1º. La América precolombina

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La época de los Descubrimientos
1º. La América precolombina
Mayas, incas y aztecas: La gran mentira del genocidio español en América
De todas las mentiras que se han escuchado a lo largo de la vida sobre asuntos históricos, quizá entre las que
más molesten estén las relativas al papel ejercido por España en América. Las que conforman la “Leyenda
Negra” que acusa a España de genocida y esclavizadora de los pueblos americanos durante la Conquista. Y
molestan porque son acusaciones falsas e infundadas, que a base de ser repetidas e introducidas con calzador,
hemos acabado por creérnoslas hasta los propios españoles.
Todo proceso histórico conquistador o colonizador conlleva el uso de la violencia y de las armas. Si bien el
Imperio Romano invadió y conquistó España desde el siglo III A.C., arrasando y aniquilando a nuestros
antepasados celtíberos, lusitanos, astures o cántabros, a nadie con un mínimo de inteligencia se le ocurriría hoy
decir que Roma es la culpable de “la aniquilación de España” y del “sometimiento injusto” de nuestro pueblo.
Más bien, los españoles mantendremos una deuda eterna con Roma por habernos dejado un legado inigualable
tras su paso, latinizándonos y regalándonos su influencia y su organización. Algo parecido, o quizá de superior
magnitud, sucedió en lo que respecta a la transmisión de riqueza a América tras nuestra llegada. La diferencia,
sin embargo, es que el Imperio Romano no tuvo la mala suerte de contar con un enemigo anglosajón que
volcara sobre él durante siglos infinitas mentiras y leyendas destinadas a diezmar su legitimidad y grandeza
incontestables.
La historia, como vemos, es al final una sucesión de conquistas, y si bien se cometieron algunos casos aislados
de maltrato durante los periodos de introducción y de Conquista (inevitables teniendo en cuenta las gentes, las
circunstancias y la época) España no ejerció sobre los nativos americanos ningún tipo de genocidio ni
esclavitud generalizado. Muy al contrario, podemos decir (y avalarlo con documentación y hechos
contrastados de la historia), que España fue el único país de Europa que siempre protegió en su Conquista a
los nativos de todos nuestros territorios de Ultramar, garantizándoles una vida digna y unos derechos
integrales.
Pocos años después de nuestra llegada a tierras americanas, y en virtud de nuestra condición de Reino católico
(clave en nuestra posterior relación con los indígenas), y del impulso de nuestros frailes franciscanos y
jesuitas, fuimos los propios españoles quienes dictamos multitud de normas, leyes y decretos oficiales que
protegían a los indígenas de cualquier abuso. Y fue la propia Reina Isabel la Católica quien determinó tras el
primer viaje de Colón, que los indios nativos no debían ser considerados esclavos, ni siquiera gentes
colonizadas, sino súbditos de pleno derecho de la Corona de España, como habitantes de las nuevas provincias
recién descubiertas.
Y nos tomamos tan en serio los españoles la aplicación de justicia sobre los indígenas del Nuevo Mundo, que
la Monarquía Hispánica inmediatamente acometió las reformas necesarias para regular su trato de forma
oficial.
De esta manera, nada más dos décadas después de iniciarse el Descubrimiento (el 27 de diciembre de 1512),
España abolió la esclavitud indígena mediante las “Leyes de Burgos”, en las cuales se emitieron las
ordenanzas necesarias “para el gobierno con mayor justicia de los naturales, indios o indígenas” y se
estableció que el Rey de España tenía derecho a “justos títulos” de dominio del Nuevo Mundo. España
anteponía la evangelización de los nativos a cualquier otra materia, nativos a quienes consideraba hermanos
cristianos, dejando a un lado las excepciones salvajes que efectivamente se pudieran dar y de las que de
ninguna manera fue culpable España como unidad.
Pero las “Leyes de Burgos” no fueron las únicas leyes en lo referente al trato a los indígenas, y treinta años
más tarde (1542), España emitía las “Leyes Nuevas, en las que entre otras cosas se regulaba aún más en detalle
el trato a los nativos, proclamando de nuevo su libertad. Eran normas emitidas por los propios españoles y que
restaban derechos a los pobladores españoles en beneficio de los indígenas, algo inédito en aquel momento y
digno de asombrosa admiración… En dichas leyes, también se regulaban los tributos que los indígenas debían
aportar al Estado, como súbditos del Rey que eran y no como esclavos.
Y es que, como decía el historiador e hispanista estadounidense Lewis Hanke, uno de los mayores expertos
sobre Hispanoamérica: “Ninguna nación europea se responsabilizó de su deber cristiano hacia los pueblos
nativos tan seriamente como lo hizo España”. Y no solo cuidamos más que ningún otro país nuestra relación
con aquellos nuevos compatriotas, sino que el nacimiento del Imperio Español en América supuso, de hecho,
en inicio de uno de los periodos más prósperos de la historia universal.
Nuestra labor en América no tuvo absolutamente nada que ver con genocidios o esclavitudes, y sin embargo sí
mucho que ver con el florecimiento en América de una nueva cultura que venía a cambiar para mejor la que
nos encontramos al llegar. Descubrimos sociedades humanamente 3000 años atrasadas, que en su práctica
totalidad practicaban el canibalismo y los sacrificios humanos, y a las cuales situamos a la cabeza del mundo
en pocos siglos. Y es España la responsable de haber trasladado a América el urbanismo, el derecho, las
economías estructuradas, la agricultura, las universidades, las catedrales, las técnicas arquitectónicas, la
influencia del Renacimiento, la imprenta, la rueda, la escritura, la música o la fe, entre otras infinitas cosas.
Fundamos 23 universidades en América que daban educación a casi 200.000 alumnos de todas las clases
sociales y razas (Portugal no fundó ninguna en Brasil durante su periodo colonial, mientras que la Inglaterra
colonial de entonces, por ejemplo, hasta ese momento se había preocupado más bien poco por educar a sus
indígenas), y a través de la península, hacíamos llegar a América todas las corrientes intelectuales y las artes
que la grandiosa España de entonces absorbía.
¿Qué se cometieron atrocidades e injusticias? Sin duda, sí. ¿Qué hubo quienes utilizaron su poder personal
para esclavizar a veces a los indígenas? También. Pero el 95% de las muertes acaecidas por aquel tiempo en
América no son producto de las armas españolas, sino de los virus y enfermedades (como la gripe, la viruela,
la escarlatina o el sarampión), que inevitablemente se transmitieron de España a América y de América a
España entre dos mundos que hasta ese momento habían estado permanentemente aislados entre sí.
Por todo ello, creo que es deber de toda la comunidad Hispanoamericana conocer estos hechos, para no
dejarnos seguir engañando por la leyenda negra creada por el mundo anglosajón y por quienes encabezaron las
distintas independencias e hicieron creer a algunos que la bellísima historia común que tenemos no fue sino
una vulgar y cruel escabechina. Con un poco de rigor histórico y cultura, descubrimos que lejos de ser aquello
que esos dicen, la historia de España en América es uno de los periodos más hermosos y prósperos de la
historia universal, porque España no fue a América para irse sino para quedarse, para construir y para
fusionarse. Y fruto de ese aporte y de esa fusión son sus ciudades y sus gentes de hoy, que son el mejor
ejemplo vivo de aquella gesta sin igual que hermanó para siempre a una comunidad de naciones que hoy
engloba a 450 millones de personas.
¿Qué población había antes de Colón? La población en América antes de Colón es desconocida pero ha sido
exagerada por las cantidades sin fundamento, sin rigor científico transmitidas por el polémico Bartolomé de
las Casas.
Tengamos en cuenta algunas consideraciones para conocer la población: en América la mayor parte del
territorio americano eran selvas y regiones montañosas muy poco aprovechables para la agricultura. Apenas
había agricultura y la población se componía en gran parte de pequeñas tribus que, según algunos
historiadores, como un medio de conseguir más proteínas practicaban el canibalismo.
Este aspecto quizás tan desconocido lo trató el actor –director Mel Gibson en su película Apocalipto.
Apocalypto (2006) es una película de ficción, ambientada en la cultura maya y rodada con diálogos en maya
yucateco. La película desató una furiosa polémica entre los estudiosos del mundo maya. El 25 de enero de
2007 el periódico Reforma publicó la defensa de Gibson ante estos ataques:
No mostré ni la mitad de las cosas que leí. Leí acerca de una orgía de sacrificios: en cuatro días sacrificaron 20
000 personas. También tenían afición por empalar genitales y por torturar a personas durante años. Por
ejemplo, si capturaban a un rey o a una reina de algún otro lugar, lo humillaban durante una década. Le
cortaban los labios, le arrancaban la lengua, lo dejaban sin ojos ni orejas. Ah, y le comían los dedos. El tipo
quedaba vivo, pero en un infierno sobre la Tierra. Después de nueve años de esto, lo enrollaban y lo dejaban
caer por las escaleras del templo, y se hacía pedazos.
Mel Gibson se refiere a la Relación de las cosas de Yucatán (1566), del sacerdote católico franciscano Diego
de Landa (1524-1579), donde afirma haber sido testigo de sacrificios humanos y de las costumbres de los
mayas. Algunos estudiosos del mundo maya están en desacuerdo con la visión idílica que persiste sobre los
mayas. «Los primeros investigadores trataron de hacer una distinción entre los “pacíficos” mayas y las
“brutales” culturas de México central», escribió David Stuart en un artículo de 2003. «Decían incluso que el
sacrificio humano era raro entre los mayas». Sin embargo, tanto en las tallas en piedra como en las pinturas
murales, afirma Stuart:
hemos encontrado más y más similitudes entre los aztecas y los mayas, incluida una ceremonia maya en que
un sacerdote grotescamente vestido le saca las entrañas a una víctima aparentemente viva durante un
sacrificio e incluso sacrificios de niños.
De hecho, en los rituales mayas los prisioneros de guerra eran sacrificados «en la cima de la pirámide […]
sosteniendo sus brazos y piernas mientras un sacerdote les abría el pecho con un cuchillo y arrancaba el
corazón como una ofrenda».
ACTIVIDAD: HAGA un resumen del artículo y explique en 5 líneas qué es la Leyenda Negra
2º: Colón llega a América
El huevo de Cristóbal Colón
En la cultura popular se ha oído bastante lo del huevo de Colón, aunque sin haber sabido demasiado bien qué
era. Se cuenta que estando Cristóbal Colón a la mesa con muchos nobles españoles, uno de ellos le dijo:
"Sr. Colón, incluso si vuestra merced no hubiera encontrado las Indias, no nos habría faltado una persona que
hubiese emprendido una aventura similar a la suya, aquí, en España que es tierra pródiga en grandes hombres
muy entendidos en cosmografía y literatura".
Colón no respondió a estas palabras pero, habiendo solicitado que le trajeran un huevo, lo colocó sobre la
mesa y dijo: "Señores, apuesto con cualquiera de ustedes a que no serán capaces de poner este huevo de pie
como yo lo haré, desnudo y sin ayuda ninguna".
Todos lo intentaron sin éxito y cuando el huevo volvió a Colón éste al golpearlo contra la mesa, colocándolo
sutilmente lo dejó de pie.
Así demostró Colon a sus contemporáneos que era fácil saber hacer algo cuando sabes cómo se hace, pero
arriesgarse por primera vez puede ser frustrante. Esta expresión del huevo de Colón ha llegado hasta nuestros
días y según la RAE, se define como:
"Cosa que aparenta tener mucha dificultad pero resulta ser fácil al conocer su artificio".
ACTIVIDAD: Explique la anécdota del huevo de Colón
3º. La primera vuelta al mundo
Juan Sebastián Elcano (1476-1526):
Navegante español, nacido en Guetaria, provincia de Guipúzcoa en la comunidad autónoma de las
Vascongadas.
Fue el primero en dar la vuelta al mundo. Bajo el mando de Magallanes, un grupo de naves van en busca de
un paso al mar del Sur,a fin de poder llegar a las Indias a través del océano Pacífico, sin tener que dar la vuelta
al continente africano.. A la muerte de Magallanes en las Filipinas Elcano, oficial de mayor edad, toma el
mando de la expedición como capitán de la nao Victoria. El 27 de diciembre de 1521 la flota española parte
hacia España. Las naves, muy deterioradas, debían enfrentarse a un viaje peligroso en aguas dentro de la
influencia portuguesa. Eludieron las rutas de navegación lusa navegando por latitudes más meridionales. El 9
de noviembre de 1522 logra llegar a Sanlúcar de Barrameda. Sólo 17 de los 265 que partieron de España
lograron sobrevivir en los tres años que duró la travesía. Elcano fue recibido por Carlos I de España y V de
Alemania y honrado con un escudo de armas y un globo terrestre con la inscripción latina
Primus circumdedisti me (Fuiste el primero que me diste la vuelta).
El buque escuela Juan Sebastián de Elcano (1927) es actualmente utilizado por la Marina Militar española
para la instrucción de los alumnos de la Academia Naval de Marín. Debía ser el relevo de la vieja Nautilus que
había cumplido con creces su ciclo histórico. El número de hombres a bordo está entre 250 y 300. El mascarón
de proa es una figura femenina clásica dorada y coronada.
RESUMA este artículo y explique quién es Elcano y su recuerdo en la historia
4º. América: descubrimiento, conquista y colonización
Como ya sabemos el descubrimiento de América (12-octubre -1492), para ellos las Indias Occidentales, se
debe a Cristóbal Colón y al apoyo de esa grandísima reina de España, Isabel la Católica.
Todas las películas destacan/ recuerdan héroes norteamericanos que, comparados con los españoles son
pequeñas imitaciones. Si tuviéramos un poco de orgullo nacional nos serían familiares hombres y nombres
como: Núñez de Vaca, Ponce de León o Fray Junípero Serra.
En la exploración de las nuevas tierras tuvieron protagonismo regiones dos españolas: las Vascongadas y
Extremadura. Los extremeños que protagonizan grandes gestas que nos enorgullecen como españoles son
entre otros:Francisco Pizarro, Hernán Cortés, Fco de Orellana, Pedro de Valdivia, Hernando de Soto, Vasco
Núñez de Balboa. Los vascos que protagonizan grandes gestas que nos enorgullecen como españoles son entre
otros : Juan Sebastián Elcano , Andrés de Urdaneta, Miguel López de Legazpi, Alonso de Ercilla, Fco de Garay
y Lope de Aguirre.
Todos estos aventureros hicieron que la huella de España esté presente en los sitios más distantes y distintos de
la Tierra. Algunos de ellos serán objeto de una actividad. En este apartado de apuntes dedicaremos un espacio a
un aventurero que hizo una gran hazaña en lo que hoy es EEUU, nos referimos a Pedro Menéndez de Avilés.
a) 1519
Pedro Menéndez de Avilés 1574
Le cabe el honor de establecer la 1ª colonia permanente en América del Norte. Durante el reinado de Carlos I
actuó como corsario en el Atlántico, luchando contra los piratas enemigos.
Con 14 años se alistó como grumete en una flota que actuaba contra piratas franceses; con 19 años armó un
barco corsario con 50 tripulantes a su mando y capturó 2 barcos franceses. Pero su primer gran momento de
gloria fue la persecución del temido corsario J. A de Santoigne, que había capturado 18 naves españolas y al que
atacó cuando ya estaba en puerto francés. Tras recuperar 5 naves, mató a Saintogne y logró salir del puerto
francés con los navíos recuperados.
Por si esto fuera poco en 1554 había limpiado el Cantábrico de enemigos y participó en las operaciones navales
que culminaron en la batalla de San Quintín.
En julio de 1565 zarpó de Cádiz con 12 barcos con la orden de fundar una colonia y destruir el asentamiento
ilegal francés en América. En una auténtica proeza y acompañado de pocos hombres destruyó el asentamiento
de franceses eliminando cualquier recuerdo francés.
Así Pedro Menéndez de Avilés fundó el primer asentamiento europeo, San Agustín de la Florida, en lo que hoy
es EE UU.
Una gran parte de su tiempo estuvo dedicada a limpiar de corsarios y piratas el Pasa de Bahamas y trabajó con
ahínco para controlar el territorio de la costa este de los Estados Unidos. Pedro Menéndez de Avilés murió
preparando la Armada Invencible (1588) que con él probablemente hubiera tenido otro destino.
RESUMA este artículo
b) La increíble historia del adelantado Español Hernando de Soto en Ultramar
Hoy en estos días se celebra el 473 aniversario en el que los ojos de Soto, un ESPAÑOL, se posaban por
primera vez sobre el Missisippi. Ese río fangoso y lento del Sur de Norteamérica.
Desde la larguísima Pennsylvania Avenue, es posible ver la enorme cúpula del Capitolio. Ese icono que
simboliza el poder y la democracia en el continente americano, la primera vez que se le ve recuerda
profundamente a San Pedro en el Vaticano. Sin lugar a dudas, quienes eligieron el lugar para su construcción
sabían lo que hacían. Ubicado sobre una colina (Capitol Hill), el efecto es el que buscaban cuando vas
ascendiendo; hacerte sentir que llegas a un lugar importante para el país. Sin lugar a dudas el Capitolio lo es.
Allí se encuentran actualmente la cámara de representantes y el Senado Norteamericano, también el cuadro de
Gálvez sobre el que tanto hemos podido leer afortunadamente en los últimos tiempos.
Paradojas del destino y la historia. España está presente en el nacimiento de la historia americana y las historias
de sus protagonistas prácticamente en el olvido de los españoles.
En aquel lugar uno entra para aprender historia. Mientras se pasea se ve al General Washington, o a la
mismísima declaración de independencia norteamericana, en su versión más oficial. Entre tanta historia, la
primera potencia del mundo occidental , sorprende y hasta es curioso hallarse frente a una historia que narra los
acontecimientos de un paisano extremeño.
Es curioso, pocos españoles recuerdan ya que viajar por California, Florida o Nueva Orleans es hacerlo por su
propio pasado. Que fácil se ha olvidado lo que supuso para el mundo conocido España. De Soto para Estados
Unidos. Balboa para el Pacífico. Orellana para el Amazonas. Cortés para México. Pizarro para Perú. Valdivia
para Chile. Doña Mencía para Paraguay. Mendaña o las Salomón. Legazpi o Filipinas. Cómo suenan a América
pueblos como Trujillo, Toledo, Cáceres, Jerez de los Caballeros, Badajoz, Alburquerque, Guareña, Don Benito.
Y así es posible conocer incluso la paradoja de encontrarnos un pueblo abandonado en mitad de Estados Unidos
que se llama Madrid, como nuestra concurrida capital.
En la bandera de Arizona los trece rayos de sol, que representan los trece condados del estado, son amarillos y
rojos en recuerdo de la bandera española y en el escudo oficial de la ciudad de Los Ángeles, el mismo que
llevan los coches de policía que hemos visto en innumerables películas, en donde aparece la bandera de Castilla
León por el mismo motivo. Olvidamos que pasear por estas ciudades es pasear por nuestro pasado. El más
cercano.
Entre las columnas de los personajes notables de la historia americana, sobresaliendo entre presidentes, nos
encontramos con los grandes lienzos del “Descubrimiento de América por Colón”, y el del “descubrimiento del
Missisipi por parte de Hernando de Soto”
Todo esto es apasionante de conocer. De imaginar. De leer, pero todo esto ocurrió 300 años después que Ponce
de León desembarcase en Florida, Legazpi o Urdaneta en las Filipinas, o el propio Hernando de Soto en
Florida. Olvidamos que las primeras rutas de navegación las abrieron las proas de las naves españolas, siglos
atrás. Que fueron después las manos de los mareantes o los pilotos, cálamo en mano, las que tiraban de líneas
para dibujar las islas. Penínsulas o ríos desconocidos hasta el momento. Parece que todo esto lo hemos olvidado.
Hemos olvidado que los Españoles fuimos los primeros que descubrimos el mundo. ¿Y dónde están sus mitos?.
¿Dónde están sus figuras legendarias?. ¿Dónde están las visitas guiadas, publicaciones, estudios, divulgación y
recuerdo en la sociedad actual?.
De Soto fue el primer europeo que exploró la vasta región del Sur de Estados Unidos. Fue de los primeros
europeos en cruzar aquel río, el Mississipi en 1542.
De Soto tiene el honor de ser recordado por ser el primer europeo que cruzó este río, además de ser su
‘descubridor’ para los occidentales. Hecho relevante que no quisieron pasar por alto los fundadores de la patria
norteamericana.
Entre los siglos XVI y XIX la corona española estuvo presente en todo el continente americano y pese a lo
prolongado de ese dominio, son muchas las sombras que envuelven todavía la presencia hispana en el Nuevo
Mundo. Mientras que la conquista y colonización de América del sur y central es algo de sobra conocido, la
presencia española en los actuales Estados Unidos y Canadá ha caído en un extraño, y ciertamente lamentable,
olvido.
A lo mucho hemos olvidado, habría que añadir las grandes gestas de personajes como Vázquez de Coronado
que llegó hasta la actual Kansas tras recorrer miles de kilómetros buscando las míticas siete ciudades de Cíbola.
García López de Cárdenas, primer europeo en llegar al Gran Cañón o Juan Ponce de León, descubridor de
Florida mientras, según cuenta la leyenda, buscaba las fuentes de la eterna juventud. Mucho tiempo antes de que
los estadounidenses marcharan hacia el oeste y entraran en contacto con los nativos americanos, los españoles
ya habían topado con todas las grandes naciones indias: navajos, cheyennes, apaches, comanches, sioux,
arapahoes, pies negros etc e incluso con más de una se firmaron acuerdos y tratados, porque era lo más
inteligente y lo que exigía el momento.
La presencia española e hispánica en América del Norte, en especial en lo que hoy son los Estados Unidos, es
inmensa y debería empezar a reconocerse como merece pues se trata de historias dignas de ser contadas,
conocidas y recordadas con orgullo pues forman parte de nuestro pasado, de nuestra historia. No se entiende
bajo ningún concepto porque se han olvidado .
La campaña de De Soto, apuntaba alto. De Soto empezaría su carrera en Panamá, en 1514, a las órdenes de
Pedro Arias de Ávila, célebre entre otros dudosos méritos por ejecutar al descubridor del Pacífico, Vasco Núñez
de Balboa. Su experiencia se fue dilatando posteriormente aún más, gracias a que participó como lugarteniente
de su paisano extremeño Francisco Pizarro en la conquista del Perú, entre 1532 y 1535.
En su periplo, Hernando de Soto alcanzó el territorio de los Apalaches y se apropiaron de su principal poblado,
Anhaica, que convirtieron en su primer cuartel de invierno
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Publicado por Javier Noriega 12-5-2015
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