FICHA DE IDENTIFICACIÓN DE TRABAJO Título: ENFERMEDADES DE LOS LEUCOCITOS, GANGLIOS LINFATICOS, VAZO Y TIMO Autor: Achacollo Villca Ayde Fecha: 13/04/2020 Código de estudiante:37938 Carrera: Medicina Asignatura: Patología Especial Grupo: A Docente: ALDO GROVER CORTEZ MENDOZA Periodo Académico :1-20 Subsede: Oruro TRASTORNOS LEUCOCITICOS Entre los trastornos de los leucocitos se encuentran deficiencias (leucopenias) y proliferaciones, que pueden ser reactivas o neo- plásticas. La proliferación reactiva en respuesta a una enfermedad primaria, a menudo microbiana, es frecuente. Si bien son menos habituciles, los trastornos neoplásicos tienen peor pronóstico y son la causa de aproximadamente el 9% de todas las muertes por cáncer en adultos, cifra que asciende hasta un asombroso 40% en niños menores de 15 años de edad. TRASTORNOS NO NEOPLASICOS DE LOS LEUCOCITOS Leucopenia Con mayor frecuencia, la leucopenia se debe al descenso de los granulocitos, los leucocitos circulantes más numerosos. La linfopenia es mucho menos frecuente y se asocia a procesos poco habituciles, como inmimodeficiendas congénitas, infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VTH) y el tratamiento con corticoesteroides en dosis altas. Solo comentaremos las leucopenias más frecuentes de los granulocitos. Neutropenia/agranulocitosis El descenso del número de granulocitos en sangre se conoce como neutropenia o, cuando es grave, agranulocitosis. Las personas con neutropenia son sensibles a infecciones bacterianas y micóticas, que pueden ser mortales Características clínicas Entre los síntomas iniciales se encuentran malestar, escalofríos y fiebre, con la consiguiente debilidad y fatigabilidad. Las infecciones constituyen un problema importante. A menudo adoptan la forma de lesiones necrosantes ulcerosas de las encías, suelo de la boca, mucosa bucal, faringe u otras localizaciones dentro de la cavidad oral (angina agranulocítica). Debido a la ausencia de leucocitos, estas lesiones a menudo contienen grandes masas o sábanas de microorganismos. Además de eliminar el fármaco agresor y de controlar la infección, el tratamiento también debe incluir factor estimador de las colonias de granulocitos, que estimula la producción de neutrófilos en la médula ósea. Leucocitosis reactiva El aumento de los leucocitos en sangre es frecuente en varios estados inflamatorios causados por estímulos microbianos y no microbianos. Mononucleosis infecciosa La mononucleosis infecciosa es una enfermedad aguda autolimitada en adolescentes y adultos jóvenes que se debe al virus de Epstein-Barr (VEB), un miembro de la familia de virus del herpes. La infección se caracteriza por: 1) fiebre, dolor de garganta y linfadenitis generalizada, y 2) linfocitosis por linfocitos T CD8+ activados. Cabe destacar que la infección por citomegalovirus induce un síndrome similar que solo puede diferenciarse utilizando métodos serológicos. Linfadenitis reactiva Las infecciones y los estímulos inflamatorios no microbianos a menudo activan las células inmunitarias que residen en los ganglios linfáticos, que actúan como barreras de defensa. La respuesta inmunitaria frente a antígenos extraños puede provocar el aumento de tamaño de los ganglios linfáticos (linfoadenopatía). Las infecciones que causan linfadenitis son muchas y diversas, y pueden ser agudas o crónicas. Linfadenitis aguda inespedfica Esta forma de linfadenitis puede estar presente de forma aislada en un grupo de ganglios que drenan una infección local o ser generalizada, como en las afecciones sistémicas de tipo infeccioso o inflamatorio. Linfadenitis crónica inespecífica En función del agente causante, la linfadenitis crónica inespecífica puede adoptar uno de tres patrones: hiperplasia folicular, hiperplasia paracortical o histiocitos sinusal. Enfermedad por arañazo de gato La enfermedad por arañazo de gato es una linfadenitis autolimitada causada por la bacteria Bartonella henselae. Se trata, principalmente, de una enfermedad de la infancia, ya que el 90% de los pacientes tienen menos de 18 años de edad. Se manifiesta con linfoadenopatía regional, más frecuentemente en las axilas y el cuello. El aumento de tamaño de los ganglios aparece aproximadamente 2 semanas después del arañazo de un felino o, con menor frecuencia, después de una lesión producida por una astilla o una espina. En ocasiones es posible encontrar un nódulo inflamatorio, una vesícula o una escara en el lugar de la lesión. PROLIFERACIONES NEOPLASICAS DE LOS LEUCOCITOS Los tumores son los trastornos más importantes que podemos encontrar en los leucocitos. Se dividen en tres categorías generales, según el origen de las células tumorales Neoplasias linfoides Las numerosas neoplasias linfoides se caracterizan por una presentación clínica y un comportamiento muy variables, por lo que representan retos diagnósticos para los estudiantes y para los médicos en general. Algunas se manifiestan típicamente como leucemias, con afectación de la médula ósea y de la Sangre periférica, mientras que otras tienden a manifestarse como linfomas, tumores que producen masas en los ganglios linfáticos o en otros tejidos. Por lo general, los tumores de células plasmáticas surgen en el hueso y se manifiestan como masas delimitadas que provocan síntomas sistémicos relacionados con la producción de una inmunoglobulina monoclonal completa o parcial. Aunque esas tendencias se reflejan en los nombres que reciben estas entidades, en realidad todas las neoplasias linfoides pueden diseminarse hacia los ganglios linfáticos y hacia varios tejidos de todo el cuerpo, en especial el hígado, el bazo, la médula ósea y la sangre periférica. Debido a su conducta clínica solapada, algunas neoplasias linfoides solo se pueden diferenciar con certeza por las características morfológicas y moleculares de las células tumorales. Dicho de otro modo, con fines diagnósticos y pronósticos, es más importante centrarse en cómo es la célula tumoral y no en dónde se encuentra en el paciente. Se reconocen dos grupos generales de linfomas: los linfomas de Hodgkin y los linfomas no hodgkinianos. Leucemia linfoblástica aguda/linfoma linfoblástico La leucemia linfoblástica aguda (LLA) y el linfoma linfoblástico son tumores agresivos compuestos por linfocitos inmaduros (linfoblcistos) que afectan predominantemente a niños y adultos jóvenes. Los distintos tumores linfoblásticos son morfológicamente indistinguibles, a menudo causan signos y síntomas similares, y su tratamiento es parecido. Características clínicas de las leucemias agudas Las leucemias agudas tienen las siguientes cacterísticas: Inicio brusco y florido. La mayoría de los pacientes solicitan asistencia médica en los 3 meses siguientes al inicio de los síntomas. • Signos y síntomas clínicos relacionados con la supresión de la función medular, con cansancio (debido a la anemia), fiebre (que refleja las infecciones que se producen como consecuencia de la neutropenia) y hemorragias (petequias, equimosis, epistaxis, encías hemorrágicas) secundarias a la trombocitopenia • Dolor y sensibilidad en huesos, como consecuencia de la expansión medular y de la infiltración subperióstica • Linfoadenopatía generalizada, esplenomegalia y hepatomegalia debidas a la diseminación de las células leucémicas. Son más pronunciadas en la LLA que en la LMA. • Manifestaciones del sistema nervioso central, con cefalea, vómitos y parálisis nerviosas, como consecuencia de la diseminación meníngea. Son más frecuentes en niños que en adultos y en la LLA que en la LMA. Características genéticas. Aproximadamente el 90% de las LLA presentan anomalías cariotípicas no aleatorias. Los tumores de linfocitos pre-B más frecuentes en la infancia muestran hiperdiploidía (más de 50 cromosomas/célula) y una translocación críptica (12;21) que afecta a los genes TELl y AMLl, mientras que en torno al 25% de los tumores de linfocitos pre-B del adulto alojan una translocación (9;22) que incluye los genes ABL y BCR. Los tumores de linfocitos pre-T se asocian a diversas aberraciones cromosómicas, incluidas las translocaciones frecuentes que afectan a los locus del receptor de linfocitos T y a genes de factores de transcripción, como TALl. Características inmunofenotípicas. La inmunofenotipificación es muy útil para la subtipificación de tumores linfoblásticos y para distinguirlos de las LMA. La desoxinucleotidilo transferasa terminal (TdT), una enzima que se expresa específicamente en linfocitos pre-B y pre-T, está presente en más del 95% de los casos. La posterior subtipificación de la LLA en los tipos pre-B y pre-T se basa en la tinción de marcadores específicos de estirpe, como CD19 (linfocitos B) y CD3 (linfocitos T). Pronóstico El tratamiento de la LLA infantil es una de las historias de mayor éxito en oncología. Los niños de 2 a 10 años de edad tienen mejor pronóstico, y la curación se logra hasta en el 80% de los casos con quimioterapia intensiva. Otros grupos de pacientes evolucionan menos favorablemente. Leucemia linfocítica crónica/linfoma linfocítico de células pequeñas La leucemia linfocítica crónica (LLC) y el linfoma linfocítico de células pequeñas (LLP) son entidades esencialmente idénticas, que difieren solo en la extensión de la afectación de la sangre periférica. De una forma un tanto arbitraria, si la cifra de linfocitos en sangre periférica es mayor de 4.000 células/ |xl, el paciente es diagnosticado de LLC, y si no lo es, se establece el diagnóstico de LLP. La mayoría de los sujetos con neoplasias linfoides encajan en los criterios diagnósticos de LLC, que es la leucemia más frecuente en adultos en países occidentes. Características inmunofenotípicas y genéticas. La LLC/LLP es una neoplasia de linfocitos B maduros que expresan los mocadores linfocíticos pan-B CD19, CD20 y CD23, así como cadenas pesadas y ligeras de las inmunoglobulinas de superficie. Las células tumorales también expresan CD5, una pista diagnóstica útil, ya que, de los linfomas de linfocitos B, solo la LLC/LLP y los linfomas de células del manto (como se comenta más adelante) suelen expresar CD5. Características clínicas Cuando se detecta por primera vez, la LLC/LLP a menudo es asintomática. Los signos y síntomas clínicos más frecuentes no son específicos y consisten en fatigabilidad fácil, pérdida de peso y anorexia. Hay linfoadenopatía generalizada y hepatoesplenomegalia en el 50-60% de los pacientes. La cifra de leucocitos puede estar aumentada solo ligeramente (en la LLP) o superar las 200.000células/ [xl. La hipogammaglobulinemia se desarrolla en más del 50% de los pacientes, por lo general al final de la evolución, y provoca una mayor susceptibilidad a las infecciones bacterianas. Con menor frecuencia, se observan anemia hemolítica autoinmunitaria y trombocitopenia. linfoma folicular Este tumor, relativamente frecuente, constituye el 40% de los LNH del adulto en EE. UU. Al igual que la LLC/LLP, es mucho menos habitual en poblaciones asiáticas Características inmunofenotípicas. Esos tumores expresan marcadores linfocíticos pan-B (CD19 y CD20), CDIO y BCL6, un factor de transcripción necesario para la aparición de linfocitos B del centro germinal Características clínicas El Linfoma folicular se presenta principalmente en adultos mayores de 50 años de edad y afecta por igual a ambos sexos. Por lo general, se manifiesta como una linfoadenopatía generalizada indolora. La médula ósea casi siempre está afectada en el momento del diagnóstico, mientras que la enfermedad visceral es infrecuente. linfomas de células del manto Los linfomas de las células del manto constan de células que se parecen a los linfocitos B vírgenes que se encuentran en las zonas del manto de los folículos linfoides normales. Características clínicas La mayoría de los pacientes presentan cansancio y linfoadenopatías, y la enfermedad ya está generalizada, con afectación de la médula ósea, del bazo, del hígado y (a menudo) del tubo digestivo. Esos tumores son moderadamente agresivos e incurables. La medicina de supervivencia es de 3 a 5 años linfoma difuso de linfocitos B grandes El linfoma difuso de linfocitos B grandes es el tipo más frecuente de linfoma en los adultos, siendo responsable de aproximadamente el 50% de los LNH en ellos. Comprende varios subtipos que comparten una evolución natural agresiva. Características clínicas, Aunque la mediana de edad en la presentación es en tomo a los 60 años, los linfomas difusos de linfocitos B grandes pueden aparecer a cualquier edad. Representan aproximadamente el 15% de los linfomas de la infancia. Los pacientes presentan una masa, a menudo asintomática, que crece con rapidez en una o varias localizaciones. Las presentaciones extraganglionares son frecuentes. Aunque el tubo digestivo y el cerebro se encuentran entre las localizaciones extraganglionares más habituales, los tumores pueden aparecer prácticamente en cualquier órgano o tejido. A diferencia de los linfomas más indolentes (p. ej., linfoma folicular), la afectación del hígado, del bazo y de la médula ósea no es frecuente en el momento del diagnóstico. linfoma de Burkitt El linfoma de Burkitt es endémico en algunas zonas de África y se presenta esporádicamente en otras áreas, como EE. UU. Histológicamente, la enfermedad africana y la que se presenta en zonas no endémicas son idénticas, aunque existen diferencias clínicas y virológicas Características clínicas Las formas esporádicas tanto endémicas como no endémicas afectan principalmente a niños y adultos jóvenes. El linfoma de Burkitt es responsable de aproximadamente el 30% de los LNH de la infancia en EE. UU. En ambos casos, la enfermedad surge en localizaciones extraganglionares. A menudo, los tumores endémicos se manifiestan como masas maxilares o mandibulares, mientras que los tumores abdominales, que afectan al Linfoma de Burkitt: ganglio linfático. Las células tumorales y sus núcleos son bastante uniformes, lo que confiere un aspecto monótono. Objétense el elevado nivel de actividad mitótica (puntas de flecha) y los nucléolos prominentes. El patrón en «cielo estrellado» producido por los macrófagos normales entremezclados que se tiñen ligeramente se aprecia mejor a menor aumento. intestino, al retroperitoneo y a los ovarios, son más frecuentes en Norteamérica. Mieloma múltiple y tumores de células plasmáticas relacionados Prácticamente en todos los casos, los mielomas múltiples y los tumores de células plasmáticas relacionados segregan una inmunoglobulina única completa o parcial. Como esas inmunoglobulinas se pueden detectar en suero, estos trastornos también se conocen como gammapatías monoclonales y la inmunoglobulina asociada se denomina proteína M. Aunque las proteínas M pueden indicar un proceso maligno manifiesto, también se encuentran a menudo, sorprendentemente, en ancianos sanos Plasmocitoma solitario En ocasiones, los tumores de células plasmáticas se manifiestan como plasmorítomas solitarios que afectan al esqueleto o a los tejidos blandos. Los plasmocitomas óseos solitarios tienden a presentarse en las mismas locaciones que el mieloma múltiple y, por lo general evolucionan a un mieloma múltiple de expresión completa durante un período de 5 a 10 años Gammapatía monoclonal de significado indeterminado Gammapatía monoclonal de significado indeterminado (GMSI) es el término que se aplica a una gammapatía monoclonal asintomática. Las proteínas M se encuentran en el suero del 1-3% de las personas sanas mayores de 50 años, lo que hace que sea la proliferación de células plasmáticas más frecuente. A pesar de su nombre, cada día parece más evidente que la GMSI es una lesión precursora con tendencia a evolucionar a mieloma múltiple. Linfoma linfoplasmocítico El linfoma linfoplasmocítico se incluye entre las neoplasias de células plasmáticas, porque las células tumorales segregan una proteína M, principalmente IgM, pero sus demás características son distintas. Está formado por una mezcla de linfocitos B que varían desde linfocitos pequeños a linfocitos plasmocitos y a células plasmáticas. Se comporta como un linfoma indolente de linfocitos B, y en su presentación afecta habitualmente a ganglios linfáticos, a la médula ósea y al bazo linfoma de Hodgkin El linfoma de Hodgkin es una denominación que engloba un grupo diferenciado de neoplasias que se caracterizan por la presencia de una célula tumoral gigante, la célula de Reed-Stemberg. A diferencia de la mayoría de los LNH, los linfomas de Hodgkin aparecen en un único ganglio linfático o una cadena de ganglios linfáticos y, típicamente, se diseminan de forma escalonada hacia los ganglios de territorios anatómicos contiguos. Aunque en la actualidad sabemos que los linfomas de Hodgkin son tumores poco frecuentes originados en los linfocitos B, se distinguen de los LNH por sus características anatomopatológicas y clínicas inositas. Clasificación. Se reconocen cinco subtipos de linfoma de Hodgkin: 1) esclerosis nodular; 2) celularidad mixta; 3) rico en linfocitos; 4) depleción linfocítica, y 5) predominio linfocítico. En los primeros cuatro subtipos, las células de Reed-Stemberg comparten ciertas características morfológicas e inmunofenotípicas (que se describen más adelante), lo que ha llevado a algunos investigadores a englobar esas entidades bajo el término «linfoma de Hodgkin clásico». Estatificación y características clínicas. Los linfomas de Hodgkin, como los LNH, se manifiestan, por lo general, como una linfoadenopatía indolora. Aunque la distinción definitiva respecto al LNH puede hacerse únicamente por el estudio de la biopsia de un ganglio linfático, hay varias características clínicas que favorecen el diagnóstico de linfoma de Hodgkin Una vez establecido el diagnóstico, la estatificación determina el tratamiento y el pronóstico Los pacientes más jóvenes con los subtipos más favorables tienden a tener una enfermedad en estadio I o II y no suelen presentar manifestaciones sistémicas. Aquellos con enfermedad avanzada (estadios 111 y IV) tienen más probabilidades de tener molestias sistémicas, como fiebre, pérdida de peso, prurito y anemia. Debido a las complicaciones a largo plazo que representa la radioterapia, en la actualidad incluso los pacientes con enfermedad en estadio I reciben quimioterapia sistémica. La enfermedad más avanzada también se trata, en general, con quimioterapia, en occisiones con radioterapia del campo afectado en los lugares de enfermedad más voluminosa. Otras neoplasias linfoides Entre las muchas formas de neoplasias linfoides incluidas en la clasificación de la OMS hay varias con características distintivas o trascendencia clínica que merecen ser comentadas brevemente. Linfoma extraganglionar de la zona marginal Este tumor indolente de linfocitos B surge principalmente en tejidos epiteliales, como el estómago, las glándulas salivales, los intestinos delgado y grueso, los pulmones, la órbita y la mama. Los linfomas extraganglionares de la zona marginal tienden a desarrollarse en el contexto de trastornos autoinmunitarios (como el síndrome de Sjogren y la tiroiditis de Hashimoto) o de una infección crónica (como la gastritis por H. pilorí), lo que indicaría que la estimulación antigénica mantenida contribuye a su desarrollo. Tricoleucemia La tricoleucemia es una neoplasia indolente de linfocitos B poco común que se caracteriza por la presencia de células leucémicas con proyecciones citoplasmáticos finas filiformes. Las células tumorales expresan marcadores linfocíticos pan-B (CD19 y CD20), inmunoglobulinas de superficie, y CDllc y CD103. Estos últimos antígenos no están presentes en la mayoría de los tumores de linfocitos B, por lo que son útiles para el diagnóstico. Neoplasias mieloides Las neoplasias mieloides surgen de progenitores hematopoyéticos y habitualmente dan lugar a proliferaciones clónales que remplazan las células medulares óseas normales. Hay tres categorías generales de neoplasia mieloide. En las leucemias mieloides agudas (LMA), las células neoplásicas están bloqueadas en una etapa temprana del desarrollo de la célula mieloide. Leucemia mieloide aguda La LMA afecta principalmente a adultos mayores, con una edad mediana de 50 años. Se trata de una entidad muy heterogénea, como se comenta más adelante. Los signos y síntomas clínicos se parecen mucho a los producidos por la LLAy, por lo general, están relacionados con la sustitución de los elementos medulares normales por blastos leucémicos. El cansancio, la palidez, las hemorragias anómalas y las infecciones son frecuentes en el momento en que los pacientes son diagnosticados, quienes normalmente consultan pocas semanas después del inicio de los síntomas Clasificación. Las LMA son entidades diferentes en cuanto a sus características genéticas, la estirpe celular y el grado de maduración. La clasificación de la OMS se basa en todas esas características para dividir la LMA en cuatro categorías: 1) LMA asociadas a aberraciones genéticas específicas, que son importantes porque permiten predecir la evolución y orientar el tratamiento; 2) LMA con displasia, muchas de las cuales se originan a partir de síndromes mielodisplásicos; 3) LMA que se presentan después de una quimioterapia genotóxica, y 4) LMA con ausencia de todas las características anteriores. Imunofenotipo. La expresión de los marcadores inmunitarios es heterogénea en la LMA. La mayoría de los tumores expresan algunas combinaciones de antígenos asociados a células mieloides, como CD13, CD14, CD15, CD64 o CD117). Por su parte, el antígeno CD33 se expresa en las células madre pluripotentes, pero se conserva en las células progenitoras mieloides. Estos marcadores son útiles para distinguir la LMA de la LLA (como se muestra en la y para identificar la LMA mínimamente diferenciada Síndromes mielodisplásicos En los síndromes mielodisplásicos (SMD), la médula ósea ha sido total o parcialmente remplazada por la progenie clona de una célula madre pluripotente transformada que retiene la capacidad de diferenciarse en eritrocitos, granulocitos y plaquetas, aunque de una forma que es tan ineficaz como anómala. En consecuencia, la médula muestra hipercelulíiridad o una celularidad normal, pero en la sangre periférica se observan una o más citopenias. Síndromes mieloproliferativos crónicos Los síndromes mieloproliferativos crónicos se caracterizan por la hiperproliferación de los progenitores mieloides neoplásicos que retienen la capacidad de alcanzar la diferenciación terminal, con el consiguiente incremento de uno o más elementos formes en sangre periférica. Los progenitores neoplásicos tienden a diseminarse a los órganos hematopoyéticos secundarios (bazo, hígado y ganglios linfáticos), lo que provoca hepatoesplenomegalia (causada por la hematopoyesis extramedular neoplásica). Un problema frecuente es la asociación de esos trastornos con mutaciones activadoras de las tirosinacinasas, que dan lugar a señales constitutivas que simulan las que suelen producirse en respuesta a los factores de crecimiento hematopoyéticos. Esta perspectiva permite explicar satisfactoriamente la sobreproducción de células mieloides que se observa y es importante para el enfoque terapéutico, ya que existen inhibidores de la tirosinacinasa. Leucemia mieloide crónica La LMC afecta principalmente a adultos de entre 25 y 60 años de edad, con una incidencia máxima en torno a los 30-50 niños. En EE. UU., cada año se diagnostican alrededor de 4.500 casos nuevos. Características clínicas El inicio de la LMC a menudo es insidioso, ya que los síntomas iniciales suelen ser inespecíficos fatigabilidad fácil, debilidad, pérdida de peso). En ocasiones, el primer síntoma es una sensación de peso en el abdomen causada por la esplenomegalia. A veces, puede ser necesario distinguir la LMC de una «reacción leucemoide», una elevación espectacular de la cifra de granulocitos en respuesta a la infección, el estrés, la inflamación crónica y algunas neoplasias Policitemia vera La policitemia vera se caracteriza por una proliferación excesiva de elementos eritroides, granulocitos y megacariocitos (panmielosis), pero la mayoría de los signos y síntomas clínicos están relacionados con un incremento absoluto de la masa eritrocítica. La policitemia vera debe distinguirse de la relativa, que es consecuencia de la hemoconcentración. A diferencia de las formas reactivas de la policitemia absoluta, la policitemia vera se asocia a concentraciones séricas bajas de eritropoyetina, que reflejan el crecimiento del clon neoplásico independiente de factores de crecimiento. Curso clínico La policitemia vera aparece de manera insidiosa, por lo general al final de la edad media del paciente. Los afectados muestran plétora y a menudo una discreta cianosis. La histamina liberada por los basófilos neoplásicos puede contribuir al prurito, así como al aumento de la incidencia de úlceras pépticas. Otras molestias pueden explicarse por la tendencia a que se produzcan trombosis y hemorragias, y por la hipertensión. Es frecuente que el paciente presente cefalea, mareos, molestias digestivas, hematemesis y melenas. Debido al aumento del metabolismo celular, se encuentra gota sintomática en el 5-10% de los casos, y muchos más sujetos tienen hiperuricemia asintomática. Neoplasias histiocíticas Histiocitos de células de Langerhans El término histiocitos es un «cajón de sastre» que engloba varios trastornos proliferativos de células dendríticas o macrófagos. Algunos, como los linfomas histiocíticos, muy infrecuentes, son neoplasias muy agresivas, mientras que otros, como la mayoría de las proliferaciones histiocíticas de los ganglios linfáticos, son completamente benignos y reactivos. Entre ambos extremos encontramos un grupo de tumores relativamente infrecuentes formados por células de Langerhans, los histiocitos de células de Langerhans. Como se describe en el capítulo 4, las células de Langerhans son células dendríticas inmaduras que se encuentran en la epidermis. En muchos otros órganos hay células parecidas, que funcionan capturando antígenos y presentándolos a los linfocitos T. La proliferación TRASTORNOS HEMORRAGICOS COAGULACIÓN INTRAVASCULAR DISEMINADA La coagulación intravascular diseminada (CID) se produce como complicación de una amplia variedad trastornos. La CID se debe a la activación sistémica de la coagulación y desemboca en la formación de trombos en toda la microcirculación. En consecuencia, se consumen plaquetas y factores de coagulación, y, secundariamente, se activa la fibrinólisis. Por tanto, la CID puede dar lugar a hipoxia tisular y microinfartos causados por miles de microtrombos, pero también a un trastorno hemorrágico relacionado con la activación patológica de la fibrinólisis y la depleción de los elementos necesarios para la hemostasia (por lo que recibe el nombre de coagulopatía de consumo). TROMBOCITOPENIA La trombocitopenia aislada se asocia a tendencia hemorrágica y pruebas de coagulación normales. Una cifra menor de 150.000 plaquetas/ piel se considera indicativa de trombocitopenia, aunque el riesgo de hemorragias postraumáticas aumenta solo cuando la cifra de plaquetas desciende hasta 20.000 o 50.000 plaquetas/ |xl y el riesgo de hemorragias espontáneas es evidente cuando la cifra cae es menor de 20.000 plaquetas/|xl. La mayoría de las hemorragias se producen en vasos sanguíneos superficiales pequeños y dan lugar a petequias o equimosis grandes en la piel, en las mucosas del tubo digestivo y del aparato urinario, y en otras localizaciones. Las hemorragias más extensas en el sistema nervioso central representan un grave riesgo en las personas con descensos muy importantes de la cifra de plaquetas. Púrpura trombocitopenia inmunitaria La púrpura trombocitopenia inmunitaria (PTI) presenta dos subtipos clínicos. La PTI crónica es en trastorno relativamente frecuente que tiende a afectan a mujeres entre 20 y 40 años. La PTI aguda es una forma autolimitada que se ve principalmente en niños después de infecciones víricas Trombocitopenia inducida por heparina Este tipo especial de trombocitopenia medicamentosa (descrita con más detalle en el capítulo 3) merece en breve comentario por su importancia clínica. El 3-5% de los pacientes desarrollan una trombocitopenia moderada o grave después de 1-2 semanas de tratamiento con heparina no fraccionada. TRASTORNOS DE LA COAGULACIÓN Los trastornos de la coagulación son consecuencia de deficiencias tanto congénitas como adquiridas de factores de coagulación. Las deficiencias adquiridas son más frecuentes y a menudo afectan a varios factores simultáneamente. la vitamina K es necesaria para la síntesis de protrombina y de los factores de coagulación VII, IX y X, y su deficiencia causa un grave defecto de la coagulación. El hígado sintetiza varios factores de coagulación, pero también elimina de la circulación muchos otros que están activados. Por tanto, las enfermedades parenquimatosas hepáticas son causas frecuentes de las diátesis hemorrágicas complejas. Deficiencias del complejo factorVlll-factor de von Willebrand La hemofilia A y la enfermedad de von Willebrand se deben a defectos cualitativos o cuantitativos que afectan al complejo factor VlII-factor de von WiUebrand. Como se acaba de describir, el factor VIII es un cofactor esencial para el factor IX, que activa el factor X en la vía de coagulación intrínseca. El factor VIII circulante se une deforma no covalente al FvW, que existe en forma de multímeros de hasta 20 MDa de peso. Esas dos proteínas están codificadas por genes separados y se sintetizan en células diferentes. Las células endoteliales son la principal fuente del FvW prismático, mientras que la mayor parte del factor VIII se sintetiza en el hígado. El FvW se encuentra en el plasma (en asociación con el factor VIII), en gránulos plaquetarios, en vesículas citoplasmáticas dentro de las células endoteliales, denominadas cuerpos de Weibel-Palade, y en el subiéndotelo, donde se une al colágeno. Enfermedad de von Willebrand La enfermedad de von Willebrand se transmite como un trastorno autosómico dominante. Por lo general, se presenta como una hemorragia espontánea desde las mucosas, una hemorragia excesiva en una herida y menorragia. Las personas con enfermedad de von Willebrand tienen defectos complejos de la función plaquetaria y de la coagulación, pero en la mayoría de los casos solo el defecto plaquetario produce signos clínicos. Hemofilia A: deficiencia del factor VIII La hemofilia A es la causa hereditaria más frecuente de hemorragias graves. Se trata de un trastorno recesivo ligado al cromosoma X que se debe al descenso de actividad del factor VIII. Afecta principalmente a los hombres. Con mucha menor frecuencia se ven hemorragias excesivas en mujeres heterocigóticas, quizá debido a la inactivación preferente del cromosoma X portador del gen normal del factor VIII (ionización desfavorable). Aproximadamente el 30% de los casos se deben a mutaciones nuevas, y en el resto se encuentran antecedentes familiares positivos. La hemofilia A grave se observa en personas con deficiencias importantes de factor VIII (niveles de actividad menores del 1% de la normalidad). Las deficiencias más leves pueden ser solo evidentes cuando aparecen simultáneamente otras afecciones predisponentes, como un traumatismo. Los grados variables de deficiencia del factor VHI se explican por la existencia de muchas mutaciones causantes diferentes. Hemofilia B: deficiencia del factor IX La deficiencia grave del factor IX es un trastorno ligado al cromosoma X que es indistinguible en la clínica de la hemofilia A, pero mucho menos frecuente TRASTORNOS QUE AFECTAN AL BAZOYALTIMO ESPLENOMEGALIA El bazo se afecta con frecuencia en una amplia variedad de enfermedades sistémicas. Prácticamente en todos los casos, responde con aumento de tamaño (esplenomegalia), una alteración que produce un conjunto de signos y síntomas estereotipados. La evaluación del aumento de tamaño del bazo se facilita por el reconocimiento de los límites habituales de la esplenomegalia producidos por los trastornos específicos. Sería erróneo atribuir el aumento de tamaño de un bazo que alcanza la pelvis a la deficiencia de vitamina B,2 o establecer el diagnóstico de LMC en ausencia de esplenomegalia. esplenomegalia que producen habitualmente: A. Esplenomegalia masiva (peso superior a 1.000 g) • Síndromes mieloproliferativos (leucemia mieloide crónica, mielofibrosis primaria) • Leucemia linfocítica crónica y tricoleucemia • Linfomas • Paludismo • Enfermedad de Gaucher • Tumores primarios del bazo (infrecuentes) B. Esplenomegalia moderada (peso de 500 a 1.000 g) • Esplenomegalia congestiva crónica (hipertensión portal u obstrucción de la vena esplénica) • Leucemias agudas (variable) • Esferocitosis hereditaria • Talasemia mayor • Anemia hemolítica autoinmunitaria • Amiloidosis • Enfermedad de Nielan-Pick • Esplenitis crónica (especialmente con endocarditis infecciosa) • Tuberculosis, sarcoidosis, tifus • Carcinoma o sarcoma metastásicos C. Esplenomegalia leve (peso menor de 500 g) • Esplenitis aguda • Congestión esplénica aguda • Mononucleosis infecciosa • Otros trastornos, incluida la septicemia, el lupus eritema- toso sistémico y las infecciones intraabdominales TRASTORNOS DELTIMO Como es bien sabido, el timo tiene una función crucial en la diferenciación de los linfocitos T. Por tanto, no resulta sorprendente que el timo pueda verse afectado por linfomas, en particular por los originados en los linfocitos T Hiperplasia tímica El aumento de tamaño del timo a menudo se asocia a la presencia de folículos linfoides o centros germinales dentro de la médula. Esos centros germinales contienen linfocitos B reactivos que solo están presentes en pequeña cantidad en los timos normales. La hiperplasia folicular del timo se encuentra en la mayoría de los pacientes con miastenia grave y, en ocasiones, también se presenta en otras enfermedades autoinmunitarias, como el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide Timoma Los timomas son tumores de células epiteliales del timo. Se han propuesto viarios sistemas de clasificación para los timomas, basados en criterios citológicos y biológicos. Una clasificación sencilla y clínicamente útil es la siguiente: • timoma benigno o encapsulado: citológica y biológicamente benigno • Timoma maligno Tipo I: citológicamente benigno, pero infiltrante y localmente agresivo Tipo II (carcinoma tímico): citológica y biológicamente maligno Características clínicas Los timomas son infrecuentes. Pueden surgir a cualquier edad, pero principalmente afectan a adultos de edad media. En una serie de gran tamaño, el 30% de los pacientes estaban asintomáticos, el 30% tención manifestaciones locales como tos, disnea y síndrome de la vena cava superior, y en el resto el timoma se asoció a una enfermedad sistémica, principalmente miastenia grave, en la que el timoma concomitante se descubrió en el 1520% de los pacientes. La extirpación del tumor a menudo conduce a la mejoría del trastorno neuromuscular. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Robbins. Patología humana