Subido por Jean Carlos Sinope

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Triduo Pascual
LITURGIA
TRIDUO PASCUAL
Lavatorio de los pies
Jueves Santo
Lavatorio de los pies
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TRIDUO PASCUAL
Lavatorio de los pies
Monición de entrada
Canto de entrada: Caritas Christi
1.
Pequeña oración antes de la Invocación
Invocación al Espíritu Santo
Liturgia de la Palabra
PRIMERA LECTURA
Del Evangelio según San Juan (13, 31 - 14, 31)
Cuando salió, dijo Jesús: “Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es
glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí
mismo: pronto lo glorificará.
Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije
a los judíos os lo digo a vosotros: ‘Donde yo voy no podéis venir vosotros’. Os
doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado,
amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos”.
Simón Pedro le dijo: “Señor, ¿Adónde vas?”. Jesús le respondió: “Adonde yo voy
no me puedes seguir ahora, me seguirás más tarde”. Pedro replicó: “Señor, ¿por
qué no puedo seguirte ahora? Daré mi vida por ti”. Jesús le contestó: “¿Con que
darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: No cantará el gallo antes de
que me hayas negado tres veces”.
No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de
mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a
prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré
conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya
sabéis el camino”.
Tomás le dice: “Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?”.
Jesús le responde: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino
por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo
conocéis y lo habéis visto”. Felipe le dice: “Señor, muéstranos al Padre y nos
basta”. Jesús le replica: “Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces,
Felipe? Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿No crees que yo estoy en el
Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El
Padre, que permanece en mí, el mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el
Padre, y el Padre en mí. Si no, creed en las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo
hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidas en mi nombre,
yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi
nombre, yo lo haré. Si me amáis, guardareis mis mandamientos. Y yo le pediré al
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TRIDUO PASCUAL
Lavatorio de los pies
Padre que os dé otro Paráclito, que esté con vosotros, el Espíritu de la verdad. El
mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros en cambio, lo
conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré huérfanos,
volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis
y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y
vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda,
ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también o amaré y
me manifestaré a él”. Le dijo, Judas, no el Iscariote: “Señor, ¿qué ha sucedido para
que te reveles a nosotros y no al mundo?”. Respondió Jesús y le dijo: “El que me
ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos
morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis
oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que
estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en
mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recodando lo que os he dicho.
La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se
turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelo a
vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre
es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando
suceda creáis. Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe de
este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo
comprenda que yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo.
Levantaos, vámonos de aquí.
Palabra de Dios.
Canto: Este es el mandamiento mío
SEGUNDA LECTURA
Del Evangelio según San Juan (15,1 - 16, 33)
Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da
fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí,
y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece
en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros
los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque
sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el
sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si
permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis,
y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así
seréis discípulos míos. Como el Padre me ha amado, así os he amado yo;
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TRIDUO PASCUAL
Lavatorio de los pies
permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi
amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y
permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en
vosotros y vuestra alegría llegue a plenitud.
Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie
tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis
amigos si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no
sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído
a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido,
soy yo quien os ha elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y
vuestro fruto permanezca. De modo que lo que pidáis al Padre por mi nombre os
lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.
Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais
del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo,
sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.
Recordad lo que os dije: “No es el siervo más que su señor”. Si a mí me han
perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra,
también guardarán la vuestra. Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi
nombre, porque no conocen al que me envió. Si yo no hubiera venido y no les
hubiera hablado, no tendrían pecado, pero ahora no tiene excusa de su pecado.
El que me odia a mí, odia también a mi Padre. Si yo no hubiera hecho en medio
de ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado, pero ahora las han
visto y me han odiado a mí y a mi Padre, para que se cumpla la palabra escrita
en su ley: ‘Me han odiado sin motivo’. Cuando venga el Paráclito, que os enviaré
desde el Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio,
porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la
sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará
que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os
lo había dicho. No os dije estas cosas desde el principio porque estaba con
vosotros. Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta:
“¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el
corazón. Sin embargo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si
no me voy, no vendrá el Paráclito. En cambio, si me voy os lo enviaré. Y cuando
venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una
condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy
al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está
condenado.
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TRIDUO PASCUAL
Lavatorio de los pies
Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora;
cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues
no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo
que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá lo mío y os lo anunciará.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo
mío y os lo anunciará.
Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”.
Comentaron entonces algunos discípulos: “¿Qué significa eso de ‘dentro de poco
ya no me veréis, pero dentro de poco me volveréis a ver’, y eso de ‘me voy al
Padre’?”. Y se preguntaban: “¿Qué significa ese ‘poco’?” no entendemos lo que
dice”. Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: “¿Estáis discutiendo
de eso que os he dicho: ‘Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco
me volveréis a ver’? en verdad, en verdad os digo: vosotros llorareis y os
lamentareis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero
vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, siente
tristeza, porque ha llegado su hora; pero en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda
del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También
vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón,
y nadie os quitará esa alegría. Ese día no me preguntareis nada. En verdad, en
verdad os digo: si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora no
habéis pedido nada en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestra alegría
sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya
no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente. Aquel
día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues
el Padre mismo os quiere. Porque vosotros me queréis a mí y creéis que yo salí
de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy
al Padre”. Le dicen sus discípulos: “Ahora sí que hablas claro y no usas
comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten;
por ello creemos que has salido de Dios”. Les contestó Jesús: “¿Ahora creéis? Pues
mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os dispersareis cada
cual por su lado y a mí me dejes solo. Pero no estoy solo, porque conmigo está el
Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis en mí la paz. En el mundo
tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo”.
Palabra de Dios.
Canto: Himno a la Kenosis
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TRIDUO PASCUAL
Lavatorio de los pies
EVANGELIO
Del evangelio según san Juan (13, 1-20)
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que habla llegado la hora de pasar
de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo,
los amó hasta el extremo.
Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de
Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre habla puesto todo en sus
manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto
y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles
los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.
Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo:
- «Señor, ¿lavarme los pies tú a mi?»
Jesús le replicó:
- «Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde».
Pedro le dijo:
- «No me lavaras los pies jamás».
Jesús le contestó:
- «Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo».
Simón Pedro le dijo:
- «Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza».
Jesús le dijo:
- «Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está
limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos».
Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios».
Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo:
- « ¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro"
y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he
lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado
ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.
En verdad, en verdad os digo: el criado no es más que su amo, ni el enviado más
que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en
práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero
tiene que cumplirse la Escritura: “El que compartía mi pan me ha traicionado”.
Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy.
En verdad, en verdad os digo: El que recibe a quien yo envía, me recibe a mí; y el
que me recibe a mí recibe al que me ha enviado».
Palabra del Señor.
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TRIDUO PASCUAL
Lavatorio de los pies
Ecos
2.
Se deja un momento para que se puedan dar ecos de la Palabra de Dios
Lavatorio de los pies
Se hace una monición del rito del Lavatorio
3.
Se empieza a preparar todo lo necesario para el Lavatorio
Cantos:
Este es el mandamiento mío
Himno a la caridad
Tú has cubierto de vergüenza
Himno a la Kenosis
Amo al Señor
El Señor es mi Pastor
Me enseñarás el camino
Shlom leg Mariam
Si me he refugiado en el Señor
He aquí mi Siervo
Quiero cantar
Bendeciré al Señor en todo tiempo
Oh, Señor, nuestro Dios
Mirad, que estupendo
Delante de los ángeles
Gritad jubilosos
He esperado en el Señor
¿Quién nos separará?
Oración de los fieles
4.
5.
Inmediatamente después del lavatorio de los se hace la oración de los fieles.
Se termina con el “Padre Nuestro”, la paz y “El Señor nos bendiga…”
Canto final: Salve Reina de los cielos
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TRIDUO PASCUAL
Celebración de la Pasión del Señor
Viernes Santo
Celebración de la Pasión del Señor
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TRIDUO PASCUAL
Celebración de la Pasión del Señor
Monición de entrada
6.
No se hace canto de entrada. Se pasa directamente a la invocación del Espíritu Santo.
Primera parte: Liturgia de la palabra
Monición
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del profeta Isaías (52, 13-53)
Mirad, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho.
Como muchos se espantaron de él, porque desfigurado no parecía hombre, ni
tenía aspecto humano, así asombrará a muchos pueblos, ante él los reyes cerrarán
la boca, al ver algo inenarrable y contemplar algo inaudito. ¿Quién creyó nuestro
anuncio?, ¿a quién se reveló el brazo del Señor?
Creció en su presencia como brote, como raíz en tierra árida, sin figura, sin
belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado de los
hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual
se ocultan los rostros, despreciado y desestimado.
El soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo
estimamos leproso, herido de Dios y humillado, pero él fue traspasado por
nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable
cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron.
Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino; y el Señor cargó
sobre él todos nuestros crímenes.
Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca; como cordero
llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca.
Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron, ¿quién meditó en su destino?
Lo arrancaron de la tierra de los vivos, por los pecados de mi pueblo lo hirieron.
Le dieron sepultura con los malvados, y una tumba con los malhechores, aunque
no había cometido crímenes ni hubo engaño en su boca.
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como
expiación; verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere
prosperará por su mano.
Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi
siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos. Le daré una
multitud como parte, y tendrá como despojo una muchedumbre. Porque expuso
su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, él tornó el pecado de
muchos e intercedió por los pecadores.
Palabra de Dios.
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TRIDUO PASCUAL
Celebración de la Pasión del Señor
Canto: Elí, Elí
SEGUNDA LECTURA
Monición
Lectura de la carta a los Hebreos (4, 14-16; 5, 7-9)
Hermanos:
Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande,
que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios.
No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras
debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros,
menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia,
para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones
y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue
escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a
la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de
salvación eterna.
Palabra de Dios.
Canto: Dice el Señor
EVANGELIO
Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan (18,1-19,42)
7.
No se responde “Gloria a Ti, Señor”
C. En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente
Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el
traidor, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus
discípulos. Judas entonces, tomando la patrulla y unos guardias de los sumos
sacerdotes y de los fariseos, entró allá con faroles, antorchas y armas. Jesús,
sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo:
 - « ¿A quién buscáis?»
C. Le
contestaron:
S. - «A
Jesús, el Nazareno».
C. Les dijo
Jesús:
 - «Yo soy».
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TRIDUO PASCUAL
Celebración de la Pasión del Señor
C. Estaba
también con ellos judas, el traidor. Al decirles: «Yo soy», retrocedieron
y cayeron a tierra. Les preguntó otra vez:
 - « ¿A quién buscáis?»
C. Ellos dijeron:
S. - «A
Jesús, el Nazareno».
C. Jesús contestó:
 - «Os he dicho que soy yo. Si me buscáis a mí, dejad marchar a éstos».
C. Y así se cumplió lo que había dicho: «No he perdido a ninguno de los que me
diste».
Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al criado del sumo
sacerdote, cortándole la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco. Dijo
entonces Jesús a Pedro:
 - «Mete la espada en la vaina. El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿no lo voy a
beber?»
C. La patrulla, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, lo ataron
y lo llevaron primero a Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel
año; era Caifás el que había dado a los judíos este consejo: «Conviene que muera
un solo hombre por el pueblo».
Simón Pedro y otro discípulo seguían a Jesús. Este discípulo era conocido del
sumo sacerdote y entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras
Pedro se quedó fuera a la puerta. Salió el otro discípulo, el conocido del sumo
sacerdote, habló a la portera e hizo entrar a Pedro. La criada que hacía de portera
dijo entonces a Pedro:
S. - «¿No
C. Él
eres tú también de los discípulos de ese hombre?»
dijo:
S. - «No
lo soy».
Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía frío, y
se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose.
C.
El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de la doctrina.
Jesús le contestó:
 - «Yo he hablado abiertamente al mundo; yo he enseñado continuamente en la
sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a
escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí? 1nterroga a los que me han oído, de
qué les he hablado. Ellos saben lo que he dicho yo».
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TRIDUO PASCUAL
Celebración de la Pasión del Señor
C. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una bofetada a Jesús,
diciendo:
S. - «¿Así contestas al
C.
sumo sacerdote?»
Jesús respondió:
 - «Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si he hablado como
se debe, ¿por qué me pegas?»
C. Entonces Anás lo
envió atado a Caifás, sumo sacerdote.
C. Simón
Pedro estaba en pie, calentándose, y le dijeron:
S. - «¿No
eres tú también de sus discípulos?»
C. Él
lo negó, diciendo:
S. - «No
lo soy».
C. Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le cortó
la oreja, le dijo:
S. - «¿No
te he visto yo con él en el huerto?»
C. Pedro
volvió a negar, y enseguida cantó un gallo.
Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era el amanecer, y ellos no
entraron en el pretorio para no incurrir en impureza y poder así comer la Pascua.
Salió Pilato afuera, adonde estaban ellos, y dijo:
C.
S. - «¿Qué
C. Le
acusación presentáis contra este hombre?»
contestaron:
S. - «Si éste
C. Pilato
no fuera un malhechor, no te lo entregaríamos».
les dijo:
S. - «Lleváoslo
vosotros y juzgadlo según vuestra ley».
C. Los judíos le
S. - «No
dijeron:
estamos autorizados para dar muerte a nadie».
C. Y así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué muerte iba a morir.
Entró otra vez Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo:
S. - «¿Eres tú
C. Jesús le
el rey de los judíos?»
contestó:
 - «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»
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TRIDUO PASCUAL
C. Pilato
Celebración de la Pasión del Señor
replicó:
S. - «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí;
¿qué has hecho?»
C. Jesús le
contestó:
 - «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia
habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es
de aquí».
C. Pilato
le dijo:
S. - «Con
que, ¿tú eres rey?»
C. Jesús le
contestó:
 - «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo:
para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz».
C. Pilato
S. - «Y,
le dijo:
¿qué es la verdad?»
C. Dicho
esto, salió otra vez donde estaban los judíos y les dijo:
- «Yo no encuentro en él ninguna culpa. Es costumbre entre vosotros que por
Pascua ponga a uno en libertad. ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»
S.
C. Volvieron
S. - «A
C. El
a gritar:
ése no, a Barrabás».
tal Barrabás era un bandido.
C. Entonces
Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar. Y los soldados trenzaron una
corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le echaron por encima un manto
color púrpura; y, acercándose a él, le decían:
S. - «¡Salve, rey
C. Y
de los judíos!»
le daban bofetadas.
Pilato salió otra vez afuera y les dijo:
- «Mirad, os lo saco afuera, para que sepáis que no encuentro en él ninguna
culpa».
S.
C. Y
salió Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto color purpúra..
Pilato les dijo:
S. - «Aquí lo
C. Cuando
tenéis».
lo vieron los sumos sacerdotes y los guardias, gritaron:
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TRIDUO PASCUAL
Celebración de la Pasión del Señor
S. - «¡Crucifícalo,
C. Pilato
S.
crucíficalo!»
les dijo:
- «Lleváoslo vosotros y crucificadlo, porque yo no encuentro culpa en él».
C. Los judíos le
contestaron:
- «Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha
declarado Hijo de Dios».
S.
C. Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más y, entrando otra vez en el
pretorio, dijo a Jesús:
S. - «¿De
C. Pero
dónde eres tú?»
Jesús no le dio respuesta.
Y Pilato le dijo:
S. - «¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad
para crucificarte?»
C. Jesús le
contestó:
 -«No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto.
Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor».
C. Desde
este momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban:
- «Si sueltas a ése, no eres amigo del César. Todo el que se declara rey está
contra el César».
S.
Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y lo sentó en el
tribunal, en el sitio que llaman «el Enlosado» (en hebreo Gábbata). Era el día de
la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía.
C.
Y dijo Pilato a los judíos:
S. - «Aquí tenéis a
vuestro rey».
C. Ellos gritaron:
S. - «¡Fuera,
C. Pilato
S. - «¿A
fuera; crucifícalo!»
les dijo:
vuestro rey voy a crucificar?»
C. Contestaron
S. - «No
los sumos sacerdotes:
tenemos más rey que al César».
C. Entonces se
lo entregó para que lo crucificaran.
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TRIDUO PASCUAL
Celebración de la Pasión del Señor
Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado «de la
Calavera» (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron; y con él a otros
dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso
encima de la cruz; en él estaba escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos».
C.
Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron
a Jesús, y estaba escrito en hebreo, latín y griego.
Entonces los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato:
- «No, escribas: "El rey de los judíos", sino: "Éste ha dicho: Soy el rey de los
judíos"».
S.
C. Pilato
S. - «Lo
les contestó:
escrito, escrito está».
Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro
partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura,
tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron:
C.
S. - «No
la rasguemos, sino echemos a suerte, a ver a quién le toca».
Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi
túnica».
C.
Esto hicieron los soldados.
C. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de María, la Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:
 - «Mujer, ahí tienes a tu hijo».
C. Luego,
dijo al discípulo:
 - «Ahí tienes a tu madre».
C. Y
desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.
C. Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que
se cumpliera la Escritura dijo:
 - «Tengo sed».
Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en
vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el
vinagre, dijo:
C.
 - «Está cumplido».
14
TRIDUO PASCUAL
C. E,
8.
Celebración de la Pasión del Señor
inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
Todos se arrodillan, y se hace una pausa.
Y al punto salió sangre y agua
C. Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran
los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día solemne,
pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los
soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían
crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le
quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el
costado, y al punto salió sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su
testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros
creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un
hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que atravesaron»
C. Después
de esto, José de Arimatea, que era discípulo clandestino de Jesús por
miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato
lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también Nicodemo, el que
había ido a verlo de noche, y trajo unas cien fibras de una mixtura de mirra y
áloe.
Tomaron el cuerpo de Jesús y lo vendaron todo, con los aromas, según se
acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo
crucificaron, y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado
todavía. Y como para los judíos era el día de la Preparación, y el sepulcro estaba
cerca, pusieron allí a Jesús.
Palabra del Señor.
Ecos
9.
Se deja un momento para que se puedan dar ecos de la Palabra de Dios
Oración universal
I. Por la santa Iglesia
Oremos, hermanos, por la Iglesia santa de Dios, para que
el Señor le dé la paz, la mantenga en la unidad, la proteja
en toda la tierra, y a todos nos conceda una vida confiada
y serena, para gloria de Dios, Padre todopoderoso.
Oración en silencio.
15
TRIDUO PASCUAL
Celebración de la Pasión del Señor
Prosigue el responsable:
Dios todopoderoso y eterno, que en
Cristo manifiestas tu gloria a todas las
naciones, vela solícito por la obra de tu
amor, para que la Iglesia, extendida por
todo el mundo, persevere con fe
inquebrantable en la confesión de tu
nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
II. Por el Papa
Oremos también por nuestro santo padre el Papa
FRANCISCO, para que Dios, que lo llamó al orden
episcopal, lo asista y proteja para bien de la Iglesia, como
guía del pueblo santo de Dios.
Oración en silencio.
Prosigue el responsable:
Dios todopoderoso y eterno, cuya
sabiduría
gobierna
todas
las
cosas, atiende bondadoso nuestras
súplicas y protege al Papa, para que el
pueblo cristiano, gobernado por ti bajo
el cayado del Sumo Pontífice, progrese
siempre en la fe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
III. Por todos los ministros y por los fieles
Oremos también por nuestro obispo JESÚS, por todos los
obispos, presbíteros y diáconos, y por todos los miembros
del pueblo santo de Dios.
Oración en silencio.
Prosigue el responsable:
Dios todopoderoso y eterno, cuyo
Espíritu santifica y gobierna todo el
cuerpo de la Iglesia, escucha las
súplicas que te dirigimos por todos sus
ministros, para que, con la ayuda de tu
gracia, cada uno te sirva fielmente en la
vocación a que le has llamado.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
16
TRIDUO PASCUAL
Celebración de la Pasión del Señor
IV. Por los catecúmenos.
Oremos también por los catecúmenos, para que Dios
nuestro Señor los ilumine interiormente, les abra con
amor las puertas de la Iglesia, y así encuentren en el
bautismo el perdón de sus pecados y la incorporación
plena a Cristo, nuestro Señor.
Oración en silencio.
Prosigue el responsable:
Dios todopoderoso y eterno,
que heces fecunda a tu Iglesia dándole
constantemente
nuevos
hijos,
acrecienta la fe y la sabiduría de
los catecúmenos, para que al renacer en
la fuente bautismal, sean contados
entre los hijos de adopción.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
V. Por la unidad de los cristianos.
Oremos también por todos los hermanos nuestros que
creen en Cristo, para que Dios nuestro Señor asista y
congregue en una sola Iglesia a los que viven de acuerdo
con la verdad que han conocido.
Oración en silencio.
Prosigue el responsable:
Dios todopoderoso y eterno, que vas
reuniendo a tus hijos dispersos y velas
por la unidad ya lograda, mira con amor
a toda la grey que sigue a Cristo, para
que la integridad de la fe y el vínculo de
la caridad congregue en una sola
Iglesia a los que consagró un solo
bautismo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
VI. Por los judíos.
Oremos también por el pueblo judío, el primero a quien
Dios habló desde antiguo por los profetas, para que el
Señor acreciente en ellos el amor de su nombre y la
fidelidad a la alianza que selló con sus padres.
Oración en silencio.
Prosigue el responsable:
Dios todopoderoso y eterno, que
confiaste tus promesas a Abraham y a su
descendencia, escucha con piedad las
súplicas de tu Iglesia, para que el pueblo
de la primera alianza llegue a conseguir
en plenitud la redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
17
TRIDUO PASCUAL
Celebración de la Pasión del Señor
VII. Por los que no creen en Cristo.
Oremos también por los que no creen en Cristo, para que,
iluminados por el Espíritu Santo, puedan encuentren
también ellos el camino de la salvación.
Oración en silencio.
Prosigue el responsable:
Dios todopoderoso y eterno, concede a
quienes no creen en Cristo que, viviendo
con sinceridad ante ti, lleguen al
conocimiento pleno de la verdad, y a
nosotros concédenos también que,
progresando en la caridad fraterna y en
el deseo de conocerte más, seamos ante
el mundo testigos más convincentes de
tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
VIII. Por los que no creen en Dios.
Oremos también por los que no admiten a Dios, para que
por la rectitud y sinceridad de su vida alcancen el premio
de llegar a él.
Oración en silencio.
Prosigue el responsable:
Dios todopoderoso y eterno, que creaste
a todos los hombres para que te
busquen y, cuando te encuentren,
descansen en ti, concédeles que, en
medio de sus dificultades, los signos de
tu amor y el testimonio de los
creyentes les lleven al gozo de
reconocerte como Dios y Padre de todos
los hombres.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
IX. Por los gobernantes.
Oremos también por los gobernantes de todas las
naciones, para que Dios nuestro Señor, según sus
designios, les guíe en sus pensamientos y decisiones hacia
la paz y libertad de todos los hombres.
Oración en silencio.
Prosigue el responsable:
Dios todopoderoso y eterno, que tienes
en tus manos el destino de todos los
hombres y los derechos de todos los
pueblos, asiste a los que gobiernan, para
que, por tu gracia, se logre en todas las
naciones la paz, el desarrollo y la
libertad religiosa de todos los hombres.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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TRIDUO PASCUAL
Celebración de la Pasión del Señor
X. Por los que se encuentran en alguna tribulación.
Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, por todos
los que en el mundo sufren las consecuencias del
pecado, para que cure a los enfermos, dé alimento a los
que padecen hambre, libere a de la injusticia a los
perseguidos, redima a los encarcelados, conceda volver a
casa a los emigrantes y desterrados, proteja a los que
viajan, y dé la salvación a los moribundos.
Oración en silencio.
Prosigue el responsable:
Dios todopoderoso y eterno, consuelo de
los que lloran y fuerza de los que
sufren, lleguen hasta ti las súplicas de
quienes te invocan en la tribulación,
para que sientan en sus adversidades la
ayuda de tu misericordia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
19
TRIDUO PASCUAL
Celebración de la Pasión del Señor
Segunda parte: Adoración de la santa Cruz
Monición sobre la adoración a la Cruz
10. Acabada la oración universal, tiene lugar la solemne adoración de la santa Cruz. De las dos formas
que se proponen a continuación para mostrar la cruz, elíjase la que se juzgue más apropiada de
acuerdo con las circunstancias.
11. El sacerdote, o el diácono, con los ministros, o bien otro ministro idóneo, se dirige a la puerta de la
sala, donde toma la cruz ya descubierta; los ministros le acompañan con las velas encendidas, y van
procesionalmente por la iglesia hacia el presbiterio. Cerca de la puerta, en medio de la iglesia y antes
de subir al presbiterio el que lleva la cruz la eleva y canta la invitación Mirad el árbol, a la que todos
responden Venid a adorarlo, y después de cada una de las respuestas se arrodillan y la adoran en
silencio durante unos momentos, como se ha indicado antes.
Mirad al árbol de la Cruz donde estuvo
clavada la salvación del mundo.
R/. Venid a adorarlo.
Adoración de la santa Cruz
12. Seguidamente, acompañado por dos ministros con velas encendidas, lleva la cruz al comienzo del
presbiterio o a otro lugar apto, y allí la deja o la entrega a los ministros para que la sostengan, una
vez dejadas las velas a ambos lados de la cruz.
Cantos para el rito:
13. Estos son algunos cantos que se pueden cantar en el rito
Himno a la cruz gloriosa
Improperios
Oh Jesús amor mío
Hijos de Jerusalén
Oh Dios, Tú eres mi Dios
Stabat mater
Solo a solo
María, Madre de la Iglesia
14. Al final de la celebración no se dice “El Señor nos bendiga…”
Oración
Que tu bendición, Señor, descienda con
abundancia sobre este pueblo, que ha
celebrado la muerte de tu Hijo con la
esperanza
de
su
santa
resurrección;
venga sobre él tu
perdón,
concédele
tu
consuelo, acrecienta su fe, y consolida
en él la redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
15. Se invita al ayuno
20
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