Subido por Victor Mayorga

Apuntes-Roles-y-mitos-Carreras-2014

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Apuntes. ROLES, REGLAS Y MITOS FAMILIARES
Anabel Carreras
Índice
Introducción
1. Roles y familia



Función de los roles en la interacción familiar
Reciprocidad entre los diferentes roles
Importancia de lo transgeneracional en la internalización de
roles
2. Las reglas como forma de relación en la estructura familiar


Tipos de reglas
Reglas funcionales vs. reglas disfuncionales
3. Mitos familiares: aspectos teóricos y terapéuticos





Características de los mitos familiares
Tipos de mitos
Función de los mitos
La trama invisible de la lealtad
Los mitos en terapia
Introducción
Cada persona, cada familia, cada grupo social es una caja de sorpresas.
Nunca se puede saber con seguridad qué van a decir, cómo van a reaccionar,
en qué sentido van a evolucionar. Y es que los seres humanos nunca dejamos
de sorprendernos mutuamente. Sin embargo, tampoco podemos afirmar que
nuestra manera de relacionarnos sea básicamente imprevisible. Por ejemplo, si
prestamos atención a las interacciones que se dan en el seno de una familia,
podremos fácilmente comprobar que las relaciones entre sus miembros no son
aleatorias. Por el contrario, se establecen relaciones en las que las secuencias,
a menudo implícitas o incluso no reconocidas, son esencialmente previsibles.
Es decir, las transacciones familiares se inscriben en un guión preorganizado
que constituye la estructura familiar.
Pero... ¿cómo se generan y mantienen estos guiones? Minuchin propone que
las pautas transaccionales en el seno de una familia son mantenidas por dos
sistemas que presionan en la estructuración de una familia. El primero de estos
sistemas es general y comprende las leyes universales que rigen la
organización familiar. Tienen que ver con las interdependencias en la pareja –
conyugalidad- o definen las jerarquías entre padres e hijos –parentalidad-. Por
Apuntes. Roles, reglas y mitos familiares
Anabel Carreras
ejemplo, una de estas reglas puede ser “debe existir una jerarquía de poder en
la que los padres y los hijos poseen diferentes niveles de autoridad”. El
segundo sistema es específico de cada familia, y engloba las expectativas
mutuas de los miembros de la familia en relación con tal o cual modo de
intercambio emocional particular. Un ejemplo podría ser “en navidades toda la
familia se reúne para decorar el árbol de navidad”. El origen de estas
expectativas puede remontarse tiempos inmemoriales, o incluso provenir de la
familia de origen de un miembro de la pareja, y se han ido asentando –implícita
o explícitamente- a lo largo de pequeños acontecimientos cotidianos. Pero las
pautas permanecen –como un piloto automático- en relación con una
acomodación mutua y con una eficacia funcional.
Dedicamos este tema a tres conceptos relacionados con la organización de las
interacciones familiares: los roles, las reglas y los mitos familiares. Todos ellos
participan en el mantenimiento de la estructura familiar, en su organización, en
la constitución de un sentimiento de pertenencia familiar. Todos ellos hacen de
la familia un lugar conocido, donde tienen sentido las conductas de sus
miembros, donde se pueden anticipar los acontecimientos.
1. Roles y familia
Empezamos con el concepto de rol familiar. Con él nos referimos a la totalidad
de expectativas y normas que la familia tiene con respecto a la posición y
conducta de un miembro del grupo, en una situación o contexto dados.
La familia, mediante procesos de interacción, va asignando roles a sus
diferentes miembros. Estos roles, según las investigaciones transculturales, se
pueden situar en dos ejes


El eje del poder. Cada rol puede ubicarse en un continuum de poder vs.
no-poder
El eje instrumental vs. socioemocional. En las familias se suele dar una
especialización de roles. Unos de ellos tienden más a lo instrumental, y
otros se especializan en el campo socioemocional.
En la vida cotidiana, los miembros de la familia pueden desempeñar su rol de
manera claramente percibida por todos y flexible; o de manera estereotipada,
rígida, escondida o incluso negada. Por ejemplo, un rol clásico que aparece en
numerosas familias es el de la oveja negra. En algunas familias este rol puede
ser muy evidente para todos los miembros e incluso la persona se
autoproclama a sí mismo en su rol y se comporta de manera que reafirma su
posición. Pero en otras familias este mismo rol puede ser designado de manera
mucho más sutil, sin expresarse abiertamente, pero influyendo fuertemente en
las relaciones.
Los roles en la interacción familiar
En una familia funcional los roles organizan las interacciones familiares, y
dotan de sentido las conductas de sus miembros. Sin embargo, el peso de los
roles no ha de ahogar a las personas y encorsetarlas en una única dinámica
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Apuntes. Roles, reglas y mitos familiares
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relacional. Las familias funcionales son lo suficientemente flexibles como para
permitir que los roles se intercambien en función de las necesidades familiares
e individuales. Además, en función de las situaciones, se permite a un mismo
miembro jugar varios roles diferentes. Por ejemplo, aunque en una familia la
madre tenga el rol de cuidadora, la familia puede permitir que en determinadas
circunstancias un hermano o una hermana pueda asumir este rol. Otro ejemplo
podría ser un padre que ejerciera un rol de persona autoritaria, que toma las
decisiones en la familia, pero que en determinadas ocasiones pueda
comportarse de forma cercana y cálida con el resto de los miembros.
Si analizamos los roles relacionados con la parentalidad, podemos decir que en
las familias funcionales la toma de decisiones se comparte entre los padres –
cada uno en las competencias que hayan negociado-. Y mientras que los niños
necesitan control y supervisión, están sometidos a la autoridad de los padres.
Progresivamente, los padres les van reconociendo competencias. Se ve que en
estas familias los padres forman una alianza claramente reconocida y deben
guardar una posición jerárquicamente superior. El rol parental funcional se
basa en la necesidad de que los padres se ajusten a las etapas sucesivas del
desarrollo del niño, aceptando una redefinición periódica de las relaciones
padres-hijos. De esta manera, se trata de mantener un equilibrio dinámico en el
sistema familiar.
En las familias disfuncionales se suele encontrar una mayor rigidez en el
reparto y en el mantenimiento de los roles, como consecuencia de procesos de
desarrollo prolongados o tardíos y la frustración del cambio necesario. Los
roles no evolucionan con el tiempo y se convierten en anacrónicos, impidiendo
a los miembros de la familia adaptarse a las nuevas circunstancias. Por
ejemplo, un chico que tuvo el rol de irresponsable en su juventud tendrá
problemas si no cambia o no le dejan cambiar de rol al convertirse en padre.
En ocasiones, la asignación de un rol a un miembro de la familia es tan rígida
que conlleva una fuerte invasión de su personalidad. Y es que en las familias
se pueden construir personas “torpes”, “rencorosas”, “egocéntricas” y toda una
gama de atributos de los que es difícil escapar.
Dos roles disfuncionales muy analizados en el campo de la terapia familiar son
el del hijo parentificado o el del chivo expiatorio. Veamos brevemente cada uno
de ellos.
Hijo parentificado. En algunas familias disfuncionales se puede encontrar que
se ha otorgado a los hijos –de manera encubierta- una posición demasiado
elevada en la toma de decisiones familiares. De esta manera, los hijos tienen
un rol que supera sus competencias e incluso se podría decir que estos niños
ocupan un rol de padre de sus propios padres, o de padre de sus hermanos.
Esta función no es en sí misma dañina. Pero sí lo es cuando se convierte en un
rol escondido, duradero e inapropiado para las competencias del niño. Por
ejemplo, en familias en las que falta uno de los cónyuges o en que la relación
de la pareja está muy perturbada, un hijo puede funcionar como “cónyuge
sustituto”.
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Apuntes. Roles, reglas y mitos familiares
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El chivo expiatorio. Las familias con grandes problemas designan a menudo
un chivo expiatorio, que se encarga de asumir gran parte de los males de la
familia. Por lo general, esta persona designada para servir de chivo expiatorio
es un hijo. En la generación y mantenimiento del rol del chivo expiatorio, giran y
participan sutilmente otros miembros familiares.
Reciprocidad entre los diferentes roles
De lo dicho hasta el momento, podemos resumir que la familia es un
subsistema social en el cual determinados miembros asumen ciertos roles con
respecto a los demás. Estos roles se generan y se mantienen a través de
feedbaks; es decir, a través de las dinámicas de carácter complementario y
recíproco que las propias familias generan. Una persona a la que se le atribuye
determinado rol suele verse coaccionada a comportarse de una manera que
concuerde con el rol que se le ha asignado, lo cual confirma la “validez” de la
atribución original. Por ejemplo, si un hermano tiene el rol de “responsable”,
toda la familia va a anticipar que ante determinada circunstancia se comportará
de manera responsable. La presión del resto de los miembros familiares y su
interiorización del rol harán que efectivamente se comporte de manera
responsable, lo que validará su rol y todo el mundo esperará el mismo tipo de
conducta en el futuro.
Los roles familiares se desarrollan esencialmente en el seno de procesos de
diferenciación correlacionales. Es decir, los comportamientos de dos miembros
de la familia se ajustan mutuamente, de manera que, en cuanto uno pone en
juego ciertos aspectos de su persona, el otro se ajusta con un aspecto
complementario. Por ejemplo, cuando una madre adopta una actitud de
“supermamá” que se hace cargo de todo el funcionamiento familiar y de la
educación de los hijos, el marido puede adoptar una posición secundaria en
esta área, centrándose en otros ámbitos de su vida. Un ejemplo clásico podría
ser una mayor inversión en su promoción profesional.
En una familia que funciona bien, la complementariedad se traducirá en un
buen trabajo en equipo. Todos saben qué se espera de ellos y qué pueden
esperar de los demás. Dotan a las interacciones de una estructura en la que
pueden anticipar cómodamente lo que va a ocurrir. El problema, tal y como
hemos visto anteriormente, se genera cuando cambian las circunstancias y un
miembro de la familia quiere o necesita cambiar de rol, pero el sistema familiar
es tan rígido y ejerce tal presión que no le deja cambiar. Por ejemplo, podemos
encontrar esta situación en algunas mujeres que tras años dedicándose a la
educación de los hijos y el mantenimiento de la casa, quieren reincorporarse al
mundo laboral. Estas situaciones implican una reestructuración en el equilibro
encontrado mujer-marido y madre-hijos. Si el resto de los miembros de la
familia no están dispuestos a cambiar parte de sus roles, y consecuentemente
sus expectativas respecto a la esposa/madre, estas mujeres encontrarán
muchos obstáculos para lograr sus objetivos y cambiar su rol de “ama de casa”
al de “mujer trabajadora”.
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Apuntes. Roles, reglas y mitos familiares
Anabel Carreras
Importancia de lo transgeneracional en la internalización de roles
Transmisión transgeneracional es un concepto que hace referencia a cómo el
pasado puede influir en el presente en una familia. Hace referencia a la
repetición transgeneracional de pautas relacionales. Por ejemplo, se ve cómo
en determinadas familias se repiten pautas relacionales como “las mujeres que
han vivido en familias violentas se casan con maridos violentos” o “en esta
familia las mujeres son las que llevan la voz cantante”. Incluso en algunas
corrientes de la terapia familiar –como las teorías transgeneracionales de
Bowen, Boszormenyi-Nagy o Andolfi-, se otorga una importancia fundamental a
la familia multigeneracional en la vida de un individuo.
Y es que, como hemos dicho anteriormente, los modelos relacionales se
aprenden. Es decir, se puede aprender en la familia de origen a ser una
persona activa, una persona dependiente, una persona que toma decisiones,
una persona que armoniza, una persona violenta. Una vez que las personas
construyen una nueva familia, pueden tratar de reproducir los roles que han
conocido y con los que han aprendido a relacionarse. Por ejemplo, una chica
cuya madre tomaba las decisiones en casa puede querer construir su nueva
familia de manera que ella sea la que tome las decisiones. Por todo ello,
podemos afirmar que cada pareja no son solo dos personas, sino que son dos
sistemas familiares que se juntan.
Esta última afirmación puede tener en determinadas parejas grandes
repercusiones. Por ejemplo, la voluntad de reproducir los roles de la familia de
origen pueden ser un fuerte determinante del tipo de pareja que se elige. Y es
que a cada persona le llamarán más la atención los atributos que determinada
persona tenga potencialmente para (a) permitirle continuar adoptando su rol y
(b) que la pareja represente un determinado rol con el que quiere convivir. Por
ejemplo, se puede buscar “un hombre sensible” como el tío que hace tan feliz a
la tía, “una mujer fuerte” como la madre, “una mujer sumisa” que le permita
sentirse fuerte, “un hombre protector” que permita sentirse segura, “una mujer
emprendedora” que tome las decisiones, etc.
Pero los roles no sólo se repiten por similitud, sino que las personas pueden
asumir nuevos roles y otorgar roles en la otra persona tratando de corregir,
controlar, defenderse o borrar las antiguas pautas relacionales no queridas de
su familia de origen. Un ejemplo común es el de mujeres jóvenes que dejan
atrás el rol de ama de casa, centrada en el mantenimiento de la casa y en la
educación de los hijos. Otro ejemplo son los niños que han sido víctimas de
malos tratos, que en muchas ocasiones tratan de construir familias en las que
se destierre la violencia y se vuelcan en la educación de sus hijos,
ofreciéndoles aquella familia ideal que ellos nunca tuvieron.
A este respecto, Andolfi afirma que a menor cantidad de conflictos no resueltos
en la familia de origen, el individuo es más libre de elegir libremente a una
pareja, en el sentido en el que los lazos, las barreras, la necesidad de
relacionarse con “un tipo de pareja en particular” son mucho menos
constringentes.
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Apuntes. Roles, reglas y mitos familiares
Anabel Carreras
Aplicando estos conceptos a la sintomatología de un miembro familiar, se
puede deducir que para explicar un síntoma, no sólo hay que mirar en el
pasado del paciente identificado, sino que es importante echar un vistazo al
pasado de sus padres y de las relaciones que hubo entre ellos. Por ejemplo, si
vemos a una mujer depresiva, sumisa y que se siente incapaz de tomar la
iniciativa, se puede analizar con ella qué tipo de mujeres eran su madre, su
abuela, sus tías; cómo se relacionaban con sus parejas y con los hombre en
general; cómo afrontaban las situaciones difíciles, etc. Las respuestas a estas
preguntas pueden ser pistas que den sentido a la sintomatología actual de esta
señora. De esta manera, podemos ver cómo en numerosas ocasiones el uso
de la familia de origen como recurso en la terapia ayuda a ver cómo las fuerzas
transgeneracionales escondidas ejercen una influencia crítica sobre las
relaciones actuales.
2. Las reglas como forma de relación en la estructura familiar
Un segundo concepto que presentamos en este tema es el que se refiere a las
reglas familiares. Jackson ofrece una definición clarificadora, en la que
defiende que las reglas son acuerdos de relación que prescriben o limitan las
conductas de los individuos en una amplia variedad de áreas
comportamentales, organizando su interacción en un sistema razonablemente
estable. Si aplicamos esta definición al concepto de familia, vemos que ésta es
un sistema gobernado por reglas. Sus miembros no se comportan
aleatoriamente, sino que se relacionan de manera reiterada y organizada. Por
ejemplo, una regla puede ser “cuando el padre habla, todo el mundo se calla y
escucha” o “las hijas ponen la mesa y los hijos friegan los platos”.Estas reglas
ponen en juego una dinámica familiar, en la que varios o todos los miembros
participan.
Pero estas reglas no son como unos “estatutos familiares” que están escritos,
aceptados y firmamos y que son accesibles al todo el mundo. Por el contrario,
la mayoría de las veces se trata de un acuerdo que no goza ni siquiera de la
característica de ser consciente. Aunque parezca paradójico, muchas veces las
reglas no son conocidas ni por los propios participantes del juego familiar. Las
van construyendo como fruto de ajustes que facilitan el mantenimiento de una
“homeostasis familiar”, que de otro modo quedaría comprometida.
Una persona ajena a la familia –un profesional por ejemplo- puede tratar de
asignar una función a las conductas de los miembros familiares. Imaginemos
por ejemplo que nos encontramos con un adolescente que renuncia ir a otra
ciudad para realizar los estudios que siempre le han fascinado. Algunas
hipótesis podrían ser que renuncia a su sueño por miedo al fracaso, por no
querer separarse de la madre, por no asumir su condición de adulto, etc. Sin
embargo, tal vez la explicación esté simplemente en la presión de no infringir la
norma familiar “los hijos trabajan en el negocio del padre”. Tal vez este
adolescente ni se plantee la posibilidad de modificar esta regla.
Las reglas familiares en ocasiones son explícitas. Sin embargo, la mayoría de
ellas nunca han sido habladas, sino que han sido entendidas por los miembros
familiares por procesos de ensayo y error. De hecho, el origen de estas
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Apuntes. Roles, reglas y mitos familiares
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expectativas recíprocas suele perderse en años de negociaciones explícitas e
implícitas, al inicio de la relación conyugal. Los miembros familiares las asumen
y respetan, y en numerosas ocasiones ni se las plantean. Por ello, sólo un
observador externo atento a las secuencias interaccionales repetitivas puede
tomar conciencia de ellas y hacerlas explícitas.
Wertheim propuso una jerarquía de las reglas familiares, en función de su nivel
de generalidad. De esta manera, la posición de una regla depende de su grado
de permanencia, es decir, de su tiempo de validez. Fivaz y cols. completaron
esta jerarquía y diferenciaron 3 niveles:



Las reglas generales son los enunciados de nivel superior, que están
asociados a las funciones que el grupo debe realizar
Las sub-reglas son los enunciados de nivel intermedio. Definen los
principios que definen el control de los comportamientos y los seleccionan
en función del nivel de desarrollo
Las reglas son los enunciados de nivel inferior que prescriben los
comportamientos prácticos de los miembros del grupo en función de las
circunstancias reales.
Tipos de reglas
Cuando una familia nueva se empieza a constituir, empiezan a negociarse las
reglas de convivencia y de reparto de roles. Pero este proceso no se hace en el
vacío. Como hemos dicho anteriormente al hablar de los roles, cada miembro
de la pareja lleva consigo su propio bagaje proviniente de su familia de origen.
Aportan a su nueva familia sus experiencias, sus modelos relacionales y sus
expectativas de qué es lo que quieren como familia. Sobre esta base,
empiezan a elaborarse las nuevas reglas.
Veamos las tres categorías en las que podemos clasificar estas reglas:
Reglas reconocidas: Son reglas que se han establecido explícitamente y de
manera directa y abierta. Comprenden acuerdos en distintas áreas, tales como
normas de convivencia, asignación de tareas, responsabilidad de ciertos
papeles, expresión de necesidades personales, etc. Dos ejemplos pueden ser
“se vuelve a casa antes de las 3 de la madrugada” o “no se fuma en el salón de
casa”. Cuanto más transparentes y claras sean las reglas en la familia, más
fácil será la convivencia. Sin embargo, a pesar de que todo el mundo reconoce
beneficios de la comunicación en las parejas y familias para prevenir tensiones
y conflictos; en pocas familias hay reglas acordadas de manera directa y
abierta.

Reglas
implícitas:
Estas
reglas
constituyen
funcionamientos
sobreentendidos acerca de los cuales la familia no tiene necesidad de
hablar de modo explícito. Son potentes estructuradores de la dinámica de la
familia, aunque no se han verbalizado. Dos ejemplos pueden ser “los
problemas de la familia se resuelven en la familia y no se cuentan en el
exterior” o todos aquellos aspectos relacionados con la infidelidad y sus
consecuencias.
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Apuntes. Roles, reglas y mitos familiares
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Anabel Carreras
Reglas secretas: Estas reglas son las más difíciles de descubrir al estudiar
una familia. Nunca se verbalizan, e incluso algunos de los miembros de la
familia desconocen su origen. Son modos de obrar con los que un miembro,
por ejemplo, bloquea las acciones de otro miembro; son actos que tienden a
desencadenar actitudes deseadas por quien manipula el resorte que los
provoca. Un ejemplo podría ser que cada vez que una hija muy ligada a su
madre realice una conducta que le dé autonomía e independencia, la madre
realice una queja psicosomática que conlleve que el padre tenga que acudir
a casa.
Reglas funcionales vs. reglas disfuncionales
Una familia, como todo sistema, necesita para sobrevivir mantenerse como una
unidad coherente. Es decir, necesita de reglas para organizarse y proporcionar
guías de conducta. Sin embargo, en el ciclo de vida de la familia,
constantemente se producen cambios –nacimientos, emancipaciones, muertes,
inmigraciones, enfermedades, etc.-. Por consiguiente, es de suma importancia
que esté garantizado el equilibrio entre la flexibilidad –que permita que la
familia se adapte a los cambios-y la estabilidad de las relaciones que permita
que la familia se mantenga como unidad-. Las reglas que rigen las relaciones
intrafamiliares han de ser por ello relativamente uniformes, pero a la vez
flexibles. De esta manera, pueden evolucionar con el paso del tiempo,
adaptándose a las nuevas circunstancias a las que la familia hace frente. En
las familias funcionales, el sistema familiar es capaz de modificar sus reglas
cuando se producen cambios en su medio para mantener su estabilidad. Un
ejemplo clásico lo constituye la entrada de los hijos en la adolescencia. Las
reglas que rigen las relaciones entre los padres y los hijos no pueden ser las
mismas cuando uno de ellos por ejemplo tiene 6, 12 o 19 años.
En las familias disfuncionales encontramos que a menudo las reglas que rigen
las relaciones intrafamiliares son muy rígidas, y no se adaptan ni a los cambios
propios del ciclo vital familiar ni a los cambios del contexto. De esta manera,
cualquier perturbación –la muerte de un miembro, la emancipación de un joven,
una mudanza- va a desembocar en una disfuncionalidad, que puede conllevar
la sintomatología de alguno de sus miembros.
A modo de ejemplo, comentamos un tipo de reglas familiares que han sido foco
de interés en el campo de la terapia familiar. Se trata de las reglas derivadas
del mito de armonización. Estas reglas pueden imponer en una familia la
evitación del conflicto, de manera que se mantenga un estado de armonía
plena y se elimine de la conciencia los conflictos existentes entre sus
miembros. En estas familias, se puede percibir el conflicto como una amenaza
terrible para la relación, mientras que la armonía misma es sinónimo de fusión.
Bajo estas reglas familiares, los individuos solo están autorizados a expresar
amor, ternura y preocupación. Mientras tanto, quedan ocultos la hostilidad, el
enojo y el rechazo, aunque todo ello se manifiesta por otros medios en la
familia. Un síntoma en uno de sus miembros puede ser un ejemplo de ello.
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Apuntes. Roles, reglas y mitos familiares
Anabel Carreras
3. Mitos familiares: aspectos teóricos y terapéuticos
Para finalizar, presentamos un tercer concepto relacionado con el
mantenimiento de la estructura en la familia: el mito familiar. Con este término
nos referimos a un número de creencias bien sistematizadas y compartidas por
todos los miembros de la familia respecto a sus roles mutuos y a la naturaleza
de su relación. Y es que los mitos familiares contienen muchas de las reglas
secretas de la relación; reglas que se mantienen ocultas, sumergidas en la
trivialidad de las rutinas del hogar.
Algunos de estos mitos tienen un peso tan fuerte en la estructuración familiar y
están tan integrados con la vida cotidiana que llegan a convertirse en el
escenario en el que los miembros de la familia diseñan su vida en común.
Estas creencias son compartidas y apoyadas por todos los miembros de la
familia, como si se tratara de dogmas que ni siquiera está permitido
cuestionarse. En base a ellas, la familia inicia, mantiene y justifica muchas
pautas interaccionales.
Veamos esto a través de un ejemplo. En la familia García la madre es la
cabeza de familia, que se hace cargo de toda la organización familiar: trabaja a
jornada completa fuera del hogar, mantiene la casa y supervisa a sus 3 hijos y
a su marido. A este último “no hay que darle disgustos, porque es frágil y se
deprime”. No se le puede mencionar ningún problema, y es ella la que se
encarga de solucionar todo. Él acepta este rol, y no demanda un mayor espacio
en la vida familiar ni en la toma de decisiones. Los hijos, participan de esta
regla y se apoyan en la madre. Podemos ver cómo este mito sobre la fragilidad
y tendencia a la depresión del padre es un potente organizador de la rutina
familiar, que gira en torno al padre. Nadie cuestiona en la familia el mito, ni
concibe la posibilidad de cambio.
Características de los mitos familiares
Veamos algunas de las características de los mitos familiares:
Invisibilidad. Bajo las reglas no abiertamente establecidas, operan
importantes pautas interaccionales. Pero a pesar de que –por su
regularidad y consistencia- estas pautas son características de las familias;
las reglas determinantes no son fáciles de visualizar o formular. En realidad,
muchas de estas reglas sólo se conocen por inferencia y en la medida en
que se hallen traducidas en mitos familiares, es decir, en las creencias y
expectativas que cada miembro tiene respecto de los demás y de la
relación.
Las reglas implicadas en el mito se imprimen sin hacerse notar, se ejecutan
sin sentencia ni juez porque responden a unas creencias y a unos valores
que son apoyados por todos los miembros, como si se tratara de verdades
irrebatibles. Por eso no son fáciles de visualizar o formular verbalmente sino
que tienen que ser descubiertos por inferencia a partir de todo eso que flota
en el ambiente, que se da por supuesto y nunca se llega a decir.
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Apuntes. Roles, reglas y mitos familiares
Anabel Carreras
Engloba a toda la familia. Determina roles y reglas. En su contenido,
el mito familiar puede parecer referido a una sola persona o a dos en
particular -“la oveja negra”, “el chivo expiatorio”, “el rebelde”- , pero es
importante tomar conciencia de que en los hechos y en las repercusiones
siempre se refiere a toda la familia y a las relaciones entre todos. Ningún
actor de la escena familiar se queda sin papel o puede permanecer neutral
y al margen de la trama; ni siguiera abandonando el territorio familiar puede
liberarse de las ataduras o lealtades invisibles que –como dice Boszormenyi
Nagy - le mantienen unido a la familia de origen.
En la familia García, el mito de que el padre es “frágil y depresivo” es un
mito sobre el padre, pero determina la conducta de todos los miembros de
la familia y define algunos aspectos de su relación. Si el padre no toma
decisiones y no se hace cargo de la casa, otras personas tendrán que
hacerlo. El rol del padre determina pues el rol de los otros miembros de la
familia. Así, vemos cómo éste mito establece ciertas reglas de la relación al
adscribir un rol a cada uno de los miembros.
Complementariedad de los roles. Generalmente se aprecia también en
el reparto de roles a cada miembro, la presencia del contrapunto o de la
complementariedad de roles: a cada rol definido corresponde un contra-rol
oculto en otro o en varios miembros de la familia. En la medida en que
alguien está “enfermo” o es “malo”, otros miembros o los demás pueden
seguir siendo “los sanos” o “los buenos”.
Por ejemplo, el mito de que el padre “es frágil y débil” lleva implícita la
manifestación de que, de hecho, algún otro dentro de la familia no lo es. Y
para que la relación se mantenga estable, debe haber sido necesario crear
un equilibrio entre estos dos roles. Evidentemente, parece ser que en el
contexto de la relación familiar, para cada rol individual definido existe un
contra-rol oculto en la persona de otro o de otros miembros de la familia que
afirma y complementa al otro. Cuando una familia le adjudica a uno de sus
miembros el título de “paciente”, automáticamente le confiere a uno o más
de los otros la etiqueta opuesta de “no-paciente”. Por ejemplo, vemos cómo
junto a una persona frágil y depresiva suele haber otras personas sólidas,
fuertes, positivas, cuidadoras
Funcionalidad vs. patología de los mitos. Los mitos no son, por
supuesto, una exclusividad de las familias patológicas. Probablemente
están presentes en todas las familias y aun en la relación familiar más sana,
es necesaria una cuota de mitología para mantener una cierta
funcionalidad. Toda familia necesita de normas y costumbres que den
sentido al reparto de roles y al mantenimiento de reglas; que permitan dotar
a la familia de coherencia.
Sin embargo, los mitos son más obvios e inalterables y tal vez más
abundantes y profundos en las relaciones patológicas. De hecho, en las
familias patológicas da la impresión de que casi todas las reglas que
definen la relación son encubiertas y se desprenden de mitos familiares.
Así, la familia patológica es aquella en que la fantasía supera o desdibuja
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Apuntes. Roles, reglas y mitos familiares
Anabel Carreras
considerablemente la realidad, en que los mitos deben permanecer
inalterables a expensas del mundo externo y del tiempo que no pasa en
balde, en que el mito penetra la estructura profunda de los individuos y de la
familia, paralizando toda posibilidad de cambio en sus roles. La lucha para
mantener el mito forma parte de la lucha para conservar la relación vital
entre los miembros. El mito es apoyado por todos los miembros que actúan
al unísono y rechazan todo intento externo para remover o alterar la imagen
del grupo familiar.
Tipos de mito
Es evidente que cada familia tiene su propia historia y sus necesidades
homeostáticas. Sus miembros tienen una idiosincrasia peculiar y una forma
específica de reaccionar. Por ello, podemos decir que la variedad de mitos es
enorme.
Pero aunque a nivel de contenido o de trama los mitos sean tan dispares,
pueden detectarse unos temas de fondo sobre las que los mitos se articulan.
Stierlin ha hecho un intento de clasificación; aunque reconoce que el contenido
de unos mitos puede transformarse o fundirse con el contenido de otros. Otra
aportación de este autor se refiere a que los mitos no tienen un carácter
definitivo sino que evolucionan y se adaptan a las necesidades a las que sirven
de expresión. Veamos a continuación los temas en torno a los que se agrupan
los mitos familiares:
Mitos de armonía. Presentan una imagen apacible de felicidad familiar
que se retrotrae hasta el pasado. Aparentemente son familias sin
problemas, sin conflictos, en las que todos los miembros son básicamente
felices. Sin embargo, con una mirada un poco más profunda se ve que se
trata de familias ya no solo deprimidas y aburridas, sino profundamente
insatisfechas, tensas y conflictivas que pretenden creerse ellas mismas y
vender la imagen de felicidad, para encubrir la conciencia de hostilidades
y enfrentamientos pasados y presentes, y hacer desaparecer en el
“agujero de la memoria” los hechos desagradables.
Mitos de disculpa y reparación. Presentan una estructura más compleja
que los anteriores porque incluyen las alianzas e interrelaciones de hecho
que unen a los miembros de la familia. Se observan en ellos procesos de
separación, negación, idealización e intensa proyección. El mito tiene una
estructura en la cual una o varias personas de la familia –o ajenas a ellasson responsables de la desgracia familiar. Estas personas, además de las
culpas propias, deben cargar con la culpa de la que desean liberarse los
otros miembros de la familia. De esta manera, su tarea es la de expiar y
reparar la culpa de toda la familia.
Estos mitos de disculpa y reparación no exigen necesariamente una víctima
presente que se preste activamente a la colaboración. Puede servir también un
miembro ausente o fallecido, convertido así en testigo mudo que no puede
defenderse. Por ejemplo un padre malvado y alcohólico ya desaparecido.
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Apuntes. Roles, reglas y mitos familiares
Anabel Carreras
Mitos de salvación. Son, de alguna manera, la prolongación o la otra cara
de la moneda de los anteriores. La familia cree que pueden evitar o diluirse
los sufrimientos y la vergüenza gracias a la intervención benéfica y
salvadora de un personaje fuerte, sino omnipotente. Este papel de redentor
puede adjudicarse a un miembro representativo de la familia, a algún
pariente o amigo bueno y rico, o incluso al terapeuta familiar en las primeras
entrevistas.
Función de los mitos
Como hemos dicho anteriormente, los mitos hacen referencia a un número de
creencias bien sistematizadas y compartidas por todos los miembros de la
familia respecto a sus roles mutuos y a la naturaleza de su relación. Qué duda
cabe que estas creencias juegan funciones importantes en el seno de la
familia. Veamos algunas de ellas:
Ahorro. En términos de la relación, los mitos familiares tienen un valor
económico muy preciso. Puesto que son compartidos sin discusión por
todos los miembros, promueven rituales y proveen áreas pacíficas de
acuerdo automático. En su manifestación implícita, son verdaderos
programas de acción que ahorran cualquier pensamiento o elaboración
posterior. Al ser invocados con un gesto o una palabra mágica,
proporcionan automáticamente una puesta en escena de la obra para la
que todos estén de acuerdo en cuanto a los roles a desempeñar: no hay
que pensar ni que discutir o negociar, sino simplemente aplicarse a la
tarea ritual con dedicación y fidelidad al guión.
En la familia García, el mito de que el padre es “frágil y depresivo” no sólo es
compartido por todos los involucrados sino que cuenta con la corroboración de
la madre, que afirma que ya desde que se conocieron el padre era una persona
muy sensible, a la que todo le afectaba mucho. Además, ella se autoproclama
como persona fuerte, que puede cargar con las funciones de ambos para sacar
adelante a su familia.
Estructura las relaciones familiares y la imagen interna de la familia.
El mito es una fuerza estructuradora que produce y justifica muchas de las
pautas transaccionales que se dan entre los miembros de la familia.
Distribuye funciones y asigna derechos y obligaciones. Además, el mito
familiar forma parte integrante y decisiva de la “imagen interna” de cada
familia, de la forma en que cada miembro se percibe a sí mismo y a los
demás, unidos frente a un mundo externo y, por eso mismo, hostil.
En ocasiones, el mito puede parecer irracional e incluso ridículo a quien lo
contempla desde fuera; pero para la familia es su realidad, algo no sólo
emocionalmente indispensable sino que configura una parte integral de su
realidad. Por ello, a pesar de que a primera vista puedan parecer relatos
inofensivos, detrás de esta trivialidad de lo rutinario, de lo que “se hace de toda
la vida”, están escondidas muchas de las reglas secretas de la relación.
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Apuntes. Roles, reglas y mitos familiares
Anabel Carreras
Cuando, por ejemplo, una madre dice de sus hijas “esta es la bonita y ésta la
inteligente”, es posible que un mito haya comenzado a ponerse en marcha. De
cualquier manera, cuando las niñas hayan crecido, el mito será su realidad. Y
es la realidad en dos sentidos: primero, es la forma en que el mundo se les
presenta en descripción y experiencia, y segundo, aun cuando la veracidad de
esta afirmación sea desafiada por futuros acontecimientos, el mensaje de que
“esa es la forma en que las cosas deben ser entendidas y consideradas” ya ha
sido enérgicamente transmitido. En un mito familiar, las cuestiones de hecho y
de opinión –quid facti, quid juris- son una y la misma cosa.
Garantiza la estabilidad de la familia. El origen de la mayoría de los
mitos familiares se suele perder en el comienzo de la relación. Algunos
mitos parecen haber sido transferidos de generación en generación. Como
hemos dicho anteriormente, incluso es posible que el rol desempeñado en
el mito que estructura las relaciones en la familia de origen juegue un
importante papel en la elección y aceptación de la pareja. Pero, sea como
fuere, una vez que el mito comienza a ser operativo, permanece como un
aspecto integral de la relación garantizando la estabilidad del sistema
familiar y su persistencia inalterable a lo largo del tiempo. Así, vemos
cómo el mito funciona simultáneamente como fuerza ordenadora de las
relaciones intrafamiliares y como un amortiguador frente a cambios o
alteraciones súbitas. En este sentido, el mito es para la familia lo que las
defensas son para el individuo; ya que en su función de defensa grupal, el
mito promueve la homeostasis y la estabilidad de la relación.
En este sentido, Stierlin habla de una doble función del mito.
Función de defensa. Los mecanismos de defensa funcionan en gran
medida dentro de la familia. Gracias al mito, los miembros de la familia
pueden distorsionar conjuntamente su propia realidad familiar cuando –para
evitar dolor o conflictos- niegan, racionalizan u ocultan lo que ha ocurrido o
está ocurriendo entre ellos.
Función de protección. Los mecanismos de protección desempeñan una
función en la interacción de la familia con el mundo exterior y se usan para
mantener alejados a los intrusos, o por lo menos, para evitar que se hagan
un cuadro claro de la situación familiar. De esta manera, a través del mito se
puede engañar, o al menos confundir al mundo exterior sobre la realidad
familiar. Hay que vender una imagen según la cual el gran público deberá
percibir y juzgar a la familia.
La trama invisible de la lealtad
Un concepto muy relacionado con los mitos es el de lealtad familiar. Se trata
de un sentimiento de solidaridad y compromiso que unifica las necesidades y
expectativas de la familia así como los pensamientos, sentimientos y
motivaciones de cada miembro. Y es que este concepto implica una fuerte
adhesión a las reglas que mantienen la continuidad y la coherencia de las
familias en el transcurso de sucesivas generaciones. Explica cómo los modelos
de conducta, los sistemas de valores y las misiones llegan a ser tradiciones
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Apuntes. Roles, reglas y mitos familiares
Anabel Carreras
familiares veneradas. La lealtad familiar puede entenderse de esta manera
como la expectativa de adhesión a ciertas reglas, y la amenaza de expulsión si
se trasgreden. Vemos así cómo a través de las reglas se pueden establecer y
mantener lealtades multigeneracionales, que pueden tener efectos tanto
positivos como negativos en el sistema familiar.
El mantenimiento de los secretos familiares es también un tema clave cuando
nos referimos a los mitos familiares. Estos secretos se refieren a temas
cargados de intensos sentimientos de temor, vergüenza y culpa. Las reglas
familiares son tajantes: está prohibido hablar abiertamente de ellos, aunque
toda la familia los conoce. El tabú que impide la revelación de los secretos tiene
por objetivo, principalmente, evitar la mortificación y el conflicto. Algunos temas
recurrentes en los secretos familiares son los hijos ilegítimos, cárcel, drogas y
muertes. El mantenimiento de secretos familiares constituye una modalidad de
negación colectiva que no es necesariamente patológica. Pero puede llegar a
ser un problema cuando socavan la confianza mutua, inhiben el diálogo y
distorsionan la realidad de un modo que se restringe la adaptabilidad y el
desarrollo de la realidad.
Los mitos en terapia
¿Qué deber hacer un terapeuta cuando detecta un mito familiar?, ¿debe
aceptarlo, respetarlo y esquivarlo, o por el contrario debe desvelarlo y
cuestionarlo?
Puesto que el mito funciona con el fin de mantener la relación y de preservar su
naturaleza, el asunto es extremadamente delicado para la familia y requiere la
mayor delicadeza y discreción de parte del profesional, ya que una insistente
tentativa de revelar la verdad detrás del mito corre el riesgo de producir
resultados insospechados. Según Stierlin el terapeuta no debe permitir que se
le tome por ingenuo aceptando sin más el mito que le presenta la familia, pero
tampoco debe permitirse el riesgo de cuestionarlo frontalmente en tanto no
haya ofrecido a los miembros de la familia un modelo y un marco de referencia
alternativos, que les permitan explorar sin excesivo peligro el libro de cuentas
de sus relaciones y sus lealtades familiares.
En esta línea, Boszormenyi Nagy exige del profesional una corrección, una
integridad y una curiosidad asociada a la empatía que le lleve a no revelar
enseguida las contradicciones patentes entre las verdaderas interacciones
familiares y los mitos correspondientes, sino a fomentar un clima de
exploración que acabe finalmente de forma natural con esos mitos.
Guy Ausloos recomienda también que no se ataque de frente ni se pretenda
desmontar los mitos ni los secretos, so pena de arriesgar la alianza terapéutica,
o volver a desencadenar las mismas acciones del pasado que produjeron el
mito familiar. Él prefiere rodearlos, envolverlos y considerarlos –más biencomo manchas de aceite que hay que absorber. Hacer circular la información,
dilatar el horizonte familiar activará la negentropía y mejorará el orden funcional
del sistema familiar.
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Apuntes. Roles, reglas y mitos familiares
Anabel Carreras
En un estilo muy diferente, Salvador Minuchin parte del reto al sistema familiar
como forma de producir un cambio en la estructura de la que el mito familiar
constituye una parte integrante. Pero su forma de actuar con ese estilo
desafiante e incisivo que a veces choca a terapeutas más contemporizadores,
sigue un paso escalonado y paulatino: primero desarrolla, luego convalida y
finalmente desafía la “visión del mundo” que la familia tiene, ese universo de
creencias, valores, reglas y narraciones que constituyen el entramado de la
estructura y del mito familiar. Todas sus técnicas tratan de ofrecer a la familia
nuevas alternativas a su forma preferida de interactuar, de reconducirles hacia
una visión del mundo diferente, más flexible, pluralista y simbólicamente más
compleja, en la que ya no será tan necesario un síntoma ni la presencia de un
mito para asegurar el funcionamiento del sistema familiar.
Como vemos, la oferta de propuestas es variada. Será labor de cada
profesional encontrar cuál es la forma de abordar los mitos que más se adapta
a su estilo de trabajo y a las necesidades de cada una de las familias con las
que intervenga.
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