Análisis del comportamiento humano Doctorado en Ciencias de la Educación Paula Andrea Muñoz Rúa Matricula adco18254 Ensayo Factores biológicos, cognitivos y afectivos Unidad # 1: Factores Biológicos y afectivos Luis Felipe El- Sahili Septiembre 23/2018 Introducción Confieso que no soy una experta en este maravilloso y complejo tema de la conducta humana, que encierra además aspectos géneticos, cerebrales y ambientales, pero luego de hacer lecturas y una minuciosa búsqueda bibliográfica, me inspiro a escribir unas cuantas líneas tratando de encontrar la relación que subyace en lo biológico, afectivo y ambiental que determinan la conducta. En las próximas líneas trataré de explicar como la conducta humana está determinada por factores biológicos, ambientales y afectivos y como estos intervienen en ella. Factores del comportamiento humano Sólo existe la estadística! El hombre racional es el hombre estadístico. ¿Será un niño guapo o feo? ¿Sentirá amor por la música? Sobre todo esto decide un juego de dados. La estadística está presente en el momento de nuestra concepción, es ella quien sortea los conglomerados de genes que crean nuestros cuerpos, ella rifa nuestra muerte. De un encuentro con la mujer que amaré, de mi longevidad, de todo decide la distribución estadística normal... La Historia, a su vez, es el cumplimiento de unos movimientos brownianos, una danza estadística de fragmentos que no dejan de soñar en un mundo temporal diferente. Stanislav Lem Entender la naturaleza humana resulta complejo y responder al interrogante si ¿el comportamiento humano depende de la genética o de lo que se ha aprendido? aún más; hay quienes dicen que el comportamiento se hereda y otros que se hace. La genética se puede comprender como la transmisión de la herencia biológica que se da de generación en generación, es decir, cada ser humano está cargado cromosómicamente lo que le permite reproducir nuevas personas con ciertas similitudes, Moreno (1995, p.11) expresa que “Los investigadores en genética de la conducta entienden que los factores hereditarios intervienen, y bastante, en muchas conductas complejas, incluyendo capacidades cognitivas, personalidad y psicopatologías” Por otra parte, existen teorías que adjudican al medio ambiente y al entorno cultural donde nace crece y muere el ser humano como el principal epicentro donde el comportamiento y la inteligencia aprenden, se adaptan y se van transformando a lo largo de la existencia para permitirle al ser humano interactuar e integrarse en su entorno social. Ochonda (2002, p.2), resalta que “Hablar de genes parece significar hablar de “determinismo biológico” y hablar de genes y comportamiento parece significar hablar de inevitabilidad en nuestra estructura social, en nuestros roles”. Genética y ambiente deben de estar articulados, no pueden desligarse, pues cada individuo está estructurado cromosómicamente para que a través de ello pueda estar inmerso en su ambiente. Los seres humanos desde que nacen estan imitando comportamientos, de sus otros pares, para tener mayor facilidad de acomodarse y adaptarse a su entorno, es por ello que el actuar de cada persona se da a través de patrones designados que se van adquiriendo desde que se nace y a lo largo de la vida y se evidencian en las creencias, ideas, pensamientos, sentimientos, emociones y experiencias. A hora bien el comportamiento humano también depende de como este configurado el cerebro ya que desde allí se integran y se manejan movimientos, emociones y otras funciones del cuerpo, además posibilita una adaptación a los cambios que se den en el ambiente, el canal de ciencias (2012), expresa: Es bien sabido que el cerebro (tanto humano como animal) presenta una estructura "plástica". Esto es, que las conexiones neuronales se "adaptan" en función de nuestras necesidades, de lo que aprendemos a lo largo de la vida, de lo que vemos, o de las sensaciones que recibimos a partir de los sentidos. Nuestros propios pensamientos internos pueden incluso "reordenar" nuestras neuronas. Por ello, da la sensación de que es "el entorno", interaccionando con nuestro cerebro, el que finalmente da forma a nuestros pensamientos más humanos. En efecto los sentimientos y emociones nacen y crecen en el cerebro exactamente en el sistema límbico, desde allí las personas le dan sentido a sus experiencias y se acomodan a las demandas de su entorno, cultural y social. Ciompi, (2007, p.7) resalta que “los afectos no sólo acompañan al pensamiento y al comportamiento sino que también en buena medida los guían y los organizan”, hay que recordar que el afecto es una necesidad primordial y relevante del ser humano y que todo ese conjunto de emociones y sentimientos acompañan cada acción humana, lo que permite un equilibrio emocional en todas dimensiones, Gámez & Marrero (2005, p.244) argumenta “En principio podemos aceptar que una necesidad es cualquier condición que es esencial y necesaria para la supervivencia, para el crecimiento o para el bienestar psicológico”. Los sentimientos y las emociones son universales, pero cada persona los expresa o manifiesta de manera diferente, gracias a cada uno de los genes que varían de una cultura a otra. Los sentimientos son experiencia subjetiva de las diferentes emociones, Polo (1998, p.4), manifiesta, “En nuestros días se apela a los sentimientos porque se consideran que son lo más vital, lo más interior, que hay en el hombre”. y las emociones son reacciones intrínsecas, Villamil (2017, p.18) “Consideramos que una buena concepción de las emociones no solo debe hacernos más inteligentes, sino también mejores personas”. Genética (herencia biológica), ambiente (entorno social), cerebro (órgano central del sistema nervioso) tres aspectos que entrelazados direccionan el comportamiento, dándole múltiples facultades y el poder más excepcional al género humano. Podemos decir que el desarrollo de las funciones cerebrales de cada persona dependerá totalmente de su genética, de su entorno, de su educación, de su aprendizaje de los estímulos y atenciones que haya recibido en la infancia o en su etapa inicial. Pero también se hace necesario resaltar que los resultados que se obtengan en la conducta humana sean favorables o negativos no dependen solo de la genética ni exclusivamente del entorno, si no del desarrollo evolutivo de ambos aspectos y de todo lo que se vaya adquiriendo durante el transcurrir de la vida, la suma de todo esto es lo que va a permitir éxitos o fracasos en nuestras actividades personales y profesionales. Conclusiones Luego darle una mirada a la conducta humana desde la genética y el ambiente se puede decir: El ambiente y la genética van de la mano, esta estrecha relación contribuye a determinar la conducta de cada persona, la primera definen rasgos de la conducta del ser, como lo son las costumbres, pensamientos, actitudes entre otros y la segunda determina aspectos físicos e intelectuales. Ninguna persona puede desligarse de su herencia genética ni de su ambiente, pues su desarrollo y transformación lo encontrará en su medio circundante, costumbres, formas, actuaciones pensamientos entre otros y alcanzará todos los logros en la medida que su genética le permita. El cerebro es una órgano maravilloso, perfecto una completa red de neuronas donde se crean los pensamientos, los mismos que se extraen del medio exterior a través de los sentidos, de esta manera se originan estímulos que llegan a cada persona llenos de emociones y sentimientos que responden y desencadenan conductas apropiadas para cada momento. Referencias Canal de ciencias ( 2012). Comportamiento humano, ¿cuestión de genes?. Recuperado de: https://www.canaldeciencias.com/2012/11/24/comportamiento-humanocuesti%C3%B3n-de-genes/ Ciompi, L. (2007). Sentimientos, afectos y lógica afectiva: Su lugar en nuestra comprensión del otro y del mundo. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 27(2), 153-171. Recuperado de: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S021157352007000200013 Gámez, E., & Hernández, H. M. (2005). Bases cognitivas y motivacionales de la capacidad humana para las relaciones interpersonales. Anuario de psicología/The UB Journal of psychology, 36(3), 239-260. Recuperado de: https://www.raco.cat/index.php/AnuarioPsicologia/article/view/61817/76157 Moreno Muñoz, M. (1995). La determinación genética del comportamiento humano. Recuperado de: https://www.researchgate.net/publication/28089654_La_determinacion_genetica _del_comportamiento_humano_una_revision_critica_desde_la_filosofia_y_la_ge netica_de_la_conducta Ochando María, Dolores (2002). Genes y comportamiento de género: Azar o necesidad. Madrid: Departamento de Genética. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad Complutense. Recuperado de: file:///C:/Users/PAULA/Desktop/genetica.pdf Pineda Villamil, Miguel A. (2017). Emociones Humanas y Éticas, Para una fenomenomenolgia de las experiencias personales erráticas. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana. Recuperado de: https://ebookcentral.proquest.com/lib/ucuauhtemocsp/reader.action?docID=5486 937&query=las+emociones+humanas Polo, Leonardo, (1998). Los sentimientos Humanos, Piura: Conferencia, doctor honoris causa por la Univ.de Piura y profesor visitante de la misma. Recuperado de: http://189.210.152.179/moodle/mod/resource/view.php?id=305690