MEDIDA CAUTELAR EN EL PROCESO CIVIL
JOHAN LIEV PACAYA SHUPINGAHUA
- Universidad Científica del Perú – UCP
RESUMEN
El trabajo realizado nos da a conocer información muy importante acerca de la medida cautelar. Por
ello se parte mencionando una breve definición que se encuentra inmersa en la introducción del
trabajo. Seguidamente tenemos la autonomía con la que esta revestida la medida cautelar, y como
esta existe independientemente del proceso principal, siguiendo una totalmente diferente en
cuaderno aparte, pero siempre ligada a la pretensión principal. Luego, se pasa a desarrollar las
características de las medidas, los tipos de medidas cautelares, la finalidad que esta cumple y
finalmente se desarrolla de manera puntual la contracautela.
PALABRAS CLAVE: Medida Cautelar, Proceso Principal, Verosímil, Instrumental, Peligro en la
demora.
ABSTRACT
The work carried out gives us very important information about the precautionary measure. For this
reason, it starts by mentioning a brief definition that is immersed in the introduction of the work. Next
we have the autonomy with which the precautionary measure is covered, and how it exists
independently of the main process, following a totally different one in a separate notebook, but always
linked to the main claim. Then, it goes on to develop the characteristics of the measures, the types of
precautionary measures, the purpose that it fulfills and finally the injunction is developed in a timely
manner.
KEYWORDS: Precautionary Measure, Main Process, Plausible, Instrumental, Danger in the delay.
INTRODUCCION
Una de las actividades que constantemente se observa y que es una facultad innata de los
seres humanos es su constante vinculación con otros individuos, partiendo de lo más básico,
una cena, una salida con amigos; pasando al ámbito jurídico, la celebración de un contrato
de trabajo o, una compra y venta, un matrimonio, el arrendamiento de un bien inmueble y
así, un sinfín de relaciones que por algún motivo pudieran trascender en significancia tanto
para el entorno social como para quien lo asume. Y con todo ello nace la necesidad de
administrar el conflicto de una relación jurídica. En este caso interviene la jurisdicción del
Estado por medio de sus jueces para componer la situación.
Sin embargo, en el proceso judicial concurren una serie de etapas, secuencias que están
encaminadas a lograr la solución del conflicto, todo esto hace que el proceso se vaya
prolongando por mucho más tiempo de lo que estaba previsto, y esto puede afectar la
pretensión solicitada en el proceso. Para proteger esto, uno de los mecanismos necesarios en
el proceso civil, es la tutela cautelar, que tiene por objeto asegurar la eficacia y el
cumplimiento de la sentencia que emite el juez.
En atención a esta realidad, con una solicitud de la parte interesada, el órgano jurisdiccional
con las facultades conferidas por el estado, puede adoptar medidas que van a estar destinadas
al aseguramiento de la pretensión y al fin que se busca lograr mientras transcurre el proceso.
El fomus boni iuris y el periculum in mora son algunos presupuestos que se necesitan para
obtener una resolución favorable en respuesta al pedido o la pretensión cautelar.
La tutela cautelar está vinculada al conjunto de actos al interior de un proceso judicial que
buscan, a través de una resolución judicial, garantizar los efectos de la sentencia que se puede
dar en un proceso principal. En algunos casos, lo que se busca es impedir que el particular
sufra mayores daños, y en otro, el reconocimiento de derechos y que no se pierda la eficacia
de la sentencia.
En ese sentido, la Corte Superior de Lima ha indicado que “las medidas cautelares son la
modalidad de la actividad judicial que tiene por finalidad el resguardo de los bienes o
situaciones extraprocesales con trascendencia jurídica los cuales, por falta de custodia, se
podría frustrar la eficacia de la sentencia a expedirse. Las medidas cautelares tienen su
fundamento en la necesidad de mantener la igualdad de las partes en el juicio y evitar que se
convierta en ilusoria la sentencia que ponga fin al proceso, busca asegurar de forma
preventiva el resultado práctico o la eficacia de la sentencia a expedirse. (EXPEDIENTE N°
2195-2009)
LA AUTONOMIA DEL PROCEDIMIENTO CAUTELAR
En este punto es de vital importancia abordar el estudio de la autonomía procedimental. Es
un tema muy controvertido, dado que aún existe la disyuntiva de si nos encontramos ante
pretensiones dentro de un proceso o si estamos dentro de un proceso autónomo. La primera
posición niega la autonomía del proceso cautelar dado que existe una actuación procesal que
se encuentra vinculada a un proceso principal, y solo se podría hablar de autonomía cuando
la medida se demanda separadamente del proceso donde se actuará el derecho.
La segunda posición reconoce la influencia que ha tenido el pensamiento de Carnelutti, quien
postula que mientras los procesos ejecutivos y de conocimiento persiguen la composición
definitiva de la Litis, el proceso cautelar, en cambio, tiene por finalidad la composición
provisional. (CARNELUTTI, 1971)
Kielmanovich concibe al proceso cautelar como aquel que tiene por objeto una verdadera
pretensión cautelar, dice: “entendemos que se trata de un proceso que goza conceptualmente
de autonomía, por su peculiar estructura, grado de conocimiento diferenciado y particular
impuesto para la adopción de las medidas cautelares (…) la pretensión cautelar es autónoma
por su propia naturaleza y porque no se confunde con la pretensión objeto del proceso
contencioso o con la petición del objeto extracontensioso, sino que se trata de una pretensión,
o si se quiere acción, diversa de la pretensión o petición actuada en el proceso principal,
llamada a tener una virtualidad provisoria, por más que pueda mediar alguna coincidencia
entre el bien de la vida aprehendido en una y otra”. (KIELMANOVICH, 2000, pág. 20 y 49)
Partiendo de lo señalado en el artículo 635 del CPC, “todos los actos relativos a la obtención
de una medida cautelar, conforman un proceso autónomo para el que se forma cuaderno
especial”. Se puede observar que el proceso cautelar, desde su procedimiento o tramite, es
independiente del proceso principal, por tal motivo la norma señala que debe tramitarse en
cuaderno especial, siguiendo una línea totalmente diferente de proceso principal sin
importado el estado en que este se encuentre.
Con esta autonomía lo que se busca es ordenar mejor el proceso y lograr una tramitación
mucho más rápida, evitando así entorpecer ambos procesos, y garantizar el dictado oportuno
de la medida independientemente de la demanda principal.
CARACTERISTICAS ESPECIALES DE LA MEDIDA CAUTELAR
A través de las medidas cautelares lo que se busca obtener es que el derecho que se pretende
actuar en un proceso, pierda su eficacia durante el tiempo de su iniciación hasta el
cumplimiento de la sentencia definitiva, para amparar o desestimar la solicitud de tutela
cautelar el juez el juez valorará los elementos y también los efectos, la cobertura y la
intensidad de la medida cautelar; también tendrá que determinar en la resolución la
intervención de los colaboradores judiciales para la correcta y adecuada ejecución de la
medida. Todos estos criterios forman parte de la resolución cautelar, y tiene como
característica ser:
- Provisoria: las medidas cautelares no tienen carácter de permanente ni absolutas, por esa
razón no se puede asociar a la cosa juzgada. Esta está destinada a tener una duración limitada
hasta que sobrevenga el fallo definitivo, mientras no se dicte la resolución final en el proceso
principal dicha medida se mantiene. A través de este carácter provisorio se busca
contrarrestar los efectos negativos que podría tener el tiempo sobre el derecho que se pretende
lograr.
La corte suprema explica que “toda medida es provisoria y por ello mismo, las consecuencias
que genere no pueden ser absolutas, porque de ser así lo provisorio se convertiría en
definitivo y lo probable adquiriría la calidad de cosa juzgada”. (CASACION 328-2014
CALLAO)
- Variable: como ya se ha explicado, las medidas cautelares no adquieren eficacia de cosa
juzgada, esta característica permite que la medida pueda sufrir modificaciones durante el
proceso, siempre que la motivación para expedir la medida cautelar cambie.
El carácter variable de la medida cautelar permite que esta pueda sufrir cambios en atención
a la modificación de las bases que sirvieron para su decreto, es decir; luego de un adecuado
examen por parte del juez, las medidas pueden ser ampliadas, revocadas o incluso reducidas.
- Instrumental: la principal característica de la medida cautelar es su carácter instrumental,
no se puede justificar la vigencia de una medida sin un proceso, necesariamente debe existir
la dependencia simultánea o posterior de un proceso principal, como regula el artículo 636
del CPC, condiciona la vigencia de una medida cautelar al inicio de un proceso en un plazo
de 10 días, de no ser así, la medida cautelar caduca.
Al respecto, el Tribunal Constitucional, señala que: “la medida cautelar está orientada en su
carácter instrumental a asegurar la efectividad del derecho demandado en el marco de un
debido proceso, no solo cuando trate de procesos que adolecen de dilaciones indebidas o que
no se resuelvan dentro de los plazos establecidos, sino también cuando se trate de la duración
ordinaria de los procesos”. (EXP. N.° 2544-2009-PC/TC)
- Jurisdiccional: La finalidad de asegurar no es una facultad exclusiva de las medidas
cautelares; este fin se puede alcanzar por mecanismos extrajudiciales, como la hipoteca, la
prenda y la anticresis; estos mecanismos se constituyen fuera del proceso y cumplen fines
análogos a las medidas cautelares, tienen un origen consensual. Pero es importante precisar
que la medida cautelar también busca aseguramientos, pero este tiene un origen jurisdiccional
pues nace por un mandado judicial para estar al servicio del proceso judicial que se ha
iniciado o está por iniciarse; en eso radica el carácter jurisdiccional de la medida y, además,
a través de ella se busca asegurar la paz social al lograr la eficacia de la sentencia.
Además de las características ya mencionadas, las medidas cautelares deben ser dictadas
inautida parts, sin audiencia del afectado, esto para poder evitar una posible frustración por
parte del demandado. Es muy importante señalar también para poder decretar las medidas
cautelares estas deben tener grado de apariencia, no dé certeza. No produce efectos de cosa
juzgada, no causan instancia, su otorgamiento no supone prejuzgamiento, no tienen
incidencia directa sobre la relación procesal, son de ejecutabilidad inmediata y revisten por
ultimo carácter urgente y deberán ser canceladas, si la pretensión principal es declarada
improcedente.
PRESUPUESTOS PARA EL OTORGAMIENTO DE LA MEDIDA
CAUTELAR
Verosimilitud del derecho (fumus boni iuris): Si lo que se busca con una medida cautelar
es asegurar una pretensión principal, es completamente razonable que la adopción de la
medida tenga como presupuesto “la apariencia del derecho”, lo que señala que la pretensión
pueda ser estimada. Lo que se exige al juzgador es un juicio simple de verosimilitud, que
mediante los documentos presentados por el solicitante de la medida se pueda generar en el
juez la apariencia razonable de que al pronunciarse la sentencia se declarará fundada la
demanda.
Al respecto, la Corte Superior de Lima explica que un derecho es verosímil cuando el juez
considera que el derecho que se demanda será reconocido en la sentencia definitiva, en
hipótesis que sea aceptada; criterio que puede ser variado en cualquier momento cuando las
circunstancias del proceso así lo ameriten, razón por la cual la medida cautelar es siempre
provisional, instrumental y variable conforme a lo que previene al artículo 612 del Código
Procesal. (EXPEDIENTE N° 85-2004 )
Peligro en la demora (periculum in mora): El juez no solo debe apreciar la apariencia del
derecho que invoca el solicitante de la medida cautelar, también debe apreciar el peligro de
que el probable derecho sea violado y que sin la efectividad de la cautela pueda permanecer
este insatisfecho.
Por su parte, la Corte Superior de Lima, señala: “el peligro en la demora implica la necesidad
de acceder a una medida preventiva, ante la inminencia de un daño evidente que puede ser
originado precisamente por la demora en resolver la acción principal y que el órgano
jurisdiccional está en la obligación sustancial de atender, a fin de cautelar el derecho que
aparece como vulnerado”. (EXPEDIENTE N° 675-2002)
Al respecto, Calamandrei ha sostenido la existencia de dos tipos de periculum in mora:
peligro de infructuosidad y peligro de tardanza de la providencia principal: “Algunas de las
providencias cautelares (…) no tratan de acelerar la satisfacción del derecho controvertido,
sino solamente de suministrar anticipadamente los medios idóneos para conseguir que la
declaración de certeza (…) o la ejecución forzada (…) del derecho, se produzcan, cuando la
lentitud del procedimiento ordinario lo consienta, en condiciones prácticamente más
favorables (…). En cambio, en otros casos (…) la providencia interina trata de acelerar en
vía provisoria la satisfacción del derecho, porque el periculum in mora está constituido no
por la temida desaparición de los medios necesarios para la formación o para la ejecución de
la providencia principal sobre el mérito, sino precisamente por la prolongación, a causa de
las diligencias del proceso ordinario, del estado de insatisfacción del derecho, sobre el que
se contiene el juicio de mérito. Aquí, por lo tanto, la providencia cae directamente sobre la
relación sustancial controvertida. (CALAMANDREI, 1945, pág. 71 y ss)
La razonabilidad de la medida para garantizar la eficacia de la pretensión: El Tribunal
Constitucional, en el Expediente Nº 2235-2004-AA/TC, ha precisado que la legitimidad
constitucional de una limitación al ejercicio de los derechos fundamentales no se satisface
con la observancia del principio de legalidad. Acotando luego que por virtud del principio de
razonabilidad se exige que la medida restrictiva se justifique en la necesidad de preservar,
proteger o promover un fin constitucionalmente valioso. Es la protección de fines
constitucionalmente relevantes la que, en efecto, justifica una intervención estatal en el seno
de los derechos fundamentales. Desde esta perspectiva, la restricción de un derecho
fundamental satisface el principio de razonabilidad cada vez que esta persiga garantizar un
fin legítimo y, además, de rango constitucional. (EXPEDIENTE N° 2235-2004-AA/TC)
COMPETENCIA
Es importante que el juez que conozca del proceso principal sea el que también conduzca el
procedimiento cautelar. Si bien el trámite de ambos no lo vincula, ya que existe como hemos
visto una autonomía, quién más que el juez que conoce del proceso principal para que tenga
todos los elementos necesarios a fin de otorgar o no la medida cautelar solicitada en base a
los hechos acontecidos en el proceso principal. Le permite tener una mejor visión del
comportamiento de las partes en el proceso y la necesidad en el dictado de la tutela cautelar.
OPORTUNIDAD
Respecto de la oportunidad en que puede operar la medida cautelar, esta puede ser solicitada
y concedida antes del proceso o con posterioridad al inicio este. En el primer supuesto, esta
medida está sujeta a la condición de formular su pretensión dirimente ante la jurisdicción
dentro de los diez días posteriores a la ejecución (artículo 636 del CPC). Igual exigencia corre
para el caso de medidas cautelares dictadas antes del inicio del procedimiento arbitral.
El citado artículo 636 del CPC establece claramente en primer lugar la materialización de la
ejecución de la medida dictada y, en segundo lugar, la presentación de la demanda dentro de
los diez días posteriores a dicho acto (ejecución). Se deberá tener en cuenta aquí si la
pretensión principal resulta ser materia conciliable o no a fin de poder exigir el requisito de
la conciliación.
TIPOS DE MDEDIDAS CAUTELARES
Embargo: Cuando la pretensión principal es apreciable en dinero, se puede solicitar
embargo. Este consiste en la afectación jurídica de un bien o derecho del presunto obligado,
aunque se encuentre en posesión de tercero, con las reservas que para este supuesto señala la
ley. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART. 642)
Secuestro: Cuando el proceso principal tiene por finalidad concreta la dilucidación del
derecho de propiedad o posesión sobre determinado bien, la medida puede afectar a éste, con
el carácter de secuestro judicial, con desposesión de su tenedor y entrega a un custodio
designado por el Juez. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART. 643)
Cuando la medida tiende a asegurar la obligación de pago contenida en un título ejecutivo de
naturaleza judicial o extrajudicial, puede recaer en cualquier bien del deudor, con el carácter
de secuestro conservativo, también con desposesión y entrega al custodio. Se aplican al
secuestro, en cuando sean compatibles con su naturaleza, las disposiciones referidas al
embargo.
Embargo en forma de depósito y secuestro: Cuando el embargo en forma de depósito recae
en bienes muebles del obligado, éste será constituido en depositario, salvo que se negare a
aceptar la designación, en cuyo caso se procederá al secuestro de los mismos. (CODIGO
PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART.649)
Cuando el secuestro recae en bienes muebles del obligado, éstos serán depositados a orden
del Juzgado. En este caso, el custodio será de preferencia un almacén legalmente constituido,
el que asume la calidad de depositario, con las responsabilidades civiles y penales previstas
en la ley. Asimismo, está obligado a presentar los bienes dentro del día siguiente al de la
intimación del Juez, sin poder invocar derecho de retención.
Embargo de inmueble sin inscripción registral o inscrito a nombre de tercera persona:
Cuando se trata de inmueble no inscrito, la afectación puede limitarse al bien mismo, con
exclusión de sus frutos, debiendo nombrarse necesariamente como depositario al propio
obligado. Esta afectación no lo obliga al pago de renta, pero deberá conservar la posesión
inmediata.
En este supuesto el Juez a pedido de parte, dispondrá la inmatriculación del predio, sólo para
fines de la anotación de la medida cautelar. En caso que se acredite, que el bien pertenece al
deudor y se encuentra inscrito a nombre de otro; deberá notificarse con la medida cautelar a
quien aparece como titular en el registro; la medida se anotará en la partida respectiva; la
subasta se llevará adelante una vez regularizado el tracto sucesivo registral. (CODIGO
PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART. 650)
Embargo en forma de inscripción: En caso de bienes registrados, la medida puede
ejecutarse inscribiéndose el monto de la afectación, siempre que ésta resulte compatible con
el título de propiedad ya inscrito. Este embargo no impide la enajenación del bien, pero el
sucesor asume la carga hasta por el monto inscrito. La certificación registral de la inscripción
se agrega al expediente. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART. 656)
Embargo en forma de retención: Cuando la medida recae sobre derechos de crédito u otros
bienes en posesión de terceros, cuyo titular es el afectado con ella, puede ordenarse al
poseedor retener el pago a la orden del Juzgado, depositando el dinero en el Banco de la
Nación. Tratándose de otros bienes, el retenedor asume las obligaciones y responsabilidades
del depositario, salvo que los ponga a disposición del Juez. (CODIGO PROCESAL CIVIL,
2021, pág. ART. 657)
Embargo en forma de intervención en recaudación: Cuando la medida afecta una empresa
de persona natural o jurídica con la finalidad de embargar los ingresos propios de ésta, el
Juez designará a uno o más interventores recaudadores, según el caso, para que recaben
directamente los ingresos de aquella. La resolución cautelar debe precisar el nombre del
interventor y la periodicidad de los informes que debe remitir al Juez. (CODIGO
PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART. 661)
Embargo en forma de intervención en información: Cuando se solicite recabar
información sobre el movimiento económico de una empresa de persona natural o jurídica,
el Juez nombrará uno o más interventores informadores, señalándoles el lapso durante el cual
deben verificar directamente la situación económica del negocio afectado y las fechas en que
informarán al Juez. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART.665)
Embargo en forma de administración de bienes: Cuando la medida recae sobre bienes
fructíferos, pueden afectarse en administración con la finalidad de recaudar los frutos que
produzcan. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART. 669)
Secuestro: Cuando el proceso principal tiene por finalidad concreta la dilucidación del
derecho de propiedad o posesión sobre determinado bien, la medida puede afectar a éste, con
el carácter de secuestro judicial, con desposesión de su tenedor y entrega a un custodio
designado por el Juez. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART.643)
Secuestro conservativo sobre bienes informáticos: En caso de que se dicte secuestro
conservativo o embargo, sobre soportes magnéticos, ópticos o similares, el afectado con la
medida tendrá derecho a retirar la información contenida en ellos. Quedan a salvo las demás
disposiciones y las medidas que puedan dictarse sobre bienes informáticos o sobre la
información contenida en ellos. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART.647)
Secuestro de bienes dentro de una unidad de producción o de comercio: Pueden
secuestrarse bienes muebles que se encuentran dentro de una fábrica o comercio, cuando
éstos, aisladamente, no afecten el proceso de producción o de comercio. (CODIGO
PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART.651)
Secuestro de títulos de crédito: Cuando se afecten títulos-valores o documentos de crédito
en general, estos serán entregados al custodio haciéndose la anotación respectiva en el
documento, conjuntamente con copia certificada de su designación y del acta de secuestro, a
fin de representar a su titular. El custodio queda obligado a todo tipo de gestiones y
actuaciones que tiendan a evitar que el título se perjudique y a depositar de inmediato a la
orden del Juzgado, el dinero que obtenga. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág.
ART.652)
Anotación de demanda en los registros públicos: Cuando la pretensión discutida en el
proceso principal está referida a derechos inscritos, la medida cautelar puede consistir en la
anotación de la demanda en el registro respectivo. Para su ejecución, el Juez remitirá partes
al registrador, los que incluirán copia íntegra de la demanda, de la resolución que la admite
y de la cautelar. (CODIGO PROCESAL CIVIL, 2021, pág. ART.673)
La anotación de la demanda como medida cautelar tiene como objetivo mantener en el mismo
estado las cosas a la fecha de la anotación hasta la culminación del proceso y si la decisión
judicial le es favorable al solicitante de la medida, los efectos de la resolución tienen validez
desde la anotación.
MEDIDA ANTICIPADA
Además de las medidas cautelares reguladas, el Juez puede adoptar medidas
anticipadas destinadas a evitar un perjuicio irreparable o asegurar provisionalmente la
ejecución de la sentencia definitiva.
A este efecto, si una medida se hubiere ejecutado sobre bienes perecibles o cuyo valor
se deteriore por el transcurso del tiempo u otra causa, el Juez, a pedido de parte, puede
ordenar su enajenación, previa citación a la contraria. El dinero obtenido mantiene su
función cautelar, pudiendo solicitarse su conversión a otra moneda si se acreditara su
necesidad. La decisión sobre la enajenación o conversión es apelable sin efecto
suspensivo.
Los elementos con que se construye la tutela anticipada, ya no será la verosimilitud
sino la casi certeza del derecho que se busca y la urgencia que se sustentará en dos
situaciones: a) la necesidad impostergable del que la pide (674 CPC); y, b) el peligro
irreparable e inminente (682 y 687 CPC).
FINALIDAD
Siguiendo a Carnelutti y a Calamandrei podemos decir que la medida cautelar tiene como
función «evitar que se realicen por el demandado, durante el curso del proceso, actos que
impidan o dificulten la efectividad de la satisfacción de la pretensión que se ejercita”
(LEDESMA NARVÁEZ, 2013, pág. 07). De esta manera se busca que el demandado, al
conocer el proceso en su contra, no pueda disponer de los bienes respecto de los cuales
pudiera recaer la ejecución de la decisión principal y tornarla en inejecutable, impidiendo la
materialización de la tutela jurisdiccional en la fase ejecutiva.
Lo que se busca es mantener un estatu quo respecto de determinadas situaciones vinculadas
a la pretensión principal, ya que en caso ello no se pueda hacer de manera preventiva, la
decisión final no será plenamente cumplida. De ahí la necesidad del dictado de medidas
cautelares que aseguren el resultado del proceso principal, que debe estar claramente
delimitado.
LA CONTRACAUTELA
La contracautela tiene por objeto asegurar al afectado con una medida cautelar
el resarcimiento de los daños y perjuicios que pueda causar su ejecución.
La admisión de la contracautela, en cuanto a su naturaleza y monto, es decidida por el juez,
quien puede aceptar la propuesta por el solicitante, graduarla, modificarla o, incluso,
cambiarla por la que sea necesaria para garantizar los eventuales daños que pueda causar la
ejecución de la medida cautelar.
La contracautela puede ser de naturaleza real o personal. Dentro de la segunda se incluye
la caución juratoria, que puede ser admitida, debidamente fundamentada, siempre que sea
proporcional y eficaz. Esta forma de contracautela es ofrecida en el escrito que contiene la
solicitud de medida cautelar, con legalización de firma ante el secretario respectivo.
Cabe precisar que los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, el Ministerio Público, los
órganos constitucionales autónomos, los gobiernos regionales y locales, y las universidades,
están exceptuados de prestar contracautela.
CONCLUSIONES
1. Las medidas cautelares son la modalidad de la actividad judicial que tiene por
finalidad el resguardo de los bienes o situaciones extraprocesales con trascendencia
jurídica, que, por falta de custodia, podrían frustrar la eficacia de la sentencia a
expediente.
2. Desde el punto de vista de su tramitación o procedimiento, el proceso cautelar es
independiente del proceso principal, en razón de que aquel se tramita en cuaderno
especial y sigue en trámite diferente sin importar el estado procesal en el que se
encuentra el principal.
3. La medida cautelar tiene las siguientes características: jurisdiccional, provisional,
variable e importa un prejuzgamiento (612 CPC).
4. Los tipos de medida cautelar regulados en el Código Procesal Civil son: medidas para
futura ejecución forzada; medidas temporales sobre el fondo; medidas innovativas,
medidas de no innovar y medidas genéricas.
5. La contracautela tiene por objeto asegurar al afectado con una medida cautelar
el resarcimiento de los daños y perjuicios que pueda causar su ejecución.
La admisión de la contracautela, en cuanto a su naturaleza y monto, es decidida por
el juez, quien puede aceptar la propuesta por el solicitante, graduarla, modificarla o,
incluso, cambiarla por la que sea necesaria para garantizar los eventuales daños que
pueda causar la ejecución de la medida cautelar.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bibliografía
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