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HUMILLACION Y EXALTACIÓN DEL CRISTIANO - JOEL PERDOMO

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HUMILLACIÓN
y EXALTACIÓN
del CRISTIANO
______________________________________________________________________
Copyright © 2017 por: Joel Perdomo
“HUMILLACION y EXALTACION …
¡IMPORTANTE!
ESTE LIBRO ES UNA OFRENDA A DIOS Y LOS
DERECHOS DE AUTOR HAN SIDO CEDIDOS
A LA IGLESIA DE CRISTO EN LA TIERRA.
POR TANTO:
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PUEDE SER COMPARTIDO GRATUITAMENTE
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CUALQUIER
IDIOMA – SIN ALTERAR SU CONTENIDO
ORIGINAL.
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ES UN REGALO DEL HNO. JOEL PERDOMO A
LA AMADA IGLESIA DE CRISTO EN LA
TIERRA. DANDO POR GRACIA, LO QUE POR
GRACIA HA RECIBIDO.
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ESTOS LIBROS TOMARON CASI 20 AÑOS
ESCRIBIRLOS. COMPARTALOS CON OTROS
CRISTIANOS, SERIA TODO LO QUE PIDO A
CAMBIO.
¡DIOS TE BENDIGA! JOEL PERDOMO
2
… del CRISTIANO”
Jesús dijo:
“Porque el que se enaltece será humillado,
y el que se humilla será enaltecido”.
Mateo 23:12.
3
“HUMILLACION y EXALTACION …
INDICE
Itroducción……………………………………………………………..7
Capítulo 1 - EL AMOR DIVINO………………………………………..9
I. EL PLAN ETERNO DE REDENCIÓN
a. Del trono a la cruz
b. El amor de Dios manifestado en la vida de Jesús
c. El amor divino demanda respuesta del ser humano
CAPÍTULO 2 - LA SIMPLICIDAD COMO UN ATRIBUTO DIVINO…...15
a. La humildad revelada en el carácter de Dios
b. Dios se agrada de los humildes
c. El principio de la exaltación, es la humillación
d. Dios resiste a los soberbios
CAPÍTULO 3 - LA HISTORIA DE LA CRUZ…………………………...23
a. La sublime historia del amor divino
b. El propósito eterno de salvación
c. Las dos caras de la cruz
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… del CRISTIANO”
CAPÍTULO 4 - LA HUMILLACIÓN Y EXALTACIÓN DE JESÚS……….31
a. La humildad de Jesús desde su nacimiento
b. Jesús se humilló, asimismo
c. Jesús como el siervo de Jehová
CAPÍTULO 5 - EL EJEMPLO DE HUMILDAD DE JESÚS………………39
I. JESÚS FUE EJEMPLO DE SERVICIO Y HUMILDAD
a. Aprended de mi
II. JESÚS SE HUMILLÓ, ASIMISMO…………………………………...44
a. El sentir de humildad de Cristo
b. La humillación del cristiano
c. Negarse, asimismo
d. La lucha entre la carne y el espíritu
CAPITULO 6 - EJEMPLO DE HUMILLACIÓN EN LA BIBLIA………….51
I. EJEMPLOS DE HUMILDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO
a. El ejemplo del apóstol Pablo
b. La humillación de Pedro
c. La humildad de José y María
d. La humildad de Juan el bautista
e. La humildad de los ministros de Dios
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“HUMILLACION y EXALTACION …
II. EJEMPLOS DE HUMILDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO……...63
a. La humildad de David
b. La verdadera bendición
c. La humillación de Job
d. La humillación de José
III. LA HUMILLACIÓN Y LA EXALTACIÓN…………………………..76
a. La humillación y la exaltación de los hijos de Dios
CAPÍTULO 7 - LA HUMILDAD COMO CARACTERÍSTICA DE LOS
HIJOS DE DIOS……………………………………………………….79
a. El que se humilla, será exaltado
b. La humildad en el cristiano
c. Aprendiendo a servir conforme a la voluntad de Dios
CAPÍTULO 8 - DISCÍPULOS DE CRISTO……………………………...89
a. El cristiano como hijo de Dios
b. El cristiano como discípulo de Cristo
c. Discípulos de Cristo, cada día
Conclusión……………………………………………………………97
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… del CRISTIANO”
INTRODUCCIÓN
La vida de Jesús, es el más grande ejemplo de humildad
que la humanidad haya conocido, desde su nacimiento
hasta su muerte, la historia de la salvación está
impregnada de un mensaje de amor y sencillez.
Jesús se humilló, asimismo, al venir al mundo para
cumplir con el plan de redención del ser humano. Él
tampoco fue ostentoso en su vida y ministerio terrenal.
Jesús dejó un legado de humildad a fin de que siguiéramos
sus pasos en la tierra; por esa razón, su vida y ministerio
constituyen el tema central del estudio de este libro.
La historia de Jesús ha sido impactante alrededor del
mundo, a través de toda generación posterior a su muerte
y resurrección, conquistando y transformando el corazón
de quien recibe su sencillo mensaje de fe y un amor
práctico.
Esto se debe, en gran parte, a que Jesús se identificó
con los más humildes. Al vivir de forma sencilla en la
tierra, cualquier ser humano puede entender su lenguaje
de amor transmitido en palabras y hechos. Cuando Juan
envió a sus discípulos a preguntarle a Jesús que, si él era el
Mesías, les respondió con su labor entre los desvalidos. Él
dijo:
7
“HUMILLACION y EXALTACION …
“Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son
limpiados,
los
sordos
oyen,
los
muertos
son
resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio”
(Mt. 11: 5).
La labor de Jesús, durante su ministerio terrenal, fue hecha
entre los más necesitados y su mensaje de amor y consuelo
concordaba con sus hechos. Él dijo:
“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de
ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que
lloran,
porque
ellos
recibirán
consolación.
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la
tierra por heredad. Bienaventurados los que tienen
hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”
(Mt. 5: 2-10).
Acerca de su obra ministerial de predicación en la
tierra, Jesús dijo que, su trabajo era servir a la humanidad:
“Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido,
sino para servir, y para dar su vida en rescate por
muchos” (Mr. 10:45).
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… del CRISTIANO”
Capítulo 1
EL AMOR DIVINO
____________________________________________________
I. EL PLAN ETERNO DE REDENCIÓN
a. Del trono a la cruz
Si la caída del ser humano fue caótica, la historia de su
redención es la más sublime y real que la humanidad haya
conocido. Ninguna historia contada en la tierra tiene el
poder, por sí misma, de transformar la vida del ser
humano que la acepta con fe, como la de Cristo.
Todo comienza en el cielo, en el corazón amoroso de
Dios, y ese plan divino está enmarcado en su gran amor
por el ser humano, que fue creado a su imagen y
semejanza. Este amor divino, manifestado en el sacrificio
de su Hijo, es inmerecido, pues el ser humano le falló a
Dios al ceder a la tentación de Satanás. No obstante, Dios
no abandonó a sus criaturas a su propia suerte, sino que
proveyó un plan de salvación. El siguiente verso es un
lema acerca del amor divino por la humanidad:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Jn. 3: 16).
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“HUMILLACION y EXALTACION …
El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, decidieron un plan
salvífico para rescatar al ser humano del pecado. Jesús
ofreció dar su vida para redimir a la humanidad, a fin de
restituir la relación entre Dios y el ser humano, y purgar
así el pecado.
Ese fue un largo camino que conduciría a Jesús, a dejar
su trono de gloria, para venir a la tierra a morir en la cruz.
Esa es la manifestación más pura del amor divino, e
implica la humillación de Cristo, que serviría de ejemplo
para que todo el cristianismo siga sus pasos en la tierra.
b. El amor de Dios manifestado en la vida de Jesús
No existen palabras, ni razonamiento humano alguno que
pueda
describir
la
profundidad
del
amor
divino,
manifestado en su plan de redención, que fue revelado en
la humanidad de Jesús de Nazaret.
Jesús se despojó de su gloria estando en los cielos; y en
nuestra condición humana, que es limitada, no lograremos
entender en su totalidad lo que Él abandonó, al despojarse
de su gloria para venir a rescatarnos a este mundo
perdido. Al desconocer lo eterno e invisible, nuestra mente
queda sujeta sólo a la revelación bíblica, y a nuestra
imaginación.
Si despojarse de su gloria, significó el sacrificio más
grande para Jesús, todavía le esperaba una vida de
10
… del CRISTIANO”
incomparable humillación en la tierra. No solo debía
quedar en la condición de hombre, que ya era degradante
para nuestro Señor y Dios estando en su sublime gloria,
sino que estaría sujeto a vivir como un esclavo en la tierra,
en obediencia absoluta a la voluntad de su Padre.
Si eso fuera poco, aunque Jesús viviría una vida santa y
ajena al pecado en la tierra, su muerte sería de las peores
registradas en la historia humana, y solo comparada a la
de cualquier criminal que ha sido sentenciado a una
muerte cruel. La cruz era una pena de muerte para los
peores criminales entre los romanos; pero, para los judíos
era prohibida, e incluso se consideraba como una
maldición (Gá. 3:13).
La
vida
de
Jesús
estaría
llena
de
aparentes
contradicciones en la tierra y sujeta a todos los
padecimientos típicos de los seres humanos. Jesús, como
Dios, debía despojarse de toda su gloria en el cielo para
venir a la tierra en un cuerpo humano, con todas las
limitaciones de esta tierra, a fin de rescatar a la humanidad
del pecado, y del señorío de Satanás. La Biblia dice:
“Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era
débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en
semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado en la carne” (Ro. 8: 3).
11
“HUMILLACION y EXALTACION …
Jesús participó de un cuerpo humano para identificarse
con la humanidad, y a fin de vencer a Satanás en la carne.
Jesús venció a la muerte, por medio de su muerte, al
resucitar:
“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y
sangre, él también participó de lo mismo, para destruir
por medio de la muerte al que tenía el imperio de la
muerte, esto es, al diablo” (Hb. 2: 14).
Jesús vivió y sufrió en esta tierra como cualquier ser
humano, para lograr su propósito de vencer a Satanás y
devolverle el reino de la humanidad a su Padre. Este fue
un plan eterno de Dios, pues Jesús dijo que nadie le quitó
su vida por casualidad, sino que la ofreció como ofrenda
voluntaria para rescatar con su sacrificio a la humanidad:
“Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo.
Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a
tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre” (Jn. 10: 18).
Como Dios, Jesús sabía todas las cosas cuando estaba en el
cielo, pero desde su nacimiento en la tierra, debió
participar de las limitaciones de cualquier ser humano. Eso
implica que el plan de redención para la humanidad y el
propósito del Padre le fue siendo develado a medida que
crecía físicamente. Lo importante es que el plan divino de
redención para la humanidad comienza con la humillación
de Jesús en el cielo, quien decide venir a rescatar al ser
12
… del CRISTIANO”
humano a la tierra. El tema de la humillación se convierte
en uno muy importante en la vida cristiana, pues es con la
humillación de Jesús, que da comienzo la historia de
redención del ser humano.
c. El amor divino demanda respuesta del ser humano
Este abundante amor de Dios por la humanidad, que fue
vaciado en la vida de su Hijo amado, queda sujeto a la
decisión que tome cada persona.
Los que con fe se acercan a Dios, por medio de
Jesucristo, encontrarán sublime salvación en la cruenta
cruz; pero, los que por incredulidad encuentren tropiezo
en el descenso, nacimiento, vida, muerte, resurrección y
ascensión
de
Jesús
al
cielo,
serán
enjuiciados
a
condenación eterna, por rechazar el inmerecido amor
divino (Jn. 3: 17-21).
No existe término medio en Dios, o se acepta, o se
rechaza su amor (Mt. 12:30). Tampoco valen las excusas
para justificarse ante Dios, si el ser humano ignora el amor
divino manifestado en la vida de Jesús, igualmente, un día
enfrentará el juicio de Dios. Pablo dijo:
“¿O menosprecias las riquezas de su benignidad,
paciencia
y
longanimidad,
ignorando
que
benignidad te guía al arrepentimiento?” (Ro. 2: 4).
13
su
“HUMILLACION y EXALTACION …
El amor de Dios, manifestado en la vida, muerte y
resurrección de Jesús, demanda una respuesta del ser
humano. Nadie puede ignorar el gran amor divino
manifestado en el sacrificio y la humillación del Hijo de
Dios, porque toda decisión tendrá un juicio.
El gran amor de Dios para la humanidad, al enviar a su
Hijo a rescatarla del pecado, encierra el mensaje más
ejemplar de humillación para todos los hijos de Dios.
Jesús, no solo se despojó de su gloria en el cielo, para
venir a este mundo pecador, sino que su vida estuvo
rodeada de sencillez y humildad desde su nacimiento,
hasta su muerte en la cruz.
Hablar acerca de la humillación, es hablar de la historia
de la redención de la humanidad. Esta alude a todos los
seres humanos, que a veces indiferentes al sacrificio de
Jesús, ignoramos que Él, se humilló asimismo para venir a
salvarnos.
Para los hijos de Dios, Jesús nos dejó un ejemplo de
amor y humildad a seguir, pues la historia de su vida está
saturada de constante humillación, desde que se despojó
de su trono de gloria en el cielo, hasta su muerte en la cruz.
La arrogancia y el orgullo no tienen cabida en el reino
de Dios, pues Jesús nos dio ejemplo de humillación
cuando estuvo en la tierra. El orgullo representa el mal y es
contrario a la vida cristiana.
14
… del CRISTIANO”
Capítulo 2
LA SIMPLICIDAD COMO UN ATRIBUTO DIVINO
____________________________________________________
a. La humildad revelada en el carácter de Dios
La simplicidad, es una característica divina que ha sido
tratada por los profetas de la Biblia y los teólogos de la
Iglesia, y está muy relacionada con la humildad.
La simplicidad se refiere a que Dios no es ostentoso.
Dios no reclama ser, quien es, a la humanidad. A pesar de
desplegar su gloria por medio de su creación (ver Salmo
19).
Aunque Dios no comparte su gloria con nadie (Is. 42:8);
tampoco exige que se le dé gloria; ni obliga a que se le
reconozca como el Todopoderoso. Él espera que sus
criaturas,
dotadas
de
inteligencia,
le
reconozcan
voluntariamente en todos sus caminos. Esto nos habla de
la simplicidad de Dios y de su humildad.
Aunque Dios goza de simplicidad como una virtud de
su carácter, tiene todo el derecho para exigir adoración de
parte de sus criaturas, pues a Él, pertenece todo el poder
como supremo Creador. No obstante, Él no lo exige,
porque respeta la libre voluntad de sus criaturas.
15
“HUMILLACION y EXALTACION …
El ser humano, por su parte, es creación de Dios, y como
tal, debe ser humilde en reconocer que Dios es su creador y
que a Él se le debe toda la honra, la gloria, el honor, y la
adoración. El salmista dice:
“Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no
nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y
ovejas de su prado” (Sal. 100: 3).
Al ser criaturas hechas por la mano de Dios, la humildad
debe ser una característica típica de los hijos de Dios. Sólo
un recipiente que es humilde puede ser portador de la
gloria de Dios. Él no puede depositar dones, ministerios o
talentos en gente orgullosa.
El orgullo es la contraparte de la humildad, y fue el
pecado que abrió la puerta a la caída de Satanás, desde el
cielo. En cada ápice de orgullo que se manifiesta en el ser
humano, está inoculado el veneno de Satanás. Aun la falsa
humildad se convierte en el peor de los orgullos. Esta se
manifiesta cuando erradamente, creemos ser humildes sin
serlo o cuando nos sentimos orgullosos de ser humildes.
Dios confía sus talentos en gente humilde, que saben
reconocer sus debilidades e imperfecciones, pero que no se
conforman al pecado, mas se esfuerzan por agradar a Dios
cada día.
En su esfuerzo y devoción por agradar a Dios, Pablo
encontró que sus propias debilidades eran sus mayores
16
… del CRISTIANO”
obstáculos en ese propósito, pero estas le ayudaron a
reconocer su fragilidad y le condujeron a mantener una
actitud humilde ante Dios y los hombres. Esto le hizo
descubrir que el poder de Dios se manifestaba en su
debilidad, la que le conducía a ser humilde. Pablo dijo:
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana
me gloriaré más bien en mis debilidades, para que
repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por
amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas,
en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque
cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Co. 12: 9-10).
En su búsqueda de la perfección, Pablo se encontró de cara
con su debilidad, y le pidió a Dios que se la quitara, sin
saber que debía luchar con ella cada día, a fin de
mantenerse humilde.
Dios le confirmó a Pablo que su poder se perfecciona
en nuestra debilidad humana, pues cuando somos débiles,
Él nos puede mostrar cuan poderoso es. No se trata de
conformarse al pecado, sino a invocarle cada día, a causa
de nuestra debilidad. Dios le dijo a Pablo:
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana
me gloriaré más bien en mis debilidades, para que
repose sobre mí el poder de Cristo” (2 Co. 12: 9).
17
“HUMILLACION y EXALTACION …
b. Dios se agrada de los humildes
Dios se agrada de la humildad de sus hijos, pues en ella
está implícito el reconocimiento de que Él, es el
Todopoderoso, y que somos criaturas hechas por su mano.
En cambio, el orgullo es lo opuesto a la naturaleza divina,
pues representa el mal y al primer orgulloso conocido, a
Satanás.
La grandeza de nuestro eterno Dios contrasta con
nuestra condición humana, que es limitada. Pero, cuando
estas dos condiciones se juntan y el ser humano toma la
actitud correcta, en un temor reverente a su Creador, se
produce una relación perfecta entre Dios y el ser humano.
El profeta Isaías dijo:
“Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas
fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y
humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra” (Is.
66: 2).
A Dios le agrada ser el proveedor de sus criaturas, pues
para eso las formó, para que dependieran absolutamente
de Él.
El primer pecado se produjo porque el ser humano
quería una independencia de su Creador, cosa que al final
produjo la peor esclavitud. La historia bíblica y secular
confirma que cuando el ser humano se aleja de su Creador,
al final fracasa.
18
… del CRISTIANO”
c. El principio de la exaltación, es la humillación
El ser humano no tiene nada de que gloriarse en sí mismo,
desde su mismo nacimiento viene al mundo sin nada, y
nada se llevará al morir. No obstante, el ser humano tiene
un gran valor para Dios, pues es el objeto de su gran amor
en la tierra porque fue creado a su imagen, y por esa razón
Dios envió su Hijo al mundo.
De acuerdo con la Biblia, los seres celestiales viven en
constante adoración a Dios, pues ellos ven su rostro. No
obstante, después de la caída, los seres humanos deben
reconocer voluntariamente a Dios, por medio de la fe. La
Biblia dice:
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en
tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos,
y Él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia
opinión; teme a Jehová, y apártate del mal; porque será
medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos” (Pr.
3: 5-8).
Jesús exhortó a sus seguidores a ser humildes. Él dijo que,
el que se humilla será exaltado; y quien se exalta,
asimismo, será humillado:
“Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y
el que se humilla, será enaltecido” (Lc. 14:11).
19
“HUMILLACION y EXALTACION …
Cualquiera de las dos decisiones, humillarse o enaltecerse,
tendrá consecuencias. Jesús enseñó que no hay términos
medios en Dios. Él dijo:
“El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo
no recoge, desparrama” (Mt. 12: 30).
Jesús dijo que el que se humilla ante Él, será quebrantado
para salvación; pero, el que le resiste, será desmenuzado
por su juicio. Él dijo:
“Todo el que cayere sobre aquella piedra, será
quebrantado;
mas
sobre
quien
ella
cayere,
le
desmenuzará” (Lc. 20: 18).
La Biblia dice que Dios da gracia al humilde, pero resiste al
soberbio:
“Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a
los soberbios, y da gracia a los humildes” (Stg. 4:6).
La palabra gracia es abundante, y significa que Dios
despliega todos sus recursos a favor de sus hijos humildes,
cuando están en dificultades o necesidades. En cambio, el
resiste al soberbio. Eso significa que se enfrenta con él. La
palabra
resistir
significa
confrontar
o
luchar
conscientemente en contra de alguien.
d. Dios resiste a los soberbios
En la Biblia hay varios relatos donde Dios confrontó la
soberbia de reyes, naciones e individuos.
20
… del CRISTIANO”
Nabucodonosor fue un rey soberbio que se atribuyó la
gloria del reino que había edificado y Dios le humilló hasta
lo sumo, llegando a la condición de perder su mente y
comer como un animal.
No obstante, cuando Dios prueba al ser humano es con
el fin de que se humille y le reconozca, no para destruirle,
pero es una decisión que cada individuo debe asumir.
Nabucodonosor se humilló y Dios le devolvió su mente y
su reino, ver Daniel 4.
En cambio, el rey Herodes murió por un juicio divino,
porque no dio la gloria a Dios, si no que aceptó ser
honrado y adorado como si fuese un dios, ver Hechos 12:
21-23.
Muchas naciones, ciudades e individuos en la biblia
fueron advertidos acerca de juicios divinos que vendrían a
causa de sus pecados a fin de que se arrepintieran.
Algunos de ellos se arrepintieron y Dios los perdonó; pero
otros acarrearon el juicio de su soberbia y rebelión contra
Dios. Tal es el caso del rey Faraón, quien endureció su
corazón contra la palabra de Dios dada por Moisés y su
reino fue arruinado.
Las naciones cananeas fueron consumidas por la ira de
Dios a causa de sus pecados, porque no se arrepintieron.
En cambio, los habitantes de Nínive se arrepintieron de su
21
“HUMILLACION y EXALTACION …
pecado al oír el mensaje de juicio advertido por Jonás, y
Dios los perdonó.
Dios es el juez de toda la tierra. Él quita reyes y pone
reyes. El gobierna en el cielo, en la tierra y debajo de la
tierra. Él es el todopoderoso y todo está bajo su señorío.
Por eso, el ser humano debe humillarse ante Dios.
22
… del CRISTIANO”
Capítulo 3
LA HISTORIA DE LA CRUZ
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a. La sublime historia del amor divino
En el sacrificio de Jesús en la cruz, es donde encuentra
respuesta el dolor humano. Allí se resume la teología en
un mensaje sencillo de amor, perdón y reconciliación.
No hay palabras para describir el sacrificio de Jesús en
la cruz, solo se puede reflexionar y admirar. Es la historia
más sublime que se pueda contar en labios de un ser
humano. Es la única historia capaz de cambiar la vida y el
destino de la humanidad.
Muchas personas se preguntan: ¿Por qué murió Jesús
en la cruz? Al escuchar la historia de la crucifixión de
Cristo, cada cual hace su propia conclusión de acuerdo con
sus propios significantes. Para conocer el motivo por el
cual Jesús murió en la cruz, es preciso saber cómo estaba la
humanidad antes de Cristo.
Antes que Cristo se revelara al mundo, el pecado
original de la primera pareja había destruido la comunión
con Dios. En su amor por la humanidad, Dios envió a su
Hijo a morir en la cruz, a fin de salvarle del pecado y de la
muerte.
23
“HUMILLACION y EXALTACION …
La Escritura señala en sentido figurado que, Jesús es el
nuevo Adán que vino a restaurar la comunión perfecta de
la humanidad con Dios, que estaba destruida por la
desobediencia de la primera pareja.
El amor por la humanidad fue el motivo que llevó a
Jesús a morir en la cruz.
b. El propósito eterno de salvación
Jesús fue a la cruz en obediencia al Padre. La Biblia dice:
“Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y
ofrenda no quisiste; mas me preparaste cuerpo.
Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer
tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de
mí. En esa voluntad somos santificados mediante la
ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para
siempre” (Hb. 10: 5, 7-10).
Dios, en su intento de restablecer la comunión que la
humanidad disfrutaba, antes de la caída, reveló la Ley al
pueblo de Israel por medio de Moisés, a fin de que la
cumplieran para obtener la vida. Pero, nadie pudo cumplir
las demandas de Dios a causa de la desobediencia; por eso,
Dios envió a su Hijo Jesucristo para redimir a la
humanidad por medio de su sacrificio en la cruz.
24
… del CRISTIANO”
Jesús sería la única ofrenda que podía satisfacer las
demandas divinas para redimir a la humanidad sumida en
el pecado, como señala la Escritura:
“Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al
hermano, ni dar a Dios su rescate, porque la redención
de su vida es de gran precio, y no se logrará jamás, para
que viva en adelante para siempre, y nunca vea
corrupción” (Sal. 49:7-9).
Jesús hizo lo que la humanidad no pudo hacer por sí
misma, a saber: Agradar al Padre por medio de una
obediencia absoluta. Pablo señala que el ser humano no
pudo agradar a Dios, aun con la Ley, él dijo:
“Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy
carnal, vendido al pecado” (Ro. 7:14).
Dios envió a Jesús como substituto para perfeccionar a la
humanidad. La ofrenda del cuerpo de Cristo en la cruz fue
perfecta, porque Jesús no tuvo pecado. La Biblia dice:
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que
fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin
pecado” (Hb. 4: 15).
Todo ser humano que no entienda la historia de la
redención por medio de Cristo, estará en graves
problemas. Quiérase o no, Jesús compró a la humanidad,
pues ésta había cedido a la tentación del pecado y
25
“HUMILLACION y EXALTACION …
consecuentemente estaba esclavizada a Satanás, su nuevo
amo.
La palabra redención, significa pagar el precio por algo
que se había perdido, por incumplimiento en el pago. En
ese sentido, Jesús pagó nuestra deuda ante el Padre, a
causa de nuestro pecado. En su humanidad, Jesús no
quería ir a la cruz. La Biblia dice:
“Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro,
orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí
esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú”,
(Mt. 26: 39).
El propósito de Jesús ir a la cruz, fue su conciencia de
salvar a una humanidad perdida. Jesús no tuvo un sueño
de morir, sino un sueño de salvar. Jesús dio su vida
voluntariamente para salvar la humanidad:
“Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida,
para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo
de mí mismo la pongo” (Jn. 10: 17).
c. Las dos caras de la cruz
Existen dos vías por las que se puede entender el amor
divino plasmado en la vida de Jesús, al ser crucificado en
la cruz. Por un lado, las personas se pueden enfocar en el
cuadro de dolor y sufrimiento que Jesús padeció en la
dolorosa cruz, donde cargó todos los pecados de la
26
… del CRISTIANO”
humanidad, y se hizo maldición por amor al pecador,
según Gálatas 3:13.
Hay personas con un concepto errado del sacrificio de
Jesús, cargan hasta una cruz en su pecho, sintiendo pena
por el Señor. Sin entender que, la cruz por sí misma no
envía el mensaje completo de redención, pues la cruz es
símbolo de muerte y maldición.
Quienes se enfocan más en el puro sacrificio de Jesús
en la cruz, y se olvidan de la motivación que le condujo a
dar su vida, que fue su amor puro por el pecador,
terminan con un mensaje distorsionado y confuso de su
sacrificio.
El amor fue la razón que motivó a Jesús a ir a la cruz.
Existe el peligro de quedarnos solo con el cuadro de un
cuerpo crucificado colgando de un madero, y así
olvidarnos de la razón que le condujo a morir, eso sería un
grave error.
Aunque en el plan eterno de redención, el Padre ya
sabía lo que su Hijo iba a padecer en la tierra, en su
humanidad, Jesús no tenía todo el conocimiento de lo que
le esperaba. El plan de Dios le fue siendo develado a
medida que crecía en todo el aspecto de su vida, tanto
físico, como en su conocimiento intelectual, ver Lucas 2:52.
Una vez que el Padre le había mostrado a Jesús en la tierra
lo que los seres humanos, en su odio, le harían padecer en
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“HUMILLACION y EXALTACION …
la cruz, Jesús le pidió que, si fuese posible, no le permitiera
ir a la cruz (ver Lucas 22:42).
Jesús sabía que para el Padre nada es imposible; por
eso oró pidiendo que, de ser posible, no fuese a la cruz,
aunque luego le dijo que se hiciera su voluntad.
Eso demuestra que su propósito de venir a la tierra, no
fue específicamente para ir a una cruz, eso ni aun estaba
contemplado en su humanidad. Jesús solo obedeció la
voluntad del Padre, paso a paso.
La razón que trajo a Jesús al mundo fue su gran amor
por una humanidad perdida. La cruz solo fue el pago que
los hombres en su odio le dieron, a cambio de su gran
amor.
Jesús fue a la cruz para salvar a la humanidad, en
obediencia absoluta a la voluntad divina. Tampoco fue a la
cruz por que fuese un deseo personal del Padre, si no que
el Padre le pidió aceptar el rechazo de la humanidad, pues
era necesario que diera su vida en rescate por los
pecadores, aun por los que le mataron. Por no decir que
todos le matamos con nuestro pecado.
Jesús fue a la cruz como un inocente Cordero que es
llevado al matadero, por su gran amor con el cual se
entregó, asimismo. Es allí donde encuentra sentido que él
fue inmolado, antes de la fundación del mundo, como se
explica en Apocalipsis 13:8.
28
… del CRISTIANO”
Isaías profetizó cerca de 700 años a. C., acerca de la futura
crucifixión del Mesías en la cruz. Isaías casi retrató el dolor
que Cristo sufrió en la cruz del calvario:
“Despreciado y desechado entre los hombres, varón de
dolores, experimentado en quebranto; y como que
escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo
estimamos.
Ciertamente
llevó
él
nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le
tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas
él herido fue por nuestras rebeliones, molido por
nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él,
y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros
nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por
su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos
nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca;
como cordero fue llevado al matadero; y como oveja
delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su
boca” (Is. 53:3-8).
Cristo cargó con todo el dolor de la humanidad, esa fue la
razón de su muerte en la cruz. Su humillación es sin
comparación y sirve de ejemplo a seguir por todos sus
discípulos. A continuación, comparto parte de un poema,
que sirve de reflexión acerca del tema del gran amor de
Jesús por la humanidad, y nuestra respuesta a su amoroso
llamado.
29
“HUMILLACION y EXALTACION …
REGALO DE AMOR ETERNO
Veo el cuadro de un corazón lacerado,
manos extendidas de amor rechazado.
Mirada tierna, diáfanos ojos de piedad,
ceñido de la verdad, justicia y bondad.
La paz vino al mundo buscando reposar,
en un corazón herido que quiera sanar.
Esta es la recompensa por el desprecio,
vida eterna brindo, Yo pagué el precio.
Mira al calvario, sabe cuánto te amo,
no sufras más pena; tu dolor yo sano.
Mis brazos extiendo, abiertos esperan,
es tierno abrazo de amor y vida eterna.
Joel Perdomo
30
… del CRISTIANO”
Capítulo 4
LA HUMILLACIÓN Y EXALTACIÓN DE JESÚS
____________________________________________________
a. La humildad de Jesús desde su nacimiento
Jesús nació en cuna de una familia humilde de Belén, y fue
concebido en el vientre de María, por obra del Espíritu
Santo. El ángel le dijo a María:
“Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo,
y llamarás su nombre JESÚS. Entonces María dijo al
ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.
Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo
vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá,
será llamado Hijo de Dios” (Lc. 1:31, 34-35).
María era virgen cuando quedó embarazada. Ese es un
milagro único que Dios reservó solo para su Hijo, Jesús.
Esta era una gran señal, pues María no conocía varón, y
concibió al Hijo de Dios por obra divina:
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que
la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su
nombre Emanuel” (Is. 7:14).
31
“HUMILLACION y EXALTACION …
Jesús nació en un pesebre, donde posaban los animales
domésticos, pues no hallaron posada para ellos en otro
lugar, porque estaban todos ocupados:
“Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en
pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había
lugar para ellos en el mesón” (Lc. 2:7).
Dios quiso que el nacimiento de su Hijo fuese de forma
humilde en la tierra. Jesús nació, creció, y vivió
humildemente en la tierra, para servir de ejemplo a todos
los que quieran seguir sus pasos.
b. Jesús se humilló, asimismo
La humillación de Jesús no tiene parangones. Su amor es
incomparable al despojarse voluntariamente de su gloria
sublime, para venir a rescatar a una humanidad perdida, y
alejada de Dios a causa del pecado.
Jesús no se aferró a su gloria, sino que se despojó de ella
para venir a salvarnos. Su motivación de venir a la tierra
fue en un amor puro por el ser humano. La Biblia dice:
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en
Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó
el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse” (Fil. 2:5-11).
Jesús se despojó a sí mismo, de toda su gloria que tenía en
los cielos, y al final de sus días Él dijo:
32
… del CRISTIANO”
“Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con
aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo
fuese” (Jn. 7:5).
En ese proceso, Jesús se vació en un frágil cuerpo humano
para morar en una tierra bajo maldición a causa del
pecado. Todo lo hizo para identificarse con la raza
humana, que fue el objetivo de su gran amor.
Jesús no solo participó de todos los padecimientos
típicos de los seres humanos, sino que estando en la
condición de hombre, que ya era degradante para su
divinidad, se hizo siervo o esclavo entre los hombres:
“Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de
siervo, hecho semejante a los hombres”.
En ese proceso de humillación, y estando en la condición
de esclavo, Jesús se humilló aún más, al morir en una cruz
como cualquier malhechor, sin haber cometido algún
delito, y sin pecado alguno:
“Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí
mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte
de cruz”.
La vida de Jesús en la tierra, como nuestro gran ejemplo a
seguir, muestra que no hay corona sin cruz.
Como premio a su humillación y obediencia al Padre,
Jesús fue exaltado hasta lo sumo, y le dio toda la potestad
33
“HUMILLACION y EXALTACION …
en los cielos, en la tierra, y de bajo de la tierra, dándole un
nombre que es sobre todo nombre:
“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le
dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en
el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que
están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y
toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para
gloria de Dios Padre”.
En su proceso de humillación, Jesús hizo lo siguiente:
Por amor, se despojó voluntariamente de su gloria en los
cielos para venir a la tierra a rescatar a la humanidad.
Jesús se vació en un cuerpo humano lleno de
limitaciones, y sujeto a los padecimientos de cualquier ser
humano (Jesús se cansaba, padecía sed, hambre, etc.).
Siendo poderoso, tampoco se rodeó de riquezas en la
tierra, sino que vivió humilde entre los hombres.
Estando en la condición de hombre, se hizo siervo o
esclavo del Padre. Esta condición de siervo es menos que
la de cualquier ser humano normal, pues implica que no
hacía lo que quería en la tierra; sino lo que el Padre le
mandaba hacer.
Fue a la cruz en obediencia al Padre. Eso le pone en
una condición más baja que la de un esclavo, pues muere
como si fuera un criminal condenado a muerte, pero sin
34
… del CRISTIANO”
haber cometido delito alguno. Todo este proceso de
humillación, lo hizo por amor a la humanidad.
Si la historia de redención humana no se ve a través del
lente del gran amor de Jesús por el pecador, nos podemos
quedar solo con el cuadro tétrico, de un hombre colgado
sobre una cruz.
El amor por la humanidad llevó a Jesús a obedecer la
gran prueba que el Padre le puso en la tierra, y por su
obediencia y humillación, justificó a todo aquel que acepta
su sacrificio. La Biblia dice:
“Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y
súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía
librar de la muerte, fue oído a causa de su temor
reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció
aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado,
vino a ser autor de eterna salvación para todos los que
le obedecen” (Hb. 5:7-9).
Sin duda, Jesús es el ejemplo máximo de humildad para
todos
sus
discípulos;
por
esa
razón
de
entrada,
examinamos su humillación y exaltación como el mayor
ejemplo de humildad.
35
“HUMILLACION y EXALTACION …
c. Jesús como el siervo de Jehová
Isaías describe a Jesús como el siervo de Jehová, y en su
profecía, habló de su futura humillación y consecuente
exaltación:
“He aquí que mi siervo será prosperado, será
engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto.
Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue
desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura
más que la de los hijos de los hombres, así asombrará
él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca,
porque verán lo que nunca les fue contado, y
entenderán lo que jamás habían oído’’ (Is. 52:13-15).
Uno de los títulos que las profecías de Isaías le dan a Jesús
es el siervo de Jehová. Esto anunciaba su condición de
humillación a la que se sometería, estando en la tierra.
Jesús sería experimentado en quebrantos, pues sufriría
todo el peso del pecado humano, al cargarlo en su cuerpo.
Ese pecado nos correspondía pagarlo a nosotros, pero
Jesús lo sufrió humildemente, y todo por amor a la
humanidad.
En Isaías 53, la profecía retrata anticipadamente, lo que
sufriría el Mesías. La Biblia dice:
“Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de
tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le
veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.
36
… del CRISTIANO”
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de
dolores, experimentado en quebranto; y como que
escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo
estimamos.
Ciertamente
llevó
él
nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le
tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas
él herido fue por nuestras rebeliones, molido por
nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él,
y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros
nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por
su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos
nosotros”.
La profecía bíblica compara la humillación de Jesús con un
manso cordero, que es llevado al matadero, para ser
sacrificado:
“Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como
cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante
de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca”.
Jesús sufrió el menosprecio de los hombres, y fue a la
cárcel como si haya sido un criminal:
“Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación,
¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los
vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido”.
En su extrema humillación, Jesús fue crucificado en medio
de dos malhechores, como si fuese uno de ellos:
37
“HUMILLACION y EXALTACION …
“Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los
ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni
hubo engaño en su boca”.
Jesús fue sometido a obediencia por el Padre, con el
propósito de redimir al ser humano del pecado:
“Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole
a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en
expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos
días, y la voluntad de Jehová será en su mano
prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y
quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi
siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de
ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con
los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su
vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores,
habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por
los transgresores” (Is. 53:2-2).
38
… del CRISTIANO”
Capítulo 5
El EJEMPLO DE HUMILDAD DE JESÚS
____________________________________________________
I. JESÚS FUE EJEMPLO DE SERVICIO Y HUMILDAD
a. Aprended de mí
Durante su ministerio terrenal, no era costumbre que Jesús
diera testimonio de sí mismo, como Él lo señala:
“Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi
testimonio no es verdadero. Otro es el que da
testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da
de mí es verdadero” (Jn. 5:31-32).
No es porque Jesús no debía hablar de sí mismo, sino que
el único testimonio que tenía validez para Jesús, y el que
procuraba, era el de su Padre celestial. Por esa razón, Jesús
no recibía gloria de los hombres, pues no la necesitaba,
sabiendo que había descendido del cielo, (Jn. 3: 13; 5: 41).
Jesús sabía que el ser humano puede exaltar hoy y
mañana puede ser nuestro peor enemigo. Pero, a causa de
su propósito de hacer feliz a la humanidad, Jesús alecciona
a sus discípulos para que puedan gozar de paz y tener
descanso en sus almas; enmedio de un mundo turbulento
39
“HUMILLACION y EXALTACION …
y el secreto estriba en la humildad. Él les dijo a sus
seguidores:
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados,
y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros,
y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mt. 11:2830).
Jesús encontró descanso en su humillación ante el Padre
cuando estuvo en la tierra, y él quiso enseñar ese gran
secreto a sus discípulos para que siguieran su ejemplo, el
más digno de imitar. En este llamado, Jesús promete a sus
discípulos que son humildes de corazón, como él lo fue,
que tendrán gran descanso en sus almas.
Implica que muchas aflicciones de los justos en la tierra
no son siempre una prueba divina, si no producto de
nuestra falta de humildad. Jesús dijo:
“Aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”.
Siguiendo el ejemplo de humildad que Jesús mostró desde
su nacimiento, durante su ministerio y en su muerte,
encontraremos descanso en medio de las dificultades de
esta vida. La Biblia dice que Jesús lavó los pies de sus
discípulos para servir de ejemplo a sus seguidores:
40
… del CRISTIANO”
“Sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las
cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a
Dios iba, se levantó de la cena, y se quitó su manto, y
tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un
lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y
a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido” (Jn.
13:3-5).
Lavar los pies era una costumbre oriental, que realizaban
solamente los esclavos de la casa a los huéspedes, que
llegaban con los pies polvorientos por el camino.
Por esa razón, Pedro resistía que Jesús le lavara sus
pies, pues no concebía la idea de que su Maestro y Señor
lavara sus pies, pero todo esto fue parte de las enseñanzas
prácticas que Jesús les dio a sus discípulos a fin de que
aprendieran a ser humildes:
“Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor,
¿tú me lavas los pies? Respondió Jesús y le dijo: Lo que
yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás
después. Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás.
Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte
conmigo. Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies,
sino también las manos y la cabeza. Así que, después
que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a
la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?
Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien,
41
“HUMILLACION y EXALTACION …
porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he
lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros
los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he
dado, para que como yo os he hecho, vosotros también
hagáis” (Jn. 13:3-15).
Algunas iglesias acostumbran a lavarse los pies entre sus
hermanos como muestra de humildad. En los tiempos de
Cristo este acto representaba verdadera humildad, pues no
existían las facilidades del mundo moderno.
No obstante, el mensaje de Jesús para sus seguidores
queda claro detrás de esa acción, pues está dirigido a dar
una lección para que sus discípulos sean humildes y se
sirvan unos a otros, por amor, aunque eso implique
sacrificio y requiera de humillación ante Dios y los
hombres.
Este tipo de humillación, que se hace por amor a Dios y
en obediencia a su palabra, jamás debe ser motivo de
vergüenza para el cristiano. Al contrario, si Dios permite
que seamos humillados por amor de su nombre, debe ser
motivo de honra para el cristiano sufrir por amor a Dios y
la causa del evangelio.
Ese es el sentir de humildad que hubo en Cristo y que
Pablo anima a los cristianos a compartir.
Los cristianos primitivos se sentían privilegiados cuando
sufrían por la causa de Cristo:
42
… del CRISTIANO”
“Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles,
después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en
el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad. Y ellos
salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber
sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa
del Nombre” (Hch. 5:40-41).
Se debe aclarar que el sufrimiento en sí mismo, no es causa
de gozo para nadie, sino de tristeza; pero sufrir por la
causa de Cristo cambia toda la historia, pues es una honra
para el cristiano sufrir por amor a su Salvador.
43
“HUMILLACION y EXALTACION …
II. JESÚS SE HUMILLÓ, ASIMISMO
____________________________________________________
a. El sentir de humildad de Cristo
Dios le dio libre voluntad al ser humano, por tanto,
humillarse asimismo es voluntario. Incluso Jesús, cuando
estuvo en su condición de hombre en la tierra se humilló,
asimismo. La Biblia dice que debemos tener el mismo
sentir de Cristo:
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también
en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no
estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse.
Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de
siervo, hecho semejante a los hombres. Y estando en la
condición de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de
cruz” (Fil. 2:5-8).
Jesús se humilló asimismo doblemente. Primero, se
despojó de la gloria que tenía en el cielo para venir a la
tierra, y luego, estando en la condición de hombre se
humilló, asimismo, haciéndose siervo o esclavo de la
voluntad de su Padre, que finalmente le condujo hasta su
muerte en la cruz.
44
… del CRISTIANO”
b. La humillación del cristiano
Jesús se humilló asimismo para servir de ejemplo a todos
sus discípulos, pero de nada nos serviría admirarle, si no
nos humillamos a nosotros mismos.
Un ejemplo que se puede aplicar en este caso es el de
los cristianos que, comúnmente llamamos a Jesús el buen
samaritano. Indiscutiblemente, Jesús es bueno, pero el
ejemplo del buen samaritano no tiene el propósito de
demostrar que Jesús es bueno, pues él ya es bueno.
Mas bien, este relato fue dado por Jesús a sus
discípulos a fin de que cada uno de nosotros nos
convirtamos en buenos samaritanos.
La pregunta final de Jesús, y su contundente respuesta,
muestran el propósito aleccionador del pasaje, y el
llamado de Jesús a que cada cristiano imite el ejemplo de
aquel samaritano. Jesús les preguntó a sus discípulos:
“¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el
prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo:
El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le
dijo: Ve, y haz tú lo mismo” (Lc. 10:36-37).
En este pasaje, Jesús no se comparó asimismo con el buen
samaritano, pues la aplicación no es para Él, sino para que
cada uno de sus seguidores se convierta en un buen
samaritano, por esa razón concluye diciendo: “Ve, y haz tú
lo mismo”.
45
“HUMILLACION y EXALTACION …
Al atribuirle el título de buen samaritano a Jesús,
desvirtuamos el propósito de esta ilustración, pues no solo
nos sacudimos de nuestro llamado a imitar el ejemplo de
aquel hombre de Samaria; sino, que le dejamos el título a
Jesús para que él haga lo que nos corresponde hacer a
nosotros.
Es como un mecanismo de defensa, donde exaltamos la
figura de Jesús como el buen samaritano para que el haga
lo que nos llamó hacer a nosotros. Indirectamente, es una
forma de evadir nuestra responsabilidad, desviando el
objetivo de la enseñanza de Jesús, que está dirigida a que
cada uno de sus discípulos se convierta en un buen
samaritano.
c. Negarse, asimismo
Quizá uno de los retos más grandes que debe enfrentar
quien anhela ser discípulo de Jesús es humillarse,
asimismo, para seguirle. Esto implica negarse a hacer su
propia voluntad, para hacer la voluntad de Dios.
Jesús lo hizo voluntariamente, la Biblia dice:
“Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y
ofrenda no quisiste; mas me preparaste cuerpo.
Holocaustos y expiaciones por el pecado no te
agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios,
para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está
46
… del CRISTIANO”
escrito de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y
holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni
te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y
diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer
tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto
último. En esa voluntad somos santificados mediante la
ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para
siempre” (Hb. 10: 5-10).
Jesús rindió su voluntad para hacer la del Padre cuando
estuvo en la tierra, y su obediencia fue perfecta.
La Biblia dice:
“Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y
súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía
librar de la muerte, fue oído a causa de su temor
reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció
aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado,
vino a ser autor de eterna salvación para todos los que
le obedecen; y fue declarado por Dios sumo sacerdote
según el orden de Melquisedec” (Hb. 5:7-10).
Jesús demanda obediencia voluntaria de los que quieran
ser sus discípulos, eso implica negarse, asimismo, para
hacer su voluntad:
“Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”
(Lc. 9:23).
47
“HUMILLACION y EXALTACION …
Primero, debemos negarnos a nosotros mismos, eso
implica renunciar a nuestros propios deseos, para hacer la
voluntad de Cristo.
En segundo lugar, debemos cargar nuestra cruz cada
día, que es sufrir el rechazo de este mundo, como advierte
el apóstol Pedro (1 P. 1:6-7). Después de tomar la cruz, hay
que seguirle; no podemos quedarnos con una fe inactiva,
porque es estéril.
d. La lucha entre la carne y el espíritu
El discípulo de Cristo debe lidiar una batalla campal entre
su espíritu y su carne. La carne está viciada a todos los
apetitos de una naturaleza humana pecaminosa, y más
cuando un pecador les ha dado rienda suelta a sus deseos,
la lucha será más dura para vencer la carne. El espíritu, en
cambio, anhela estar cerca de Dios. Pablo exhorta diciendo:
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los
deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra
el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se
oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”
(Gá. 5:16-17).
Jesús habló de esta lucha entre la carne y el espíritu, y
enfatizó que el espíritu está dispuesto a buscar las cosas
espirituales, pero la carne es débil y se opone a hacer la
voluntad de Dios. Él dijo:
48
… del CRISTIANO”
“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el
espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es
débil” (Mt. 26:41).
La solución a este conflicto permanente entre la carne y
el espíritu, es alimentar diariamente al espíritu para que la
carne se sujete a la voluntad divina. Esto se logra por
medio del conocimiento de la Biblia y el poder del Espíritu
Santo que Dios le ha dado al cristiano en su nueva
naturaleza.
La Biblia advierte que el cristiano debe tomar sus
armas espirituales para poder vencer al diablo y la carne,
que son dos enemigos por derrotar:
“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que
podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo,
estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros
lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de
justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio
de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que
podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y
tomad el yelmo de la salvación, y la espada del
Espíritu, que es la palabra de Dios” (Ef. 6:13-17).
La Biblia muestra que debemos llevar cautivo todo
pensamiento a la obediencia de Cristo:
“Porque las armas de nuestra milicia no son carnales,
sino poderosas en Dios para la destrucción de
49
“HUMILLACION y EXALTACION …
fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se
levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando
cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2
Co. 10:4-5).
Esto se logra no solo por medio del poder de Dios, si no
también usando el conocimiento bíblico y el dominio
propio que Dios le dado al cristiano. La Biblia dice:
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino
de poder, de amor y de dominio propio” (2 Ti. 1:7).
50
… del CRISTIANO”
Capítulo 6
EJEMPLOS DE HUMILLACIÓN EN LA BIBLIA
____________________________________________________
I. EJEMPLOS DE HUMILDAD EN EL NUEVO
TESTAMENTO
a. El ejemplo del apóstol Pablo
Pablo, quizá sea una de las personas que más cerca caminó
con Dios en la era de la Iglesia y es quien mejor se pudo
haber relacionado con Dios. Su gran revelación del
evangelio y su conocimiento de Dios, le dieron gran luz
para conocer su voluntad en la tierra.
No obstante, Pablo termina en una encrucijada, que no
sabía cómo resolver. Él sabía cómo debía conducirse en la
tierra, pero su misma voluntad le hacía oposición en el
propósito de agradar a Dios. Pablo explica:
“Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley:
que el mal está en mí. Porque según el hombre interior,
me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis
miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y
que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis
miembros. !Miserable de mí! ¿quién me librará de este
cuerpo de muerte?” (Ro. 7: 21-24).
51
“HUMILLACION y EXALTACION …
Pablo descubrió en el andar de la vida cristiana, que la
salida a su conflicto era vivir humillado ante Dios, cada día
de su vida. Él descubrió que en la humillación hay
sabiduría, y es allí donde se encuentra el mayor poder de
un hijo de Dios. Es algo paradójico, así como muchas cosas
en la vida cristiana. Pablo dijo:
“Y para que la grandeza de las revelaciones no me
exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en
mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee,
para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo
cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y
me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana
me gloriaré más bien en mis debilidades, para que
repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por
amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas,
en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque
cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Co. 12:7-10).
Pablo descubrió en su andar cristiano, que no se podía
gloriar en su propia humanidad, y menos confiar en su
justicia propia para agradar a Dios, por muy buena
conciencia que tuviese de su accionar. Pablo dijo:
“Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o
por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí
mismo. Porque, aunque de nada tengo mala conciencia,
52
… del CRISTIANO”
no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el
Señor” (1 Co. 4:3-4).
Aunque Pablo fue comedido para hablar de sí mismo, fue
aprendiendo cada día más. Cuando Pablo comenzó en su
ministerio, tenía una tendencia a comparase mucho con los
apóstoles de Cristo, en una ocasión dijo:
“Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia
no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado
más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios
conmigo” (1 Co. 15:10).
Al comienzo de su ministerio, Pablo tendía a comparar su
labor en el reino con los demás apóstoles. No obstante, al
final de su carrera, sus palabras están cargadas de
humildad y sencillez, él dijo:
“Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que
Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores,
de los cuales yo soy el primero” (1 Ti. 1:15).
La vida cristiana nos debe enseñar a ser cada día más
humildes. A mayor humillación, se le agregará más peso
de gloria. Pablo sentía que entre más débil era, aun en lo
físico, Dios derramaba mas gracia en su vida. Él dijo:
“Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro
hombre exterior se va desgastando, el interior no
obstante se renueva de día en día. Porque esta leve
tribulación momentánea produce en nosotros un cada
53
“HUMILLACION y EXALTACION …
vez más excelente y eterno peso de gloria” (2 Co. 4:1617).
No se trata de una búsqueda personal de humillación
para ser exaltados, eso es una arrogancia disfrazada de
falsa
humildad.
Se
trata
más
bien,
de
aceptar
humildemente nuestras limitaciones y fragilidades cuando
aparezcan en el camino, a fin de reconocer que somos
débiles y que todo lo que tenemos, lo hemos recibido por
la sola gracia divina.
b. La humillación de Pedro
Al comienzo de su vida cristiana, Pedro actuaba y hablaba
con cierta altivez; pero, a medida que pasaron los años fue
aprendiendo la humildad.
Antes de ser prendido, Jesús les explicó a sus
discípulos que se escandalizarían y serían esparcidos por
temor.
Pedro
le
replicó
inmediatamente
con
una
exacerbada confianza en sí mismo y respondió que,
aunque todos lo abandonaran, él no lo haría:
“Entonces
Jesús
les
dijo:
Todos
vosotros
os
escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está:
Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán
dispersadas. Pero después que haya resucitado, iré
delante de vosotros a Galilea. Respondiendo Pedro, le
54
… del CRISTIANO”
dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me
escandalizaré” (Mt. 26:31-33).
Pedro hizo su confesión con toda seguridad y
convicción, pues amaba al Señor con todo su corazón, pero
era inmaduro para comprender el alcance de las palabras
del Señor. Jesús incluso le citó las Escrituras a Pedro,
señalándole que eso estaba profetizado y que era necesario
que así se cumpliera, pero los seres humanos somos tardos
para escuchar y prontos para hablar.
Jesús volvió a decirle a Pedro que incluso, le negaría:
“Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes
que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le dijo:
Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y
todos los discípulos dijeron lo mismo” (Mt. 26: 34-35).
Pero Pedro negó al Señor como se lo advirtió.
En otra ocasión, Pedro quiso defender al Señor de los
que venían a prenderle, pero el Señor le reprendió
señalándole que le era necesario ir a la cruz:
“Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la
desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le
cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco.
Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina;
la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?”
(Jn. 18:10-11).
55
“HUMILLACION y EXALTACION …
Pedro, aun trató de persuadir a Jesús para que no fuese a
la cruz, pero Él le reprendió duramente, llamándole
Satanás:
“Entonces
Pedro,
tomándolo
aparte,
comenzó
a
reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en
ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose,
dijo a Pedro: !Quítate de delante de mí, Satanás!; me
eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de
Dios, sino en las de los hombres” (Mt. 16:22-23).
Quizá Juan era el discípulo mas afectivo, pues se recostaba
al pecho de Jesús, según Juan 13: 23-25; pero Pedro era el
discípulo que más amaba a Jesús, pues a la hora de su
juicio, solo Pedro quedó cerca de él. Además, Jesús le dejó
entrever a Pedro que le amaba más que los demás, el texto
dice:
“Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro:
Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le
respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo:
Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda
vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le
respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo:
Pastorea mis ovejas” (Jn. 21:15-16).
La primera y segunda vez que Jesús le preguntó a Pedro si
le amaba, le respondió con seguridad que sí. No obstante,
56
… del CRISTIANO”
la tercera vez le responde con recato, diciendo: Señor, tú lo
sabes todo; tú sabes que te amo:
“Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?
Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me
amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes
que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas” (Jn.
21:7).
En esta ocasión, Jesús ya había resucitado y Pedro le había
negado. Desde aquí se nota un tono más recatado para
hablar en el Apóstol Pedro.
En sus cartas escritas tiempo después, se nota más su
humildad. Al principio, Pedro tenía un amor ciego por
Jesús, pero después comprendió mejor su fe y amor por
Dios. Él dijo:
“Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto
mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud,
conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al
dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la
piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor” (2
P. 1:5-7).
Hay cosas que solo se aprenden con el paso del tiempo en
la vida. Lo importante es aprender, porque si no se
aprende, sin duda, no se crece en Dios.
57
“HUMILLACION y EXALTACION …
El apóstol Pedro, después de sus experiencias en la vida
cristiana, escribió lo siguiente acerca del proceso al que se
debe someter el cristiano:
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria
eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un
poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme,
fortalezca y establezca” (1 P. 5:10).
Al paso de los años se nota que Pedro aprendió a ser más
comedido para hablar y actuar. De seguro, aprendió su
lección de humildad.
c. La humildad de José y de María
Mucho se dice acerca de José y de María, pero pocos
reparan en sus ejemplos de humildad para imitarlos.
María y José fueron una pareja de cuna muy humilde.
Dios los escogió para ser los padres de Jesús por sus
virtudes. Ellos fueron una pareja muy sufrida, pues el
hecho de que María quedara embarazada por obra del
Espíritu Santo, antes de casarse con José, debió ser de
mucha difamación para la joven María y de burlas para
José.
José, sabiendo que María estaba embarazada, antes de
convivir con ella, decidió no delatar el asunto para que
María no sufriera ningún agravio o la muerte, porque le
58
… del CRISTIANO”
podían acusar de adulterio. Pensando en esto, Dios le
ordenó que tomara a María por mujer:
“El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada
María su madre con José, antes que se juntasen, se
halló que había concebido del Espíritu Santo. José su
marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso
dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un
ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José,
hijo de David, no temas recibir a María tu mujer,
porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo
es” (Mt. 1:18-20).
José y María debieron cargar con el estigma de los
comentarios acerca del nacimiento milagroso de Jesús.
Ellos aceptaron con fe y humildad el propósito divino;
pero los incrédulos jamás darán crédito a los asuntos del
Espíritu y los santos deben aprender a sobrellevar las
falsas acusaciones con valor y fe, pues nuestra esperanza
no vergüenza, según Romanos 5: 5.
El ejemplo de María y José nos muestra que los
privilegios que Dios nos concede como hijos, deben ir
acompañados de un sentido de humildad. Siempre.
d. La humildad de Juan el bautista
Juan el bautista, fue el profeta más grande entre los
hombres. Jesús dijo:
59
“HUMILLACION y EXALTACION …
“Os digo que, entre los nacidos de mujeres, no hay
mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más
pequeño en el reino de Dios es mayor que él” (Lc. 7:28).
Aunque esta aseveración nos ayuda a entender la
grandeza de Juan como profeta, Jesús no dijo esto por
causa de Juan, sino para mostrarle a sus discípulos quien
era Él.
Jesús continúa diciendo que: El más pequeño en el
reino de Dios, es mayor que Juan el bautista. Con eso quiso
decir que, si Juan era el más grande en la tierra, y el más
pequeño del cielo lo superaba, como no sería de grande Él
mismo, quien abandonó su gloria y descendió del cielo.
Jesús dijo:
“Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo;
el Hijo del Hombre, que está en el cielo” (Jn. 3:13).
Pero Juan mostró que su grandeza como profeta no
estribaba en las cualidades que usualmente consideramos
como avales de un profeta de oficio. La Biblia dice que
Juan no hizo ningún milagro:
“Y muchos venían a él, y decían: Juan, a la verdad,
ninguna señal hizo; pero todo lo que Juan dijo de éste,
era verdad” (Jn. 10:41).
Si lo sometieran a nuestra consideración, quizá diríamos
que Moisés fue el profeta más grande por la señal que hizo
en Egipto; o quizá Elías quien hacía descender fuego del
60
… del CRISTIANO”
cielo, con el que consumía a sus enemigos. Pero Jesús dijo
que, el profeta más grande nacido en la tierra fue Juan.
Es claro que solo por el hecho de dar fiel testimonio del
Mesías, el Hijo de Dios, le convierte en un profeta fiel y
conspicuo. Pero las virtudes de Juan resaltan y confirman
las palabras de Jesús, quien dijo:
“Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y
el que se humilla, será enaltecido” (Jn. 14:11).
Juan era el hombre del momento cuando Jesús aparece en
escena, pero humildemente se hace de lado y da paso a
Jesús. Él dijo: “Es necesario que él crezca, pero que yo
mengue” (Jn. 3:30).
Juan no se aferró a la fama de su ministerio cuando
Jesús apareció. A veces, a los hijos de Dios nos da trabajo
aceptar los logros de otros, o nuestra propia humillación.
Debemos ser capaces de estar arriba y luego dar paso a
los que nos suceden en poder, autoridad o conocimiento.
Muchos ministerios se han estancado porque sus
líderes no ceden paso a los que deben continuar la obra.
Si nuestra humillación es necesaria para la exaltación del
reino de Dios, debemos aceptarla con sencillez y humildad
de corazón. Ese fue uno de los ejemplos de humildad que
nos legó Juan el bautista.
61
“HUMILLACION y EXALTACION …
e. La humildad de los ministros de Dios
La Biblia señala que los tesoros que Dios nos ha confiado
como hijos, están en vasos de barró, en alusión a nuestra
frágil humanidad. Pablo dijo:
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que
la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”
(2 Co. 4:7).
Pablo dijo que todo lo que poseen los hijos de Dios, lo han
recibido de su mano; por tanto, no tienen nada en que
gloriarse, pues son solo depósitos de la gracia divina:
“Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no
hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías
como si no lo hubieras recibido?” (1 Co. 4:7).
Pedro advierte que los ministros deben ser humildes, pues
no están puestos para señorearse de los demás, sino para
ser servidores ejemplares al servicio de Dios. Él dijo:
“Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros,
cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente;
no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no
como teniendo señorío sobre los que están a vuestro
cuidado, sino siendo ejemplos de la grey” (1 P. 5:2-3).
62
… del CRISTIANO”
II. EJEMPLOS DE HUMILDAD EN EL ANTIGUO
TESTAMENTO
____________________________________________________
a. La humildad de David
Desde muy joven, David experimentó el poder de Dios en
su vida; pero, antes de eso fue un adorador en la
intimidad, donde nadie le conocía.
David no daba conciertos para ser reconocido, el
adoraba simplemente porque sentía pasión y amor por su
Dios. Quizá esta fue la razón por la que Dios lo exaltó en
público, porque fue un adorador en lo secreto.
Dios preparó de antemano el escenario para exaltar a
David. La primera vez que David fue expuesto en público,
fue por referencia de los que le conocían y habían
experimentado la bendición de Dios al escucharle, pues
David era portador de la gloria de Dios.
El texto señala que Saúl, por consejo de sus allegados,
buscaba un músico para calmar un espíritu inmundo que
le atormentaba.
Alguien que conocía a David, le refirió diciendo:
“He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que
sabe tocar, y es valiente y vigoroso y hombre de guerra,
prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová está con
él” (1 S. 16:17).
63
“HUMILLACION y EXALTACION …
Aunque Saúl buscaba alguien que supiera tocar el arpa,
pues de alguna manera sus consejeros habían descubierto
el poder de la alabanza, la razón por la que escogieron a
David no fue solamente porque sabía tocar el arpa, el texto
señala que él era un joven prudente para hablar, eso habla
de recato y humildad.
Eso queda demostrado en otras acciones de David.
Cuando David ya era rey, no le importó despojarse de sus
ropas reales para adorar y danzar delante de Dios, aunque
no fuese muy ético para sus funciones como rey.
Su esposa, llena de orgullo, le criticó queriendo
avergonzarle, pero David no se dejó intimidar ni
acomplejar. Al contrario, él danzó con mas celo y fuerza
ante su Dios, pues no se avergonzaba de adorar al que le
había exaltado como rey, cuando era un simple pastor de
ovejas. David mantuvo sus pies sobre la tierra aun siendo
rey, él fue un hombre humilde en la tierra, y por esa razón,
Dios le exaltó entre los hombres. La Biblia dice:
“Volvió luego David para bendecir su casa; y saliendo
Mical a recibir a David, dijo: !Cuán honrado ha
quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy
delante de las criadas de sus siervos, como se descubre
sin decoro un cualquiera! Entonces David respondió a
Mical: Fue delante de Jehová, quien me eligió en
preferencia a tu padre y a toda tu casa, para
64
… del CRISTIANO”
constituirme por príncipe sobre el pueblo de Jehová,
sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová. Y
aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos;
pero seré honrado delante de las criadas de quienes has
hablado. Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el
día de su muerte” (2 S. 6:21-23).
b. La verdadera bendición
A veces es fácil ser humilde o aparentar serlo, cuando no
hay razón para engrandecernos o nadie nos conoce, pero la
verdadera humildad se muestra cuando Dios pone el alto o
bendice a sus hijos. David fue humilde en la riqueza y en
la pobreza. Una petición sabía que podemos hacer los hijos
de Dios, es la que escribió el proverbista diciendo:
“Dos cosas te he demandado; no me las niegues antes
que muera: Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí;
no me des pobreza ni riquezas; mantenme del pan
necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga:
¿Quién es Jehová? O que, siendo pobre, hurte, y
blasfeme el nombre de mi Dios” (Pr. 30:7-9).
Pablo dijo algo similar:
“Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda
nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y
abrigo, estemos contentos con esto” (1 Ti. 6:7-8).
65
“HUMILLACION y EXALTACION …
Aun las bendiciones divinas pueden ser la causa que nos
haga perder la humildad o nos separe de Dios. Debemos
procurar no solo alcanzar las bendiciones divinas, sino
mantenernos bajo su bendición. La Biblia dice que:
“La bendición de Jehová es la que enriquece,
y no añade tristeza con ella” (Pr. 10:22).
Este verso puede ser utilizado para señalar que el cristiano
debe ser rico, pero eso no es lo que el texto quiere enseñar.
Antes bien, procura mostrar que la bendición del altísimo
es la verdadera riqueza del cristiano.
Este texto procura mostrar que la verdadera bendición
divina, esta distante de ser algo material solamente, mas
bien estriba en conservar la bendición de Dios en nuestras
vidas en medio de la abundancia o la escasez. Aun lo
material nos podría distanciar de Dios.
Hay quienes piensan que están bien bendecidos
porque poseen cosas materiales, pero a veces no tienen la
bendición del altísimo, porque sus vidas están alejadas de
Dios.
Las cosas materiales solo tienen valor cuando proceden
de una fuente de bendición divina que está relacionada
con una verdadera comunión con Dios, vinculada a la
obediencia de su Palabra. De lo contrario, lo material no es
contado como bendición.
66
… del CRISTIANO”
Lo más importante de la bendición divina no es lo
material, si no mantener la bendición de Dios en todas las
áreas de nuestra vida. Eso es mas abarcador y se extiende
primeramente al ámbito espiritual
El texto anterior solo trata de explicar que las cosas
materiales son añadidas a los fieles, quienes no persiguen
las dádivas, sino al dador, que es Dios.
Jesús lo explicó de la siguiente manera:
“Por tanto, os digo: No os afanéis por vuestra vida,
qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por
vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más
que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni
siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial
las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane,
añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué
os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo
crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun
Salomón con toda su gloria se vistió, así como uno de
ellos.
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se
echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más
a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues,
diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué
67
“HUMILLACION y EXALTACION …
vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas
cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis
necesidad
de
todas
estas
cosas.
Mas
buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas” (Mt. 6:25-33).
b. La humillación de Job
Job fue un hombre justo y temeroso de Dios en su
generación. La Biblia lo describe como un hombre perfecto
en su comunión con Dios (Job 1: 1). No obstante, Dios
probó su fe, porque sabía que podía soportar la prueba.
Eso implica que, Dios es soberano y él tiene el derecho
de probar la fe de sus hijos, en medio de las crisis, aun
cuando estos no hayan cometido pecado alguno.
En los siguientes versos, Job describe la honra que gozaba
delante de la gente, antes de su humillación:
“Cuando yo salía a la puerta a juicio, y en la plaza hacía
preparar mi asiento, los jóvenes me veían, y se
escondían; y los ancianos se levantaban, y estaban de
pie. Los príncipes detenían sus palabras; ponían la
mano sobre su boca. La voz de los principales se
apagaba, y su lengua se pegaba a su paladar. Los oídos
que me oían me llamaban bienaventurado, y los ojos
que me veían me daban testimonio, porque yo libraba
al pobre que clamaba, y al huérfano que carecía de
68
… del CRISTIANO”
ayudador. La bendición del que se iba a perder venía
sobre mí, y al corazón de la viuda yo daba alegría.
Me vestía de justicia, y ella me cubría; como manto
y diadema era mi rectitud. Yo era ojos al ciego, y pies al
cojo. A los menesterosos era padre, y de la causa que no
entendía, me informaba con diligencia; y quebrantaba
los colmillos del inicuo, y de sus dientes hacía soltar la
presa” (Job 29:7-17).
Job fue un hombre de gran honra delante de la
sociedad y un testigo fidedigno de Dios ante la
humanidad, pero Dios le quebrantó con el fin de exaltarlo
aún más. En los siguientes versos, Job relata como su
honra fue pisoteada hasta lo sumo delante de los hombres,
con el permiso de Dios:
“Me ha despojado de mi gloria, y quitado la corona de
mi cabeza. Me arruinó por todos lados, y perezco; y ha
hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado. Hizo
arder contra mí su furor, y me contó para sí entre sus
enemigos.
Vinieron
sus
ejércitos
a
una,
y
se
atrincheraron en mí, y acamparon en derredor de mi
tienda. Hizo alejar de mí a mis hermanos, y mis
conocidos como extraños se apartaron de mí. Mis
parientes se detuvieron, y mis conocidos se olvidaron
de mí. Los moradores de mi casa y mis criadas me
tuvieron por extraño; forastero fui yo a sus ojos. Llamé
69
“HUMILLACION y EXALTACION …
a mi siervo, y no respondió; de mi propia boca le
suplicaba.
Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer, aunque
por los hijos de mis entrañas le rogaba. Aun los
muchachos
me
menospreciaron;
al
levantarme,
hablaban contra mí. Todos mis íntimos amigos me
aborrecieron, y los que yo amaba se volvieron contra
mí. Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos, y he
escapado con sólo la piel de mis dientes” (Job 9:20).
Job fue humillado hasta lo sumo al perder su honra ante
Dios y los hombres. Él fue quebrantado en su cuerpo al
perder su salud con una repugnante enfermedad. Fue
escarnecido por sus amigos, menospreciado por sus
siervos, despreciado por su mujer, despojado de sus hijos y
de sus bienes materiales. Job fue humillado en todo. Pero
Dios no prueba sus hijos en vano, antes bien, lo permite
con el propósito de lograr algo mayor.
Job aprendió el secreto que otros personajes de la Biblia
también descubrieron, que el poder de Dios se manifiesta
en la humillación de sus hijos.
Después de la prueba, Job fue restaurado y Dios pudo
depositar mayor gloria sobre él. Job no se retractó de su fe
en Dios, prefiriendo morir, antes que negarle. No obstante,
en la prueba aprendió que no era perfecto por sí mismo,
sino que Dios le había dado tal gloria y también se la podía
70
… del CRISTIANO”
quitar. Eso hizo que Job fuese más humilde y comedido
para hablar de sí mismo. Después de la prueba, él dijo:
“Respondió Job a Jehová, y dijo: Yo conozco que
todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se
esconda de ti. ¿Quién es el que oscurece el consejo sin
entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no
entendía; cosas demasiado maravillosas para mí, que
yo no comprendía. Oye, te ruego, y hablaré; te
preguntaré, y tú me enseñarás. De oídas te había oído;
mas ahora mis ojos te ven. Por tanto, me aborrezco, y
me arrepiento en polvo y ceniza” (Job 42:1-5).
La humillación es el proceso que Dios permite para que
sus hijos le reconozcan en todos sus caminos a fin de ser
dignos depósitos de su gloria y sus bendiciones.
No significa que el cristiano se gradúa de humilde, el
propósito es que se mantenga humilde todos los días de su
vida. A veces la verdadera humildad no se demuestra en la
escasez, si no cuando hay abundancia y bendición. Es más
fácil ser humilde cuando no se tiene nada. Así que, la meta
es mantenerse humilde de corazón.
La biblia dice que, después de la prueba, Dios le
devolvió su honra a Job y fue bendecido doblemente:
“Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el
primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil
71
“HUMILLACION y EXALTACION …
camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas, y tuvo siete
hijos y tres hijas” (Job 42:12-13).
Dios no humilla a sus hijos en vano, acerca del sufrimiento
de los siervos de Dios en la Biblia y su posterior exaltación
de parte de Dios, el apóstol Santiago dijo:
“Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y
de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del
Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que
sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis
visto el fin del Señor, que el Señor es muy
misericordioso y compasivo” (Stg. 5:10-11).
d. La humillación de José
José experimentó tremenda humillación, antes de ser
exaltado por Dios. Su vida fue un prototipo de lo que
sufriría Jesús en la tierra. Primero, fue despreciado y
vendido como esclavo por sus hermanos. Después fue
llevado cautivo a una tierra que no conocía, lejos de sus
familiares, conocidos y costumbres.
Es de resaltar que José no hizo algo malo para ganarse
el odio de sus hermanos, simplemente, ellos no seguían la
fe que su padre Jacob les había inculcado. Por esa razón,
odiaban a José, pues él era obediente con su padre y amaba
a Dios. En nuestro proceso de humillación ante Dios,
debemos estar dispuestos a que nos odien sin causa.
72
… del CRISTIANO”
Jesús dijo:
“Bienaventurados sois cuando por mi causa os
vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal
contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque
vuestro galardón es grande en los cielos; porque así
persiguieron a los profetas que fueron antes de
vosotros” (Mt. 5:11-12).
Existe el peligro de aferrarnos a la idea de que, si Dios es
justo, no permitirá nada injusto en nuestra vida. En
verdad, Dios es justo y hará justicia de todo lo que sus
hijos padezcan en la tierra, pero Dios nos manda perdonar
y amar, aún a nuestros enemigos.
Eso implica que Dios hará justicia a su tiempo, no
cuando nosotros lo deseemos. Recostarnos en la justicia
divina nos puede servir de excusa para no hacer lo que la
Biblia nos manda, pues es necesario sufrir por la causa de
Cristo, si Dios así lo permite.
Jesús fue despreciado por enseñar la verdad. Él fue
experimentado en quebranto. Él es nuestro máximo
ejemplo a seguir, Pedro dice:
“Pues para esto fuisteis llamados; porque también
Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para
que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se
halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían,
no respondía con maldición; cuando padecía, no
73
“HUMILLACION y EXALTACION …
amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga
justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en
su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya
herida fuisteis sanados” (1 P. 2:21-24).
Satanás inflamará las llamas del odio y despertará todo
sentimiento maligno en las personas a fin de afligir a los
santos, pero no hay que perder de perspectiva que Dios
tiene un plan perfecto para cada uno de sus hijos.
Hay sabiduría en entender a Dios, en medio de las
dificultades. José no hubiese aprendido a sentir el dolor
ajeno, sino hubiese experimentado el desprecio y la
traición de sus propios hermanos. En todo eso, Dios tenía
un propósito con su vida. Pero, qué difícil es entender el
plan de Dios cuando se está en medio de la prueba, mas
bien pareciera que las cosas no tienen sentido. Allí estriba
el valor de nuestra paciencia y humildad, al aceptar que
todo nos ayudará para bien, como señala la Biblia.
El conocimiento adquirido por medio de la Biblia, al
menos nos debe hacer entender que, debemos callar ante
Dios, y esperar en Él, cuando no entendamos su plan
perfecto. La biblia dice:
“Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te
alteres con motivo del que prospera en su camino, por
el hombre que hace maldades. Deja la ira, y desecha el
74
… del CRISTIANO”
enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo.
Porque los malignos serán destruidos, pero los que
esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra (Sal. 37:7-9).
José fue un hombre espiritual y de gran conocimiento de
Dios, pues su fe no menguó durante todo el duro proceso
que Dios permitió para formarle.
La Biblia dice que, Dios no pondrá carga sobre sus
hijos que no puedan llevar (1 Co. 10:13).
José no solo fue vendido como esclavo por sus
hermanos, sino que estando en esa condición, fue acusado
falsamente por su ama y terminó injustamente en la cárcel.
Dios lo llevó hasta allí, a fin de que aprendiera a sufrir
con los afligidos y despreciados, para que luego fuera un
buen juez, cuando Dios le exaltó como Rey.
Dios tiene un propósito en cada lección que nos
permite vivir, solo debemos tener un corazón humilde ante
su presencia, que esté dispuesto a obedecer y aceptar su
plan para nuestras vidas.
En esa actitud de humildad encontraremos sabiduría,
consuelo y poder para vencer las pruebas del camino.
75
“HUMILLACION y EXALTACION …
III. LA HUMILLACIÓN Y LA EXALTACIÓN
____________________________________________________
a. La humillación y la exaltación de los hijos de Dios
La humillación ante Dios traerá exaltación a sus hijos. Esta
no es una exaltación vana o fama mundana, se trata de que
Dios honrará a los que le honren, como dice la Biblia:
“Porque yo honraré a los que me honran, y los que me
desprecian serán tenidos en poco” (1 S. 2:30).
Dios pondrá en alto a los que se humillan en su presencia.
La versión, Reina Valera Actualizada, dice los siguiente:
“El Señor hace empobrecer y hace enriquecer. Él
humilla y enaltece. Él levanta del polvo al pobre, y al
necesitado enaltece desde la basura, para hacerlo sentar
con los nobles y hacerlo poseer un trono glorioso” (1 S.
2:7-8).
Esta fue una confesión poderosa de fe de parte de Ana,
después que Dios le concedió la petición de su corazón, la
que procuró con mucha humillación y lágrimas.
Ana fue una mujer estéril y Dios quitó su estigma de
vergüenza ante el pueblo, que consideraba la esterilidad
como una maldición. Ana se humilló ante Dios, pidiéndole
un hijo, y Dios se lo concedió.
76
… del CRISTIANO”
El rey Ezequías, también estuvo al borde de la muerte a
causa de una enfermedad. El profeta Isaías fue enviado
por Dios a decirle que arreglara su casa, porque moriría.
Pero, Ezequías se humilló ante Dios, pidiendo
misericordia por su vida. Dios escuchó la oración de
Ezequías y le sanó. Además, le prometió que le extendería
quince años de vida a causa de su humillación. Ver, 2 R.
20. Con relación a los que se humillan ante Dios, el
salmista dijo:
“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al
corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh
Dios” (Sal. 51:17).
En otro caso, cuando el rey Salomón dedicó el templo
que edificó en Jerusalén Dios le prometió que, si el pueblo
se humillaba en su presencia a causa del pecado; Él
escucharía la oración y perdonaría su pecado:
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es
invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se
convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré
desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su
tierra” (2 Cr. 7:14).
77
“HUMILLACION y EXALTACION …
78
… del CRISTIANO”
Capítulo 7
LA HUMILDAD COMO CARÁCTERÍSTICA
DE LOS HIJOS DE DIOS
____________________________________________________
a. El que se humilla, será exaltado
Al estudiar la humillación como una característica de los
hijos de Dios en la Biblia, no se pretende señalar que todo
cristiano debe sufrir lo mismo que ellos experimentaron,
solo se trata de mostrar que los hijos de Dios son por
característica humildes, no son orgullosos.
En la medida que el cristiano se mantenga humilde en
su peregrinaje por la tierra entenderá mejor a Dios, en
medio de las inevitables aflicciones que son consecuencias
típicas de un mundo que vive bajo el pecado, y a las que
los hijos de Dios no están exentos, como advirtió Jesús (Jn.
16:33).
La Biblia señala que: El que se humilla ante Dios, será
exaltado; y quien se exalta, asimismo, será humillado.
Jesús explicó la humillación y exaltación de sus hijos en
un breve relato de dos adoradores que se presentaron al
templo a adorar con actitudes opuestas. Uno se presentó
en humillación ante Dios, el otro se alabó asimismo para
que lo escucharan en el templo. He aquí el relato:
79
“HUMILLACION y EXALTACION …
“A unos que confiaban en sí mismos como justos, y
menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:
Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo,
y el otro publicano.
El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de
esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como
los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun
como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy
diezmos de todo lo que gano.
Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun
alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho,
diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
Os digo que éste descendió a su casa justificado
antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece,
será humillado; y el que se humilla será enaltecido”
(Lc. 18:9-14).
Estar errados como adoradores, es uno de los fracasos más
trágicos de un cristiano en la tierra; pero, no reconocerlo es
aún peor. Usualmente, sucede que cuando estamos
distanciados de una verdadera adoración, no lo sabemos o
no lo percibimos. Eso es más triste todavía, porque si no
reaccionamos a tiempo para reconocer nuestros errores, no
habrá manera de arrepentirnos cuando sea muy tarde o la
muerte llegue.
80
… del CRISTIANO”
El punto es que somos jueces muy benevolentes con
nosotros mismos y al final, terminamos justificándonos
ante Dios, como hizo el fariseo del relato.
Quizá todos señalamos al fariseo hipócrita; pero no
reconozcamos nuestra propia hipocresía que se manifiesta
a cada instante, solo que no lo sabemos reconocer.
La pregunta que nos debemos hacer es la siguiente:
¿Enseñó Jesús acerca del fariseo hipócrita para que lo
señaláramos y así justificarnos a nosotros mismos, o para darnos
un ejemplo a fin de que nos analicemos para no caer en ese error?
Usualmente, los hijos de Dios mostramos una actitud
parecida a la de los fariseos, tomando las piedras en las
manos para lapidar al prójimo por sus pecados, olvidando
que fuimos y somos perdonados por el Señor día a día de
nuestros pecados por su sola Gracia.
b. La humildad en el cristiano
La Biblia enseña que todo lo que hagamos en el reino de
Dios, en nuestro servicio para Dios y el prójimo, debe ser
con humildad, imitando el ejemplo de Cristo. Pablo dijo:
“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes
bien con humildad, estimando cada uno a los demás
como superiores a él mismo” (Fil. 2:3).
81
“HUMILLACION y EXALTACION …
Pablo va un poco mas allá y resalta que, en nuestro trato
amoroso con el prójimo, debemos considerar a todos los
demás como superiores a nosotros mismos.
La idea es mantener ese sentido de humildad, que nos
permita aprender de las demás personas y saber que todos
tienen algo que nosotros no tenemos.
Pablo hace un llamado a los cristianos a tener un
concepto equilibrado de sí mismos, a fin de reconocer
nuestras limitaciones como seres creados. También para
mantenernos humildes ante los demás. Él dijo:
“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual
que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto
de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con
cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a
cada uno” (Ro. 12:3).
 La humillación en el servicio
El servicio es el más grande de los ministerios, Jesús dijo:
“Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera
hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el
que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro
siervo” (Mt. 20:26-27).
Jesús dio el mejor ejemplo de servicio, el continuó
diciendo:
82
… del CRISTIANO”
“Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido,
sino para servir, y para dar su vida en rescate por
muchos’’ (Mt. 20:28).
Jesús dedicó su vida a servir a los demás, su ministerio fue
destinado a la predicación del evangelio, este también es
un servicio y un trabajo, pues se sacrifica la vida personal
para llevar la palabra de Dios al mundo. Hablando de su
labor ministerial, Jesús dijo:
“Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y
yo trabajo” (Jn. 5:17).
El cristiano muestra humildad cuando sirve a Dios y a los
demás, y lo hace con amor y sinceridad. El servicio implica
humillarnos
a
nosotros
mismos
para
servir
voluntariamente al prójimo y a Dios. Ese sacrificio es
agradable a Dios, si no tiene otra motivación mas que el
amor puro y verdadero.
Debemos considerar que no somos indispensables, solo
colaboradores en el reino de Dios, privilegio que Él nos da
para ser partícipes en el trabajo de su reino a fin de
recompensarnos por nuestra obediencia:
7
Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino
Dios, que da el crecimiento. 9 Porque nosotros somos
colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de
Dios, edificio de Dios (1 Co. 3:7 y 9).
83
“HUMILLACION y EXALTACION …
 La humillación en la adoración
La adoración lleva implícita la humildad del adorador,
pues involucra el reconocimiento voluntario de Dios, como
el soberano Creador de todas las cosas. El salmista lo
declara de la siguiente manera, diciendo:
“Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.
Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia
con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; Él nos
hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo
somos, y ovejas de su prado” (Sal. 100:1-3).
La adoración a Dios es una expresión viva del amor y el
servicio de sus hijos, que implica humildad, pues es
voluntaria. Dios no obliga al ser humano en general, ni a
sus
hijos en
particular
a
que
le
adoren.
Es
el
reconocimiento individual de Dios lo que conduce al ser
humano a adorar. La adoración no solo implica cantar,
orar y ayunar; involucra todo lo que hacemos para Dios,
adoramos al servir, ofrendar, evangelizar, etc.
 La humillación en el amor y el perdón
El amor divino, implica sacrificarse por amor a Dios y al
prójimo. Eso incluye revestirse de humildad, pues no es
natural en el ser humano (en su naturaleza pecaminosa)
sacrificarse para servir a los demás por amor. Ese fue el
acto más sublime del amor divino, la humillación de Jesús
84
… del CRISTIANO”
al venir a esta tierra por amor; pero el pidió que sus hijos
deben hacer lo mismo por su prójimo. Él dijo:
“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros,
como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que
este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Jn. 15:1213).
Jesús dio su vida, no solo por amor; sino, para servir de
ejemplo a todo el que quiera ser un verdadero discípulo. Él
dijo dos cosas importantes en los versos anteriores. Lo
primero, es que Jesús da su gran mandamiento del amor,
señalando que debemos amarnos, como él nos amó.
Si hay algo en que difiere este mandamiento de Jesús,
del mandamiento que ya estaba prescrito en la Ley, es el
tipo de amor con el que debemos amar. En la Ley se
permitía la venganza por el mal que se le causaba al
prójimo. En la Gracia, Jesús manda que nos amemos, como
él nos amó. Eso significa, si fuese necesario, dar nuestra
vida por el prójimo. Acerca del amor la Biblia dice que:
“Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo
soporta” (1 Co. 13:7).
El amor implica sacrificio y eso requiere de humildad,
pues es negarnos a nosotros mismos, por amor al prójimo.
El perdón también es un acto de humildad. Jesús dijo que
debíamos perdonar, así como Él nos perdonó. Él dijo:
85
“HUMILLACION y EXALTACION …
“Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra
alguno, para que también vuestro Padre que está en los
cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si
vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está
en los cielos os perdonará vuestras ofensas” (Mr. 11:2526).
El perdón es la máxima expresión del amor divino.
Dios
condiciona
nuestro
perdón,
a
que
también
perdonemos las ofensas del prójimo.
Si el mayor de todos los ministerios es el servicio; el más
grande de los dones, es el amor a Dios y al prójimo. El
apóstol Pablo explica que, aun nuestro conocimiento de
Dios, no lo debemos usar para humillar al prójimo (ver Ro.
14:21; y 1 Co. 8:13).
 La humillación como seres creados por Dios
Muchas personas encuentran gran frustración en sus
limitaciones, sin entender que esas son nuestras grandes
fortalezas, pues en Dios cada cosa que sea difícil es una
oportunidad para invocar su ayuda.
La caída del ser humano produjo consecuencias graves
a causa del pecado, y eso agravó su condición. Pero Dios
siempre quiso que el ser humano dependiera de Él.
Eso implica que cada necesidad y limitación puesta
delante de nosotros fue con el propósito de reconocer a
86
… del CRISTIANO”
Dios en nuestra vida. Eso requiere de humildad, y más
ahora que el orgullo ha sido inoculado en la vida del ser
humano por medio del pecado original.
Dios nos ha creado para su gloria. Además, nos creó a
su imagen, eso nos hace especial para nuestro Creador. No
obstante, el mismo hecho de ser creados nos debe dar ese
sentido de humildad. La Biblia dice:
“Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no
nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y
ovejas de su prado” (Sal. 100:3).
La humildad se debe reflejar en todos los aspectos del
carácter cristiano. Incluyendo el hecho de reconocer
nuestra propia ignorancia.
 La humildad en el conocimiento
Por muchas cosas que logremos conocer en la tierra acerca
de Dios, nuestra revelación de las cosas eternas será
siempre limitada, pues en esta tierra solo lograremos
arañar de lo que está en el cielo. Pablo dice:
12
Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces
veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero
entonces conoceré como fui conocido (1 Co. 13:12).
Dios nos ha dado la revelación necesaria en la tierra para
nuestra salvación y aun promete revelarnos cosas grandes
87
“HUMILLACION y EXALTACION …
y ocultas (Jr. 33:3). No obstante, solo en la eternidad
podremos entender claramente todas las cosas.
Eso no debe ser motivo de tristeza, ni de conformismo.
Todo lo contrario, nos deja saber que lo mejor todavía nos
espera en el cielo. Además, nos ayuda a cultivar ese
espíritu de humildad tan necesario en nuestras vidas, al
reconocer nuestra limitación mientras estamos en la carne.
Dios ha reservado lo mejor para cuando entremos en
su presencia. Las cosas que no entendemos ahora, las
entenderemos a la perfección en el cielo. Esto nos brinda
consuelo y esperanza.
Es maravilloso saber que, aún en la eternidad
seguiremos añadiendo conocimiento acerca de Dios del
que hayamos aprendido en la tierra.
Dios honra a los diligentes, así que no debemos esperar
llegar al cielo para que Dios nos muestre todas las cosas,
debemos conocer desde ahora las que ya nos ha revelado
en la Biblia.
c. Aprendiendo a servir con excelencia
Usualmente, el cristiano cree que sirve a Dios solo por lo
que hace, sin observar cuidadosamente, como lo hace. Es
mejor no hacer cosas para Dios; sino sabemos como se
deben hacer. Las buenas intenciones cuentan en los
caminos de Dios; pero no bastan para agradar a Dios. Los
88
… del CRISTIANO”
seres humanos estamos acostumbrados a hacer las cosas a
nuestra propia manera o como hemos aprendido.
Algunas veces, nuestros buenos actos serán acciones
hasta imprudentes, que nos pueden poner en peligro ante
Dios. Veamos casos bíblicos donde hubo buena intención
en el servicio y terminaron siendo actos de condenación.
 La buena intención de Uza
En la Biblia encontramos el caso de Uza, un varón bien
intencionado que quiso ayudar a que el arca de Dios no se
cayera y ayudo a sostenerla. Pero, al tocarla murió:
6
Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su
mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes
tropezaban. 7 Y el furor de Jehová se encendió contra
Uza, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó
allí muerto junto al arca de Dios (2 S. 6:6-7).
Uza no estaba autorizado para tocar el arca, solo los
sacerdotes levitas. Su buena intención termino siendo una
imprudencia por la que murió.
 El caso de Ananías y Safira
Ananías y Safira tuvieron la buena intención de ofrendar a
Dios todo el dinero de una propiedad que venderían.
Cuando la vendieron, sustrajeron parte del dinero, y eso
les fue contado como mentira y pecado de robo, porque ya
89
“HUMILLACION y EXALTACION …
habían prometido dar todo el dinero, ante Dios. El buen
gesto les costó la vida. La Biblia dice:
3
Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu
corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y
sustrajeses del precio de la heredad? 4 Reteniéndola,
¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu
poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has
mentido a los hombres, sino a Dios. 5 Al oír Ananías
estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor
sobre todos los que lo oyeron (Hch. 5:3-5).
Cuando el cristiano no tiene conocimiento profundo de lo
que implica servir a Dios creerá que, al hacer ciertas cosas
para Dios, le estará haciendo un favor a los demás e
incluso a Dios. Sin saber que, al pisar el terreno de lo
sagrado, todo se debe hacer de acuerdo a la voluntad de
Dios, no como creamos o pensemos.
Es un gran reto servir a Dios. Nuestras propias
concepciones de servicio, justicia y valores aprendidos en
nuestra vida, pueden estar en oposición frontal a las de
Dios. En Dios, el servicio se debe hacer con excelencia,
pureza de corazón y honestidad. En el servicio no
podemos buscar beneficios propios, solo el de Dios y el
prójimo. Por esa razón, servir es el mayor de los
ministerios; pero, es preciso hacerlo de manera genuina.
90
… del CRISTIANO”
Capítulo 8
DISCÍPULOS DE CRISTO
____________________________________________________
a. El cristiano como hijo de Dios
Cuando alguien se convierte a Cristo, nace de nuevo por
medio del Espíritu, y es recibido por el Padre como un hijo
suyo. La Biblia dice:
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en
su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de
Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de
voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de
Dios” (Jn 1:12-13).
Esta nueva criatura nacida del Espíritu, de acuerdo con 2
Co. 5: 17; y Jn. 3: 3-8, ubica a los hijos de Dios en una
posición de amistad con Él, más que de siervos o esclavos.
No obstante, esto puede ser causa de confusión entre
los cristianos, pues algunos usarán su nueva posición de
hijos para engrandecerse, sin tomar en cuenta que todavía
no hemos recibido la herencia completa que nos ha sido
prometida.
Somos hijos de Dios, pero aún estamos en la condición
de discípulos, por tanto, podemos sufrir cosas como Jesús
padeció en la tierra, antes que heredemos todas las cosas.
91
“HUMILLACION y EXALTACION …
Somos hijos de Dios, pero todavía no hemos recibido la
herencia total en propiedad, hasta que se efectúe nuestra
redención. Mientras estemos en el cuerpo físico, somos
discípulos de nuestro amado Salvador.
Cuando Jesús estuvo en la tierra debió someterse a una
obediencia absoluta a la voluntad del Padre, y aunque
venció resucitando de entre los muertos para hacernos
hijos de Dios por medio de su sacrificio, aun somos
discípulos que debemos andar como el anduvo, Juan dice:
“El que dice que permanece en Él, debe andar como él
anduvo” (1 Jn. 2:6).
Pablo es un Apóstol, pero como discípulo, imitaba a Jesús
cuando estaba en la tierra, y él dijo:
“Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1 Co.
11:1).
Aunque somos hijos de Dios, con todos los derechos de
las promesas divinas dadas a los cristianos en la Biblia,
aún estamos en un cuerpo humano, y eso nos ubica como
discípulos de nuestro amado maestro y Señor Jesús, hasta
que poseamos la herencia completa.
La posición de hijos ante Dios declara que todas las
cosas son nuestras por herencia de nuestro Padre celestial;
pero la posición de discípulos de Cristo nos recuerda que
debemos andar como Jesús anduvo. La Biblia dice:
92
… del CRISTIANO”
“En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de
verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo
creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de
la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la
redención de la posesión adquirida, para alabanza de
su gloria” (Ef. 1:13-14).
Como hijos de Dios, tenemos el legítimo derecho a heredar
todas las cosas, si vencemos en esta tierra, como Cristo
venció. Todo lo que es de Dios está reservado para sus
hijos, pero todavía estamos en una condición humana, y
ésta nos ubica en calidad de discípulos de Cristo.
La Biblia dice:
“Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos
con
Cristo,
si
es
que
padecemos
juntamente con él, para que juntamente con él seamos
glorificados” (Ro. 8:17).
Estos versos anteriores muestran que, antes de reinar con
Cristo, el cristiano debe pelear la batalla de la fe en la
tierra. No hay corona sin cruz, y eso implica someternos en
obediencia a Dios, y humillarnos ante Él.
b. El cristiano como discípulo de Cristo
Independientemente de nuestra función ministerial como
cristianos en la tierra, nuestro gran llamado es ser
discípulos de Cristo, hasta el día que Él regrese o nosotros
93
“HUMILLACION y EXALTACION …
vayamos a Él. Jesús arengó a sus seguidores a ser
discípulos:
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere
venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su
cruz, y sígame” (Mt. 16:24).
Una de las grandes falencias de la Iglesia en la tierra es que
no se dedica a hacer discípulos de Jesús. Esto se descuida
con facilidad, por enfocarse en otros programas que son
importantes, pero no tan relevantes como el discipulado.
El mandato inmediato de Jesús para sus discípulos,
después de resucitar, fue que hicieran discípulos, Él dijo:
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”
(Mt. 28:19-20).
Formar discípulos de Cristo, es la tarea más importante de
la Iglesia en la tierra. De eso depende que existan
cristianos con fundamento y consecuentemente, iglesias
con una doctrina bíblica sólida sobre la tierra. Los
discípulos bien formados son las columnas que sostienen
las iglesias.
94
… del CRISTIANO”
Existe
el
peligro
de
que
los
líderes,
directa
o
indirectamente, arrastren a los cristianos para hacer
discípulos de ellos y no de Cristo.
Después del gran avivamiento del día de Pentecostés,
la iglesia primitiva comenzó a crecer y empezó la gran
labor de formar discípulos. Estos avivamientos de la
Iglesia han continuado a través de toda su historia, pero
usualmente
son
pocos
los
nuevos
conversos
que
perseveran y se les discipula. Hacer discípulos es tan
importante, que fue la comisión más importante que Jesús
le dio a sus discípulos, después de resucitar.
c. Discípulos de Cristo, cada día
La meta del cristiano es ser discípulo de Cristo todos los
días de su vida. La Biblia dice:
“Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”
(Lc. 9:23).
Lucas enfatiza que la cruz se debe tomar cada día. Eso
implica que el cristiano debe considerarse un discípulo
cada día que amanece. El día que crea que sabe algo de sí
mismo, dejará de ser un discípulo de Jesús. Pablo dijo:
“Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe
nada como debe saberlo” (1 Co. 8:2).
También dijo:
95
“HUMILLACION y EXALTACION …
“Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros
se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que
llegue a ser sabio” (1 Co. 3:18).
Jesús es nuestro maestro y Señor y sobre la base de las
enseñanzas bíblicas de sus apóstoles debemos afianzar
nuestra fe.
Como discípulos de Cristo, los cristianos debemos
estar dispuestos a ser enseñados todos los días de nuestra
vida, esa es la meta. No se trata de graduarse de discípulo,
sino de ser capaces de mantener una actitud de humildad
todos los días de nuestro peregrinaje sobre la tierra.
En la tierra, existe el peligro de que al recibir de Dios
ciertos dones y ministerios nos tornemos autosuficientes e
indirectamente nos quedemos con la gloria que le
pertenece solamente a Dios.
Quizá esta sea la razón por la que Dios se limita a
compartir muchas bendiciones con sus hijos, pues no
somos capaces de ministrar los bienes que Él nos confía.
A Satanás Dios le confió muchos dones, belleza y
sabiduría cuando estaba en el cielo y por esa causa se
engrandeció, asimismo, sumiéndose en una rebelión
perpetua contra su creador.
Esto debe servir de ejemplo a los cristianos. ¿Si Satanás
se tornó orgulloso estando en la misma presencia de Dios
en el cielo, que nos podría pasar a nosotros con una mente
96
… del CRISTIANO”
limitada en conocimiento en la tierra si no nos humillamos
cada día en su presencia? Eso dependerá de cada cual,
porque Dios confía sus dones y bendiciones en sus hijos,
pero no les obliga a que le atribuyan la gloria
obligadamente.
Cada ser humano debe rendir honor a Dios de su
propia voluntad, reconociéndole como el Todopoderoso.
97
“HUMILLACION y EXALTACION …
98
… del CRISTIANO”
CONCLUSIÓN
El ser humano debe reconocer que es un ser creado por el
poder de Dios, esa es la primera razón que debe crearle un
sentido de humildad.
El ser humano fue creado con limitaciones a fin de que
dependa sencillamente del poder y de la sabiduría de su
Creador. Eso le crea consciencia de humildad.
El cristiano como hijo de Dios, debe someterse
voluntariamente a la voluntad de su Padre celestial, y
aceptarla con humildad.
El cristiano como discípulo de Cristo, debe ser un
alumno perenne, todos los días de su vida.
El ejemplo de Satanás, a quien Dios expulsó del cielo a
causa de su orgullo, debe servir de ejemplo a los cristianos
para entender que, si Dios no perdonó la rebelión de los
ángeles en el cielo, tampoco tolerará que sus hijos se
tornen orgullosos y autosuficientes.
Solamente el hecho de no atribuirle la gloria a Dios por
lo que Él hace en, y a través de nosotros, constituye un
pecado. Eso sería robarle la gloria.
La humildad de los hijos de Dios, que debe
manifestarse en todos los aspectos de la vida diaria,
mantiene un vínculo de armonía con el Padre celestial.
99
“HUMILLACION y EXALTACION …
Dios no está interesado en que sus hijos vivan humillados,
como si fuese un castigo. Esa no es la humillación bíblica
que Dios pide del cristiano. Dios nos ve como sus hijos
amados, pero es nuestro deber ver a Dios, no solo como
nuestro
Padre
celestial;
sino,
también,
como
el
Todopoderoso, a quien debemos atribuirle toda la gloria y
humillarnos voluntariamente en su presencia a causa de su
gran poder. La Biblia dice:
“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué
pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar
misericordia, y humillarte ante tu Dios” (Mi 7:8).
Humillarse ante Dios, es una decisión voluntaria del ser
humano.
La
humildad
de
cada
persona
es
una
característica que se decide en el corazón, de donde sale lo
bueno y lo malo en apego a la Biblia (ver Mr. 7: 18:23; y Pr.
4:23).
100
… del CRISTIANO”
LIBROS ESCRITOS POR JOEL PERDOMO
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
101
NO HAY MALDICIÓN PARA LOS CRISTIANOS
EL DIEZMO DESDE ABRAHAM A CRISTO
LA PROFECIA COMO MINISTERIO DE LA IGLESIA
LA ORACIÓN EFICAZ
LA LEY Y LA GRACIA
EL LLAMADO AL MINISTERIO
LOS MINISTERIOS DE LA IGLESIA
ADORADODES EN ESPÍRITU Y EN VERDAD
FE SIN LÍMITES
SIN SANTIDAD, NADIE VERÁ AL SEÑOR
VIDA Y MINISTERIO (autobiografía).
LA IGLESIA E ISRAEL COMO SEÑALES DEL FIN
LA AUTORIDAD – El Desafío Cristiano
HUMILLACIÓN Y EXALTACIÓN DEL CRISTIANO
RESPUESTAS A PREGUNTAS DIFÍCILES DE LA
BIBLIA
TEMAS INTERESANTES DE LA BIBLIA
JESÚS, NOMBRE SOBRE TODO NOMBRE
EL ESPÍRITU SANTO EN LA IGLESIA
UNA SOLA CARNE – Matrimonio, Divorcio y
Recasamiento a la luz de la Biblia.
SOLTERO – ¿Cómo esperar en Dios?
ADOLESCENCIA. ¿Cómo enfrentar los cambios?
LA SABIDURIA DIVINA
LOS PRIMEROS PASOS
VIDA CRISTIANA – Reflexiones
TESOROS DE LA BIBLIA
DISCIPULADO DE DOCTRINAS BASICAS
(búsquelos escritos y en audio en internet).
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