Indice 1. Marco Histórico, sociocultural y filosófico del pensamiento de Platón 2. Crítica a la sofística. 3. Preocupaciones e itinerario político de Platón, su proyecto 4. Metafísica ¿Qué es la realidad y qué tipos de realidades existen? 5. La Teoría de las Ideas 5.1 .El mito de la caverna 5.2. Las Ideas. 5.3. Las cosas 5.4. Relación entre ambos mundos 6. Teoría del conocimiento 6.1. La teoría de la anamnesia o reminiscencia 6.2. Grados del ser /grados del conocer: el símil de la línea 7. El ser humano 8. La Ética 9. Política 1. Marco Histórico, sociocultural y filosófico del pensamiento de Platón Platón no vive apenas la época de esplendor que fue la Atenas de Pericles (479-431 a. C.). Crece en el contexto de las guerras del Peloponeso (hasta que tiene 23 años) que acabarán con el poder de la ciudad de Atenas y que desestabilizarán su democracia de manera prácticamente irreversible. Es el tiempo de la segunda sofística, del gobierno de los Treinta Tiranos, del restablecimiento de una democracia vigilada, de duros enfrentamientos políticos con las venganzas de unos y otros,... Las Guerras del Peloponeso (431-404 A.c.) había sido el resultado de la lucha entre dos alianzas lideradas por dos grandes ciudades-estado que representaban, a su vez, dos modelos políticos enfrentados. Por un lado la Atenas de Pericles que había liberado numerosas ciudades griegas del dominio de los persas y a las que había reunido entorno a sí imponiéndoles su sistema político: la democracia. Por otro lado la ciudad de Esparta modelo de un estado aristocrático y militarista, que veía con preocupación las ideas democratizadoras que difundía Atenas. A ella se le unieron otras ciudades dominadas también por sistemas aristocráticos, así como otras que veían con desconfianza los impulsos cada vez más imperialistas de Atenas. En el 404 a. C. Atenas cae derrotada perdiendo su poder y Esparta le impone un gobierno aparentemente democrático: Los Treinta Tiranos. Es un grupo reducido de aristócratas, elegidos bajo la supervisión los espartanos, que llevan a cabo una política autoritaria y reaccionaria. Tal es así que no duran en el poder más que un año, una revuelta popular, liderada por Trasíbulo restablece la constitución democrática PLATÓN vivió su infancia y juventud en una ciudad en guerra; la caída de la democracia le suministró esperanzas de que los treinta tiranos (algunos eran familiares suyos por parte de madre) trajeran reformas sociales beneficiosas, pero el régimen de terror que se instauró le desilusionó enseguida. En el 403 A.c... se restauró el régimen democrático pero esta nueva democracia condenó a muerte a su maestro Sócrates en el año 399. La Democracia. La democracia ateniense del siglo V A.c... contaba con un consejo de 500 miembros, que administra las finanzas, elabora las leyes y deliberaba sobre los asuntos más importantes para que decidiera posteriormente la Asamblea, constituida por todos los ciudadanos libres de la polis (pequeña parte de la población adulta, excluidos los esclavos, metecos o extranjeros y las mujeres). La democracia suponía la isonomía (igualdad ante la ley) y la isegoría (todos tenían derecho a hablar en público, pues la democracia era directa, no representativa). Sociedad: la división de la sociedad griega entre la nobleza, dedicada a las armas y representante de la excelencia moral, y pueblo sometido socialmente y dedicado a la agricultura y a la ganadería, había empezado a cambiar como consecuencia del proceso de expansión colonial iniciado en el sigloVIII A.c. Apareció un nuevo tipo social, el comerciante, que debía su prosperidad así mismo y consideraba secundarios la destreza guerrera y el linaje, valores característicos de los nobles. Además, la colaboración de las clases populares en el triunfo sobre los persas les otorgó protagonismo en el gobierno de la polis. Ambos procesos impulsaron el desarrollo democrático ateniense al que nos hemos referido anteriormente y que culmina en el siglo V Economía. Desde el punto de vista económico, el trabajo manual se reservaba para los esclavos; los extranjeros eran comerciantes o artesanos. El ciudadano libre, poseedor de tierras en muchas ocasiones, cobrará por participar en la asamblea a partir del siglo IV A.c... • Cultura. Desde el punto de vista cultural, PLATÓN se encuentra a caballo entre los siglos V y IV A.c., siglos que conforman el período clásico de la civilización griega; en este contexto la época platónica se caracteriza por la universalización de la cultura griega, sobre todo la ateniense. Destacan el clasicismo, en incipiente declive, de las artes plásticas, el auge de la tragedia (ESQUILO, SÓFOCLES, EURÍPIDES), la racionalización de la Historia (HERODOTO y TUCÍDIDES) y, por supuesto, el desarrollo de la ciencia matemática y física, si bien éste es paralelo al filosófico pues todavía no existe distinción clara entre ciencia y filosofía. • Marco filosófico. En lo que respecta al marco filosófico de la doctrina platónica, PLATÓN inaugura el período metafísico de la filosofía. Los períodos anteriores a éste son los períodos cosmológico y antropológico; en época platónica las teorías de HERÁCLITO y PARMÉNIDES eran conocidas y defendidas por sus discípulos CRÁTILO y ZENÓN, respectivamente; lo mismo sucedía con las doctrinas de ANAXÁGORAS y, en menor medida con las pitagóricas —que PLATÓN conoce, por ARQUITAS, en su primer viaje a Siracusa— (todos estos pensadores pertenecen al período cosmológico). Pero fundamentalmente, PLATÓN fue discípulo de SÓCRATES, pensador que polemiza con los grupo contemporáneo de filósofos que inauguran el período antropológico (o ético) de la filosofía griega y encarnan un período ilustrado. Los sofistas, escépticos desde el punto de vista gnoseológico y éticamente relativistas, son los principales oponentes de la doctrina socrática, una doctrina que aspira al conocimiento universal de los conceptos de verdad y bien, y es seguida fielmente por PLATÓN (El Menón da testimonio de la crítica socrático-platónica de los sofistas, que no buscan ni pretenden enseñar la verdad, sino sólo convencer con la oratoria)1. PLATÓN, tras pasar por Siracusa, crea y funda la Academia (para muchos, la primera Universidad del mundo): centro dedicado a la formación de los futuros gobernantes, donde se trabaja la matemática y la filosofía. SOFISTAS, 2. Crítica a la sofística. Su filosofía tiene como trasfondo la reacción y el enfrentamiento al convencionalismo y el relativismo de los sofistas. Consideran a la sofística como un elemento disgregador incapaz de ofrecer: Un substrato firme a la organización de la sociedad. (A causa del convencionalismo y del relativismo de la sofística) Una base segura al conocimiento. (A causa del relativismo y del escepticismo de la sofística) 3. Preocupaciones e itinerario político de Platón, su proyecto Para Platón, tanto la tiranía como la democracia son fruto de las teorías de los sofistas. . Siendo aristócrata no comparte el modo de gobernar que han tenido los Treinta tiranos, pero es un férreo detractor de la democracia. Para Platón, tanto la tiranía como la democracia son fruto de las teorías de los sofistas. Encuentra en Atenas, después de las Guerras del Peloponeso dos defectos fundamentales: a) La incompetencia e ignorancia de los políticos. No hay profesionales de la política, son aficionados: la mayor parte de los cargos se eligen por sorteo. En vez de ser así, se habría de escoger al más capacitado, al más idóneo. b) La lucha entre los partidos. Permiten que los intereses de grupo prevalezcan sobre las necesidades del Estado. Su objetivo es llevar a cabo una Reforma política: fundamentar la polis y sus instituciones en un orden, en unos principios, valores inalterables y universales que hay que descubrir y luego enseñar de principios de carácter universal, Su intención es, como el mismo señaló en la carta VII, claramente política: organizar el Estado de acuerdo con “la verdadera filosofía” puesto que sólo bajo ella se puede alcanzar la «verdadera justicia». Si en lugar de la «verdad» se valora la «opinión» —es lo que ocurre en su época como consecuencia de la educación sofista—, el Estado se corrompe legal y moralmente y triunfa la violencia. La convicción de que la verdad es necesaria para poder vivir en la ciudad al amparo de la justicia le lleva a situarse frente a los SOFISTAS y junto a su maestro SÓCRATES, que había afirmado que el hombre puede hacer ciencia —y que la ciencia es un conjunto de conocimientos universales, necesarios e inmutables—. De ahí la necesidad que PLATÓN tiene de plantearse desde un principio cómo es posible que el hombre pueda llegar a obtener este tipo de conocimientos. Y su respuesta es tajante: si el hombre puede poseer conocimientos necesarios, universales e inmutables, es porque existen «objetos reales» que son necesarios, universales e inmutables, ya que, en caso contrario, el conocimiento científico carecería de valor al no poseer un objeto del que fuera correspondencia. Sin embargo, la experiencia le dice al hombre que en el mundo en el que vive todas las cosas son particulares, contingentes, cambiantes. En el caso de PLATÓN —que había recibido a través de CRÁTILO la visión del mundo sensible de HERÁCLITO—, a este hecho de experiencia se une una concepción de la naturaleza según la cual todas las realidades se encuentran en cambio continuo, sin que nada permanezca idéntico a sí mismo en dos momentos distintos. Como consecuencia de todo ello, PLATÓN se va a ver obligado a afirmar que, además del mundo sensible en el que vive el hombre, compuesto todo él de objetos particulares, contingentes y en continuo cambio, existe otro mundo cuyos objetos son necesarios, universales e inmutables: es el mundo de las ideas. La constitución de un saber científico, «epistéme», supone la realidad de lo inteligible, la realidad de la idealidad. Para que el razonamiento universal tenga un objeto y no sea un razonamiento vacío, PLATÓN piensa que es preciso admitir la existencia real de las ideas. 4. Metafísica ¿Qué es la realidad y qué tipos de realidades existen? Vemos como Platón intenta responder a las pregunta: ¿Qué es la realidad? (Metafísica) La solución la plantea a través de su "Teoría de las Ideas". En ésta propone: 1. Un dualismo metafísico, distinguiendo en la realidad entre el mundo sensible y el mundo inteligible a) Mundo Sensible: Es un mundo o realidad constituido por la realidad sensible, la que puede percibirse a través de los sentidos.A cada clase de objetos que existen en el mundo sensible corresponde una Idea, una Esencia, en el mundo Inteligible, y esta Idea es la auténtica realidad. El mundo sensible, el mundo en el que vive el hombre es, pues, una realidad de segunda clase, de categoría inferior, que únicamente es en la medida en que participa del mundo ideal, inteligible. Sólo da lugar un conocimiento incompleto, a la Doxa u opinión. El tipo d realidades que lo componen son las cosas sensibles. c) Mundo de las Ideas o Inteligible: Constituye la auténtica realidad. Estaría formado por las realidades matemáticas, que son más reales que las realidades sensibles, pero menos que la verdadera realidad y por las Ideas, el otro componente del Mundo Inteligible. Es el mundo de la realidad en sí misma, independiente de las cosas concretas y particulares, es el mundo de las realidades universales, que no cambian y que son eternas. Da lugar al verdadero conocimiento o episteme (ciencia) ¿Qué es la realidad? ¿Qué elementos la componen? ¿Qué características tienen éstos? Metafísica (Dualismo metafísico) Ontología (Dualismo ontológico) Mundo Sensible Cosas Mundo Inteligible Ideas Imita 5. La Teoría de las Ideas 5.1 .El mito de la caverna Esta teoría la desarrolla en los diálogos de la etapa de madurez en el Fedón y en La República fundamentalmente, aunque en mayor o menor medida aparece en otros de sus diálogos. En el Parménides hará una revisión de su propia teoría E n la República aparece “el mito de la caverna”,una exposición alegórica de su teoría de las Ideas. En él, se nos describe una curiosa escena: "Represéntate hombres en una morada subterránea en forma de caverna, que tiene la entrada abierta, en toda su extensión, a la luz. En ella están desde niños, con las piernas y el cuello encadenados, de modo que deben permanecer allí y mirar sólo delante de ellos, porque las cadenas les impiden girar en derredor la cabeza. Más arriba y más lejos se halla la luz de un fuego que brilla detrás de ellos; y entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto, junto al cual imagínate un tabique construido de lado a lado, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima del biombo, los muñecos”. -“Imagínate ahora que, del otro lado del tabique, pasan sombras que llevan toda clase de utensilios y figurillas de hombres y otros animales, hechos en piedra y madera y de diversas clases; y entre los que pasan unos hablan y otros callan. Extraña comparación haces, y extraños son esos prisioneros. -Pero son como nosotros. Pues en primer lugar, ¿crees que han visto de sí mismos, o unos de los otros, otra cosa que las sombras proyectadas por el fuego en la parte de la caverna que tienen frente a sí?” “Examina ahora el caso de una liberación de sus cadenas y de una curación de su ignorancia, qué pasaría si naturalmente les ocurriese esto: que uno de ellos fuera liberado y forzado a levantarse de repente, volver el cuello y marchar mirando a la luz y, al hacer todo esto, sufriera y a causa del encandilamiento fuera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas sombras había visto antes. ¿Qué piensas que respondería si se le dijese que lo que había visto antes eran fruslerías y que ahora, en cambio, está más próximo a lo real, vuelto hacia cosas más reales y que mira correctamente? Y si se le mostrara cada uno de los objetos que pasan del otro lado del tabique y se le obligara a contestar preguntas sobre lo que son, ¿no piensas que se sentirá en dificultades y que considerará que las cosas que antes veía eran más verdaderas que las que se le muestran ahora-Necesitaría acostumbrarse, para poder llegar a mirar las cosas de arriba. En primer lugar miraría con mayor facilidad las sombras, y después las figuras de los hombres y de los otros objetos reflejados en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y el cielo mismo, mirando la luz de los astros y la luna más fácilmente que, durante el día, el sol y la luz del sol. -Sin duda. -Finalmente, pienso, podría percibir el sol, no ya en imágenes en el agua o en otros lugares que le son extraños, sino contemplarlo cómo es en sí y por sí, en su propio ámbito.” “ Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada-prisión, y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol; compara, por otro lado, el ascenso y contemplación de las cosas de arriba con el camino del alma hacia el ámbito inteligible, y no te equivocarás en cuanto a lo que estoy esperando, y que es lo que deseas oír. Dios sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a mí me parece es que lo que dentro de lo cognoscible se ve al final, y con dificultad, es la Idea del Bien. Una vez percibida, ha de concluirse que es la causa de todas las cosas rectas y bellas, que en el ámbito visible ha engendrado la luz y al señor de ésta, y que en el ámbito inteligible es señora y productora de la verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público." Platón, La república, libro VII, 514a-517c Nosotros somos como los encadenados de la caverna y así es nuestro conocimiento. La verdadera realidad no es la que nosotros creemos, ni tampoco nuestro conocimiento es el verdadero conocimiento. Platón para explicarlo utiliza este mito en el cual nos presenta su dualidad de mundos donde uno (el mundo sensible) - los objetos artificiales que portan al lado del fuego- no es nada más que una burda copia o imitación del otro: de la auténtica realidad (el mundo de las Ideas) - los objetos naturales -. Este famoso mito ha servido de inspiración a diferentes manifestaciones artísticas, como por ejemplo a la película de Matrix, y a las novelas “La caverna de las Ideas” de José Carlos Somoza y “La caverna “ de Saramago. Grados del Ser y grados del conocer: En este mito se nos exponen los distintos grados posibles del ser y los distintos grados del conocer humano: las sombras de las cosas artificiales, las cosas artificiales, las sombras de las cosas reales, las cosas reales. Es una teoría compleja en la que se nos describe cómo se puede ir ascendiendo en el terreno del conocimiento e ir conociendo así a la realidad de las cosas (que pueden tener más o menos entidad) 5.2. Las Ideas. Platón parte de los conceptos que buscaba Sócrates pero va más allá y les otorga una existencia independiente y separada de la mente humana. Si decimos y nos parece que algunas cosas son "buenas", "bellas" o "justas" es porque existen el Bien, la Belleza y la Justicia. Es decir, además de las cosas existen las Ideas. Las Ideas, del griego eidos (significa forma, aspecto o semblante) no son simplemente conceptos o representaciones mentales (como nos lo sugiere el significado actual de "idea"): Son realidades que existen con independencia de las cosas. 1 Las características fundamentales de las ideas son las siguientes: (importante) a) Las ideas son objetivas. No son, pues, pensamientos o contenidos del pensamiento, sino entidades sin cuya existencia sería imposible el conocimiento científico. Son realidades ideales auténticas y arquetipos ideales de todo lo sensible. B) Las ideas son causas ejemplares de las cosas: en tanto que los arquetipos o modelos perfectos de las cosas son causas de las mismas. Así por ejemplo, la causa de que un jarrón sea bello es que “participa “o “imita “a la Idea de Belleza. c) Las ideas son inmutables e indivisibles, a diferencia de las cosas del mundo sensible que cambian continuamente y, además, son divisibles. d) Son eternas, ingénitas, transcienden el tiempo y no están en el espacio, al contrario de las cosas sensibles que comienzan a existir —están, pues, en el tiempo—y ocupan un lugar en el espacio. e) Se encuentran jerarquizadas, y existe una Idea que posee un rango tan elevado en esa jerarquía, que las abarca a todas. En este aspecto existe una evolución en el pensamiento de PLATÓN y mientras que en La República atribuye claramente este papel a la idea de Bien, en su vejez es la idea de lo Uno la que ocupa la posición central dentro de su sistema. f) Los conceptos universales son la expresión de las Ideas, por tanto, se corresponden con algo real, no son meros conceptos (realismo exagerado) g) Son las esencias de las cosas, estas son lo que son por que son copias imperfectas de las Ideas h) Son valores universales: son los criterios que nos permiten distinguir las cosas y juzgarlas, por ejemplo ,una cosa es más o menos bella porque “imita “ más o menos a la Idea de Belleza i) Son lo auténticamente real, el mundo sensible no es más que una copia imperfecta d esta realidad j) Sólo son conocidas por la razón, dando lugar al verdadero conocimiento. k) cada una Idea es única, eterna, inmutable, inalterable e inmaterial. Sólo es captable por la inteligencia (no es una realidad sensible sino inteligible) Por lo tanto, poseen los atributos del Ser de Parménides 5.3. Las cosas. Las cosas, en cambio, son múltiples, materiales, sometidas a un flujo de cambios permanentes; poseen menos realidad, no podemos decir que "son" (recordar a Heráclito: son y no son, están en continuo cambio), sino únicamente que "han sido" o "serán"; son captables por los sentidos, pero no son propiamente inteligibles (justamente, por su movilidad permanente) 5.4. Relación entre ambos mundos. La relación entre ambos mundos es descrita por Platón con el término de participación o imitación. (Recordar el mito de la caverna). Las cosas sensibles son como son porque imitan o participan de las Ideas PLATÓN dedica una de sus últimas obras, Timeo, a explicar su concepción del mundo sensible, del «mundo visible», mundo que se encuentra entre el ser y el no ser, sin verdadera y propia realidad, siempre cambiante, y que no es sino una imagen, una copia de la idea a la que tiende a imitar sin conseguirlo nunca. Este mundo ha sido hecho por el Demiurgo. No se trata de que el Demiurgo haya creado el mundo de la nada (el concepto de creación no existe en la cultura griega); lo que el Demiurgo ha hecho, por ser sumamente inteligente y bueno, es actuar sobre una materia informe y caótica, que existía desde siempre, y sacarla de su estado de confusión y desorden para llevarla a un estado de orden, convencido de que este estado era mejor que aquel primitivo caos en el que se encontraba. El Demiurgo ha introducido un orden en la materia informe y caótica que existía desde siempre haciendo así el mundo, el «cosmos», y para hacerlo se ha servido como modelo de unas ideas, que también existían desde siempre, proyectándolas sobre la materia; lo ha hecho de la misma manera que un escultor proyecta la imagen de lo que quiere representar en el mármol o en la madera. De este modo, del caos primitivo se pasó a este cosmos organizado que, si es imperfecto, no lo es por voluntad del Demiurgo, sino porque la materia 6. Teoría del conocimiento. ¿Qué relación existe entre las Ideas y nuestro conocimiento? La pregunta tiene dos aspectos distintos: a) ¿Cómo es posible el conocimiento?: responderá a través de la Teoría de la anamnesia o reminiscencia b) ¿Qué tipos o grados hay de conocimiento? : lo desarrollará en el Símil de la Línea (se complementa con lo expuesto en el Mito de la caverna) 6.1. La teoría de la anamnesia o reminiscencia ¿Cómo puede acceder el ser humano a lo inteligible?, ¿Cómo puede alcanzar un conocimiento verdadero sobre el auténtico Ser? Los sofistas, con su general escepticismo, habían considerado que el conocer lo real era algo imposible para el ser humano. Para superar este planteamiento, Platón recurrió a la teoría de la reminiscencia: el conocimiento consistirá en una forma de recuerdo, el emerger de algo que existe desde siempre en la interioridad de nuestra alma. La teoría de la reminiscencia encaja perfectamente en su teoría de las Ideas y se sustenta en el supuesto defendido por él de la inmortalidad del alma. La presenta de dos formas: a) Presentación mítica: El recuerdo como evocación a partir de las cosas sensibles (desarrollada en el Menón, Fedón y el Fedro) Platón recoge aspectos de las doctrinas órfico-pitagóricas: inmortalidad del alma y metempsicosis o doctrina de la trasmigración de las almas (reencarnaciones) Las Ideas sólo pueden ser conocidas por contemplación directa en el mundo inteligible. El alma humana ha morado en ese mundo y ha contemplado allí las Ideas. Al entrar en el Mundo Sensible y unirse al cuerpo, olvida las Ideas. Sin embargo al contemplar las cosas concretas recuerda y recupera algo de esa visión, extrae de sí misma la verdad que desde siempre posee. El conocimiento de las Ideas es, pues, recuerdo (anámnesis) de lo que hay en el alma. b) Presentación teórica: El recuerdo como fruto de la dialéctica y la inducción mayéutica (desarrollada en el Menón) Platón pone en práctica el método dialéctico de Sócrates: la mayéutica. Sócrates interroga a un esclavo sobre temas de geometría consiguiendo que solucione un problema relacionado con el teorema de Pitágoras. Si no había aprendido geometría anteriormente, como es el caso, y nadie le ha transmitido la solución, ha debido obtenerla por sí mismo, sólo puede haberla extraído de su interior, su alma ha recordado. Concluye de este hecho que cualquiera puede extraer de sí mismo verdades que no conocía, ha recordado algo olvidado que ya estaba en su interior. . Por eso, aprender es sinónimo de recordar y enseñar equivale a «ayudar a recordar lo olvidado». De ahí que su maestro SÓCRATES dijera que, con sus diálogos, ejercía el oficio de «partera o comadrona», porque su tarea esencial consistía en «ayudar a parir en el interior de cada uno las ideas, las verdades». 6.2. Grados del ser /grados del conocer: el símil de la línea Platón considera que al igual que existen dos grados de realidad, existen dos grados de conocimiento que garantizan distintos niveles de certeza. a) Opinión (Doxa): Un conocimiento de lo sensible (Mundo Sensible) captado por los sentidos y poco fiable. a su vez ,se divide en : Imaginación o conjetura (eikasía) que se corresponde con las imágenes y sombras de las cosas. Es el conocimiento más imperfecto Creencia (pistis) : se corresponde con el conocimiento de las cosas del mundo sensible. Es un conocimiento que es mera opinión, puesto que no se justifica por un razonamiento riguroso. b) Intelección (Ciencia o episteme): Un conocimiento de lo inteligible, de las realidades del Mundo Inteligible. Da lugar al verdadero conocimiento y su instrumento es la razón. A su vez se divide en: Inteligencia discursiva (Pensamiento o dianota): se corresponde con el conocimiento de las realidades matemáticas. Es puramente racional, demostrativo, tal como los teoremas. Noesis: Se corresponde con el conocimiento de las Ideas. Consiste en la visión inmediata, intuición intelectual, de las Ideas, saber absoluto pleno y verdadero. Tiene como finalidad el conocimiento de la realidad más perfecta: la Idea del Bien. Para alcanzar la noesis Platón nos remite a la dialéctica. Este término admite varias consideraciones para Platón: En general, es el método que permite ir de lo sensible a lo inteligible. Lo inteligible forman una unidad en tanto que las Ideas no son un conjunto desordenado de realidades sin relación, sino que forman un conjunto de relaciones necesarias entre sí y forman una jerarquía que las hace depender unas de otras y todas de la Idea del Bien. Así entendido, dialéctica es todo el proceso del conocimiento, pero de modo especial, la última fase del proceso, en el que se conoce la auténtica realidad. Es la actividad propia a la que deben dedicarse los que han de gobernar (los filósofos). Sólo los que han contemplado la idea de Bien son capaces, después, de organizar correctamente su vida y la de los demás.Este es el motivo por el que los que han subido al mundo de los ideas, y han contemplado la idea de Bien, deben regresar o la caverna o «liberar» a los demás prisioneros de sus prejuicios. 7 . El ser humano 7.1. Dualismo antropológico: En concordancia con su dualismo ontológico, respecto al ser humano defenderá un dualismo : un ser compuesto de dos realidades ,cuerpo y alma. Para PLATÓN el hombre es un alma espiritual y eterna encerrada, encarcelado en un cuerpo. El auténtico y genuino yo del hombre es el alma, y su destino la sabiduría; el cuerpo no es más que su cárcel, y un obstáculo que le impide dedicarse a su verdadero destino. PLATÓN distingue en el alma tres partes: -la concupiscible: que engloba los deseos relacionados con las necesidades corporales más básicas -la irascible: vendría a se r la voluntad, que es la fuente de las pasiones más nobles -la racional : nos impulsa al verdadero conocimiento y a la ordenación de nuestras vidas. desaparecen cuando éste muere. Sólo la parte racional, de naturaleza espiritual, es el auténtico hombre; las otras dos, la irascible y la concupiscible, son propias del cuerpo y desaparecen cuando éste muere. Entre el cuerpo y el alma no existe más que uno unión accidental, es decir, la única que se puede dar entre dos realidades plenamente constituidas y de naturaleza totalmente distinta, cuando se juntan la una con la otra.El alma debe servirse de su parte racional, la única inmortal, para controlar la voluntad “parte irascible” y los apetitos “parte concupiscible”.Si no es así ,el hombre cae en la temeridad o en el desenfreno. Entre el cuerpo y el alma no existe más que uno unión accidental, es decir, la única que se puede dar entre dos realidades plenamente constituidas y de naturaleza totalmente distinta, cuando se juntan la una con la otra. La influencia del ORFISMO y del PITAGORISMO en este punto parece evidente. Más aún. En alguno de sus diálogos, concretamente en el Fedón, PLATÓN parece defender la teoría pitagórica de la «metempsícosis» o de la transmigración de las almas que vagan de un cuerpo a otro, tras la muerte del individuo. 7.2. Inmortalidad del alma. El alma no es sólo la parte más importante del hombre, su auténtico y genuino yo, sino que, además, el alma del hombre es inmortal. Inmortal, porque va a seguir existiendo cuando el hombre —o mejor, el cuerpo del hombre— haya muerto, y, también, porque ha vivido en el mundo de las ideas antes de unirse al cuerpo. (Recordemos que esta estancia del alma en el mundo auténtico era la que posibilitaba su concepción del conocimiento verdadero como reminiscencia.) Los argumentos que utiliza PLATÓN para demostrar la inmortalidad del alma, para demostrar que sigue existiendo el alma cuando el hombre ha muerto, y que sigue teniendo capacidad de conocer —entendimiento—, y de obrar, son varios. De todos ellos, el más conocido es el de la simplicidad del alma. Sólo se pueden disolver —y la muerte es disolución—, aquellas cosas que par naturaleza son compuestas, dado que sus elementos se pueden disgregar de la misma forma que se compusieran. Lo simple, y el alma lo es —al ser espiritual—, no se puede disgregar y se encuentra siempre en el misma estado, sin estar sometida a cambios. 7.3. Naturaleza y destino del alma. PLATÓN habla también de la naturaleza del alma, de su existencia antes de encontrarse encarcelada en un cuerpo, y de su destino. Para hacerlo recurre a varios símiles; el más importante es aquél en el que compara al alma humana con un carro alado, en el que el auriga, el conductor del carro, cuenta con un corcel noble y disciplinada —el alma irascible— y otro corcel de mala casta e indómito —el alma concupiscible—. Utiliza al hablar de estos temas un lenguaje distinto, ya que son temas que no pueden deducirse por razonamiento, lo que le obliga a recurrir continuamente a símiles y a relatos mitológicos. El ORFISMO y el PITAGORISMO van a ayudarle mucho en la realización de esta tarea. El ORFISMO era una corriente religiosa de la antiguo Grecia, en la que se afirmaba que los hombres habían nacido de las cenizas de los titanes fulminados por Zeus. El alma, encerrada en un cuerpo como en una prisión, llevaba el peso de un crimen original (el de los titanes) y no salía de esta prisión hasta después de numerosos ciclos de existencia (transmigraciones), uno vez purificada, conforme a las reglas, por medio del ayuno, el ascetismo y la iniciación, esencial para conocer el itinerario espiritual que debía seguir. El ORFISMO influyó de manera decisiva en la filosofía PITAGÓRICA, y esto, a través sobre todo de ARQUITAS, en PLATÓN. 8. La Ética Todos los símiles a los que recurre PLATÓN para hablar de lo naturaleza del alma insisten en la necesidad de que el hombre se purifique mientras viva, puesto que en caso contrario se verá obligado a sucesivas encarnaciones en otros cuerpos, hasta conseguir esa purificación. La idea que PLATÓN quiere trasmitir con ello es la de que no todas las conductas humanas son igualmente valiosas como defendían los SOFISTAS. Su preocupación fundamental es también, como en SÓCRATES, de carácter moral. Ahora bien, ¿cómo se purifica el hombre?, ¿cómo ha de comportarse para librarse del ciclo de las transmigraciones? Como PLATÓN piensa que el alma humana no es exclusivamente racional, que en el hombre hay partes almas —aunque jerarquizadas—, a la hora de señalar cuál ha de ser el ideal del comportamiento humano, afirma que el alma superior, que es la racional, debe someter y dirigir a las otras dos almas, a la concupiscible y a la irascible, y dedicarse a su actividad propia que es el conocimiento; sólo entonces se alcanza la salud del alma. El principio socrático continúa, pues, actuando 8.1. Sabiduría y virtud. La razón es el elemento fundamental en el hombre y, por eso, el perfeccionamiento del hombre consiste en que prevalezca en él, cada día más, el elemento racional sobre el pasional y el instintivo. Al desarrollarse el elemento racional, mediante el conocimiento, no sólo se dominará mejor al corcel noble y al corcel indómito, al león y a la bestia, como dice en otros textos, sino que se conocerá mejor el Bien y, por tanto, se obrará mejor. El ideal de la vida humana consiste, para PLATÓN, en que el alma auténtica, el alma racional, se dedique al ejercicio de la actividad que le es propio: la racionalidad, la contemplación de las Ideas, fundamentalmente de la Idea del Bien... La virtud propia de la parte racional es por tanto la sabiduría. Pero para que esta sea posible, es necesario conseguir el equilibrio en el alma, que se consigue cuando la parte racional domine a la parte irascible y concupiscible. Cuando esto ocurre, el hombre camina hacia su perfección, aunque nunca la consiga totalmente por el lastre material que le supone el cuerpo. Así mismo, cada parte del alma tienen su propia virtud: la parte concupiscible la Templanza y la irascible la Valentía. La armonía entre las tres partes, bajo el control de la parte racional, proporciona al hombre la justicia, que es le estado moral perfecto. 9. Política 9.1. Sociedad PLATÓN expone su concepción de la sociedad y del Estado en dos de sus obras fundamentales: en La República, que, escrita en su juventud, es de un idealismo que raya a veces en una utopía «totalitaria», en cierto estatalismo, que niega las libertades del individuo; y en Las Leyes, obra ya del PLATÓN maduro, en la que, bajo el pesa de la experiencia, se muestra alga más serena y tolerante. Para las SOFISTAS, las sociedades se habían originado de un modo arbitrario y convencional, para PLATÓN, por el contrario, es la naturaleza humana la que le lleva al hombre a la vida social; el hombre es un ser social por naturaleza. Significa, por una parte, que el hombre tiene una naturaleza que le empuja a vivir en sociedad con los demás hombres, pero también, que el individuo, por sí solo, no puede alcanzar el bien, y necesita vivir en sociedad para poder hacerlo. Solamente en un Estado justo es capaz el hombre de alcanzar lo justicia (virtud que para PLATÓN consiste en la realización de todas las demás virtudes. La ética y la política tienen el mismo fundamento: la virtud. La justicia es la virtud más importante para conseguir un Estado Ideal. Por ello es necesario saber como se consigue. Al igual que en el ser humano e había tres partes del alma —la racional, la irascible y la concupiscible—, en la sociedad hay tres estamentos distintos, cada uno de los cuales corresponde a una de las partes predominantes del alma en los individuos: Alma Estamento Funciones Virtud Racional Gobernantes Gobernar Sabiduría Irascible Guardianes Defensa Valentía Concupiscible Productores Producir bienes Templanza Y si en el individuo era el alma racional la que debía dirigir a las otros dos, en la organización social son los gobernantes los que deben dirigir a los guardianes y a los productores, gobernando para conseguir el bien común. La sociedad sólo alcanzará y permitirá al individuo alcanzar la justicia en la medida en cada uno de los grupos sociales cumpla adecuadamente con sus funciones fundamentales, y en eso consiste precisamente la Justicia en el Estado: en la armonía entre sus individuos, que se consigue cuando cada uno hace lo que le es propio. Vemos de este modo un claro paralelismo entre la Justicia en el individuo y en el Estado. 9.2. Diversas formas de organización del Estado. PLATÓN se muestra escéptico en cuanto a las posibilidades de organizar de forma ideal la sociedad, de manera que se cumpla plenamente en ella la armonía de los diversos grupos sociales (posiblemente influya en este escepticismo su experiencia política, que, coma ya hemos señalado anteriormente, fue decepcionante). Por eso, en La República, habla de una serie de formas de gobierno —de las cuales sólo una corresponde a la organización ideal—, que se suceden unas a otras de manera indefectible y en un ciclo ininterrumpido. No podemos olvidar que para PLATÓN el mundo sensible es una imagen, una copia imperfecta del mundo auténtico, y que, aunque aspira a ser como el modelo, nunca la logra del todo, precisamente por el lastre de materia que lleva consigo. Concretamente, en el Libro VII de la citada obra hace referencia a un régimen político primitiva, semejante al que él preconiza como ideal, y a la evolución a la que se ve posteriormente sometido, aunque sin decir en ningún momento que ese régimen haya existido. Su intención no es, pues, la de hacer historia sino la de explicar, de una forma comprensible, las distintas maneras posibles de organizarse la sociedad, y la mayor o menor proximidad de esas organizaciones con la ideal. Este Estado primitivo estaría gobernado sabiamente por magistrados que, poco a poco, y por inadvertencia, dejarían de procrear, viéndose así obligados a unirse con los militares para poder seguir gobernando. Los militares, al llegar al poder, y coma consecuencia de su educación, estarían más preocupados por resaltar su valor personal de guerreros que por defender las intereses del Estado. Esta forma de gobierno, en la que los militares se encargarían de los asuntos públicos, recibe el nombre de oligarquía timocrática, y en ella existiría el orden, pero no el fundamento del mismo, ya que los militares no podrían conocer, por no haber llegado a la contemplación de la Idea de Bien, dónde se encuentra la verdadera justicia. Al ejercer los militares el poder acumularían botín tras botín, —es una alusión clara a Esparta— y obtendrían grandes riquezas. Sin embargo, como consecuencia de su educación austera no disfrutarían plenamente de ellas. Pero sus hijos no tendrían esa educación y se aprovecharían de las ventajas de las riquezas. Se establecería entonces una forma de gobierno en la que los asuntos públicos quedarían en manos de los que poseyeran la riqueza, es la oligarquía plutocrática. En esta sociedad, la división entre ricos y pobres se haría cada vez más profunda: los pobres serían cada vez más pobres y más numerosos y los ricos menos y más ricos. Hasta que llegará un día en que la situación se tornaría insostenible y los pobres se rebelarían, ocupando el poder y repartiéndose anárquicamente las riquezas. Estaríamos entonces en la democracia como forma de gobierno. En esta organización social, cada uno interpretaría la ley a su gusto, prevalecería el interés individual y el desorden se convertiría en norma. La comunidad se desintegraría y el Estado estaría a punto de desaparecer. (Hay que tener en cuenta las características de la democracia decadente que PLATÓN conoce, y que es, además, la que ha condenado a muerte a SÓCRATES. Ningún demócrata actual admitiría esta descripción de la democracia que realiza PLATÓN). El peligro sería tan grande que el pueblo, harto de abandonarse a un desenfreno sin límites, se entregaría a un hombre, al que confiaría el encargo de establecer de nuevo la unidad. El tipo de gobierno que se instauraría en este caso sería la tiranía. Cuando ésta imperase, ya no existiría la ley sino la voluntad de un individuo que decidiría conforme a sus intereses o caprichos. Nos encontraríamos en la antítesis del gobierno ideal. Esto fue precisamente lo que PLATÓN vio y padeció en Siracusa gracias a dos tiranos sicilianos: Dionisio el Viejo y Dionisio el Joven. A través de este análisis se puede apreciar cómo para PLATÓN la única forma de gobierno válida es aquélla en la que los filósofos detentan el poder y a la que podríamos calificar, no sin cierta ironía, como dictadura de la inteligencia. 9.3. La educación de los guardianes. Con el fin de que esta situación ideal de armonía y equilibrio se realice, PLATÓN se preocupa, además, de dar una serie de normas prácticas sobre cómo ha de ser tanto el tipo de educación como el tipo de vida que han de llevar los miembros de cada uno de estos estamentos, especialmente los gobernantes y los guardianes. Al hablar de los guardianes dice que hay que educarlos de manera que sepan reprimir sus apetitos sensibles, refrenar sus deseos y no tener otro objetivo que la salvaguardia de la comunidad. El modo de conseguir esto es seleccionarlos desde la infancia haciéndoles pasar por pruebas físicas que permitan descubrir quiénes poseen una naturaleza más adecuada para ser capaces de dominar sus cuerpos. A estos elegidos se les enseñará luego a ordenar su afectividad mediante una educación musical sierva de la razón y no de la pasión. Vivirán, además, en comunidad, no poseyendo ninguna propiedad, e incluso los hijos serán comunes, aunque las fechas y modalidades de los matrimonios serán fijadas por los gobernantes . Los gobernantes serán elegidos entre aquellos que hayan demostrado una mayor voluntad de justicia y se les educará en una serie de disciplinas que les enseñen a desconfiar de lo sensible y a valorar lo inteligible, para que de esta manera estén preparados para acceder, cuando llegue el momento, a realizar el último paso de la dialéctica y contemplar la Idea de Bien. Este momento no será nunca antes de los cincuenta años. 9.2. Diversas formas de organización del Estado. PLATÓN se muestra escéptico en cuanto a las posibilidades de organizar de forma ideal la sociedad, de manera que se cumpla plenamente en ella la armonía de los diversos grupos sociales (posiblemente influya en este escepticismo su experiencia política, que, coma ya hemos señalado anteriormente, fue decepcionante). Por eso, en La República, habla de una serie de formas de gobierno —de las cuales sólo una corresponde a la organización ideal—, que se suceden unas a otras de manera indefectible y en un ciclo ininterrumpido. No podemos olvidar que para PLATÓN el mundo sensible es una imagen, una copia imperfecta del mundo auténtico, y que, aunque aspira a ser como el modelo, nunca la logra del todo, precisamente por el lastre de materia que lleva consigo. Concretamente, en el Libro VII de la citada obra hace referencia a un régimen político primitiva, semejante al que él preconiza como ideal, y a la evolución a la que se ve posteriormente sometido, aunque sin decir en ningún momento que ese régimen haya existido. Su intención no es, pues, la de hacer historia sino la de explicar, de una forma comprensible, las distintas maneras posibles de organizarse la sociedad, y la mayor o menor proximidad de esas organizaciones con la ideal. Este Estado primitivo estaría gobernado sabiamente por magistrados que, poco a poco, y por inadvertencia, dejarían de procrear, viéndose así obligados a unirse con los militares para poder seguir gobernando. Los militares, al llegar al poder, y coma consecuencia de su educación, estarían más preocupados por resaltar su valor personal de guerreros que por defender las intereses del Estado. Esta forma de gobierno, en la que los militares se encargarían de los asuntos públicos, recibe el nombre de oligarquía timocrática, y en ella existiría el orden, pero no el fundamento del mismo, ya que los militares no podrían conocer, por no haber llegado a la contemplación de la Idea de Bien, dónde se encuentra la verdadera justicia. Al ejercer los militares el poder acumularían botín tras botín, —es una alusión clara a Esparta— y obtendrían grandes riquezas. Sin embargo, como consecuencia de su educación austera no disfrutarían plenamente de ellas. Pero sus hijos no tendrían esa educación y se aprovecharían de las ventajas de las riquezas. Se establecería entonces una forma de gobierno en la que los asuntos públicos quedarían en manos de los que poseyeran la riqueza, es la oligarquía plutocrática. En esta sociedad, la división entre ricos y pobres se haría cada vez más profunda: los pobres serían cada vez más pobres y más numerosos y los ricos menos y más ricos. Hasta que llegará un día en que la situación se tornaría insostenible y los pobres se rebelarían, ocupando el poder y repartiéndose anárquicamente las riquezas. Estaríamos entonces en la democracia como forma de gobierno. En esta organización social, cada uno interpretaría la ley a su gusto, prevalecería el interés individual y el desorden se convertiría en norma. La comunidad se desintegraría y el Estado estaría a punto de desaparecer. (Hay que tener en cuenta las características de la democracia decadente que PLATÓN conoce, y que es, además, la que ha condenado a muerte a SÓCRATES. Ningún demócrata actual admitiría esta descripción de la democracia que realiza PLATÓN). El peligro sería tan grande que el pueblo, harto de abandonarse a un desenfreno sin límites, se entregaría a un hombre, al que confiaría el encargo de establecer de nuevo la unidad. El tipo de gobierno que se instauraría en este caso sería la tiranía. Cuando ésta imperase, ya no existiría la ley sino la voluntad de un individuo que decidiría conforme a sus intereses o caprichos. Nos encontraríamos en la antítesis del gobierno ideal. Esto fue precisamente lo que PLATÓN vio y padeció en Siracusa gracias a dos tiranos sicilianos: Dionisio el Viejo y Dionisio el Joven. A través de este análisis se puede apreciar cómo para PLATÓN la única forma de gobierno válida es aquélla en la que los filósofos detentan el poder y a la que podríamos calificar, no sin cierta ironía, como dictadura de la inteligencia. 10.El amor platónico El amor platónico sólo es concebido como una relación entre los que se consideran iguales, así pues será un amor entre hombres, un amor homosexual. Se establece entre un adolescente (el amado) y un adulto (el amante) en una relación de pederastia que no es principalmente física sino intelectual o pedagógica. El amante inicia o educa al amado en los misterios del amor y en otras cuestiones vitales. Es un amor que progresivamente se va idealizando y sublimando partimos de la observación de los bellos cuerpos jóvenes de los efebos en la palestra y por ascensión dialéctica vamos progresando cada vez más hasta alcanzar la Idea de Belleza. El iniciador en los misterios del Amor acostumbrará al iniciando a dirigirse a los bellos cuerpos, a enamorarse primero de uno y a engendrar en él bellos discursos, para enamorarse después de todos los cuerpos bellos, percatado de que la hermosura existente en todos tiene una misma raíz, superando la atracción que le impele y le vincula a uno solo. Pasará después a amar la belleza de las almas, por estimarla superior a la hermosura de los cuerpos; de aquí se remontará al amor de la belleza de las normas de conducta; luego, al de las ciencias, hasta llegar de repente, una vez habituado a poner su mirada en ese inmenso mar de la belleza, a la «visión de algo que por naturaleza es admirablemente bello», eterno e inmutable: la forma ideal de la belleza en la que participan todas las cosas bellas. Y ése es el momento, el único momento, en el que adquiere valor la vida del ser humano