PRODUCTOS Y TECNOLOGÍA Producción de Madera de Calidad de Eucalipto La poda – Conocimientos Fundamentales y Técnicas ✍ Leif Nutto1, Manuel C. Touza Vázquez1, José Luis Delgado2 (1) CIS-Madera, (2) Montes e Proxectos Las nuevas expectativas derivadas de la diversificación de la madera de eucalipto blanco (Eucalyptus globulus), son ya una realidad en productos como perfiles de madera laminada para carpintería y construcción, mobiliario de cocina, puertas de paso, nuevas aplicaciones para la chapa decorativa, tableros contrachapados de altas prestaciones, etc. Este desarrollo de la madera de eucalipto comienza a generar un mercado que requiere madera de calidad para los distintos procesos productivos. Este mercado es todavía incipiente pero, sin duda, se incrementará en el futuro a medida que los consumidores conozcan y aprecien las ventajas de estos productos. Esta demanda de madera de calidad puede suponer una interesante alternativa, complementaria a la producción de madera de trituración, para los pequeños productores de plantaciones de eucalipto en Galicia. Orientar un eucaliptal hacia la producción de madera de sierra y/o chapa requiere alargar el turno de corta y practicar una serie de cuidados como podas tempranas y cortas intermedias de aclareo que reduzcan la competencia entre los árboles. Este artículo resume las principales características de la poda de eucaliptos y su influencia en la selvicultura dirigida a producir madera de calidad. Revista CIS-Madera 35 PRODUCTOS Y TECNOLOGÍA INTRODUCCIÓN Los principales criterios de calidad para valorar la madera en rollo de sierra y chapa decorativa son la presencia de nudos y el diámetro del tronco. Los nudos influyen en las propiedades mecánicas y estéticas del producto final, mientras que diámetros elevados y homogéneos permiten mejorar la productividad de los procesos industriales. Desde el punto de vista económico, el productor de este tipo de madera intentará obtener el diámetro final lo más rápido posible y, al mismo tiempo, producir madera sin nudos. Las ramas portando las hojas como órganos de la fotosíntesis, son el motor del crecimiento del árbol. Así, un eucalipto tendrá un rápido crecimiento diametral cuando disponga de una copa grande con ramas largas y gruesas. Sin embargo estas ramas originarán la presencia de nudos que devaluarán el valor de la madera. La muerte de una rama Al disminuir la productividad (fotosíntesis) de una rama y, con ello, su contribución al crecimiento del árbol, ésta es desconectada del sistema de transporte de nutrientes hacia la parte superior de la copa. A partir de ese momento los tejidos de la rama pasan a depender de su producción propia de asimilados, aunque todavía consumen agua y nutrientes aportados por las raíces. Cuando la tasa de fotosíntesis de las ramas disminuye de forma progresiva (a causa del estrés, de la alta competencia, falta de agua, ataques de organismos xilófagos, etc.), la rama termina muriendo en un proceso que, en condiciones naturales, puede demorarse varios años. La fotografía 2 muestra la evolución de este proceso con el paso del tiempo. A medida que transcurren los años, las fibras de la madera del tronco han sido desviadas alrededor de la rama, para desconectarla del sistema de nutrientes del árbol. Posteriormente, puede apreciarse la existencia de una barrera entre la rama y el tronco principal. Cuando esta barrera es perfecta y la rama mantenía un poco de corteza aparecen los nudos sueltos. Fotos 1: Defectos mecánicos y estéticos causados por los nudos. Lo anterior origina un conflicto entre el objetivo producción y el objetivo calidad. Este problema puede resolverse empleando la poda como instrumento de la selvicultura orientada a producir madera de calidad. PROCESOS NATURALES DE PODA La muerte y pérdida de ramas es un proceso natural durante la vida de los árboles y, dependiendo de cada especie, existen diversos mecanismos de protección desarrollados por los árboles para limitar los daños infringidos durante los procesos de poda natural. Para tener éxito con una poda artificial es importante conocer los factores biológicos de estos mecanismos de protección y, en la medida de lo posible, incorporarlos durante el tratamiento silvícola. 36 Foto 2. Una rama muerta está siendo incluida en la madera del tronco. A medida que transcurren los años, las fibras de la madera del tronco son desviadas alrededor de la rama formando, en este caso, una barrera perfecta que dará origen a un nudo saltadizo. La pudrición y la pérdida de la rama Las ramas debilitadas son susceptibles de ser atacadas por diversos organismos xilófagos. Los hongos, generalmente a través del ataque combinado de varias especies, inician un proceso de descomposición de la madera, hasta que ésta puede llegar a romperse y caer. La velocidad de este proceso depende de factores como las condiciones climáticas, la mayor o Revista CIS-Madera PRODUCTOS Y TECNOLOGÍA menor presencia de sustancias protectoras en la madera, la dimensión de la rama, el tipo de organismos agresores, etc. Por otro lado, cuando una rama muerta pierde la corteza, la madera desprotegida y en contacto directo con los agentes atmosféricos (lluvia, sol, etc.) comienza a sufrir alteraciones dimensionales (hinchazón y merma). Estas alteraciones transmiten cargas mecánicas a la madera que pueden llegar a ocasionar su rotura con el paso del tiempo. Diferentes mecanismos de protección Existen especies forestales que pierden fácilmente las ramas muertas (generalmente las caducifolias). Otras (numerosas coníferas) pueden mantener las ramas muertas durante muchos años, incluyéndolas en la madera del fuste. También existen tipos intermedios, dependiendo de las dimensiones de las ramas, del crecimiento del árbol y del clima. La muerte de una rama conlleva riesgos para el árbol porque las heridas proporcionan una vía de entrada para hongos e insectos xilófagos y las posibles pudriciones de la madera pueden conducir en casos extremos hasta la muerte del árbol. Frente a estos riesgos, el árbol reacciona desarrollando dos estrategias: compartimentación en el tronco y mecanismos de protección en la propia rama. Algunas frondosas tienen la posibilidad de desarrollar un tipo de células en la base de la rama, que permiten la expulsar las ramas muertas, cuando ese lecho de células se deshace mediante un proceso químico. Esta barrera está formada por células vivas por lo que, cuando una rama aumenta su diámetro y comienza a formar un pequeño duramen, se interrumpe la barrera y la rama permanece más tiempo en el tronco. Por este motivo, la poda natural sólo es efectiva hasta un diámetro determinado de la rama. Las ramas muertas de grandes diámetros ofrecen una fácil entrada para organismos xilófagos y aumentan el riesgo de pudrición en la madera del tronco. En este sentido, un trabajo de Wardlaw y Neilson (1999) muestra un aumento significativo de la pudrición con el diámetro después de una poda de Eucalyptus nitens (Gráfico 1a). Otros trabajos sobre eucaliptos encuentran fuertes correlaciones entre el diámetro de la rama y su longitud concluyendo que, a partir de una determinada longitud de rama no compensa realizar su poda, pues el riesgo de pudrición es muy elevado. Esta conclusión debe tenerse en cuenta especialmente en segundas podas. Revista CIS-Madera Gráfico 1a. Riesgo de pudrición con la poda de Eucalyptus nitens en función del diámetro de la rama (Wardlaw y Neilson 1999). Gráfico 1b. Correlación entre la longitud y el diámetro de las ramas de Eucalyptus grandis (Nutto 2002). Algunas especies como el cerezo (Prunus avium), no forman una barrera de células sino que desarrollan una estrategia consistente en “impregnar” la madera de la rama con una goma que contiene substancias antisépticas, impidiendo así el ataque de hongos e insectos. En esta situación la rama no se descompone bien, permaneciendo muchos años en el tronco y siendo incluida en el árbol. El principio de funcionamiento en las coníferas es semejante, con la salvedad de que producen resina en lugar de gomas. Con estas especies es imposible obtener madera limpia de nudos sin realizar una poda. El segundo mecanismo de protección de un arbol es la compartimentación de las heridas en el tronco. Según el modelo CODIT (Compartmentalization of Decay in Trees) existen 4 tipos de barreras para impedir que una herida avance y contamine la madera sana del tronco (Gráfico 2): 37 PRODUCTOS Y TECNOLOGÍA Gráfico 2 . Compartimentos de un árbol según el modelo CODIT (Information Bulletin Number 419, USDA Forest Service). 1) Tras producirse una herida, el árbol responde bloqueando su sistema vascular vertical, tanto por la parte superior como por la inferior al lugar donde ocurre la herida. Los elementos conductores (vasos y traqueidas) se bloquean mediante tylosis, gomas, resinas y otros mecanismos. 2) Las últimas células formadas en un anillo o una zona de crecimiento forman la segunda barrera con sus paredes gruesas y densas. Es una barrera circular excepto en las zonas de paso de los radios leñosos. 3) Los radios leñosos forman la tercera barrera en dirección radial. Son barreras interrumpidas porque varían en longitud, altura y grosor. 4) Finalmente el cambium comienza a formar paredes de protección después de una herida. Son barreras anatómicas y químicas que protegen el tejido sano del herido. Las cuatro barreras descritas presentan distintos niveles de eficacia. La primera barrera es la más frágil, lo que justifica que la mayor parte de las pudriciones se extiendan más en la dirección longitudinal dentro del árbol (gráfico 3a). Una vez que los tejidos de la madera son atacados y/o destruidos por organismos xilófagos, el árbol no tiene capacidad de sustituirlos y la única manera de protegerse es formar barreras anatómicas y reforzarlas con substancias químicas, que limiten la extensión de la pudrición en el interior. Considerando las características anatómicas y los mecanismos de protección de las distintas especies forestales al realizar una poda artificial es posible aumentar significativamente el volumen de madera limpia de nudos y con ello revalorizar el producto final. 38 ÉPOCA DE PODA La decisión sobre la conveniencia de realizar una poda requiere considerar varios factores. Existen especies que, con una selvicultura adecuada, no precisan de podas artificiales, porque sus procesos de poda natural pueden ser suficientes para alcanzar las metas de producción. Generalmente las frondosas tienen una buena poda natural cuando existe una elevada competencia desde temprana edad. Para ello se necesitan más plantas por hectárea al principio, hasta que la base de la copa viva alcanza la altura deseada. Sin embargo, la elevada competencia en la fase inicial, limita el crecimiento diametral, prolongando el ciclo de la rotación. Sin embargo, considerando la enorme importancia que adquiere el factor “tiempo” en la gestión forestal, si se desea obtener diámetros de 40 a 50 cm en 20 o 30 años, una poda natural generalmente no es viable para destinos como aserrado o chapa. Para plantear la decisión de realizar una poda es preciso considerar varios componentes de tipo económico: ¿Existe un mercado para madera de calidad? ¿Las ganancias compensan las inversiones en equipos y costes de mano de obra? ¿Existe disponibilidad de equipos y mano de obra adecuadas? Si estas preguntas pueden responderse afirmativamente, será necesario plantearse: ¿Cuándo realizar la primera poda? ¿En qué estado de desarrollo de los árboles? ¿Cuál es la mejor altura para realizar la primera poda? Gráficos 3a y 3b. Avance de la pudrición en dirección longitudinal después de una herida (3a). A la derecha el núcleo nudoso de un arbol despúes de una poda natural. Zonas con protección química (rojas) y madera infectada con hongos o bacterias. (Information Bulletin Number 419, USDA Forest Service). Revista CIS-Madera PRODUCTOS Y TECNOLOGÍA Gráfico 4. Influencia del tipo de poda en el área central de nudos. A la izquierda realización de una poda artificial y a la derecha dos ejemplos de buena (árboles con una elevada densidad de plantación inicial) y mala (árboles espaciados) poda natural. ¿Compensa una segunda poda? ¿Hasta qué altura? ¿Cuántos árboles por hectárea deben ser podados? Además, algunas preguntas sobre la biología del árbol son de gran importancia: ¿Existen periodos del año donde el riesgo de pudrición es menor? ¿Qué técnicas y herramientas son adecuadas? ¿Es mejor podar ramas vivas o muertas? ¿Las heridas causadas por la poda tienen tratamiento? ¿Cuál es el diámetro máximo de las ramas para tener éxito en la poda? Todos los factores anteriores deben responderse antes de tomar la decisión de realizar una poda. El gráfico 4 muestra la diferencia en la dimensión del núcleo nudoso (“knotty core”) entre una poda artificial y una poda natural. En el caso de la poda artificial la presencia de nudos se limita al área central de la troza donde está la madera juvenil de baja densidad y que no puede emplearse para productos de elevado valor. Por el contrario, aún existiendo una buena poda natural, sólo el disponer de un gran diámetro garantizará la producción de madera limpia de nudos. PARTICULARIDADES DEL GÉNERO Eucalyptus Numerosas especies comerciales del género Eucalyptus presentan una mala poda natural. Por ello, si no se realiza una poda artificial, será necesario disponer de grandes diámetros (próximos a los 60-70 cm) para poder producir madera limpia de nudos. Si los eucaliptos crecen disponiendo de espacio vital para poder obtener diámetros gruesos en ciclos cortos, desarrollan una copa grande con ramas gruesas que permanecen durante mucho tiempo en el árbol (Foto 3). Cuando no se ha podado, el núcleo nudoso es de 40 cm o más, impidiendo su utilización como madera de alto valor. Además, las ramas de eucaliptos no se desprenden completamente, sino que se quiebran en las proximidades del tronco, dejando un pequeño tocón en la base de la rama, que va siendo progresivamente aislado para impedir la entrada de hongos y bacterias (Fotos 4a-c). Este proceso natural conlleva importantes implicaciones en lo que respecta a la poda artificial de los eucaliptos. Generalmente los tocones de las ramas no son expulsados por el árbol, sino que son envueltos por la corteza y absorbidos durante el posterior crecimiento diametral del árbol. Este proceso provoca un desvío Foto 3: Eucalyptus globulus de 12 años de edad y 30 cm de diámetro normal. Revista CIS-Madera 39 PRODUCTOS Y TECNOLOGÍA de las fibras por la madera de reacción del tronco y, con frecuencia, se producen heridas en el tejido del cambium que induce a la formación de bolsas de una sustancia gomosa (kino) como mecanismo defensivo por parte del árbol. Los dos procesos influyen negativamente en las propiedades físicas, mecánicas y estéticas de la madera. Pero lo más importante es que este proceso también ocurre cuando son podadas artificialmente ramas muertas. Los tocones de este tipo de ramas producen los mismos daños en la madera la poda natural. Por estos motivos, cuando el objetivo es producir madera de eucaliptos de alta calidad, sólo es recomendable realizar una poda de ramas vivas. Ambos procesos se representan en el Gráfico 5. A la izquierda (A) una rama muerta es cortada, abandonando un pequeño tocón que es rodeado por la corteza y empujado progresivamente hacia fuera con el crecimiento diametral del árbol. El resultado es la existencia de una oquedad que, a menudo, se llena de una sustancia gomosa denominada kino y la formación de madera de reacción alrededor de la rama. A la derecha (B) se muestra la poda de una rama viva. La herida cicatriza rápidamente y se forma madera sana. Este proceso aún tarda algún tiempo hasta que el árbol continúa creciendo con madera normal. TÉCNICAS Y ÉPOCA DE PODA A la hora de realizar una buena poda, seleccionar la técnica de corte adecuada para cada especie y tipo de rama es tan importante como conocer los aspectos biológicos de los mecanismo de protección de los árboles. En algunas especies la madera del tronco forma un cuello alrededor de las ramas (rodete de cicatrización) que no siempre es fácilmente visible (Foto 5). Este rodete contiene el tejido del cambium que es el responsable de la cicatrización de la herida hecha con el corte por lo que, para realizar la poda con éxito es muy importante que, el corte de la rama viva sea realizado en su base. Si el corte penetra en la madera del tronco hiriendo este lecho de células la cicatrización se detiene y casi siempre provoca pudrición. Foto 4a. Tocón de una rama muerta. Foto 4b. El tocón de una rama muerta es aislado de la madera del tronco y muchas veces puede ser retirado con facilidad del tronco. La base del tocón está engrosada. Foto 4c. Orificio en la madera del tronco tras la retirada del tocón. Internamente la compartimentalización ya está terminada. 40 Revista CIS-Madera PRODUCTOS Y TECNOLOGÍA A B madera de reacción en la zona del corte y, a menudo, se rompe la cera abriendo una vía de entrada para agentes xilófagos. Por otro lado, debajo de la cera existe un microclima muy favorable a las condiciones Gráfico 5. Reacción después de una poda de una rama muerta (A) y una rama viva (B) (Stackpole 2001a). La fotografía 6a muestra una buena cicatrización tras la poda de una rama viva. Por el contrario, la poda de una rama muerta provocó la aparición de una oquedad rellena de kino (Foto 8). Otro factor a considerar es la época del año en que se recomienda realizar la poda y, en este sentido, existen numerosos trabajos con conclusiones contradictorias. Las recomendaciones clásicas concluían que el invierno era la época más propicia debido a la reducción de la actividad de hongos y bacterias y, con ello, del riesgo de una infección de la herida. Sin embargo, investigaciones recientes recomiendan realizar la poda en la primavera, una vez superados los riesgos de heladas tardías y, cuando la actividad del cambium es más elevada y los árboles tienen por delante un período de vegetación completo para cicatrizar las heridas. También se argumenta que, durante el invierno, la madera desprotegida queda expuesta a unas condiciones más severas propiciando la entrada de agentes xilófagos. Otras recomendaciones como tapar las heridas con substancias protectoras a base de ceras, son procesos caros que no han conducido a buenos resultados. El árbol continúa creciendo y formando Foto 5: Rodete de cicatrización en la base de la rama. En los eucaliptos esta zona no siempre es bien visible Revista CIS-Madera Gráfico 6. Técnicas de corte equivocadas (A, B y C) y correcta (D). En la figura A el corte se aleja del rodete de cicatrización y en la figura B lo elimina, en la figura C el corte provoca el desgarro de la rama (Stackpole 2001b). Foto 6a. Excelente cicatrización tras la poda de una rama viva. Foto 6b. Peligro de pudrición después del corte de una rama gruesa. 41 PRODUCTOS Y TECNOLOGÍA de vida de microorganismos, con una humedad y temperatura constante. EDAD Y ALTURA DE LA PODA La edad de la primera poda artificial debe orientarse en función de la desrama natural. Cuando las primeras ramas comienzan a morir es el momento de iniciar una primera poda, ya que el corte de ramas muertas no es recomendable, tal como se ha demostrado. Con el gran potencial de crecimiento del eucalipto esta primera poda puede realizarse a edades muy tempranas, sobre todo en sitios con buen abastecimiento de agua y nutrientes. La altura de la primera poda no debería ser mayor de 6m. Está limitada por la altura de los árboles, porque a esta edad no tienen mas de 10 o 12m. Además, las herramientas disponibles no permiten realizar podas a dichas alturas sin subir a los árboles con escalera. Otro factor que debe ser considerado es el destino de la madera una vez podada. Si las longitudes de los trozas son de 2,5 m, es recomendable una primera desrama hasta 5,5 m. Una segunda poda hasta alturas superiores es menos justificable ya que los costes aumentan de forma exponencial, dado que la productividad disminuye al emplear una escalera. Además hay que considerar que el árbol pierde diámetro con la altura a causa de la conicidad y, en función del diámetro objetivo, una segunda poda hasta alturas superiores a las dos primeras trozas puede no compensar dado que el porcentaje de madera sin nudos es insuficiente para producir madera de calidad (Gráfico 4). EQUIPO Para realizar la poda de ramas pueden emplearse sierras o tijeras. Los resultados de proyectos de investigación realizados en Australia concluyen que los cortes realizados con tijeras son mejores y la eficiencia del proceso aumenta. Por otro lado, el uso de tijeras limita el riesgo de desgarros en las ramas de diámetros medios, al evitar realizar un primer corte por la parte inferior. Los principales inconvenientes de las tijeras son la dificultad de emplear prolongaciones para tra- Foto 7. Buena cicatrización tras la poda de una rama viva (Wardlaw y Neilson, 1999). Foto 9: Eucalipto (E.grandis) plantado a 3 x 3 m. Con este espaciamento la poda natural es mala. Foto 8. Formación de bolsa de kino tras la poda de una rama muerta (Wardlaw y Neilson, 1999). Foto 10: Poda de los árboles de la Foto 9 hasta 6 m de altura. Al fondo árboles de la misma edad sin poda. 42 Revista CIS-Madera PRODUCTOS Y TECNOLOGÍA Formación de Kino en la Madera de Eucalipto El «kino», «eucalyptus gum» o «red gum» es una sustancia producida por muchas especies del género Eucalyptus como mecanismo de defensa frente a las heridas provocadas por ataques de insectos, hongos xilófagos, incendios forestales, etc. Se trata de una sustancia gomosa, de color marrón-rojizo, con propiedades antisépticas y antioxidantes. Su composición química es compleja y agrupa un variado rango de elementos entre los que destacan los componentes polifenólicos. Aparece tanto en la madera como en la corteza, en forma de vetas y/o bolsas. Algunas especies como Eucalyptus camaldulensis o Eucalyptus citriodora son conocidas por sus abundantes segregaciones de kino. Desde el siglo diecinueve, las propiedades del kino han generado el interés de la industria farmacéutica (como fuente de colorantes inicialmente y de principios activos para medicamentos en la actualidad) y la de curtientes (como fuente de taninos). Desde el punto de vista de la industria de la madera, la presencia de kino es indeseable porque influye negativamente en las propiedades de la madera y, sobre todo, porque devalúa estéticamente la madera aserrada y la chapa decorativa. En el caso de las plantaciones de Eucalyptus globulus presentes en Galicia el problema de la segregación de kino es, aparentemente, menos grave que el que se reporta en Australia y este hecho se repite con otras especies de Eucalyptus plantadas fuera de Australia. Sobre este fenómeno sólo existen especulaciones, aunque se han señalado factores como las posibles diferencias genéticas entre las procedencias de los bosques nativos australianos y las existentes en las plantaciones de otros lugares así como la existencia de un menor número de organismos patógenos adaptados al eucalipto en España que puedan estimular la producción de kino. Uno de los factores más importantes para que tenga lugar la segregación de kino en la madera de eucalipto está relacionado con la poda natural o con una deficiente poda artificial. En este caso, la presencia de una rama muerta o la poda inadecuada de una rama viva conllevan la segregación de kino por parte del árbol como mecanismo de defensa para limitar la posible entrada de hongos xilófagos a través de la herida. Este hecho, refuerza la importancia de realizar podas en ramas vivas de Eucalyptus globulus si se desea obtener madera de calidad. Formación de de kino en madera de Eucalyptus globulus. A la izquierda anillos de kino en una troza de madera destinada a la industria de la chapa. A la derecha formación de una bolsa de kino asociada a la presencia de una rama muerta. Revista CIS-Madera 43 PRODUCTOS Y TECNOLOGÍA HERRAMIENTAS DE PODA Serrucho de poda en altura. Diente pequeño y con poco peso para cortes más limpios. Longitud de la hoja: 50 cm. Peso: 1 kg Tijera de poda telescópica de transmisión mecánica. Corta hasta 32 mm. de diámetro Serrucho de poda en altura. Dientes agrupados de 4,5 mm de alto, con limpiador de serrín. Longitud: 40 cm. Tijera de poda manual ajustable. Corte hasta 45 mm. de diámetro. Peso 1,5 kg. Longitud 72 cm. Serrucho de poda. Paso de diente de 4mm. Longitud: 33 cm. Peso: 280 gr. Fuente: Serrucho de poda. Dientes endurecidos. Dos zonas de corte (grueso y fino). Peso 210 gr. Longitud: 27 cm. Catálogos comerciales de GRUBE KG FORSTGERÄTESTELLE Pértiga telescópica de fibra de vidrio. Longitud máxima entre 3-6 m. Peso 2 kg (longitud máxima de 5 m.). Mango acoplable para trabajo de poda con serruchos Escalera estándar con apoyo de seguridad 44 Escalera de poda de aluminio de eje central. Disponible en versión telescópica y hasta 4 m. Revista CIS-Madera PRODUCTOS Y TECNOLOGÍA bajar en alturas elevadas y que el diámetro de ramas que pueden cortar es menor, normalmente hasta 5 cm. Por otro lado, las sierras son la herramienta más empleada para realizar podas y existen excelentes productos para este fin. Las personas que realicen la poda deben haber realizado un buen entrenamiento, conociendo tanto los mecanismos biológicos de la poda natural para que el corte sea exacto, como las reglas de seguridad cuando se realiza una desrama a más de 6 m con escalera. RECOMENDACIONES FINALES En el supuesto de una plantación de eucalipto con un marco de 3x3m (1.111 plantas/ha) con buena calidad de sitio, orientada hacia la producción de madera de sierra en la corta final, debe considerarse que sólo unos 200 árboles/ha llegarán al final del turno para alcanzar un diámetro normal superior a 40 cm, pues los demás habrán sido cortados en sucesivas cortas de aclareo y destinados a madera para trituración. Por este motivo, la primera poda debe realizarse exclusivamente sobre estos 200 pies/ha, que serán los árboles más altos, de tronco más recto y sin defectos. La selección se realizará de forma que los árboles seleccionados queden a unos 7 m de distancia entre sí. La altura de poda recomendada será de 6 m, para conseguir aprovechar dos trozas (2,5 m) de madera libre de nudos. Para conseguir esta altura de poda, los árboles deben tener unos 10 o 12 m de altura total, lo que puede ocurrir entre los cuatro y seis años de edad según la calidad de estación. En cualquier caso, la edad de la primera poda será en cuanto las ramas de los árboles seleccionados comiencen a secar y tengan un diámetro inferior a 3 cm. La mejor herramienta son las tijeras y la mejor época a principios de primavera. Si el eucalipto ya estuviera podado a dos o tres metros de altura, se cortarían los tocones que hubiesen quedado y se subiría la poda hasta los seis metros en el momento oportuno. Una poda por encima de seis metros debe ser cuestionada. BIBLIOGRAFÍA BERMÚDEZ ALVITE,J., TOUZA VÁZQUEZ,M.C., y SANZ INFANTE.F. 2002. El manual de la madera de eucalipto blanco. Fundación para o Fomento da Calidade Industrial e Desenvolvimento Tecnolóxico da Galicia, San Cibrao das Viñas, Ourense, Spain. B IRD ,P.R., J OWETT ,D.W., K ELLAS ,J.D., y KEARNEY,G.A. 1996. Farm Forestry clearwood Revista CIS-Madera production: A manual for South East Australia. NRE Hamilton, Victoria. BREDENKAMP,B.V., MALAN,F.S. y CONRADI,W.E. 1980. 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