Subido por sabichas

deicticos castelan

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LENGUA
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Gramática de buen humor
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Gramática
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La comunicación
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Dialectología
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Fonética y Fonología
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Ortografía
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La entonación y la óptica tercera
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Semántica
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Las categorías morfológicas
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Las categorías morfológicas
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El verbo
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El sustantivo y el artículo
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El adjetivo y el grado
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Los cuantificadores: numerales e indefinidos
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Los alusivos: interrogativos, exclamativos y relativos
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Los deícticos: personales, posesivos, demostrativos y
adverbios
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La Morfosintaxis
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Los sintagmas huecos
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Los sintagmas no verbales: Cdet, Apos y CdelAdj
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Sintagmas verbales y óptica segunda
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Sintagmas verbales y óptica segunda
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El "problema" del sujeto
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El "problema" del sujeto
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El sujeto “presente” (Suj)
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El sujeto “ausente” [( )]
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El sujeto “ilógico” [(se) y CAg]
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La zona oracional de los “directos”: CD y CI
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El suplemento (Supl)
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El complemento circunstancial (CC)
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El atributo (Atribo)
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El atributivo (Atrivo)
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Las categorías "sintácticas": preposición y conjunción
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Tipología oracional: La óptica primera
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Las interjectivas
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Las yuxtapuestas
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Las coordinadas
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Las coordinadas
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Copulativas
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Disyuntivas
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Adversativas
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Explicativas
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Distributivas
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Ilativas
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Las subordinadas
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Las subordinadas
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Comparativas
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Consecutivas
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Condicionales
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Concesivas
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Causales
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Finales
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Las adjetivas
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Método de Análisis Sintáctico
(Sintaxis Juampedrina)
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Preámbulo
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Introducción
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Análisis
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Oración Compuesta y Compleja
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Ejemplos 21 al 74
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Ejercicios
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Ejercicios de urgencia para la ESO
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Ejercicios de la “Gramática gráfica al juampedrino modo”
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Diccionario Juampedrino
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LITERATURA
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El paripé o Los desertor@s de la tiza
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El miedo comparado con el susto
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GRAMÁTICA
Los deícticos:
personales, posesivos,
demostrativos y adverbios
Los deícticos
El concepto de deixis es particularmente útil para la agrupación de ciertas categorías
morfológicas tradicionalmente separadas y lejanas en su apreciación, pero íntimamente
relacionadas desde esta óptica. La deixis consiste en la peculiar forma que tiene la
lengua de captar y denominar aquello que se halla ante nuestros ojos (o, mejor, ante
nuestra percepción física, sensorial o intelectual): dado que un mismo hecho (la caída de
una viejecita en una esquina, por ejemplo) puede ser percibido por las tres personas
gramaticales (yo, tú, él), desde tres lugares distintos (desde aquí, ahí,
allí, respectivamente), en tres momentos diferentes (ahora, antes, después) y con
múltiples apreciaciones semánticas (que si venía de una tienda o si iba hacia otro sitio;
que si se trataba de tu madre o de mi suegra; etc.) el cúmulo de posibles variantes
lingüísticas que podrían producirse si un hablante pretendiera referir el hecho puede ser
realmente abrumador. Si ese hablante es el hijo de la viejecita y se encuentra en la
misma esquina dirá que el suceso ha tenido lugar aquí, en estaesquina en la que me
encuentro yo ahora junto a mi madre caída, que venía de aquella tienda; si ese hablante
es su nuera y se ha quedado en la tienda, dirá media hora después que el suceso había
tenido lugar allí, en aquella esquina en la que se encontraba él antes junto a mi
suegra caída, que iba desde esta tienda a otro sitio; y así sucesivamente podría ir
interviniendo cada hablante interesado en dar su versión sin que ninguna de ellas
coincidiera en las formas que hemos señalado en cursiva. Consiste, pues, la deixis, en
una especial forma de captación de la realidad y, en consecuencia, en un modo muy
peculiar de expresión de lo captado, para el que la lengua dispone de siete categorías
morfológicas específicas: los personales, reflexivos y recíprocos,
los posesivos, los demostrativos, los adverbios(básicamente los de lugar y los de
tiempo) y el verbo, amén de otros recursos léxicos referidos principalmente al
sustantivo, como veremos a continuación. Para ejemplificar de otro modo lo que
venimos diciendo, podemos servirnos de una especie de edificio de tres plantas, con una
escalera que las uniese por el extremo frontal: a la planta intermedia subiría una
persona ahora, procedente de la planta baja, en la que se encontraba antes, y con idea de
subir después a la de arriba; supongamos a continuación que esa persona que está ahora
en la segunda planta soy yo, que me encuentro en este lugar de aquí junto a lo mío; a mi
derecha te encuentras tú, en ese lugar de ahí, junto a lo tuyo; en aquel otro lugar de mi
izquierda se encuentra él, allí precisamente, junto a lo suyo.
Enfocadas así las cosas, cada una de las percepciones distintas señaladas arriba da lugar
a un tipo especial de deixis, por lo que podría hablarse de los siguientes fenómenos
deícticos:
Deixis personal
La deixis personal consiste en un trío de personas tomadas en singular o plural: es el
caso de los personales, reflexivos y recíprocos, y de los posesivos, pues todos indican la
existencia de un yo, que me veo en posesión de lo mío; de un tú, que te ves en posesión
de lo tuyo y de un él, que se ve en posesión de lo suyo. A los mencionados han de ser
añadidos los restantes elementos de cada paradigma: yo, me, mí, conmigo, nosotros,
nosotras; tú,...; mi, mío, mía, míos, mías, nuestro, nuestra, nuestros, nuestras, lo mío, lo
nuestro; tu...
Deixis espacial
La deixis espacial consiste en un trío de lugares íntimamente relacionados con el trío
personal: es el caso de losdemostrativos y los adverbios de lugar, pues todos indican la
existencia de este lugar, precisamente aquí; de ese lugar, precisamente ahí y
de aquel lugar, precisamente allí. A los mencionados, han de ser añadidos los restantes
elementos de cada paradigma: este, esta, esto, estos, estas; ese,...; aquí, acá; ahí...;
arriba, abajo; encima, debajo;...
Deixis temporal
La deixis temporal consiste en un trío de momentos temporales relacionados con el
presente, pasado y futuro: el antes, ahora, después; el ayer, hoy, mañana;... Es el caso,
pues, de los adverbios de tiempo.
Deixis "verbal"
Podríamos hablar también de deixis "verbal" en el sentido de que el verbo, por su
especial significación personal y temporal, tendría plena carta de naturaleza en su
consideración como otra deixis más, y se diferenciaría de las anteriores en que
amalgama en cada una de sus formas a dos deixis a la vez (como = 1ª persona +
presente; comisteis = 2ª persona + pasado; etc.). Si el verbo conllevase también la idea
de deixis espacial sería, qué duda cabe, el auténtico aglutinante de toda la deixis
castellana.
Deixis "léxica"
También podría hablarse de deixis "léxica" cuando se trate de vocablos relacionados
mediante algún tipo de antonimia o se refieran al parentesco o circunstancias similares:
así, mi madre es tal para un cónyuge, pero para el otro es mi suegra; ir es caminar hacia
allá para el que camina, pero es venir para quien espera la llegada del que
camina; toma es lo que dice el que entrega algo, pero el que lo recibe dice trae; etc
Estilos directo e indirecto
Uno de los fenómenos más curiosos que presenta la deixis es el referido a los estilos
directo e indirecto. Si imaginamos el caso de un jefe que regaña a un empleado por el
estado de la oficina, ese empleado puede contar el regaño a un compañero a la mañana
siguiente diciéndole: El jefe me dijo ayer: "Mañana irá a vuestra oficina la limpiadora
y yo mismo le ayudaré a barrer la porquería que tenéis en aquel rincón", repitiendo
exacta y literalmente, en estilo directo, todas las palabras pronunciadas por el jefe. Pero
también podía haber dicho a su compañero las mismas palabras del siguiente modo: El
jefe me dijo ayer que hoy vendría a nuestra oficina la limpiadora y que él mismo le
ayudaría a barrer la porquería que tenemos en este rincón. Si se comparan ambos
mensajes, se apreciará que todas las deixis empleadas en el primero han sido sustituidas
por otras de su mismo tipo en el segundo, según un modo especial de conversión del
estilo directo en otro denominado estilo indirecto. No se agotan aquí las posibilidades
de repetición de un mensaje emitido por otro interlocutor; también podía haber
comentado el empleado a su compañero: El jefe estaba ayer enfadado y lo dijo muy
claro: iba a venir hoy la limpiadora a la oficina y él mismo iba a barrer la suciedad
que hay en el rincón, en una especie de estilo indirecto libre. Son, pues, tres los modos
de repetición en castellano de palabras textuales:
El estilo directo

El estilo directo consiste en la repetición exacta y literal de lo emitido por un
interlocutor. Se realiza colocando tras un verbo de lengua (como decir, pensar,
recitar, cantar, preguntar,...) las palabras textuales emitidas. En la escritura, han
de ser estas incluidas entre comillas tras los dos puntos, como en el ejemplo de
arriba [o en renglón aparte, intercalando el verbo de lengua entre rayas (... -dijo
el jefe-...) o colocándolo al final (... -dijo el jefe.)].
El estilo indirecto

El estilo indirecto consiste en la repetición no literal, pero lo más exacta
posible, de lo emitido por otro interlocutor. Presenta distintas posibilidades de
expresión:

la más corriente consiste en la expresión de la idea emitida por el interlocutor,
no sus palabras textuales, pero ateniéndose a las siguientes normas:

colocación tras el verbo de lengua de la conjunción que si se trata de la
reproducción de una oración enunciativa, como es el caso del ejemplo que
hemos utilizado arriba.
colocación tras el verbo de lengua de la conjunción si (o que si) si se trata de una
interrogativa total: Me preguntó (que) si íbamos a limpiar la oficina. Para la
reproducción de interrogativas parciales, el interrogativo correspondiente sigue a
la conjunción que: Me preguntó que cuándo íbamos a limpiar la oficina.
producción del cambio correspondiente en todas las deixis implicadas:





temporal: mañana--->hoy
espacial: aquel--->este
personal: yo mismo--->él mismo
verbal: ayudaré--->ayudaría
léxica: irá--->vendrá

pero no siempre se sigue esta norma general ya que en muchos casos sería
ridícula la formulación exhaustiva del estilo indirecto. Así, al estilo directo
de ¿Cuántas veces te he dicho que te calles? no procede el indirecto Me
preguntó que cuántas veces me había dicho que me callara, sino Me dijo que me
callara. De modo semejante ocurriría si pretendemos convertir en
indirecto Recitó: "En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero
acordarme..." diciendo ...de cuyo nombre no quería acordarse.... Lo mismo
ocurre con los vocativos: "Cállate, Juan" no puede producir el estilo
indirecto Me ordenó que me callara, *Juan. Y hasta el mismo hablante parece
colocar en estilo indirecto sus propias palabras cuando dice ¡Tenías que haberte
callado, digo yo!


El estilo indirecto libre

El estilo indirecto libre consiste en una mezcolanza de directo e indirecto, más
literaria que coloquial. Se trata de convertir al interlocutor que habla en una
especie de narrador que mezcla a su antojo su visión personal de lo dicho por el
otro interlocutor con formas indirectas.
Disfunciones coloquiales
Las disfunciones coloquiales son ciertas alteraciones de la deixis normal, asumidas por
la lengua, en las que aparenta producirse un error en la consideración de la persona, el
lugar o el tiempo reales y correctos de la deixis utilizada; así, el camarero que atiende a
una mujer, por ejemplo, puede preguntarle sin dirigirse a ella en segunda persona sino
en tercera: ¿Qué va a tomar la señora? (en vez de¿Qué vas a tomar tú?) y lo mismo
ocurre con ¿Qué va a tomar usted? Algo semejante sucede cuando alguien dice: Con
este ruido no oyes nada, cuando el que "oye" no es el tú sino el yo. Análogo sería
también el caso de quien dice: El menda no va hoy a trabajar, o Los españoles somos
muy simpáticos, o Ayer hemos ido de viaje, o Cervantes escribe una página del Quijote
y se acuesta, o ¿Cómo estamos esta mañana, abuelo?,... Se trata siempre de casos muy
cercanos a la discordancia. De muchos de ellos trataremos en la Morfosintaxis, al hablar
de la concordancia en la lección 9ª.
Los personales, reflexivos y recíprocos
Los personales, reflexivos y recíprocos son aquellas categorías morfológicas que,
como su propio nombre indica, se refieren a las tres personas gramaticales, sea de un
modo estrictamente personal, o de un modo reflexivo o recíproco. Por su coincidencia
en algunas formas, podemos ejemplificar juntas las tres categorías en el siguiente
esquema:
Este grupo de deícticos es el que más intrínsecamente asume la concepción tradicional
de "pronombre", según la denominación clásica (o de pronominalización, como
preferimos nosotros), pues su función exclusiva en la lengua es la de sustituir a un
nombre; así, el mensajeJuan llamó a su hermana y dio un recado a su hermana puede
ser expresado así: El la llamó y se lo dio.
Significación de las formas personales
La significación de las distintas formas recogidas en el esquema es, como la de
cualquier pronominalización, siempre ocasional y referida al sustantivo al que remiten
de modo anafórico (Vi a Juan y lo saludé) o catafórico (Lo oí por la ventana y me
asomé: era Juan). A este valor ha de ser añadido el que les presta su especial
significación deíctica: Yo significará siempre la persona que está hablando, pero dejará
de hacerlo cuando el interlocutor tome la palabra, pues entonces Yo se referirá ya a la
otra persona.
Las formas de sujeto



Las formas "sujeto" siempre adoptan la significación que la deixis personal les
confiera en el momento del habla: en el mensaje Yo soy Juan y tú eres Ana, la
significación ocasional (y tal vez sustantiva) de yo es "Juan" y la de tú es "Ana";
pero si en la réplica de la interlocutora Ana se produce este mensaje Yo soy Ana
y tú eres Juan, las dos formas personales han cambiado de significado en el
momento actual. En otro sentido, la primera y segunda personas se refieren,
efectivamente, a "personas", no así la tercera, que puede referirse a personas,
cosas, entes, construcciones lingüísticas, etc.
mientras que la forma vosotros puede equivaler a la suma de tú + tú, o
de tú+él, la forma nosotros no puede equivaler a la suma de yo+yo.
la forma usted se refiere a la segunda persona, pero el verbo ha de concordar en
tercera. No ocurre así en algunas zonas del dialecto andaluz: Ustedes coméis,
donde ha pasado a su significación propia de segunda persona cuando se usa en
plural.

es frecuente añadir un refuerzo significativo con el indefinido mismo cuando
hay interés enfático por señalar la persona: yo mismo lo hice, vosotros mismos lo
haréis,... pero esto no conlleva la consideración del indefinido como
pronominalización. Además de mismo, muy pocas otras formas pueden
acompañar a los personales: solo (Hazlo tú solo); juntos (Hacedlo vosotros
juntos); todos (Hacedlo todos vosotros/vosotros todos); o un adjetivo (¡Hacedlo
vosotros, desgraciados! ¡Pobrecita ella!
Las formas átonas
Las formas átonas son usadas, además de para sustituir sustantivos, para repetir
pronominalmente aquello que acaban de pronominalizar anafóricamente: A Juan lo vi
ayer, A mí no me vengas con monsergas,... En algunos casos, estas formas han llegado a
lexicalizarse junto al verbo en construcciones como pasarlo bien, arreglárselas,
componérselas, habérselas con, emprenderla con, dárselas de, tenérselas por, tomarla
con,...
Los neutros "ello" y "lo"


la forma neutra ello no se refiere a personas propiamente sino a conceptos,
actuaciones, consideraciones, etc., expresados en el contexto: Le dije que saliera
y ello le molestó; en este mensaje, ello pronominaliza todo lo anterior o sólo una
parte: a que saliera o a le dije que saliera. Este comportamiento permite hablar
de sustantivación, lo mismo que ocurre con todos los neutros de la lengua. Es el
único personal que adopta un cierto valor nexual en la construcción ilativa por
ello.
de modo semejante a como ocurre con "ello", sucede con el alomorfo
neutro lo del personal átono lo, que pronominaliza fragmentos del mensaje
anteriormente emitidos, es decir, que en situaciones discursivas la forma lopuede
adquirir significación neutra (véase para su mejor comprensión lo que dijimos al
hablar del artículo neutro lo en la lección 6ª, pues allí distinguimos los
siete loes distintos que presenta el castellano y a este le asignamos el lo-3). Así,
en el mensaje Confieso que no vi a Juan podríamos hacer dos sustituciones con
el personal lo: una de ellas referida a Juan (No lo vi), que es claramente el
alomorfo masculino y forma correlato con la (No la vi), y la otra referida a que
no vi a Juan (Lo confieso), que es el alomorfo neutro pues no admitiría variación
de género (*La confieso).
Las formas de compañía
Las formas que indican compañía vienen a significar que otro ser (generalmente otra
persona) hace algo *con yo, *con tú, con él,..., y para ello se utilizan las
formas conmigo, contigo, consigo. Estas formas no pueden ser consideradas como
adjetivos en construcciones como tus intenciones conmigo o similares, sino como
pronominalizaciones con preposición, aunque se presenten lexicalizadas.
Valores del "se"
La forma se presenta un especial interés gramatical por la abundancia de valores que
tiene en castellano; añadimos a continuación, con el simple afán didáctico, otros valores
que no son ni personales ni reflexivos ni recíprocos, al objeto de que puedan percibirse
sus diferencias de modo contrastado:
Colocación de las formas personales
Si nos fijamos ahora en la colocación que adoptan las formas de este grupo de deícticos
respecto a otras categorías a las que acompañen (principalmente al verbo), podemos
señalar lo siguiente:






las formas "sujeto" suelen ir delante del verbo en forma personal (yo
como) pero van pospuestas siempre que el verbo esté en forma no personal
(Comiendo yo, se cayó el cuadro; Al salir tú, entraba el cartero).
las restantes formas:
pueden ir en posición proclítica o enclítica (me lo dio, diómelo). Cuando van
en construcción proclítica, el orden ha de ser el siguiente: Se (=le) lo dije; Se me
cayó (no *Me se cayó).
cuando el verbo aparece en perífrasis pueden aparecer de la misma forma, pero
considerando a la perífrasis como una sola unidad: Te lo tengo que dar, Tengo
que dártelo.
a veces pueden presentarse en construcción conjunta con todos, mismo, junto,
solo,..: Todos ellos, Yo mismo, Contigo mismo, Vosotros juntos, Tú solo,...
en algunos casos pueden ser acompañados por un adjetivo, pero han de ir
siempre pospuestos a él: En la tienda entró un hombre, gordito él; ¡Pobrecita
ella!; ¡Muy listo tú!;...
Fórmulas de tratamiento
Tanto los personales como otras formas sustantivas son utilizadas por la lengua para
dirigirse a los intervinientes en el acto del habla: Dime tú qué quieres que haga yo;
Dígame su Excelencia qué quiere que haga su servidor;... Entramos, pues, en lo que
suele denominarse como fórmulas de tratamiento, que se salen del uso normal en
muchos casos debido principalmente a la confusión del emisor respecto al lugar que
ocupa dentro de la deixis personal. Así, son frecuentes los siguientes casos:

que se produzca una traslación de una persona a otra:




de la primera persona a la tercera: El menda (=yo) no hace eso, Le saluda su
afectísimo amigo (=yo), El abajo firmante (=yo) solicita..., Este que os habla
(=yo)..., Uno (=yo) no hace nunca eso,...
de la primera a la segunda: Con este ruido no oyes nada (en vez de oigo),...
de la segunda a la primera: ¿Cómo estamos (=estás), abuelo?, puede preguntar
el nieto.
de la segunda a la tercera: ¿Qué va a tomar la señora? (puede preguntar el
camarero), Vuestra Ilustrísima considera...

que se produzca un cambio de número dentro de la misma persona:


Nos, el Rey, derogamos... (es el plural mayestático).
Consideramos este asunto... (puede decir el conferenciante usando el plural de
modestia).

en otros casos se trata de meros dialectalismos como


el voseo del español de América: Vos te quedás ahí.
o el andalucismo referido al ustedes: Ustedes coméis mucho.
Leísmo, laísmo y loísmo
También ofrece particular interés la confusión que suele producirse en algunas zonas
dialectales entre los personales de tercera persona lo,los,la,las,le,les, que origina tres
fenómenos incorrectos:

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leísmo o incorrecta utilización de le, les: A Ana le vi ayer, Si le veo a Luisa, le
daré el regalo. La forma masculina lo puede ser sustituida por le cuando se
refiere a persona en situación de complemento directo (A usted le vi, a Juan le
vi,...), pero no la forma femenina la.
laísmo o incorrecta utilización de la,las: A Ana la duele la mano, Si veo a Luisa,
la daré el regalo.
loísmo o incorrecta utilización de lo,los: A Pedro lo duele la mano, Si lo veo a
Luis, lo daré el regalo.
Los posesivos
Los posesivos son la categoría morfológica que designa la pertenencia a un poseedor o
a varios del sustantivo a que se refieren según una deixis de tipo personal. Sus formas
son las que se indican en el siguiente esquema:
Poco es lo destacable de los posesivos que no venga ejemplificado en el esquema que
nos sirve de guía. Si acaso, el hecho cierto de que son mucho menos utilizados en
castellano que en otros idiomas: He dejado el abrigo en casa (*He dejado mi abrigo en
mi casa), por lo que su abuso en nuestra lengua demuestra una mala traducción si el
texto base procede de otra. No obstante, podría señalarse que:
Formas apocopadas
Las formas apocopadas sólo se refieren a un solo poseedor, excepto las de tercera
persona, que pueden referirse también a varios. Suelen usarse fosilizadas en fórmulas de
tratamiento: Mi sargento, Su Ilustrísima,...
Formas neutras
Las formas neutras son claramente sustantivos y no pronominalizaciones: si me
refiero a una casa o caserón de mi propiedad, por ejemplo, y la quiero mencionar con
posesivos, he de decir la mía como pronominalización femenina que sustituye ala casa;
el mío como pronominalización masculina que se refiere al caserón; y lo mío como
sustantivo neutro que no especifica si lo poseído es masculino o femenino, sino una
posesión neutralizada y, por ende, sustantiva.
Formas de tercera persona
Las formas de tercera persona coinciden para un solo poseedor y para varios.
Así, suyo se refiere a suyo de él, suyo de ella, suyo de usted, suyo de ellos, suyo de ellas
y suyo de ustedes. A veces se produce la reduplicación de la posesión: su libro de usted,
su casa de ellos,... pero no puede decirse ni la casa *de nosotros o vosotros ni nuestra
casa *de nosotros o vosotros.A veces pueden perder su valor posesivo, como en Llegó
un general con sus galones y todo; o en Esta mujer tiene ya sus buenos cuarenta años.
La forma "cuyo,a,os,as"
La forma cuyo fue incluida dentro de los alusivos relativos, y allí es donde tiene cabida
morfológicamente. No obstante, ha sido también mencionada aquí por guardar
semánticamente estrechísima relación con los posesivos. Así, en el mensaje El tendero
cuya tienda no abra será sancionado, la forma cuya concuerda con tienda pero se
refiere a la posesión del tendero: el tendero cuya tienda de él... Sea como fuere, la
coincidencia formal de cuyo,a,os,as con la atípica forma de tercera
persona suyo,a,os,as es evidente.
Relación con los personales
La relación de los posesivos con los personales es bien clara en muchos aspectos, y
ello sin tomar en consideración que ambos son las categorías morfológicas empleadas
por el castellano para la expresión de la deixis personal:


muchas formas posesivas y personales presentan lexema semejante: mío/mí,
vuestro/vosotros,...
semánticamente, existe un correlato entre ellos: mío = de mí, vuestro = de
vosotros, suyo = de él, de usted,...Atendiendo a esto, ha de evitarse la
colocación pospuesta de los posesivos con respecto a los adverbios o
locuciones de lugar: *detrás mía, *enfrente nuestro,... pues en estos casos han
de ser sustituidos por el personal correspondiente precedido de
preposición: detrás de mí, enfrente de nosotros,... Es poco frecuente que en esta
construcción que comentamos aparezcan dos posesivos a la vez: ¡Devuélveme
mi fotografía tuya!
Modificación de los posesivos
Los posesivos pueden ser modificados por adverbios, como si admitiesen grado al
modo de los adjetivos: ¡Eres muy tuyo de hacer lo que quieras!; ¡Bien vuestras que son
esas pruebas!; Es más mío que tuyo; Es una chica bastante suya.
Los demostrativos
Los demostrativos son la categoría morfológica encargada de señalar en la deixis
espacial la situación en que se encuentran los sustantivos a que se refieren. Su
paradigma es el siguiente:
El comportamiento de los demostrativos es bastante sistemático, por lo que indicaremos
únicamente estas particularidades:




las formas neutras son sustantivos invariables: Eso es mentira, Eso son
mentiras. La forma esto es usada en construcción aislada en Esto... ¿Qué iba yo
diciendo? Pueden intervenir en las siguientes construcciones nexuales: por eso,
y eso que, con todo y con eso, y eso sí que no, esto es,...
su colocación pospuesta al sustantivo añade un valor peyorativo: El niño ese,
La señora esta,...
Este y aquel forman un especial correlato deíctico en el contexto que relega
a ese a la neutralización: Acabaron de entrar Juan, José y Pedro: este venía
vestido con pantalón y chaqueta; aquel con frac; José con gabardina.
las formas femeninas y plurales, especialmente esas, aparecen en muchas
construcciones coloquiales: ...y en estas, asomó por la puerta; ¿En esas
estamos?; ¡Conque esas tenemos!; ¡No me vengas con esas!; ¡Ni por esas!;
¡Esa es otra!;...
El adverbio
El adverbio es la categoría morfológica usada por la lengua para indicar las diversas
circunstancias (lugar, tiempo, modo y cantidad) en que se ha realizado la acción del
verbo, además de otras de tipo tonal (afirmación, negación y duda) e incluso nexual,
como se apreciará en el esquema 65 y en la explicación que iremos dando mientras
desgranamos su contenido haciendo como dos recorridos: uno de arriba hacia abajo
(para dilucidar qué relaciones guarda el adverbio con otras categorías morfológicas) y
otro de izquierda a derecha (para proceder a una clasificación semántica de los mismos).
Relaciones con otras categorías
Si observamos primeramente el esquema "de arriba hacia abajo" podrá observarse que
las formas adverbiales se acercan sobremanera a algunas categorías morfológicas, con
las cuales guardan una estrecha relación:
Adverbio y adjetivo
Aunque las formas adverbiales son, frente a los adjetivos, un campo cerrado y poco
numeroso, guardan con ellos las siguientes relaciones:




admiten sufijación tanto léxica (el diminutivo, por ejemplo: cerquita) como
gramatical (el grado: prontísimo).
además, los adjetivos pueden ser modificados de modo gradual (no exactamente
con el morfema de grado) mediante la anteposición de un adverbio de
cantidad: muy alto, bastante alto, demasiado alto, poco alto,..., o de
tiempo:nunca contenta, siempre sola,... e incluso de modo: así de alto,
lamentablemente viejo, ... llegando en este último caso a producir construcciones
fosilizadas: rematadamente loco, vilmente asesinado, tristemente célebre,
estrechamente ligado a, celosamente guardado,...
En el sentido expresado en el párrafo anterior, los adverbios se asemejan tanto a
los adjetivos que pueden ser tambiénmodificados ellos mismos por otro
adverbio: muy pronto, demasiado deprisa, bastante cerca,...
todos los adjetivos pueden ser convertidos en adverbios de modo mediante
dos procedimientos:




la formación de un compuesto de adjetivo femenino + mente: ágilmente,
plácidamente,... Si aparecen dos o más formando unidad coordinada, sólo se le
añade el sufijo al último de ellos: alegre, cortés y plácidamente.
la adverbialización de la forma "neutra" adjetival: si analizamos los
mensajes Juan corre rápido; Juana corre rápida; Los dos corren rápidos y Las
dos corren rápidas, se apreciará que el adjetivo que complementa al verbo es tal
pues admite concordancia completa con el sujeto. Pero en el caso Juan corre
rápido; Juana corre rápido; Los dos corren rápido y Las dos corren rápido, se
ha producido una adverbialización del adjetivo (=rápidamente) que ha
convertido la forma que antes era adjetivo en un adverbio, pero no en su forma
masculina, sino en una forma que hemos de considerar "neutra".
incluso la colocación pospuesta a un sustantivo convierte a algunos adverbios
de lugar, tiempo o modo en adjetivos de ese sustantivo: calle arriba, tierra
adentro, río abajo, carretera adelante, años antes, minutos más tarde, unos
metros más allá, seis centímetros más acá, una familia bien, no me gustan
personas así,...
algunos adverbios de tiempo en posición antepuesta al sustantivo también se
convierten en adjetivos: El hoy Director del Museo, El entonces Presidente del
Gobierno,...
Adverbio y nexos
Con las preposiciones y conjunciones (categorías a las que agruparemos
posteriormente bajo la denominación de "nexos") guardan también los adverbios
evidente relación pues
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muchas locuciones prepositivas han sido formadas mediante la unión de
adverbios y preposiciones: lejos de, antes de, después de, luego de... (No nos
referimos aquí al hecho de que los adverbios puedan ir precedidos de
preposición: por entonces, hasta ahora, desde hoy, para después, por aquí,
desde allí,...).
poco frecuente es el caso de que equivalgan los adverbios a preposiciones
simples o propias, pero ocurre en mensajes como los siguientes: Voy donde tu
amigo (=con), Trabaja como camarero (=de), Se vivía mal cuando la guerra
(=durante), y casos semejantes.
muchos adverbios forman parte integrante de nexos oracionales:
nexos con adverbios de lugar: encima de que, aparte de que, de ahí que,...
nexos con adverbios de tiempo: ya que no, ya...ya, ya que, tan pronto...como,
tan pronto como, mientras que, mientras tanto, después de, ahora que, luego,
luego de que, tan luego como, antes bien, antes...que, antes que, siempre y
cuando, siempre que, enseguida que,...
nexos con adverbios de modo: así como, así...como, así pues, así que, así
como...así también, tanto es así que, o bien, antes bien, bien...bien, pues bien,
bien que, no bien...cuando, mal que,...
nexos con adverbios de cantidad: además de que, no sólo...sino que también,
como también, así como...así también, sólo que, sólo si, sólo con que, por
muy...que, apenas...cuando, apenas si,...
nexos con adverbios de negación: como tampoco, y no, no obstante, que no, ya
que no, cuando no, quieras que no, no sea que, no bien...cuando,...
El adverbio y la pronominalización
El adverbio guarda una absoluta relación con la pronominalización, pues la práctica
totalidad de los adverbios equivale, en puridad, a una pronominalización de un sintagma
preposicional: así, el sintagma en la playa = aquí, el sintagmaen el momento actual =
ahora, el sintagma de esta manera = así,... Esto viene a decir que los adverbios son otra
suerte de pronominalización muy semejante a los personales, y muy especialmente los
de lugar y tiempo, precisamente por hallarse tan inmersos y de forma tan idéntica en la
deixis castellana. Al hilo de lo que dijimos al hablar de los alusivos en la lección
anterior, el adverbio admitiría ser encuadrado dentro de una pronominalización
de tercer grado. Cuando tienen este valor de pronominalización pueden aparecer
dobles, como si fuesen uno solo, pero por ello han de ser del mismo tipo; ello ocurre
con los cuatro tipos de circunstanciales, como los de lugar: aquí arriba, ahí abajo, allá
lejos, allí encima, aquí dentro,...; los de tiempo: mañana tarde, ayer mañana, ahora
después, todavía hoy, nunca jamás,...; los de modo: así de bien, bien así, igual de mal,
peor que regular,...; y los de cantidad: poco más, mucho menos, bastante más, bastante
menos,...
Adverbio y alusivos relativos
El adverbio también tiene una evidente relación con los alusivos relativos, ya que las
cuatro formas donde, cuando, como y cuanto son las mismas u homónimas en ambas
categorías. En esta misma lección incluimos ya los ejemplos correspondientes en el
esquema 59.
Clasificación de los adverbios
Si analizamos ahora el esquema que nos sirve de guía "de izquierda a derecha",
podremos justificar la clasificación que de ellos realizamos: todos los adverbios
entendidos como tales tienen cabida en los siete grupos del esquema, sin necesidad de
abrir nuevas agrupaciones que, a veces, son irrisorias en otras gramáticas por contener
algunos grupos nuevos solamente una forma. Estos siete grupos que proponemos
pueden, a su vez, ser reunidos en otros dos mayores:
Circunstanciales
El grupo de los adverbios realmente circunstanciales se refiere a aquellos que producen
complementos circunstanciales de lugar, de tiempo, de modo y de cantidad, así como
oraciones inordinadas adverbiales de los mismos cuatro tipos, como luego se verá en la
Sintaxis. La práctica totalidad de estos adverbios podría aparecer en mensajes
incompletos producidos como respuesta a oraciones interrogativas parciales con las
preguntas de dónde, cuándo, cómo ycuánto: ¿...? Antes; Después; Aquí; Así; Bien;
Demasiado;...
Tonales
Los adverbios incluidos en el grupo de los tonales difícilmente podrían ser clasificados
como circunstanciales ya que su significación es más tonal que circunstancial en la
oración en que intervienen: son los adverbios de afirmación, negación y duda. Todos
ellos podrían aparecer solos en mensajes incompletos producidos como respuesta a
cualquier interrogación total: ¿...? Sí; También; Tal vez; No;...
Locuciones adverbiales
Posee el castellano un sinnúmero de locuciones adverbiales para expresar las distintas
circunstancias con construcciones muy anquilosadas pero de muy abundante uso.
Algunas de ellas son las siguientes:
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de lugar: a campo traviesa,...
de tiempo: de higos a brevas, jamás de los jamases, por siempre jamás, al
pronto, por de pronto,...
de modo: a ciegas, ipso facto, a trancas y barrancas, así como así, así así,...
de cantidad: de balde,...
de afirmación: en efecto, eso sí,...
de negación: nones, eso sí que no,...
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