CULTURA MARTES 28-1-97 Vivo debate entre los máximos expertos por la nueva interpretación de «Las Meninas» Brealey, restaurador del cuadro, cree que la tesis de Mena es acertada Un vivo debate histórico se puso ayer en marcha. ABC ha consultado a algunos de los mayores expertos en la obra Velázquez y en la historia del reinado de Felipe IV para conocer su valoración de la revolucionaria teoría de la Madrid. Jesús García Calero historiadora y jefa de Departamento del Museo Prado, Manuela Mena, sobre el origen de «Las Meninas». Todos precisan que hay que esperar a las pruebas aportadas a su tesis, pero las opiniones están sensiblemente divididas. El primer conPara Alfonso Pérez Sánchez, vencido por la la tesis de Mena «convence hipótesis de la ex absolutamente y orienta de subdirectora del Prado, es el histoforma definitiva el futuro riador y experto en estudio sobre el cuadro» el siglo XVII Alfonso E. Pérez Sánchez. «Es un exceElliott considera improbable lente trabajo que que Felipe N quisiera nombrar aporta muchas novedades y mucha heredera a Margarita en 1656 meditación sobre pero espera las pruebas que lo que ya sabíaJohn H. Elliott mos. Si no cambia A. Pérez Sánchez aporte la historiadora del todo la historia de "Las Meninas", sí que ha orien- mar de interpretaciones». Consi- las copias de Mazo inventariadas tado de forma definitiva el futuro dera ingenuo a estas alturas pen- en dicha estancia y no los originaestudio del cuadro», dice el histo- sar que ésta es la teoría correcta y les de Rubens. riador. Pérez Sánchez añade que cita varios trabajos, entre ellos el Otro extremo dudoso para el trabajo de Mena tiene para él libro «Otras Meninas», ima verda- Brown, y para John Elliott, es el toda la credibiüdad, «me convence dera antología de las innumera- hecho de que Margarita y no y satisface». Sostiene este ex-direc- bles hipótesis existentes que ha Maria Teresa fuera la destinada a tor del Prado que «en todas las in- sido publicada hace sólo seis me- la sucesión. Brown piensa que una terpretaciones anteriores había ses. Además, Brown afirma que al- afirmación históricamente tan algo cojo, y yo aquí no encuentro gunas ideas, como el trasfondo trascendente deberá basarse en peros». Piensa que en esta inter- político del cuadro, estaban antes algo más que en un cuadro. pretación «casan por primera vez apuntadas, en trabajos como el de «Cuando Mena publique su artíel marco político y el humano con José Manuel Barbeito. Brown culo concretaremos más. Quizá piensa que es muy difícil interpre- me convenza, tengo la mente los datos técnicos y artísticos». tar certeramente las radiografías abierta, pero no creo que la suya para apoyar la teoría de un tras- sea una solución definitiva». La cruz de Santiago fondo político «porque las radioEl hispanista John Elliott tamPero hay un punto en que Pérez grafías de "Las Meninas" son es- bién mostró sus dudas, por consiSánchez disiente con Mena: para pecialmente difíciles de interpre- derar, a la espera de más pruebas, «improbable que FeUpe IV quisiera él, la cruz de Santiago en el pecho tar». del pintor sí es añadida, lo que ocuSobre el escenario, y siempre a nombrar heredera a Margarita en rre es que es muy difícil que se la espera de nuevas pruebas, aquellas fechas». Para Elliott la note puesto que se añadiria muy Brown opina suficientemente de- hipótesis carece de fundamento: pocos años después de pintado el mostrado que la estancia es el «No cabe en las posibihdades de lo autorretrato. «Eso supone que cuarto del Príncipe y considera que se sabe hasta ahora que ella Velázquez empezaría a retocar el claro que los cuadros del fondo son fuera a ser la sucesora». cuadro antes de 1659, pero el detalle no invalida la tesis de Mena, con la que estoy de acuerdo». Quizá nadie conozca el interior de «Las Meninas» como el hombre que realizó la restauración de esta Las tesis de la historiadora lemnemente como sucesora en el obra maestra en 1984, John BreaManuela Mena expuestas en trono. La princesa de Asturias ley. ABC pudo hablar ayer con él. ABC (27 de enero) sobre el cua- doña María Teresa conservó su Brealey considera cierta la afirmadro de «Las Meninas» necesitan rango hasta el nacimiento del ción de que hay un anulo entre los base más sólida. En 1656, en hijo varón del rey, don Felipe dedos de la enana Maribárbola. efecto, el rey FeUpe FV no pudo Próspero, en 1657. Además, y a la espera de conocer «encargar el lienzo para anunDos años después, en 1660, todos los detalles, el resto de la ciar que la infanta Margarita le María Teresa se convirtió en hipótesis de Manuela Mena le sucederia en el trono», por la sen- reina de Francia por su matrimosuena plausible, desde el punto de cilla razón de que meses antes, el nio con Luis XIV. La infanta vista pictórico. «Le doy la razón en 7 de abril de 1655, la hija mayor Margarita -figura central de su interpretación porque lo que del monarca, la infanta María Te- «Las Meninas»- casaría luego ella afirma es más que razonable», resa, fue jurada como princesa con Leopoldo I de Austria. María declaró ayer el autor de la interheredera de la Corona en el Mo- Teresa era trece años mayor que vención. nasterio de San Jerónimo, en Margarita y a través de la pripresencia de los prelados, los mera se perpetuó nuestra FamiMás reservas muestra el experto grandes de España y los procura- lia Real en la dinastía de Borbón. en la obra de Velázquez Jonathan dores de las distintas ciudades, Brown, que opina que hay que teque hubieron de reconocerla soJuan BALANSÓ ner en cuenta que la de Mena «es una nueva interpretación en un Sobre las hijas de Felipe IV ABC Pág. 51 La historia y sus diferentes visiones Madrid. J. G. C. El centro de la polémica sobre la tesis de la ex-subdirectora del Prado Manuela Mena -relativa a que Fehpe IV encargó «Las Meninas» en 1656 para anunciar que la infanta Margarita le sucedería en el trono- es la posibilidad de que el rey pensase en su hija menor como sucesora en fecha tan temprana. Es un hecho que en el «Catálogo de los infantes primogénitos de España», de Fray Manuel Risco, se explica la ceremonia de jura como heredera de la infanta María Teresa, el 7 de abril de 1655, en San Jerónimo. Pero John Elliott recuerda que el 1 de enero de 1656, según relata Barrionuevo en sus Avisos, «el Consejo de Estado y Cortes hacen instancia con Su Majestad se jure la Infanta y que este verano vaya a Zaragoza. No lo recibe bien por no disgustar a su mujer, respondiendo que mañana tendrá un varón, como si le tuviese en la faltriquera». Por si fuera poco, entre los historiadores nofluyenunánimemente las hipótesis. El mismo Elliott afirma que «es verdad que había una embajada francesa desde el verano de 1656 para ofrecer a María Teresa la mano de Luis XFV y preparar la paz, pero en diciembre de ese año se realiza una consulta en Simancas sobre los posibles maridos de María Teresa, luego su suerte no está jugada». El favorito del rey era Leopoldo I de Austria, que años después se casaría con Margarita. Elliott señala que con el juego diplomático hispanofrancés en marcha, María Teresa no estaba comprometida aún. La Paz de los Pirineos no sefirmaríahasta 1559, y la boda con Luis XIV se celebra un año después, en 1660. Brown considera que el fundamento político de «Las Meninas» fue apuntado en trabajos anteriores como el pubUcado por José Manuel Barbeito en el boletín de la Real Academia de Bellas Artes, en 1995. Barbeito recuerda que «la fatigosa guerra con Francia, que corroía despiadadamente los recursos de la Monarquía, y la falta de sucesión masculina, eran sombrías amenazas que atenazaban, durante estos años, los pensamientos de Felipe IV». Pero es precisamente Barbeito quien también afirma que la presencia de la embajada francesa en Palacio comprometía el destino de María Teresa, única infanta en edad de casamiento. «Este matrimonio, de llevarse adelante -dice Barbeito-, impUcaba la inmediata pérdida de los derechos sucesorios por parte de la infanta, o sea, que mientras no naciera un nuevo descendiente varón, el compromiso de Maria Teresa suponía dejar la sucesión de la Corona en la pequeña infanta Margarita».