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Trabajo 1 Educación prehispánica - Didáctica Pedagógica II - Equipo Amira Alcocer 2A

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Didáctica Pedagógica II
Trabajo 1.
La educación prehispánica
(olmeca, maya y azteca)
TRABAJO PRESENTADO POR:
Amira Alcocer
Shirley Balam
Angélica Cárdenas
Diana Luna
Fernanda May
Shakti Sánchez
ALUMNOS DEL 2º AÑO
LICENCIATURA EN LENGUAS MODERNAS
Mérida, Yucatán
10 DE FEBRERO DEL 2021
Introducción .......................................................................................................................... 3
I. Olmecas ............................................................................................................................. 5
II. Mayas ............................................................................................................................... 7
III. Aztecas............................................................................................................................ 9
Conclusiones ....................................................................................................................... 14
Referencias ......................................................................................................................... 15
Introducción
Los antecedentes educativos mexicanos se han visto expuestos a constantes cambios y gran
parte de ellos no reflejan únicamente la forma de vida que se lleva en el país, presentan también
la importancia de un régimen social, político y económico que se ha desarrollado desde
civilizaciones prehistóricas mesoamericanas.
Si bien muchos podrían considerar que un sistema educativo estructurado llegó a México
con la evangelización de los frailes a los indígenas (niños, jóvenes y adultos), no es así. Los
vestigios exponen la continua renuencia de ciertos adultos nativos, que a diferencia de los niños
y algunos jóvenes, aparentaban aceptar lo que se les inculcaba, más en cuanto se presentaba la
oportunidad volvían a sus prácticas idólatras. Los frailes colonizadores de América ignoraban
que detrás de la renuencia indígena por la evangelización se fundamentaba un hecho
trascendental: la educación que habían recibido durante largos años en las escuelas
mesoamericanas, y que muchos de esos hombres creían en deidades que fueron inculcadas por
sus sacerdotes-maestros. Por esta razón, es imprescindible estudiar, en aquellos vestigios
existentes, las bases de los sistemas educativos prehispánicos, puesto que en ellos se encuentran
muchas de las explicaciones de hechos que repercutieron en la evangelización de los hombres
prehispánicos, tanto en la conducta de los indígenas como en la situación de la educación en la
sociedad mexicana actual.
Este trabajo presenta los rasgos de la educación en la época prehispánica, específicamente
en la cultura olmeca, maya y azteca. Expone cómo la religión, la forma de ver el mundo, el
trabajo, la guerra y el comercio movían a civilizaciones milenarios que fueron capaces de dictar
normas de comportamiento, regular el pensamiento y crear legados que darían paso a la
premisa: la educación de la juventud es fundamental puesto que permite alcanzar el desarrollo
y un estricto control social.
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La severidad, la fuerza y los valores implantados en los habitantes mesoamericanos
permitieron el establecimiento de eficientes sistemas de transmisión de conocimientos en
dichas civilizaciones, por lo que no podemos negar que la impartición de aprendizajes
desempeñó un papel primordial en la época prehispánica que tiene presencia en la educación
actual en el país.
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I. Olmecas
Los olmecas fueron una civilización prehispánica que se desarrolló en la zona costera de los
Estados de Veracruz y Tabasco, extendiéndose por el interior del altiplano central. Los inicios
de este pueblo se remontan a 1500 a.C. y sus últimos avistamientos a 400 d.C., considerándose
la más antigua en el continente americano, siendo nombrada la civilización madre de
Mesoamérica.
Los olmecas crearon el más antiguo sistema de escritura de América,
establecieron un calendario con base en sus conocimientos astronómicos del que civilizaciones
posteriores obtuvieron influencias, desarrollaron también la brújula, la epigrafía, el juego de
pelota y una estética e ideología que contribuyeron con su legado.
La civilización olmeca se divide en diversos períodos que están definidos por sus tres
principales centros ceremoniales: San Lorenzo (1200 - 900 a.C.), La Venta (900 - 400 a. C.) y
Tres Zapotes (400 a. C. - 500 d. C.). Ellos fueron los primeros en su tiempo en alcanzar un
grado de civilización donde el ejército, el estado, el imperio, el comercio, las clases sociales y
la religión ceremonial jugaban un papel imprescindible.
Los “habitantes del país del hule” sobrevivían gracias a la agricultura, aunque también se
desempeñaron como cazadores, pescadores y escultores. Debido a la falta de evidencia
arqueológica se desconocen muchos de sus orígenes étnicos, así como la extensión de sus
asentamientos y la estructuración concisa de un sistema educativo que diera nacimiento a su
sistema de escritura. Sin embargo, podemos decir que la educación olmeca era estricta y se
impartía desde los primeros años de vida.
Para dicha civilización la educación era designada según el sexo. Las mujeres estaban
destinadas a tener un rol discreto en vestimenta y modales, se les impartía la enseñanza de
quehaceres domésticos, entre ellos, moler y preparar alimentos, además de la confección de la
ropa familiar, desde descarozar el algodón, hilar, tejer y confeccionar. Al contrario, a los
hombres se les impartía la vocación guerrera, al igual destacaban por ser cazadores,
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comerciantes y artistas. Desde pequeños se les inculcaba que la fuerza era uno de los valores
fundamentales de los seres, de modo que se buscaba fortalecer su carácter por medio de
prácticas como dormir en el suelo y bañarse con agua fría. Se fomentaban también valores que
regían a la vida social: el amor a la verdad, la justicia, el deber, respeto a los padres y ancianos,
rechazo a la mentira y al libertinaje, misericordia con los pobres y los desvalidos.
Por otro lado, los jóvenes aprendían música, bailes, cantos, juego de pelota, además de
religión, historia, matemáticas, interpretación de códices, escritura y conocimiento del
calendario.
Al ser politeístas la religión jugó un papel importante, desde pequeños (sin distinción de
sexo) se les enseñaba a rendir culto al jaguar, y a los dioses que estaban relacionados con
labores agrícolas, elementos naturales y animales. Se les educaba también en temas
económicos, donde la comercialización del cultivo del maíz, frijol, calabaza y algodón con
pueblos aledaños y pueblos nómadas mesoamericanos permitió la creación de rutas
comerciales.
Aunque es cierto que los olmecas recibieron influencias de otras civilizaciones, gracias a la
formación de sus habitantes se les atribuye la invención de muchas tradiciones que incluyen
las religiones durante el periodo mesoamericano. Su organización política basada en reinos con
estructura jerárquica fue imitada por civilizaciones posteriores. Entre sus grandes legados se
encuentran templos olmecas, también llamados centros ceremoniales; el calendario con base
en conocimientos astronómicos y coincide con la Gran Pirámide ubicada en La Venta; la
brújula, precursora de la brújula magnética; el juego de pelota, con propósitos religiosos; y la
escritura, que denota frases elaboradas con sintaxis propia.
No se tienen vestigios de cuáles eran los lugares destinados a educar, cómo se distribuía la
enseñanza en relación a su estructuración social o quiénes eran los designados a impartir la
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educación, por lo que se consideran eran los viejos sabios, chamanes, jefes militares,
arquitectos con mayor experiencia y sacerdotes los que fungían como maestros.
En términos generales, la cultura olmeca diseñó un sistema educativo que permitiera formar
y capacitar a sus habitantes para desarrollar a largo plazo una civilización con propósitos
fundamentales; una infraestructura científica que los posibilitará a incursionar las matemáticas,
la astronomía, la botánica, la lingüística; una expresión artística que los facultará a plasmar de
manera visual su visión de la existencia humana y sus complejas relaciones con la naturaleza
y el cosmos.
II. Mayas
La civilización maya estuvo ubicada en la Península de Yucatán, Chiapas y sur de Tabasco
al igual que todo Guatemala, parte de Belice y Honduras. Fue una de las más destacadas en la
prehistoria debido a su desarrollo de un sistema de escritura completo antes de la invasión
colonial de América. Otros grandes aspectos de esta cultura se pueden notar en su arquitectura,
astronomía y ecología.
Se divide la cultura maya en tres períodos:
●
Preclásico (1500 a.C. - 300 d.C.)
●
Clásico (320 - 987 d.C.)
●
Posclásico (1000- 1687 d.C.)
La cultura y educación entre los mayas se documenta en monumentos y códices
precolombinos y en monumentos y libros que son posteriores a la conquista española.
La fuente principal de la historia de la educación entre los mayas la tiene el libro llamado
Popol-Vuh, redactado por el indígena Diego Reynoso en 1525. Dicho libro es un conjunto de
transcripciones de códices mayas prehispánicos donde se explican los acontecimientos de la
creación del cosmos y del hombre despliegan valores: soberbia, vanidad, engaño, muerte,
bondad y maldad; armonía, equilibrio, interdependencia, relatividad, astucia, creatividad y
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movimiento, elementos que sustentan la educación de los mayas prehispánicos, especialmente
la de las clases en el poder.
En la civilización maya se contaban con distintos espacios asignados para la educación y la
enseñanza de saberes, como lo son los palacios, campos de batalla, templos, pirámides, milpas
y selvas. Estas áreas comenzaron a utilizarse en el periodo Clásico (320‐987 d. C) y en el
periodo Posclásico (1000‐ 1687 d. C), pero igual existían espacios destinados específicamente
para enseñar, tales siendo la Popol Na (casa del consejo) donde los actos educativos eran
dirigidos por algún gobernante y se daba la educación para los consensos y consejos, la
Kambesaj Naj (casa para enseñar y aprender) y la K’uj Naj (casa sagrada).
En el idioma de los mayas surgieron vocablos y terminologías para hacer mención a
elementos en el ámbito educativo: Aj Ka’anbal (alumno), Aj Kambesaj (maestro), Ma’Ojelil
(ignorancia), Ts’iib (escribir), K’aanbal (aprender), E’saj (enseñar), Weet Ka’anbal
(condiscípulo), etcétera.
El vocablo de la palabra maestro (Aj Kambesaj) hacía referencia a los sacerdotes mayas, ya
que estos eran quienes poseían el conocimiento y el poder de enseñarle a los demás, ya que la
educación maya tenía un carácter religioso. La clase sacerdotal constituía “la élite intelectual”
maya y ellos eran los únicos que tenían la oportunidad de recibir desde la infancia, una
formación cultural y científica. Ésta podría haberse llevado a cabo en los “seminarios” de los
distintos espacios educativos que se mencionan anteriormente.
La educación maya, al igual que la educación de hoy en día, comenzaba en el hogar por
parte de los padres de familia y estaba en función del sexo de los hijos. A la edad de nueve
años los niños comenzaban a apoyar a sus padres en las faenas del campo y las niñas a su madre
en las labores domésticas. A los doce años, los varones dejaban sus hogares para poder ingresar
a los establecimientos educativos, los cuales se dividían según la clase social, uno para la
nobleza y otro para el pueblo general. Mientras que las mujeres sólo tenían la oportunidad de
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ingresar a estos espacios si eran de la nobleza, de no serlo su única fuente de educación eran
sus madres y las experiencias de ellas.
La educación recibida dependía de la clase social a la que pertenecía el individuo. Las clases
sociales inferiores sólo recibían una educación rudimentaria, mientras que los nobles una
educación más amplia ya que necesitaban los conocimientos científicos para así ejercer puestos
administrativos
Al ser la clase social un factor determinante de la educación que recibía cada individuo,
todos los niños y niñas recibían una enseñanza diferente. A los hijos de la nobleza se les
impartía conocimiento sobre la astrología, escritura jeroglífica y cálculos relacionados con el
calendario maya y a la clase media se le preparaba para defender y se les daba una educación
militar. De igual manera, se les enseñaban artes militares impartidas por un guerrero a los niños,
en estas prácticas se simulaban batallas entre ellos como parte del aprendizaje. Al ser la guerra
una “obligación religiosa”, se requería un gran nivel de preparación y adiestramiento religioso,
mental y técnico, así, ofreciendo su fidelidad al rey en caso de ser capturados. Estos guerreros
recibían formación intelectual, artística, moral y político-religiosa.
La educación de calidad estaba predestinada mayormente para los que se encontraban en la
clase alta, los que obtenían mayor educación eran los hombres que se preparaban para ser
guerreros o sacerdotes ya que ellos eran educados en todos los saberes de la epistemología
maya, mientras que a las mujeres solamente se les preparaba para realizar tareas del hogar y
ser sumisa al hombre y a la honestidad, al menos que sea de la realeza. Si la mujer era de la
realeza, estas participaban en las ceremonias de auto sacrificio, recibían educación en los
rituales, ceremonias diplomáticas, sacrificios, aspectos artísticos, etc.
III. Aztecas
Los aztecas, que posteriormente se hicieron llamar Mexicas, fueron el pueblo de mayor
desarrollo político, económico y militar de Mesoamérica. La consolidación como civilización
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se remonta al año 1325 d. C y su desaparición en el 1521 d. C con la llegada de los españoles
al continente Americano. Cuando los mexicas fueron conquistados por los españoles, eran un
pueblo de escasos 200 años, un pueblo que en la búsqueda de un lugar para establecerse
tuvieron y aprovecharon la oportunidad de asimilar los adelantos de otras culturas, y
conjugándolos con su propia iniciativa y temeridad, fue lo que les permitió construir un
imperio.
La cultura azteca fue una civilización que supo organizarse y crecer como sociedad, en un
inicio, los mexicas habían tenido una organización tribal; posteriormente formaron conjuntos
de familias llamados “calpullis”, cada calpulli tenía un jefe que a su vez respetaba y seguía las
órdenes de los sacerdotes y caudillos. Gran parte del éxito de esta civilización se le atribuye a
la organización social que poseían en donde se desarrollaron cinco clases sociales, los pipiltin
o nobles recibían una mejor educación, ocupaban cargos en el gobierno y en esta clase se
encontraban los sacerdotes, jueces, comandantes del ejército, entre otros. La segunda clase
social fueron los tlamatinime o sabios que eran los intelectuales y se destacaban por estudiar la
cultura, posterior a esta clase se encuentran los Macehualtin o gente del pueblo quienes
formaban parte de los calpulli, se ocupaban de la agricultura, pagaban tributo y formaban parte
de las fuerzas del ejército. Los Pochtecas o comerciantes llegaron a tener gran poder y riquezas,
se consideraban la clase social intermedia entre los pipiltin y macehualtin, los Mayenques
trabajaban la tierra de los nobles y los esclavos eran gente que apresaban de los pueblos
sometidos y los obligaban a servir a la nobleza. El gran poderío alcanzado por los aztecas
permitió un desarrollo favorable en la cultura y creaciones artísticas como fueron los templos,
palacios, mercados y escuelas.
Sin duda alguna la educación fue un ámbito importante para la civilización azteca, iniciaba
en el hogar a cargo de los padres y continuaba en instituciones públicas a partir de la
adolescencia. Además de que destacó por su carácter tradicionalista, estaba inspirada en fines
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militares y religiosos, y buscaba consolidar el régimen existente. La educación tenía como
propósito fundamental formar la personalidad del individuo, la cual en lengua náhuatl se
expresaba in ixtli, in yollotl “alcanzar el rostro y el corazón”. Una vez que el mexica recibía
educación, adquiría un rostro y un corazón, un rostro sabio y un corazón firme como la piedra
y resistente como el tronco de un árbol; el hombre educado es el dueño de un rostro y de un
corazón, hábil y comprensivo.
Dicha educación se dividía en dos etapas:
●
La educación doméstica.
●
La educación pública.
La educación doméstica comprendía desde el nacimiento hasta los 14 años de edad. Esta
primera educación se diferenciaba de acuerdo al sexo, ya que al padre le correspondía la
formación del hijo y a la madre la de la hija. A las niñas se les enseñaba a deshuesar algodón,
a hilar y tejer, a moler el maíz, el chile y en general a ejecutar todos los deberes domésticos.
Por otra parte, a los niños se les instruía en el cultivo de la tierra y el trabajo artesanal con el
propósito de que llegaran a ser hombre socialmente útiles, puesto que al terminar la educación
familiar se les había inculcado a los jóvenes temor a los dioses, amor a los padres, reverencia
a los ancianos y apego a la obligación del deber, alta estimación a la verdad y aversión a la
mentira y el libertinaje.
La educación pública empezaba una vez cumplidos los 14 años de edad, debido a que los
varones aztecas tenían acceso gratuito a instituciones educativas creadas por el estado. Dos
instituciones se encargaban de proporcionar esta educación; el Calmécac (casa de lágrimas) y
el Telpochcalli (casa de los jóvenes). El Calmécac era un internado destinado a los nobles, que
se conformaba por un sistema escolarizado donde se formaban sacerdotes, funcionarios y altos
jefes militares, en esta institución predominaba la formación religiosa. En ellas se enseñaban
técnicas (lectura, interpretación calendárica, ritual religioso) y prácticas (trabajo, sacrificio y
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penitencia), que eran exclusivas del grupo dominante y parte fundamental de su quehacer. El
curso de la educación comprendía tres grados, de una duración aproximada de cinco años cada
uno. En el primero, el joven llegaba a ser tlamacazto (monaguillo); en el segundo, tlamecaztli
(diácono), y en el tercero -que no todos alcanzaban- podía aspirar al título de tlanama cae
(sacerdote). Estos centros cumplían una función ideológica importante, ya que formaban a la
élite con rigurosas y severas costumbres, reforzando la imagen difundida socialmente, de su
gran aptitud para el mando y su virtuosa conducta moral.
El Telpochcalli era la escuela de la guerra, en ella estudiaba la gente del pueblo. En cada
barrio (calpulli) existía uno de estos establecimientos. Rudos trabajos y severos castigos
fortalecen el carácter de los jóvenes allí congregados. La enseñanza impartida en el
Telpochcalli era práctica. Los alumnos aprendían a labrar en común la tierra, para ganarse
sustento y vestido. La rudimentaria educación intelectual que allí recibían, se hallaba en firme
dependencia de la religión. En simulacros se aprendía el manejo de la macana y del arco. La
verdadera instrucción militar se adquiere cuando se habituaba al joven. a resistir hambre, sed y
fatiga; frío, humedad y lluvia; cuando aprendía a seguir al enemigo sin ser visto y a hacer caer
a éste en trampas; pero, sobre todo, en los campos de batalla. En Telpochcalli se daban tres
especies de grados. El primero era el de instructor (tiacach) de los alumnos recién ingresados;
el segundo, el de jefe (telpuchtlato) de instructores. El tercero y último era algo así como el
director (tlacatcal) de un Telpochcalli. Las dignidades militares sólo se conquistaron mediante
hazañas heroicas. La captura de reclutas enemigos daba la categoría de oficial del ejército.
Quien lograba aprehender a un jefe enemigo, adquiere la dignidad de Caballero Tigre
(Otomitl); el que hacía prisioneros a tres jefes, la de Caballero Aguila (Cuauhtli).
Por otra parte, existe otro tipo de educación estética en la que se encontraba una institución
llamada Cuicacalco (casa de canto), a esta institución asisten jóvenes de cualquier clase social
y sexo. Se orientó a la educación artística impartiéndose en ella clases de danza y canto.
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Los aztecas también contaron con una educación superior, la cual se desarrollaba en
observatorios astronómicos, centros de arte y congresos, con materias como: técnicas agrícolas,
urbanismo, administración, artes, ciencias matemáticas y astronómicas, humanismo.
Como en todas las culturas mesoamericanas, la educación no se limitaba ni se agotaba con
la escolaridad, todos los sujetos eran objeto de educación permanente, educándose todo el
tiempo y educando, a su vez, en todo momento. Además, los aztecas consideraban la práctica
de penitencias y auto sacrificios para conservar el equilibrio, ya que era utilizada para
demostrar la mayor capacidad y reciedumbre de los jóvenes educados en las escuelas para
nobles, cumplía también una función fuera del ámbito escolar.
La educación de los niños entre la gente del pueblo, estuvo siempre a cargo de los propios
padres, por lo que los hijos heredan el oficio de los padres asumiendo un doble papel de
sumisión, obediencia y control: como hijo y como aprendiz, por lo tanto también recibía, por
parte del padre-maestro-patrón, castigos, reprimendas y fuertes escarmientos, hasta desarrollar
la conducta esperada y controlada. Las niñas aprendían igualmente el oficio de la madre:
molían maíz, hacían tortillas, hilaban y tejían, etc. para lograr pleno sometimiento y
conformidad total e interior hacia su natural destino: ser amas de casa (con excepción de las
dedicadas a servir en los templos).
Para finalizar, la educación cumplía fines de integración y ejercicio del poder por parte del
grupo privilegiado: nobleza, guerreros y sacerdotes; por lo que la educación fue diferenciada y
orientada a mantener el control desde la relación poder-saber-poder, en donde el poder verifica
al saber, y el saber asegura el poder.
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Conclusiones
Mediante este trabajo pudimos explorar la educación de las civilizaciones en la época
prehispánica, las cuales abrieron camino para desarrollar un sistema educativo, que fue
evolucionando hasta llegar al que conocemos y mediante el cual nos estamos formando como
profesionales. Se tiene así, a la cultura olmeca, que representa la base de todas las civilizaciones
de Mesoamérica. Después de su asentamiento, y con el propósito de estabilizarse como
sociedades, se instruyeron en diversos campos.
Posteriormente tenemos a la cultura maya, una civilización que logró consolidar un sistema
de escritura completo como una gran herramienta para su proceso de enseñanza y aprendizaje.
La educación maya se originó del concepto sobre el ser, la dignidad, misión y trascendencia de
la persona humana en el marco de los principios y valores de su cultura relacionados con la
naturaleza.
Por último mencionamos a la cultura azteca, quienes lograron desarrollar un gran sistema
social y desarrollaron un importante sistema educativo, sin duda alguna reflejaron su
experiencia a lo largo de los años y dieron prioridad al ámbito educativo, el cual estaba dividido
en dos etapas, la primera como educación familiar y la segunda con una educación pública en
la que se crearon importantes instituciones, como lo fue el Calmécac y Telpochcalli. Los
aztecas aprovecharon todos sus recursos disponibles, y junto con sus iniciativas e ideas fueron
innovando y transformando lo que llega a su conocimiento, es así que lograron ser un imperio.
Sin duda alguna la realización de este trabajo nos permitió como equipo darnos cuenta de
que la educación y las instituciones que conforman al SEM, a lo largo de los siglos han tenido
diversos objetivos que han ido evolucionando, porque no se puede separar a la educación de
sus implicaciones sociales, económicas, políticas y religiosas.
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Referencias
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Publicaciones Cultural.
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https://www.lifeder.com/educacion-de-los-mayas/. Consultado el 06 de febrero de 2021.
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