Subido por Guadalupe Oloarte

ÁCIDO VALPROÍCO 4

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Farmacología del sistema nervioso central
Fármacos con mecanismo de acción múltiple
Valproato o ácido valproico
Participa de los tres mecanismos mencionados anteriormente. Es un antiepiléptico de amplio espectro: es útil solo o asociado, y de primera elección en
las crisis parciales o generalizadas de distinto tipo,
tónico-clónicas generalizadas («gran mal») y en las
ausencias («pequeño mal»). Es también el único fármaco de primera elección en las crisis mioclónicas.
Produce intolerancia gástrica, somnolencia, cansancio e irritabilidad. Puede causar hepatoxicidad
grave, aunque es infrecuente. Tampoco debe emplearse en el embarazo, por su efecto teratógeno.
Felbamato
Es un antiepiléptico de reserva. Puede emplearse en las crisis parciales y mixtas en los niños
P U N T O S I M P O R T A N T E S
1.
Durante una crisis tónico-clónica generalizada, no es fácil actuar. Si no se dispone
ya de una via venosa, la administración de midazolam se
retrasará excesivamente, y
posiblemente la crisis se agote por sí misma. Mantener
permeable la vía respiratoria,
evitar que el paciente se
muerda la lengua e impedir
la broncoaspiración son las
únicas actuaciones posibles.
Debe realizarse hiperextensión de la cabeza, intercalar
algún objeto entre los dientes y ladear la cabeza cuan-
mayores de cuatro años, aunque sólo en casos
muy concretos. Puede causar aplasia medular y
hepatotoxicidad grave, motivo por el que su uso
es muy restringido.
Topiramato
Fármaco de segundo orden para las crisis parciales. Puede causar pérdida de peso, disminución de
la concentración, fatiga y depresión.
Levetiracetam
Es el último fármaco antiepiléptico comercializado. De mecanismo de acción poco conocido, por
el momento está indicado como auxiliar en las crisis parciales con o sin generalización, en los adultos. Puede producir somnolencia, astenia y cuadros catarrales.
EN
E N F E R M E R Í A
do haya vómitos o secreciones faríngeas.
2.
En el tratamiento de mantenimiento es preciso concienciar al paciente de que no
debe interrumpirlo nunca,
porque se produce un fenómeno de rebote, con muchas
posibilidades de que se repitan las crisis comidales.
3.
El tratamiento de mantenimiento se prolonga unos 2 ó
3 años, y la retirada del fármaco, cuando está indicada,
se hace a lo largo de un año
aproximadamente, disminu-
yendo la dosis de forma paulatina.
4.
Debe advertirse de La necesaria higiene bucal a todos
los pacientes tratados con fenitoina.
5.
Se recordará al paciente determinados hábitos de vida
elementales: no ingerir alcohol, no prolongar el estado de vigilia y evitar el ejercicio de profesiones con riesgo, que pongan en peligro la
vida si se sufre una crisis epiléptica.
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