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La sexualidad y reproducción en los adolescentes

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La sexualidad y reproducción
en los adolescentes
Kimberly Medina Delfin
1° E
Materia: Formación Cívica y Ética
Telesecundaria Cuauhtémoc
Índice
❖ Índice.
2
❖ Introducción.
3
❖ Objetivo general.
4
❖ Objetivos específicos.
5
❖ Hipótesis.
6
❖ Marco teórico.
7
❖ Conclusión.
11
❖ Bibliografía.
12
Introducción
El presente trabajo tiene como finalidad exponer la información investigada y
recabada a lo largo de estos días, para contribuir a mejorar el conocimiento sexual
y reproduccional en los adolescentes y así lograr cambios conductuales en ellos.
Esta falta de información se debe a, en la mayoría de los casos, fallas parentales,
por no dar el apoyo y no brindar el conocimiento sobre la sexualidad a sus hijos, ni
ayudarlos a tomar posturas adecuadas, por no atreverse a hablar con franqueza y
sin rodeos y por no dedicar parte de su tiempo para hacerlo.
Esta situación conduce al adolescente a tomar malas decisiones y buscar
conocimientos sobre la sexualidad en compañeros de su edad, en medios de
comunicación, o en otras personas, que supuestamente conocen el tema, siendo
este, vehículo de información poco confiable.
La falta de información sobre la sexualidad y el desarrollo de la vida de una persona
puede considerarse como una de las causas principales por la cual puede existir
confusión ante su propia identidad sexual, asimismo afectaría los conflictos
conyugales en la vida de pareja. Lo cual trae efecto en el ejercicio de la función
sexual, y esto conlleva a un estado de angustia permanente en la persona en su
formación y en su vida general.
Este proyecto tuvo como fin favorecer el mejoramiento de los conocimientos sobre
la salud sexual y reproductiva con énfasis en prevención de embarazo de los
estudiantes, preparándolos para una responsable, adecuada y consciente manejo
de su sexualidad, todo esto, para disminuir las altas tasas de embarazo, deserción
escolar en esta etapa de la vida.
Objetivo general
Analizar los efectos de una estrategia de salud sexual y reproductiva con énfasis en
la prevención de embarazo adolescente desde una perspectiva cognitivo,
conductuales y de conocimiento propio.
Objetivo específico
•
Identificar los conocimientos que los estudiantes y docentes tienen sobre
salud sexual y reproductiva con énfasis en prevención de embarazo.
•
Diseñar e implementar una estrategia abordando la temática de salud
sexual y reproductiva con énfasis en prevención de embarazo.
•
Reconocer los cambios cognitivos y conductuales generados por la
estrategia diseñada.
Hipótesis
Las hipótesis específicas que se han logrado plantear a lo largo de la investigación
son las siguientes:
- Los conocimientos, actitudes y prácticas sexuales activas son diferentes en función
del sexo, es decir, que varía siendo hombre o mujer.
- El conocimiento que adquieren los adolescentes en casa a veces es limitado.
Muchos padres sienten que hablar sobre sexo con sus hijos está mal y lo consideran
tabú. En algunos casos se considera que hablar sobre sexo con los hijos puede
llevarlos a una vida sexual activa en una edad temprana.
- Los conocimientos adquiridos por varios adolescentes se deben, principalmente,
a información recolectada a través de personas con experiencia, fuera de la familia
y en la escuela.
Marco teórico
En México, el 31.4% de la población total son adolescentes, grupo de edad que
corresponde al segundo en magnitud de los niños menores. La adolescencia
conlleva grandes cambios desde el punto de vista biológico y profundas
transformaciones psicológicas, los que con frecuencia tienen como consecuencia la
vivencia en crisis, conflictos y contradicciones que afectan la salud de jóvenes y sus
familias.
Existen estudios que reflejan un incremento anual de un 10% de adolescentes que
comienzan sus relaciones sexuales a partir de los 12 años. A este fenómeno que
caracteriza los últimos tiempos se le ha dado en llamar revolución sexual,
determinada por la cada vez más temprana iniciación de las relaciones sexuales,
debido entre otros factores a cambios en la actitud social hacia la sexualidad y a
una maduración sexual más temprana. En la adolescencia la definición sexual y de
género son dos procesos claves. El interés sexual se incrementa en la medida que
se acelera el desarrollo hormonal y al mismo tiempo se enfrentan opuestas
presiones de la familia, los pares y la sociedad en general, en cuanto a aceptar
ciertas normas de acuerdo a su rol estereotipado de género.
Desde una perspectiva vinculada a la salud sexual y psicosocial del individuo, se
concibe la adolescencia como un periodo caracterizado por la falta de preparación
para la toma de decisiones autónomas y maduras referidas a sus relaciones íntimas.
Tener una vida sexual activa a edades tempranas sin las debidas precauciones
supone una mayor exposición al riesgo de contagio de enfermedades venéreas.
Además, se ha comprobado que existe una relación directa entre la ausencia de
información en materia sexual y reproductiva y los embarazos tempranos, en
particular por las dificultades de acceso y de un uso inadecuado de los métodos de
anticoncepción. Tales aspectos colocan a las adolescentes en una condición de
vulnerabilidad frente al embarazo precoz y a la maternidad temprana, sobre todo
cuando las estructuras educativas y las familias de origen no son capaces de
transmitir mensajes eficaces de formación y prevención.
Así mismo se puede decir que las principales consecuencias psicosociales que se
encuentran son la baja escolaridad que alcanzan y la dificultad para reinsertarse al
sistema escolar, tiene un efecto negativo en el rendimiento escolar de estas
adolescentes, durante su permanencia en el sistema es deficiente. La mayoría de
las adolescentes embarazadas desertan.
También se toma en cuenta otro factor que son las familias disfuncionales, ya que
la aparición de embarazo en la familia de una adolescente obliga a la
reestructuración de las funciones de sus miembros, requiriéndose la movilización
del sistema para encontrar nuevamente el estado de equilibrio familiar que,
inicialmente, puede ser rechazado, crear sorpresa y frustración.
Sin embargo, para las generaciones anteriores, los embarazos de jóvenes entre los
15 y los 20 años de edad no eran considerados por la mayor parte de la población
como algo indebido o indeseable, cuando menos no en el mismo grado en que lo
son ahora. La mayoría de las adolescentes, particularmente de la población rural
que era la más numerosa no asistía a la escuela o lo hacía unos cuantos años; la
maternidad era prácticamente la única función de la mujer, y la postergación de la
unión o matrimonio hasta después de los 20 años de edad no era una norma
generalizada.
La población adolescente del país inicia su vida sexual en promedio a los 15.9 años;
sin embargo, aun cuando la mayoría de este grupo conoce, o ha oído hablar sobre
los métodos anticonceptivos, 14.7% de los hombres sexualmente activos señalaron
en 2012, que no utilizaron un método anticonceptivo en su primera relación sexual,
indicador que se incrementa a 33.4% en el caso de las mujeres. Ello indica que las
acciones preventivas y de atención deben estar plenamente enfocadas a cubrir
necesidades específicas de las y los adolescentes, a efecto de que adquieran los
conocimientos y las habilidades necesarias para tomar decisiones informadas,
libres y responsables respecto a su sexualidad y salud reproductiva. Para lograrlo
se deben impulsar estrategias de coordinación para la promoción, información y
difusión con particular énfasis en las comunidades de difícil acceso (rurales e
indígenas), con la participación de todas las personas, comunidades, instituciones
y organizaciones que trabajan para y por los adolescentes.
Sin embargo, el hecho de mantener relaciones sexuales sin protección y/o con
diferentes personas comporta una serie de riesgos graves y de consecuencias tales
como la contracción de enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la sífilis,
la gonorrea, la clamidia o el VIH o embarazos precoces no deseados. Según la
OMS, cerca de 15 millones de adolescentes son padres cada año.
El VIH y el SIDA representan un peligro mortal para los adolescentes en los países
en los que la incidencia de estas enfermedades es mayor. Los últimos datos
estadísticos indican que 5.400.000 jóvenes conviven con el VIH, de los cuales un
40 % tienen entre 15 y 24 años. Dentro de este rango de edad, el riesgo de infección
parecer ser más elevado en el caso de las mujeres que en el de los hombres. Esto
se debe a que el riesgo de violaciones y de actos de violencia sexual tanto dentro
como fuera del seno del matrimonio, sobre todo en los casos de matrimonios
infantiles o precoces, es mayor en el caso de las mujeres.
Anticonceptivos y aborto
El índice de abortos o de interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) no es
homogéneo ya que el número de mujeres que recurren a esta práctica varía según
el contexto sociocultural. Si bien la mayoría de los casos de IVE en adolescentes se
realiza en secreto y clandestinamente, la OMS estima que este número oscila entre
1 y 4 millones de casos al año y que los motivos que les llevan a abortar son muy
diversos: vergüenza, pobreza o la falta de acceso a métodos anticonceptivos.
En lo que respecta a los países en vías de desarrollo, la OMS también revela que
existe un elevado índice de abortos insalubres realizados por personas sin
experiencia médica en unas condiciones de higiene lamentables y particularmente
peligrosas. Se estima que estas intervenciones ascienden a 2.500.000 al año, de
las cuales un 14 % se practica a adolescentes y jóvenes menores de 20 años.
Conclusión
El inicio de la vida sexual de los adolescentes a temprana edad y sin protección
anticonceptiva ha llevado a muchos a enfrentar embarazos no deseados que
frecuentemente tienen graves consecuencias no sólo en la salud de los jóvenes,
sino también en su desarrollo personal, educativo, psicosocial y en un futuro laboral.
Además, el embarazo en la adolescencia supone un conjunto de consecuencias
que, en algunas ocasiones, comprometen la posibilidad de que las adolescentes
materialicen el proyecto de vida deseado o planeado.
Es necesario que las y los jóvenes asuman la madurez sexual y reproductiva para
que puedan vivir su sexualidad de manera segura y evitar situaciones que súbita e
inesperadamente transformen su vida.
Cómo adolescentes tenemos derecho a exigir y pedir que se nos informen nuestras
dudas, tenemos derecho a conocer y saber qué hacer para evitar un embarazo no
deseado o una enfermedad de transmisión sexual.
Otra estrategia para disminuir el embarazo es mejorar la comunicación entre los
padres e hijos. La familia en la educación sexual debe ejercer un papel más activo,
pues generalmente se limita a dar una información básica que consiste en creencias
culturales basadas en el miedo y en las prohibiciones. No se llega a transmitir y
fomentar la responsabilidad en el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos,
que implican relaciones sexuales saludables y sin riesgos.
Bibliografía
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S140574252005000300008
https://slp.gob.mx/ssalud/Paginas/Programas%20Epidemiol%C3%B3gicos/Saludsexual-y-reproductiva-en-la-adolescencia.aspx
https://www.humanium.org/es/la-sexualidad-de-los-adolescentes/
https://salud.edomex.gob.mx/isem/metodos_anticonceptivos
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