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Haga de su empresa una fabrica de talentos

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Haga de su empresa
una fábrica de talentos
por Douglas A. Ready y Jay A. Conger
Octubre 2007
Reimpresión R0710M-E
Deje de perder lucrativas oportunidades de negocios
porque carece del talento para desarrollarlas.
Haga de su empresa
una fábrica de talentos
por Douglas A. Ready y Jay A. Conger
A
pesar de todo lo que se sabe acerca de la importancia
de desarrollar talentos, y a pesar de las grandes sumas de dinero que las empresas destinan a sistemas
y procesos que respaldan la gestión del talento, a un número
pasmoso de éstas todavía les resulta muy difícil llenar puestos
clave, lo que limita seriamente su potencial de crecimiento.
En 2005, realizamos una encuesta entre ejecutivos de recursos
humanos de 40 empresas de todo el mundo: prácticamente todos dijeron que su caudal de empleados de alto potencial era
insuficiente para ocupar los cargos directivos estratégicos.
El problema es que, aun cuando las empresas cuentan con
procesos de desarrollo de talentos (97% de los consultados
señalaron que contaban con procedimientos formales para
identificar y desarrollar su próxima generación de líderes),
estas prácticas pueden no estar en sincronía con lo que las
empresas necesitan para crecer o expandirse hacia nuevos
mercados. Para ahorrar dinero, por ejemplo, algunas firmas
han eliminado los cargos de gerente país en naciones pequeñas. Sin embargo, dado que estas posiciones exponen a los
empleados de alto potencial a una amplia gama de problemas, los ahorros iniciales podrían verse superados con creces
por la pérdida de las oportunidades de desarrollo.
Incluso cuando las prácticas y los sistemas técnicos de
apoyo de una empresa son sólidos y actualizados, la gestión
del talento fracasará sin un profundo compromiso de los
altos ejecutivos. Más de la mitad de los especialistas que
participaron en nuestra investigación tuvo dificultades para
lograr que los altos ejecutivos centraran su atención en los
temas de talento. Con frecuencia, los altos ejecutivos de línea
aseguran vehementemente que obtener y mantener a los
mejores empleados es una de sus mayores prioridades, pero
después no actúan en consecuencia. Algunos ejecutivos aún
creen que pueden encontrar empleados talentosos pagando
primas o utilizando a los mejores reclutadores de ejecuti-
Copyright 2007 Harvard Business School Publishing Corporation. All rights reserved. Todos los derechos reservados. 3
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vos, mientras otros se distraen con prioridades distintas. La
pasión debe comenzar en la cima de la organización y debe
impregnar toda la cultura corporativa; de lo contrario, los
procesos de gestión del talento pueden degenerar fácilmente
en rutinas burocráticas.
Podría decirse que el desafío de llenar puestos clave se
instaló sigilosamente en las empresas, muchas de las cuales
percibían el desarrollo casi como un beneficio para los empleados. Hoy, los cambios demográficos –en especial, la inminente jubilación de los baby boomers– y los cambios en las
condiciones de negocios –el crecimiento significativo en mercados mayormente desconocidos, como China, por ejemplo–
se combinaron para desencadenar una especie de tormenta
perfecta. El desarrollo de liderazgo se ha transformado en un
proceso mucho más estratégico, y los procesos deficientes y
la falta de atención de los ejecutivos ahora tienen un costo
tangible. Hemos participado en varias reuniones de comités
ejecutivos de empresas que se han visto obligadas a dejar
pasar millones de dólares en negocios nuevos porque no
contaban con los talentos necesarios para llevar a cabo sus
estrategias de crecimiento. Una empresa de financiamiento
y desarrollo inmobiliario con sede en Londres, por ejemplo,
estaba preparándose para una gran obra de reconstrucción
en Berlín; se trataba de una iniciativa que proporcionaría
no sólo una inyección de ¤500 millones en ingresos en un
período de dos años, sino también una oportunidad de involucrarse desde el comienzo en muchos otros proyectos en esa
región. Cuando el comité ejecutivo revisó la lista de personas
que podrían hacerse cargo de la tarea, el CEO advirtió que los
mismos nombres aparecían como los únicos candidatos para
otras iniciativas importantes en consideración. Y cuando pidió a los jefes de unidades de negocios que propusieran otros
candidatos, éstos respondieron que no había. La estrategia de
crecimiento de la empresa dependía de esos proyectos, pero
ésta no había preparado gente que pudiera dirigirlos.
Algunas empresas, en cambio, enfrentan el futuro con confianza porque no se limitan a la gestión del talento sino que
construyen lo que llamamos “fábricas de talentos”. En otras
palabras, combinan la funcionalidad, los rigurosos procesos
de desarrollo de talento que contribuyen a alcanzar objetivos estratégicos y culturales, con la vitalidad, el compromiso
emocional de los ejecutivos que se refleja en la actividad
cotidiana. Esto les permite desarrollar y retener empleados
clave y llenar los puestos rápidamente para así satisfacer las
necesidades del negocio en permanente evolución.
Por ejemplo, considere cómo una fábrica de talentos, el
icono de los bienes de consumo masivo Procter & Gamble,
encontró a un líder para un joint venture en crecimiento
en Arabia Saudita. Se requería a alguien con experiencia en
mercados emergentes, que hubiera trabajado en otros países
y en la industria de los detergentes para ropa, y que estuviera
dispuesto a trasladarse a Arabia Saudita a la brevedad. Para
el departamento de recursos humanos de la mayoría de las
empresas, encontrar y contratar a un alto ejecutivo de semejantes características implicaría un diálogo prolongado
con candidatos internos y externos, que finalmente podría
fracasar. P&G, sin embargo, buscó en su base de datos global
de perfiles de talentos e identificó a cinco sólidos candidatos
potenciales en apenas unos minutos. Finalmente, encontraron al candidato ideal y, tres meses después del comienzo
de la búsqueda, el nuevo ejecutivo estaba abocado a sus
funciones.
En este artículo examinamos los procesos de recursos humanos en dos fábricas de talentos: Procter & Gamble y el
gigante de servicios financieros HSBC Group. Seleccionamos
a estas empresas porque, aunque abordan la gestión del talento desde perspectivas ligeramente distintas, ambas ilustran el poder de un enfoque compartido en la funcionalidad
y en la vitalidad. P&G instauró múltiples sistemas y procesos
para desplegar talentos; HSBC trabajó vigorosamente para
incorporar procesos de talento en el ADN de la firma. Ambas
empresas pueden decir que tienen un caudal constante de
líderes actuales y futuros.
Funcionalidad: ejecución eficaz
La funcionalidad se refiere a los procesos mismos, las herramientas y los sistemas que permiten a una empresa asignar
personas con las habilidades adecuadas en el puesto adecuado en el momento adecuado, como hizo P&G en Arabia
Saudita. El buen diseño no es sólo una cuestión de excelencia
técnica; vincular los procesos a los objetivos de la empresa es
igualmente importante. En especial, los procesos deben contribuir al logro de los intereses principales de la mayoría de
los CEO: impulsar el desempeño y crear un clima eficaz.
En 2002, por ejemplo, después de años de crecer mediante
adquisiciones, HSBC cambió su estrategia para concentrarse
en crecer orgánicamente. La meta era fortalecer los recursos
locales en varias regiones para atender a los clientes cada día
más globales de la empresa. Para alcanzar este objetivo era
necesario un cambio cultural, ya que HSBC siempre había
Douglas A. Ready ([email protected]) es profesor visitante de comportamiento organizacional en London Business School y fundador y
presidente de ICEDR, un centro de investigación dedicado a la gestión global del talento en Lexington, Massachusetts. Es autor y coautor de
diversos artículos para HBR, entre ellos “Cómo cultivar grandes líderes” (Diciembre 2004). Jay A. Conger ([email protected]) es Henry
R. Kravis Chair en Estudios de Liderazgo en Claremont McKenna College, en California, y profesor visitante de comportamiento organizacional
en London Business School. Realiza investigaciones sobre recursos humanos en Center for Effective Organizations de Marshall School of
Business de University of Southern California, en Los Angeles. Su artículo más reciente para HBR es “Cómo generar un flujo de líderes”, con
Robert M. Fulmer (Diciembre 2003).
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operado como una confederación de empresas implacablemente independientes y autónomas. Como parte de la iniciativa, el banco se comprometió con una nueva promesa de
marca: ser “el banco local del mundo”, lo que garantizaría la
disponibilidad de un recurso local para los clientes, dondequiera que hicieran negocios. Stephen K. Green, presidente
del consejo de HSBC, considera que desempeño y clima están íntimamente ligados: “Si no creamos el clima interno
adecuado y no estamos a la altura de nuestra promesa de
marca, no podremos alcanzar nuestro objetivo estratégico:
gestionar para crecer”.
A fin de desarrollar talento local y, al mismo tiempo, mantener parámetros globales, HSBC diseñó centralmente sus
prácticas y políticas de recursos humanos pero incorporó
cierta flexibilidad para adaptarse a las diferencias locales.
Hoy, la empresa cuenta con procesos de asesoramiento, reclutamiento, gestión de desempeño y de carrera, y desarrollo
de liderazgo para toda la organización, pero que las sedes
locales pueden adaptar (dentro de ciertos límites) a su propia disponibilidad de recursos y condiciones culturales. Al
realizar evaluaciones, por ejemplo, cada sede debe elegir al
menos dos herramientas de un menú, entre ellas exámenes
psicométricos, entrevistas individuales para sondear las aspiraciones de las personas y feedback de 360 grados. Además,
deben utilizar una escala de calificación estándar e incluir
datos de desempeño de los últimos tres años. De esta manera, la empresa puede garantizar cierto grado de objetividad y adoptar un lenguaje común de evaluación para todas
las sedes y regiones.
Para ayudar a inculcar una mentalidad global, HSBC
creó un sistema de reservas de talento que realiza un seguimiento de los empleados de alto potencial y gestiona su
desarrollo profesional dentro de la empresa. Una vez que se
identifica a estos empleados, son asignados a las reservas de
talento regionales o de unidades de negocios, gestionadas
por líderes locales de recursos humanos y de la unidad de
negocios. Luego, los empleados de este grupo son seleccionados inicialmente para nuevas tareas dentro de su región o
línea de negocios y, con el tiempo, se los convoca a puestos
que cruzan esas fronteras. Se considera que ellos tienen el
potencial para llegar a ser altos ejecutivos en una región
o negocio. En seguida, los ejecutivos de esas reservas de talento recomiendan a empleados para la reserva de talento
del grupo, que representa el cuadro más alto de ejecutivos
generales y que se administra centralmente. Se considera
que estos ejecutivos tienen el potencial para llegar a nivel de
ejecutivo senior en un período de entre tres y cinco años y a
la alta gerencia a más largo plazo.
Los líderes dialogan con los miembros de cada grupo, en
lo posible en persona, para responder a las necesidades y
preocupaciones que puedan tener respecto de su desarrollo
profesional. Cuando se trata de relaciones nuevas, los diálogos consumen bastante tiempo y se realizan cada vez que el
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empleado los solicita; en relaciones establecidas, las conversaciones suelen efectuarse entre dos y cuatro veces por año,
según sea necesario. El objetivo es estructurar un conjunto
de experiencias que permita un conocimiento profundo de
todos los aspectos de la empresa y una comprensión de los
diversos entornos culturales en los que opera HSBC.
En efecto, se informa a los empleados que, si quieren alcanzar los niveles ejecutivos más altos, deben estar dispuestos a
trabajar en al menos dos entornos culturales muy diferentes.
En los últimos años, la cantidad de gente que hace esto creció
exponencialmente. “Un brasileño trabaja en una de nuestras
filiales en China, nuestra filial de seguros”, nos cuenta Green.
“Un armenio trabaja en India, en la función de TI, y un turco
en Nueva York. Hay… cientos y cientos de ejemplos”. Green
reconoce que este enfoque es costoso –casi siempre es más
económico nombrar a empleados locales– pero lo considera
una inversión vital para que la empresa logre sus objetivos
a nivel global.
HSBC todavía está refinando el proceso. Por ejemplo, el
banco aprendió que la evaluación de los empleados con una
escala del uno al cinco desmoralizaba a algunas personas,
por lo que modificó el proceso para calificar sólo a los empleados de los dos niveles más altos en algunas áreas. Para
el resto, el feedback se plantea en términos de necesidades
y respaldo para su desarrollo, y no como “usted no logró entrar a la reserva de talento”. Este cambio toma en cuenta el
desarrollo profesional de los primeros años, el que requiere
adquirir una cierta experiencia antes de que la persona esté
lista para avanzar.
HSBC también aprendió que, a pesar de las reservas de
talento, los líderes de las unidades locales seguían comportándose como los príncipes de sus respectivos dominios, en
lugar de establecer contactos entre unidades que beneficiarían a toda la empresa. En resumen, el modelo internacional de trabajo en equipo era más una aspiración que un
principio operativo. Para cerrar la brecha entre aspiración y
realidad, HSBC resolvió conflictos existentes en su sistema
de recompensas y tomó medidas para generar relaciones de
carácter más personal. Así, por ejemplo, el equipo de altos
ejecutivos lanzó lo que denominó conferencias de gestión
colectiva, donde los empleados podían aprender acerca de
los objetivos estratégicos de la empresa y sus operaciones
en todo el mundo: otra manera de ayudar a las personas a
sentirse parte de una organización que se extiende más allá
de su propia unidad o región. A cada conferencia concurren
aproximadamente 40 altos ejecutivos, nominados por el líder de su país, de su función o de su grupo de clientes por
haber demostrado potencial de crecimiento y porque sus
funciones afectan la política interna de toda la empresa.
Estas reuniones, que se llevan a cabo dos veces por año, se
convirtieron en un instrumento para que los altos ejecutivos
de la empresa compartan su conocimiento y sus ideas más
allá de las fronteras organizacionales y de los grupos de clien5
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Trazar un mapa de la funcionalidad y la vitalidad
La funcionalidad y vitalidad de los procesos de gestión
del talento de su empresa determinan el éxito que tendrá
en preparar a sus empleados de alto potencial para que
desempeñen funciones estratégicas de gestión. Para
mostrarle cómo evaluar estos procesos, hemos graficado las fortalezas y debilidades de una empresa típica,
aunque hipotética. En este ejemplo, la organización sigue
una estrategia de “una empresa”, esperando lograr una
mejor integración global. En otras palabras, quiere tener la
capacidad de atender a sus clientes donde sea que haga
negocios. Sin duda, esto requiere una reserva de talentos
que se mueva fácilmente entre diversas regiones, funciones y unidades, y que sea capaz de encontrar y desarrollar
talentos locales en cada lugar.
La Rueda de la Funcionalidad muestra que esta
empresa es débil en las áreas de búsqueda, asignación,
desarrollo y recompensas. Es mejor en términos de retención, asimilación, gestión del desempeño y participación.
Puede que la empresa sea capaz de mantener felices y
productivos a sus talentos locales, pero tiene dificultades
La Rueda de la Funcionalidad
para ubicar a las personas en posiciones clave o trasladarlas entre distintas unidades o fronteras geográficas.
La vitalidad corporativa se manifiesta en la pasión por
la gestión del talento en cuatro componentes: el equipo
superior, los gerentes de línea, recursos humanos y el
talento mismo. Como muestra la Rueda de la Vitalidad,
esta empresa no apoya los procesos ni responsabiliza a
los otros stakeholders clave por el desarrollo del talento.
A pesar de un alto compromiso, todos los segmentos de
esta empresa son débiles en cuanto a la responsabilización, y el equipo superior también es débil en cuanto a la
participación. Como el proceso de gestión de talentos de
una empresa es tan sólido como su eslabón más débil,
y la vitalidad se desmorona sin una responsabilización
mutua, esta empresa claramente tiene mucho por hacer.
Identificar las debilidades en la funcionalidad y la
vitalidad puede ayudar a una empresa a aclarar su plan de
gestión de talentos. Si esta organización deseara crecer
en China, por ejemplo, podría mejorar su proceso de búsqueda desarrollando relaciones con universidades chinas.
La Rueda de la Vitalidad
La Rueda de la Funcionalidad, a la izquierda, muestra que los procesos de esta empresa son débiles en búsqueda, desarrollo,
asignación y recompensas; lo hace mejor en retención, asimilación, gestión del desempeño y participación. La Rueda de la Vitalidad,
a la derecha, demuestra un alto nivel de compromiso, pero la participación –la inclinación a ponerse a trabajar en la gestión del
talento– es baja entre los altos ejecutivos. Respecto de la responsabilización, la empresa es débil en todos los niveles.
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tes. Durante una conferencia, el director general de México
contó a sus colegas cómo había logrado cambiar el nombre
a una adquisición reciente, el Grupo Financiero Bital, literalmente de la noche a la mañana. Su anécdota demostró el valor de la colaboración interorganizacional. En otra reunión,
uno de los altos ejecutivos de HSBC explicó cómo la adquisición de la empresa estadounidense Household International
ayudó a la organización a profundizar sus capacidades en
el análisis de clientes y la conducta de compras. Y en otra
reunión, dos directores generales explicaron cómo aprovecharon su relación preexistente para facilitar la transferencia
de un cliente de la banca comercial a la banca privada (en el
pasado, el cliente habría sido cuidado celosamente porque
su rentabilidad se habría atribuido al grupo que fuera su
“dueño”). Después de cada conferencia, se pide a los participantes que se comprometan a modificar una o dos cosas para
fortalecer las capacidades de colaboración de la empresa.
La empresa también estableció redes entre países, de modo
que, por ejemplo, el jefe de servicios financieros personales
de Hong Kong conoce a sus colegas de Mumbai, Ciudad de
México, Sao Paulo y Vancouver. Estas redes permiten a los
ejecutivos realizar con regularidad importantes reuniones
virtuales para cada línea de negocios y generan oportunidades para que éstos se conozcan personalmente en reuniones
ocasionales fuera de la empresa.
Al igual que HSBC, Procter & Gamble vinculó sus procesos de gestión del talento con su estrategia de crecimiento,
que consiste en ganar en los mercados emergentes de China,
India, América Latina, Medio Oriente y Europa del Este. La
empresa está construyendo lo que equivale a un proceso de
gestión de la cadena de suministro de talento global, que
se coordina a nivel mundial pero se ejecuta localmente. La
contratación y los ascensos son responsabilidad de los ejecutivos locales, pero los candidatos de alto potencial y los candidatos para llenar puestos desafiantes clave se identifican
globalmente.
Las nuevas contrataciones suelen ser talentos locales. Los
ejecutivos en China, por ejemplo, emplean a candidatos chinos. Así sucede desde hace algún tiempo, pero antiguamente
las funciones corporativas clave en mercados emergentes se
asignaban a expatriados. Ahora, las contrataciones locales se
consideran como prospectos de crecimiento para la empresa;
se espera que aquellos empleados chinos se conviertan en
ejecutivos en ese mercado. Sin embargo, los puestos desafiantes clave y los cargos más altos se gestionan globalmente, en
el nivel ejecutivo. El énfasis en contratar empleados locales
se traduce en una reserva diversa de talento de liderazgo
para toda la empresa, en especial en los niveles más altos: en
el nivel de líder regional y nacional, hay casi 300 ejecutivos
de 36 países, y 50% que no provienen de Estados Unidos. Los
40 ejecutivos más altos son originarios de 12 países, y 45% no
provienen de Estados Unidos. A medida que los empleados
de alto potencial avanzan, progresan por un portafolio de
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tareas de alto nivel que se clasifican según desafíos estratégicos, tamaño del negocio y complejidad del mercado. Las posiciones de liderazgo de negocios o países se destinan tanto
a directores generales principiantes como experimentados.
Se considera que el puesto de gerente país en una nación relativamente pequeña –como Taiwán, por ejemplo– es apropiado para directores generales principiantes. Estas tareas
preparan a los candidatos para la misma posición en países
más grandes, como Italia o Brasil, lo que a su vez puede derivar en posiciones en conglomerados de países, como Europa
del Este o el Reino Unido. Estos últimos cargos son un trampolín o crisol para líderes que demuestran tener el potencial
para convertirse en altos ejecutivos.
P&G ofrece capacitación formal y programas de desarrollo y, en ocasiones, envía a sus gerentes a programas externos
de formación ejecutiva. Sin embargo, la mayor parte del desarrollo ocurre en el desempeño del puesto, con la colaboración del ejecutivo superior inmediato y la ayuda de mentores
y compañeros de equipo. Por ejemplo, un típico ejecutivo de
marketing trabaja con varias marcas distintas a lo largo de
un período de tiempo. Un ejecutivo de finanzas efectúa distintas tareas, desde análisis financiero a tesorería, auditorías
o contabilidad. La mayoría de los ejecutivos, además, deben
participar en importantes grupos de tareas o equipos de
proyectos multifuncionales. La intención es que las nuevas
asignaciones y la participación en equipos de trabajo ofrezcan un desafío a los empleados y transmitan una señal de
que P&G siempre les ofrecerá nuevas oportunidades.
Considere, por ejemplo, la carrera de Daniela Riccardi,
quien trabaja en la empresa desde hace 22 años. Comenzó
como ejecutiva asistente de marca en Italia, donde permaneció por seis años y llegó a ser ejecutiva de marca. Luego,
estuvo tres años en Bélgica como ejecutiva de marketing de
productos de limpieza y de cloros. Más tarde, pasó siete años
en tres países de América Latina, desempeñando los cargos
de directora de marketing, directora general y vicepresidenta
de divisiones cada vez más grandes. A partir de entonces, fue
nombrada vicepresidenta de Europa del Este y, en 2005, fue
ascendida a su puesto actual: presidenta en la Gran China.
Cuando el desarrollo de una carrera como la de Riccardi
debe gestionarse entre distintos países y unidades de negocios, el proceso de planificación se realiza en colaboración
desde el centro y es encabezado por el CEO de la empresa,
A.G. Lafley, los vicepresidentes, el director global de RH y
los líderes internacionales de las diversas funciones para sus
empleados. El presidente y el ejecutivo de recursos humanos
participan en ambos extremos de la nueva asignación.
La empresa realiza un seguimiento de las personas y los
cargos mediante un sistema tecnológico de gestión del talento
suficientemente robusto para incluir a los más de 135.000
empleados, pero que se utiliza principalmente para realizar
el seguimiento de los 13.000 empleados de la mediana y alta
dirección. El sistema recopila información sobre la planifica7
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Cómo evaluar la capacidad general de su empresa
Para hacer una estimación de la capacidad actual de su empresa, califique su fortaleza en una escala del uno al diez en las siguientes
áreas. Luego escriba una medida que tomará para abordar cada debilidad. Sus calificaciones le darán una idea de las áreas en las que
debe concentrarse.
Estamos bien, pero no
para celebrar
Nos desempeñamos mal
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¿Sabe qué aptitudes necesita su empresa para lograr sus objetivos de crecimiento?
Estamos en estatus de
benchmark o cerca de ello
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¿Qué hará para fortalecer la capacidad de su empresa en esta área?
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¿Su empresa tiene un proceso para identificar, evaluar y desarrollar su próxima
generación de líderes en todos sus negocios y regiones?
¿Qué hará para fortalecer la capacidad de su empresa en esta área?
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¿Tiene planes de desarrollo específicos para sus líderes de alto potencial?
¿Qué hará para fortalecer la capacidad de su empresa en esta área?
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¿Tiene la capacidad de asignar a las personas adecuadas cuando surgen oportunidades inmediatas, con rapidez y sin alterar a otras partes de su organización?
¿Qué hará para fortalecer la capacidad de su empresa en esta área?
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¿Tiene reservas diversas y abundantes de empleados talentosos y preparados
que estén dispuestos a y sean capaces de asumir nuevas oportunidades en los
niveles técnicos, de gestión y de liderazgo de su organización?
¿Qué hará para fortalecer la capacidad de su empresa en esta área?
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¿Tiene una reserva diversa y abundante de líderes capaces de desempeñar las
funciones ejecutivas más elevadas de su organización?
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¿Ofrece a los gerentes y ejecutivos experiencias de desarrollo específicamente
destinadas a prepararlos para los desafíos únicos de liderar organizaciones
globales grandes y complejas?
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Como líder, ¿ha utilizado palabras y acciones para demostrar de manera clara que
está totalmente comprometido a desarrollar talentos globalmente en su empresa?
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¿Las personas que lo rodean considerarían que se encuentra comprometido
activamente en las iniciativas de gestión de talentos de su empresa?
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¿Responsabiliza a sus gerentes y líderes de identificar y desarrollar talentos en
sus negocios, funciones y regiones?
¿Qué hará para fortalecer la capacidad de su empresa en esta área?
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Hag a de su emp resa un a fábri ca de ta lent os
ción de sucesiones a nivel nacional, de categoría de negocios
y regional; incluye trayectoria laboral y capacidades, así como
educación y afiliaciones comunitarias; identifica a los principales talentos y sus necesidades de desarrollo, y monitorea la
diversidad. Además, vuelve visible el talento interno para los
líderes de negocios, quienes ya no necesitan buscar en toda la
empresa para encontrar candidatos por sus propios medios.
Para que estos sistemas sean pertinentes, P&G instauró una
evaluación global de talento: un proceso mediante el cual se
evalúan todos los países, funciones y negocios según su capacidad para encontrar, desarrollar, destinar, comprometer y retener a empleados talentosos, a la luz de objetivos específicos
de desempeño. Por ejemplo, si la empresa determina objetivos
específicos de diversidad en la contratación, se utiliza la evaluación para controlar la diversidad en la contratación y los
ascensos. Las conclusiones de estas evaluaciones se incorporan
en un sistema global automático de desarrollo de talento, y los
encargados de tomar decisiones pueden consultarlas a través
de sus ejecutivos de RH.
La empresa también presta mucha atención a la eficacia de sus procesos de reclutamiento. Los entrevistadores de
P&G guardan evaluaciones detalladas de cada candidato y
les asignan una calificación cuantitativa utilizando criterios
uniformes. Luego, la empresa evalúa regularmente el desempeño y lo compara con los valores de referencia obtenidos
con las entrevistas. P&G también evalúa la tasa de éxito de
sus ascensos clave mediante indicadores cuantitativos y cualitativos que cubren un período de tres años. Los ejecutivos
que mejoran el negocio y sus capacidades son clasificados
como “exitosos”; la empresa tiene una tasa de éxito de más
de 90%. Cuando hay descarrilamientos, P&G conduce un
análisis exhaustivo de las “lecciones aprendidas”.
Vitalidad: el arma secreta
Mientras la funcionalidad trata de enfocar los procesos de
gestión del talento de su empresa para generar ciertos resultados, la vitalidad se trata de la actitud y la mentalidad de los
responsables de estos procesos, no sólo en el área de recursos
humanos sino en toda la línea, hasta la cima de la organización. A diferencia de los procesos, que los competidores pueden copiar con algo de esfuerzo, la pasión es muy difícil de
reproducir. Sin embargo, las empresas pueden tomar ciertas
medidas para integrarla en su cultura. Nuestra investigación
demuestra que la vitalidad de los procesos de gestión del
talento de una empresa es el resultado de tres características
definitorias: compromiso, participación y responsabilización
(accountability).
Fomentar el compromiso. P&G contrata y desarrolla a
sus empleados a través de un conjunto de principios –como
la regla de contratar en el nivel de entrada y desarrollar
desde adentro– específicamente diseñados para fomentar el
compromiso. Si bien los empleados suelen desarrollar largas
carreras dentro de la empresa, la edad promedio de todos
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los empleados es de sólo 39 años, y de 38 en el caso de los
ejecutivos. Más de la mitad de la organización ha estado con
P&G menos de cinco años. Esto se debe a que la empresa
incorpora nuevos talentos constantemente y a que incluyó a
una enorme cantidad de empleados mediante sus adquisiciones de Clairol, Gillette y Wella. Por ello, incluso con una tasa
de emigración relativamente baja de 7,5% (incluidas las jubilaciones), siempre ingresan ejecutivos principiantes. P&G
contrata 90% de sus ejecutivos principiantes directamente de
las universidades y desarrolla sus carreras con el tiempo (este
enfoque también suele permitir que los empleados se jubilen
antes de lo habitual, dada la relativa juventud de la fuerza de
trabajo). Todos los vicepresidentes y directores corporativos
se incorporaron a la empresa inmediatamente después de la
universidad o bien a través de adquisiciones. El mismo Lafley
se unió a P&G apenas egresó de Harvard Business School y,
en poco más de 25 años, pasó por numerosos cargos antes de
convertirse en CEO.
A fin de generar compromiso tempranamente, la empresa
también instauró un programa de pasantías universitarias
que ofrece la posibilidad de asumir una responsabilidad real
trabajando en proyectos importantes con todos los recursos
de la empresa. Un alto número de programas de pasantías
pueden debilitar a una empresa debido al tiempo que deben
asignar los ejecutivos a patrocinar, capacitar y asesorar a los
pasantes. P&G, sin embargo, convierte a ex pasantes en empleados de tiempo completo a una tasa muy superior a la de
la mayoría de los competidores, por lo que la empresa ve su
inversión compensada con contrataciones de alta calidad que
resultan productivas desde el comienzo. Además, la empresa
asigna los pasantes a equipos multifuncionales que trabajan
en asuntos organizacionales y de negocios, y ofrecen soluciones al CEO y a los patrocinadores de la alta dirección. Con
frecuencia, la compañía implementa las sugerencias de estos
equipos. Por ejemplo, una de las cuatro ideas presentadas
en 2006 puede resultar en la aceleración del lanzamiento
de una nueva marca, y otros dos proyectos ya están parcialmente implementados.
En HSBC, el compromiso con el talento está personificado
por Green, quien explica: “No hay nada más importante que
hacer esto de la forma correcta… desde la contratación hasta
los altos cargos más influyentes”. Los ejecutivos de línea participan directamente en el proceso, colaborando con la función central de RH y con las regionales para asignar cargos
importantes.
Construir participación. La participación refleja el grado
en que los líderes de la empresa muestran su compromiso
con los cometidos de la gestión del talento. P&G involucra
a los empleados en su propio desarrollo profesional desde el
día en que comienzan a trabajar en la empresa. Trabajan con
los ejecutivos que los contrataron para planificar medidas
que generen lo que la empresa llama “valor de desarrollo
profesional”. Para los empleados de alto potencial, P&G iden9
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tifica “posiciones a alcanzar”, que sólo pueden obtenerse si el
empleado continúa desempeñándose bien, impresionando y
demostrando potencial de crecimiento. El objetivo es mirar
las tareas asignadas desde la perspectiva del desarrollo profesional. Por ejemplo, un ejecutivo cuya posición a alcanzar
es presidente de una de las siete regiones de P&G, realizará
tareas en distintos lugares para adquirir experiencia internacional y trabajar en una unidad de negocios global responsable de una importante categoría de productos.
El reclutamiento en las universidades es dirigido por la
gerencia de línea en P&G, y muchos altos ejecutivos lideran
personalmente equipos de las universidades más importantes del mundo. Estos ejecutivos son responsables por contratar únicamente a graduados con antecedentes excepcionales
en desempeño académico y no académico (como empleos de
verano, clubes y emprendimientos). Para reforzar los vínculos con estas instituciones, los líderes de los equipos universitarios también financian investigaciones, realizan donaciones de tecnología, participan en las aulas y son jueces en las
competencias de estudios de casos.
En cuanto a HSBC, una conversación con Green revela
rápidamente su participación. Green tiene un conocimiento
notable de los procesos diarios de la empresa respecto de
las personas y puede hablar en profundidad sobre cómo
se aborda el reclutamiento, dónde se asigna a los gerentes,
cómo progresan sus carreras y qué deben hacer para seguir
avanzando. En los niveles inferiores, la participación de la gerencia de línea en la gestión del talento es asegurada por medio de prácticas y políticas específicas, como el requisito de
que cada unidad tenga una estrategia de implementación de
talento. Estos planes vinculan específicamente los objetivos
de crecimiento de la unidad con el desarrollo de sus miembros, de modo que la empresa no se vea sorprendida por
ningún déficit. Barbara Simpson, jefa de talento del grupo
HSBC, trabaja estrechamente con cada unidad para desarrollar su propuesta y presenta los planes agregados a la oficina
central del grupo, informando cualquier brecha de talento
que impida cumplir con los objetivos de crecimiento de la
empresa. Gracias a este proceso, la gestión del talento tiene
un lugar importante en la agenda de la gerencia de línea y de
los líderes corporativos, y éstos no se distraen con problemas
que podrían parecer más urgentes. Además, la gestión del
talento, la planificación de la sucesión, los desplazamientos
internacionales y el desarrollo de los altos ejecutivos son
elementos permanentes en las agendas de las reuniones de
los comités ejecutivos de negocios y del consejo de administración del grupo.
El banco promueve la participación de los nuevos empleados enviándolos al Reino Unido para que asistan a un
programa de capacitación de siete semanas, normalmente en
grupos de entre 30 y 40 personas, cuyos miembros representan a alrededor de 20 naciones. En estas sesiones, efectuadas
varias veces por año, los nuevos empleados tienen la oportu10
nidad de conocerse entre sí y de conocer a los miembros del
equipo de liderazgo –Green o sus colegas de más alto nivel
pasan tiempo con ellos–, y de compartir sus propias ideas
sobre el banco.
Asegurar la responsabilización. Las fábricas de talentos
responsabilizan a todos los stakeholders (incluyendo a los
propios empleados talentosos) de hacer su aporte para que
los procesos y sistemas sean robustos. En P&G, Lafley asume
la responsabilidad de la planificación de la carrera de todos
los vicepresidentes y directores generales y de las reservas de
talento que comprenden lo que él denomina los “top 16” de
la empresa: los 16 mercados, 16 clientes y 16 marcas preeminentes de P&G. Lafley analiza anualmente la asignación de
los mejores talentos y los planes de sucesión de cada negocio
y región. Junto con los presidentes y vicepresidentes de la
empresa, Lafley patrocina y dicta personalmente todos los
cursos de desarrollo de liderazgo para los 300 líderes más
importantes de la empresa, lo que indica que la gestión de talentos es una responsabilidad de liderazgo y un proceso central de negocios. Todos los ejecutivos y gerentes de P&G saben que deben responsabilizarse por identificar y desarrollar
a los líderes futuros y actuales de la empresa. Se los evalúa y
compensa por sus contribuciones al desarrollo de las competencias de la organización, no sólo por su desempeño.
En HSBC, Green responsabiliza al comité de gestión del
grupo, compuesto por 12 personas, por las reservas de talento
de la empresa. Cada miembro es responsable de una región,
un grupo de clientes o un producto. Los miembros también
supervisan la lista de personas de su propio negocio que se
encuentran en la reserva de talento regional y eligen gerentes para la reserva del grupo.
Los ejecutivos también se responsabilizan por mantener
la honestidad en el proceso de gestión de talentos, aunque
Green asegura que es más fácil decirlo que hacerlo. “Algunas
de las personas que entraron en la reserva de talento no deberían haberlo hecho. Puedes dejarlo pasar o tener una conversación difícil y decir ‘Disculpa, esto fue un error’ o ‘Eras un
miembro legítimo de la reserva de talento pero empezaste a
estancarte y te perdiste un poco’. No le haces un favor a nadie
siendo simpático todo el tiempo”.
•••
Hace mucho que los líderes dicen que las personas son los activos más importantes de sus empresas, pero aprovecharlos
al máximo ha cobrado una nueva urgencia. Una empresa que
desee crecer –y especialmente en el escenario global– tiene
pocas posibilidades de alcanzar sus objetivos sin la capacidad
de poner a las personas indicadas en sus puestos, y con rapidez. Las empresas se enfocan y dedican su energía al capital,
la tecnología de la información, el equipamiento y los procesos de clase mundial, pero, en definitiva, lo que más importa
son las personas.
Reimpresión R0710M-E
harvard business review
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