Ustedes hermanos, al ser presentados para este noble y tan importante servicio pastoral, ¿son conscientes de lo que esto significa? Los catequistas contestan: Sí, soy consciente El Padre les dice: Sepan que esto implica: Crecer cada día en la lectura, reflexión y vivencia de la Palabra de Dios, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia; asistir y participar de todos los encuentros de formación que se programan en la parroquia. Esforzarse personalmente por ajustar su vida a la voluntad del Señor, dando siempre testimonio del Evangelio. Caracterizarse por la bondad, alegría, fraternidad, humildad y sencillez puesto que son reflejo del amor de Dios. Dar testimonio permanente de fraternidad, unidad, apoyo y tolerancia los unos a los otros. Por tanto, yo los invito a manifestar su compromiso públicamente. Los Catequistas DICEN al unísono: Aquí estoy Señor, para servirte como transmisor de la fe, lleno de gozo y de confianza delante de la comunidad: Me comprometo a tener una vida de oración permanente, y a esforzarme para prepararme y formarme cada vez como un verdadero discípulo misionero, especialmente en el servicio de la educación en la fe de los niños y de los jóvenes. Me comprometo a ser testimonio de bondad humildad y sencillez, porque sé que la mejor catequesis se da con el ejemplo. Me comprometo a ejercer mi ministerio, con la más alta dignidad, pulcritud y grandeza. Me comprometo a dar ejemplo de fraternidad y permanecer unido al grupo, motivando a otros hermanos para que se vinculen a las actividades pastorales de nuestra Parroquia. Me comprometo a estar disponible para servir a Dios en la Comunidad en el día y la hora que se necesite. Me comprometo a cumplir con responsabilidad y puntualidad el servicio, en el día y hora que se me sea encomendado; preparar la catequesis con anterioridad, en oración y lectura asidua, con creatividad, profunda reflexión y mucho amor por la Iglesia. Señor, haz que yo sea tu testigo para comunicar tu enseñanza y tu amor. Concédeme poder cumplir la misión del catequista con humildad y profunda confianza. Que mi catequesis sea un servicio a los demás, una entrega gozosa y viva de tu Evangelio. Amén En seguida el presidente pronunciará la fórmula de Bendición y entrega de la Cruz para las nuevas catequistas y al final sólo ellos responderán: Gracias, Señor, por la misión que me confías. Celebrante: Hermanos catequistas, recibid esta Cruz, signo del amor de Cristo y de la misión que hoy reciben. Todos los nuevos catequistas: Gracias, Señor, por la misión que me confías. (Los ministros se reciben la cruz y se presentan a la comunidad)