¡Vámonos, Jorgito! [45] I De regreso a casa –Vámonos, Jorgito, tenemos que apurarnos1 antes de que la noche llegue –dijo Ramiro. –Pero, no puedo encontrar mi canica2, espérame un ratito más –contestó Jorgito. –Sólo un minuto más, sabes que si llegamos tarde nuestros padres se van a enfadar. –Ya la encontré. Ahora sí, vámonos. Y Jorgito empezó a saltar de alegría por haber encontrado su canica nueva. Era aguamarina y un amigo se la había regalado al salir de la escuela, hacía sólo unos minutos. Los niños empezaron a caminar, pasaron por unos milperos3, y por los estrechos senderos que conducían a las casas de su pequeña aldea4. Era el mes de septiembre y, como siempre, había llovido mucho, los caminos estaban llenos de lodo y los zapatos se les quedaban atascados en los charcos. En esos meses, les tomaba casi el doble de tiempo recorrer el camino de regreso a casa. Anochecía, las luciérnagas5 empezaban a dar sus lucecitas entre los matorrales y los grillos 6a cantar sus canciones nocturnas. A lo lejos, se podía escuchar el ladrido de los perros, y en algunas de las casas de la aldea ya se podía ver las débiles luces de las candelas. 1 Ir más rápido 2 Pequeña pelotita de cristal 3 Plantaciones de maíz 4 Pequeño pueblo 5 Insectos nocturnos que dan luz 6 Insectos nocturnos que cantan [46] Ramiro estaba contento, había sido un buen día en la escuela; su equipo de fútbol había ganado dos a uno en contra de los del quinto grado, y por eso, no podía esperar hasta llegar a su casa y contarles a sus padres todos los detalles del juego. Jorgito, jugando con su canica, y Ramiro, perdido en sus pensamientos, caminaban tranquilamente a casa, cuando, de repente, oyeron los disparos de armas de fuego, seguidos por los gritos de la gente que, probablemente, provenían de su aldea. Ramiro sabía instintivamente qué hacer, no era la primera vez que esto ocurría y sus padres lo habían instruido bien para enfrentar la situación. Entonces, tomó a Jorgito de la mano y empezó a correr en la otra dirección, en busca de un refugio7 seguro, lejos de la aldea. Eran tiempos difíciles en el país, y los conflictos armados se habían intensificado en la aldea desde hacía algunos meses. Empezó cuando el ejército desalojó8 a las primeras familias de sus tierras para convertirlas en plantaciones de café para las familias más ricas y poderosas9 del país. Como consecuencia, muchos de los hombres, incluyendo dos tíos de los niños, se habían unido a las fuerzas revolucionarias para defenderse de los abusos del gobierno. Desde entonces, no era raro ver a las patrullas del ejército merodeando10 por la aldea en busca de los rebeldes. Aunque los niños no entendían bien la situación política del país, habían visto tantas cosas horribles ocurriendo en su aldea que cuando los gritos y los disparos se hicieron más fuertes, y las llamas11 del fuego consumiendo la aldea llegaron hasta el cielo, los niños se quedaron en el refugio, completamente inmóviles. 7 Lugar seguro sin peligro 8 Expulsar, sacar 9 Personas con la capacidad de controlar la situación 10 Buscar, investigar 11 Lo que produce el fuego [47] II La aldea Al amanecer, Ramiro y Jorgito se aventuraron a la aldea en busca de sus padres, pero poco quedaba de aquellas casitas pobres. El fuego había consumido casi todo, sólo había algunos perros husmeando entre los escombros; vacas, pollos y cerdos vagaban12 en diferentes direcciones; y un silencio total invadía los alrededores. Los niños empezaron a llamar a sus padres, pero sabían que no vendrían porque no quedaba nadie en toda la aldea. Después de un rato13, se sentaron cerca de lo que había sido su casa; Jorgito empezó a llorar; y Ramiro se sentó en silencio. En algún momento, Jorgito preguntó – ¿Qué vamos a hacer? –Esperar –dijo Ramiro. – ¿Qué esperamos? –A mamá y papá, ellos volverán por nosotros. – ¿Y… si no vuelven? Ramiro no contestó y continuó callado. Al darse cuenta de que la noche se acercaba, Ramiro se levantó de donde había estado sentado y le pidió a Jorgito que le ayudara a encontrar leña 14para hacer un fuego. Luego, buscaron comida y algunas otras provisiones de lo poco que todavía quedaba en la aldea. Trabajando juntos y en silencio, se proveyeron de lo necesario para pasar la primera de muchas noches de orfandad. Así pasaron muchos días, no sufrían mucha hambre porque tenían suficiente leche y huevos, pero la soledad y la espera se volvían cada vez más insoportables. Ramiro se volvía cada vez más callado y pensativo, sólo hablaba cuando le tenía que dar 12 Caminar sin dirección 13 Un momento 14 El tipo de madera que se usa para hacer un fuego [48] instrucciones a su hermanito. Jorgito, por el otro lado, pasaba el día tratando de enseñarles trucos a los perros o saltando en los charcos de lluvia, a veces, cuando recordaba su canica aguamarina, la sacaba de su bolsillo y la rodaba de un lado para otro. Un día, mientras los niños se preparaban para pasar otra noche a la intemperie15, oyeron voces que se aproximaban a la aldea. Ramiro, instintivamente, tomó a Jorgito de la mano y se fueron a esconder a su refugio, fuera de la aldea. Al ver a los hombres entrando a la aldea, los perros empezaron a ladrar, inmediatamente se oyó un disparo, seguido por el débil aullido16 de uno de los perros, y luego, la risa17 cruel de todos los presentes. Eran militares, desde su escondite18 los niños podían ver al grupo de hombres uniformados, cargando poderosas armas de fuego. Ramiro y Jorgito pasaron la noche en vela, siguiendo atentamente cada uno de los movimientos de los hombres; fue una noche larga y fría. Después de buscar y rebuscar en lo que quedaba de cada casa en la aldea, los hombres se marcharon, y los niños, al fin, pudieron salir de su refugio. Por unos días, la vida de los niños continuaba como antes de la visita de los militares –tranquila y solitaria –a veces, Jorgito preguntaba por sus padres y Ramiro siempre le contestaba de la misma manera: – No te preocupes, mamá y papá volverán por nosotros. Un día, mientras Ramiro buscaba leña para el fuego en las afueras de la aldea, escuchó los gritos de Jorgito, quien llamaba con emoción: -¡Ramiro! ¡Ramiro! ¡Mira quien está aquí! 15 Estar afuera y sin protección 16 Lo que hace un perro cuando llora 17 El sustantivo del verbo reír 18 Un lugar secreto para esconderse [49] III Los visitantes Ramiro volvió inmediatamente, y al llegar a la aldea vio que se trataba de un grupo de rebeldes. En el frente de todos, tomado de la mano de Jorgito, estaba su tío Jacinto. Ramiro corrió a abrazarlo y sólo entonces lloró por primera vez. Además del pequeño grupo de guerrilleros19, había un grupo más grande de gente que los seguía. Entre ellos, había hombres, mujeres y niños, todos parecían cansados y en muy malas condiciones. Después de un largo abrazo, tío Jacinto preguntó: – ¿Qué hacen aquí? ¿Por qué están solos? –Estamos esperando a nuestros padres –contestó Ramiro. – ¿Dónde están sus padres? – No sabemos –interrumpió Jorgito, – pero Ramiro dice que van a regresar pronto. – ¿Qué pasó con tus padres? –preguntó tío Jacinto, dirigiéndose a Ramiro. – No sé, –dijo él –en el camino de regreso a casa oímos disparos y gritos, entonces fuimos a escondernos. Cuando salimos de nuestro refugio, ya todo estaba quemado20 y no quedaba nadie en la aldea. – ¿Cuánto tiempo han estado aquí? – Muchos días, tal vez dos semanas. – El ejército ha quemado y destruido muchas aldeas en el área –explicó tío Jacinto. 19 Rebeldes 20 Las condiciones en que algo queda después de un fuego [50] –Por eso, nosotros llevamos a esta gente a San Cristóbal, es un pueblo más seguro y la guerra no ha llegado allí todavía. Ustedes deben venir con nosotros; éste no es un buen lugar para nadie, y menos para dos niños. – Yo no me quiero ir, –interrumpió Jorgito, mirando a Ramiro. – ¿Por qué no esperamos unos días más? Si mamá y papá vuelven, no nos van a encontrar. Tío Jacinto tomó a Ramiro del brazo y lo condujo a un lugar lejos, donde Jorgito no pudiera escuchar. – Mira, Ramiro, – le dijo –tu madre y tu padre, probablemente ya están muertos. Tu responsabilidad ahora es proteger a Jorgito. – ¿Cómo puedes estar tan seguro de que ya están muertos? –preguntó Ramiro. – No estoy seguro, pero es lo que le ha ocurrido a mucha gente. –Pero, tú no lo sabes con seguridad, tal vez 21ellos escaparon. –Tal vez –respondió tío Jacinto –tal vez. Ramiro se alejó 22de Tío Jacinto sin decir una palabra, caminó hacia Jorgito y le dio un largo y silencioso abrazo fraternal, mientras Jorgito suplicaba: –Yo no me quiero ir, Ramiro, yo quiero esperar hasta que mamá y papá vuelvan. –Es posible que los encontremos en San Cristóbal, –mintió 23Ramiro –mucha gente ha ido para allá para escapar del ejército. 21 Posiblemente 22 Ir lejos de 23 No decir la verdad [51] IV La caminata Al día siguiente, el grupo empezó su caminata hacia San Cristóbal. Ramiro y Jorgito los acompañaban, llevando consigo24 lo poco que tenían. Los perros, que habían sido sus compañeros en las últimas semanas, los seguían muy de cerca. El camino era arduo25 porque era una región muy montañosa; subían y bajaban por un sinnúmero de valles y colinas, y cada hora, cada día, la caminata se hacía más difícil y penosa. En el grupo, había gente de todas las edades; mujeres cargando a sus bebés quienes lloraban constantemente; ancianos26 cuyas débiles piernas les impedían caminar por largo tiempo; hombres y niños cargando comida, ropa y otras provisiones. Los rebeldes escoltaban al grupo a distancia, escondiéndose cautelosamente entre los árboles y matorrales para detectar cualquier peligro27. De vez en cuando, podían escuchar explosiones y tiroteos lejanos, pero caminando entre milperos y cafetales se mantenían alejados de las áreas de conflicto. Por las noches, cada familia, o lo que quedaba de cada familia, se reunía para pasar la noche junta. Ramiro y Jorgito eran los únicos niños sin un adulto a su lado porque tío Jacinto pasaba la noche haciendo guardia. Jorgito parecía más triste esos días, y su tristeza frecuentemente hacía que Ramiro cuestionara su decisión de abandonar la aldea. Los días pasaban siempre igual, caminando largas horas, parando para descansar, comiendo y bebiendo poco, y durmiendo a la intemperie. 24 Con ellos 25 Difícil 26 Personas de muchos años 27 Cuando no es seguro [52] Un día inesperado28, las explosiones se escucharon más de cerca; los tiroteos se acercaron rápidamente; y pronto dos helicópteros empezaron a volar sobre sus cabezas. El combate empezó en un abrir y cerrar de ojos29, los gritos de la gente, el llanto de los niños, y las explosiones crearon una situación caótica y confusa rápidamente. Todo el mundo corrió en diferentes direcciones. Ramiro tomó a Jorgito de la mano y los dos se escondieron entre los cafetales. De repente el tío Jacinto apareció, estaba malherido30, y en una voz débil, les dijo: –Creo que vamos a tener que separarnos; yo estoy herido y no puedo ir muy rápido. Si se van ahora, todavía pueden escapar. Sigan hacia el este31 y, con suerte, nos veremos en San Cristóbal en unos días. 28 De repente 29 Rápidamente, inmediatamente 30 Herido seriamente, lastimado gravemente 31 Opuesto de oeste, donde sale el sol [53] V Solos Con la excepción de los perros que los seguían fielmente, los niños se quedaron completamente solos. Sin ninguna demora, empezaron su camino en dirección al río. Los únicos momentos en que paraban era cuando los helicópteros volaban sobre ellos. Después de unos días, uno de esos temporales32 del mes de octubre se les vino encima. Llovió a cántaros33, día y noche. No había lugar alguno donde pudieran protegerse de la lluvia. Los dos niños y los pobres perros se abrigaban34 debajo del pequeño refugio que habían improvisado, pero daba igual, la lluvia los mantenía totalmente empapados35. Por fin, el temporal terminó, dejándolos débiles y muertos de hambre. Entonces, decidieron buscar comida antes de continuar su caminata. Exploraron en varias direcciones, pero ninguna de las plantaciones cercanas era comestible. El río que encontraron era tan pequeño que ni siquiera trataron de pescar en él. Cuando estaban a punto de darse por vencidos 36vieron un pavo salvaje37. Silencioso como un gato, Ramiro pegó un salto, aterrizando exactamente encima del animal, lo agarró y, sin pensarlo, le estrelló la cabeza contra una roca y el pavo cayó muerto. Con el animal chorreando sangre por la cabeza, Ramiro volvió a donde Jorgito lo esperaba y le dijo: –Ahora sí, vamos a tener una buena comida. 32 Período de tiempo en que llueve mucho 33 Expresión que significa que está lloviendo mucho 34 Refugiarse 35 Muy mojados 36 Rendirse, no tratar más 37 Que vive en la selva, sin ningún orden [54] –Y… ¿Cómo lo vamos a cocinar? –Pues, haciendo un fuego. Vete a buscar un poco de leña. Jorgito se fue en busca de unas ramas secas, y mientras tanto, Ramiro se quedó tratando de preparar al animal para cocinarlo. Sin los utensilios necesarios para desplumarlo38 y cortarlo era un trabajo casi imposible. –Prepara el fuego – ordenó Ramiro con frustración. Y Jorgito empezó con su proyecto, pero la leña estaba tan mojada que él también estaba teniendo muchas dificultades en hacer un fuego. Un tiempo más tarde, los dos niños, finalmente, se dieron por vencidos en su misión de cocinar el pavo. No podían limpiarlo, ni tampoco hacer un fuego, y las moscas ya empezaban a contaminar la carne. Entonces, decidieron darles el cuerpo mutilado del animal a los pobres perros, que también estaban muertos de hambre. Observando a los perros devorando al pavo, los niños se sentaron en silencio – hambrientos y cansados. 38 Quitarle las plumas [55] VI Ayuda Despertaron temprano en la mañana, más hambrientos que nunca; Ramiro sabía que si no encontraban ayuda, él y Jorgito iban a morir de hambre muy pronto. Sin consultar con su hermano, decidió cambiar su ruta39 e ir en dirección a un poblado40 cercano. En un terreno tan montañoso, le fue fácil subir a un punto alto para tratar de divisar el pueblo más cercano. Encontró uno en la distancia, y tomando a Jorgito de la mano, Ramiro lo guió hacia el lugar. Jorgito estaba tan débil que cayó inconsciente unas hora más tarde. Entonces, Ramiro lo tomó en brazos, tratando de cargarlo hasta el pueblo, pero no llegó muy lejos; él también estaba tan débil que cayó junto a su hermano, quedándose totalmente dormido. De pronto, Ramiro despertó al oír los ladridos de los perros y cuando abrió los ojos, vio a un par41 de hombres armados, acercándose a ellos rápidamente. Trató de levantarse y de despertar a Jorgito, pero la debilidad de su cuerpo no se lo permitió y volvió a caer inconsciente. Cuando despertaron, los dos niños estaban en camas suaves, en un cuarto grande lleno de ventanas. Una mujer mayor los saludó. Ramiro se sentó de la cama y con un poco de miedo preguntó: – ¿Cómo llegamos aquí? -No lo sé –contestó la mujer –Unas personas del pueblo los encontraron inconscientes enfrente de la alcaldía42, pero nadie sabe quien los trajo. Debió ser durante las horas de la noche. 39 Dirección 40 Pueblo 41 Dos 42 El edificio del gobierno central en un pueblo [56] Luego, la mujer los invitó a tomar una merienda, y los niños comieron y bebieron con sonrisas en las caras. Cuando habían terminado, ella los condujo hasta otra habitación en donde un hombre los esperaba. – ¡Hola niños! Siéntense, por favor. ¿Ya han comido algo? –Sí, gracias, –contestaron los dos, tímidamente. –Bueno… ¿Me pueden contar qué les ha pasado? –Empieza tú –le pidió Ramiro a Jorgito. Y Jorgito empezó a contar su aventura de las últimas semanas. Ramiro miraba al suelo43 silenciosamente, interviniendo de vez en cuando para corregir algunos detalles44 importantes del relato de Jorgito. Cuando habían terminado, el hombre se puso de pie, caminó hacia ellos, y acariciando45 sus cabezas, les dijo: –Desafortunadamente, no son ustedes los únicos niños víctimas de esta guerra sucia. Hemos tenido muchos otros en sus mismas circunstancias. Por hoy, pueden pasar la noche aquí, mañana los llevaremos al Orfanato de San Cristóbal, en donde cuidarán de ustedes hasta que se sepa lo que ocurrió con sus padres. 43 El piso 44 Pormenores, información específica 45 Tocando con cariño [57] VII San Cristóbal A la mañana siguiente, los niños fueron transportados a San Cristóbal en un viejo camión. Por las ventanas, podían observar a sus pobres perros fieles corriendo detrás del camión y después de unos momentos desaparecer46 en la distancia. Era un día bonito, la gente del campo parecía disfrutar de su vida diaria sin ninguna preocupación. Los campesinos labraban47 su terreno, los niños caminaban a la escuela, las mujeres lavaban ropa en el río y todo funcionaba en paz y armonía. Después de un par de horas, llegaron a San Cristóbal, allí los niños se dieron cuenta de que era un pueblo un poco más grande que el anterior. Había gente por todos lados, tiendas y ventas de comida en cada esquina48, y una plaza central muy antigua49. Cuando alcanzaron50 la plaza, Jorgito saltó del camión y empezó a correr entre la gente, llamando el nombre de sus padres con desesperación. Ramiro salió corriendo tras él, pidiéndole que regresara, pero Jorgito no le escuchaba. Continuó buscando por unos minutos, mirando en cada cara, convencido que una de ellas sería la de su madre o su padre. Ramiro le rogó que volvieran al camión, pero Jorgito le respondió, diciendo: –De aquí no me voy a mover hasta que ellos vengan. –No sé si vendrán, Jorgito –contestó Ramiro avergonzado51. –Pero, tú dijiste que estarían aquí. ¿Recuerdas? 46 Cuando no se puede ver más, opuesto de aparecer 47 Trabajar en la tierra 48 Donde dos calles hacen intersección 49 Vieja 50 Llegaron 51 Con pena, preocupado [58] –Ahora, no lo sé. Necesitamos irnos, el camión nos espera. – ¡Vete tú! Yo me quedo aquí esperando. –Jorgito, –dijo Ramiro preocupado –mamá y papá posiblemente murieron, me lo dijo el tío Jacinto. –No te creo –gritó Jorgito, mirando a Ramiro con rabia52, y empezó a llorar inconsolablemente por un largo tiempo. Una hora más tarde, cuando el niño estaba más tranquilo; Ramiro lo tomó de la mano y lo dirigió al camión, donde el hombre los esperaba pacientemente. Jorgito sacó su canica aguamarina de su bolsillo y la tiró con fuerza hacia la plaza; y luego, subió al camión sin resistir. El camión se detuvo enfrente de una casa grande, un pequeño letrero53 en la pared leía Orfanato San Cristóbal. Una mujer de apariencia muy amable les abrió la puerta y los llevó con la directora, quien les dio una serie de instrucciones. Luego los condujo a su habitación, donde pudieron ducharse y ponerse ropa limpia. A la hora del almuerzo, se sentaron a comer con el resto del grupo; había por lo menos ochenta niños, según los cálculos de Ramiro. Los niños del orfanato parecían amables y bien disciplinados, lo cual les dio una sensación de alivio a los dos niños. Los meses de la temporada seca54 ya habían llegado, y los niños pasaban los días yendo a clases por la mañana y trabajando en los campos por la tarde. Debían prepararlos para el cultivo de maíz tan pronto como las primeras lluvias llegaran. De vez en cuando, nuevos niños llegaban al orfanato y, como con Jorgito y Ramiro, todos eran recibidos con ropa limpia y comida caliente. Por lo general, los niños estaban contentos con su nueva vida, pero, a veces, pensaban con tristeza en sus padres y en la suerte que debieron haber corrido. 52 Enojo, furia 53 Una señal en la calle que indica o explica algo 54 Cuando no hay agua [59] VIII Epílogo Una tarde, a mediados del mes de marzo, cuando el sembrador 55por fin había caído, todos los niños salieron a trabajar en los campos para empezar el cultivo del maíz. Había sido una temporada larga y muy seca, la comida se les acababa56 y los pozos57 de agua estaban quedándose vacíos. Así que cuando la primera lluvia cayó, todos se alegraron y salieron a trabajar sin demora. Los niños más pequeños saltaban en los charcos de agua, mientras los mayores empezaban a hacer los hoyos58 para sembrar el maíz. El canto de los grillos, las luces de las luciérnagas y el olor a tierra mojada indicaban claramente que la estación lluviosa estaba aquí y que las tierras pronto empezarían a producir. Mientras todos trabajaban alegremente, dando la bienvenida a la lluvia, escucharon, de repente, los disparos y los gritos de la gente que, probablemente, provenían de San Cristóbal. Instintivamente, Ramiro corrió hacia donde Jorgito estaba trabajando, lo tomó de la mano una vez más, y le dijo: – ¡Vámonos, Jorgito! 55 La primera lluvia del año 56 Cuando no hay más 57 Un hoyo que se hace en la tierra para obtener agua 58 Orificios [60] I De regreso a casa Completa la frase en oraciones bien elaboradas: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Jorgito estaba contento porque… En el mes de septiembre les tomaba mucho tiempo llegar a casa… Anochecía y las… empezaban a dar luz y los… a cantar sus… Desde la aldea se podía escuchar… y ver… Ramiro no podía esperar volver a casa porque… Los niños caminaban tranquilamente cuando… Ramiro sabía enfrentar la situación a causa de… El conflicto empezó cuando… Los niños no salieron de su escondite aunque... Contesta las siguientes preguntas de discusión: 10. ¿Has recibido algo muy especial de un amigo? ¿Qué fue? ¿Todavía lo tienes? 11. ¿Alguna vez has querido volver pronto a tu casa para contarles a tus padres algo importante? ¿Qué querías contarles? 12. ¿Cómo es el clima en el mes de septiembre en el lugar donde vives? ¿Te gusta el clima en este mes? ¿Por qué si o por qué no? 13. ¿Alguna vez has caminado en el bosque por la noche? ¿Qué viste o escuchaste? ¿Ocurrió algo interesante? 14. ¿Te has tenido que esconder de una situación peligrosa en tu vida? ¿Qué ocurrió? Predicción: Obviamente, Ramiro y Jorgito viven en un lugar muy peligroso y algo terrible ha ocurrido en su aldea. En un párrafo bien organizado, describe con detalle lo que los niños, probablemente, van a descubrir cuando salgan de su refugio. [61] II La aldea Completa la frase en oraciones bien elaboradas: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Cuando los niños llegaron a la aldea encontraron… Ramiro se sentó en silencio probablemente… Los niños decidieron esperar para… Generalmente, no sufrían mucha hambre… Jorgito pasaba los días entreteniéndose en… Los perros empezaron a ladrar cuando… La risa cruel de los soldados significaba que… Jorgito gritaba “¡Mira! ¡Mira!” probablemente porque… Contesta las siguientes preguntas de discusión: 9. ¿Alguna vez has vuelto a tu casa y descubierto algo terrible? Describe lo que pasó. 10. ¿En algún momento has esperado algo por mucho tiempo sin saber si llegaría o no? ¿Qué fue? ¿Llegó finalmente? 11. ¿Has acampado por varios días en tu vida? ¿Te gustó la experiencia? Explica. 12. ¿Has visto a algún animal morir? ¿Cómo ocurrió? 13. En tu opinión, ¿Quiénes serán los nuevos visitantes? Escribe un artículo para el periódico: Imagina que eres un periodista para el periódico de tu ciudad, tu trabajo es reportar los hechos ocurridos en la aldea de Jorgito y Ramiro. En una forma clara y organizada, escribe un artículo de por lo menos tres párrafos describiendo lo que ocurrió. [62] III Los visitantes Completa la frase en oraciones bien elaboradas: 1. Cuando vio a tío Jacinto, Ramiro probablemente lloró por primera vez puesto que… 2. El grupo de gente que venía con los rebeldes era… 3. Tío Jacinto no quiere que los niños se queden en la aldea porque… 4. Los padres posiblemente están muertos a causa de… 5. Jorgito no se quiere ir para… 6. Ramiro mintió a Jorgito para… Contesta las siguientes preguntas de opinión: 7. En tu opinión, ¿Crees que los niños deben irse o quedarse en la aldea esperando a sus padres? Explica tu posición y da argumentos específicos. 8. En tu opinión, ¿Es justo que Tío Jacinto le dé a Ramiro la responsabilidad de cuidar de Jorgito? ¿Por qué si o por qué no? 9. ¿Cuántos años crees que los niños tengan? Explica. 10. ¿Crees que Ramiro debió mentir a Jorgito? ¿Sería mejor decirle la verdad? ¿Qué habrías hecho tú? [63] IV La caminata Completa la frase en oraciones bien elaboradas: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Los perros los seguían fielmente a causa de… La caminata era muy difícil porque… Los rebeldes no caminaban con ellos para… Jorgito se sentía más triste que antes debido a que… Los días eran siempre iguales, el grupo… El combate empezó cuando… Probablemente el tío Jacinto… Los niños posiblemente… Contesta las siguientes preguntas de discusión: 9. ¿Has caminado alguna vez por muchas horas? ¿Cómo fue tu experiencia? ¿La disfrutaste? 10. ¿Has tenido alguna experiencia caótica o peligrosa de la cual has tenido que escapar? ¿Cómo fue? Explica con detalle. 11. ¿Alguna vez has dicho “Adiós” a alguna persona querida sin saber si la vas a volver a ver? Describe tu experiencia. 12. ¿Crees que el tío Jacinto y los niños se volverán a ver? Diálogo: Escribe un diálogo en el que Ramiro y Jorgito rechazan la idea de separarse del tío Jacinto, pero al final él termina por convencerlos y los niños se van solos. [64] V Solos Completa la frase en oraciones bien elaboradas: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Los únicos acompañantes de los niños eran… La lluvia esos días… Las condiciones de los niños eran muy malas porque… Cuando Ramiro vio al pavo… Los niños no pudieron comerse el pavo puesto que… Finalmente, el pavo… Al fin del día, los niños estaban… Contesta las siguientes preguntas de opinión y discusión: 8. ¿Has viajado solo alguna vez? ¿Cómo fue tu experiencia? ¿Lo harías otra vez? 9. Describe una vez en que estabas totalmente mojado. ¿Te gusta mojarte? Explica. 10. ¿Has sufrido hambre alguna vez? Describe las circunstancias. 11. En tu opinión, ¿Cómo se prepara un pavo? ¿Has visto el proceso alguna vez? 12. ¿Has comido un animal que alguien que tú conoces cazó? Escribe un capitulo: Escribe un capítulo simple en el que los niños, después de sufrir muchas dificultades, finalmente, encuentran comida y un lugar seguro donde pasar la noche. [65] VI Ayuda Completa la frase en oraciones bien elaboradas: 1. 2. 3. 4. 5. 6. Ramiro no le dijo a Jorgito que cambió de ruta porque… Los niños cayeron inconscientes puesto que… Seguramente los hombres armados eran… Nadie sabía cómo llegaron al pueblo posiblemente a causa de… Ramiro no quiso hablar con el hombre debido a que… Aunque el hombre sintió compasión por los niños, los envió a un orfanato, probablemente para… Contesta las siguientes preguntas de opinión y discusión: 7. ¿Cuándo fue la última vez que cambiaste tus planes de viaje? ¿Por qué lo hiciste? 8. Describe una vez que te quedaste totalmente dormido por el excesivo cansancio. 9. ¿Ha habido alguna situación en tu vida cuando tuviste que pedir ayuda de un extraño? ¿Qué ocurrió? 10. ¿Has visitado un orfanato en tu vida? ¿Cómo son los niños que viven allí? 11. ¿Te has tenido que esconder de una situación peligrosa en tu vida? ¿Qué ocurrió? Debate: En un párrafo bien organizado, debes escribir un argumento en el cual explicas tu posición sobre los hombres armados que ayudaron a los niños. ¿Eran soldados o guerrilleros? Tu argumento debe ser lógico y bien organizado y debes incluir por lo menos tres razones que justifiquen tu posición. [66] VII San Cristóbal Completa la frase en oraciones bien elaboradas: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Los niños abandonaron a los perros porque… La gente en el campo vivía tranquila probablemente debido a que… Jorgito decidió buscar a sus padres en la Plaza Central de San Cristóbal porque… Ramiro estaba avergonzado cuando… Jorgito miró a Ramiro con rabia a causa de que… El niño tiró la canica para… Cuando Ramiro y Jorgito vieron a los otros niños del orfanato se sintieron aliviados puesto que… 8. Los niños vivían contentos, pero… Contesta las siguientes preguntas de opinión y discusión: 9. ¿Has tenido que abandonar a un perro o gato por alguna razón? ¿Cómo ocurrió? 10. Describe una ocasión en que buscabas algo que perdiste y no lo pudiste encontrar. ¿Cómo te sentiste? 11. ¿Has mentido alguna vez para ayudar a alguien? Explica lo que pasó. 12. ¿Qué haces cuando estás enojado? 13. Explica alguna vez cuando tuviste que ir a una escuela o actividad nueva y no conocías a nadie. ¿Cómo te sentiste? 14. ¿Hay algo que perdiste y todavía recuerdas con tristeza? Predicción: Escribe un párrafo bien detallado con tu predicción de lo que va a ocurrir con Ramiro y Jorgito al final de la historia. [67] VIII Epílogo Completa la frase en oraciones bien elaboradas: 1. 2. 3. 4. Todos estaban contentos porque… Las luciérnagas, los grillos, la tierra mojada anunciaban… Los disparos y los gritos de la gente significaban que… Ramiro tomó a su hermanito de la mano y le dijo “¡Vámonos, Jorgito!” porque… Contesta las siguientes preguntas de opinión y discusión: 5. El cuento empieza y termina con la frase: “¡Vámonos, Jorgito!” ¿Qué simboliza esta frase en realidad? 6. ¿Qué importancia tiene la canica aguamarina a través de la historia? 7. ¿Qué relevancia tienen el clima y el terreno durante el viaje de los niños? 8. ¿Qué elementos te gustaron o no te gustaron en la historia? 9. ¿Por qué crees que Ramiro decidió escapar solo con su hermano Jorgito? 10. ¿Qué ocurrió al final con los niños? ¿Sobrevivieron? Para escribir: 11. Si pudieras escribir una carta a Ramiro y Jorgito, ¿Qué les preguntarías? ¿Qué les recomendarías? ¿Qué les dirías para ayudarles a sentirse mejor? 12. Escribe un epílogo diferente. 13. Investiga una guerra civil en América Latina. Busca información específica sobre las causas y los orígenes del conflicto; los diferentes grupos que intervinieron en la guerra y los resultados para la población civil cuando la guerra terminó. [68]