Subido por luis arellano

investigacion abitraje

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El arbitraje es una de las formas más antiguas utilizadas para resolver
conflictos y tuvo una notable difusión en el mundo antiguo, en especial
en el marco territorial griego y romano. Surge cuando las partes
renuncian al uso de la fuerza y deciden someter la disputa a la
decisión de un tercero o terceros elegidos. Es un modo de solución de
controversias que ofrece el ordenamiento jurídico, que se encuentra
en constante evolución y perfeccionamiento, para que las partes
basadas en el principio de la autonomía de la voluntad, puedan excluir
respecto de ciertos casos la jurisdicción judicial y nombrar a terceros
denominados árbitros, con el fin de que de manera independiente e
imparcial resuelvan el conflicto dictando un laudo que las partes
cumplirán voluntariamente, o en caso contrario se lleve a cabo una
ejecución judicial.
II. NOCIONES FUNDAMENTALES SOBRE ARBITRAJE
INTERNACIONAL
El arbitraje internacional nace para proteger básicamente intereses
privados, con la finalidad de resolver problemas del comercio
internacional, específicamente los derivados de la clásica contratación
de compraventa internacional de mercaderías. Pero en su evolución,
el arbitraje internacional está referido no sólo al tránsito de
mercaderías sino también al tránsito de capitales a través de las
fronteras, relacionándose así con las inversiones extranjeras.
Este mecanismo brinda a las partes la posibilidad de designar a un
especialista en la materia objeto del conflicto, independiente e
imparcial, quien resolverá la controversia a través de un laudo que
tiene la misma fuerza legal que una sentencia judicial,2 con la ventaja
de ser una decisión mediante la cual siempre se resuelve el fondo del
asunto y pocas veces se dedica a cuestiones de mero procedimiento.
La resolución alternativa de controversias a través del arbitraje no sólo
requiere de la autonomía de la voluntad de las partes, sino también del
reconocimiento del legislador nacional e internacional, quienes
convalidan el carácter obligatorio y definitivo de los laudos arbitrales,
2. Naturaleza jurídica
El desarrollo doctrinario del arbitraje ha generado un debate en torno a
su naturaleza jurídica, el cual podemos resumir fundamentalmente en
dos corrientes: la jurisdiccionalista y la contractualista. Por una parte,
los jurisdiccionalistas sostienen que el arbitraje es un proceso y el
árbitro es un juez, por lo que se considera como una institución
procesal. Se objeta a este criterio que mientras en todo proceso hay
una pretensión y una oposición, y un demandante y un demandado, en
el arbitraje lo que hay es un thema decidendi, los árbitros tienen
jurisdicción y son obligatorias sus decisiones porque así las partes lo
han querido.
El árbitro puede ser una persona física (árbitro único) o una institución
(centro arbitral), al cual las partes concurren directamente a fin de que
se expida una decisión definitiva con relación al conflicto que someten
a su consideración. De tal manera que el arbitraje puede ser ad hoc o
institucional. El arbitraje ad hoc se fundamenta en la cláusula
contractual o compromiso en la cual se regula detalladamente las
condiciones del arbitraje, ¿ A diferencia de un arbitraje institucional,
es aquel proceso cuya administración y desarrollo no ha sido
encomendado a una institución arbitral, sino que es conducido a
voluntad de las partes, quienes en concurrencia de los árbitros, fijan
sus propias reglas..
El arbitraje institucional es aquel que se realiza a través de centros
permanentes de arbitraje, los cuales son organizaciones que han ido
creándose en forma paralela a la normativa convencional en materia
de arbitraje.
La sede del arbitraje es el lugar geográfico elegido por las partes, el
cual determinará la ley aplicable a la solución, en defecto de elección,
a propósito de la cual el árbitro o los árbitros han recibido la misión de
expedir su decisión. De su ubicación dependerá la jurisdicción del
Estado que deberá intervenir en caso de dificultad en la designación
de árbitros, y también la que deberá conocer los posibles recursos
contra el laudo. Aún cuando el proceso se desarrolle o el laudo se
dicte fuera de la sede establecida por las partes.
Si el arbitraje proviene de un acuerdo de voluntades o de una
disposición de la ley, se distingue el arbitraje voluntario o el forzoso.
Arbitraje voluntario
En el arbitraje voluntario las partes libremente y en ejercicio de la
autonomía de su voluntad deciden someter al arbitraje cualquier
controversia sobre derechos disponibles, respetando el orden público
nacional e internacional.
Arbitraje forzoso
En cambio, en el arbitraje forzoso es el legislador quien confiere
legitimación al árbitro por la naturaleza y características de
determinados casos, apartando esa situación a la sujeción de los
tribunales ordinarios.
b) Conforme al modo de actuación de los árbitros,
Arbitraje de derecho
Los árbitros de derecho o árbitros iuris actúan sujetándose a las
formas impuestas por la ley y su decisión será conforme al derecho
positivo.
Arbitraje libre o Ad-Hoc
En el arbitraje libre o ad-hoc no existe una institución que administre el
procedimiento, las partes se ponen de acuerdo en las reglas a las
cuales se sujetará el tribunal arbitral y las partes.
En el arbitraje ad-hoc (o no administrado), la carga de manejar el
procedimiento arbitral recae exclusivamente en las partes y, una vez
nombrados, en los árbitros. Las partes pueden facilitar su labor
seleccionando un reglamento diseñado para ser utilizado en arbitrajes
ad hoc.
Arbitraje Institucional
El arbitraje institucional es elegido mayoritariamente, implica una
entidad nominadora que organiza y administra el trámite y presta una
serie de servicios para que el conflicto se resuelva con mayor eficacia.
Arbitraje comercial internacional
En principio, el arbitraje es internacional cuando hay elementos que
trascienden la soberanía de un Estado, ya sea por los sujetos
intervinientes, por el domicilio o residencia de los sujetos, por el
asiento de los negocios, por el lugar de la prestación del objeto o por
el derecho aplicable.
En aquellos casos en que las partes tienen sede o domicilio en
diferentes Estados, o cuando la controversia es objetivamente
multinacional, es decir con elementos de contacto objetivos con
diferentes sistemas jurídicos , el arbitraje es el medio idóneo para
resolver los conflictos de transacciones comerciales internacionales.
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