Unidad 3 Hasta 1929, hablar de Economía equivalía a hablar de Microeconomía. El enfoque basado en ver a la totalidad como la suma de enorme cantidad de mercados de bienes y factores intentando alcanzar el equilibrio simultáneamente, que proponía la que se conoce como escuela neoclásica, era el instrumento habitual a la hora de implementar las políticas económicas nacionales. Con las salvedades que comentamos en su momento, se promovía la libertad de los mercados y si aparecía algún desajuste, se lo consideraba propio de una situación de corto plazo que se resolvería automáticamente en el largo plazo. El 24 de octubre de 1929, la bolsa de Nueva York protagonizó un quiebre generalizado en el valor de las acciones. La crisis se propagó rápidamente al sistema financiero y de allí a la industria y el comercio. Se multiplicaron las quiebras y la desocupación trepó a niveles inusitados. Ante la ausencia de demanda, los precios caían (deflación) sin cesar. La onda expansiva alcanzó a las potencias europeas y al resto de lo que en esa época podía considerarse la economía global. La respuesta de los economistas neoclásicos consistía en esperar que el ciclo se invirtiera. Después de todo, estaban seguros de que, a largo plazo, el modelo inexorablemente funcionaría. “En el largo plazo, todos estaremos muertos” planteó un economista inglés como respuesta a aquella actitud de sus colegas “ortodoxos”. Era John Maynard Keynes, que además de proponer una salida a la crisis (que consistía en impulsar la demanda de bienes y servicios a través de la acción del Estado) estaba dando a luz el enfoque macroeconómico. Más que a los equilibrios parciales, la macroeconomía presta atención al equilibrio entre la demanda agregada (esto es la suma de las demandas de todos los bienes y servicios que consume una economía) y la oferta agregada (que es todo aquello de lo que dicha economía dispone para consumir). Al prestar atención a esos grandes agregados, la macroeconomía es una herramienta más poderosa al momento de diseñar políticas públicas. Ahora bien, justamente por basarse en acciones concretas sobre el consumo o la producción a nivel agregado, la macro comenzó a requerir el desarrollo de las cuentas nacionales que miden todas esas magnitudes. Así como la contabilidad de una empresa pretende ofrecernos una fotografía de la situación patrimonial y financiera de la misma, la contabilidad nacional permite conocer la magnitud y la evolución de una serie de variables clave que son la base para la planificación de la política económica. El objeto de esta unidad es comprender las distintas formas de abordar la medición de la riqueza que genera una economía a lo largo de un período determinado (el producto), la distribución de la misma (el ingreso) y por último, su utilización (el gasto). BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA UNIDAD 5 MANKIW, Gregory (2008) Macroeconomía. Ed. Antoni Bosch Capítulo 2 FERRUCCHI, Ricardo (1997) Lecturas de Macroeconomía y Política Económica. Ediciones Macchi. Capítulo II NACIONES UNIDAS, BANCO MUNDIAL y Otros. (1993) Sistema de Cuentas Nacionales 1993. Capítulo 6 Puntos 6.21 y 6.22 http://www.mecon.gov.ar/secpro/dir_cn/scn-93/sctasnac93.pdf CUENTAS NACIONALES Producto Bruto Interno ¿Como se evalúa una gestión? Por los resultados que obtiene. ¿Y una gestión económica? Por los resultados económicos. ¿Cuáles son esos resultados? ¿Qué es lo que necesitamos medir? Volvamos al principio de este curso para recordar que estamos estudiando la mejor forma de asignar los recursos de que disponemos para satisfacer las necesidades. Necesidades que se satisfacen mediante bienes y servicios. De este modo, medir la cantidad de bienes y servicios que produce una economía puede ser una buena manera de evaluar su desempeño1. Si período tras período, la cantidad de bienes y servicios disponibles crece, la capacidad de satisfacer necesidades es mayor y el bienestar de la sociedad se incrementa. A esa magnitud se la suele denominar riqueza. Podríamos decir que una economía que período tras período incrementa la riqueza de que dispone, es una economía exitosa. Otro indicador de desempeño puede ser la forma en que esa riqueza se distribuye entre los habitantes.2 Podría decirse que una sociedad más igualitaria, donde las riquezas están bien distribuidas, es una sociedad más justa y por lo tanto tiene mayor bienestar. En este segundo concepto se introducen cuestiones de economía normativa, ya que los mecanismos de distribución pueden basarse en el aporte individual al proceso de producción (como en la economía de mercado) o en las necesidades de cada individuo (según el ideal socialista). Pero cualquiera sea el sistema económico y social que consideremos, es evidente que la medición de la riqueza es el principal indicador de éxito económico, dado que no se puede distribuir aquello de lo que no se dispone. La medida de riqueza universalmente utilizada se denomina Producto Bruto Interno. El PBI puede definirse de tres formas diferentes: En ese caso la discusión será sobre cuánto del éxito debe atribuirse a las políticas que aplican quienes conducen la economía y cuánto a factores externos favorables. 2 La Encuesta Permanente de Hogares mide entre otras cosas la distribución de la riqueza . Ver http://www.indec.gov.ar/nuevaweb/cuadros/4/Ing_tot_cua26_trim_1_07.xls. 1 Primera Definición: El PBI es el valor de los bienes y servicios finales producidos en la economía durante determinado período. Las palabras clave de esta definición son: VALOR: Como lo que se busca medir es un aglomerado que reúne una gran diversidad de rubros, el PBI no se mide en cantidades físicas, sino en dinero. BIENES Y SERVICIOS: todas las actividades que satisfacen necesidades son una forma de riqueza. El arte, el comercio, los seguros, la educación, la justicia deben ser incluidos en el cálculo. Esto obliga en ocasiones a realizar imputaciones, es decir, a asignar un valor a determinado bien o servicio que no tiene un precio de mercado, mediante un mecanismo establecido por convención. FINALES: Es el núcleo de la definición. De toda la producción de una economía, interesan únicamente los bienes que se destinan a satisfacer necesidades, que son los bienes de consumo. Dicho de otro modo, no se incluye en el cálculo el valor de los bienes intermedios. PERÍODO: El PBI es una variable flujo (recordar que no tiene sentido si no se lo refiere a un período determinado). Generalmente se lo mide en base anual. Esto significa que si no se realiza ninguna aclaración, el monto del PBI está indicando el valor de todos los bienes y servicios finales producidos durante un año. Existen estimaciones trimestrales, pero en términos anualizados. Esto significa que tales estimaciones expresan el valor que alcanzaría el PBI anual si la economía generara bienes y servicios durante todo el año al ritmo al que lo ha hecho durante el trimestre en cuestión. Segunda definición: El PBI es la suma del Valor Agregado de todos los sectores de la economía durante determinado período. VALOR AGREGADO de un productor de bienes o servicios, es el valor de sus ventas menos el valor de sus compras. Como las compras del productor consisten en insumos o bienes intermedios, esta definición elimina automáticamente las duplicaciones. Se produce una duplicación cuando se contabiliza el valor de un bien en dos oportunidades: cuando sale de fábrica y cuanto está incluido en el valor de otro bien. Clic aquí para ejemplo Gráficos\Ejemplo U4.ppt SECTORES ECONÓMICOS: de acuerdo a las características del proceso que llevan a cabo, los productores pueden agruparse en tres sectores. En el Sector Primario, se ubican aquellos que extraen bienes de la naturaleza sin someterlos a procesos de transformación. El Sector Secundario o Industria, transforma y combina los bienes primarios para obtener productos más elaborados (con mayor valor agregado). El Sector Terciario ofrece servicios. Dentro de estos tres grandes grupos, la Contabilidad Nacional divide a la generación del PBI en 16 grandes sectores: AGRICULTURA, GANADERÍA, CAZA Y SILVICULTURA PESCA EXPLOTACIÓN DE MINAS Y CANTERAS INDUSTRIA MANUFACTURERA SUMINISTRO DE ELECTRICIDAD, GAS Y AGUA CONSTRUCCIÓN COMERCIO MAYORISTA Y MINORISTA Y REPARACIONES HOTELES Y RESTAURANTES TRANSPORTE, ALMACENAMIENTO Y COMUNICACIONES INTERMEDIACIÓN FINANCIERA ACTIVIDADES INMOBILIARIAS, EMPRESARIALES Y DE ALQUILER ADMINISTRACIÓN PUBLICA Y DEFENSA ENSEÑANZA SERVICIOS SOCIALES Y DE SALUD OTRAS ACTIVIDADES PERSONALES SERVICIO DOMÉSTICO DE SERVICIOS COMUNITARIAS, SOCIALES Y Contablemente, el Valor Agregado de un sector es igual al Valor Bruto de Producción (la facturación), menos el consumo intermedio (las compras de bienes intermedios. VA = VBP – CI ¿Quién se queda con esa diferencia entre el VBP y los pagos por bienes intermedios ? Eso nos lleva a nuestra Tercera definición: El PBI es la suma de las remuneraciones pagadas a todos los factores que intervinieron en el proceso productivo durante determinado período. El valor bruto de producción de una empresa se obtiene mediante la transformación de los bienes intermedios (materias primas, energía) por parte de los factores productivos. Una vez pagados los insumos, el resto corresponde a esos factores: salario de los trabajadores, alquileres pagados al dueño del terreno (o edificio), dividendos de los accionistas (dueños del capital físico de la empresa) o intereses abonados a quienes prestaron sus ahorros bajo la forma de capital financiero3. CLIC AQUÍ PARA EJEMPLO NUMÉRICO PBI.ppt Qué se incluye en el cálculo (y qué no) Una vez comprendido el alcance de la magnitud que intentamos medir, se entenderá asimismo la dificultad de hacerlo: debemos abarcar y valorizar todos los bienes y servicios finales que se generan en una economía a lo largo de un año. Por lo tanto, nadie debe sorprenderse si revisando publicaciones sobre cuentas nacionales de éste o cualquier otro país, A alguien podría llamarle la atención que aparezca el concepto de materias primas y factores, cuando en su momento habíamos dicho que toda producción proviene de una combinación de las tres clases de factores productivos. Simplemente ocurre que esas materias primas o bienes intermedios provienen de combinaciones de factores que ocurren en otras empresas. Allí estábamos hablando del proceso de producción de todos los bienes en general. Aquí estamos diferenciando lo que produce una empresa de lo que producen otras. Finalmente, a nivel agregado, lo que vamos a tener es que toda la producción de un período (sin duplicaciones) equivale a la participación de los factores, expresada como remuneración en dinero. 3 descubre que las mismas presentan las cifras bajo el título de estimación del producto bruto interno. La manera de conocer una estructura económica en detalle es la realización de un censo económico. Este procedimiento se lleva a cabo cada cinco o diez años debido al esfuerzo logístico y de recursos que requiere. El procesamiento de los datos requiere más de un año, por lo que sería impensable utilizarlo como herramienta de cálculo anual. Por ello, las oficinas de cuentas nacionales disponen de un año base, que es aquél sobre el cual el censo recopiló datos. Mediante distintos indicadores y encuestas de alcance más reducido, se calcula cuál ha sido la evolución de la producción de cada sector y cuál su consumo intermedio, obteniéndose así los valores agregados que por adición constituyen el PBI. Con todo, antes de llevar a cabo el procedimiento descrito, es necesario establecer, a veces por convención, qué variables deben contabilizarse en el cálculo, recordando que lo que se intenta medir es la riqueza que genera la economía, entendida como capacidad de satisfacer necesidades. Bajo el argumento anterior, no puede sorprender a nadie que se contabilice el valor del servicio que le presta a cada propietario, su propia vivienda. Quienes no disponen de una vivienda propia, deben alquilarla y de allí surge con toda claridad que, disfrutar de un lugar donde guarecerse de la intemperie, es un servicio con un valor perfectamente mensurable. En el caso de los alquileres, se medirá mediante encuesta y en el de la propia vivienda se imputará (se le asignará un valor), estimando cuál sería el valor que se pagaría por esa vivienda en alquiler. Suele decirse en broma que si alguien se casa con su cocinera, hará descender el PBI. Esto es así porque en el cálculo se incluyen los servicios remunerados que se prestan dentro de los hogares, pero no aquellos servicios que se prestan unos a otros los miembros de una familia. Se ha discutido reiteradamente acerca de si debiera considerarse en el cálculo el trabajo de las amas de casa. En esencia, se trata de un caso similar al de la vivienda. Sin embargo, por convención se ha decidido que la propia vivienda se incluya y los servicios de las amas de casa, no (sí se incluye, por supuesto, el servicio doméstico remunerado). El cálculo del PBI incluye a las mercaderías producidas y no vendidas por las empresas (se las llama stock, inventarios o existencias). Cuando la empresa produce y no logra vender durante el período4, se considera que lo que ha realizado la misma es una inversión y bajo ese rótulo se la incluye. Una variación de existencias positiva implica un aumento del PBI. También se incluye a los bienes de capital (maquinarias, equipo de transporte, construcciones residenciales y comerciales, tanto públicas como privadas). Más allá de que prestará servicios durante muchos años, una maquinaria se contabiliza en el momento de su venta. Para las construcciones, se imputa el valor del avance de la obra durante el período bajo análisis. La obra pública se mide con el mismo sistema, según su costo para el presupuesto. No se tiene en cuenta a los bienes usados. Cuando compramos un departamento que no es a estrenar o un auto que no es 0 Km., no se los contabiliza porque ya se hizo en la primera venta, cuando eran nuevos. Sí se tiene en cuenta el valor de la intermediación de las agencias o inmobiliarias que intervienen en la venta. No se contabilizan títulos de deuda o acciones porque son promesas de pago o certificados de la propiedad de una parte de la empresa. No se incluyen bienes y servicios producidos en el exterior. Los servicios prestados por el estado cuyo valor no puede establecerse por comparación dado que no tienen valor de mercado (son bienes públicos según la definición de la unidad 4 pag 35), se valúan en función de su costo. Esto significa que cada año, el valor De hecho, la medición anual del PBI es arbitraria. La empresa, por su propio giro, necesita contar siempre con un stock de mercaderías. 4 imputado a seguridad coincide con el gasto efectivamente incurrido por el estado en ese concepto. PBI a costo de factores y a precios de mercado Cabe ahora considerar cuál es el papel que juegan los impuestos y los subsidios en la contabilidad nacional. Como vimos oportunamente (ver U2 pag 25), si el gobierno aplica impuestos sobre las ventas, el valor del impuesto se adicionará al precio, resultando un valor más elevado que el anterior. En nuestro ejemplo de cálculo del PBI, no aplicamos impuestos y alcanzamos el valor final sumando las remuneraciones de los factores: obtuvimos un PBI a costo de factores. Si consideramos el consumo final y el consumo intermedio al valor efectivamente pagado, incluidos los impuestos sobre las ventas, tendremos el PBI a precios de mercado. Entonces: PBIcf = PBIpm – Impuestos Indirectos En sentido estricto, el estado no sólo cobra impuestos indirectos. También cobra impuestos directos, que son los que no pueden trasladarse al consumidor y por lo tanto, no afectan al valor de producción (si se intenta trasladar al precio el impuesto a las ganancias, se incrementará la ganancia y se pagará más impuesto) y otorga subsidios, que son pagos sin contrapartida que el estado entrega a determinadas empresas según su volumen de producción. Estos pagos pueden tener por objeto compensar pérdidas a un sector regulado, mantener los precios en determinado nivel o incrementar la producción. En definitiva, se comportan como un impuesto con valor negativo. Para obtener el PBIcf, en realidad es necesario restar los impuestos indirectos netos (impuestos indirectos menos subsidios), aunque para nuestros propósitos alcanza con retener la formulación indicada más arriba. Los conceptos de costo de factores y precios de mercado se utilizan ampliamente en todos los textos de economía debido a que constituyen la formulación clásica del tema. Sin embargo, el Sistema de Cuentas Nacionales es periódicamente sometido a revisiones que permiten una estimación más certera y una mayor comparabilidad a nivel internacional. Producto de la última revisión han surgido los conceptos de precios básicos, precios de productor y precios de comprador. La suma de los valores agregados sectoriales sin ningún tipo de impuestos (asimilable al valor a costo de factores) constituye el Valor Agregado Bruto a precios básicos, al que debemos adicionarle los impuestos específicos (sellos, impuesto al tabaco, impuestos internos), y los que gravan los ingresos brutos y las exportaciones, para obtener el Valor Agregado Bruto a precios de productor. Por último, se suma el Impuesto al Valor Agregado y los Impuestos a las importaciones (derechos + IVA) y se obtiene el Producto Bruto Interno a precios de comprador o de mercado. Producto Bruto y Neto La producción de bienes y servicios implica la utilización de bienes de capital. El funcionamiento de dichos bienes les provoca un desgaste progresivo que, finalmente, los vuelve inútiles para seguir produciendo. Si una familia, una empresa o una economía considerara su riqueza sin tener en cuenta que su capital productivo está sufriendo ese desgaste, estaría sobrevalorando aquella magnitud. Es por ello que en cuentas nacionales también se incluye el concepto contable de amortización del capital fijo. Si descontamos del valor anual del PBI el monto asignado a amortizaciones, pasaremos de Producto Bruto a Producto Neto. Producto Bruto Interno – Amortizaciones = Producto Neto Interno El concepto de residencia: Producto Interno y Nacional En su momento definimos al Producto como el valor de los bienes y servicios finales que produce la economía en un período. Dicha definición incluye un concepto territorial: la economía puede ser mundial, de un país una provincia o un municipio. En el caso de una economía nacional, resulta de interés conocer qué proporción de los ingresos que reciben los factores que participan en el proceso productivo, va a parar al exterior. Esto es así porque no todos los factores que producen en el país, son necesariamente propiedad de personas físicas o jurídicas nacionales. Cuando se remiten utilidades, regalías y dividendos al exterior se está transfiriendo la remuneración correspondiente a un factor (generalmente el capital) a su propietario. Para definir qué parte de la riqueza queda en el territorio nacional, se utiliza el concepto de residente. Este concepto difiere del de ciudadano: un extranjero que reside en el país (y por lo tanto, gasta su ingreso aquí), contribuye a formar parte de la riqueza que queda dentro de las fronteras. Un argentino que reside en Europa y mensualmente recibe una remesa en concepto de alquiler de sus propiedades en nuestro país, extrae parte de la riqueza que se genera localmente. Un residente que recibe una ayuda de familiares o amigos que viven en el extranjero, dispone localmente de una riqueza que se ha generado en otra economía. Para explicitar estos movimientos se recurre a consolidarlos bajo el nombre de Ingreso Neto de los Factores del Exterior. INFE = Pagos realizados al exterior remunerando factores que producen localmente – Pagos recibidos desde el exterior, que remuneran factores que producen en el extranjero. Producto Bruto Interno – INFE = Producto Bruto Nacional PBI real y nominal El PBI puede crecer por dos motivos: Porque efectivamente aumentó la producción de bienes y servicios respecto del período anterior. Porque aumentaron los precios de tales bienes y servicios. En el cálculo del PBI, permanentemente estamos multiplicando cantidades físicas por precios para obtener valores que podamos sumar. Obviamente, una variación del total puede obedecer a cambios en cualquiera de los dos factores e incluso a cambios simultáneos. Lo que nos interesa conocer es cuánto de la variación responde a cambios en las cantidades producidas – esta es la variación real- y cuánto a modificaciones de precios. Clic para ejemplo y definición del índice de precios implícitos PBInominal_real.ppt Producto, Ingreso y Gasto Como vimos anteriormente, la riqueza puede medirse tanto bajo la forma del valor los bienes y servicios finales disponibles –y entonces hablaremos de producto- como por las remuneraciones que percibe cada uno de los factores. En la medida en que esos factores pertenecen en última instancia a personas, esas remuneraciones constituyen el ingreso. Hablar de producto o ingreso, entonces, es hablar de la misma magnitud vista desde distintos ángulos. Los usos y costumbres han determinado que generalmente se hable de Producto Bruto Interno, del que restando el Ingreso Neto de Factores del Exterior, se obtiene el Ingreso Bruto Nacional. Un tercer enfoque consiste en analizar cuál es la utilización que se hace de esa riqueza. Es decir, ¿cómo se gastan? ¿A dónde se dirigen todos los bienes y servicios que se producen? Unos serán consumidos por la población para satisfacer sus necesidades, otros serán adquiridos y utilizados por el gobierno en el cumplimiento de sus funciones, las empresas adquirirán bienes de capital configurando la inversión productiva y por último, una cantidad de bienes y servicios producidos localmente, se consumirán en el exterior: las exportaciones. De este modo, el Producto también puede expresarse como la suma de esos destinos, con una salvedad: la oferta total de bienes y servicios de que se dispone en una economía, no está constituida solamente por los bienes y servicios producidos localmente, sino por bienes de consumo y capital importados. Introducimos entonces el concepto de Oferta Global o Agregada, al que se enfrenta la Demanda global o Agregada: OFERTA AGREGADA PBI +IMPORTACIONES DEMANDA AGREGADA = CONSUMO PRIVADO +CONSUMO PUBLICO +INVERSIÓN +EXPORTACIONES Por definición, oferta y demanda agregadas siempre se igualan (recordar que los remanentes de productos que quedan en stock son considerados como inversión). Esto no significa que la economía está siempre en equilibrio, sino que es un cierre contable. De hecho, si restamos las importaciones de ambos lados de la igualdad obtendremos una identidad. PBI = CONSUMO PRIVADO +CONSUMO PUBLICO +INVERSIÓN +EXPORTACIONES -IMPORTACIONES Los datos en la realidad Para finalizar ofrecemos un cuadro que ilustra con las cifras correspondientes a 2007 los distintos enfoques bajo los que se calcula el PBI. EL ENFOQUE DE LOS INGRESOS Valores en millones de pesos corrientes Remuneración al trabajo asalariado (RTA) + + = Ingreso mixto bruto (IMB) + Otros impuestos sobre los productos (específicos, Ingresos brutos y exportaciones) = + = VALOR AGREGADO BRUTO a precios de productor 288.040 75.010 Excedente de explotación bruto (EEB) 307.707 VALOR AGREGADO BRUTO a precios básicos 670.756 Impuestos sobre los productos ( IVA e Impuestos sobre las importaciones) PRODUCTO INTERNO BRUTO a precios de mercado 69.560 740.316 72.140 812.456 IMB: Remuneración de patrones que trabajan en su negocio y cuentapropistas. EEB: Beneficios de las empresas. EL ENFOQUE DEL GASTO Valores en millones de pesos corrientes + + + + = + = Consumo privado 475.876 Consumo Público (Gasto) 105.013 Inversión Bruta Interna fija 196.622 Exportación 200.080 Variación de Existencias y Discrepancia estadística 94 DEMANDA AGREGADA 977.686 PRODUCTO INTERNO BRUTO 812.456 Importación 165.230 OFERTA AGREGADA 977.686 EL ENFOQUE DE LA PRODUCCIÓN SECTORES PRODUCTORES DE BIENES A. Agricultura, ganadería, caza y silvicultura B. Pesca C. Explotación de minas y canteras D. Industria manufacturera + = + + = 321.830 68.253 1.849 35.557 158.821 E. Suministro de electricidad, gas y agua 10.991 F. Construcción 46.359 SECTORES PRODUCTORES DE SERVICIOS 424.337 G. Comercio mayorista y minorista y reparaciones 86.318 H. Hoteles y restaurantes 19.969 I. Transporte, almacenamiento y comunicaciones 64.106 J. Intermediación financiera 36.366 K. Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler 81.907 L y Q. Administración pública y defensa 43.698 M y N. Enseñanza, servicios sociales y de salud O y P. Otras actividades de servicios comunitarias sociales, personales y servicio domestico Servicios de Intermediación Financiera Medidos Indirectamente VALOR AGREGADO BRUTO a precios de productor Impuesto al Valor Agregado Impuesto a las importaciones PRODUCTO INTERNO BRUTO a precios de mercado 61.344 30.630 5.851 740.316 65.124 7.015 812.456 Los Servicios de intermediación financiera medidos indirectamente que figuran en el enfoque de la producción, son los intereses cobrados y pagados por los bancos a los sectores productivos y constituyen consumo intermedio para éstos últimos. Como es muy complicado asignarlos dentro de cada sector, se los resta del valor global. Como puede verse, la correcta medición y valoración de todas las variables que intervienen en las Cuentas Nacionales, es un tema complejo que sólo hemos esbozado. En la próxima unidad trabajaremos con estas variables macroeconómicas bajo un modelo algebraico simplificado, que nos permitirá establecer relaciones causales útiles para analizar las políticas económicas públicas y plantear alternativas. IDENTIDADES MACROECONÓMICAS La identidad macroeconómica básica El objetivo de esta unidad es establecer un sencillo modelo algebraico que presente las relaciones básicas entre las variables macroeconómicas con el objeto de conocer cuál es el resultado esperado sobre la actividad económica (el valor del PBI), de distintas acciones del gobierno o de variaciones en las variables externas al modelo. Para ello nos basamos en la igualdad entre oferta y demanda agregadas que definimos en la unidad anterior: OFERTA AGREGADA PBI +IMPORTACIONES DEMANDA AGREGADA = CONSUMO PRIVADO +CONSUMO PUBLICO +INVERSIÓN +EXPORTACIONES Habiendo dejado atrás la contabilidad nacional, en esta instancia no es relevante establecer si medimos el PBI a precios básicos o de mercado, sino simplemente considerar que año a año la economía genera una riqueza que es igual al ingreso de todos los que han contribuido a generarla. De este modo, no consideraremos impuestos indirectos. Tampoco tendremos en cuenta las depreciaciones, de modo que no habrá un producto “neto”. Bajo ese supuesto, escribimos PBI + M = C + I + G + X donde M: Importaciones C: Consumo privado I: Inversión G: Consumo o Gasto público X: Exportaciones Si restamos las importaciones de ambos lados de la igualdad la expresión queda como: PBI = C + I + G + X – M A los términos X – M se los suele representar entre paréntesis porque como exportaciones menos importaciones dan por resultado el balance comercial se los puede considerar un único término que representa la relación de esta economía con el resto del mundo. En algunos textos, dicho término se escribe como “NX” que significa exportaciones netas. La expresión de arriba sigue representando al enfoque del gasto: lo que producimos es consumido por las familias (C), o utilizado por las empresas para producir bienes (I)5, o por el gobierno para brindar educación, seguridad, salud, etc., o es vendido al exterior (donde no nos interesa si es consumo, gasto o inversión para otras economías). Pero sabemos que, desde el enfoque del ingreso, también representa la remuneración que recibieron todos los sectores que participaron en el proceso productivo (ahora no nos interesa si son factores Recordar que la Inversión es el aumento del acervo productivo, o sea, de la cantidad de bienes de capital de que dispone la economía. 5 propiedad de residentes o no) y eso constituye el ingreso de la economía. Si representamos al ingreso bruto interno con la letra Y, podemos escribir: PBI = C + I + G + (X – M) = Y Porque el producto es igual al ingreso. Todo lo que se produce, representa un ingreso para alguien. Ahora bien, para establecer el siguiente concepto, podemos simplificar esta expresión suponiendo que corresponde a una economía como aquella que vimos al inicio del curso, en la unidad uno: sin gobierno ni relación con el resto del mundo (comúnmente se dice “sin sector externo”). En ese caso no habría gasto público G ni (X – M) y volveríamos a aquella frontera de posibilidades de producción donde la elección era entre producir bienes de consumo o bienes de capital. La expresión es: PBI = Y = C + I Por otro lado, tenemos que considerar que los individuos sólo pueden hacer dos cosas con sus ingresos: gastarlos o no gastarlos. Si al “no gasto” lo denominamos “ahorro” y lo representamos con la letra S6, podríamos expresar el concepto anterior mediante la siguiente expresión: Y =C+S De las dos expresiones surge que C+S=C+I y, por lo tanto S = I Que proviene de la palabra en inglés: “Saving”. Como el pensamiento económico se desarrolló principalmente en inglés, nos ha quedado la dependencia cultural de utilizar una cantidad de abreviaturas en base a su denominación en esa lengua. 6 que significa que en una economía cerrada (sin relación con otras economías) y sin sector público, el ahorro siempre es igual a la inversión. Es importante no caer en la tentación de entender el ahorro en términos personales, como aquel dinero que separamos de nuestro sueldo y vamos juntando con algún fin predeterminado o “por cualquier cosa que pudiera ocurrir”. En primer lugar, aquí estamos hablando de una magnitud agregada al nivel de toda la economía. Sabemos que en realidad el ahorro es canalizado por el sistema financiero de modo que efectivamente una parte del mismo contribuye directamente a financiar la adquisición de bienes de capital por parte de las empresas. Por otro lado, debemos recordar el flujo circular del ingreso. Cuando decimos que ahorro “agregado” es igual a inversión “agregada” estamos hablando del flujo real y no de dinero. De nuevo, queremos significar que si una economía elige no consumir en un período, podrá producir –y consumir- más en períodos futuros. Por último y considerando cómo se llegó a la expresión “ahorro igual a inversión”, de alguna manera el ahorro representa el nivel de ingreso de la economía y la inversión el nivel de gasto. Aunque en esta economía simplificada es imposible, podría existir un desequilibrio consistente en que durante determinado período, el ahorro fuera mayor que la inversión. En ese caso diríamos que nuestra economía consume menos de lo que produce (y por lo tanto hay un excedente, que ya veremos cómo se canaliza). Si la inversión es mayor al ahorro, la economía está consumiendo por encima de sus posibilidades reales, es decir, consume más de lo que produce. En este caso, adelantamos la conclusión obvia de que alguien nos está prestando; nos estamos endeudando, única manera posible de generar 10 pesos y gastar 12. S > I Producimos por arriba del consumo, alguien nos debe. S < I Consumimos por arriba de la producción, nos endeudamos. El modelo de tres brechas Pero las economías sin sector público ni sector externo no existen. Es necesario rehacer el análisis anterior considerando estos factores. Para ello volvemos a la expresión PBI = C + I + G + (X – M) = Y Cuando existe el sector público ya no podemos decir que los ingresos se consumen o se ahorran, porque una parte de los ingresos se constituyen en los recursos que el Estado obtiene a través de impuestos, que por lo tanto se restan del ingreso para obtener lo que se denomina Ingreso disponible. Y-T=C+S Donde T es igual a la recaudación impositiva que constituye el ingreso del Gobierno y permite financiar su gasto. De dicha expresión, surge que Y - T - C = S (1) Conservamos este resultado por un momento y volvemos a nuestra expresión original: Y = C + I + G + (X – M) Si consideramos el ingreso disponible y restamos los impuestos de un lado, debemos hacerlo también del otro para no alterar la igualdad. Y – T = C + I + G + (X – M) – T Pasamos el Consumo restando, y la expresión de la izquierda es similar a (1), por lo que la reemplazamos por su equivalente: S Y – T - C = I + G + (X – M) – T S = I + G + (X – M) – T Ahora pasamos todos los términos, salvo el balance comercial hacia la izquierda y obtenemos S - I - G + T = (X – M) que reordenando, puede escribirse así: (S - I) + (T – G) = (X – M) Esta expresión se denomina “Modelo de tres brechas”. Los paréntesis son innecesarios y se incluyen simplemente para remarcar que cada una de las diferencias que abarcan, representa el equilibrio de un sector de la economía: efectivamente, ya sabemos que X – M equivale al balance comercial y representa la relación entre nuestra economía y el resto del mundo. Si las exportaciones son iguales a las exportaciones el resultado de esa diferencia será cero. Cualquier otra situación se representará con un valor positivo o negativo. La expresión T – G representa el balance del sector público en términos de ingresos y gastos: si la recaudación T es mayor que el gasto G, existe superávit; en el caso inverso tenemos déficit público. Queda por último, nuestra conocida expresión S – I, cuyo resultado era igual a cero en una economía sin sector externo ni sector público, que son los sectores representados por las otras diferencias -(X – M) y (T – G)-. Dicha expresión (S – I) corresponde al balance del sector privado de la economía, que como habíamos anticipado, puede consumir por arriba de sus posibilidades – en ese caso S < I y la diferencia arroja un resultado negativo- o puede producir por arriba de sus necesidades –entonces S > I y el resultado es positivo-. La forma “económica” de leer el modelo de tres brechas es: BALANCE SECTOR PRIVADO Observando esta BALANCE SECTOR PUBLICO + ecuación, rápidamente = BALANCE SECTOR EXTERNO podemos concluir que una economía cuyo sector privado consume por arriba de su producción y cuyo sector público es deficitario (gasta más de lo que recauda), no tiene otro remedio que registrar déficit externo (en términos algebraicos, si el lado izquierdo arroja un resultado negativo, el derecho también debe tener ese signo): (-) (-) (-) (S - I) + (T – G) = (X – M) Siguiendo la misma línea de razonamiento en sentido inverso, tenemos que una economía que produce en exceso sobre su consumo y dispone de superávit fiscal, necesariamente es acreedora frente al resto del mundo (mantiene un balance externo positivo). De las dos situaciones, obviamente la primera es la menos deseable en términos de política económica: si período tras período una economía registra un resultado negativo frente al exterior, su endeudamiento registrará un continuo crecimiento. Esta situación es particularmente grave si se trata de una economía pequeña, puesto que el deterioro de la capacidad de pago de la deuda desencadenará, tarde o temprano, la necesidad de restringir el consumo privado y público para generar los recursos necesarios para satisfacer esa deuda. Este proceso podrá llevarse a cabo en forma paulatina o violenta (a través de una crisis) pero nunca será inocuo en términos de bienestar de la sociedad que lo padece. Sin embargo, en términos analíticos, los casos más interesantes son aquellos en los que los balances privado y público tienen diferente signo: allí es relevante la magnitud de cada uno de los desequilibrios, para poder concluir si la situación es sostenible o no en el mediano plazo. Ciertas líneas de pensamiento económico han conseguido imponer de forma más o menos generalizada la idea de que un déficit del sector público es siempre y en todo lugar un grave mal económico que debe ser evitado a toda costa. Sin embargo, nuestra ecuación nos permite apreciar que un superávit externo es compatible con un déficit público de menor cuantía que un superávit privado. Más aún, el déficit puede resultar beneficioso en términos de evitar que la economía registre bajas tasas de crecimiento debido a la debilidad de la demanda7. Pero estas son cuestiones complicadas de analizar a esta altura de nuestro curso. Por ahora nos basta con registrar que hay tres grandes equilibrios macroeconómicos que están relacionados entre sí, que el déficit externo no es sostenible indefinidamente y que por el contrario, el déficit público podría serlo en determinadas condiciones. Entonces, ¿ahorro no es igual a inversión? Para explicitar la relación entre ahorro e inversión, hicimos referencia a una economía sin sector público y sin relación con el exterior. Al complicar luego el modelo con la introducción de estos factores, parecería que aquella igualdad no se cumple. Sin embargo, podemos tomar nuestra ecuación de tres brechas y rescribirla (S - I) + (T – G) = (X – M) Si pasamos el balance comercial a la izquierda y la inversión a la derecha, podemos escribir: S + (T – G) + (M – X) = I Ecuación que ahora puede leerse como AHORRO SECTOR PRIVADO + AHORRO SECTOR PUBLICO + AHORRO SECTOR EXTERNO = INVERSIÓN De hecho frente a la crisis de fines de 2008, ningún estado ha dudado en incurrir en déficit a fin de impulsar la economía, dejando un poco de lado el paradigma del equilibrio fiscal como regla de política. 7 Si recordamos que “ahorro” es aquella parte de nuestro ingreso (o producto) que no consumimos, el concepto puede extenderse para hablar de un “ahorro” del sector público, si el gobierno gasta por debajo de su recaudación (si tiene superávit), o de un “ahorro” del resto del mundo, si del saldo neto del comercio exterior resulta que nuestro país es importador neto (y por lo tanto, las otras economías están produciendo en ese monto, más de lo que consumen internamente). Planteada en esos términos, la ecuación significa que, para que haya inversión, debe resignarse consumo. Ese consumo lo resigna el sector privado, el sector público o alguien en el exterior. El ahorro conjunto de todos esos sectores, es igual a la inversión. En definitiva, vuelve a plantearse aquí la cuestión básica de la economía: la necesidad de elegir entre diferentes alternativas para utilizar recursos que, lamentablemente, siempre son escasos. Si ahorramos más, consumiremos menos. Si deseamos mayor inversión, alguien deberá ahorrar. Si decidimos exportar más de lo que importamos, deberemos producir más de lo que consumimos.