Subido por Julio Aquije Sevillano

La Autoridad del Creyente

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La Autoridad del Creyente
Por el Pastor Ricardo Botto
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Capítulo 1
Reconoce Quien es tu Enemigo
2 Corintios 4:4
La Biblia al Día
El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del
glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
La Biblia Latinoamericana
Se niegan a creer, porque el dios de este mundo los ha vuelto ciegos de entendimiento y no
ven el resplandor del Evangelio glorioso de Cristo, que es imagen de Dios.
La Biblia en Lenguaje Sencillo
La buena noticia nos habla de la grandeza de Cristo, y Cristo a su vez nos muestra la
grandeza de Dios. Ese mensaje brilla como la luz; pero los que no creen no pueden verla,
porque Satanás no los deja.
Nueva Biblia de los Hispanos
En los cuales el dios de este mundo ha cegado el entendimiento (la mente) de los
incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la
imagen de Dios.
En este pasaje vemos cual es el enemigo con el que tenemos de tratar.
Satanás es el dios de este siglo o mundo presente
El término siglo o mundo es “aion” que según Vine significa: “Una edad, era,
significa un período de duración indefinida, o tiempo contemplado en
relación con lo que tiene lugar en el período. El sentido que tiene la palabra
no es tanto el de la longitud misma de un período, sino el de un período
marcado por características espirituales o morales.”
Satanás es el “dios” de este periodo marcado desde la caída del hombre
hasta el tiempo de la Segunda Venida de Jesús en que será derrotado y
encadenado por mil años.
En ese periodo Satanás ha cegado la mente o entendimiento de los
incrédulos, para que no les resplandezca la luz de Cristo.
Pero lo que no sabe es que Dios nos ha dado las armas para la victoria.
Efesios 6:10-17
10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las
asechanzas del diablo.
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12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes.
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y
habiendo acabado todo, estar firmes.
14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza
de justicia,
15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de
fuego del maligno.
17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
No tenemos por que ser vencidos Dios nos ha dado las armas para la
victoria, solo debemos tomarlas y caminar en la victoria que dios nos dio.
En la época de las grandes campañas en carpa en los Estados Unidos, un
predicador tenía una carpa que albergaba 20 mil personas.
Al ponerla en Texas vino un tornado y se la llevó.
Estando en una reunión para levantar fondos para una nueva carpa, este
predicador dijo: “No se si fue Dios o el diablo quien se llevó mi carpa.”
Este predicador no se dio cuenta que no es Dios quien está en el negocio de
llevarse las carpas; es el diablo; Dios está en el negocio de que se predique
el evangelio no de estorbarlo.
Hay gente que piensa: “Si, pero Dios lo permitió.”
¡No! Satanás es el Dios de este mundo presente como vimos en 2 Corintios
4:4; y las leyes que gobiernan este mundo vienen en su mayoría de la caída
del hombre.
Por ese motivo la gente no se da cuenta y acusa a Dios de todas las cosas
malas que ocurren, tales como accidentes, catástrofes, terremotos,
tsunamis, epidemias, enfermedades, muertes de nuestros seres queridos.
Cuando mi hermano se fue al cielo, mi papá me preguntaba por que se lo
había llevado Dios y yo con mucha tristeza le dije que Dios no estaba
manejando el carro.
No podemos echarle la culpa a Dios de las cosas que nos pasan.
Marcos 4:35-39
35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado.
36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con
él otras barcas.
37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal
manera que ya se anegaba.
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38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron:
Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?
39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y
se hizo grande bonanza.
Aquí están los discípulos en medio de una gran tormenta, ¿quién envió la
tormenta? Definitivamente no fue Dios.
Si hubiera sido Dios, ¿por qué Jesús la detuvo? Si Dios envió la tormenta y
Jesús la detuvo, entonces Jesús se levantó en contra de la voluntad de
Dios.
En Juan 14:10 dice: “¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí?
Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que
el Padre que mora en mí, él hace las obras.”
Jesús está diciendo aquí que las palabras que Él habla y las obras que Él
hace no las hace por si mismo sino que el Padre que vive en Él las hace.
Si Dios envió esa catástrofe y Jesús la detuvo Él se estaba rebelando
abiertamente contra el Padre.
Veamos lo que dice Marcos 3:24-25: “Si un reino está dividido contra sí
mismo, tal reino no puede permanecer. Y si una casa está dividida contra sí
misma, tal casa no puede permanecer.”
Algo no debe estar bien con esta forma de pensar.
Debemos reconocer quien es nuestro enemigo.
Veamos lo que dice Juan 10:10: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar
y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia.”
Al contrastar las obras de Dios con las obras del diablo Jesús dijo:
Juan 9:4
La Biblia al Día
Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche
cuando nadie puede trabajar.
Biblia del Pueblo de Dios
Debemos trabajar en las obras de aquel que me envió, mientras es de día; llega la noche,
cuando nadie puede trabajar.
Palabra de Dios Para Todos
Durante el día debemos hacer el trabajo del que me envió porque cuando viene la noche
nadie puede trabajar.
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En otra ocasión mientras hablaba con Felipe hizo una declaración
asombrosa:
Juan 14:7-11
7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le
habéis visto.
8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.
9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido,
Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el
Padre?
10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no
las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las
mismas obras.
Jesús está diciendo que el que lo veía estaba viendo al Padre, es decir; si
queremos saber como es Dios debemos ver a Jesús.
Volviendo a Juan 10:10, la pregunta es: ¿Quién es el ladrón?
Evidentemente Jesús no es el ladrón, porque Él vino a traer vida; y como Él
hacía lo que el Padre le decía, entonces Dios es el Padre tampoco es el
ladrón; entonces solo nos queda la posibilidad de que el diablo es el ladrón;
el es quien está aquí para robar, matar y destruir.
La pregunta es como es: ¿Cuando Satanás se volvió el dios de este mundo?
Lucas 4:5-8
5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la
tierra.
6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; PORQUE A MÍ ME
HA SIDO ENTREGADA, y a quien quiero la doy.
7 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos.
8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios
adorarás, y a él solo servirás.
Muchos dirán: “Satanás estaba mintiendo, nunca fue dueño de la tierra.”
Lo que no se dan cuenta es que Jesús estaba siendo tentado, Satanás no lo
iba a tentar con algo de lo que no era dueño; Jesús se abría reído; por otro
lado, si no fue una tentación real entonces Jesús nos mintió, porque el dijo
que fue tentado.
¿Cuándo se hizo dios de este mundo?
Cuando Adán hizo alta traición contra dios y le entregó la tierra al pecar en
el huerto de Edén.
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Pero nosotros no tenemos porque preocuparnos, ya que Satanás no tiene
autoridad para dominar a la iglesia, ni derecho a dominarnos, somos
nosotros los que tenemos la autoridad y eso es lo que veremos en este
curso.
Entonces, hemos establecido que la raíz de nuestra oposición es Satanás y
no Dios, Dios está de nuestro lado.
Debemos reconocer quien es el que se opone a nosotros para no ser
derrotados.
¿Qué debemos hacer ahora?
Volvamos a Efesios 6:10
Biblia Expandida de Fe
Por lo demás, fortalézcanse continuamente en el Señor y en el poder activo de Su potente
fuerza.
Biblia Latinoamericana
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con su energía y su fuerza
Castillian
Dicho esto, os recuerdo también que vuestra fortaleza ha de emanar del gran poder del
Señor, que está en vosotros.
Mucha gente lee este verso hasta la mitad y dice: “Debo ser fuerte.”
Pero aquí no dice que nos hagamos más fuertes; dice que nos
fortalezcamos EN EL SEÑOR, y en el poder de su fuerza.
Es lo que dice en Romanos 8:37 cuando dice que somos más que
vencedores en Cristo, no son nuestras fuerzas ni nosotros mismos, es la
unión que tenemos con Cristo lo que nos da la victoria.
Un ejemplo de esto sucedió en 1937.
El ejército de Estados Unidos estaba experimentando con dirigibles,
zeppelines y maquinarias más ligeras que el aire.
Estaban tratando de anclar una de estas naves en una torre de acero en
Akron, Ohio.
Cerca de 200 soldados estaban sosteniendo la nave con sogas para
amarrar la nave. De pronto, sin motivo aparente la nave se disparó en el
aire. Algunos soldados se dieron cuenta y se soltaron inmediatamente, pero
otros no. Empezaron a subir con la nave. Cuando ya no podían más caían al
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suelo. Como consecuencia de esto cerca de 30 murieron y varios quedaron
gravemente heridos.
Pero había un joven que se mantenía en el aire. Se veía como un soldado de
juguete dando vueltas en el aire.
Las mujeres se desmayaban, los niños gritaban, la gente pensaba que en
cualquier momento se caería y moriría. Pero después de una hora y
cuarenta y cinco minutos, cuando lo rescataron, el estaba completamente
bien.
Los periodistas le preguntaron: “¿Cómo lograste sostenerte tanto tiempo?”
Él les respondió: “En realidad yo no me sostuve, fue la soga quien me
sostuvo; yo sencillamente cuando vi que estaba muy arriba para saltar me
amarre la soga alrededor de mi cuero y dejé que me lleve por el aire.”
No eran sus propias fuerzas lo que le salvó la vida, fue la fuerza de la soga a
la que estaba amarrado.
De eso se trata cuando dice: “. . . fortaleceos en el Señor, y en el poder de
su fuerza.” No son nuestras propias fuerzas, no es nuestro propio poder, es
el poder de la fuerza del Señor.
Debemos amarrarnos de las promesas del Señor como hizo este joven con
la soga, y caminar en la libertad que Dios nos dio.
No luchemos más dependamos de Dios.
Y finalmente debemos mantenernos firmes en las promesas que hemos
creido.
Efesios 6:13-14
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y
habiendo acabado todo, estar firmes.
14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza
de justicia.
Debemos reconocer quien es nuestro enemigo, fortalecernos en el Señor y
mantenernos firmes.
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Capítulo 2
Recibiendo la Luz
El Salmo 119:130 dice: “La exposición de tus palabras alumbra”.
Para entender la autoridad como cualquier otro tema de la Biblia
necesitamos ser alumbrados con la Palabra de Dios.
Veamos este pasaje en otras versiones:
Biblia del Pueblo de Dios
La explicación de tu palabra ilumina y da inteligencia al ignorante.
Nueva Versión Internacional
La exposición de tus palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo.
Biblia Amplificada
La entrada y apertura de tus palabras da luz; su apertura da entendimiento (discernimiento
y comprensión) al simple.
Para poder entender la autoridad primero debemos abrirnos y dar entrada
a la explicación y exposición de la Palabra de Dios. No hablamos de un
simple oír la Palabra de Dios de una manera superficial si no de un estudio
dedicado de la Palabra de Dios.
Muchas veces la gente se para alrededor de los puestos de venta de
periódicos para ver los titulares de los diferentes diarios, y aunque alguno
le llame la atención, a menos que compre el diario no va ha saber la verdad
de lo que ha pasado.
Es como cuando estudiaba en la universidad, de nada me servía escuchar
la clase si no tomaba buenos apuntes y luego estudiaba la clase en la
biblioteca o en mi casa.
Es la entrada de la Palabra en nuestro interior lo que nos da la luz.
Jesús nos explicó esto claramente en la parábola del sembrador.
Mateo 13:23
Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da
fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
Marcos 4:20
Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben,
y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
Lucas 8:15
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Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la
palabra oída, y dan fruto con perseverancia.
En estos pasajes podemos ver toda la idea de cómo lograr que la Palabra
produzca fruto en nosotros.
Debemos oírla, recibirla, entenderla y retenerla.
Veamos estas 4 palabras:
Oír (akouo): es un verbo primario que significa oír (en varios sentidos): entender,
escuchar, hablar, llegar a oído de, obedecer, oír. Akouo no solo nos habla de oír
sino también de comprender, de oír con atención.
Recibir (paradéjomai); significa literalmente aceptar cerca, de ahí: admitir o (por
implicación) deleitarse en. Recibir o admitir con aprobación (para, al lado de;
dejomai, recibir con una admisión presta y deliberada aquello que se ofrece)
Entender (suniemi): viene de sun (junto) y jiemi (poner), es decir poner juntos, de
ahí significa: comprender (mentalmente); entender, entendido, juicioso. Se usa
metafóricamente de percibir, comprender, uniendo (sun), por así decirlo, la
percepción con lo que es percibido.
Retener (katéjo); significa literalmente sostener abajo (o sujetar), se aplica (literal
o figurativamente) de varias maneras: ocupar, poseer, retener, sujetar, tener,
enfilar (hacia), mantener firme, apoderarse, detener. Se traduce también:
sostener firmemente, mantener firmemente (kata, abajo, y eco, tener o sostener).
Al ver estas 4 palabras tenemos una mejor idea de lo que quiere decir este
pasaje, no solo es ser un oidor olvidadizo, es ser alguien que toma la
Palabra, la deposita y guarda en su corazón con el propósito de hacerla.
El capítulo 1 de Santiago amplía esta idea:
Santiago 1:21-25
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con
mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros
mismos.
23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al
hombre que considera en un espejo su rostro natural.
24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no
siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
El término recibir del 21 es dejomai, que significa: percibir, recibir, tomar,
aceptar. Vine lo traduce de esta manera: recibir mediante una recepción
deliberada y bien dispuesta de aquello que es ofrecido.
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Para llegar a tener una disposición deliberada y bien dispuesta es
necesario tener un entendimiento claro de lo que se recibe.
El término para implantada es emfutos, que significa: injertado, implantado.
Vine lo traduce de esta manera:
Implantado o arraigado (de emfuo, implantar). Se usa en Santiago 1:21, de la
Palabra de Dios, como «la palabra implantada»; esto es, una palabra cuya
propiedad es la de arraigarse como una semilla en el corazón. La RV traduce
«ingerida», lo que es incorrecto, por cuanto la palabra es sembrada y este es el
sentido en que se presenta aquí.
Este es el mismo sentido que tiene en la parábola del sembrador, la Palabra
es como una semilla que se arraiga y crece en el corazón del hombre.
Una cosa más que vemos, e que la palabra no debe oírse de una manera
ligera y olvidadiza sino que debemos colocarla de tal manera en nuestro
corazón que produzca un fruto en nosotros.
Para recibir la luz acerca de la autoridad debemos descubrir lo que la Biblia
nos habla de ella.
Si queremos hallar la luz acerca de la autoridad en la Biblia, el mejor lugar
donde podemos ir es el libro de Efesios, donde el apóstol Pablo trata más
claramente del tema.
Veamos la oración de Efesios 1 donde Pablo nos habla abiertamente de la
autoridad del creyente y orémosla por nosotros hasta que se haga una
realidad en nuestras vidas.
Empecemos por Efesios 1:15-23
Efesios 1:15-23
15 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro
amor para con todos los santos,
16 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,
17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de
sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a
que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,
según la operación del poder de su fuerza,
20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los
lugares celestiales,
21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se
nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la
iglesia,
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23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
En esta oración Pablo esta pidiendo principalmente 3 cosas:
1. Que reciban espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento de
Dios.
2. Que entiendan lo que son en Cristo Jesús.
3. Que entiendan la autoridad que tienen en Cristo.
Veamos algunos estos tres puntos en la Biblia Expandida de Fe:
Efesios 1:17
17 [Siempre oro para que] para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de
gloria, les conceda espíritu de sabiduría y de revelación (el entendimiento de los misterios
y secretos) en la esfera de un [perfecto y completo] conocimiento de Él,
Lo primero que Pablo estaba orando era que Dios haga una obra en la vida
de los creyentes efesios (y de todos los creyentes en general) que tengan la
sabiduría y revelación de Dios como resultado de la obra del Espíritu Santo
energizando y vigorizando su espíritu humano.
Es interesante el término griego para la palabra revelación, se usa
apokalipsis, que significa desvelamiento (quitar el velo), revelación o
manifestación. Es de decir, la comunicación del conocimiento de Dios al
espíritu del hombre.
¿Qué cosa quiere Dios que conozcamos?
El término para conocimiento es epignosis que significa: reconocimiento,
pleno discernimiento, reconocimiento.
Vine dice de este término griego que denota un conocimiento total,
discernimiento, reconocimiento. Expresando un conocimiento más pleno, o
un conocimiento pleno, una mayor participación por parte del conocedor
en el objeto conocido, influenciándole más poderosamente.
La oración de Pablo es que tuvieran un apocalipsis del conocimiento pleno
y total de Dios, no solo un conocimiento superficial, sino una más poderoso
y profundo.
Efesios 1:18
18 para que sean iluminados los ojos de vuestros corazones (espíritus) para que sepan y
entiendan la esperanza a la que Él los ha llamado, cuales son las riquezas de la gloria de su
herencia en los santos (los consagrados y separados para Él),
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En segundo lugar Pablo quiere que sean iluminados los ojos de nuestros
corazones para que sepamos lo que somos en Cristo.
Iluminar es el término griego fotizo que significa: resplandecer, dar luz,
iluminar, alumbrar, aclarar, ser alumbrado; en este pasaje en particular,
nos habla metafóricamente de la iluminación espiritual.
En la Reina Valera la palabra que se usa es “entendimiento”, dando a
entender que serían iluminados los ojos de nuestra mente, pero en los
manuscritos griegos más antiguos se utiliza el término cardias que significa
corazón y nos habla del nuestro espíritu humano. Una cosa para notar es
que algunos manuscritos griegos más modernos se utiliza dianoia que
significa: entendimiento, mente, pensamiento. Por lo que la mayoría de los
traductores modernos de la Biblia, teniendo a su disposición manuscritos
más antiguos han preferido colocar corazón.
Es muy interesante esta parte del verso: “Para que sepáis cuál es la
esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su
herencia en los santos.”
Me hace recordar a Colosenses 1:
Colosenses 1:26-27
26 El misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido
manifestado a sus santos,
27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los
gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,
Había un misterio para ser revelado a nosotros, que es Cristo en nosotros,
la esperanza de gloria.
Entonces, ¿Cuáles es la esperanza a la que fuimos llamados? Cristo en
nosotros, la esperanza de gloria.
Dicho de otro modo, la esperanza que Dios quiere que sepamos es lo que
somos en Cristo.
Efesios 1: 19-21
19 y [para que puedan conocer y entender] cuál es la extraordinaria, ilimitada y
superabundante grandeza (magnitud) de Su poder inherente para con nosotros los que
creemos, según la energía operativa (actividad propia) de Su poderosa fuerza,
20 que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a Su
diestra en los lugares celestiales,
21 muy por encima de todo principado y autoridad y poder y dominio, y de cualquier otro
nombre [por encima de cualquier título que pueda ser conferido] que se invoque, no sólo
en este mundo presente sino también en el venidero.
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Lo tercero que Pablo quería era que conociéramos es cual es la autoridad
que tenemos.
Y, ¿Cuál es esa autoridad que tenemos?
Lo llamaremos el poder de resurrección, es decir, el poder que Dios utilizó
para levantar a Jesús de los muertos; un poder que está muy por encima de
todo principado y autoridad y poder y dominio, y de cualquier otro nombre
otro nombre que se nombre.
Para describir ese poder Pablo utilizo 4 palabras griegas, una sola no fue
suficiente.
Veamos el significado de estas palabras:
PODER
Dunamis; fuerza; especificamente. poder milagroso (por lo general un
milagro en sí mismo): eficacia, fuerza, impetuosidad, maravilla, milagro,
capacidad, dar, poder, poderosamente, potencia, potestad. (Strong’s).
Vine lo traduce así: Poder, capacidad inherente. Se usa de obras de origen
y carácter sobrenatural, que no podrían ser producidas por agentes y
medios naturales.
También dice esto: (a) poder, capacidad, física o moral, residente en una
persona o cosa; (b) poder en acción, tal como, por ejemplo, cuando se pone
en acción para ejecutar milagros. Aparece 118 veces en el NT. En
ocasiones se usa del milagro o señal mismos, poniéndose el efecto en lugar
de la causa.
Entonces dunamis no solo nos habla del poder sobrenatural en si mismo;
sino de la capacidad inherente, o del poder mismo en acción para producir
un milagro.
OPERACIÓN
Energeia: eficiencia (energía): actividad (propia), obra, operación, poder.
(Strong’s).
Esta palabra, cuyo significado español es energía, nos habla de la energía
puesta en operación
PODER (segunda citación)
14
Kratos, vigor (grande): imperio, poder, poderosamente, potencia, proeza.
(Strong’s).
Vine lo traduce así: fuerza, fortaleza, poder, y más especialmente poder
manifiesto o manifestado. Se deriva de la raíz kra (perfeccionar,
completar).
FUERZA
Isjus; fuerzas, a la fuerza, poder, potencia, potente, fuerza. (Strong’s).
Vine lo traduce: Denota poder, fuerza: (a) inherente y en acción en su
utilización por parte de Dios (Eph_1:19 «el poder, kratos, de su fortaleza»;
en RV: «la potencia de su fortaleza», esto es, el poder sobre las cosas
externas ejercido mediante la fuerza.
Wuest dice lo siguiente:
Pablo usa estas cuatro palabras, que tienen un significado general de
“poder”; el primer uso de “poder” es dunamis, “la habilidad natural, general
e inherente”; “operación” es energeia “poder ejercido, poder operativo”; el
segundo uso de “poder” es kratos, “fuerza manifestada”; “fuerza” es isjus,
“fuerza, dotación de poder.” Poniéndolos juntos tenemos: “Y cual la
supereminente grandeza de Su poder inherente para nosotros los que
creemos como medida de la energía operativa de la fuerza manifestada de
Su poder.
Este fue el poder que Dios uso para levantar a Jesús de los muertos; y que
está muy por encima de todo principado y autoridad y poder y dominio, y
de cualquier otro nombre [por encima de cualquier título que pueda ser
conferido] que se invoque, no sólo en este mundo presente sino también en
el venidero.
Es decir, no existe ningún poder mayor en los cielos, ni en la tierra ni debajo
de la tierra, es el máximo poder que existe.
Efesios 1:22-23 (Biblia Expandida de Fe)
22 Y Dios sometió todas las cosas debajo de sus pies, y lo constituyó sobre todas las cosas
como cabeza universal y suprema de la iglesia [no como una organización, sino como un
cuerpo invisible de creyentes],
23 la cual es Su cuerpo, la plenitud de aquel que llena todas las cosas en todos [para que
en ese cuerpo viva la medida total de aquel que completa todas las cosas, y que en
cualquier lugar llena todas las cosas consigo mismo].
En este pasaje vemos que esa autoridad, Dios se la concedió a la iglesia, es
decir a cada uno de los creyentes.
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Para que esta verdad se vuelva luz en nuestra vida debemos estudiarla una
y otra vez; y una buena manera de hacerlo es orándola cada día por
nosotros, personalizándola.
Puedes orarla así:
Padre de gloria y Dios de nuestro Señor Jesucristo,
Te pido que me des espíritu de sabiduría y de revelación en tú pleno
conocimiento.
Alumbrando los ojos de mi espíritu para que sepa quien soy en Cristo,
Y para que pueda conocer la autoridad que me has dado,
Que es la supereminente grandeza de Tu poder inherente para conmigo
que creo como medida de la energía operativa de la fuerza manifestada de
Tu poder.
Haz cada día esta oración y deja que la revelación de la Palabra te ilumine y
te haga comprender completamente la autoridad que Dios te dio.
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Capítulo 3
La Autoridad Definida
Uno de los temas de la vida cristiana del que tenemos menos conocimiento
exacto es acerca de la autoridad del creyente; no tanto porque le
pertenezca a unos cuantos creyentes; sino porque le pertenece a cada
cristiano nacido de nuevo.
Antes de definirla veamos algunas malas concepciones de la autoridad:
La autoridad del creyente no debe confundirse con el Bautismo con el
Espíritu Santo; a veces se enseña que cuando uno recibe el Bautismo con el
Espíritu eso el lo que le da la autoridad al creyente.
Lo que el creyente recibe es el poder (dunamis) para testificar.
Hechos 1:8
Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Hechos 1:8 (Castilian)
Sin embargo, cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros, recibiréis la fuerza necesaria
para ser mis testigos en todas partes: en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta el
último rincón de la tierra.
El asunto es que la autoridad del creyente empieza en el mismo momento
que la persona nace de nuevo. Además el bautismo con el Espíritu no es la
fuente de nuestra autoridad.
La autoridad tampoco viene como un don especial del Espíritu, donde el
creyente recibe un poder especial para realizar hechos poderosos, como el
echar fuera demonios.
Los dones del Espíritu vienen según la voluntad del Espíritu cuando Él
quiere; nuestra autoridad la podemos usar en todo momento.
Otros dicen que la autoridad del creyente no es nada más que la oración
constante y ferviente.
Hay gente que al orar empieza a sentir una carga o urgencia de oración, e
incluso a sentir dolores de parto; pero eso no es la autoridad del creyente;
eso sencillamente es intercesión.
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Ahora que hemos visto lo que no es la autoridad del creyente centrémonos
en lo que es; y para entenderla mejor definamos la diferencia entre
autoridad y poder.
Los traductores de la Versión Reina-Valera, han traducido muy bien la
mayoría de las palabras griegas, pero las que se usan para "poder" y
"autoridad" no fueron las más apropiadas.
Por ejemplo, en la Versión Reina-Valera, Jesús dijo en Lucas 10:19: "He
aquí os doy POTESTAD de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda
FUERZA del enemigo, y nada os dañará"
Veamos que palabras se usan en el griego:
POTESTAD
Exousía; viene de exesti, que es algo que se permite o es legítimo (en el
sentido de capacidad); privilegio, fuerza, capacidad, competencia, libertad,
maestría (concretamente: magistrado, sobrehumano, potentado, símbolo
de control), influencia delegada: autoridad, derecho, dueño, jurisdicción,
libertad, poder, potencia, potestad. (Strong’s)
Vine nos da una idea más clara de esta palabra:
Exousia denota libertad de acción, derecho a actuar; usado acerca de Dios,
es absoluto, carente de restricciones (por ejemplo, Lucas 12:5 «poder»,
RV, RVR; RVR77: «autoridad»); en Hechos 1:7 lo que se indica es «el
derecho a otorgar»; cuando se usa de los hombres, la autoridad es
delegada.
También dice:
Exousia denota autoridad (del verbo impersonal exesti, «es válido», o
«conforme a la ley»). Del significado de permiso, o de libertad para hacer
como a uno le plazca, pasó al de la capacidad o poder con el que uno ha
sido investido.
Entonces la autoridad es un poder delegado; una capacidad o poder con el
que hemos sido investidos.
Veamos el significado de la palabra fuerza para ver contra quien tenemos
autoridad:
Dunamis; fuerza; específicamente, poder milagroso (por lo general un
milagro en sí mismo): eficacia, fuerza, impetuosidad, maravilla, milagro,
capacidad, dar, poder, poderosamente, potencia, potestad. (Strong’s).
18
Podemos citar de este manera Lucas 10:19
“Yo les doy autoridad (poder delegado y capacidad investida) para pisar
serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza (poder y capacidad
sobrenatural) del enemigo, y nada les destruirá”.
Cuando Jesús habla de "serpientes y escorpiones", lo está haciendo del
ejército del diablo, de los demonios, espíritus malignos, y todas sus
huestes.
Debemos darnos cuenta que tenemos autoridad sobre ellos
El valor de nuestra autoridad descansa sobre el poder que hay detrás de
esa autoridad.
Ya vimos en el capítulo anterior que el poder de esa autoridad es el poder
de la resurrección que es el poder que Dios utilizó para resucitar a Jesús
de los muertos y que es el más poderoso que existe en los cielos, en la
tierra y debajo de la tierra.
Efesios 1:19-21 (Nueva Versión Internacional)
19 y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese
poder es la fuerza grandiosa y eficaz
20 que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su
derecha en las regiones celestiales,
21 muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro
nombre que se invoque, no sólo en este mundo sino también en el venidero.
El creyente de recibir la luz y entender plenamente el poder de Dios que lo
respalda para poder ejercer su autoridad y enfrentar al enemigo sin temor.
Veamos un ejemplo para entender lo que es la autoridad:
Juan es un policía de tránsito que mide un metro con 55 centímetros; el
tiene un uniforme y una placa que lo demuestran; pero hay algo que lo
respalda que es el gobierno del país que representa.
Si viene un camión a toda velocidad, cometiendo una infracción, el toca el
pito, levanta la mano y el camión se detiene. ¿Qué poder sobrehumano de
Juan hizo detenerse al camión?
Ninguno, es el poder que le ha dado su gobierno, es la autoridad que ha
recibido lo que hace que el carro se detenga.
Si el chofer de camión no hace caso, toda la policía y gobierno del país que
representa Juan va ha ir tras él.
19
No es el poder de Juan, es el poder que lo respalda.
Esa es nuestra autoridad, no somos nosotros mismos, es el poder de Dios
que nos ha sido delegado y con el cual hemos sido investidos.
Efesios 6:10
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Nuestra fortaleza es el Señor, el poder de su fuerza nos respalda, así que
debemos hacer como los policías, usar nuestra autoridad extender nuestra
mano y decirle al diablo ¡Alto!
Smith Wigglesworth nos cuenta una simpática experiencia que nos ilustra
este punto.
Una vez en Inglaterra, estaba en una esquina esperando el autobús. Una
mujer salió de una casa de pisos, y un perrito corría detrás de ella. Ella le
dijo: "Perrito, vas a tener que regresar".
El perro no le hacía caso. Solo movía su cola y se pegaba a ella.
Ella le dijo: "Perrito, no puedes ir". El perrito movió su cola y se volvió a
pegar a ella.
En ese momento vio que el autobús llegaba.
La mujer dio un zapatazo contra el piso y gritó: "¡Lárgate!" El perro metió el
rabo entre las piernas y se fue.
Wigglesworth dice que sin pensarlo le gritó fuertemente: "¡De esa manera
deberías hacerlo con el diablo!"
Jesús mismo es quien nos dio la autoridad:
En Mateo 28:18 Jesús les dijo estas palabra a sus discípulos: “Y Jesús se
acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra.”
Aquí la palabra potestad es exousia, que como hemos visto significa:
“Autoridad, poder delegado, capacidad investida”
Y en el verso 19 dice: “Por tanto, id. . . .”
Al decir “Id”, Jesús nos estaba dando esa autoridad a nosotros para que
hagamos uso de ella.
20
Recordemos parte del significado de exousia: “permiso o libertad para
hacer como a uno le plazca.”
Tenemos la autoridad, pero ahora debemos tomar la decisión de hacer algo
con ella. Debemos decidir si la usamos o no.
En Marcos 16:17-18 vemos más de esta autoridad que nos ha sido
delegada:
Marcos 16:17-18
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios;
hablarán nuevas lenguas;
18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre
los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Otras versiones dicen: “Estas señales seguirán a los creyentes. . . .”
Cuando dice: “En mi nombre”, está diciendo no en su propio poder, sino en
el poder del nombre de Jesús.
En el derecho existe la figura del “poder legal”, una persona firma un
documento legal ante un notario público a través del cual le concede a otra
persona la facultad de hacer trámites y acciones en nombre de la persona
que ha firmado el documento.
Cuando mi abuela ya era muy anciana (vivió hasta los 96 años), firmo un
documento legal a través del cual mi papá podía cobrar su pensión en el
banco.
Cada fin de mes mi papá iba al banco con ese documento y en la ventanilla
los cajeros al verlo debía darle el dinero para mi abuela.
Mi papá no era mi abuela, pero a través del documento era su
representante legal.
Pablo dijo en Segunda de Corintios que somos embajadores de Cristo.
2 Corintios 5:20
20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de
nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
La palabra embajador es el término griego presbeúo; que significa ser un
anciano, actuar como representante; o un embajador.
Un embajador es un ministro público que goza de varias preeminencias, en
especial el hecho de que se le considera como representante de la persona
21
misma del jefe del estado que lo envía y acredita cerca del de otra potencia
extranjera. (Enciclopedia Salvat).
A los embajadores se les llama también plenipotenciarios, es decir, que
tiene todos los poderes del estado que representa.
Ese poder es la autoridad que nos ha sido delegada.
Para entender más de la autoridad veamos un poco de las leyes peruanas.
En el Perú existen 2 poderes que se encargan de legislar y ejecutar las
leyes; el poder ejecutivo y el poder legislativo.
El Poder Ejecutivo está constituido por el Presidente, quien desarrolla las
funciones de Jefe de Estado. El simboliza y representa los intereses
permanentes del país. A su vez, como Jefe de Gobierno, es quien dirige la
política gubernamental, respaldado por la mayoría político-electoral.
El Poder Legislativo está en el congreso, que consta de 120 congresistas
elegidos para un período de cinco años. Su función es la de proponer leyes
que se ratifican después de haber sido aprobadas por el Congreso y
promulgadas por el Presidente.
El artículo 108 de la constitución peruana dice:
Artículo 108º
La ley aprobada según lo previsto por la Constitución, se envía al
Presidente de la República para su promulgación dentro de un plazo de
quince días. En caso de no promulgación por el Presidente de la República,
la promulga el Presidente del Congreso, o el de la Comisión Permanente,
según corresponda.
Si el Presidente de la República tiene observaciones que hacer sobre el
todo o una parte de la ley aprobada en el Congreso, las presenta a éste en
el mencionado término de quince días.
Reconsiderada la ley por el Congreso, su Presidente la promulga, con el
voto de más de la mitad del número legal de miembros del Congreso.
Es decir, si el congreso aprueba una ley y el presidente no la quiere
promulgar, después del tiempo prescrito por la ley, el congreso tiene la
autoridad para promulgar la ley aún así el presidente no quiera.
¿Quién le dio esa autoridad al congreso?
El pueblo peruano que lo eligió.
22
Una historia de la Inglaterra del Siglo XIX nos da más luces de esto:
En una ocasión el Primer Ministro de Inglaterra, W. E. Gladstone, le trajo un
importante proyecto de ley a la Reina Victoria para que lo firme y pudiera
convertirse en ley.
La Reina objetó el documento y después de una discusión se rehusó a
firmarlo.
El Primer Ministro tenía una gran urgencia, así que le dijo a la Reina
respetuosa pero firmemente: “Su Majestad; Usted debe firmar la ley.”
Ella se volteó arrogantemente y le dijo: “Señor, yo soy la Reina de
Inglaterra.”
El Primer Ministro, sin moverse, le respondió: “Su Majestad, yo soy el
pueblo de Inglaterra.”
Después de pensarlo un poco, ella aceptó la situación y colocó su firma en
el documento.
Aquí vemos la autoridad entre dos poderes en conflicto; gana el que tiene
un mayor respaldo.
El creyente que esta totalmente consciente de la autoridad que está detrás
de él, puede enfrentarse al enemigo sin ninguna duda o temor.
Efesios 6:12
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes.
Aquellos que se enfrentan con nosotros llevan nombres específicos de
autoridad:
Principados (arque): Los primeros, o preeminentes.
Potestades (exousia): Autoridades, poderes delegados
Gobernadores (kosmocrator): Gobernadores, señores del mundo.
Huestes espirituales de maldad (pneumatikos poneria): Ejército espiritual
invisible y poderoso de maldad.
Aunque estos 4 tipos de enemigos son poderosos; el poder que nos
respalda es infinitamente más poderoso.
23
24
Capítulo 4
La Fuente de Nuestra Autoridad
Nuestra autoridad empieza con la muerte y resurrección de Jesús.
Como vimos anteriormente, para levantar a Jesús de los muertos, Dios
utilizó lo que hemos llamado el poder de la resurrección; que es el poder de
Dios expresado en 4 palabras:
Efesios 1:19
19 y cuál la supereminente grandeza de su poder (DUNAMIS) para con nosotros los que
creemos, según la operación (ENERGEIA) del poder (KRATOS) de su fuerza (ISJUS).
Efesios 1: 19-20 (Biblia Expandida de Fe)
19 y [para que puedan conocer y entender] cuál es la extraordinaria, ilimitada y
superabundante grandeza (magnitud) de Su poder inherente para con nosotros los que
creemos, según la energía operativa (actividad propia) de Su poderosa fuerza,
20 que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a Su
diestra en los lugares celestiales.
En ese momento se desató la más poderosa operación de Poder que se
registra en la Biblia.
En esta obra poderosa no solo resucitó a Jesús sino que lo sentó a la
diestra de Dios “sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y
sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en
el venidero” (Efesios 1:21).
Por eso esta poderosa obra no solo afectaba a las fuerzas demoniacas de
esa época sino también a las que estaban por operar en el futuro.
Como dice Hebreos 13:8: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los
siglos.” Entonces ese mismo poder esta disponible hoy, como lo estuvo
ayer y lo estará por siempre.
Veamos 6 palabras de Efesios 1:19: “para con nosotros los que creemos.”
Todo ese poder desatado estaba apuntando hacia nosotros los creyentes;
Dios estaba listo para delegarnos ese poder; para conferirnos esa
autoridad.
Veamos ahora lo que dice en Efesios 2:1:
Efesios 2:1
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.
25
Efesios 2:1 (Biblia Castilian 2003)
1 Y a vosotros, que estabais muertos por las culpas y pecados.
Efesios 2:1 (Biblia Jerusalén)
1 Y a vosotros que estabais muertos en vuestros delitos y pecados.
Efesios 2:1 (Septuaginta)
1 Y a vosotros que estabais muertos en vuestros delitos y pecados.
La frase “él os dio vida” no se encuentra en el griego, sino que fue
aumentado por algunos traductores de la Biblia pensando que la oración
estaba incompleta; sin darse cuenta estaban diciendo que el Espíritu Santo
se había equivocado cuando inspiró a Pablo a escribir de esa manera, para
mostrar que con Cristo los creyentes también hemos sido resucitados.
De ahí que la traducción correcta sería: “Y a vosotros que estabais muertos
en vuestros delitos y pecados.”
Ahora, ¿en donde encontramos el verso que controla este pasaje? En
Efesios 1:20 donde dice: “Que ha operado en el Cristo, resucitándole de
muertos y sentando a su diestra en los cielos.”
Luego viene un paréntesis hasta el final del capítulo, y luego dice: “Y a
vosotros.”
Es decir; de la manera que Cristo, la cabeza, ha sido resucitado, también ha
resucitado a la iglesia, su cuerpo.
Vayamos a romanos 6 para ver como Pablo sigue el mismo pensamiento.
Romanos 6:3-5
3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte?
4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que
como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos
en vida nueva.
5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también
lo seremos en la de su resurrección.
Este pasaje no nos está hablando del bautismo en agua sino del bautismo
en el cuerpo de Cristo de 1 Corintios 12:13.
1 Corintios 12:13
13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o
griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Nos está hablando del nuevo nacimiento.
26
En el nuevo nacimiento el creyente pasa de muerte a vida y se convierte en
una nueva criatura; en ese momento ese poder de resurrección opera en en
el creyente y hace que su espíritu, que estaba muerto, sea resucitado.
Otra cosa más ocurre:
Efesios 2:4-6
4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por
gracia sois salvos),
6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales
con Cristo Jesús.
No solo nos resucitó sino que nos sentó en los lugares celestiales
juntamente con Cristo.
Efesios 2:6 (Biblia Expandida de Fe)
6 y nos resucitó juntamente con Él, y también con Cristo Jesús (el Ungido) nos hizo sentar
[en compañía de Él] en los cielos (los lugares celestiales).
Wuest nos explica más claramente lo que es sentarse con Cristo:
“Nos hizo sentar” es la traducción de sunkadsizo, que Expositors traduce
como: nos sentó (o, nos entronizó) con Él en los cielos, y comenta: “Nos
hico participantes con Él en dignidad y dominio, para que ahora y en
anticipación de nuestra futura exaltación, nuestra vida y pensamientos sean
levantados a los lugares celestiales donde Él reina”.
Acerca de la frase “en Cristo Jesús”, la misma autoridad dice: “No solo ‘nos
sentó con Él’, sino toda la declaración es calificada por esto. Este darnos
vida, esta resurrección, este sentarnos con Él toma efecto en tal manera
que estamos en Él como nuestro Representante, teniendo nuestra vida y
plenitud en nuestra Cabeza.”
La elevación de Cristo junto con su iglesia a los lugares celestiales no tiene
otro significado de que somos participantes, es decir, compartimos, ahora
en este tiempo de la autoridad que hay en Él.
Como estamos sentados juntamente con Él; entonces estamos
compartiendo su trono. El compartir su trono significa que participamos de
la autoridad que representa.
Por ese motivo podemos ejercer autoridad sobre los poderes demoniacos
para que dejen de manipular las mentes de las personas y circunstancias
que nos rodean.
Entonces, podemos concluir que la raíz de nuestra autoridad se encuentra
en la resurrección y exaltación de Jesucristo.
27
En Mateo 28:18 Vemos como es que Jesús le confirió la autoridad a los
creyentes.
Mateo 28:18 (Nueva Versión Internacional)
18 Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: --Se me ha dado toda autoridad en el cielo y
en la tierra.
Mateo 28:18 (Versión Amplificada)
18 Jesús se acercó, y rompiendo el silencio, les dijo: Se me ha dado toda autoridad (poder
para gobernar) en el cielo y en la tierra.
Jesús recibió toda la autoridad para gobernar, y en el verso 19 les dijo: “Id”.
Es decir; como Jesús ya tenía toda la autoridad; y nosotros estamos
sentados juntamente con Él en Su trono, en el cielo, también tenemos la
misma autoridad que Él tiene.
Jesús la ganó por nosotros, y nosotros estamos Él, participando de su
trono, entonces también tenemos esa autoridad.
Dios nos ha hecho reyes, con autoridad para gobernar:
Apocalipsis 1:5-6
5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes
de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos
de los siglos. Amén.
Jesús al salvarnos nos convirtió en reyes, y nos dio la autoridad para
reinar.
Romanos 5:17
17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida
por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
Romanos 5:17 (Versión Amplificada)
17 Porque si por la transgresión (falta, ofensa) de un solo hombre la muerte reinó por ese
uno, ciertamente mucho más reinarán como reyes en vida aquellos que reciben [de Dios] la
superabundante gracia (el favor inmerecido) y el regalo gratuito de la justicia [que los pone
en posición correcta con Él mismo] por medio de un solo hombre, Jesucristo (el Mesías, el
Ungido).
Podemos reinar como un rey en esta vida.
¿Solo reinaremos cuando estemos en el cielo? ¡No! Reinaremos como reyes
en esta vida por medio Cristo Jesús.
28
Ese es el significado de autoridad. Cualquier cosa que el rey diga es la ley;
el rey tiene la autoridad final. Somos participantes de la autoridad que
tiene el trono de Cristo.
29
30
Capítulo 5
El Día que el Diablo Perdió su
Autoridad
Para saber como es que Satanás perdió su autoridad veamos
primeramente como es que la obtuvo y se convirtió en el dios de este
mundo.
Ya dijimos anteriormente como es que Satanás recibió la autoridad sobre la
tierra.
Lucas 4:5-8
5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la
tierra.
6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; PORQUE A MÍ ME
HA SIDO ENTREGADA, y a quien quiero la doy.
7 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos.
8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios
adorarás, y a él solo servirás.
Veamos el verso 6 en otras versiones:
Nuevo Testamento de Arcas y Fernández
Le dijo: - Yo te daré todo ese poder y la grandeza de esas naciones, porque todo ello me
pertenece, y puedo dárselo a quien quiera.
Castilian
Y le dijo: Todo ese poder y toda esa riqueza me pertenecen a mí, y puedo dárselo a quien
yo quiera.
La Biblia de las Américas
Y el diablo le dijo: Todo este dominio y su gloria te daré; pues a mí me ha sido entregado, y
a quien quiero se lo doy.
Reina Valera Actualizada
Y el diablo le dijo: —A ti te daré toda autoridad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido
entregada, y la doy a quien yo quiero.
El término potestad en la Reina Valera de 1960 es exousia que como hemos
visto se traduce como autoridad o poder delegado.
El término entregado es paradidomi que significa: rendirse, ceder, confiar,
transmitir, dar, encarcelar, encomendar, enseñar, entregar, exponer,
maduro, poner, preso, transmitir.
31
Satanás estaba tentando a Jesús diciéndole que podía darle aquello que le
había sido entregado como cesión.
Romanos 8:19-23
19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de
Dios.
20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa
del que la sujetó en esperanza;
21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la
libertad gloriosa de los hijos de Dios.
22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto
hasta ahora;
23 y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del
Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción,
la redención de nuestro cuerpo.
Es término vanidad es mataiótes que significa: inutilidad, fugacidad,
depravación, vanidad.
Hablando de este termino Vine dice: Se emplea: (a) de la creación
(Romanos 8:20), como no alcanzando los resultados para la que había sido
dispuesta, debido al pecado.
Hubo un momento en la historia en el que la creación se salió del propósito
para el cual había sido creada debido al pecado.
Ese momento fue la caída de Adán; cuando traicionó a Dios al pecar y
entregarle el mundo al diablo.
Dios le había dado la autoridad de la tierra al hombre:
Génesis 1:26-27
26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en
toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Dios creó al hombre a su imagen y semejanza para que señoree la tierra.
El término señorear es radá; que significa: pisotear, subyugar; (estar) a
cargo, consumir, dirigir, dominador, dominar, dominio, enseñorear,
mandar, marchar, señoreador, señorear, tomar.
El hombre fue creado para dominar y hacerse cargo del mundo
Salmos 8:4-8
4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que
lo visites?
5 Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra.
6 Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies:
32
7 Ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo,
8 Las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar.
Dios le dio al hombre la autoridad y el dominio sobre la tierra.
Génesis 2:15-17
15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo
labrara y lo guardase.
16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él
comieres, ciertamente morirás.
Una sola condición tenía el hombre, no comer el árbol del conocimiento del
bien y del mal, ya que al hacerlo ellos morirían, tanto física como
espiritualmente.
Génesis 3:1-6
1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios
había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del
huerto?
2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le
tocaréis, para que no muráis.
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis
como Dios, sabiendo el bien y el mal.
6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol
codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su
marido, el cual comió así como ella.
En ese momento vemos como es que el pecado entró al mundo, la serpiente
engañó a la mujer, pero, el hombre no fue engañado, el tomó una decisión
consciente de rechazar la Palabra de Dios y pecar.
Como consecuencia de esto el perdió la autoridad que tenía y se la entregó
al enemigo de Dios, al diablo; y al hacerlo la tierra entró en maldición y
esclavitud; y el hombre fue echado del paraíso (Génesis 3:7-24).
Ahora que hemos visto como es que el hombre perdió su autoridad veamos
como la recuperó.
Efesios 6:12 (Nuevo Testamento de Arcas y Fernández)
12 Porque no estamos luchando contra hombres de carne y hueso, sino contra las
potencias invisibles que dominan en este mundo de tinieblas, contra las fuerzas
espirituales del mal habitantes de un mundo supraterreno.
Efesios 6:12 (Biblia del Pueblo de Dios)
12 Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los
Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los
espíritus del mal que habitan en el espacio.
33
Este ejército con el que nos enfrentamos son ángeles caídos que han sido
derrotados y destronados por Jesucristo; es decir, ya no tienen un trono de
autoridad donde sentarse, lo han perdido; Jesús está sentado ahora en el
trono y nosotros juntamente con Él.
Colosenses 2:11-15
11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de
vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;
12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él,
mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os
dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz,
15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz.
En este pasaje vemos que para poder hacer que nazcamos de nuevo
primero tuvo que despojar a los principados y potestades.
Veamos Colosenses 2:15 en otras versiones:
Biblia al Día
Desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al
exhibirlos en su desfile triunfal.
Biblia Latinoamericana
Les quitó su poder a las autoridades del mundo superior, las humilló ante la faz del mundo
y las llevó como prisioneros en el cortejo triunfal de su cruz.
Biblia en Lenguaje Sencillo
Dios les quitó el poder a los espíritus que tienen autoridad, y por medio de Cristo los
humilló delante de todos, al pasearlos como prisioneros en su desfile victorioso.
Biblia Castilian
Y después de derrotar a principados y potestades, y habiéndolos despojado de su poder,
los exhibió públicamente en el cortejo triunfal de la cruz.
La Biblia de las Américas
Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público,
triunfando sobre ellos por medio de El.
Biblia Expandida de Fe
Y después de derrotar, desarmar y despojar completamente a los principados y a las
potestades, los expuso públicamente a la burla, incorporándolos a su desfile triunfal.
El Diccionario Siglo XXI comenta así este verso:
La palabra de la cruz era un mensaje de esperanza para aquellos que
habían vivido con temor a los poderes malignos y sobrenaturales. Estos
principados que habían sido poseedores de aquella “acta”, nos habían
oprimido. Usando la figura de la procesión triunfal del conquistador en la
34
que los cautivos de guerra eran exhibidos para magnificar la gloria del
vencedor, Pablo dice que Dios derrotó y desarmó a los poderes de su
autoridad. Al exhibirlos como espectáculo público, él (Dios más bien que
Cristo) expuso ante el universo su total impotencia, conduciéndolos “en él”
(es decir, “Cristo”, en vez de “en ella”, la cruz; ver nota de la RVA) en su
procesión triunfal para que todo el mundo pueda ver la grandeza de su
victoria.
La frase “en la cruz” en la parte final del verso no se encuentra en el griego
y es una mala interpretación del término “autos” que significa: “sí mismo,
usado de la tercera persona, y de las otras personas: uno mismo, él, él
mismo, ella mismo, este mismo, el mismo.”
Es decir, no se refiere de una cosa, como por ejemplo algunos han
traducido: “en la cruz”, sino al desfile triunfal que se dio en el momento de
la ascensión del Señor Jesucristo que se realizó después de la
resurrección; desfile que también se relata en Efesios 4:8.
Efesios 4:8-10
8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los
hombres.
9 Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes
más bajas de la tierra?
10 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para
llenarlo todo.
En este pasaje vemos como es que Jesús se llevó cautiva la cautividad, que
era el Seno de Abraham con los santos del Antiguo Testamento que
estaban en las partes más bajas de la tierra a la cual incorporó como
espectáculo público y en son de burla a los principados y potestades que
había desarmado y derrotado.
Apocalipsis 1:17-18
17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome:
No temas; yo soy el primero y el último;
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén.
Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Hasta ese momento Satanás tenía las llaves de la muerte y el Hades; por
ese motivo tenía cautivo el Seno de Abraham o Paraíso en el Hades, pero en
ese momento y luego de la resurrección se lo llevó al Cielo.
Hebreos 2:14
14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo
mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es,
al diablo.
Hebreos 2:14 (Nuevo Testamento de Arcas y Fernandez)
35
14 Y como los miembros de una familia participan de una misma carne y sangre, también
Jesús comparte carne y sangre con los hombres. Puede así, con su muerte, reducir a la
impotencia al señor de la muerte, es decir, al diablo.
Hebreos 2:14 (Biblia Latinoamericana)
14 Puesto que esos hijos son de carne y sangre, Jesús también experimentó esta misma
condición y, al morir, le quitó su poder al que reinaba por medio de la muerte, es decir, al
diablo.
Hebreos 2:14 (Nueva Versión Internacional)
14 Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso, él también compartió esa naturaleza
humana para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte; -es decir,
al diablo.
Vemos que Jesús no solo le quito su poder al diablo, lo anuló, lo redujo a la
impotencia y lo destruyó.
El término destruir que usa en la Reina Valera es katargéo; que significa:
estar ó dejar enteramente inmóvil (inútil), inutilizar, invalidar, libre, abolir,
acabar, dejar, deshacer, desligar, destruir, perecer, quitar, suprimir.
Satanás no fue aniquilado sino despojado de todo su poder, el poder que
tenía sobre la muerte y el Hades ya fue quebrado; ahora Jesús es el que
posee las llaves; Jesús es el que tiene la autoridad.
Por eso, cuando nos enfrentamos a Satanás y su ejército nos enfrentamos a
enemigos que han sido despojados de poder; cuyo poder se anuló y redujo
a la impotencia por causa de Jesús.
Como vimos en Colosenses 2:15, han sido derrotados, despojados y
desarmados completamente de su poder; por eso, cuando nos enfrentamos
con ellos lo hacemos con la victoria en la mano.
Romanos 8:37
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos
amó.
Somos más que vencedores en Cristo; es decir, Cristo ya peleó la batalla
por nosotros y venció, ahora nosotros podemos disfrutar de los beneficios
de esa victoria.
Dicen que el campeón del mundo de pesos pesados de boxeo se enfrentó
con su rival y lo ganó en 15 asaltos.
Como premio le dieron su cheque por 20 millones de dólares.
Al llegar a casa su esposa lo esperaba y le preguntó: “¿Dónde está mi
cheque?” A lo que el boxeador le respondió: “Aquí querida”; y se lo entregó.
36
¿Quién fue más que vencedor?
El esposo se esforzó y venció a su rival, pero la esposa disfruto de los
beneficios de ese triunfo.
Jesús ya venció por nosotros; nosotros ya no tenemos que derrotar a
Satanás ni a los demonios, ya han sido vencidos, ya han sido despojados de
todo su poder.
Veamos 1 de Pedro para ver esto:
1Pedro 5:8
8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar;
9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van
cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
Satanás es solamente un león rugiente, que lo único que busca es
paralizarnos para poder derrotarnos.
El león rugiente es el león más viejo de la manada, es tan viejo que ya no
tiene dientes, tampoco la velocidad de antes, ya no tiene la capacidad de
matar como antes.
Pero si sabe hacer algo, sabe rugir muy fuertemente, y cuando lo hace los
animales que lo escuchan quedan paralizados; luego vienen los más
jóvenes y matan a la víctima.
Esto es una figura de lo que hace el diablo; nos engaña, nos hace pensar
que tiene más autoridad de la que tiene; nos hace creer que no lo podemos
vencer.
Pero aquí vemos lo que debemos hacer: resistirlo firmes en la fe.
37
38
Capítulo 6
Usando Nuestra Autoridad
La autoridad es el poder o influencia delegada que nos han sido conferidos
como creyentes.
Hemos visto en Mateo 28:18 que cuando Jesús dijo: "Toda autoridad me ha
sido dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id. . . .” Lo que el estaba
diciendo es esto: “Como Yo que soy la cabeza he recibido toda la autoridad,
ustedes que son el cuerpo también han recibido la misma autoridad, por
eso vayan y realicen la Gran Comisión”.
En el Salmo 133 vemos una idea de esto:
Salmos 133:1
1 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!
2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de
Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras;
3 Como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí envía
Jehová bendición, y vida eterna.
Así como Jesucristo, la Cabeza, tiene toda la autoridad, esta desciende a
todo su cuerpo.
El miembro más pequeño del cuerpo de Cristo tiene toda la autoridad.
1 Corintios 12:12-14, 18-20, 27
12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros
del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o
griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.
18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él
quiso.
19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
20 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.
27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.
Nosotros como creyentes somos parte del cuerpo de Cristo; cada uno
posee la misma autoridad.
Efesios 1:22-23 (Reina Valera Actualizada)
22 Aun todas las cosas las sometió Dios bajo sus pies y le puso a él por cabeza sobre todas
las cosas para la iglesia,
23 la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo.
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Como cuerpo de Cristo ya tenemos la autoridad, entonces, el problema no
es tanto tenerla sino saber usarla.
En la historia paralela de Mateo 28 en Marcos 16 vemos lo siguiente:
Marcos 16:17-18
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios;
hablarán nuevas lenguas;
18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño;
sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Vemos aquí tres características de los que usan esta autoridad:
La primera característica es que estas señales seguirán a los que creen.
El término creer es pisteuo y según Vine significa: Creer, ser persuadido
de, y por ello fiarse de, confiar. Significa, en este sentido de la palabra,
apoyarse en, no una mera creencia.
Debemos apoyarnos en la declaración de Jesús: “Toda autoridad me ha
sido dada, por tanto vayan.”
Debemos estar persuadidos, convencidos y confiados que lo que Jesús dijo
es la verdad y que va ha realizar lo que ha dicho.
Eso es fe, y la fe viene por el oír y el oír la Palabra de Dios; lo que nos dice
que debemos depositar la Palabra de Dios continuamente en nosotros en
cuanto al área de la autoridad del creyente para llegar a esa convicción.
La segunda característica es que conocen el valor del nombre de Jesús.
La autoridad que tenemos la desatamos mediante el uso del nombre de
Jesús.
Juan 14:13-14
13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado
en el Hijo.
14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
En este pasaje dice que debemos pedir en el nombre de Jesús. ¿A quien
debemos pedirle?
Veamos Juan 14:13 en otras versiones para tener una idea más clara:
Biblia al Día
Cualquier cosa que pidáis en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo.
Biblia Latinoamericana
Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo.
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Biblia del Pueblo de Dios
Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Nombre, para que el Padre sea glorificado en el
Hijo.
La Septuaginta (Versión de Junemann)
Y lo que pidiereis en mi nombre, esto haré; para que sea glorificado el Padre en el Hijo.
Reina Valera 1865
Y todo lo que pidiereis en mi nombre, esto haré; para que el Padre sea glorificado en el
Hijo.
En realidad, en cerca de 60 versiones que he revisado de
los
idiomas
español e ingles solo usan la frase “al Padre”: algunas de las revisiones de
la Reina Valera, la versión de Scio, la Castilian, la Torres Amat y la Versión
Moderna; y no he encontrado ninguna versión en ingles que use esa frase.
Y lo que sucede es que la frase “al Padre,” no se encuentra en el griego; fue
aumentada por los traductores para contrastar con Juan 16:23-24. Las
traducciones modernas de la Biblia han corregido esto.
Al colocar esa frase se pierde lo que Dios quiere decirnos. Además, la
palabra que se usa para pedir es aiteo que denota la acción de exigir o
demandar.
Podemos escribir este pasaje de este modo: “Todo lo que demandes, o
exijas, en mi nombre, yo lo haré.”
Para los discípulos esto quedo bien claro; pues en Hechos 3:1-8 podemos
ver como usaron el Nombre de Jesús:
Hechos 3:1-8
1 Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.
2 Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del
templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el
templo.
3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le
diesen limosna.
4 Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos.
5 Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.
6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de
Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y
tobillos;
8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y
saltando, y alabando a Dios.
Pedro y Juan sabían muy bien lo que tenían; sabía que podían usar su
autoridad en el nombre de Jesús para traer una sanidad.
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Nosotros como cuerpo de Cristo tenemos la autoridad y el derecho de usar
el nombre de Jesús.
Hechos 19:13-16
13 Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del
Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que
predica Pablo.
14 Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto.
15 Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero
vosotros, ¿quiénes sois?
16 Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos,
pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.
Es interesante ver que tanto los hijos de Esceva y el demonio, ellos
conocían quien era Jesús.
Los hijos de Esceva sabían que había autoridad en el nombre pero ellos no
tenían derecho a usarle porque no eran parte del cuerpo de Cristo.
La tercera característica es que tenemos que hacer algo con esa autoridad.
Hechos 16:16-18
16 Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que
tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando.
17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son
siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.
18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al
espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella
misma hora.
El verso 17 en la Biblia de Jerusalén nos dice lo que realmente decía la
mujer: “Nos seguía a Pablo y a nosotros gritando: «Estos hombres son
siervos del Dios Altísimo, que os anuncian un camino de salvación.»”
Pablo no estaba predicando “un” camino de salvación, el predicaba el único
camino de salvación.
Pablo hizo algo al respecto, él hecho fuera el espíritu de adivinación en el
nombre de Jesús.
Nosotros hemos recibido la autoridad ahora debemos usarla.
Esto nos da más luz acerca de lo que debemos hacer para usar nuestra
autoridad.
Santiago 4:7
7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
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El término someteos es jupotasso que es principalmente un término militar,
ordenar abajo (jupo, debajo; tasso, ordenar). Denota: ponerse en sujeción,
sujetarse.
Al someternos estamos poniéndonos bajo las ordenes de Dios; nos
sometemos a Su Palabra; es decir, la aceptamos como una realidad en
nuestras vidas.
Si Él ha dicho que tenemos autoridad, lo aceptamos como un hecho; si Él ha
dicho que somos sanos por la llagas de Jesús, lo somos, lo aceptamos
como un hecho; si Él dice que somos prósperos, lo somos.
Lo primero que hacemos es aceptar su Palabra como un hecho real para
nosotros.
Lo segundo es resistir al diablo.
¿Cómo lo hacemos? Usando la Palabra de Dios y el nombre de Jesús.
Lo tercero es que el diablo huirá de nosotros.
El huirá, escapará de nosotros, como una mosca al ver un matamoscas.
Vayamos ahora a Primera de Pedro
1 Pedro 5:6-9
6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere
tiempo;
7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar;
9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van
cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
Vemos aquí el mismo principio de Santiago, humillarnos ante la poderosa
mano de Dios, someternos a Él y Su Palabra.
Si Dios ha dicho algo es así; debemos creerle, no dependiendo de nuestras
propias fuerzas sino de las del Señor.
Debemos ser sobrios y velar; es decir mantenernos firmes en la Palabra; no
ir a derecha ni ha izquierda.
Y debemos resistirlo con la Palabra de Dios y el nombre de Jesús.
Una cosa final en este verso es que no estamos solos, ni que recibimos “el
gran ataque”, uno como nunca tuvo nadie; no es así, los mismos ataques
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que sufrimos los han sufrido otros hermanos; y si otros los han vencido
nosotros también venceremos.
Lo que importa es la actitud que tenemos a la hora del ataque.
Efesios 6:10-18
10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las
asechanzas del diablo.
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes.
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y
habiendo acabado todo, estar firmes.
14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza
de justicia,
15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de
fuego del maligno.
17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con
toda perseverancia y súplica por todos los santos.
El creyente que se pone esta armadura y se enlista en la milicia espiritual
esta calificado y cumple con los requisitos para la victoria.
El diablo hasta lo imposible para impedir obtengas este conocimiento de la
autoridad que tenemos sobre él; pero párate firme en esta verdad, deja que
se haga parte de tu vida.
Veamos ahora nuestra armadura:
La distintas partes de esta armadura simbolizan las actitudes espirituales
que el creyente debe mantener.
En primer lugar está el cinturón de la verdad, que representa el tener un
claro entendimiento de la Palabra de Dios. Como el cinturón de un soldado,
mantiene el resto de la armadura en su lugar.
En segundo lugar, está la coraza de la justicia.
Esta coraza tiene una doble aplicación: Jesús es nuestra justicia, y
debemos ponerlo primero. También muestra nuestra obediencia a la
Palabra de Dios.
En tercer lugar, nuestros pies están calzados con el apresto del evangelio
de la paz. Esto es nuestro ministerio de proclamación de la Palabra de Dios.
En cuarto lugar está el escudo de la fe.
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El escudo es un arma defensiva que cubre todo el cuerpo.
Representa nuestra completa seguridad bajo la sangre de Cristo, donde
ningún poder del enemigo puede penetrar.
En quinto lugar se encuentra el yelmo de la salvación, al cual se refiere a la
esperanza de la salvación.
En sexto lugar está la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.
Esta es un arma ofensiva, es la Palabra de Dios saliendo poderosamente de
nuestra boca. Es nuestra confesión victoriosa de la Palabra de Dios.
En sétimo lugar esta nuestra oración, como dice el verso 18 dice: "Orando
en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello
con toda perseverancia y súplica por todos los santos."
Después de ponernos toda la armadura es el momento de orar. Orar en el
Espíritu realizará el trabajo.
Al hacer esto, estaremos listos para resistir el ataque del diablo.
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Capítulo 7
7 Enemigos Sobre los Cuales Tomar
Autoridad
En este capítulo veremos a 7 enemigos sobre los cuales debemos tomar
autoridad.
Lo primero que debemos entender es que nuestra autoridad nunca es
sobre otras personas; no hay ningún verso en la Biblia que nos diga que
podemos usar nuestra autoridad en contra de la voluntad de otros.
Solo podemos usarla para nosotros, nuestra familia, las personas que nos
autorizan ha hacerlo y las personas que se levantan en nuestra contra.
Pero veamos ahora 7 cosas sobre las cuales podemos tomar autoridad.
1. Sobre Satanás y los demonios
Marcos 16:17
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios;
hablarán nuevas lenguas.
Aquí Jesús les está dando claramente la autoridad a los creyentes para
echar fuera demonios en Su nombre.
En el caso de la joven que tenía el espíritu de adivinación podemos verlo
claramente:
Hechos 16:16-18
16 Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que
tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando.
17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son
siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.
18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al
espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella
misma hora.
Vemos como Pablo tomó autoridad y echó fuera al demonio que había en
esa joven, y el demonio salió de ella.
Cuando se echa fuera demonios no tener que hacer tanto espectáculo, ni
estar preguntándoles los nombres a los demonios, solo echarlos fuera.
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Me acuerdo que hace años estaba tratando de echar fuera un demonio a un
joven, y le pregunté: “Como te llamas;” y el me contestó: “Me llamo aleluya”.
Así que yo le dije “Espíritu de aleluya sal de él.”
Por supuesto que no hay ningún espíritu de aleluya; cuando hacemos cosas
que no son bíblicas puede pasar cualquier cosa.
Jesús habló solamente una vez con un demonio; a todos los demás les dijo
cosas: “Cállate y sal fuera”.
Lucas 4:35
35 Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole
en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno.
Eso es lo que debemos hacer.
2. Sobre las enfermedades
Una de las cosas sobre las que podemos tomar autoridad es sobre las
enfermedades.
Jesús constantemente reprendía las enfermedades:
Lucas 4:38-39
38 Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y entró en casa de Simón. La suegra
de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella.
39 E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella
al instante, les servía.
Vemos aquí como Jesús reprendió la fiebre de la suegra de Pedro y la
fiebre se fue de ella.
Hechos 3:1-8
1 Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.
2 Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del
templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el
templo.
3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le
diesen limosna.
4 Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos.
5 Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.
6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de
Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y
tobillos;
8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y
saltando, y alabando a Dios.
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Aquí vemos a Pedro y a Juan tomando autoridad en contra de la
enfermedad para producir la sanidad de este hombre.
Nosotros podemos tomar autoridad en contra de las enfermedades; sea
para nosotros o para otras personas.
En mis campañas yo acostumbro hacer lo que llamo “la sanidad en masa”.
Al final de la prédica llamo a todos los enfermos; le leo Isaías 53:4-5, Mateo
8:17 y Primera de Pedro 2:24; donde dice que Jesús tomó nuestras
enfermedades y dolencias y que por sus llagas hemos sido curados.
Les digo que coloquen una mano en el lugar de la enfermedad, y les digo
que cuando de la Palabra de fe ellos hagan lo que no podían hacer.
Entonces yo tomo autoridad contra las enfermedades y ordeno en el
nombre de Jesús que sean sanados; y muchísima gente es sanada.
Tenemos autoridad sobre las enfermedades.
Puedes tomar autoridad contra toda enfermedad que venga a atacarte o a
tu familia y ordenarle que se vaya. La enfermedad se irá.
3. Contra el Temor
El temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento
habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro,
real o supuesto, presente o futuro.
Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la
amenaza.
2 Timoteo 1:7
7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio.
2 Timoteo 1:7
7 Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de
amor y de sobriedad.
El temor es un espíritu que no viene de parte de Dios.
Un hermano me contó que una noche sintió en su cuarto algo como una
presencia oscura; que no lo dejaba respirar y lo llenaba de terror, se dio
cuenta quien era y tomo autoridad en el nombre de Jesús y la presencia y el
temor se fueron.
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Cuantas veces el diablo viene con este pensamiento en mi mente: “Te vas a
morir, te vas a morir”; yo le respondo: “Tienes razón, me voy a morir pero
de viejo.”
En otras ocasiones cuando mi esposa regresaba un poco tarde, el diablo
colocaba pensamientos en mi mente: “Ha tenido un accidente, le ha pasado
algo malo”, y colocaba imágenes en mi mente; pero son solo eso imágenes;
lo único que hacía era tomar autoridad en el nombre de Jesús; y por lo
general en ese momento llegaba.
Satanás trabaja con nuestra mente, para que le demos pie y pueda
azotarnos.
Efesios 4:27
27 Ni deis lugar al diablo.
Efesios 4:27 (Nacar Colunga)
27 No deis entrada al diablo.
Vine dice de esta palabra lugar: tópos; punto (generalmente en espacio,
pero limitado por la ocupación), local (como posición, casa, lote, etc.);
figurativamente: condición, oportunidad, puerto, lugar, campo.
No debemos darle un lugar geográfico en nuestras vidas al diablo;
recordemos las promesas de Dios:
Salmo 23:4
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás
conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Hebreos 13:5-6
5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él
dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
6 de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo
que me pueda hacer el hombre.
Dios está con nosotros no tenemos razón para temer solo hagamos lo que
la Palabra de Dios dice.
Debemos aprender a enfrentar al temor como lo hacemos con cualquier
espíritu que enfrentamos, echándolo fuera en el nombre de Jesús.
4. Contra la Duda
Cuando era niño en la casa de mis abuelos había un antiguo reloj de
péndulo, que daba vueltas de un lado para otro.
Dudar es oscilar o ir de un lugar a otro.
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También recuerdo innumerables programas donde un joven salía con una
margarita, quitándole los pétalos y diciendo: “me quiere, no me quiere”.
La duda nunca sabe.
Santiago 1:5
5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada.
6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar,
que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
8 El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
La Biblia compara a la duda con las olas que van y vienen de un lado a otro;
la duda nunca recibe de Dios.
Mateo 14:22-32
22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra
ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.
23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí
solo.
24 Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era
contrario.
25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un fantasma! Y
dieron voces de miedo.
27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo:!Tened ánimo; yo soy, no temáis!
28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las
aguas.
29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a
Jesús.
30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo:
!!Señor, sálvame!
31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por
qué dudaste?
32 Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.
Pedro estaba caminando en medio del mar camino hacia Jesús mientras
camino en la Palabra que recibió; pero de pronto empezó a ver las
circunstancias, las olas, la tempestad, el mar y empezó a hundirse.
La duda lo sacó de la bendición.
¿Qué hacemos con la duda?
F. F. Bosworth decía: “Cree en tus creencias y duda de tus dudas.”
Cuando venga un pensamiento de duda a nuestras mentes debemos tomar
autoridad en contra de él en el nombre de Jesús.
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5. Contra la Incredulidad
Hebreos 3:12-13
12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad
para apartarse del Dios vivo;
13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que
ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.
La incredulidad es sencillamente no creer o no dejarse convencer.
Sin embargo cuando el diablo viene con una mentira diciéndote que no
puedes, que es imposible lograrlo, que no vas a sanar, que nunca vas a
prosperar; nosotros le creemos.
Estamos creyendo en el sentido contrario; debemos creer en el otro
sentido, debemos creer la Palabra de Dios.
Si llegan pensamientos de incredulidad resístelos.
Di: “Incredulidad yo te hecho fuera en el nombre de Jesús, yo creo (y citas
el verso de la Palabra que estás creyendo)”.
No dejes que la incredulidad llegue a tu vida, extírpala completamente.
6. Contra los Síntomas
En Medicina, síntoma es la referencia subjetiva que da un enfermo por la
percepción o cambio que puede reconocer como anómalo o causado por
un estado patológico o enfermedad.
El término síntoma se contrapone a signo clínico, que es un dato
objetivable. El síntoma es un aviso útil de que la salud puede estar
amenazada sea por algo psíquico, físico, social o combinación de las
mismas.
Por definición un síntoma es algo que no necesariamente es real; en otras
palabras es algo circunstancial.
Romanos 4:18-19
18 El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes,
conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.
19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de
casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.
Aquí vemos a Abraham que se enfrentó a síntomas en su cuerpo; se veía
viejo ya que tenía casi 100 años y Sara era estéril.
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Pero él prefirió creerle a Dios antes que a las circunstancias externas.
En 2 Corintios 5:7 dice: “Porque por fe andamos, no por vista”.
Es decir, no nos movemos ni actuamos por lo que nos dicen las
circunstancias externas que enfrentamos, nos movemos por aquellas cosas
que creemos.
Entonces, cuando un síntoma venga a nosotros tomemos autoridad contra
él en el nombre de Jesús.
7. Contra Nuestros Pensamientos
El campo de batalla del diablo es nuestra mente; él va ha querer sacarnos
del espíritu donde no puede vencernos, hacia la mente donde el puede
derrotarnos.
2 Corintios 10:3-5
3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;
4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la
destrucción de fortalezas,
5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y
llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
Nuestras armas son más poderosas que las suyas; podemos derribar sus
argumentos y mentiras con la Palabra de Dios.
Filipenses 4:8
8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de
alabanza, en esto pensad.
Cambiemos nuestra manera de pensar, empecemos a pensar como Dios
piensa.
Pero que hacer cuando vienen pensamientos contrarios; tomemos
autoridad en el nombre de Jesús en contra de ellos y declaremos lo que
dice la Palabra de Dios.
No nos dejemos vencer, ya tenemos la victoria total y absoluta; usemos
nuestra autoridad.
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