LAS 5S Que son las 5s. Son un programa de trabajo para talleres y oficinas que consiste en desarrollar actividades de orden/limpieza/ y detección de anomalías en el puesto de trabajo. Las 5s son cinco principios japoneses cuyos nombres comienzan por S y que van todos en la dirección de conseguir una fábrica limpia y ordenada. Estos nombres son: 1. Seri: ORGANIZAR Y SELECCIONAR. – Se trata de organizar todo separar lo que sirve de lo que no sirve y clasificar esto último. La primera etapa está enfocada en los principios de separación y eliminación de lo innecesario; considerando que un entorno de trabajo ordenado y seguro prescinde de todo lo que no se necesita para realizar la tarea que está destinada a ese espacio. Para conseguir el objetivo, se debe clasificar todo el contenido del espacio para ser tratado posteriormente: Eliminación – es el destino de lo que no se usa o se usa muy poco. Ya sea eliminación completa (digitalización y reciclaje de documentos, por ejemplo) o cualquier otro destino que lo suprima (donación, venta, etc.), la intención es liberar espacio físico. Almacenamiento – es el destino de lo que se usa poco, pero que no puede ser eliminado. Por ejemplo, documentos legales, que se deben retirar del espacio de trabajo para guardarlos en un lugar habilitado para el almacenamiento. Recolocación – las cosas que se usan de forma eventual no pueden entorpecer el trabajo diario, para lo que se debe habilitar un espacio de almacenamiento de fácil acceso desde el puesto de trabajo. Mantenimiento – para todo aquello que se usa de forma diaria en el puesto de trabajo, que debe ser ordenado en la siguiente etapa. 2. Seiton: ORDENAR. – Tiramos lo que no sirve y establecemos normas de orden para cada cosa. Además se va a colocar las normas a la vista para que sean conocidos por todos y en futuro permita practicar la mejora de forma permanente. La filosofía de esta etapa se resume en la frase “un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio”; es decir, este principio lo que busca es que todo lo que se necesita para realizar el trabajo tenga la ubicación correcta. Lo que se usa más frecuentemente, al alcance de la mano. Lo que se usa en secuencias, debe estar en base a la secuencia. Lo que está esperando salida, debe estar al principio (siguiendo la teoría FIFO). Para que el funcionamiento sea lo más ágil posible, el conjunto de la organización debe unificar la forma de llamar a las cosas y estandarizar los puestos de trabajo con los mismos criterios. 3. Seiso: LIMPAR. - Realizar la limpieza inicial con el fin que el operador / administrador se identifique con su puesto de trabajo y maquinas/equipos que tengan asignados Teniendo sólo lo necesario y con la clasificación adecuada, es momento de preocuparse por la limpieza del lugar de trabajo. La limpieza es parte importante de esta metodología, pero es fundamental para mantener la salud de los trabajadores e imprescindible para mantener su motivación. La limpieza, además de ser una tarea cotidiana, debe tratar las fuentes de suciedad de la siguiente forma: Si se puede eliminar, se elimina. Si no se puede eliminar, se crea un plan de limpieza que impida su recurrencia. (Dorbessan, 2006) 4. Seiketsu: MANTENER LIMPEZA. - A través de gamas y controles iniciar el establecimiento de los estándares de limpieza, aplicarles y mantener el nivel de referencia alcanzado. Así pues, esta S consiste en distinguir fácilmente una situación normal de otra anormal, mediante normas sencillas y visibles para todos. 5. Shitsuke: RIGOR EN LA APLICACIÓN DE CONSIGNAS Y TAREAS. Realizar la autoinspección de manera cotidiana, cualquier momento es bueno para revisar y ver como establecer las hojas de control y comenzar la aplicación, mejorar los estándares de las actividades realizadas con el fin de aumentar la fiabilidad de los medios y el buen funcionamiento de los equipos de oficina. La última etapa de las 5S está dedicada al mantenimiento del sistema, para lo cual se necesita una disciplina y un control estricto. Para ello, es importante establecer unos objetivos y medir los resultados obtenidos, de modo que se pueda evaluar y en su caso, resolver fallos. (Juan, 1999) El último principio es el que determina el éxito o el fracaso, ya que no solo es necesario que se ordene – por ejemplo – como se ha estipulado; sino que es imprescindible que ese sistema se interiorice y se convierta en un hábito que nadie se salta. A partir de aquí, entra en juego la filosofía kaizen, que estipula que todo puede ser mejorable siempre y por tanto se debe aspirar siempre a una mejora, aun cuando el resultado parece perfecto. (Sacristan, 2005)