Rinconcete y cortadillo. Miguel de Cervantes

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Cervantes
Llamado Miguel de Cervantes Saavedra. Fue un escritor español, nacido en Alcalá de
Henares (1547-1516), su vida fue una sucesión de penalidades, e injusticias ya desde su
infancia. Vivió durante cinco años en Italia donde pudo impregnarse de la floreciente
cultura renacentista, se alistó en el ejército, participando en la batalla de Lepanto donde
perdería el movimiento de su brazo izquierdo.
A la vuelta hacia España su barco fue apresado por los piratas berberiscos, permaneció
cautivo en Argel cinco años; esta experiencia y otras dos breves e injustas estancias en
la cárcel le convirtieron en fervoroso defensor de la libertad y de la justicia.
En España apenas se reconocen sus méritos; además, un matrimonio no muy feliz y
ciertas complicaciones familiares le llevan a conocer el amargo sabor del desengaño.
Gracias a su trabajo como recaudador de provisiones, esto hace que se acerque a los
ambientes sociales de Andalucía.
En su vida como poeta escribió variadas composiciones, como El Quijote o la Galatea,
sin embargo no fue esto lo que le dio la fama. En el teatro escribió, La Numancia.
En narrativa destacamos, la Galatea, también escribió las Novelas Ejemplares, los
trabajos de Persiles y Sagismunda.
Murió cuatro días después de concluir esta obra.
Tema y contenido
El título de la novela es: “Rinconete y Cortadillo”, en la cual se nos describen muy bien
a sus personajes y nos cuentan acontecimientos de la vida cotidiana.
En la obra nos va contando la vida de dos muchachos, ellos se encuentran en una venta
puesta en los fines de los campos de Alcurnia, estos tenían una de edad de catorce a
quince años, no vestían muy bien esto da a deducir que no tenían mucho dinero y que
tenían que hacer todo lo que estuviera en sus manos para poder comer.
Ellos se sentaron y empezaron a preguntarse qué de dónde venían, el menor comenzó a
explicarle: yo corro como una liebre, salto como un gamo y corto de tijera muy
delicadamente, este oficio se lo había enseñado su padre el cual trabajaba de sastre. El
mayor se llamaba Pedro del rincón y su padre era un bulero, y algunos días le
acompañaba en el oficio. Un día, decidí robar un talego, y el dueño de éste decidió venir
tras de mí, éste al ver mi poca edad sólo decidió pegarme y desterrarme por cuatro años
de la Corte. Así que, tomé mis alhajas y mis naipes y empecé a ganarme la vida de
ciudad en ciudad, también aprendí de un cocinero y un cierto embajador.
Después de tanto hablar decidieron ser amigos y se dieron un gran abrazo, sacaron los
naipes y se pusieron los dos a jugar a la veintiuna, estando los dos jugando salió un
hombre y se puso a jugar con ellos, en menos de media hora este señor había perdido
doce lanzadas y veintidós mil pesadumbres. Cuando estaban jugando apareció por el
camino una tropa de caminantes a caballo que iban a la venta del Alcalde y les dijeron
que si iban a Sevilla que se fuesen con ellos. Rincón y Cortado accedieron y el arriero
que estaba jugando a las cartas con ellos se enojó al saber que las cartas eran falsas y por
tanto que los dos muchachos le habían engañado. En el viaje se sintieron tentados de
robar las ancas de sus medios amos pero no lo admitieron.
Habiéndose despedido, fueron a ver la ciudad, allí se encontraron a un muchacho
asturiano al cual le preguntaron sobre el oficio de la esportilla y él les respondió que era
un oficio descansado, que algunos días salía con cinco y con seis reales de ganancia, que
comía a la hora que quisiese y que era libre de buscar amo. A estos no les descontentó
ya que les ofrecía una gran comodidad de poder entrar a las casas, así que el muchacho
asturiano les explicó todo lo que se tenían que comprar.
Una mañana estando en la plaza de San Salvador llegaron un medio estudiante y un
soldado, y convidados de los dos novatos, el estudiante llamó a Cortado y el soldado a
Rincón. El soldado le ofreció un puesto de cocinero a Rincón, para hacerle la comida a
la enamorada del soldado, éste le mostró la casa de su dama y Rincón prometió fidelidad
y buen trato, el soldado le dio a cambio dinero.
Cuando volvió Rincón de hacer esto se encontró con Cortado y le mostró los tres
cuartos. También llegó el estudiante muy asustado y les preguntó que si habían visto una
bolsa con escudos y maraverís, a lo cual respondió Cortado con un extrañó disimulo.
Éste les explicó que el dinero de la bolsa era del tercio de una capellanía que le había
dado a cobrar un sacerdote amigo suyo y por tanto era dinero sagrado y bendito, ellos le
daban esperanzas de que lo encontraría, Cortado le dijo que a la tarde fuera que él
sospechaba de un muchacho que trabajaba en su mismo oficio y que era algo
ladroncillo, esto consoló al sacristán.
Más abajo estaba un mozo de esportilla, que les había estando observando y subió a
preguntarles, él les pregunto que si eran ladrones, y que si lo eran que porque no habían
ido a la aduana del señor Monipodio, que era su padre, su maestro y su amparo. Y ellos
accedieron a ir a verlo ya que habían oído que él era una persona muy generosa y hábil.
Andando hacia allí, le preguntaron que si era ladrón y él les dijo que sí, para servir a
Dios y a la gente, y que aún estaba en el año de noviciado, Cortado les respondió que
como unos ladrones podían servir a Dios, aunque luego este los convenció. Sus reglas
eran: rezar el rosario, no hurtar los Viernes ni tener conversación con ninguna mujer
llamada María el día del sábado. El mozo entró en la casa y los dos se quedaron en el
patio, viendo que tardaban se metieron en una de las salas que tenía el patio, y esperaron
que bajara el señor. Estando allí entraron dos mozos estudiantes de unos veinte años de
edad y se pusieron a caminar por el patio, más tarde entraron unos viejos y una vieja que
se puso a rezar de rodillas delante de una imagen y luego tras echar limosna se salió al
patio con los demás, llegaron de los postreros dos bravos y bizarros mozos que pusieron
sus ojos en Cortado y Rincón. En esto que empezó a bajar el señor Monipodio, el cual
representaba el hombre más rústico y disforme bárbaro del mundo, con él iba su guía y
se los presentó, Monipodio les preguntó sobre el ejército, la patria y los padres.
Acertaron en lo que tenían que decir y los bautizó con los nombres de Rinconete y
Cortadillo.
Luego les preguntó, para ver que oficio les daba, al momento entró un muchacho
corriendo y le dijo que venía el alguacil de los vagabundos, todos se asustaron pero
monipodio dijo que no tuvieran miedo que era su amigo. Él salió a hablar con el aguacil
y al cabo de un rato entró y preguntó: ¿ A quién le tocaba la plaza de San Salvador?, Y
el guía dijo que a él, y este le dijo que no sabía nada de la bolsa que había desaparecido,
y Monipodio le discriminaba ya que no había cumplido los estatutos. Rinconete
aconsejado por su amigo Cortadillo saco la bolsa del sacristán, al ver la bolsa
Monipodio se puso tan contento que decidió llamar a Cortadillo el Bueno y decidió
devolver la bolsa. Al volver Monipodio entró con dos mujeres, y como fueron entrando
se echaron a los brazos de Chiniznaque y Maniferro, al rato llamó un muchacho que
traía una cesta y Monipodio puso una estera y se sentaron en forma de círculo, en esto
que salió la vieja que estaba rezando y le ofrecieron que se quedara pero ella se negó ya
que le dolía la cabeza, y pidió que le dieran un trago, esta se lo bebió de un trago. Ella
les pidió a las chicas que si tenían dinero para poder comprar velas, y la chica llamada
gananciosa le dio dinero pero que a cambio le pusiera una vela en nombre suyo. Una vez
que se fue la mujer empezaron a sacar la comida de la cesta. Y otra vez llamaron a la
puerta para decir que venía Juliana la Cariharta llorando, le abrieron la puerta y al entrar
se desmayó en el patio. Le echaron agua y se despertó, Monipodio le dijo que le contara
lo que le había pasado, esta les explicó que estaban jugando y perdiendo y le pidió que
le mandara dinero y no se lo mandó todo, entonces la saco al campo la desnudo y le
empezó a pegar azotes.
Ante esto la Gananciosa le dijo que ya vería como vendría muy pronto arrepentido y que
si no venía le escribirían un montón de coplas amargas. Más tarde llamaron a la puerta y
resultó ser Repolido, viendo Cariharta que le abría, se levantó y se encerró tras una
puerta, Repolido le empezó a suplicar y le dijo que le pediría perdón de rodillas. Luego
salió de la casa enfadado y Cariharta lo detuvo porque a saber lo que éste podía hacer.
Monipodio rogó a Escalanta que cantara algunas seguidillas y todos se pusieron a cantar,
en esto que sonó la puerta y la centinela les avisó que se había asomado el alcalde de la
justicia y que delante de él venían el Tordillo y el Cernícalo, oyendo esto los de dentro
se escondieron. Era un hombre que tenía una cuenta con Chiquiznaque y éste no la había
cumplido ya que en vez de robar al amo había robado al mozo.
Monipodio pidió que bajaran un libro y que lo leyese Rinconete ya que él no sabía leer,
en él ponía las cuchilladas que se habían de dar esta semana, Memorial de agravios
comunes. Monipodio encargó a Rinconete el Bueno y a Cortadillo el distrito de la Torre
del Oro hasta el portigo de Alcázar, les dio un papel para que apuntasen sus nombres y
los despidió dándoles su bendición. Estos con su poca experiencia duraron algunos
meses en los que les sucedieron muchas cosas.
Personajes y estudio de uno
- Rinconete y Cortadillo, personajes más importantes de esta novela.
- Monipodio, jefe de todos los ladrones que repartían su dinero entre la gente.
- Soldado, el cual pidió la ayuda de Rinconete para hacer un banquete a unas amigas de
su señora.
- Mozo de la esportilla, el cual sirvió de gran ayuda para que los dos personajes
encontraran a Monipodio.
- Sacristán, perdió una bolsa toda llena de dinero.
- La señora Pipota, la mujer vieja que sólo hacía que rezar y poner velas a sus santos.
- Gananciosa y Escalanta, mujeres que traen Monipodio, amigas de Cariharta.
- Juliana la Cariharta, mujer que aparece llorando tras haber sido maltratada por su
Repolido.
- Repolido, pega a su mujer y más tarde se arrepiente.
- Chiquiznaque y Maniferro, caballeros que se encontraban dentro de la casa de
Monipodio.
Rincón, es un personaje muy alegre que aunque la vida no le ha sonreído ha sabido
ganársela de distintas formas: primero robando el dinero de las bulas por el cual fue
desterrado, después utilizando sus naipes con los cuales engañó a mucha gente y pudo
vivir bien pudiendo viajar de ciudad en ciudad, luego aprendió el arte de la cocina con la
cual ayudó al soldado a preparar una comida a las amigas de su mujer con la cual obtuvo
grandes ganancias que repartió a su amigo, más tarde robó la bolsa del dinero y pudo
ayudar a su amigo a salir del castigo de Monipodio.
Estructura y lenguaje
El lenguaje es coloquial propio de la época con palabras que la caracterizan, que hacen
que las palabras sean fáciles de entender y no sea aburrido.
Su estructura estaría formada: Primero cuando se conocen y se empiezan a explicar de
donde vienen y su familia, después cuando están en la ciudad y empiezan a trabajar y se
encuentran al muchacho que les lleva hacia casa de Monipodio, al final sería cuando
están en la casa de Monipodio y empiezan a conocer a gente y suceden numerosas cosas,
y una vez encontrados el trabajo se van a buscarse la vida.
Opinión personal
Me ha gustado mucho, ya que es muy fácil de entender y es emocionante como unos
pobres niños tienen que buscar dinero como sea para poder comer. Para ello roban al
hombre que juega con ellos a las cartas, roban la bolsa del sacristán etc.
Me parece muy divertido eso de que halla como una congregación donde se dediquen a
robar para la demás gente y para Dios, ya que robar es un mandamiento que Dios
aprueba y por tanto robar estaría prohibido.
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