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M3 Diploma Artes Gabriela Soledad Ferrada Acuña

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Universidad de Chile
Escuela de Postgrado de la Facultad de Artes
Diploma en Gestión del Patrimonio Cultural (EOL)
“ALFARERÍA EN GREDA DE QUINCHAMALÍ
Y SANTA CRUZ DE CUCA”
Estudiante: Gabriela Ferrada Acuña
Trabajadora Social, Magíster Gestión Cultural
Asignatura: Historia del Patrimonio Cultural Inmaterial
Profesora: Amalia Castro San Carlos
Noviembre 2021
1
INDICE
1. CARACTERIZACIÓN CONTEXTUAL DEL PCI
3
a)
b)
c)
d)
e)
f)
3
4
4
5
6
7
Contexto Territorial y Social.
Características Geofísicas del Suelo.
Otras Variables Geográficas.
Identificación y Caracterización de los Cultores.
Dinámicas Simbólicas del PCI.
Dinámica Productiva del PCI.
2. CRITERIOS DEL PCI – UNESCO
10
a)
b)
c)
d)
10
11
12
15
Criterios y Aspectos del PCI.
Justificación de Criterios del PCI – UNESCO.
Problemáticas del PCI en el Contexto.
Alfarería del PCI Universal Declarada por la UNESCO.
3. LINEA DE DESARROLLO PATRIMONIAL
20
a) Acciones Protectoras Instauradas.
b) Medidas de Salvaguardia Propuestas desde la Gestión.
20
21
2
ALFARERÍA EN GREDA DE QUINCHAMALÍ Y SANTA CRUZ DE CUCA
“La alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca es una técnica artesanal, cuyo conocimiento se
transmite de forma intergeneracional a través de una socialización femenina dentro de un contexto de
transmisión por línea materna. Para el desarrollo de esta técnica, es necesario conocer las 16 etapas
que componen el proceso de elaboración de una figura. Su principal característica es que es un
proceso manual, no en serie y sin la intervención de nuevas tecnologías, por esta razón ninguna pieza
es igual a otra.
En sus inicios, esta alfarería fue utilizada como un medio de subsistencia, el que permitía a las alfareras
obtener alimentos a través de una práctica denominada “conchabar” o trueque. Hoy, esta manifestación
está compuesta por una amplia gama de figuras, distinguiéndose dos líneas de trabajo: una,
denominada loza chica, decorativa, ornamental o de línea cerrada, y las lozas grandes, utilitarias o de
línea abierta. Esta técnica artesanal es una expresión de la creatividad de quienes la practican y a la
vez es un generador de identidad, ya sea local o nacional”. (San Martín, 2017)
La loza o alfarería negra, como es la que se desarrolla en Quinchamalí, es única en el mundo y por
medio de este análisis se evidenciará por qué esta manifestación artesanal debe ser reconocida como
una expresión del PCI por la Unesco.
4. CARACTERIZACIÓN CONTEXTUAL DEL PCI1
g) Contexto Territorial y Social.
La alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca se desarrollan en la comuna de Chillán, capital
regional de Ñuble, XVI Región.
La comuna de Chillán es una de las 21 comunas que conforman la Región de Ñuble, y está ubicada
en la Provincia de Diguillín. Posee una superficie de 511,2 km 2. A escala demográfica, Chillán posee
un total de 184.739 habitantes aproximado (Censo 2017).
Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca corresponden a dos localidades rurales que se encuentran en el
extremo suroeste de la comuna, a 32 km de la ciudad de Chillán y separadas entre sí por 3 km
San Martín, K. (2017). Alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca. Investigación Participativa para Inventario
del Patrimonio Cultural Inmaterial. Departamento de Patrimonio Cultural del Concejo Nacional para la Cultura y
las Artes.
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3
aproximadamente. Se emplazan alrededor de la vía
troncal N-66-O y la Autopista del Itata (Ruta 152),
esta última correspondiente a la principal vía de
conexión entre la ciudad de Chillán y el núcleo
urbano Concepción-Talcahuano,
además de
proporcionar un acceso directo hacia la Ruta 5,
favoreciendo la conectividad con los principales
núcleos urbanos regionales y nacionales.
También tienen conexión con las comunas de San
Nicolás, Portezuelo, Ránquil, Quillón y Bulnes a
través de caminos interiores y, en menor medida,
senderos no pavimentados.
En estas localidades, para el año 2017, se
encontraban 74 cultoras: 66 en Quinchamalí y 8 en
Santa Cruz de Cuca.
En general las cultoras se encuentran separadas
entre sí por menos de un kilómetro, favoreciendo la
organización comunitaria y el trabajo colectivo.
h) Características Geofísicas del Suelo.
Es importante destacar la característica geofísica de los suelos de Quinchamalí, los que se identifican
como molisoles. Estos son suelos de color oscuro, con alto contenido de materia orgánica, fértiles y
productivos, con alto contenido de arcillas y buena cantidad de cationes que forman bases y sales
nutritivas para las plantas.
A escala local, los suelos de Quinchamalí corresponden a una serie única dentro de la región de Ñuble,
debido a la superposición constante de sedimentos durante su período de formación. Esta serie de
suelos, de sigla QHL, se denomina “Serie Quinchamalí” y se caracteriza por ser un suelo profundo,
bien evolucionado, derivado de la mezcla entre sedimentos aluviales y cenizas volcánicas, cuyo
sustrato es de diversos orígenes: sedimentos aluviales antiguos, sedimentos fluvioglaciales, tobas o
ignimbritas.
En este contexto, la gran diversidad sedimentológica sobre la que se asientan las localidades de
Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca da origen a los diferentes tipos de greda que se extraen para el
desarrollo del elemento (característica autónoma de la materia prima).
En términos productivos, los suelos de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca son bastante heterogéneos.
En los sectores planos predominan los suelos tipo II, III y IV; mientras que en los sectores de lomajes
predominan los suelos VI y VII. Estos últimos presentan gran cantidad de surcos y cárcavas que han
sido estabilizadas mediante plantaciones forestales, mientras que en los primeros se ha desarrollado
la actividad agrícola.
i)
Otras Variables Geográficas.
Una de las relaciones más importantes entre Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca está determinada por
la extracción y uso de las materias primas. Ambas localidades poseen una greda característica y
particular, idónea para el desarrollo de la especialidad de cada sector: greda fina para loza ornamental
y greda gruesa para loza utilitaria. Ambos sitios comparten sus recursos, ya que los artesanos de
Quinchamalí recolectan colo blanco, colo rojo y greda amarilla en los cerros de Santa Cruz de Cuca.
Asimismo, la arena es parte importante en la preparación de la masa con la cual se fabrican las figuras,
material que las artesanas recolectan en los sitios o caminos de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca.
Por su parte, el guano también era adquirido en el mismo territorio, pero el último tiempo escasea por
la disminución de la crianza de animales.
4
j)
Identificación y Caracterización de los Cultores.
Para el Expediente de Artesanía del Inventario del PCI de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca SIGPA,
elaborado y actualizado al 2017, se tenía una contabilización de 83 cultores, siendo catastrado 78 de
ellos. Las alfareras se clasificaron como activas e inactivas, según su producción de loza anual.
Las alfareras inactivas y/o retiradas son aquellas que declararon llevar más de un año sin trabajar en
alfarería, debido a decisión propia, enfermedades que les impiden trabajar la greda, poseer
actualmente un trabajo remunerado, etc. Este estado no es permanente y depende de las
circunstancias que esté atravesando la persona, existiendo algunas alfareras que no niegan la
posibilidad de volver a fabricar loza si sus condiciones actuales cambian, ya sea por beneficios
entregados por instituciones a las loceras o a modo de pedidos ocasionales, entre otros factores.
Por otro lado, las alfareras activas son aquellas que declaran haber trabajado en alfarería el último año
realizando, a lo menos, las etapas de construcción de base y armado de la figura.
Este trabajo en greda puede ser constante en el tiempo, donde la producción de piezas se extiende
todo el año; o trabajando por temporadas, siendo estos periodos de actividad e inactividad
determinados por diversos factores como: el clima y la humedad del ambiente, enfermedades que
impidan el trabajo en greda, la realización de trabajos esporádicos remunerados, otros ingresos
percibidos por la alfarera, el cuidado de familiares, etc. Sin embargo, el mayor volumen de producción
alfarera se concentra entre los meses de septiembre a abril, identificándose un peak importante en
verano debido al aumento de visitantes y a la existencia de condiciones climáticas favorables para el
secado de las piezas entre cada etapa de fabricación.
Del total de artesanos y artesanas registrados, 21 personas declararon ser alfareras inactivas (27%),
mientras que 57 personas declararon ser alfareras y alfareros activos (73%).
La edad promedio en que las alfareras/os (activos e inactivos), comenzaron a trabajar en la greda de
manera independiente fue a los 17 años, en un espacio doméstico donde el interés por las labores en
greda estuvo determinado por las necesidades económicas y reproductivas de la familia. La población
femenina catastrada declara haber iniciado sus actividades como artesanas independientes a los 17
años de edad, mientras que la población alfarera masculina catastrada declara haber comenzado a
trabajar modelando piezas de greda, en promedio, a los 22 años de edad. Este trabajo en alfarería
cesa al cumplir edades que fluctúan, mayoritariamente, entre los 60 y 70 años de edad debido a las
circunstancias antes señaladas.
Actualmente, la edad promedio de los cultores activos es de 59 años, registrándose la alfarera más
joven con 29 años y la de mayor edad con 85 años. Sin embargo, el 45,6% de las alfareras activas
tienen 60 años o más, cifra alarmante ya que se corresponde con el rango etario de retiro de las
alfareras en Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca y la edad apropiada para jubilar, según el Estado
chileno.
El 89,4% de los cultores activos pertenece al género femenino y el 10,5% pertenece al género
masculino. Es importante señalar que la totalidad de hombres que ejercen la alfarería en Quinchamalí
y Santa Cruz de Cuca se encuentran activos, entendiéndose que su inclusión en las labores de alfarería
es un proceso reciente.
En cuanto a las enfermedades o riesgos de los cultores, son las asociadas al trabajo en la greda. Estas
abundan y son detectadas y asociadas por los mismos cultores como uno de los problemas más serios
que afectan su salud. Dentro de las dolencias más comunes que afectan a los cultores y que ellos
atribuyen a la alfarería se encuentran los problemas a la vista, las enfermedades respiratorias y las
enfermedades músculo-esqueléticas.
Las dos primeras enfermedades son provocadas por el contacto directo con el humo que emana de la
cocción de las piezas de loza y su posterior teñido. En cambio, las enfermedades músculoesqueléticas
están relacionadas con el trabajo constante que realizan los alfareros y alfareras.
Del total de artesanos y artesanas activos registrados, el 17,5% de ellos declaran no estar enfermos,
mientras que, el 78,9% dice sufrir al menos una enfermedad o dolencia que asocia al trabajo en
alfarería.
5
Las cifras de artesanos y artesanas enfermos son alarmantes y hablan de una situación común que se
vincula directamente al trabajo en greda, marcado por el trabajo manual y las complicaciones que se
asocian a la cocción de las piezas. Siendo las dolencias antes identificadas uno de los factores
determinantes en la decisión de continuar trabajando en greda, así como una de las variables que
desincentiva a los jóvenes al decidir trabajar en la alfarería.
k) Dinámicas Simbólicas del PCI.

Roles de género y etario:
Una característica importante del proceso
productivo es la utilización de la mano de obra
familiar como principal fuerza de trabajo. Un cultor
no siempre trabaja solo, pues durante el desarrollo
del proceso, las alfareras se vinculan con redes
relativamente permanentes de sujetos. Aunque la
autoría de las piezas se atribuye a quien levanta y
modela la figura; pisadores, bruñidoras, pulidoras
y componedoras (aquellas que bruñen en seco y
posteriormente lustran las piezas) intervienen en
la elaboración de las piezas, configurando un
universo de personajes que sin ser considerados
artesanos participan activamente del proceso.
Las etapas donde existe mayor intervención de
terceros, en orden decreciente son: recolección
del material, pisado o amasado de la figura,
porcionamiento de la greda, cocción de la pieza,
mezcla de materiales, bruñido con agua, pintado
de la figura, bruñido en seco, agregado de blanco,
raspado de la pieza, encolado, lustrado,
Mi tía Tuly Ulloa, quien no fue artesana
construcción de la base y armado de la figura.
alfarera, pero sí una gran gestora y
Respecto de los individuos masculinos que
comercializadora de greda en
colaboran con las artesanas son la pareja de la
Quinchamalí.
artesana, esposos o cónyuges quienes lo hacen
con mayor grado de participación. Aunque los esposos colaboran de forma permanente, esto
no quiere decir que el esposo de una artesana ejecute, efectivamente, todas las etapas del
proceso productivo. Otros hombres, como hermanos, hijos, padres, sobrinos, nietos y vecinos
colaboran durante el proceso, aunque de forma esporádica y en menor número que los
esposos o cónyuges. En general, los hombres participan de las etapas de recolección, mezcla
del material, pisado, porcionamiento de la greda y cocción de la figura. Lo anterior pues la
mayoría de estas actividades requiere de un porcentaje importante de fuerza. Además, etapas
como la cocción son consideradas peligrosas y más complejas por la rapidez y dificultad con
que se ejecuta el proceso.
Por su parte, las mujeres con mayor grado de participación en el proceso productivo son
precisamente otras artesanas. Esta relación está fundamentada en la amistad o afinidad que
sienten unas alfareras por otras y la necesidad de responder ante la demanda de un pedido
de grandes proporciones. También, aunque en menor medida, participan del proceso hijas,
hermana y vecinas. En general, las etapas en que participan mujeres son: construcción de
base, armado de la figura, bruñido con agua, bruñido en seco, lustrado, pintado y agregado de
blanco.
La remuneración de estas labores, independiente de quien las realice, es relativa.
Generalmente, cuando se trata de sujetos que habitan la misma vivienda su trabajo no es
6
intercambiado por una cantidad específica de dinero, ya que, el dinero que reciben las
artesanas por la venta de sus productos se distribuye y utiliza para satisfacer las necesidades
de todo el grupo familiar. En cambio, los sujetos que no habitan el mismo espacio,
generalmente vecinos o familiares lejanos, son remunerados pues su trabajo contribuye a
solventar necesidades de otro hogar.

Organizaciones:
La presencia de organizaciones de alfareras y alfareros en Quinchamalí no es reciente, desde
los años ochenta hasta la fecha han existido al menos cuatro agrupaciones exclusivas de
artesanos/as, de éstas, sólo dos se encuentran vigentes. Estas organizaciones han sido
creadas por instituciones externas a estas localidades, las cuales buscan potenciar la actividad
alfarera mediante la asociatividad, la comercialización y difusión de la alfarería local,
fomentando la participación en nuevos espacios como ferias y exposiciones, y recibiendo
pedidos de gran volumen. Pese a estas ventajas productivas, el 61% de las y los artesanos
catastrados reconocen no participar, actualmente, en alguna organización alfarera de
Quinchamalí. Según, lo inferido, a través, de las conversaciones y entrevistas, el poco interés
por participar de alguna agrupación alfarera se debe a que las artesanas y artesanos prefieren
trabajar y vincularse a un nivel familiar y no mediante la asociatividad institucional.
Las agrupaciones alfareras activas a la fecha son las siguientes:
- Asociación Gremial Casa del Artesano (1995, creada por la Universidad del Bío Bío).
- Unión de Artesanos en Greda de Quinchamalí (2006, por la Municipalidad de Chillán).
Al pertenecer a una organización, los y las artesanas, han podido gestionar la asistencia y
organización de ferias y exposiciones, completar grandes pedidos de piezas de loza,
actividades de difusión, creación de soportes gráficos y digitales, entre otras actividades; sin
embargo, a pesar de evidenciar las ventajas de la asociatividad, el 61% de los artesanos y
artesanas activas declara no formar parte de una agrupación de artesanos.
La asociatividad en torno al oficio alfarero está marcado por la participación de la familia, pero,
la formación de organizaciones en Quinchamalí ha estado vinculada, históricamente, a
intereses externos de instituciones privadas o estatales, las cuales tienen como objetivo
fomentar la asociación, ignorando las dinámicas propias de la comunidad, generando
problemas y confusiones que provocan que los cultores no participen en estas organizaciones,
debido a que no las consideran como estrategias endógenas de desarrollo, sino que, sólo
como exigencias externas por parte de la institucionalidad.
l)
Dinámica Productiva del PCI.
Una de las relaciones más importantes entre
Quinchamalí y Santa cruz de Cuca está
determinada por la extracción y uso de las
materias primas. Ambas localidades poseen
una greda característica y particular, idónea
para el desarrollo de la especialidad de cada
sector: greda fina para loza ornamental y
greda gruesa para loza utilitaria. Ambos sitios
comparten sus recursos, ya que las artesanas
de Quinchamalí recolectan colo blanco, colo
rojo y greda amarilla en los cerros de Santa
Cruz de Cuca.
7
Asimismo, la arena es parte importante en la preparación de la masa con la cual se fabrican las figuras,
material que las artesanas recolectan en los sitios o caminos de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca.
Por su parte, el guano también era adquirido en el mismo territorio, pero el último tiempo escasea por
la disminución de la crianza de animales.
La arena es parte importante en la preparación de la masa con la cual se fabrican las figuras, material
que las artesanas recolectan en los sitios o caminos de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca.
El guano de vacuno y guano de caballo es recolectado por algunas artesanas, sin embargo, hoy esta
materia prima escasea debido a la falta de terrenos destinados a la crianza de animales, producto de
la plantación de monocultivos. Por esta razón los cultores–en su mayoría- deben comprar el guano que
utilizaran para la cocción y teñido de sus piezas.
Las artesanas/os utilizan tres formas para adquirir las materias primas: el trueque, préstamo y la
compra.
El periodo de abastecimiento de materias primas está determinado por los factores ambientales, ya
que es durante el verano cuando las condiciones climáticas son más apropiadas y favorables para la
extracción de estos recursos, los cuales proveerán la producción anual del cultor. Según lo señalado
por las alfareras, todas las materias
primas que se utilizan para el
proceso de fabricación deben estar
secas para poder recolectarlas,
guardarlas y así poder abastecerse
durante el transcurso del año.
En cuanto a la técnica, la artesanía
de Quinchamalí y Santa Cruz de
Cuca se caracteriza por ser
tradicional y manual. La técnica
consta de 16 etapas de fabricación,
en cada una de las cuales suelen
colaborar terceras personas.
ETAPAS DE FABRICACIÓN
ETAPA
DESARROLLO

Extracción de
Materias Primas

Preparación de
los Materiales
Mezcla de
Materiales
Los cultores deben salir a recolectar las materias primas necesaria para
la fabricación de las piezas, para esto, deben acudir a los yacimientos
donde se encuentra la greda- en la mayoría de los casos donde la
venden- también colos y arena.
Generalmente este proceso se hace acompañado de alguien, debido a la
fuerza que se necesita.

Una vez recolectadas las materias primas, es necesario preparar los
diferentes materiales. La greda es el componente principal de la mezcla
y antes de ser utilizada debe secarse, molerse y dejar que repose en agua
por, aproximadamente, dos días.

Con un balde se miden los porcentajes exactos de greda, tierra amarilla,
arena y agua necesarios para obtener la mezcla. Estos materiales son
depositados en un cajón de madera cubierto con un saco de plástico o
nylon.
Conocer la cantidad exacta de cada material es resultado de dos
procesos: el primero, relacionado con la tradición oral y la información que
se transmite de maestra a aprendiz. El segundo, es consecuencia de la
práctica, sólo la experiencia permitirá precisar las cantidades de materias
primas necesarias para dar consistencia a la mezcla.

8

Amasar o Pisar la
Greda




Una vez pisada o amasada la mezcla es necesario dividirla en porciones.
“Pancitos”, “ladrillos” o “quesitos” son separados por las artesanas y
artesanos, envueltos en nylon y almacenados al interior o exterior de sus
viviendas. Según el tipo y cantidad de piezas a fabricar, los cultores
utilizan más o menos porciones de greda, todo depende del pedido y la
disposición de las y los artesanos por trabajar durante el día.

En esta etapa se construye la base de la figura. Debemos considerar que
el proceso varía en virtud del tipo de pieza que se desee fabricar. Si se
trata de objetos pertenecientes a la línea cerrada, las artesanas y
artesanos modelan dos pelotas de greda hasta obtener, con la ayuda de
un mate de calabaza, dos medias esferas ahuecadas, también,
denominadas “tapas” o “cancos”.
Posteriormente, se unen estas dos piezas hasta obtener una sola figura
globular. Si se trata de objetos pertenecientes a la línea abierta, en lugar
de fabricar una esfera cerrada las medias esferas se van abriendo con la
ayuda de un mate de calabaza, aumentando su diámetro y altura. Una
vez modelada la base, sea de línea abierta o cerrada, se deja orear hasta
que la pieza adquiera firmeza.
Con un cuchillo o cuchara de metal se eliminan todas las irregularidades
o protuberancias de la figura. Posteriormente, con un trozo de cuero
denominado “cordobán” se alisan sus paredes externas. Finalmente, se
agregan las terminaciones o detalles como orejas, patas y brazos.
Posteriormente, y cuando se trata de piezas utilitarias, se procede al
raspado de la figura.
Con la ayuda de una cuchara o cuchillo de metal se raspa la pieza con el
objetivo de adelgazar sus paredes y extraer el exceso de material.
Con una piedra porosa empapada en agua se alisa nuevamente la figura.
Algunas alfareras, especializadas en la fabricación de loza utilitaria,
realizan este proceso por lo menos dos veces.
El colo rojo extraído de los cerros de Santa Cruz de Cuca se diluye en
agua.
Posteriormente y con la ayuda de un paño o tela se procede a empapar
la figura con esta pasta acuosa, cubriéndola totalmente. Este proceso
permite realizar un buen pulido posterior.
Con una piedra suave y seca se pule, nuevamente, la figura.
Porcionar la
Greda
Construcción de
Base


Armado de la
Figura

Raspado
Bruñido con Agua
Una vez mezcladas las materias primas, se procede al pisado y/o
amasado del material. Aunque, generalmente, la mezcla es pisada
(acción que se realiza utilizando los talones y las plantas del pie
descalzo), algunas artesanas amasan la greda, pues el amasado requiere
menos fuerza y energía que el pisado del material. Tanto el pisado como
el amasado se realizan con el objetivo de homogeneizar la mezcla.
Además, durante esta etapa se realiza el “despulgado”, nombre que los
cultores dan a la limpieza prolija de la pasta, donde se extraen pequeñas
impurezas (piedras, ramas, etc.), evitando que durante la etapa de
cocción la loza se salte o trice.
Posteriormente, la pasta se tapa con el saco de plástico y se deja reposar,
aproximadamente, dos días.




Encolar

Bruñido en Seco


Posteriormente la pieza se baña en “aceite de pata” o “enjundia de gallina”
(actualmente, también, se utiliza aceite corriente). Luego, con un paño o
tela, se lustra la figura hasta obtener el brillo deseado.

Sobre la pieza aún sin cocer y con la ayuda de clavos o una aguja de
victrola adosada a palos delgados o lápices Bic se dibuja o pinta la figura.
Los cultores realizan incisiones en las paredes externas de la pieza,
dibujando, generalmente, flores de cerezo o espigas de trigo.
Según algunas artesanas, la pinta se hereda de maestra a aprendiz,
constituyendo una especie de marca o sello familiar, los procesos de
Lustrado
Pintado

9


Cocción


Teñido



Agregar Colo
Blanco

transmisión se fundamentan, mayoritariamente, en vínculos de
parentesco o consanguinidad.
Sin embargo, existen algunos cultores que escapan de este patrón,
modificando el dibujo de la figura, en mayor o menor grado. Lo anterior
es consecuencia de las trasformaciones que experimenta el patrón de
transmisión dominante (de madre a hija) y de la incorporación de terceros
durante esta etapa del proceso productivo.
Para comenzar el proceso de cocción, el guano de buey debe estar
preparado y correctamente dispuesto en el lugar de combustión. A veces,
se utiliza una rueda de carreta para contener el guano y limitar el espacio
(actualmente, se ocupa leña de álamo en remplazo o para complementar
al guano de buey).
Una vez encendida la hoguera, las piezas se ubican en un canasto cerca
del fuego para absorber un poco de calor antes de entrar en contacto
directo con el combustible. Luego, las figuras se depositan sobre las
brasas del guano durante 20 o 30 minutos, aproximadamente, hasta
lograr un color rojo intenso.
Cuando la pieza está al rojo vivo, es retirada del fuego con una horqueta
o gancho de metal. Algunas piezas finalizan aquí su proceso de cocción,
pasando directamente a la etapa de pintado, estas figuras se caracterizan
por ser de color rojizo y existir en menor proporción que la loza negra.
Sin embargo, la mayoría de las figuras retiradas del fuego, son
depositadas sobre una cama de guano de caballo (algunos cultores, en
la actualidad, lo reemplazan por aserrín, paja de trigo o paja de arroz) y
cubiertas con el mismo material. Cuando las piezas entran en contacto
con el guano adquieren su característico color negro, este proceso se
denomina “quema por reducción” y es realizado por la mayoría de
artesanos y artesanas de Quinchamalí.
Cuando la pieza se enfría se aplica el colo blanco.
Este material, también extraído de los cerros de Santa Cruz, se diluye en
agua y con los dedos se empapan los incisos realizados durante la etapa
de pintado.
Una vez que el colo se seca, se retira con un paño el exceso de material
y se obtiene, finalmente, la figura lista para su comercialización.
5. CRITERIOS DEL PCI – UNESCO
e) Criterios y Aspectos del PCI.
Según la Convención para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (2003), PCI se define
como:
“Los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas-junto con los
instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes - que las
comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante
de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación
en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su
entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de
identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la
creatividad humana”2
La alfarería es una de las prácticas culturales humanas más antiguas de las que se tiene registro.
UNESCO (2013). Convención para la
https://ich.unesco.org/es/convenci%C3%B3n
2
Salvaguardia
del
Patrimonio
Cultural
Inmaterial.
Link:
10
En sus inicios, la humanidad tuvo que buscar una forma de poder satisfacer necesidades básicas,
como la alimentación. La respuesta a esta necesidad ha tenido transformaciones en sus usos a través
del tiempo, pasando de lo utilitario a lo decorativo u ornamental. Si esto se lleva a la alfarería de
Quinchamalí, se debe mencionar que es una expresión cultural tradicional marcada en la historicidad
de los artesanos, además, es una técnica que se ha transmitido por generaciones y que implica que
quienes la practican deben poseer un conocimiento sobre la naturaleza, el entorno y las materias
primas necesarias para la fabricación de loza.
De acuerdo a los ámbitos que la UNESCO define del PCI, esta tradición artesanal responde a 2 de
ellos: “conocimientos y usos de relacionados la naturaleza y el universo”, pues, para lograr producir
una pieza existen diferentes factores naturales involucrados tanto dentro de la localidad de
Quinchamalí como de Santa Cruz de Cuca, es fundamental conocer los lugares donde se recolecta la
materia prima y los tipos de greda que se necesitan, ya sea sus propiedades para mezclar, la
temporalidad, las condiciones climáticas y otras; y también, con las “técnicas tradicionales artesanales”,
ya que esta alfarería es parte de un conocimiento que se transmite de forma intergeneracional a través
de una socialización femenina dentro de un contexto matrifocal. Como se ha presentado, además es
necesario conocer las 16 etapas que componen el proceso de elaboración de una figura. Su principal
característica es que es un proceso manual y no en serie, por esta razón ninguna pieza es igual a la
otra.
f)
Justificación de Criterios del PCI – UNESCO.
Actualmente, la Unión de Artesanos en Greda de Quinchamalí, con la colaboración de la Unidad de
Patrimonio de la Municipalidad de Chillán, y la Seremía de las Culturas de Ñuble, han justificado los
elementos que vinculan esta tradición artesanal a la Convención PCI de la UNESCO, para que pueda
acogerse e integrarse a los listados oficiales. Este trabajo ha permitido que las y los artesanos se unan
y trabajen en la mediación y sistematización de su práctica, generando una serie de instrumentos que
pueden visualizarse en SIGPA.
Alfarera Mónica Venegas
11
CRITERIOS DEL PCI
JUSTIFICACIÓN
CRITERIO

Se transmite de
generación en
generación



Es recreado
constantemente
por las
comunidades y
grupos en función
de su entorno



Interactúa con la
naturaleza y su
historia



Infunden un
sentimiento de
identidad y
continuidad

Contribuyen a
promover el
respeto de la
diversidad
cultural y la
creatividad
humana



Los conocimientos para reproducir esta técnica alfarera se transmiten de
manera intergeneracional por los integrantes de las familias, nucleares o
extendidas.
Este aprendizaje se genera dentro del espacio doméstico como producto
de un aprendizaje observacional basado en los lazos de parentesco y en
la identificación con los congéneres.
Los cultores adquirieron el conocimiento observando a las integrantes de
sexo femenino que formaban parte de sus familias: madre, abuela, tía,
etc.
La alfarería es una manifestación que ha estado presente por cientos de
años en la localidad. Las alfareras/os han mantenido esta técnica de
producción.
Los cultores fabrican su loza durante todo el año, aunque en algunos
casos es el clima el que regula el ciclo de creación, ya que, durante los
meses de invierno, debido a las bajas temperaturas, los cultores evitan el
contacto con la greda.
Además, desde el punto de vista del imaginario campesino, recrean los
componentes más característicos del campo y la ruralidad en las figuras
que modelan.
Según la bibliografía, este territorio correspondió a una zona de
resistencia donde interactuaba la cultura mapuche y española en épocas
de Conquista, donde los habitantes mapuches de este asentamiento
fabricaban figuras de greda.
Desde entonces que esta técnica ha permanecido y sólo ha tenido
variaciones en el diseño de la loza.
Para su elaboración, los cultores deben poseer conocimientos vinculados
a su entorno y recursos naturales, puesto que las materias primas son
extraídas de diferentes zonas de la localidad.
La alfarería de Quinchamalí es parte de la identidad de los habitantes de
Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, para ellos este oficio es el elemento
más representativo del territorio.
Esto se refleja con la presencia de la guitarrera en diferentes espacios de
la localidad, pieza que a la vez es el ícono de la artesanía a nivel nacional.
Los cultores consideran que el trabajo con la greda es parte de su historia
familiar, la cual no debiese desaparecer, dado que detrás de cada pieza
hay un conocimiento heredado, y al morir una alfarera, con ella también
muere una pieza.
La alfarería es producto de la necesidad e ingenio del ser humano por
mejorar sus formas de alimentación, es así como a través del barro pudo
portar los alimentos y cocerlos.
Hoy, la alfarería de Quinchamalí es el mecanismo con el cual las
artesanas pueden representar a través de la greda, su cotidianeidad, los
elementos característicos de la vida campesina y todo aquello que forma
parte de su entono.
g) Problemáticas del PCI en el Contexto.
Como toda manifestación del PCI, la Artesanía en Greda de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, se ve
en constante peligro, debido a problemas sociales y culturales que amenazan su salvaguardia, como
también, se puede ver afectada por riesgos medioambientales, naturales y antrópicos, que afectan la
extracción y/o presencia de la materia prima, problemáticas que si no son detectadas en su magnitud
e impacto a corto y mediano plazo, pueden provocar que esta tradición se pierda, tanto así, su valor
12
social, cultural y económico, no solo para las familias que la practican, sino para la comuna, región,
país y el mundo entero.
En esto, se ha podido indagar sobre los riesgos a los cuales esta manifestación del PCI se ve afectada:
RIESGOS Y CONSECUENCIAS
RIESGOS
TIPOLOGÍA
Enfermedades
Provocadas por
el oficio
Desigual acceso
a los
mecanismos de
comercialización
RIESGOS
SOCIALES
Desconocimient
o del valor
monetario de las
piezas
Artesanas fuera
del sistema
previsional
Presencia del
Covid-19
(Turismo /
Salud)
EFECTO
El 78,9% de los alfareros/as dice sufrir algún tipo de enfermedad
producto del trabajo con la greda: problemas respiratorios,
enfermedades musculo - esqueléticas, problemas a la vista,
debido al esfuerzo focal que requiere esta práctica. El 71,4% de
las alfareras retiradas señala haber dejado de trabajar en la
greda producto del padecimiento de estas enfermedades.
El primero es a través de un intercambio monetario directo,
donde los cultores no necesitan de intermediarios para la venta
de la loza, excepto la intervención ocasional de otra persona en
el “dateo”. La alfarera puede recibir un pedido de un comprador
particular para la compra de piezas. El segundo mecanismo es
el indirecto, donde los cultores recurren a intermediarios para
vender sus productos. Se identifica una primera relación de
comercialización que está presente cuando el productor primario
aún no termina la pieza. No todos los cultores tienen el mismo
acceso para la comercialización de su loza y existe una alta
presencia de intermediarios. El tercer mecanismo indirecto se
produce cuando el productor primario termina la pieza. El cultor
vende sus productos terminados a un intermediario, el que
posteriormente revende los artículos a otros compradores,
particulares, empresas, etc. los que dispondrán de las piezas
según sus necesidades.
En este ámbito el riesgo que está presente en la comunidad es
el desigual acceso de las artesanas a los canales de
comercialización, debido a que un número reducido vende sus
piezas directamente al consumidor final, en espacios como ferias
o en sus hogares.
Los cultores fijan los precios de sus productos considerando el
tamaño y basándose en los precios que establecen otras
artesanas, produciéndose una estandarización del valor a través
de la regulación entre pares. Pero, estos valores pocas veces
consideran los costos de las materias primas, el transporte, el
total de horas trabajadas por los cultores y las pérdidas de piezas
durante el proceso de producción.
Gran parte de las artesanas manifiestan un sentimiento de
desamparo por parte de las instituciones (gubernamentales y no
gubernamentales) hacia la alfarería de Quinchamalí. Para las
nuevas generaciones, el ser hijo de alfarero, es una condición
que no les permite obtener ningún tipo de beneficio desde los
diferentes organismos. Además, las artesanas no reciben ningún
tipo de tratamiento adecuado para sus patologías, y tampoco no
reciben ningún tipo de pensión ni reconocimiento.
Desde marzo del 2020, al igual que otros sectores productivos y
turísticos, la producción de artesanía en greda disminuyó,
acrecentando las brechas y generando una sensación aún
mayor de desamparo para las artesanas, quienes al no tener
público al cual comercializar sus creaciones, el cese de ferias y
actividades expositivas y el desconocimiento del impacto de la
pandemia, generando que las y los artesanos, comenzaran a
buscar otros medios y formas de promover su tradición artesanal
13
Inexistencia de
un recambio
generacional
Jóvenes tienen
aspiraciones
laborales ajenas
a la artesanía
RIESGOS
SOCIALES
Cultores no
quieren que sus
hijos se
dediquen a la
alfarería
Baja rentabilidad
económica
Escasa
valoración social
RIESGOS
MEDIO
AMBIENT
ALES Y
SOCIO
Escasez de
materias primas
alfarera, sabiendo el riesgo que esto podía provocar en este
escenario de incertidumbres.
En lo que va del siglo XXI, sólo dos personas (de la zona alfarera)
han decidido dedicarse a la alfarería, cifra preocupante ya que
corresponde a la última generación de artesanas en Quinchamalí
que posee tales conocimientos. Sin embargo, los hijos de
cultores si poseen el conocimiento alfarero dado que este se
adquiere a través de la cotidianeidad del hogar. Los jóvenes han
decidido no dedicarse a la alfarería, y migran a las ciudades
aledañas, donde pueden acceder a diferentes ofertas
educaciones y/o laborales.
Producto de la reducida oferta educacional en Quinchamalí, los
jóvenes deben migrar a ciudades aledañas para poder asistir a
la educación media. Este proceso ocurre entre los 14 y 15 años.
Lo mismo ocurre con quienes quieran seguir en la educación
superior, ya que deben trasladarse a una ciudad donde exista la
posibilidad de acceder a ella. Los jóvenes prefieren seguir
estudiando y trabajar en algo que les ayude a tener una mejor
calidad de vida y no dedicarse a la alfarería, esto influenciado
por sus familias, quienes no quieren que sus hijos tomen la
decisión de ser alfareros. Ser alfareros no está dentro de sus
prioridades. Si alguna vez tuviesen que realizar esta actividad, lo
harían como pasatiempo, complementándolo con otro trabajo,
porque para ellos, dedicarse sólo a la alfarería, no es suficiente
para tener una buena calidad de vida.
Un aspecto interesante catastrado por los mismos cultores,
señala que son ellos mismos, los principales detractores de la
continuidad del oficio en sus familias. Las artesanas, son quienes
no quieren que sus hijos tomen la decisión de ser alfareros y les
inculcan que deben continuar sus estudios o buscar otras
fuentes laborales.
Los cultores indican que a pesar de que no quieren que sus hijos
sean alfareros, sí quieren que posean el conocimiento de la
técnica, porque es una herramienta que en algún momento de
sus vidas pueden llegar a utilizar.
Los cultores consideran que la alfarería es un oficio
complementario poco rentable, el cual solo les permite solventar
sus necesidades básicas. Por lo general, en las familias, uno de
los integrantes se dedica a trabajar la greda y el otro realiza una
actividad diferente, como la agricultura, carpintería o se
desempeñan como jornaleros, puesto que el exclusivo desarrollo
de la labor en greda posee poca rentabilidad.
El proceso de fabricación de loza requiere de un gran esfuerzo y
sacrificio, debido a que es un proceso lento, sucio y en cualquier
momento una pieza puede perder su utilidad ya que está
supeditado a las condiciones climáticas y ambientales. Del
mismo modo, el escaso reconocimiento social que reciben las
alfareras de Quinchamalí y las que habitan en Santa Cruz de
Cuca se ve aún más minusvalorado por la poca información
disponible sobre estas localidades a nivel nacional y el
desconocimiento sobre las particularidades de esta alfarería, de
la mano con la invisibilización del proceso de producción.
Las formas de obtención de las materias primas se han ido
transformado a través del tiempo. Hoy los cultores no tienen libre
acceso a las vetas de greda, producto de la privatización de los
terrenos donde estas se encuentran. Las complicaciones a la
hora de recolectar esta materia prima fundamental han hecho de
la compra la única opción para adquirirla.
14
AMBIENT
ALES
La escasez de terrenos destinados a la crianza de animales,
debido a la plantación de monocultivos en el sector, ha dificultado
el proceso de obtención de guano de vacuno y caballo.
Materias primas que en épocas anteriores eran recolectados por
los y las artesanas ahora deben ser comprados. El costo de un
saco de guano de vacuno es de $2.000, y un cultor al año
necesita en promedio 30 sacos. Un costo similar es el del guano
de caballo, el valor del saco es de $1.500 y un cultor necesita un
promedio anual de 7 sacos para teñir su loza. Todos los costos
asociados a la producción de loza, es decir, el precio de las
materias primas no es considerado por los cultores a la hora de
fijar los precios de sus productos.
Riesgos
antrópicos de
incendios
forestales
La amenaza de incendios forestales es un riesgo latente y que
se ha ido acrecentando estos últimos años, sobre todo por el
periodo de verano, donde, desde el año 2017, se ha ido
afectando focos de incendios de al menos 10 km. De distancia
de la localización de varios cultores, y, sobre todo, de ciertos
espacios desde donde se obtiene parte de la materia prima.
Los suelos, producto de este problema, quedan inutilizables por
muchos años, lo que impide trabajar en sus mismos sitios a los
artesanos.
Contaminación
ambiental
producto de la
Celulosa Arauco
Al oeste del río Itata, a 6 kilómetros de distancia de la localidad
de Quinchamalí, se encuentra la Termoeléctrica Nueva Aldea II
(Celulosa Arauco), la cual es la principal fuente de contaminación
ambiental de la zona, además de ser responsables de los
monocultivos que hay en la zona (los cuales afectan la tierra,
sobre todo en el periodo de incendios forestales).
La presencia de esta Termoeléctrica es un tema de controversia
entre los artesanos y habitantes de la zona, ya que la calidad de
vida se ha ido visto afectada, producto de los gases y
contaminación presente en el agua y suelo en la zona.
h) Alfarería del PCI Universal Declarada por la UNESCO.
Revisando las listas de PCI reconocidas por la UNESCO, que se vinculan a la alfarería y la cerámica,
hay alrededor de 9 experiencias que de una u otra manera, desde sus diferencias, se vinculan con
gran parte de los fundamentos que justifican la incorporación de la Alfarería en Greda de Quinchamalí
y Santa Cruz de Cuca, lo que hace pensar que esta dinámica tradicional de Ñuble, no está muy alejada
a lo que se puede reconocer alrededor del mundo y que ello, exige una validación y reconocimiento.
En este punto, se presenta alguna de estas experiencias, detallando los puntos en común que tienen
con el PCI descrito y contextualizado en este análisis.
EXPERIENCIAS DE ALFARERÍA PCI – UNESCO3
PCI
La técnica de
cocción
tradicional de
la cerámica
celadón de
Longquan
3
AÑO
PAÍS
DESCRIPCIÓN COMPARATIVA


2009
China

Posee una técnica de cocción tradicional que confiere
a ésta su vidriado característico.
Se transmite de generación en generación por
maestros artesanos o de padres a hijos.
Posee etapas sistematizadas para generar el vidriado,
aplicándolo a recipientes de cerámica de gres cocidos
y luego se recuece con arreglo a un ciclo de seis
Las listas del PCI y el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia. Link: https://ich.unesco.org/es/listas
15


Artesanía de la
terracota en el
Distrito de
Kgatleng
(Botswana)

2012
Botswana




La cerámica
artesanal de
Horezu
2012
Rumania



operaciones de cocción y enfriamiento en los que la
precisión de las temperaturas es primordial.
El color jade subyacente en la cerámica celadón es
fabricada por empresas familiares de Longquan hace
que los objetos realizados con esta técnica sean
apreciados como obras artísticas de calidad
excepcional que pueden servir también para usos
domésticos.
Es una tradición que se perpetua desde las mujeres
de la comunidad bakgatla ba kgafela, quienes
practican el arte de fabricación de la terracota
utilizando materias primas orgánicas, como la tierra
arcillosa, arenisca erosionada, óxido de hierro, boñiga
de vaca, agua, yerba y madera, para fabricar
recipientes de formas, motivos y estilos diferentes que
plasman los rituales y creencias ancestrales.
Tiene una dimensión espiritual, pues, cuando llega el
momento de recolectar la tierra, la maestra artesana
se sume en la meditación para comunicar con los
antepasados, a fin de que éstos la guíen al sitio mejor.
Es una labor que se ejecuta a mano completamente,
estirando las placas de pasta, modelando los
recipientes en forma redonda, cónica u oval desde su
base hasta el borde superior, y alisándolos con una
paleta de madera. Después de ser decorados, se
cuecen en un horno de pozo.
Las mujeres transmiten las técnicas artesanales de la
terracota a sus hijas y nietas mediante la observación
y la práctica. Sin embargo, este arte tradicional corre
peligro de extinción debido a la disminución del
número de maestras artesanas, los bajos precios de
los productos acabados y la intensificación del uso de
recipientes de producción de masa.
Es una cerámica que se fabrica a mano y es ilustrativa
de los conocimientos y técnicas artesanales de
múltiples generaciones.
La cadena productiva es mixta, pues, por regla
general, el proceso de fabricación se reparte entre
hombres y mujeres. Los hombres escogen y extraen
primero la arcilla, y luego la someten a operaciones de
limpieza, troceo, riego, amasado, pisoteo y mezcla,
hasta transformarla en una pasta a partir de la cual
obtienen una cerámica de color rojo. Los alfareros
modelan los objetos con los dedos, aplicando una
técnica que exige concentración, fuerza y agilidad.
Las mujeres ornamentan los objetos utilizando
técnicas e instrumentos específicos para trazar los
motivos tradicionales. Una vez ornamentados y
coloreados, los objetos se cuecen en los hornos.
Los alfareros utilizan instrumentos tradicionales:
mezcladoras para la limpieza de la tierra, tornos y
peines para el modelado; cuernos de vaca huecos y
palos rematados por un alambre para las
ornamentaciones; y hornos de leña para la cocción.
La transmisión de este elemento del patrimonio
cultural se efectúa en las familias de los artesanos y
en las alfarerías (de maestros a aprendices), y
también mediante las ferias y exposiciones.
16

Antiguo
método
georgiano de
vinificación
tradicional en
kvevris

2013
Georgia



El
procedimiento
de fabricación
de la cerámica
negra de
Bisalhães

2016
Portugal



La artesanía
tradicional de
la cerámica
''çini''

2016
Turquía

El “kvevri” es un envase de arcilla ovoide usado para
hacer fermentar el mosto y almacenar y añejar el vino.
Los conocimientos y las técnicas de la vinificación y
fabricación de los “kvevris” se transmiten por conducto
de las familias, vecinos y amigos que participan
conjuntamente en las faenas de la vendimia y la
vinificación. Observando a los adultos, los niños
aprenden a ocuparse de las viñas, a prensar la uva y
a fermentar el vino, y también se instruyen en la
recogida de arcilla y la fabricación y cocción de los
kvevris.
La tradición de la vinificación en “kvevris” es un
elemento definitorio del modo de vida de las
comunidades, indisolublemente unido a su identidad y
legado cultural.
La localidad de Bisalhães es el sitio de fabricación
tradicional de la cerámica negra.
Representada en el escudo de armas de este pueblo
y destinada a producir objetos culinarios y decorativos,
la alfarería tradicional constituye un elemento
importante de la identidad cultural de la comunidad.
El procedimiento de fabricación de la cerámica negra
comprende varias etapas. Primero se aplasta la arcilla
en un recipiente de piedra con un martillo de madera,
y luego se criba, se humedece, se amasa, se modela,
se define utilizando varios tipos de listones, se alisa
con cantos rodados, se decora con un palillo y se
cuece en un horno.
En cuanto a la cadena productiva, los hombres se
encargan de la preparación de la arcilla y las mujeres
asumen la tarea de realizar las decoraciones de las
piezas. Además, los alfareros ya no obtienen la arcilla
cavando la tierra, sino que se aprovisionan en las
fábricas de baldosas locales.
Transmitida casi exclusivamente entre personas
unidas por lazos de parentesco, la viabilidad de esta
práctica cultural se ve amenazada por la disminución
del número de sus depositarios, la falta de interés de
las nuevas generaciones y la fuerte demanda de
productos de serie industriales.
En Turquía reciben el nombre de çini los azulejos y
objetos de cerámica con motivos multicolores que se
encuentran por todo el país, tanto en las fachadas
como en el interior de las casas.
La fabricación de la cerámica çini es sistémica,
requiere las siguientes operaciones: en primer lugar
modelar la arcilla, darle un primer revestimiento,
secarla y cocerla en hornos especiales; en segundo
lugar trazar los motivos inspirados en creencias o
costumbres locales, perforándolos primero en papel y
aplicándolos luego con polvo de carbón a la superficie
de las piezas; en tercer lugar dibujar los contornos de
los motivos a mano y aplicar los colores; y por último
esmaltar los objetos y volverlos a cocer.
En los talleres de fabricación de cerámica çini trabajan
aprendices, artesanos y contramaestres. Cada
artesano realiza una tarea distinta: modelar, decorar,
colorear, pulimentar, aplicar, barnizar o cocer las
piezas.
17



Conocimientos
y técnicas de
alfarería de las
mujeres de
Sejnane

2019
Túnez


Procesos
artesanales
para la
elaboración de
la Talavera de
Puebla y
Tlaxcala
(México) y de
la cerámica de
Talavera de la
Reina y El
Puente del
Arzobispo
(España)


2019
México y
España


El arte tradicional de la cerámica çini no se
circunscribe a los talleres de fabricación, ya que
también se practica en hogares, escuelas públicas,
centros de formación profesional y universidades de
todo el país. La edad, el género o el origen étnico no
impiden en modo alguno adquirir, compartir y
transmitir las técnicas y conocimientos relacionados
con esta práctica cultural.
Los conocimientos y competencias de las mujeres de
Sejnane en materia de alfarería se plasman en el uso
de una técnica específica de fabricación de objetos de
barro cocido para el hogar, como utensilios de cocina,
muñecos y figuritas de animales inspiradas en el
medio ambiente circundante.
Las mujeres ocupan una posición muy destacada en
el seno de la comunidad local, ya que solamente ellas
son las que asumen la realización de todas las etapas
de producción de esos objetos, así como la venta de
éstos en el pueblo o en las carreteras próximas.
Después de extraer la arcilla de los lechos secos de
ramblas, la trocean, trituran, depuran y remojan antes
de amasarla para modelar los objetos y cocerlos. Una
vez cocidas, las cerámicas se decoran con motivos
geométricos bicolores que evocan los usados en los
tatuajes y tejidos bereberes tradicionales.
Para afrontar la evolución de la sociedad y la
economía, las mujeres de Sejnane han adaptado su
producción artesanal a los imperativos de la vida
moderna y las fluctuaciones de la demanda,
demostrando así su capacidad de innovación.
Los conocimientos y competencias prácticas de este
elemento del patrimonio cultural se transmiten
mediante una enseñanza tradicional e informal en el
seno de las familias, que alientan a sus hijas al
aprendizaje del arte de fabricar objetos de barro
cocido compaginándolo con su escolaridad.
En las ciudades mexicanas de Puebla y Tlaxcala, así
como en las localidades españolas de Talavera de la
Reina y El Puente del Arzobispo, hay comunidades de
artesanos que fabrican con métodos tradicionales
objetos de cerámica de estilo talaverano para usos
domésticos, decorativos y arquitectónicos.
Los procedimientos de fabricación, decoración y
esmaltado de este tipo de cerámica siguen siendo
artesanales e idénticos a los practicados en el siglo
XVI.
Los conocimientos teóricos y prácticos relacionados
con este elemento del patrimonio cultural vivo abarcan
la preparación de la arcilla, su modelación con un
torno o un molde, la ornamentación de la pieza
modelada, la preparación de los pigmentos y el
esmalte y la cocción en el horno, operaciones todas
ellas que exigen una gran destreza.
Algunos alfareros y ceramistas realizan todas las
etapas de la fabricación y otros se especializan en
algunas tareas específicas. En su mayoría, los
depositarios de los conocimientos relativos a esta
fabricación artesanal –incluidos los relativos a la
extracción de la materia prima, el procesamiento de
18


La cerámica
pintada
tradicional de
Kosiv
2019
Ucrania





La fabricación
de cerámica
con torno
manual en la
aldea de
Zlakussa


2020
Serbia


los materiales, la decoración y las técnicas de
cocción– son maestros alfareros y ceramistas que han
adquirido sus competencias con el correr del tiempo y
las han transmitido oralmente a las jóvenes
generaciones, ya sea en sus talleres o en el seno de
sus familias.
El arte tradicional de fabricación de la cerámica
pintada de la localidad de Kosiv data del siglo XVIII y
alcanzó su apogeo a mediados del siglo XIX.
La materia prima utilizada para los productos –vajillas,
objetos ceremoniales, juguetes y baldosas– es una
arcilla local grisácea. Una vez moldeadas con ella, las
piezas se recubren con otra arcilla de color blanco y
textura cremosa. Luego, cuando se han secado los
objetos, se rasca su superficie con una varilla metálica
para crear el contorno de los dibujos y se procede a
pintarlos con óxidos metálicos.
La principal característica de las cerámicas de Kosiv
es el estilo figurativo de sus ornamentaciones
ilustrativas de la vida, historia, creencias, tradiciones y
costumbres de los montañeses hutsules, así como de
la fauna y la flora del territorio en que viven.
Los objetos fabricados poseen un valor artístico y
también práctico, ya que se utilizan en la vida diaria.
Los maestros ceramistas trabajan en pequeños
talleres artesanales o caseros y su oficio constituye
para ellos una seña de identidad y pertenencia
comunitarias.
La alfarería con torno manual de Zlakusa es una
actividad artesanal tradicional que requiere poseer las
técnicas y conocimientos necesarios para producir
recipientes de cerámica sin esmalte destinados a
cocer alimentos.
Usadas en hogares y restaurantes de toda Serbia,
estas cerámicas se fabrican con arcilla y calcita en
tornos accionados exclusivamente a mano.
Desde la preparación de la pasta de arcilla hasta la
cocción, pasando por las operaciones de torneado,
decoración, acabado y secado, el proceso de
fabricación suele durar entre seis y días.
Los recipientes terminados se decoran con motivos
geométricos realizados con instrumentos de madera o
metal y a algunos de ellos se les añaden asas.
La transmisión de las técnicas y conocimientos
relacionados con este elemento del patrimonio cultural
se efectúa mediante una participación directa en el
trabajo de los artesanos experimentados de la
comunidad. Otros modos de transmisión importantes
son las demostraciones organizadas durante el
Festival de Zlakusa y los cursos impartidos en la
Escuela de Arte de Užice.
Los objetos de alfarería de Zlakusa se exhiben a
menudo en ferias y festivales de toda Serbia y se
suelen usar en las comunidades y familias cuando
celebran eventos importantes.
Al revisar el listado de estas experiencias que figuran en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, llama la atención que la alfarería latinoamericana,
19
arraigada en el seno de diferentes pueblos originarios, como también, en las localidades campesinas,
no figuren como oficiales.
6. LINEA DE DESARROLLO PATRIMONIAL
c) Acciones Protectoras Instauradas.
Sello Origen
Durante estos últimos 7 años, la comunidad de Quinchamalí ha realizado diferentes actividades con el
objetivo de salvaguardar la manifestación cultural propia de la localidad. Dentro de estas actividades
se encuentran los talleres de greda, realizados en la Escuela Básica F-249 Quinchamalí, estos a cargo
principalmente, de la alfarera Marcela Rodríguez, quien comenzó ejecutando esta actividad por
iniciativa propia con el fin de transmitir sus conocimientos a los niños y niñas de kinder a 8° básico, que
estudian en el establecimiento. Complementariamente, la escuela cumple un rol fundamental en la
valoración social de la alfarería, ya que dentro de sus dependencias existe evidencia de murales y
representaciones de figuras de greda. Aún así, dentro de la localidad no existe algún espacio
museológico sobre la dinámica artesanal alfarera, y lo más próximo a ella, son las Ferias de la Greda
que se hacen anualmente, al menos unas 2 veces al año, donde se comercializan productos, con una
labor de marketing dentro de la comuna de Chillán, donde la comunidad ñublensina se moviliza a
Quinchamalí a conocer sobre esta la tradición alfarera, conocer a las cultoras y comprar sus artesanías,
lo cual no es suficiente, ya que al resto del año, el momento expositivo concluye y no se expone más
del tema, al menos en Chillán.
Otra de las acciones desarrolladas por la comunidad fue el proceso de postulación para obtener la
Denominación de Origen, el que estuvo encabezado por Mónica Venegas, presidenta de la Unión de
artesanos Quinchamalí. Gracias este proceso, el año 2014, INAPI otorgó la Denominación de Origen
a la alfarería de Quinchamalí, un gran paso para validar la tradición alfarera, al menos dentro del
escenario nacional, reconociendo que esta expresión del PCI es importante y las dinámicas simbólicas
y tangibles que allí se den, también.
Desde el Estado se han ido iniciado progresivamente, un proceso de intervención en la localidad,
destacándose acciones por diferentes instituciones, entre ellas se encuentran las siguientes:
Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio:

Reconocimiento Tesoros Humanos Vivos otorgado el año 2014, el cual es un programa
ejecutado desde el año 2009, en concordancia con la UNESCO, que reconoce a destacados
cultores de artes y oficios tradicionales, con el fin de salvaguardar el patrimonio cultural en
Chile, siendo este el único país de Latinoamérica en aplicarlo.
20



Programa Portadores de Tradición, año 2015.
Catastro e investigación etnográfica “Situación actual de la alfarería en las localidades de
Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca”, 2015.
Expediente de postulación para el Inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial en Chile, desde
el año 2017 a la fecha.
Ilustre Municipalidad de Chillán, por medio de la Unidad de Patrimonio:




Celebración Anual del día del Patrimonio año, desde el año 2014 a la fecha.
Postulación Tesoros Humanos Vivos 2014
Catastro e investigación etnográfica “Situación actual de la alfarería en las localidades de
Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca”, 2015
Ferias Productivas de Quinchamalí, organizada en conjunto con las asociaciones de artesanos
de la greda.
Ministerio de Vivienda y Urbanismo:


Intervención del programa Quiero mi Barrio, desde el año 2015 a la fecha.
Celebración día del Patrimonio en Quinchamalí 2015, Organizado por Unidad de Patrimonio,
de la Municipalidad de Chillán.
Entre otras medidas más evidentes que se han hecho a la fecha.
d) Medidas de Salvaguardia Propuestas desde la Gestión.
Reconociendo todo el
escenario que envuelve la
tradición artesanal de la
Alfarería en Greda de
Quinchamalí y Santa Cruz
de Cuca, y al ser gestora
cultural y artista visual de
Ñuble, en donde he crecido
vinculada
directa
e
indirectamente
con
la
influencia cultural que la
greda le aporta a mi
territorio, me he podido
percatar que gran parte del
trabajo que se vincula a las
problemáticas, tiene que
ver con el factor cultural,
donde
por
un
lado,
artesanas y cultores en
general, no le dan la
importancia que tiene a su
práctica, y por otro lado, en
la comuna de Chillán, de la
cual soy originaria, no hay
planes formativos y/o de
cultura en general que nos permitan conocer este aspecto del PCI, más allá del que podemos adquirir
al visitar la localidad, algo que el ciudadano común y corriente no hace y hasta, desconoce.
21
En este sentido, se quiere aportar una medida de salvaguardia que aporte específicamente en el
aspecto de “mediación cultural”, incorporando los pasos que la UNESCO define para revitalizar el
patrimonio cultural inmaterial, los cuales tienen que ver con: la transmisión intergeneracional, el
desarrollo de intervenciones y acciones culturales, y por último la difusión intercultural, agrupando en
ello, propuestas que abarcan integralmente la salvaguardia del PCI, uniendo ello con mi disciplina de
artista urbana.

Transmisión Intergeneracional e Investigación: Se ha de convocar a 16 artistas urbanos, con
experiencia en la Investigación Acción Participativa, más un equipo social, y en vinculación con
la Unión de Artesanos en Greda de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, se hará un
levantamiento de información sobre los 16 pasos que consta el proceso de creación de la
alfarería en greda, en el territorio, registrando en ello conversaciones, dinámicas de
intercambio simbólico de saberes entre el equipo y artesanos, para luego, con su debida
autorización, se proceda hacer registro fotográfico y audiovisual de este proceso, para
identificar cada etapa como parte de una sinergia creativa única, que debe ser mediada con
las comunidades.
Luego de este proceso de investigación y acercamiento a las comunidades, cada artista urbano
presentará una propuesta gráfica (diseño y/o boceto análogo o digital), sobre cada una de las
etapas, la cual será presentada a las artesanas y cultores, para un proceso de observación,
sugerencias, rechazo y/o aprobación de ellas, para la segunda etapa de trabajo de
revitalización. Este proceso debe realizarse en al menos 6 meses, presencialmente en
Quinchamalí.

Promoción de Acciones Artísticas y Culturales: Partiendo de la premisa que la mediación hay
que hacerla al público de Chillán, que es quien desconoce y/o no pone en valor lo que ocurre
en Quinchamalí y en Santa Cruz de Cuca, y es en esta comuna donde lo que ocurre allí debe
ser parte del interaccionismo simbólico y patrimonial de sus habitantes, se generan 16
intervenciones artísticas urbanas en alguna macrozona de la comuna, como puede ser una
villa y/o población, donde la o las JJVV estén comprometidas con el fin de este plan de gestión
y con las necesidades de los artistas, pintando 16 murales que retraten y representen cada
una de las 16 etapas de creación de esta tradición alfarera local, con la finalidad que los
habitantes: niños, adultos y ancianos, puedan hacer un recorrido en ella, a modo de galería
abierta y permanente, conociendo cada una de las etapas, la labor de los cultores en cada una
de ellas (cadena productiva), herramientas y simbología, con tal que dicho estímulo visual sea
aprendido y recorrido, para, además de generar curiosidad, el habitante común y corriente
aprenda de este proceso, del cómo se vinculan los valores familiares, tradicionales y la historia
de nuestra comuna, en la creación de esta
alfarería única en el mundo. En este proceso
creativo, los artistas comprometidos, deberán,
además, entregar el diseño de lo que se pintará
vectorizado en blanco y negro, y generar la
misma obra muralística, en un formato más
pequeño (cuadro), el cual será destinado para
otro tipo de acercamiento, con el público que no
está interesado en recorrer in situ las obras. Este
proceso debe realizarse en al menos 6 meses,
presencialmente dentro de la comuna de
Chillán.

Difusión y Valorización del PCI: Con las obras generadas, el equipo generará diferentes
soportes gráficos y digitales que servirán para mediar el proceso de manufactura artesanal de
manera permanente, destacándose entre ellos:
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Libro para colorear para niñ@s: Con los diseños y propuestas visuales generadas por
los artistas urbanos, se confeccionan libros para colorear, destinados para niñ@s en
edades de 4 a 10 años de edad, relatándoles gráficamente el proceso de creación de
la greda y alfarería tradicional, despertando en ellos la curiosidad para aprender de
esta dinámica e incorporen en su inconsciente, el proceso productivo de la misma.
Tours Permanentes de Arte Urbano Alfarería en Greda de Quinchamalí y Santa Cruz
de Cuca: Con la colaboración de la o las JJVV que dispondrán de los espacios para la
generación de las intervenciones artísticas urbanas, se capacita a jóvenes y adultos,
para recibir visitantes de manera permanente, que quieran recorrer los 16 murales y
aprender del proceso productivo de la greda, reconociendo el trabajo muralístico de
los artistas y lo que evocará cada uno de los murales que sean parte del circuito.
Importante hay que destacar, que, al ser murales, estarán siempre disponibles para la
visita, registro fotográfico y/o audiovisual de los visitantes y/o turistas.
Catálogo de Obra Visual en formato físico y digital: Con las fotografías y videos
generados dentro del plan de gestión, se genera un catálogo de obra, presentándose
parte del trabajo de investigación, el proceso de creación de las intervenciones
artísticas urbanas, el resultado final y la indicación de cada proceso productivo, con tal
que los lectores, tanto del catálogo en físico, o digital (por medio de una página web),
aprendan tal como el equipo de artistas, lo que se ha de representar y la importancia
de esta cadena, para el resultado final de la alfarería en greda.
Exposición Proceso Productivo Alfarería en Greda de Quinchamalí y Santa Cruz de
Cuca: Cada artista, además de pintar la obra en gran formato, hará una replica de ella
en un formato más pequeño (tela), para ser expuesta en los principales centros
culturales de la comuna de Chillán, y, además, dentro de la localidad de Quinchamalí.
Esta exposición de carácter itinerante permitirá un acercamiento más íntimo a la
experiencia de mediación, entre el resultado final, artista y públicos.
Donación de Obra a organizaciones de artesanos y alfareros de Quinchamalí y Santa
Cruz de Cuca: Las 16 obras generadas en tela, serán donadas por sus creadores a
las organizaciones de artesanos y alfareros de la greda, quienes dispondrán de ellas
para exposición y/o comercialización, con tal de que se pueda hacer uso de ellas de
la manera que más lo considere adecuado las artesanas y cultores, al finalizar el
proceso del plan de gestión.
Reconocimiento a Artesanas y Cultores Colaboradores: En una ceremonia de cierre
del plan de gestión, se hará un reconocimiento a las artesanas y cultores que hayan
colaborado en esta experiencia de mediación, destinando a ellos la autorización
intelectual del uso de la imagen de las intervenciones artísticas urbanas realizadas,
como forma de reconocer la importancia de la labor productiva y así ellos también,
vean valorizado, al menos en un aspecto artístico, la labor realizada que es única y
aporta identidad dentro de la región de Ñuble y el país entero.
Vinculación con Unidad de Patrimonio y Departamento de Turismo de la Municipalidad
de Chillán, para activar procesos de mediación: Nada de estas acciones de mediación
serán efectivas, sin un trabajo mancomunado entre artistas, organizaciones y
entidades municipales que deben velar por este tipo de iniciativas, es por ello que se
trabajará parcialmente con ellos para activar procesos de sustentabilidad del plan de
gestión, que trasciendan la ejecución de éste, a lo largo del tiempo, vinculando a los
artistas, a las comunidades y cultores de la greda de Quinchamalí y Santa Cruz de
Cuca.
Este proceso debe realizarse en al menos 12 meses de ejecución.
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