Subido por Jose Maria Ramon Martin

Crónica cap-2

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Comentario de texto de Crónica de una muerte anunciada de Gabriel
García Márquez.
Ángela Vicario era la hija menor de una familia de recursos escasos. Su padre, Poncio Vicario, era
orfebre de pobres, y la vista se le acabó de tanto hacer primores de oro para mantener el honor de la
casa. Purísima del Carmen, su madre, había sido maestra de escuela hasta que se casó para siempre.
Su aspecto manso y un tanto afligido disimulaba muy bien el rigor de su carácter. «Parecía una
monja», recuerda Mercedes. Se consagró con tal espíritu de sacrificio a la atención del esposo y la
crianza de los hijos, que a uno se le olvidaba a veces que seguía existiendo. Las dos hijas mayores se
habían casado muy tarde. Además de los gemelos, tuvieron una hija intermedia que había muerto de
fiebres crepusculares[1], y dos años después seguían guardándole un luto liviano dentro de la casa,
pero riguroso en la calle. Los hermanos fueron criados para ser hombres. Ellas habían sido educadas
para casarse. Sabían bordar en bastidor, coser a máquina, tejer encaje de bolillo, lavar y planchar,
hacer flores artificiales y dulces de fantasma, y redactar esquelas de compromiso. A diferencia de las
muchachas de la época, que habían descuidado el culto de la muerte, las cuatro eran maestras en la
ciencia antigua de velar a los enfermos, confortar a los moribundos y amortajar a los muertos. Lo
único que mi madre les reprochaba era la costumbre de peinarse antes de dormir. «Muchachas —les
decía—: no se peinen de noche que se retrasan los navegantes». Salvo por eso, pensaba que no había
hijas mejor educadas. «Son perfectas», le oía decir con frecuencia. «Cualquier hombre será feliz con
ellas, porque han sido criadas para sufrir». Sin embargo, a los que se casaron con las dos mayores les
fue difícil romper el cerco, porque siempre iban juntas a todas partes, y organizaban bailes de
mujeres solas y estaban predispuestas a encontrar segundas intenciones en los designios de los
hombres.
Ángela Vicario era la más bella de las cuatro, y mi madre decía que había nacido como las grandes
reinas de la historia con el cordón umbilical enrollado en el cuello. Pero tenía un aire desamparado y
una pobreza de espíritu que le auguraban un porvenir incierto. Yo volvía a verla año tras año,
durante mis vacaciones de Navidad, y cada vez parecía más desvalida en la ventana de su casa,
donde se sentaba por la tarde a hacer flores de trapo y a cantar valses de solteras con sus vecinas.
«Ya está de colgar en un alambre —me decía Santiago Nasar—: tu prima la boba». De pronto, poco
antes del luto de la hermana, la encontré en la calle por primera vez, vestida de mujer y con el
cabello rizado, y apenas si pude creer que fuera la misma. Pero fue una visión momentánea: su
penuria de espíritu se agravaba con los años. Tanto, que cuando se supo que Bayardo San Román
quería casarse con ella muchos pensaron que era una perfidia de forastero.
VALORACIÓN DEL CONTENIDO Y DE LA FORMA DEL
TEXTO, ASÍ COMO DE SU REPRESENTATIVIDAD EN
LA HISTORIA DE LA LITERATURA Y DE SU
RELEVANCIA EN LA TRAYECTORIA DEL AUTOR.
El relato es un acierto por bastantes razones. Como no podía ser menos, teniendo en cuenta que se
está refiriendo a unos hechos acaecidos hace muchos años, éstos son relatados con cierta frialdad
objetiva. Esto se consigue con una técnica narrativa propia del lenguaje periodístico. El orden con el
que se informa de los hechos obedece en ocasiones al rigor marcado por la estructura de pirámide
invertida característica de la información periodística. Esa sensación de objetividad y veracidad de
lo contado también lo logra con el amplio espectro de declaraciones recogidas en el relato; en el
fragmento aparecen citadas declaraciones u opiniones de la madre del narrador. De todas maneras,
aunque su afán sea la de descifrar toda la verdad, el narrador no va a desvelar, porque no lo sabe, o
porque es un elemento fundamental que permite tener ocupada la mente del lector durante toda la
obra, el amante de Ángela Vicario. Él sabe que el lector no puede imaginarse ningún otro personaje
culpable que no sea Santiago Nasar, por eso no tiene ningún reparo en disfrutar aportando datos
contrarios. Por ejemplo, en la línea 28, cuando recoge una cita despectiva de Santiago refiriéndose a
su prima: “Ya está de colgar en un alambre tu prima la boba”.
El texto y el relato en su totalidad consiguen mantener la intriga hasta el final, a pesar de que el
autor ya desde el primer capítulo anuncia que Santiago Nasar morirá; pero, hasta las últimas
páginas, se crea la expectativa de que alguien lo va a avisar y se salvará. Como también, el lector se
pone de parte de los hermanos Vicario, esperando que haya alguien que se interponga entre ellos y
Santiago, para no verse en la necesidad de cometer ese crimen.
El acierto de Gabriel García Márquez está en contar una historia resaltando ciertos aspectos de la
misma como si fueran extraordinarios, como, por ejemplo, el hecho de que Ángela hubiera nacido
con el cordón umbilical enrollado en el cuello, señal fabulosa según la madre del narrador; o la
superchería de peinarse antes de acostarse de la protagonista porque retrasaría a los navegantes. Es
una manera nueva de acercarse a la realidad, a una realidad más profunda, que es la base de la
novela hispanoamericana de El Realismo Mágico. Gabriel García Márquez es el escritor más
representativo de los novelistas sudamericanos de esta corriente. La gran novela de esta corriente
esCien años de soledad. La novela que nos ocupa es continuadora de esta tendencia.
CONTEXTUALIZACIÓN DEL FRAGMENTO EN LA ÉPOCA Y EN EL MOVIMIENTO AL
QUE PERTENECE EL AUTOR Y SU OBRA.
Crónica de una muerte anunciada es una novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez.
Pertenece al llamado “Boom de la novela hispanoamericana”, que comienza a partir de 1960 y tiene
una repercusión mundial. En 1962 se publica La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa, una
novela de gran violencia que refleja la educación recibida por un grupo de muchachos en un colegio
militar en Lima (Perú), y en 1967, Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, la mejor novela
de este movimiento, que cuenta la fundación y destrucción de Macondo, localidad erigida por la
familia Buendía a través de siete generaciones. Con estas novelas comenzaba el boom de la novela
hispanoamericana. Fundamentalmente es una novela urbana y si aparece el ambiente rural, (como
en García Márquez), recibe un tratamiento original. Hay una profunda experimentación: ruptura de
la línea argumental, cambios del punto de vista, combinación de las personas narrativas, monólogo
interior, estilo indirecto libre... El lenguaje se enriquecerá con la superposición de estilos o registros,
distorsiones sintácticas o léxicas… sobre todo, en La ciudad y los perros. Con todo, lo más
característico de esta narrativa es la unión de lo fantástico y lo real. Lo fantástico no tiene nada que
ver con la literatura de evasión. Hay dos expresiones para referirse a esta tendencia: “lo real
maravilloso", de Alejo Carpentier y "el realismo mágico" que comienza con Cien años de soledad.
Las dos denominaciones tienen como fin superar los procedimientos del realismo decimonónico y
dar a las narraciones una visión más profunda de la realidad. En "Lo real, maravilloso" el novelista
estudia la realidad y luego elige lo extraordinario o maravilloso. Es la realidad hecha fábula,
convertida en algo extraordinario, especialmente para la óptica occidental. Algo parecido es el "El
realismo mágico": se intenta dotar de una magnitud trascendente o irreal a una narración de
sucesos cotidianos. Se logra con la exageración (sacar la realidad de quicio) y la sustantivación (hace
figurar como real lo que es metafórico).
Gabriel García Márquez (1928-2014), el autor colombiano de Crónica de una muerte anunciada, es
una de las figuras más representativas de la narrativa del siglo XX. Sin embargo, buena parte de su
vida estuvo dedicada al periodismo. Esta faceta profesional queda reflejada en su obra literaria,
como podemos ver en la novela estudiada por el título que lleva y por los procedimientos narrativos
empleados en ella. Su mérito fue reconocido en 1986 al otorgársele el premio Nobel de Literatura.
Crónica de una muerte anunciada la publica en 1981. Esta novela representa la unión entre
periodismo y literatura y está basada en hechos reales presenciados y vividos por Gabriel García
Márquez y su familia. Es una novela que refleja a la perfección los postulados de la novela
hispanoamericana de finales del siglo XX: la fusión de realidad y fantasía propia del Realismo
Mágico inaugurado con Cien años de soledad. Otras novelas importantes del autor son: El coronel
no tiene quien le escriba (1961) El otoño del patriarca (1975), en torno al poder y la corrupción
políticas; Crónica de una muerte anunciada (1981), El amor en los tiempos del cólera (1985) y El
general en su laberinto (1989). García Márquez también es autor de los libros de cuentos,
como Doce cuentos peregrinos (1992).
COMENTARIO DE LA ESTRUCTURA EXTERNA E INTERNA DE LA OBRA Y
LOCALIZACIÓN DEL FRAGMENTO.
La estructura externa
La obra se divide externamente en cinco capítulos no numerados.
No se puede observar una distinción clara entre introducción, nudo y desenlace, ya que no es una
acción lineal. Encontramos frecuentes retrocesos al pasado con analepsis o flash back, y se narran
episodios, a parte de la trama principal, que facilitan la comprensión de ésta. La estructura es pues
in media res. Ya desde las primeras líneas empieza la acción, como centro de la narración: “El día
en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en
que llegaba el obispo.” Por otra parte, se narran secuencias separadas que ocurren al mismo tiempo,
y que confluyen después en un mismo punto; por ejemplo, la llegada de Santiago Nasar a su casa
desde el puerto y la preparación de los gemelos de su asesinato.
La estructura interna . La novela se sitúa en el período que transcurre desde el fin de las fiestas de la boda
de Ángela Vicario y Bayardo San Román, hasta la consumación del crimen de Santiago Nasar.
Durante cinco capítulos se realiza una detallada investigación, casi con técnica de novela policíaca,
enriquecida con los diversos testimonios de los personajes de la obra. Al mismo tiempo recorre
numerosos aspectos de la vida de los protagonistas, desde la infancia a la vejez, y con gran maestría
el autor consigue que se sucedan multitud de acciones paralelas.
El primer capítulo reconstruye una hora, entre las cinco y media y las seis y media de la mañana, en
la que Santiago Nasar sale de su casa para esperar el buque en que llegaba el obispo. La narración
sigue con el protagonista y revela algunos datos sobre sus hábitos y personalidad. Se cierra con el
anuncio de su muerte.
El segundo capítulo se centra en la pareja formada por Bayardo San Román y Ángela Vicario.
Abarca desde agosto, mes en el que llega Bayardo al pueblo despertando una enorme curiosidad.
Después de proporcionar detalles sobre el personaje de Ángela Vicario y su familia, el relato se
extiende en la descripción de la fiesta y termina a las dos de la mañana, cuando Ángela es devuelta a
su casa por no ser virgen y la chica confiesa que el hombre responsable de esa afrenta es Santiago
Nasar.
El tercer capítulo reconstruye las horas que oscilan entre las tres y las seis y media de la mañana y se
sitúa en torno a los gemelos Pablo y Pedro Vicario. Continúa con la peregrinación de los hermanos
por el pueblo anunciando su intención de matar a Santiago Nasar.
El cuarto capítulo se abre con la esperpéntica autopsia al cuerpo de Nasar y se detiene en la
narración del futuro destino que aguarda a los gemelos. El narrador concluye explicando la extensa
conversación que mantuvo con Ángela Vicario, en la que ésta le relata lo sucedido la noche de la
boda, cómo se dio cuenta de que realmente estaba enamorada de su marido y la estratagema que
utilizó para recobrarlo: escribir una carta semanal durante media vida.
El quinto capítulo le sirve al narrador para reflexionar hondamente sobre la actitud del pueblo
después de la muerte. Por último, asistimos a la muerte de Santiago Nasar.
Contextualización del fragmento El fragmento de la novela que se analiza corresponde al segundo capítulo.
En él se narra la llegada al pueblo de Bayardo San Román y se analiza su extraña personalidad, que
cautiva a todos los vecinos, incluida la madre del narrador; también se describe a la familia Vicario,
descripción en la que se incluye a Ángela; además, por deseo de la madre de la novia, se presenta en
el pueblo la familia del novio para despejar algunas de las incógnitas sobre el novio de su hija. El
noviazgo fue muy breve para los usos de la época. Una vez apalabrada la boda, Bayardo busca una
casa donde vivir. Se encapricharon de la mejor, que pertenecía al VIUDO XIUS, que se opuso a
vender en un principio y que, al final, accedió a desprenderse de ella por diez mil pesos.
También, a la novia se le plantea el problema de la pérdida de su virginidad. Las amigas la
convencen para que no anule el compromiso por esa causa y le dan consejos para confundir a su
esposo en la noche de bodas.
TEMAS DE LA OBRA Y SU RELACIÓN CON LOS QUE APARECEN EN EL TEXTO.
Uno de los temas más importantes de la obra es la muerte que ronda a lo largo de la novela, unas
veces centrada en la muerte del protagonista, otras, presente de manera tangencial, como es en este
fragmento. La importancia que la muerte tiene en la cultura que cobija los hechos narrados se
manifiesta en la opinión tan positiva que la madre del narrador tenía de las hermanas Vicario porque
su madre les había inculcado el respeto a los muertos y le había enseñado a saber tratar con los
moribundos y a mortajarlos cuando murieran. El respeto hacia los seres queridos que ya habían
fallecido se manifiesta en el riguroso luto que se les guardaba durante bastante tiempo, como vemos
en las líneas 8/10: tuvieron una hija intermedia que había muerto de fiebres crepusculares, y dos
años después seguían guardándole un luto liviano dentro de la casa, pero riguroso en la calle.
Incluso, cuando el amor parece imponer su poder, éste está ligado a la muerte: cuando Bayardo San
Román se enamora de Ángela –la ve junto a su madre cruzar la plaza a la hora de la siesta-, ésta viste
de luto.
Y relacionado con lo anterior es de destacar la cultura tradicional y conservadora en la que se ven
inmersos los personajes. En el fragmento se habla de una familia que ha formado a sus hijos según
esos valores distinguiendo el papel que cada uno debe desempeñar según se fuera hombre o mujer.
Aunque esa educación no asegure más tarde un desempeño acorde a esa formación. A las hermanas
se las inculcó el sometimiento al esposo, sin embargo, cuando se casaron, siguieron muy unidas y se
mostraban muy recelosas de los hombres, actitud que demuestra cierta independencia. Sin
embargo, a pesar de haber sido instruidas para someterse al marido, una vez casadas, éstos no
fueron capaces de romper los vínculos que las hermanas mantenían . 19/22. Aquí, además, notamos
cierto humor en esta paradoja, y que está presente en la novela
La creencia en elementos mágicos, o la importancia de la superstición de los personajes es
compatible con sucreencia religiosa: el ambiente donde se desarrolla la acción es una mañana que el
pueblo espera la visita episcopal… Se trata de un sentimiento religioso que se sustenta más en lo
externo y ceremonial que en el sentimiento espiritual. Por eso no es de extrañar la importancia de la
superstición en los personajes: «Muchachas —les decía—: no se peinen de noche que se retrasan los
navegantes». L. 16 y 17.
Y, por último, hemos de hablar de la importancia del destino. Parece que los personajes se ven
obligados a acometer una serie de hechos que son ineludibles, como si éstos fueran meros peleles en
su mano. Así están presentados la mayoría de los personajes, desde los más importantes hasta los
secundarios: su comportamiento no estuvo regido por lo habitual, sino por algo extraordinario que
al final desencadena la muerte de Santiago Nasar.
ANÁLISIS Y COMENTARIO DE LOS PERSONAJES QUE APARECEN EN EL FRAGMENTO.
En este fragmento se nombra a la mayoría de los personajes principales de la obra, pero
destacaremos el personaje de Ángela Vicario. Por los datos que se ofrecen en el mismo fragmento de
ella y de su familia, inferimos que son pobres y con un concepto del honor y de la crianza muy
tradicional. Esto se contrapone a la riqueza y al estatus superior de los dos hombres con los que se
relaciona emocionalmente: Bayardo San Román y, supuestamente, Santiago Nasar. De todas
maneras, de toda la información que se ofrece de la familia, la más relevante es el conservadurismo
en la educación, pues, paradójicamente, después no lo van a llevar a la práctica. Las hermanas
habían sido educadas para ser buenas esposas y someterse a los maridos, pero, una vez casadas, no
lo hicieron. Ángela sí que se casó, pero una vez repudiada, no volvió casarse y, al final, se reencontró
con Bayardo San Román, su marido. En este sentido, Ángela es el único personaje complejo, porque
evoluciona a lo largo de la obra. No tiene nada que ver el personaje que el narrador presenta en este
fragmento con el que el lector se encuentra en la última etapa de su vida, donde esta mujer es dueña
de sí misma, es independiente y está segura de conseguir el hombre que desea.
Por otra parte, esa educación conservadora conlleva un concepto del honor tan tradicional que es el
motor que mueve la conducta de los personajes en el conflicto. Como ofensa de honor mancillado,
los gemelos Vicario son los encargados de restablecer la honra de la familia llevando a cabo la
venganza con derramamiento de sangre siguiendo el canon dramático del teatro español del siglo
XVII. Y es curioso que no importa si realmente Santiago Nasar es el hombre que ha deshonrado a
Ángela; en esa sociedad tan conservadora, aunque solo sea una sospecha, la maquinaria de la
venganza ha de ponerse en marcha para restablecer el honor mancillado. Estos hermanos se
comportan del mismo modo que el héroe trágico en el teatro griego. Movidos por un hado cruel se
ven avocados a llevar una venganza en la que en muchos episodios de la novela no creen.
TÉCNICA NARRATIVA DE LA OBRA.
(Tipos de narrador que aparecen, puntos de vista empleados y tratamiento del tiempo y el espacio)
NARRADOR OMNISCIENTE, 3ª persona Ángela Vicario era la hija menor de una familia de recursos
escasos. Su padre, Poncio Vicario, era orfebre de pobres, y la vista se le acabó de tanto hacer
primores de oro para mantener el honor de la casa. Purísima del Carmen, su madre, había sido
maestra de escuela hasta que se casó para siempre. Su aspecto manso y un tanto afligido disimulaba
muy bien el rigor de su carácter. ESTILO DIRECTO. TESTIMONIOS «Parecía una monja», recuerda
Mercedes. Se consagró con tal espíritu de sacrificio a la atención del esposo y la crianza de los
hijos, NARRADOR TESTIGO, 1ª persona que a uno se le olvidaba a veces que seguía
existiendo. NARRADOR OMNISCIENTE, 3ª persona Las dos hijas mayores se habían casado muy tarde.
Además de los gemelos, tuvieron una hija intermedia que había muerto de fiebres crepusculares [1],
y dos años después seguían guardándole un luto liviano dentro de la casa, pero riguroso en la calle.
Los hermanos fueron criados para ser hombres. Ellas habían sido educadas para casarse. Sabían
bordar en bastidor, coser a máquina, tejer encaje de bolillo, lavar y planchar, hacer flores artificiales
y dulces de fantasma, y redactar esquelas de compromiso. A diferencia de las muchachas de la
época, que habían descuidado el culto de la muerte, las cuatro eran maestras en la ciencia antigua
de velar a los enfermos, confortar a los moribundos y amortajar a los muertos. NARRADOR
TESTIGO. ESTILO DIRECTO. TESTIMONIOS Lo único que mi madre les reprochaba era la
costumbre de peinarse antes de dormir. «Muchachas —les decía—: no se peinen de noche que se
retrasan los navegantes». Salvo por eso, ESTILO INDIRECTO. TESTIMONIOS pensaba que no había
hijas mejor educadas. ESTILO DIRECTO. TESTIMONIOS «Son perfectas», le oía decir con
frecuencia. «Cualquier hombre será feliz con ellas, porque han sido criadas para sufrir». NARRADOR
OMNISCIENTE, 3ª persona Sin embargo, a los que se casaron con las dos mayores les fue difícil romper
el cerco, porque siempre iban juntas a todas partes, y organizaban bailes de mujeres solas y estaban
predispuestas a encontrar segundas intenciones en los designios de los hombres.
Ángela Vicario era la más bella de las cuatro, ESTILO INDIRECTO. TESTIMONIOS y mi madre
decía que había nacido como las grandes reinas de la historia con el cordón umbilical enrollado en
el cuello. NARRADOR OMNISCIENTE, 3ª persona Pero tenía un aire desamparado y una pobreza de
espíritu que le auguraban un porvenir incierto. NARRADOR TESTIGO, 1ª persona Yo volvía a verla año
tras año, durante mis vacaciones de Navidad, y cada vez parecía más desvalida en la ventana de su
casa, donde se sentaba por la tarde a hacer flores de trapo y a cantar valses de solteras con sus
vecinas. ESTILO DIRECTO. TESTIMONIOS «Ya está de colgar en un alambre —me decía Santiago
Nasar—: tu prima la boba». NARRADOR TESTIGO, 1ª persona De pronto, poco antes del luto de la
hermana, la encontré en la calle por primera vez, vestida de mujer y con el cabello rizado, y apenas si
pude creer que fuera la misma. Pero fue una visión momentánea: su penuria de espíritu se agravaba
con los años. NARRADOR OMNISCIENTE, 3ª persona Tanto, que cuando se supo que Bayardo San
Román quería casarse con ella muchos pensaron que era una perfidia de forastero.
Gabriel García Márquez, como autor, es uno de los personajes de la novela; es uno de los amigos de
Santiago Nasar y primo de Ángela Vicario, incluso hay alguna referencia a su vida personal, pues
dice: «Muchos sabían que en la inconsciencia de la parranda le propuse a Mercedes Barcha que se
casara conmigo, cuando apenas había terminado la escuela primaria, tal como ella misma me lo
recordó cuando nos casamos catorce años después». Mercedes Barcha es la «Gaba», así la llamaban
sus más íntimos amigos…” (Prólogo de Santiago Gamboa a la edición de la novela). Por tanto, él va
a ser el narrador de los hechos acaecidos en torno a esa muerte y el que presenta a las personaspersonajes que se vieron involucrados. García Márquez es novelista y periodista, y en esta obra va a
poner de manifiesto estas dos facetas.
Como cronista, informa de los hechos que reconstruye e investiga aportando las dos características
propias del género periodístico: informar objetivamente, pero también aportar su visión particular de
los hechos. Este tratamiento periodístico implica a su vez un despliegue de recursos propios de ese
mundo, incluyendo entrevistas a las personas, investigaciones de los documentos relacionados con
el caso, localización de los espacios… En el texto anterior hay varias citas con los testimonios de
personas que aportan su punto de vista sobre los acontecimientos o los protagonistas.
Como novelista crea un narrador testigo, cuando él participa en los hechos, que utiliza la primera
persona; en cambio, cuando los que llevan la acción son otros, usa la tercera persona. Una muestra
de la intervención de este narrador los tenemos al final del texto, a partir de la línea 25: Yo volvía a
verla año tras año, durante mis vacaciones de Navidad…
El tratamiento de los hechos narrativos no sigue el orden lineal, sino el de prelación: lo más
importante antes que lo que es secundario. El hecho de que las secuencias narrativas que cuenta no
estén organizadas en una estructura lineal, conlleva la continua vuelta a un tiempo anterior para
contar acciones que son importantes para comprender el presente narrativo; es decir, la presencia de
analepsis o flash-back. Esto conlleva avances y retrocesos continuos en el desarrollo del relato.
También, según reconoce el propio García Márquez, la novela presenta concomitancias con el
género policiaco. El arranque de la novela es semejante al de bastantes de estas novelas; se
comienza con una muerte, pues desde el principio el lector está informado del desenlace, por lo que
podemos considerar la estructura narrativa in extrema res. El desarrollo posterior del relato es
reconstruir las circunstancias, motivaciones que llevan a unos personajes a cometer ese crimen.
En cuanto al punto de vista, podemos decir que es omnisciente tan solo con algunos personajes,
incluyendo al protagonista; a otros, solo se los conoce por su implicación en los hechos en los que
participan.
En cuanto a los espacios, no se dice el nombre del pueblo donde transcurre la historia, aunque
sabemos que se trata de un pueblo de Colombia. En general, las descripciones no son exhaustivas y
tan solo buscan dar la información necesaria para que el lector sitúe la acción de los personajes. Los
espacios que predominan son los urbanos: la plaza, las calles, el puerto… De los espacios interiores,
podemos destacar la vivienda de Santiago Nasar. De ella se describen los dormitorios, la cocina,
dónde está ubicada, los accesos… Es el espacio más importante, donde se comete el crimen y donde
vive el protagonista. Y también se describe con un poco de más detenimiento la casa de los padres
de Ángela Vicario, donde se celebrará el banquete nupcial, y además se describe en el capítulo 4, la
modesta casa en la que espera la vuelta de Bayardo San Román.
Por último, la época donde podemos situar la acción es en el siglo XX. El tiempo central de la
narración abarca unos seis o nueve meses, desde que llega Bayardo San Román al pueblo, hasta el
juicio por el asesinato de Santiago Nasar. Pero partiendo de ahí, el tiempo abarca otras épocas
anteriores que el narrador recupera para contar acontecimientos o presentar personajes que
considera oportunos para mejor comprender el tiempo presente de la acción; por ejemplo, la
referencia al propio padre del protagonista… Y también se extiende al después, pues se cuenta
cómo es la nueva vida de Ángela Vicario y cómo se vuelve a juntar con su marido; y también se nos
informa de que ese crimen no solo afectó a los protagonistas, sino a otros muchos vecinos de los que
se nos cuenta cómo acaban a modo de epílogo; por ejemplo, la novia de Santiago Nasar acabará en
el mundo de la prostitución…
ESTILO DE LA OBRA Y APLICACIÓN RAZONADA DE SUS ELEMENTOS AL
TEXTO.(Concepción del autor sobre el género narrativo y lenguaje que configura la obra)
Concepción del autor sobre el género narrativo Algunas notas que podemos señalar de la narrativa de Gabriel
García Márquez son las siguientes. Todas sus obras están ambientadas en su Colombia natal; en
muchas de ellas se refleja el ambiente de violencia que ha marcado al país, sobre todo a partir de la
década de los cincuenta del siglo pasado. Ahondando en este sentido, incluso, muchas están
basadas en hechos que realmente ocurrieron, como es el caso de la novela que nos ocupa, aunque
siempre se intenta crear una ambientación y una presentación de hechos que superan la realidad al
potenciar ciertos detalles que acaban convirtiendo la narración en algo inusual, como es propio de
El Realismo Mágico, corriente literaria a la que se adhieren muchos escritores
hispanoamericanos. Y relacionado con la materia real de sus novelas, hemos de resaltar también su
otra vertiente de escritor, la de periodista, pues muchas de sus novelas están muy relacionadas con
el estilo periodístico, como se refleja incluso en el título de alguna de ellas: Noticia de un
secuestro o Crónica de una muerte anunciada.
Lenguaje que configura la obra El estilo de la obra y de este fragmento es muy sencillo. Se utiliza un
lenguaje propio de un registro culto o formal, pero sin buscar un refinamiento excesivamente
literario. En el fragmento que nos ocupa no hay figuras literarias significativas.
El léxico es rico y preciso, con valores fundamentalmente denotativos, otra característica que se
suma la anterior de huir de un lenguaje excesivamente retórico.
El estilo de la obra es una mezcla de lenguaje periodístico y literario. Sin embargo, hay algún
momento, como por ejemplo en la línea 23 y 24, en que el autor da un tratamiento mágico a aspectos
que son normales de la realidad. Ángela, la novia vulgar y sin interés especial para el lector, según
las palabras de la madre del narrador, por el simple hecho de haber nacido con el cordón umbilical
enrollado al cuello, se la asocia a las grandes mujeres de la historia, con lo cual se interpreta un
hecho corriente como algo sorprendente. Otras expresiones que crean al lector esa sensación de
magia o irrealidad son las siguientes:
-cuando el narrador habla de la madre de los Vicario dice que “ había desaparecido” después de
casarse y dedicarse a criar a sus hijos;
-una hija suya muere de fiebres crepusculares;
-Ángela preparaba dulces de fantasma;
-sabían el culto a los muertos;
-la madre del narrador reprochaba que Ángela se peinara por la noche porque podía retrasar la
llegada de los navegantes.
Como ya se ha comentado, el texto mezcla elementos propios de la novela y la crónica periodística.
En este sentido, una vez narrados los hechos más importantes en el capítulo primero, el narradorcronista nos informa ampliando datos secundarios de los protagonistas. Para ello, como recurso
informativo que busca la veracidad, se incluye el testimonio de testigos que ayudan al lector a
entender mejor los hechos que se cuentan. Se incluyen los testimonios:
-de Mercedes, la esposa del Gabriel García Márquez,
-de la madre del narrador
-e, incluso, la opinión de Santiago Nasar sobre su prima Ángela Vicario.
Son testimonio que se recogen en estilo directo o indirecto, aunque predominan las citas en estilo
directo. Estás citas literales no se recogen casi nunca en forma de diálogo, prácticamente inexistente
en la obra, por lo cual es un diálogo fragmentario. Veamos algunos ejemplos: línea 5, “Parecía una
monja”, recuerda Mercedes; en la línea 16,«Muchachas —les decía—: no se peinen de noche que se
retrasan los navegantes».
Propio de la información periodística es la organización de la acción: lo primero que se cuenta son
los hechos más importantes y luego se aporta información secundaria. Sin embargo, el interés no
disminuye a lo largo de la novela; más bien lo contrario: el lector ansía hasta las últimas líneas que
suceda algo que altere los hechos que sabe desde el principio y consigue crear una intriga constante
en el lector.
VALOR ESTILÍSTICO DE ADJETIVOS.
Ángela Vicario era la hija menor de una familia de recursos escasos. Su padre, Poncio Vicario, era
orfebre de pobres, y la vista se le acabó de tanto hacer primores de oro para mantener el honor de la
casa. Purísima del Carmen, su madre, había sido maestra de escuela hasta que se casó para siempre.
Su aspecto manso y un tanto afligidodisimulaba muy bien el rigor de su carácter. «Parecía una
monja», recuerda Mercedes. Se consagró con tal espíritu de sacrificio a la atención del esposo y la
crianza de los hijos, que a uno se le olvidaba a veces que seguía existiendo. Las dos hijas mayores se
habían casado muy tarde. Además de los gemelos, tuvieron una hija intermedia que había muerto de
fiebres crepusculares[1], y dos años después seguían guardándole un luto liviano dentro de la casa,
peroriguroso en la calle. Los hermanos fueron criados para ser hombres. Ellas habían sido educadas
para casarse. Sabían bordar en bastidor, coser a máquina, tejer encaje de bolillo, lavar y planchar,
hacer flores artificiales y dulces de fantasma, y redactar esquelas de compromiso. A diferencia de las
muchachas de la época, que habían descuidado el culto de la muerte, las cuatro eran maestras en la
ciencia antigua de velar a los enfermos, confortar a los moribundos y amortajar a los muertos. Lo
único que mi madre les reprochaba era la costumbre de peinarse antes de dormir. «Muchachas —les
decía—: no se peinen de noche que se retrasan los navegantes». Salvo por eso, pensaba que no había
hijas mejor educadas. «Son perfectas», le oía decir con frecuencia. «Cualquier hombre será feliz con
ellas, porque han sido criadas para sufrir». Sin embargo, a los que se casaron con las dos mayores
les fue difícil romper el cerco, porque siempre iban juntas a todas partes, y organizaban bailes de
mujeres solas y estaban predispuestas a encontrar
designios de los hombres.
segundas intenciones en los
Ángela Vicario era la más bella de las cuatro, y mi madre decía que había nacido como
grandes reinas
las
de la historia con el cordón umbilical enrollado en el cuello. Pero tenía un
aire desamparado y una pobreza de espíritu que le auguraban un porvenir incierto. Yo volvía a verla
más desvalida
año tras año, durante mis vacaciones de Navidad, y cada vez parecía
en la
ventana de su casa, donde se sentaba por la tarde a hacer flores de trapo y a cantar valses de solteras
con sus vecinas. «Ya está de colgar en un alambre —me decía Santiago Nasar—: tu prima
la
boba». De pronto, poco antes del luto de la hermana, la encontré en la calle por primera
vez, vestidade mujer y con el cabello rizado, y apenas si pude creer que fuera la misma. Pero fue una
visión momentánea: su penuria de espíritu se agravaba con los años. Tanto, que cuando se supo que
Bayardo San Román quería casarse con ella muchos pensaron que era una perfidia de forastero.
En el texto hay bastantes sustantivos y adjetivos, como no podía ser de otra manera en un texto
fundamentalmente descriptivo, pues se describe la familia de Ángela Vicario y se cuentan algunos
detalles de su vida.
Los adjetivos que acompañan al sustantivo en el sintagma nominal son en su mayoría
especificativos y pospuestos, con lo cual aportan rasgos apreciados con objetividad al seleccionar y
limitar el significado de los sustantivos y son propios, como se ha dicho antes, de una descripción
incluida en una narración en la que no hay exageración en el uso de recursos literarios: hija menor 1,
recursos escasos 2, aspecto manso y un tanto afligido 4, hija intermedia 8, luto liviano… riguroso 9...
Lo mismo podemos decir de los adjetivos que funcionan como atributos en el predicado nominal,
pues tienen una función clasificadora y descriptiva: son perfectas 18, será feliz 18, era la más bella 23,
parecía desvalida 26… el mismo cometido tiene el adjetivo, que funciona como complemento
predicativo, que aparece en la línea 29: la encontré en la calle por primera vez, vestida de mujer y
con el cabello rizado.
Sin embargo, también podemos observar algún rasgo lingüístico que refleja la visión subjetiva del
cronista: aspecto manso y un tanto afligido 4, era la más bella de las cuatro 23.
Encontramos una sustantivación de un adjetivo al anteponer un artículo en boca de Santiago
Nasar: tu prima la boba 29.
[1] Alteración transitoria de la conciencia, próxima a la confusión mental, que sucede en estados patológicos como
intoxicaciones, traumatismos craneales, epilepsia, histeria, sonambulismo, entre otros.
VALOR ESTILÍSTICO DE LOS VERBOS.
Ángela Vicario era la hija menor de una familia de recursos escasos. Su padre, Poncio
Vicario, era orfebre de pobres, y la vista se le acabó de tanto hacer primores de oro para mantener el
honor de la casa. Purísima del Carmen, su madre, había sido maestra de escuela hasta que se casó
para siempre. Su aspecto manso y un tanto afligidodisimulaba muy bien el rigor de su carácter.
«Parecía una monja», recuerda Mercedes. Se consagró con tal espíritu de sacrificio a la atención del
esposo y la crianza de los hijos, que a uno se le olvidaba a veces que seguía existiendo. Las dos hijas
mayores se habían casado muy tarde. Además de los gemelos, tuvieron una hija intermedia que
había muerto de fiebres crepusculares[1], y dos años después seguían guardándole un luto liviano
dentro de la casa, pero riguroso en la calle. Los hermanos fueron criados para ser hombres.
Ellas habían sido educadas para casarse. Sabíanbordar en bastidor, coser a máquina, tejer encaje de
bolillo, lavar y planchar, hacer flores artificiales y dulces de fantasma, y redactar esquelas de
compromiso. A diferencia de las muchachas de la época, que habían descuidado el culto de la
muerte, las cuatro eran maestras en la ciencia antigua de velar a los enfermos, confortar a los
moribundos y amortajar a los muertos. Lo único que mi madre les reprochaba era la costumbre de
peinarse antes de dormir. «Muchachas —les decía—: no se peinen de noche que se retrasan los
navegantes». Salvo por eso, pensaba que no había hijas mejor educadas. «Son perfectas», le oía decir
con frecuencia. «Cualquier hombre será feliz con ellas, porque han sido criadas para sufrir». Sin
embargo, a los que se casaron con las dos mayores les fue difícil romper el cerco, porque siempre
iban juntas a todas partes, y organizaban bailes de mujeres solas y estaban predispuestas a encontrar
segundas intenciones en los designios de los hombres.
Ángela Vicario era la más bella de las cuatro, y mi madre decía que había nacido como las grandes
reinas de la historia con el cordón umbilical enrollado en el cuello. Pero tenía un aire desamparado y
una pobreza de espíritu que le auguraban un porvenir incierto. Yo volvía a verla año tras año,
durante mis vacaciones de Navidad, y cada vezparecía más desvalida en la ventana de su casa,
donde se sentaba por la tarde a hacer flores de trapo y a cantar valses de solteras con sus vecinas.
«Ya está de colgar en un alambre —me decía Santiago Nasar—: tu prima la boba». De pronto, poco
antes del luto de la hermana, la encontré en la calle por primera vez, vestida de mujer y con el
cabello rizado, y apenas si pude creer que fuera la misma. Pero fue una visión momentánea: su
penuria de espíritu seagravaba con los años. Tanto, que cuando se supo que Bayardo San Román
quería casarse con ella muchospensaron que era una perfidia de forastero.
El tiempo que predomina es el pretérito imperfecto de indicativo, que es el apropiado para las
descripciones insertadas en una narración: era 1, disimulaba 4, parecía 5, seguía 6, eran 14
reprochaba 15, pensaba 33...
Además, nos encontramos algunos pretéritos perfectos simples que se refieren a hechos pasados y
acabados; se utilizan para relatar acciones pasadas protagonizadas por los personajes antes del
crimen: acabó 2, casó 4, consagró 4, tuvieron 8, fueron 8… Es el tiempo principal de las narraciones.
Con él se consigue que la acción avance. Es un tiempo escaso en el fragmento porque, como se ha
dicho antes, es fundamentalmente descriptivo.
Hay también pretéritos pluscuamperfectos para referirse a acciones pasadas dentro de otro tiempo
pasado; también es un tiempo de uso en la narración. Se está refiriendo a hechos anteriores a la
historia central: había sido 3, se habían casado 7…
Hay también un presente con valor de presente histórico: “Parecía una monja –
recuerda Mercedes…” Es una cita directa de las declaraciones de un testigo. Estas citas son propias
del lenguaje periodístico, y sirven para actualizar y acercar hechos pasados al momento de le lectura.
MECANISMOS DE COHESIÓN.
La coherencia del texto está asegurada al referirse todo él a la familia Vicario; en concreto, se
describe a cada uno de sus miembros.
La cohesión lingüística de todo el texto, especialmente de las cuatro partes en las que se ha dividido,
se logra con la inclusión de términos correspondientes a dos isotopías. La primera estaría formada
por palabras pertenecientes a lafamilia 2. Por ejemplo, padre 2, el honor de la casa 3, madre 6,
atención del esposo y crianza de los hijos 6, las dos hijas mayores 7, los hermanos fueron criados…
10, habían sido educadas 10, esposo 11, hijos 12, gemelos 14, hija intermedia 15, crianza 11. Una
segunda isotopía estaría formada por una serie de adjetivos que son utilizados para fijar el carácter
de los miembros de la familia: manso y un tanto afligido 4, carácter 7, afligido 8, educadas 33,
perfectas 34, desamparado 37 pobreza de espíritu 47, desvalido 50, penuria de espíritu 60.
Además, observamos los siguientes enlaces léxicos que permiten ir cohesionando las oraciones del
texto: en la oración 2, línea 1, padre es hirperónimo de hija en la oración anterior; del mismo modo
que madre, de la línea 3, también es hiperónima con respecto a hija e cohipónima con respecto
a padre.
Algunos mecanismos lingüísticos que unen las partes en las que hemos dividido el texto son los
siguientes. La primera parte y la segunda mediante el posesivo su, enlace anafórico, que se refiere a
Ángela Vicario. La segunda parte se une a la tercera mediante enlaces anafóricos: ellas 10, se refiere
a las hermanas mencionadas en 13. En la 11 encontramos elipsis, al suprimirse el sujeto: (ellas, las
dos hermanas) sabían.
La tercera parte con la cuarte mediante enlaces léxicos al repetirse nombres de personas ya
mencionados: Ángela Vicario, mi madre 23.
[1] Alteración transitoria de la conciencia, próxima a la confusión mental, que sucede en estados patológicos como
intoxicaciones, traumatismos craneales, epilepsia, histeria, sonambulismo, entre otros.
[1] Alteración transitoria de la conciencia, próxima a la confusión mental, que sucede en estados patológicos como
intoxicaciones, traumatismos craneales, epilepsia, histeria, sonambulismo, entre otros.
[1] Alteración transitoria de la conciencia, próxima a la confusión mental, que sucede en estados patológicos como
intoxicaciones, traumatismos craneales, epilepsia, histeria, sonambulismo, entre otros.
en 4/18/2018
Etiquetas: 2º BACHILLERATO COMENTARIOS DE LITERATURA
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