[email protected] www.intagri.com.mx [email protected] www.intagri.com.mx Guía práctica sobre producción de plántulas Introducción La producción exitosa del cultivo en invernadero, se basa en iniciar con una plántula vigorosa, y libre de plagas y enfermedades. Introducir una enfermedad o una plaga desde el inicio al cultivo es iniciar una batalla perdida. Una plántula vigorosa incluye, un tallo fuerte y una raíz bien desarrollada. La producción de plántula ha pasado del antiguo y riesgoso sistema de almácigos en suelo, a las modernas instalaciones de semilleros, que han permitido un mayor control del clima, riego, nutrición y sanidad. Por otro lado, la plántula se produce en condiciones de mayor homogeneidad, en menor tiempo, tiene una mejor adaptación al inicio del ciclo de producción y un arranque más rápido. El producir plántula de calidad, facilita el manejo del cultivo y permite una mayor precocidad, lo que se traduce en mayores rendimientos y beneficios económicos para el agricultor. En el proceso de producción en invernadero, el agricultor invierte una suma elevada de dinero en instalaciones y operación y debe garantizar la recuperación de la inversión en el más corto plazo. A continuación se presentan los aspectos más relevantes del proceso de producción de plántula. 1. Limpieza de las instalaciones Antes de iniciar la siembra de la plántula, se debe de llevar a cabo una adecuada limpieza y desinfección del vivero, así como de las herramientas que se utiliza con el fin minimizar los riesgos de contaminación por patógenos. La eliminación de toda maleza es una acción obligada del proceso de limpieza. Para la desinfección se pueden usar sales cuaternarias de amonio, hipoclorito de Sodio, monopersulfato potásico. Se recomienda la aspersión por todo el vivero. En cuanto a la desinfección de las charolas, primeramente hay que hacer una limpieza de todos sus residuos de sustrato y restos de planta, para iniciar un tratamiento de desinfección profundo, que solo se consigue mediante el tratamiento hidrotérmico. 2. Elección del tipo de charola Las charolas están fabricadas en materiales sintéticos como son el polipropileno y el poliestireno inflado, mejor conocido como unicel. Las principales desventajas del poliestireno son la menor durabilidad, la dificultad de llevar a cabo una desinfección adecuada y una mayor dificultad para extraer la plántula y su principal ventaja es el bajo costo de adquisición, en comparación con las de plástico. El tipo de charola a elegir dependerá de la planta a sembrar y del tamaño de planta a obtener. Las charolas más comunes tienen 128 y 200 cavidades con unas dimensiones de 66x33 cm, ocupando 17 y 11 cm2 por planta respectivamente. Por otro lado se encuentran las de 24, 38, 50, y 72 cavidades con unas dimensiones de 25x53 cm, ocupando 20, 29, 38 y 60 cm2 por planta [email protected] www.intagri.com.mx respectivamente. Estas últimas charolas presentan: 98, 88, 55 y 40 ml por cavidad respectivamente. Esto implica que a menor número de plantas por charola, el tiempo que se puede conservar la plántula en la charola es mayor y por ende se obtiene una planta más grande, que requiere menos tiempo para llegar a producción en el invernadero. Esta planta resulta de mayor costo, pero a la larga es más rentable que la planta pequeña. Los distintos tamaños de celda requieren de algunos ajustes en el manejo, así por ejemplo, mientras más pequeña es la celda, ocurren mayores fluctuaciones en los niveles de humedad, nutrientes, oxígeno, pH y salinidad. Las celdas, entre más profundas muestran mejor drenaje, permitiendo una mejor evacuación de las sales y mayor aireación en el medio de cultivo, lo que permite obtener una planta más sana y con mejor vigor. 3. Uso de pro bióticos Recientemente se han desarrollado tratamientos basados en el uso de microorganismos benéficos, tales como Bacilus subtilis, tricodermas y micorrizas, que le confieren a la planta cierta protección contra hongos fitopatógenos que pueden ocurrir en el sustrato o en el suelo. Esto tiene la gran ventaja de reducir los costos de manejo fitosanitario y de evitar los riesgos de sobrepasar los límites de residuos de pesticidas en caso de ataques severos de enfermedades, cuando la planta está en producción. Estos productos se suelen aplicar tanto a la semilla como al sustrato, para que los microorganismos benéficos que contienen, ocupen el vacio biológico que hay en el sustrato y el suelo, reduciendo la proliferación de hongos patógenos que pueden atacar al cultivo. 4. Elección del sustrato y acondicionamiento. La elección de sustrato se realiza con base en sus propiedades físicas, químicas, biológicas y costos de adquisición. Las propiedades físicas se refieren a la proporción del diámetro de las partículas que constituyen el sustrato, debido a que la mayoría de los sustratos están constituidos por partículas de diferente tamaño, un ejemplo seria materiales de textura gruesa, con tamaño de partículas superiores a 1 mm retienen cantidades reducidas de agua y presentan alta aireación. Por el contrario, los materiales finos, con partículas inferiores a 0.5 mm retienen grandes cantidades, la cual es difícilmente disponible para la planta y por consecuencia están mal aireados. En cuanto a lo antes mencionado es recomendable que el sustrato tenga una mezcla de partículas que van de 0.2 a 2 mm de diámetro ya que en este rango se retiene suficiente agua fácilmente disponible y presentan una adecuada aireación. En el caso de perlita el límite superior llega hasta los 4 mm y en el caso de fibra de coco apenas por encima de 2 mm. La experiencia ha demostrado que la fracción de 0.5 a 1 mm de diámetro, independientemente del sustrato que se trate, es la que contiene la mejor combinación de aireación y agua de alta disponibilidad. Entre los sustratos más [email protected] www.intagri.com.mx usados se encuentra la arena, perlita, lana de roca, turbas, fibra de coco y tezontle. Para su desinfección se puede hacer por medio de calor manteniéndolo tapado hasta alcanzar una temperatura de 85° C. durante 30 minutos, o por medio químico aplicándole productos que contengan el ingrediente activo Dazomet en dosis de 30 a 40 gr por m2, el procedimiento es humedecer el sustrato, incorporar el producto entre 20 y 40 cm de profundidad, regar, tapar. A los 8 días, destapar, remover y regar y sembrar a los 20 días para evitarle un daño a la planta 5. Proceso de llenado de charolas, siembra y tapado Se puede utilizar turba o fibra de coco, los cuales se humedecen con una solución de Thiodicarb-Semevín (0.5 ml/L) y Propamocarb (0.5 ml/L), como tratamiento preventivo para plagas y enfermedades del suelo. De esta forma queda listo el sustrato para llenar las charolas, estas pueden ser de 128 cavidades que son las más recomendables para no limitar el desarrollo de la planta. Posteriormente se llenan con el sustrato de forma tal que no quede hueca la cavidad y se dejan listas para la siembra la cual se va a llevar a cabo en el área de punzonado del sustrato donde se realizan los orificios para colocar la semilla, se debe cuidar mucho la profundidad del orificio ya que una siembra demasiado superficial dificultará el enraizamiento y hará que la planta no se mantenga erecta. Por otro lado, una siembra demasiado profunda será un obstáculo para la germinación, con bajas en el porcentaje de germinación y en la uniformidad de la misma, la profundidad ideal es que el orificio sea el doble del tamaño de la semilla. El tapado se efectúa vertiendo una capa de vermiculita sobre la charola con el fin de mantener una humedad y aireación adecuadas para la germinación de la semilla. Las charolas sembradas se introducen en una cámara de germinación que controla la temperatura, humedad y la intensidad de la luz, lo cual creara el ambiente ideal para la germinación de la semilla. Manejo de plántula en el semillero El clima es la principal herramienta de defensa contra plagas y enfermedades, así como para proporcionar el medio adecuado de desarrollo y crecimiento. Hay muchos aspectos a considerar entre los que destacan que la planta no debe de permanecer mojada durante la noche por el riesgo a enfermedades, la temperatura optima para la mayoría de las plantas se sitúa entre 20-25 ºC., como norma general se ventilara a los 25º C, la humedad relativa ideal es de 50-80%. El riego se debe realizar siempre a primera hora de la mañana o ultima de la tarde, este de hace por medio de carros de riego es lo más recomendable. Consigue la uniformidad en la distribución haciendo que una franja transversal de boquillas de abanico con un caudal y presión determinados, avance lentamente varias veces a lo largo de toda la masa de bandejas. Con este tipo de riego debe asegurarse que el solapado de boquillas sea uniforme en todas ellas, pues un [email protected] www.intagri.com.mx mal solapado provoca franjas de planta con síntomas de exceso o carencia de riego y sus consecuencias derivadas. 6. Manejo fitosanitario Este manejo se inicia desde la desinfección del vivero antes de la siembra y de un buen control de temperatura y humedad para no tener las condiciones adecuadas para el desarrollo de plagas y enfermedades así como la desinfección de charolas y sustrato, una vez sembrado se inicia con el control preventivo que sería la aplicación de Fitotripen (Trichoderma) 2 gr/L de agua y Botrycid (Burkholderia cepacia) 2 cc/L de agua, se mezclan y se aplican 3 Lt. /m2 para la prevención de Damping off y Vercani (Basillus turingiensis), 2 gr/L de agua, para el control de lepidópteros, posteriormente se vuelve hacer la misma aplicación vía foliar pero la dosis se reduce a la mitad. Como último paso la planta de tomate debe salir del vivero con la aplicación de un fungicida biológico Fitotripen (Trichoderma) 2 gr/L de agua al sustrato y un insecticida sistémico como el Confidor o Actara (Imidacloprit) en dosis de 1 cm3/L de agua para que la protejan de una infección de virus. Esta aplicación es indispensable hacerla por lo menos 4 días antes del trasplante para que el producto tenga tiempo de trabajar desde el pilón. 7. Fertilización Generalmente se inicia la fertilización cuando se tiene arriba del 90% de emergencia y las primeras hojas verdaderas. Se aplica fósforo, potasio, y calcio desde el inicio; magnesio y micronutrientes (Micro Comp-mix), una semana después, se aplica enraizado como el acido indolacetico (AIA), en dos y hasta tres ocasiones para inducir nuevas raíces. El nitrógeno se dosifica muy bajo y se incrementa en la última semana. Las dosis se especifican en gramos o mililitros por litro de agua aplicada. En dosis bajas 0.250.50 g/L, medias 0.50-1.0 g/L y altas 1.0-1.5 g/L. se recomienda que se aplique el fertilizante en una o en dos pasadas de agua y dar una aplicación de pura agua para bajar el fertilizante a la zona radicular y evitar quemaduras de hojas. 8. Plántulas terminadas [email protected] www.intagri.com.mx Para que las plántulas se consideren listas para el trasplante deben de tener una altura de 13-15 cm con cierto equilibrio entre anchura y altura, el tronco debe ser erecto y suficientemente firme, el sistema radicular debe ser potente y con gran cantidad de pelos absorbentes, sin zonas de raíces muertas, los tejidos de hojas y tallos deben tener cierta consistencia, por lo que soportara mejor el trasplante, las zonas de crecimiento apical deben de mostrar crecimiento activo, la cantidad de hojas por planta debe ser razonable, la perdida de varias hojas por planta indica la existencia de problemas hídricos o nutricionales que pueden contraer consecuencias negativas. Como último paso para poder mandar la planta al invernadero tendremos que pasarla por un proceso de endurecimiento, el cual consiste en poner la planta a estrés mediante reducción de nutrientes, radiación y agua, para forzarla a inducir raíces para una mayor exploración y a reforzar el tallo lo cual nos va permitir que la planta al momento de trasplantarla no resienta mucho el cambio. 9. Traslado de la plántula al invernadero. Se debe de utilizar cajas de plástico limpias, desinfectadas y con buena aireación, cerciorarse que la planta no rebase la altura de la caja, idealmente la caja debe ser un 25 % más alta que la planta. Se sugiere transportar la plántula de preferencia en camiones con clima controlado, la temperatura ideal de transporte es de 13-14 oC. Si no se cuenta con transporte refrigerado, utilizar camión cerrado y viajar de noche, abrir las puertas cada vez que pare algún servicio para evitar la condensación de humedad, si se usa un camión con lona, se deben colocar unos petates húmedos, que no escurran, justo debajo de la lona, esto mantendrá una temperatura ideal. Si no es época de lluvia, cubrir con una maya sombra del 70 al 80% es mejor que la lona, nunca se deben de transportar las plantas al descubierto aún en distancias cortas, ya que el aire las deshidrata severamente. Instituto para la innovación Tecnológica en la Agricultura INTAGRI 2013 [email protected] Tel. 461 616 2084 www.intagri.com.mx