colima: el otro huracán

Anuncio
COLIMA: EL OTRO HURACÁN
Imelda García
No hay quizá en México un estado donde se reflejen más los tentáculos de la
narcopolítica como Colima, el pequeño estado del Pacífico mexicano.
En dos semanas ocurrió lo impensable en esta entidad: un atentado contra un
exgobernador, la anulación de la elección por la gubernatura y el embate del
huracán más poderoso en la historia del país.
Colima sobrevivió al paso de “Patricia”, que dejó solo daños en infraestructura y
viviendas, pero probablemente no tenga la misma suerte en la disputa que existe
por el poder político y la guerra que libran los cárteles de la droga por el puerto de
Manzanillo.
Estos “huracanes” de Colima son más devastadores que los naturales.
Esta semana concluye su sexenio el gobernador priista Mario Anguiano, que deja
un estado inmerso en una crisis por la violencia y la inestabilidad política.
Anguiano tendrá que cargar con los dos ataques que sufrieron durante su
gobierno dos exgobernadores. Uno, Silverio Cavazos, quien fue acribillado hace
cinco años. Y hace dos semanas Fernando Moreno Peña sobrevivió a un ataque a
balazos.
En este contexto violento se anunció la semana pasada otro ciclón: la decisión del
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de anular la elección por la
gubernatura de Colima por la intervención del gobierno del estado a favor del
candidato priista Ignacio Peralta, que había ganado por menos de mil votos la
contienda al senador del PAN, Jorge Luis Preciado.
La anulación de la elección de Colima despierta sospechas por una posible
concertacesión del gobierno federal con el PAN, acuerdos como los que hubo
durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari.
En el salinato se negoció con el PAN la gubernatura de Baja California, a favor del
panista Ernesto Ruffo Appel, y otras elecciones como la Alcaldía de Monterrey
para el primer alcalde albiazul.
No hay duda que Colima enfrenta sus propios huracanes, más temibles, más
devastadores que incluso “Patricia”.
Diez días antes de que tomara posesión como nuevo gobernador de Colima, el
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) decidió anular la
elección y quitarle el triunfo al priista José Ignacio Peralta.
La anulación en Colima llega en un momento políticamente complicado. La
cercanía de la elección de dos nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación y una baja en la credibilidad de las instituciones, han llevado a
algunos sectores a denunciar que se trata de una negociación entre el PAN y el
PRI para obtener beneficios mutuos.
Es la tercera vez que el máximo tribunal electoral del país decide anular una
elección a gobernador. En todas, el común denominador ha sido la intervención
del gobierno estatal.
La primera vez ocurrió en el año 2000, cuando el Tribunal anuló la elección a
gobernador de Tabasco por la intervención del priista Roberto Madrazo, entonces
mandatario de la entidad.
Ocurrió después en el 2003, también en Colima, donde se comprobó la
intervención del priista Fernando Moreno Peña, entonces gobernador -quien fue
herido por un ataque a balazos el 12 de octubre pasado en la capital estatal-.
Ahora, el TEPJF comprobó la intervención del gobernador priista Mario Anguiano.
El Congreso local deberá nombrar a un gobernador interino, que tome protesta
este 1 de noviembre, y convocar a nuevas elecciones.
Otra vez, los ciudadanos de Colima vivirán la campaña política y acudirán a las
urnas para elegir a su nuevo gobernador. Esta vez, idealmente, sin la intervención
de ninguna autoridad para coaccionar el voto.
José Ignacio Peralta negó que haya habido intervención del gobernador y afirmó
que los votos los obtuvo limpiamente.
Jorge Luis Preciado, senador y candidato del PAN a la gubernatura, afirmó que no
sabe si volverá a ser el abanderado de su partido porque eso lo decidirán los
panistas en los próximos meses.
Preciado fue declarado perdedor por apenas 503 votos.
La elección más contada
Luego de las elecciones del 7 de junio pasado, la de Colima fue la única que se
complicó.
El Instituto Electoral del Estado de Colima (IEE) llevó a cabo el procedimiento del
conteo voto por voto y, ocurrió algo que levantó la sospecha de los panistas.
El 11 de junio, cuando se dio a conocer el cómputo final de la elección, la
consejera presidenta del IEE, Felicitas Alejandra Valladares, dio el triunfo al
panista Jorge Luis Preciado. Sin embargo, minutos más tarde, anunció que no se
le había proporcionado el resultado de una casilla en Manzanillo y la tendencia era
favorable a José Ignacio Peralta.
La diferencia entre ambos candidatos era de 547 votos.
Vino entonces el recuento del voto por voto. Una vez que éste terminó, la
diferencia de votos se redujo a 503, con ventaja para el priista.
El PAN comenzó la batalla legal para defender el triunfo.
La defensa recayó en Javier Jiménez Corzo, representante del PAN ante el IEE, y
en Eduardo Aguilar, coordinador jurídico del PAN.
Se presentaron casi 500 pruebas ante el TEPJF sobre irregularidades en el
proceso de elección. Como que 16 personas ya fallecidas habían emitido su voto.
Se demostró también que 100 personas que viven en el extranjero,
supuestamente votaron. Los propios familiares de estas personas dieron fe, ante
Notario Público, de que estaban fuera del país ese día.
Esas pruebas, sin embargo, fueron desechadas por el TEPJF; incluso, acusaron al
PAN de hacer mal uso del padrón electoral para presentarlas.
Dentro del cúmulo de pruebas, los panistas presentaron también una grabación
donde se escucha al secretario de Desarrollo Social estatal, Rigoberto Salazar,
coaccionando a una persona para que dé su apoyo a Ignacio Peralta.
Descargar