 28 de Diciembre de 2014
La Sagrada Familia de Jesús
PREPARACIÓN. Comienza este momento especial de encuentro con el Señor, dejando a un
lado otros intereses, trabajos y preocupaciones. Enciende un cirio, pon un crucifijo y, si tienes,
una imagen de la Sagrada Familia. Toma tu Biblia, abre tus oídos y tu corazón a la Palabra de
Dios para interiorizarla y dejar que el Señor renueve y transforme tu vida.
¡En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo!
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO.
Espíritu de Verdad, dulce Huésped del alma,
que conoces las profundidades de Dios, dirige la humanidad
para que reconozca en Jesús de Nazaret al Señor de la gloria,
el Salvador del mundo, la culminación de la historia.
¡Ven, Espíritu de Amor y de Paz!
Espíritu de Vida, por el cual el Verbo se hizo carne en el seno de María,
Mujer del silencio y de la escucha, haznos dóciles a las muestras de Tu Amor,
y siempre dispuestos a acoger los signos de los tiempos
que Tú pones en el curso de la historia.
¡Ven, Espíritu de Amor y de Paz!
LECTURA.- ¿Qué dice el texto de Lucas 2, 22-40?
a) Contexto. Jesús profesó un profundo respeto al Templo de Jerusalén (ver
Mc 11,15-18). Lucas utiliza en griego una expresión particular para referirse
a la ciudad de Jerusalén; la llama “lugar de paz cumplida”. El Templo era,
por lo tanto, el escenario idóneo para el cumplimiento de las antiguas
promesas transmitidas al pueblo de Dios por los profetas.
Jesús es presentado en el Templo por María y José cuarenta días después de Su nacimiento. Con
detalles, Lucas manifiesta cómo la venida de Jesús no rompe con la historia de Israel, sino que la
cumple llevándola a su consumación, haciendo de ella una historia de salvación.
Dios entra en Su Templo, viene a morar entre los hombres. Pero nadie podía sospechar que se
presentase como un Niño en brazos de Su Madre. Simeón y Ana suben al Templo porque creen
en las promesas de Dios y saben que Él cumple Su palabra. En aquel Niño, ellos son capaces de
“ver” realizada la promesa de Dios a Su pueblo. En Jesús, “Luz para iluminar a las naciones”,
ven cumplida la nueva Alianza.
María y José llegan al Templo para presentar y ofrecer su Hijo a Dios; y salen, con la misión de
educarlo como el Hijo que Dios ofrece y presenta a las naciones para su salvación. Max Thurian
(teólogo sacerdote Hermano de la Comunidad de Taizé) comenta: “María era en aquel momento
imagen de la Iglesia Madre que todos los días presenta el Cuerpo de Cristo en la Eucaristía,
como memorial de la Redención y la Resurrección”.
La presentación de Jesús en el Templo es una cita de Dios con los hombres. De ahí en adelante,
Jesús tendrá Sus citas con nosotros sin ruido ni protocolo. Con tanta sencillez, que corremos el
riesgo –como aquel día los sabios y gente importante del Templo– de no acudir a ellas o de no
percatarnos de Su Presencia.
Un niño en brazos o por nacer, alguien que requiere comprensión y amistad, el anciano que
necesita compañía, el enfermo, el encarcelado, el pobre, el marginado, el amigo, la familia: he ahí
los templos de nuestra ciudad, los lugares de la Presencia del “Dios-con-nosotros”, lugares
donde hoy “la paz” espera ser “cumplida”.
b) Lectura del texto de Lucas 2,22-40. Lee el texto en voz alta una primera vez, para conocer y
familiarizarte con los personajes, lugar y desarrollo.
Vuelve a leer el texto, tratando de visualizar la escena. Puedes representarla, poniéndote en el
lugar de cada una de las personas. Percibe el ambiente, los tonos de voz, las emociones.
c) Unos momentos de silencio orante. Deja que la Palabra de Dios repose en tu mente y en tu
corazón. Termina cantando: “La Misericordia del Señor cada día cantaré”.
d) Preguntas que nos pueden ayudar a comprender el texto.

¿Por qué van María y José con Jesús recién nacido, al Templo de Jerusalén?

¿Qué rasgos caracterizan a Simeón y Ana?

¿Qué gestos proféticos realizan?

¿Cuál es la causa de la alegría y la alabanza de estos dos personajes?

¿Qué futuro anuncia Simeón al Niño y a Su Madre?

¿Cuál fue, en adelante, la misión de María y José en Nazaret?
MEDITACIÓN. - ¿Qué me dice el texto de Lucas 2, 22-40?
Veamos qué nos dice el texto hoy, para nuestra vida personal, familiar, social y de fe.
Como integrante de una familia, ¿qué le presento y qué le ofrezco a Dios cada día?
¿Por quiénes estoy orando especialmente en estos días? ¿Qué espero de Dios?
¿Cuáles son los anhelos y esperanzas que mueven más fuertemente mi vida? ¿Cuánto me
dejo conducir por el Espíritu Santo?
¿Qué veo en Jesús, para creer, confiar y esperar en Él? ¿Cómo estoy fortaleciendo mi fe en Él?
¿En qué personas, lugares y acontecimientos de mi barrio y ciudad reconozco la Presencia de
Jesús, Luz para las naciones?
Jesús y María compartieron toda una vida de misión, con alegrías y sufrimientos. ¿Qué me
dice esto para mi vida actual?
ORACIÓN.- ¿Qué le digo al Señor luego del regalo de Su Palabra?
Con tus propias palabras, expresa lo que está en tu corazón. ¿Qué le
agradeces hoy al Señor?... ¿Qué le pides para ti y para otros(as)?... ¿Qué
alegrías y tristezas quieres contarle a Jesús?...
Oración a la Sagrada Familia:
◊
Sagrada Familia de Nazaret, que viviste la experiencia de asumir la
Salvación en la sencillez y pobreza de un hogar, concede a cada
familia la capacidad de ser buenos instrumentos para la transmisión
de la fe a los niños y jóvenes de nuestro tiempo y ciudad.
◊
Concédenos ser humildes y sencillos, para estar siempre atentos a descubrir el paso de Dios
por nuestras vidas, y danos valentía para proclamar con nuestro testimonio la Salvación
que Jesús –Luz del mundo– trae para todas las naciones.
◊
Les pedimos, Jesús, José y María, que nos enseñen a llevar una vida digna, creciendo en la
verdadera sabiduría, en la Gracia de Dios y en el servicio amable a los hermanos. Que en
nuestro corazón siempre hallen lugar y consuelo tantas familias que sufren enfermedad,
injusticia, pobreza y persecución; y también quienes padecen a causa de la desunión, las
rupturas y la tentación de creerse dueños de la vida y del mundo. Amén.
CONTEMPLACIÓN.- Dejo que el Señor me ame y me transforme interiormente
Señor Jesús, Tú eres el Niño que María y José llevaron con emoción al Templo, el Verbo
encarnado, el Redentor del hombre y de la historia. Hoy, en silencio, Te invito a entrar en el
templo de mi corazón.
Con Tu Luz, sana e ilumina mis oscuridades y muéstrame los caminos que debo recorrer.
Hazme ver y contemplar Tu Presencia en cada hermano(a) de la ciudad y de mi entorno. Creo
en Ti, Señor Jesús, Salvador del mundo. Dame, Señor, Tu Amor y Gracia, que eso me basta.
Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a Tu siervo irse en paz.
¡Mis ojos han visto al Salvador: Luz para alumbrar a las naciones!
ACCIÓN.- Y ahora ¿Cómo hago vida esta Palabra?
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¿A qué me invita esta Palabra del Señor?
¿A qué personas voy a anunciar en estos días la Buena Noticia de Jesús Salvador?
¿Cuál será mi compromiso esta semana con mi propia familia?
¿Cómo llevaré la Buena Noticia de Jesús a los más necesitados de Su Luz?
ORACIÓN DE ENVÍO.
De una Virgen hermosa, celos tiene el sol,
porque vio en sus brazos otro Sol mayor.
Cuando del oriente salió el sol dorado
y a ese Sol pequeño tan ardiente admiró,
se quitó de la frente su corona bella
y, a los pies de la Estrella, su Lumbre adoró,
porque vio en sus brazos ese Sol mayor.
«Hermosa María, –dice el sol, vencido–,
de vos ha nacido el Sol que podía
dar al mundo el día, que ha deseado.»
Esto dijo, humillado, a María el sol,
porque vio en sus brazos otro Sol mayor.
Al Padre y al Hijo gloria y bendición,
y al Espíritu Santo por los siglos honor. Amén.
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