Subido por alizarb

Ejercicios de español

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EJERCICIOS
Elige las formas correctas de SER y ESTAR:
1. Mis estudiantes ________ cansados.
2. Taylor ____ muy atlética.
3. Nosotros _______en la clase de español.
4. ¿________tú de Inglaterra?.
5. Yo ______ doctora y _______ en el hospital ahora.
6. Tessa y Jenni ______ buenas amigas.
7. Los libros ______ encima de la mesa y ______ blancos.
8. Vosotros _______ muy exigentes y muy trabajadores.
9. Tus amigos y tú ______ enfadados con la profesora porque ella ______ muy mala y seria.
10. ________ las once de la mañana y hoy _____ lunes.
Conjuga el verbo "ESTAR" para cada oración:
1. Yo ______en la casa.
2. Ella ______en la oficina.
3. Nosotros ________en el supermercado.
4. Tú _______en el auditorio.
5. Las chicas ________en la fiesta.
6. Rita _______en el cine.
7. La señora Rivera__________en el trabajo.
8. Vosotros ________ en la clase de español.
9. Mis hijas no _________ en Madrid.
10. Jordan __________ molesto con Tessa porque ella es muy mala.
2
3
Cambia los infinitivos al presente. Todos los verbos son irregulares:
Verbos en presente con alteración e / ei
1. ¿A qué hora
el supermercado? (cerrar)
2. ¿A qué hora
las clases? (empezar)
3. ¿Y tú? ¿Qué
? (pensar)
4. Siempre
mis llaves. (perder)
5. Mis hermanos
6. Yo
ir a Francia. (preferir)
una cerveza. ¿Y tú qué quieres? (querer)
7. No me
muy bien hoy. (sentir)
8. Manuel
una Coca-Cola y yo
9. Pablo
un metro ochenta y
10. Mi madre
11. Yo
para el equipo de baloncesto. (medir, jugar)
las cosas dos veces. (repetir)
quince años. ¿Y tú? ¿Cuántos años
12. ¿A qúe hora
13. ¿
un té. (pedir,pedir)
tú? (venir)
tú esa música? Sí, yo la
14. ¿Adónde
(oír,oír)
vosotros esta noche? (ir)
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? (tener) (tener)
Cambia los infinitivos al presente. Todos los verbos son irregulares:
Verbos en presente con alteración o / ue
1. Yo
2. ¿Cuánto
3. Me
4. Ahora yo no
5. Yo no
6. Mis padres no
7. El teléfono
8. El avión
9. Mi familia
10. Yo me
en la cantina (almorzar)
la camisa? (costar)
usted el dinero, por favor. (devolver)
muy bien por las noches. (dormir)
mi cuaderno. (encontrar)
ir a la fiesta esta noche. (poder)
en el dormitorio. (sonar)
muy rápido. (volar)
a las diez. (volver)
a las diez y media. ¿Y tú? ¿A qué hora te
(acostar)
5
? (acostar)
EJERCICIO 1: Verbos con diptongación E<IE/ I<IE
Completa las frases conjugando los verbos entre paréntesis.
1. Mañana
(empezar) las clases otra vez.
2. El problema es que los políticos no
trabajadores.
3. ¿Me pregunto por qué
4. ¡Eh! ¿En qué
7.
8. ¡Nunca
9. Si
10. Te
(perder, vosotros) siempre el tren?
(pensar, tú) ?
5. La verdad es que no
6. ¿
(defender) los derechos de los
(entender, yo) ni una palabra.
(querer, tú) salir conmigo el sábado por la noche?
(Sentir, yo) mucho no haberte llamado.
(cerrar, ellos) la puerta!
(perder, ustedes) el dinero, mi madre nos mata.
(recomendar) la última novela de Juan Marsé.
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Lista de los verbos del español más utilizados:
abrir
amar
asesinar
acercar
apoyar
ayudar
beber
cambiar
cenar
cocinar
comprar
continuar
aconsejar
aprender
bailar
buscar
caminar
acordar
armar
bajar
caer
callar
cantar
cerrar
comer
conseguir
acabar
andar
atacar
bañar
calmar
cazar
citar
comparar
contar
coger
conducir
correr
comenzar
conocer
cortar
coser
culpar
costar
dar
crear
dañar
creer
deber
cuidar
decidir
decir
destruir
durar
encontrar
esconder
estar
faltar
gustar
dejar
disculpar
elegir
enseñar
escribir
estudiar
haber
descansar
divertir
empezar
entender
escuchar
existir
funcionar
hablar
describir
doler
empujar
entrar
esperar
explicar
ganar
hacer
desear
dormir
encantar
equipar
esposar
extrañar
gritar
importar
intentar
lanzar
llamar
luchar
mentir
necesitar
ofrecer
parar
ir
largar
llegar
mandar
mirar
negociar
olvidar
parecer
jugar
lavar
llenar
matar
morir
nombrar
orar
partir
jurar
leer
llevar
mostrar
ocurrir
oír
pasar
lamentar
limpiar
llorar
mejorar
mover
odiar
pagar
pelar
pelear
perdonar
peligrar
permitir
pisar
pensar
poder
perder
poner
preferir
prometer
preguntar
pulsar
preocupar
quedar
preparar
quemar
probar
querer
recibir
repetir
reconocer
responder
recordar
reír
regalar
saber
regresar
sacar
salir
sentir
saltar
ser
salvar
significar
seguir
sonar
sentar
sonreír
soñar
tener
trabajar
vender
suceder
terminar
traer
venir
suponer
tirar
tratar
ver
tardar
tocar
usar
viajar
temer
tomar
valer
visitar
vivir
volver
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a2. Preposición. Se exponen a continuación las cuestiones dudosas más frecuentes que plantea su
uso:
1. a + complemento directo. Hay casos en que su presencia es forzosa, casos en que no debe
utilizarse y casos en que puede aparecer o no. En lo que respecta al uso actual, pueden establecerse
las siguientes reglas generales:
1.1. USO FORZOSO:
a) Ante nombres propios de persona o de animal: Vi A PEDRO en el cine; Dejé A PLUTO en la
perrera.
b) Ante nombres colectivos de persona cuyo referente es determinado o
consabido: Dispersaron A LA MULTITUD; Echaron A LA GENTE del parque; pero Vi UNA
MULTITUD avanzando hacia el estadio o Necesito GENTE para acabar el trabajo.
c) Ante nombres comunes de persona cuyo referente es un individuo concreto, y no uno
cualquiera entre varios posibles: Vi A LOS HIJOS del vecino escalar la tapia; Eligieron A AMBOS
JUGADORES para la selección brasileña. (Para el uso con referentes no específicos o
indeterminados, → 1.2a, b y c).
d) Ante nombres comunes de persona que, aun siendo inespecíficos o no consabidos, son
complemento directo de verbos que suponen afectación física o psíquica (acompañar, admirar,
afectar, alabar, amar, empujar, engañar, golpear, maltratar, matar, odiar, perjudicar,
saludar, etc.): Acompañó A UNA ANCIANA hasta su casa; Admiro A LOS POLÍTICOS que saben
defender sus opiniones; Engañar A UN JEFE es imposible.
e) Ante nombres comunes de persona precedidos de un indefinido, cuando son complemento directo
de verbos de percepción como mirar, observar y oír: Estaba mirando A UNA SEÑORA cuando sentí que
me llamaban; Observé A ALGUNOS NIÑOS que jugaban al fútbol; Oí A UNA MUJER cantar ópera. (Con
otros verbos de percepción como ver y conocer, puede aparecer o no la preposición; → 1.2b).
f) Ante las formas tónicas de los pronombres personales mí, ti, sí, él, ella, usted, nosotros/as,
vosotros/as, ustedes, ellos/as: ¿Dices que me vio A MÍ en el teatro?; No creo que A USTEDES los
escuchen.
g) Ante pronombres demostrativos o posesivos cuyo referente es una persona: Vi A ESE hablando
con tu jefe; A ella no le gusta mi novio y yo no soporto AL SUYO.
h) Ante los pronombres indefinidos cuyo referente es una persona (alguien, alguno, nadie,
ninguno, todos, uno, etc.), salvo cuando funcionan como complemento directo del
verbo haber (→ 1.3e): Llévate A ALGUIEN a la fiesta; No conozco A NADIE; Os necesito A
TODOS. Con verbos como buscar, encontrar, hallar, necesitar o tener, la preposición puede
aparecer o no: Busco (A) ALGUIEN que me ayude; No necesito (A) NADIE que me acompañe.
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i) Ante los relativos de persona quien, el que, la que y sus plurales, cuando ejercen la función de
complemento directo del verbo subordinado: Ese es el hombre A QUIEN o AL QUE golpearon. A
diferencia de quien, el relativo que, cuando tiene antecedente de persona y se usa sin artículo,
nunca lleva preposición en función de complemento directo: Las personas QUE amamos... (no Las
personas A QUE amamos...).
j) Ante el pronombre interrogativo de persona quién: ¿A QUIÉN buscas? ¿A QUIÉNES visteis en la
fiesta?; y ante el pronombre interrogativo cuál referido a persona: ¿A CUÁL de los dos encontraste
llorando?
k) Ante nombres de cosa, para evitar ambigüedades, cuando el sujeto y el complemento van
pospuestos al verbo: Venció la dificultad AL OPTIMISMO. No obstante, es preferible en estos casos
anteponer el sujeto, lo que permite prescindir de la preposición ante el complemento directo: La
lectura enriquece LA VIDA.
l) Ante nombres de cosa, cuando son complemento directo de verbos que significan orden lineal o
jerárquico, como preceder o seguir, y otros como acompañar, complementar, modificar (en el
sentido gramatical de ‘servir de adjunto o complemento’) o sustituir (en el sentido de ‘ocupar el
puesto [de otra cosa]’): El otoño precede AL INVIERNO; La calma sigue A LA TEMPESTAD; El
adjetivo modifica AL SUSTANTIVO; El aceite sustituye A LA MANTEQUILLA en esta receta.
m) Ante nombres de cosa que designan colectivos formados por personas, del tipo colegio,
empresa, comité, consejo, institución, comunidad, etc., cuando el verbo denota una acción que
solo puede ejercerse sobre personas, y no sobre cosas: Multaron A LA EMPRESA por realizar
vertidos tóxicos; Convocaron A LA COMUNIDAD de vecinos para que tomara la decisión definitiva.
1.2. DOBLE USO:
a) Ante nombres comunes de persona precedidos de un determinante indefinido, cuando son
complemento directo de verbos que significan búsqueda, preferencia o necesidad, como buscar,
necesitar, preferir, querer (‘desear, apetecer’), etc.: Busco UN CAMARERO o Busco A UN
CAMARERO. En estos casos, la ausencia de la preposición implica que el complemento es
inconcreto o inespecífico (es decir, alude a un individuo cualquiera dentro de la clase de personas
designada por el nombre), mientras que el uso de la preposición implica que el complemento se
refiere a una persona determinada de entre las de su clase, individualizada en la mente del
hablante: Busco UN CAMARERO significa ‘busco a cualquier persona que pueda trabajar como
camarero’ (y en este caso la oración de relativo, si la hubiere, llevaría el verbo en
subjuntivo: Busco UN CAMARERO que SEPA hablar inglés); por el contrario, Busco A UN
CAMARERO significa ‘busco a un camarero concreto, que ya conozco’ (y en este caso la oración de
relativo, si la hubiere, llevaría el verbo en indicativo: Busco A UN CAMARERO que SABE hablar
inglés).
b) Con verbos como contratar, llevar, traer, etc., así como con los verbos de
percepción ver y conocer, el complemento directo de persona desempeñado por un nombre común
puede aparecer con preposición o sin ella. Como en el caso anterior (→ a), la presencia de la
preposición implica un mayor grado de especificidad o concreción del referente del complemento
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en la mente del hablante: Han contratado (A) UN NUEVO COLABORADOR; Llevaré (A) UNOS
AMIGOS a la fiesta; Trajo (A) UNA MUJER que no conocíamos; Pondré (A) VARIOS JUGADORES en el
centro del campo; Vi (A) ALGUNOS NIÑOS escalando la tapia; Conocí (A) UNA
PERSONA encantadora. Con nombres propios es obligatoria la preposición: Han contratado A
MARÍA; Trajo A JUAN, etc.
c) Con verbos que denotan «selección», como elegir, encontrar, escoger, etc., el complemento
directo de persona, cuando es inespecífico, aun acompañado de artículo, puede aparecer con
preposición o sin ella: Aún no he elegido (encontrado, escogido) AL HOMBRE con quien
casarme o Aún no he elegido (encontrado, escogido) EL HOMBRE con quien casarme. Si el
referente es concreto, es obligatoria la preposición: Eligió A SU HERMANO; Encontré A JAVIER.
d) Cuando el complemento directo de persona precedido de preposición coincide en la oración
con otro complemento que también la lleva (por ejemplo, un complemento indirecto), puede
omitirse la que antecede al complemento directo, para evitar confusiones: Presentó (A) SU NOVIO a
sus padres. Pero si el complemento directo es un nombre propio, es forzoso el uso de la
preposición: Presentó A JUAN a sus padres.
e) Los nombres comunes de animales se usan con preposición o sin ella en función de la mayor o
menor proximidad afectiva existente entre el hablante y el animal: Suelta AL CABALLO para que
corra (mayor proximidad afectiva), frente a Suelta EL CABALLO para que corra (menor proximidad
afectiva). Por esta razón es muy frecuente el uso de la preposición con los nombres que designan
animales domésticos, mientras que los nombres que designan animales no domésticos
normalmente no admiten la preposición.
f) Ante nombres de cosa, el uso de la preposición depende del grado de personificación del
referente: Esperó (A) LA MUERTE con serenidad.
g) A veces, la presencia o ausencia de la preposición cambia el significado del objeto: En este
país no se respeta nada A LA JUSTICIA (‘institución’), frente a En este país no se respeta nada LA
JUSTICIA (‘virtud’). A menudo cambia también el significado del verbo: Admiro A LA IGLESIA [=
siento admiración por la institución], frente a Admiro LA IGLESIA [= contemplo con deleite el
edificio de una iglesia].
h) Es opcional el empleo de la preposición ante nombres de cosa cuando funcionan como
complemento directo de algunos verbos que significan daño o provecho y que se construyen
normalmente con un complemento directo de persona: El tabaco perjudica (A) LA SALUD; La
humedad afectó (A) LOS CIMIENTOS del edificio.
1.3. NO SE USA:
a) Ante nombres comunes que designan objetos inanimados: Puso EL LIBRO en la mesa;
Regaló UN AUTOMÓVIL a su padre.
b) Ante nombres comunes de persona en plural que carecen de determinante: He
encontrado CAMAREROS para mi nuevo bar; Llevaré AMIGOS a la fiesta. Sin embargo, cuando el
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complemento está formado por dos sustantivos coordinados, aun careciendo de determinante,
llevan la preposición por ser consabidos: El público silbó A ÁRBITROS Y JUGADORES; El Gobierno
emplaza A SINDICATOS Y EMPRESARIOS a una nueva reunión; Reunieron A CHICOS Y CHICAS en la
misma aula.
c) Ante nombres propios de países o ciudades (el uso con preposición, habitual en épocas
pasadas, prácticamente ha desaparecido de la lengua actual): No conozco FRANCIA; Este verano he
visitado NÁPOLES. Pero si estos nombres denotan no una realidad meramente geográfica, sino el
conjunto de sus ciudadanos, se admite la preposición: Es capaz de engañar A MEDIA ITALIA. El
resto de los nombres propios geográficos nunca llevan preposición: Cruzó EL TAJO a nado;
Escaló EL HIMALAYA.
d) Ante nombres propios usados como comunes: Me compré EL PICASSO en una subasta.
e) Con el verbo impersonal haber, el complemento directo, aun denotando persona, se construye
sin preposición: Hay ALGUIEN en la puerta; Solo había DOS ESTUDIANTES en el aula.
f) Con el verbo tener, el complemento directo de persona, si es indeterminado, se construye sin
preposición: Tienen DOS HIJOS; Tiene UNA TÍA actriz; pero si va acompañado de un adjetivo en
función de complemento predicativo que denota estados transitorios, se construye con
preposición: Tiene A UN HIJO enfermo (la enfermedad se considera pasajera), a diferencia
de Tiene UN HIJO invidente (la ceguera es permanente).
2. a por. El uso de esta secuencia preposicional pospuesta a verbos de movimiento como ir, venir,
salir, etc., con el sentido de ‘en busca de’, se percibe como anómalo en el español de América,
donde se usa únicamente por: «Voy por hielo y cervezas a la tienda» (Victoria Casta [Méx.
1995]). En España alternan ambos usos, aunque en la norma culta goza de preferencia el empleo
de por: «¿Qué haces ahí? ¡Vete por el medicamento, por Dios!» (Aparicio Retratos [Esp.
1989]); «—¿Te vas? [...] —Sí, bajo a por tabaco» (MtnGaite Fragmentos [Esp. 1976]). En
realidad, no hay razones para censurar el uso de a por, pues en la lengua existen otras
agrupaciones preposicionales, como para con, de entre, por entre, tras de, de por, etc.,
perfectamente normales. La secuencia a por se explica por el cruce de las estructuras ir A un
lugar (complemento de dirección) e ir POR algo o alguien (‘en busca de’), ya que en esta última
está también presente la idea de ‘movimiento hacia’.
3. sustantivo + a + infinitivo: temas a tratar, problemas a resolver, etc. Estas estructuras
sintácticas son calcos del francés y su empleo en español comenzó a propagarse en el segundo
tercio del siglo XIX. En el ámbito de la economía están ya consolidadas expresiones
como cantidad a ingresar, cantidad a deducir, que permiten, incluso, la omisión del sustantivo: A
ingresar: 25 euros. Son frecuentes en el terreno administrativo y periodístico expresiones
idénticas a las anteriores, como temas a tratar, problemas a resolver, ejemplo a seguir, etc. Estas
construcciones resultan más breves que las tradicionales españolas: problemas que hay que
resolver, ejemplo que se debe seguir, etc. Su uso es especialmente frecuente cuando funcionan
como sujeto o como atributo en oraciones copulativas: Los temas a tratar son dos; Esas son las
cuestiones a dilucidar. En español solo son aceptables en algunos casos, por lo que se recomienda
tener en cuenta las siguientes orientaciones generales:
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a) Si la preposición a admite su sustitución por las preposiciones por o para, o el relativo que, sin
que sea necesario cambiar la estructura de la construcción y sin que cambie el significado, debe
desecharse la construcción galicada: Tenemos dos asuntos a tratar (mejor Tenemos dos asuntos
que tratar); No hay más asuntos a discutir (mejor No hay más asuntos que/por/para discutir). Con
respecto al uso de por en lugar de a, es necesario señalar que la construcción con por posee un
matiz significativo adicional; así, no es exactamente lo mismo cantidad por pagar que cantidad a
pagar: cantidad por pagar es ‘cantidad que queda todavía por pagar’, e implica que se han
satisfecho otros pagos anteriormente, mientras que cantidad a pagar es, simplemente, ‘cantidad
que hay que pagar’.
b) El verbo en infinitivo debe ser transitivo, pues en tales construcciones el infinitivo tiene valor
pasivo; por tanto, no son admisibles oraciones como El lugar a pelear será las Vegas (pues no se
dice pelear un lugar, sino en un lugar); La cuestión a hablar en la reunión es de escasa
importancia (pues no se dice hablar una cuestión, sino de o sobre una cuestión).
c) El infinitivo debe estar en forma activa, pues, como ya se ha indicado, los infinitivos de estas
construcciones ya tienen valor pasivo: El tema a ser tratado presenta dificultades (correcto: El
tema a tratar).
d) Son normales estas construcciones con sustantivos abstractos como asunto, tema, ejemplo,
cuestión, aspecto, punto, cantidad, problema y otros similares, y con verbos del tipo
de realizar (se evita hacer por razones de cacofonía con la preposición a: tareas a
hacer), ejecutar, tratar, comentar, dilucidar, resolver, tener en cuenta, considerar, ingresar,
deducir, desgravar, descontar, etc. Pero no deben extenderse a otro tipo de enunciados, con otros
verbos en infinitivo y con sustantivos que no sean abstractos: Los ladrillos a poner están en la
furgoneta; Los libros a leer se encuentran en la mesa.
e) Por último, no hay que olvidar que, en muchos casos, su uso es superfluo y, por tanto, evitable;
así, en una oración como Pedro es un ejemplo a seguir para todos nosotros, la secuencia de
infinitivo a seguir es prescindible: Pedro es un ejemplo para todos nosotros.
4. sustantivo + a + sustantivo: barco a vela, cocina a gas, etc. La preposición que se emplea
normalmente en español para introducir el complemento que expresa el modo o medio por el que
funciona un determinado objeto es de: estufa de gas, cocina de leña, barco de vela, etc. El uso
de a en estos casos es un galicismo que debe evitarse (aunque esté muy extendido, al menos en
España, en los casos de olla a presión o avión a reacción). Se recomienda mantener el uso
tradicional con de, vigente además en la mayoría de los países americanos: «Eche 4 tazas de agua
en la olla de presión y póngala al fuego» (VV. AA. Cocina [Cuba 1997]); «En una esquina había
una estufa de gas» (RRosa Sebastián [Guat. 1994]); «El proceso técnico de fabricación [...] de un
avión de reacción» (DzCorral Rapto [Esp. 1953-74]). Sí es normal el uso de la preposición a para
introducir complementos verbales que indican el modo de ejecutar la acción o el medio empleado
para ello: llamar a gritos, moler a palos, bordar a mano, así como para introducir el complemento
de sustantivos derivados de verbos de acción: pintura al óleo, grabado al agua fuerte, bordado a
canutillo.
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5. a + sustantivos que expresan unidad de tiempo: cinco veces al día, tres kilómetros a la
hora. Para expresar distributivamente una cantidad en relación con una unidad de tiempo, se
emplean en español las preposiciones a o por. Cuando pueden alternar ambas, se prefiere el uso
de a con unidades de tiempo como día, mes, semana o año: Los musulmanes rezan cinco veces al
día; Paso con mis padres dos días al mes; Asisto a clases de inglés dos días a la semana; Cobra
tres millones al año. Pero con hora y unidades de tiempo inferiores,
como minuto o segundo, cuando expresan frecuencia asociada a velocidad, solo es normal el uso
de la preposición por: tres kilómetros por hora, ochenta pulsaciones por minuto, dos vibraciones
por segundo (no tres kilómetros a la hora, ochenta pulsaciones al minuto, etc.).
6. a + sustantivos que designan partes del día: a la mañana, a la tarde, a la noche. Para
introducir los complementos de tiempo relativos a las partes del día, en el español general se
emplean normalmente las preposiciones por o en, esta última de uso frecuente en gran parte de
América, aunque inusual en España (salvo cuando, a su vez, estos complementos llevan un
complemento con de: en la tarde del sábado, en la mañana del lunes): «Ese hígado lo trajo el
carnicero por la tarde» (Llamazares Río [Esp. 1990]); «El domingo en la mañana vi con sorpresa
que a mi lado dormía una negra enorme» (Mutis Ilona [Col. 1988]). El uso de a solo es normal en
la Argentina y, en España, entre hablantes vascos o catalanes: «Los sábados a la tarde reúne
mucho público» (Dios Miami [Arg. 1999]); «Dada la hora local de comienzo del
partido [...], entrenarán hoy a la mañana» (DNavarra [Esp.] 12.5.99); «La fiesta se aguó el
miércoles a la tarde» (Vanguardia [Esp.] 1.7.94).
7. a la que o a lo que + verbo. En el habla popular suelen emplearse las construcciones a la
que [Esp.] y a lo que [Am.] como locuciones conjuntivas de valor temporal equivalentes
a cuando o a en cuanto: A la que llegó su padre, todo se aclaró; A lo que me vio, se hizo el
distraído. En la lengua culta se dice En cuanto llegó su padre, todo se aclaró; Cuando me vio, se
hizo el distraído; o bien se emplea la contracción al seguida del verbo en infinitivo: Al llegar su
padre...; Al verme...
8. a + el. → al.
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