Los argumentos a favor y en contra del aborto en Argentina

Los argumentos a favor y en contra del aborto en Argentina
En este país se ha generado una fuerte polémica alrededor de la despenalización
del aborto luego de que, por primera vez, el Gobierno autorizara que el tema fuera
tratado en el Congreso.
Emiliano Limia |
28.02.2018
Por primera vez en Argentina, el poder ejecutivo habilitó la discusión del aborto en
el Congreso de la Nación. El proyecto de ley -que será presentado por séptima vez
en los últimos 13 años- plantea que “toda mujer tiene derecho a decidir
voluntariamente la interrupción de su embarazo durante las primeras catorce
semanas del proceso gestacional”.
Este martes se definió que el proyecto será tratado por cuatro comisiones:
Legislación General; Legislación Penal; Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia; y
Acción Social y Salud Pública, las mismas comisiones que lo debatieron la última
vez que se presentó, en 2016.
Para que la iniciativa sea debatida en el Congreso se necesitará un dictamen de
una de las comisiones, así como el quórum reglamentario en ambas cámaras.
También se resolvió que el proyecto no sea tratado en cada comisión por separado
sino en plenario, es decir, todas las comisiones juntas para agilizar el debate. La
discusión central será cuál de esas comisiones conducirá el tratamiento, ya que de
eso dependerá si quien preside la comisión está a favor o en contra de la
despenalización.
El martes de la semana pasada, integrantes de la Campaña Nacional por el Aborto
Legal, Seguro y Gratuito se reunieron con diputadas y asesoras legislativas.
Las diputadas que impulsan el proyecto de la Campaña acordaron solicitar una
sesión especial para el 8 de marzo, en el marco del Paro Internacional de Mujeres.
Pero ante la decisión del presidente de Argentina, Mauricio Macri, de habilitar el
debate parlamentario y dar libertad de acción a los integrantes del oficialismo, esta
iniciativa quedó sin efecto.
La decisión de no apurar el tratamiento también responde a que hay legisladores
que ingresaron a la Cámara de Diputados en diciembre y deben tener tiempo para
estudiar la iniciativa. Si bien se busca favorecer la amplitud del debate, tratarán de
que no se postergue más allá de tres meses. Se estima que la discusión en
comisiones arrancará en la segunda semana de marzo.
La polémica
En Argentina el aborto es legal por algunas causales: cuando el embarazo pone en
riesgo la salud de la mujer tanto en el sentido físico como emocional, por inviabilidad
del embarazo o cuando es producto de una violación.
El principal debate se da en torno a la conformidad que una ley de este tipo tiene
con la Constitución Nacional Argentina. La Constitución establece que hay vida
desde la concepción, y quienes están en contra de la despenalización argumentan
que la ciencia demuestra que existe un cuerpo desde la concepción. El Estado
también lo reconoce al pagar la Asignación Universal por Hijo, un subsidio que se
le da a la mujer desde el inicio del embarazo.
La Convención sobre los Derechos del Niño en Argentina entiende por niño a todo
ser humano desde el momento de su concepción y hasta los 18 años de edad.
Por el contrario, quienes están a favor de la despenalización del aborto arguyen que
eso se acordó producto de la presión de la Iglesia y apuestan por un debate que
defina la concepción desde otros puntos de vista.
El principal argumento apunta a que frecuentemente hay madres que pierden la vida
por hacerse un aborto en condiciones precarias. Según la Campaña Nacional por el
Aborto Legal, Seguro y Gratuito, desde 1983 han muerto más de 3.000 mujeres por
abortos inseguros y estiman que se realizan 500.000 abortos inseguros cada año.
En Argentina, los abortos inseguros representan el 18% de la mortalidad maternal,
lo que la convierte en la principal causa evitable.
Sostienen, además, que en los países donde el aborto es legal, la cifra de abortos
que se hacen no es mayor que la de los países donde es ilegal, y que la gran
diferencia radica en que esos países han reducido drásticamente la mortalidad
materna siguiendo guías de la Organización Mundial de la Salud.
El tema es ineludible y será el debate de los próximos meses.