124 Farmacología del sistema nervioso central Fármacos con mecanismo de acción múltiple Valproato o ácido valproico Participa de los tres mecanismos mencionados anteriormente. Es un antiepiléptico de amplio espectro: es útil solo o asociado, y de primera elección en las crisis parciales o generalizadas de distinto tipo, tónico-clónicas generalizadas («gran mal») y en las ausencias («pequeño mal»). Es también el único fármaco de primera elección en las crisis mioclónicas. Produce intolerancia gástrica, somnolencia, cansancio e irritabilidad. Puede causar hepatoxicidad grave, aunque es infrecuente. Tampoco debe emplearse en el embarazo, por su efecto teratógeno. Felbamato Es un antiepiléptico de reserva. Puede emplearse en las crisis parciales y mixtas en los niños P U N T O S I M P O R T A N T E S 1. Durante una crisis tónico-clónica generalizada, no es fácil actuar. Si no se dispone ya de una via venosa, la administración de midazolam se retrasará excesivamente, y posiblemente la crisis se agote por sí misma. Mantener permeable la vía respiratoria, evitar que el paciente se muerda la lengua e impedir la broncoaspiración son las únicas actuaciones posibles. Debe realizarse hiperextensión de la cabeza, intercalar algún objeto entre los dientes y ladear la cabeza cuan- mayores de cuatro años, aunque sólo en casos muy concretos. Puede causar aplasia medular y hepatotoxicidad grave, motivo por el que su uso es muy restringido. Topiramato Fármaco de segundo orden para las crisis parciales. Puede causar pérdida de peso, disminución de la concentración, fatiga y depresión. Levetiracetam Es el último fármaco antiepiléptico comercializado. De mecanismo de acción poco conocido, por el momento está indicado como auxiliar en las crisis parciales con o sin generalización, en los adultos. Puede producir somnolencia, astenia y cuadros catarrales. EN E N F E R M E R Í A do haya vómitos o secreciones faríngeas. 2. En el tratamiento de mantenimiento es preciso concienciar al paciente de que no debe interrumpirlo nunca, porque se produce un fenómeno de rebote, con muchas posibilidades de que se repitan las crisis comidales. 3. El tratamiento de mantenimiento se prolonga unos 2 ó 3 años, y la retirada del fármaco, cuando está indicada, se hace a lo largo de un año aproximadamente, disminu- yendo la dosis de forma paulatina. 4. Debe advertirse de La necesaria higiene bucal a todos los pacientes tratados con fenitoina. 5. Se recordará al paciente determinados hábitos de vida elementales: no ingerir alcohol, no prolongar el estado de vigilia y evitar el ejercicio de profesiones con riesgo, que pongan en peligro la vida si se sufre una crisis epiléptica.