Subido por Vladimir Rubio

La conquista del espacio

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Extraño en mi propia carne
"Me muevo para pedirle cosas nuevas a la existencia. Quiero empezar bien este verano y
hacer algo digno de él y de mí; (…) ojalá me atreva a hacer lo que jamás he hecho. Y ojalá
pueda purificarme de nuevo, en cuerpo y alma, como si lo hiciese con fuego y con agua. Y
que mi canto no desmerezca de las estaciones. Y ojalá pueda ser un cazador de lo bello y
nunca se me escape nada.” -Volar, Henry D. Thoreau.
“(En las habitaciones de los hospitales) el cuerpo se reduce a una suma de necesidades
arbitrariamente definidas, el cuerpo se asimila a una forma pura, fuera de toda forma de
existencia, sin historia, sin cualidades, sin volumen. Es concebido para "funcionar" en un
espacio y no para vivir en él. Hasta los materiales industriales excluyen el cuerpo. No le
otorgan importancia a la historia, no se enriquecen con el trascurso del tiempo, son
atemporales, no le otorgan ninguna importancia a la memoria. Son indiferentes, neutros, no
tiene olor." –David Le Breton
"El tamaño reducido de las habitaciones de las casas occidentales impide los desplazamientos, les impide
aislarse un rato, crea rivalidades entre hermanos, tensiones en la familia. Los viejos ya no tienen un lugar en
éstas casas más chicas que las de antes, que a menudo impiden que se pueda acompañar a los enfermos o a
los moribundos, la presencia de los seres queridos en la cabeecera del que sufre.
La vida social que mide con celo el espacio hace necesaria la hospitalización de los enfermos o de los
ancianos que, sin embargo, habrían podido seguir recibiendo los cuidados en su domicilio o terminar su vida
rodeados de familia.
-David Le Breton
"La imposibilidad de habitar el tiempo y de rellenarlo de proyectos propios impone la necesidad de elegir en su
lugar al espacio, agarrarse de él yendo de un sitio a otro. Y para los jóvenes, el espacio es un dispositivo de
seguridad contra los peligros de la temporalidad, puesto que así como el tiempo escapa a todo intento de
control y enfrenta al individuo con la angustia del devenir, el espacio, pura extensión, en cambio se halla
dominado por el sujeto, que lo puede recorrer a su voluntad sin que le sea impuesta una dirección
irremediable, a diferencia del tiempo. El vagabundeo «espacializa» el tiempo para neutralizar su
irreversibilidad y tenerlo bajo control."
-David Le Bretón
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