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TRABAJO PRÁCTICO N2 para compartir

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Trabajo Práctico N°2
“El Asesinato de Monseñor
Romero”
Materia: Historia Americana Contemporánea
Profesora: Marta Gordillo
Curso:
4° “A” T. M.
Alumna:
Instituto Superior del Profesorado Joaquín V. González
El asesinato de
Monseñor Romero
Introducción
Un recorrido por la vida de Óscar Arnulfo Romero supone adentrarse en uno de los
periodos más convulsos de la historia de su país, El Salvador, y de toda América Latina.
En los años en los que Monseñor Romero desarrolló de manera más intensa su actividad
religiosa, entre 1966 y 1980, el incremento de movimientos comunistas de campesinos en
toda Latinoamérica (que se vio favorecido sin duda por el ejemplo de la revolución
cubana del 59) y el compromiso de un sector importante de la Iglesia Católica con los
más pobres, iniciado en el Concilio Vaticano II y ratificado en la Conferencia de Obispos
Latinoamericanos de Medellín de 1968, chocaron de pleno con unos gobiernos opresores.
Surgidos a menudo de golpes de estado y apoyados en buena medida por Estados Unidos,
cuyos intereses en la zona eran mucho más económicos que humanitarios.
El 24 de marzo de 1980 se reproducía en imagen fija a unas monjas rodeando un cuerpo
caído ante un altar. Y una noticia: el arzobispo de El Salvador, Óscar Arnulfo Romero,
había sido asesinado mientras oficiaba misa en la capilla del Hospital de La Divina
Providencia donde habitaba. Asesinos a sueldo habían hecho aquel trabajo. Los días que
siguieron a aquel domingo de marzo de 1980 debieron precipitarnos hacia un gran
estremecimiento: el funeral del 30 de marzo se convirtió en otra tragedia en la que
cuarenta muertos y más de doscientos heridos habían sido provocados por las fuerzas de
seguridad salvadoreñas y algunos francotiradores. La plaza de la Catedral de El Salvador
había sido el escenario de aquella nueva tragedia.
Durante el siguiente trabajo busca analizar la repercusión que causa en los medios
argentinos el asesinato de Monseñor Romero, y su alcance, para luego ver que fue lo que
quedó en el inconsciente colectivo.
Pero antes de analizar cada unos de estas notas periodísticas tomadas de los diarios
“Clarín”, “La Nación” y “Crónica” es necesario ubicarnos en la situación concreta que
estaba atravesando El Salvador, los conflictos internos y externos del país. Además de
observar quién fue y qué obra realizó Monseñor Romero en su país para luego poder
llegar a deslucir cuales fueron las causas que lo llevaron sufrir esa muerte. Además de
analizar el momento histórico por el que atravezaba Argentina (la última dictadura) y
como repercute esto en la llegada de la información a nuestro país.
Cabe destacar que estos hechos fueron ocurridos durante la década del ´80, hace ya más
de veinte años. Pero sólo hace pocos días (el 3 de septiembre de 2004) es cuando por
primera vez se juzgó a los involucrados en el asesinado y se les dictó condena.
II
Flavia E. Grillo
El asesinato de
Monseñor Romero
Contexto histórico de El Salvador
(1972- 1980)
Para poder marcar el contexto en que se enmarca el asesinato de Monseñor Romero es
necesario remontarnos años anteriores a la fecha de su asesinato para entender cuáles son
y de dónde provienen los factores desencadenantes del conflicto que se lleva a cabo en El
Salvador. Este momento es marcado por los autores como una transición y como tal
rodeada de contradicciones.
En el papel que va jugando el gobierno salvadoreño se deja al descubierto que el Estado
es un instrumento al servicio de los intereses estratégicos de índole político- militar de los
órganos imperialistas de Estado Unidos. Además de entrar en juego con los intereses de
las capas dominates que conforman la oligarquía salvadoreña.1
En 1972 la elección como presidente de la República del coronel Arturo Armando
Molina fue rechazada. En las elecciones Legislativas y Municipales obtiene de nuevo el
triunfo el Partido de Conciliación Nacional el 12 de marzo, dicho proceso electoral se
considera viciado y lo que produce es una serie de disturbios, causando alrededor de 100
muertos y varios heridos. Todo esto culmina en un intento de golpe de estado dirigido por
el Coronel Benjamin Mejía apoyado por José Napoleón Duarte, Secretario General del
Partido Demócrata Cristiano, quienes conjuntamente hicieron un llamado de insurrección
al pueblo, el cual no tuvo eco y fue sofocado. José Napoleón Duarte inmediatamente se
exilió del país. El fraude electoral que dio la victoria al candidato conservador y militar,
fue el punto de partida de una verdadera ola de violencia.
Las mismas acusaciones se realizaron en 1977 tras la elección como presidente del
general Carlos Humberto Romero. Su gobierno se caracterizó desde el comienzo por la
brutalidad represiva y una línea de acción ultraderechista. Por entonces, la situación se
había deteriorado y los asesinatos entre los simpatizantes, tanto de las fuerzas de
izquierda como de derecha, se hicieron habituales.
Un rasgo a destacar es que en ambas elecciones la alta burguesía se alía con el partido
dictatorial y el imperialismo. Y que al mismo tiempo las organizaciones populares frente
a la situación de fraude instan a sabotear las elecciones fundamentando que el sufragio no
era sino el método de cambio de hombres en el Ejecutivo. Por último los dos procesos
concluyen en genocidios con el intento de aquietar la furia popular.2 Un factor a señalar
también es la participación de un amplio sector del clero dentro del proceso que apoya la
causa de los sectores trabajadores y explotados. Este sector principal representante es el
Obispo O. A. Romero. Por su postura y su accionar frente al gobierno es declarado
enemigo del sistema. A partir de estos elementos podemos observar una crisis del sistema
de dominación que repercute en el desarrollo de una crisis política generalizada. Y a su
ves esta crisis repercute en lo económico, donde causa graves conflictos.
Posteriormente el país entró en un caos total. Se vive un clima de insurrección,
violencia, anarquía y pérdida del control del Estado del orden interno. Además la victoria
sandinista en Nicaragua alerta a la alianza militar- burguesa sobre un peligro creciente. Y
en un intento de adelantarse a los hechos se organiza el golpe de Estado.3 como resultado
de un cruce de tendencias. A la vez, surge un nuevo proyecto político organizado a
espaldas del pueblo e impulsado por Estado Unidos. El 15 de octubre de 1979 una Junta
Militar encabezada por los Coroneles Jaime Gutiérrez y Adolfo Majano, derrocan al
Presidente Romero que es enviado al exilio. Este golpe de estado es apoyado por varios
dirigentes de la oposición izquierdista en sus inicios. Pero al realizar este golpe lo que
1 Casenova Gonzalez, Pablo (coordinador): América Latina historia de medio siglo. México, Centroamérica
y el Caribe. Volumen II Editorial Siglo XXI. México 1996. Novena edición. Anexo. Página 125.
2 Casenova Gonzalez, Pablo. ibidem. página 128.
3 Ausaldi, Waldo (coordinador): Calidoscopio latinoamericano. Editorial Ariel. Buenos Aires. 2004.
Capítulo 11. Página 289- 290.
III
Flavia E. Grillo
El asesinato de
Monseñor Romero
logran es profundizar más la crisis donde va en aumento la represión del ejército y de los
grupos paramilitares.
El programa propuesto por el nuevo gobierno contempla el cese de la violencia, el
respeto a los derechos humanos, prometía la libertad en la actividad partidaria, elecciones
y un plan de reformas. Esta política reformista contemplaba una reforma agraria,
nacionalización de la banca y el comercio exterior. Pero estas promesas no logró unificar
al país ni vencer a la guerrilla que calificaron al nuevo gobierno de continuador de la
tiranía militar imperialista. En este contexto la violencia continuó y los asesinatos fueron
numerosos. Por otra parte la postura del sector progresista de la iglesia fue de cautela,
dando la oportunidad al gobierno de cumplir con sus promesas. Además podemos señalar
el apoyo del presidente Carter al nuevo gobierno es inmediato, mostrando la participación
en las corrientes militares golpistas de los agentes norteamericanos.4
Las guerrillas que se habían comenzado a organizar desde los años 70, en esta etapa
comenzaron una actividad militar muy intensa aumentando considerablemente su número
en donde comienza un proceso de organización y unificación. Se profundiza la situación
revolucionaria. Y el nuevo gobierno encuentra cada vez mayor oposición de las masas
populares y sus organizaciones. Esta multitud de organizaciones determinan el deterioro
rápido de este gobierno.
La Junta no cumple con sus promesas, la represión avanza y los sectores de la Iglesia
comprometidos también comienzan a denunciar los actos de gobierno. Como vemos las
prometidas reformas no se cumplen, y los verdaderos lineamientos del régimen se
descubren: es un gobierno que obedece un proyecto norteamericano y de una mínima
parte del partido derechista de la Democracia Cristiana. Su accionar lo realizan a través
de la ultraderecha y la derecha que están fusionadas en el ejército y en el gobierno. La
ultraderecha sostiene una sistemática guerra de exterminio y con ello cooperan las bandas
paramilitares fascistas como ORDEN, el Escuadrón de la Muerte, etc. La guerra es entre
el pueblo y una minoría apoyada en militares respaldados por el gobierno de Carter.5 Con
esto la intervención de E.E. U.U en la región se profundiza y el gobierno salvadoreño
recibió ayuda civil y militar de los Estados Unidos para luchar contra las guerrillas
Frente a esto las acciones de las organizaciones populares comienzan un proceso de
unificación que confluye el 11 de enero de 1980 en la fundación de la Coordinadora
Revolucionaria de Masas. Cuando la guerra se extendió en todo el territorio en los años
80, el gobierno recibió ayuda civil y militar de los Estados Unidos (como consecuencia
de la "Doctrina Reagan" contra el comunismo) para luchar contra las guerrillas del Frente
de Liberación Nacional Farabundo Martí (FMLN)
Ese mismo año Duarte regresó del exilio para unirse a la Junta, asumiendo la
presidencia de la misma. Los norteamericanos intentaron contener el avance de las
fuerzas democráticas y revolucionarias con el paco democracia cristiana- ejército. Este
pacto se ajusta a las necesidades del plan contrainsurgente norteamericano que tenían
como elemento central el “genocidio necesario”.6 Es por eso que Estados Unidos ofreció
ayuda financiera y entrenamiento militar para el Ejército en su batalla contra la guerrilla.
Un hecho que produce gran exaltación popular es el asesinato del Arzobispo del
Salvador, Monseñor Romero el 24 de marzo, él quien se había identificado con los
sectores más reprimidos. El asesinato provocó un aumento en la combatividad de las
masas populares. Meses después se realiza una mayor unificación del sector
revolucionario. Se forma el Frente Democrático Revolucionario. En él se reúnen todas
las organizaciones revolucionarias y los partidos, instituciones, gremios y personalidades
democráticas.7 A partir del él se inicia una lucha de liberación.
4 Casenova Gonzalez, Pablo ibidem página133.
5 Casenova Gonzalez, Pablo ibidem página135.
6 Villalobos, Joaquín y Armijo Claudio: El Salvador. Balance y perspectivas de la Guerra. Editorial Antarca.
Buenos Aires. 1986. página 17
7 Casenova Gonzalez, Pablo ibidem página136.
IV
Flavia E. Grillo
El asesinato de
Monseñor Romero
Monseñor Romero: su vida y su obra
Oscar Arnulfo Romero nació en Ciudad Barrios, departamento de San Miguel, el 15 de
agosto de 1917. Su familia era humilde y con un tipo modesto de vida. Ingresó al
Seminario Menor de San Miguel, a pesar de las desaveniencias económicas que pasaba la
familia para mantenerlo en el seminario. Estudió con los padres Claretianos en el
Seminario Menor de San Miguel desde 1931 y posteriormente con los padres Jesuitas en
el Seminario San José de la Montaña hasta 1937. En el tiempo que estalló la II Guerra
Mundial, fue elegido para ir a estudiar a Roma y completar su formación sacerdotal. Fue
ordenado sacerdote a la edad de 25 años en Roma, el 4 de abril de 1942. Continuó
estudiando en Roma para completar su tesis de Teología sobre los temas de ascética y
mística, pero debido a la guerra, tuvo que regresar a El Salvador y abandonar la tesis que
estaba a punto de concluir. Regresó al país en agosto de 1943. Su primera parroquia fue
Anamorós en el departamento de La Unión. Pero poco tiempo después fue llamado a San
Miguel donde realizó su labor pastoral durante aproximadamente veinte años.
En 1966 Monseñor fue elegido Secretario de la Conferencia Episcopal de El Salvador.
Comienza así una actividad pública más intensa que viene a coincidir con un periodo de
amplio desarrollo de los movimientos populares que se manifestaría de forma evidente
apenas un año más tarde con la primera huelga general obrera. El 25 de abril de 1970, la
Iglesia lo llamó al ministerio episcopal como Obispo Auxiliar de San Salvador, que tenía
al ilustre Mons. Luis Chávez y González como Arzobispo y como Auxiliar a Mons.
Arturo Rivera Damas. Con ellos compartiría su desafío pastoral y en el día de su
ordenación episcopal dejaba claro el lema de toda su vida: “Sentir con la Iglesia”.
Mientras tanto en El Salvador la situación de violencia avanzaba, con ello la Iglesia se
edificaba en contra de esa situación de dolor, por tal motivo la persecución a la Iglesia en
todos sus sentidos comenzó a cobrar vida.
Nombrado Obispo de la Diócesis de Santiago de María, se traslada a la misma en
diciembre de 1974. El contexto político se caracteriza sobre todo por una especial
represión contra los campesinos organizados. En junio de 1975 se producen los hechos de
Tres Calles: la Guardia Nacional asesina a 5 campesinos. El informe oficial hablaba de
supuestos subversivos que estaban armados. Monseñor Romero llega a consolar a los
familiares de las víctimas y a celebrar la misa. No hace una denuncia pública de lo
ocurrido, como le habían pedido algunos sectores, pero sí envía una dura carta al
presidente Molina
El nombramiento de Monseñor Romero como
arzobispo de San Salvador, el 23 de febrero de
1977, es una sorpresa negativa para el sector
renovador, que esperaba el nombramiento de
Monseñor Rivera, y una alegría para el gobierno y
los grupos de poder, que ven en este religioso de
59 años un posible freno a la actividad de
compromiso con los más pobres que estaba
desarrollando la Arquidiócesis. Sin embargo, un
hecho ocurrido apenas unas semanas más tarde,
que se revelará decisivo en la escalada de violencia
sufrida en El Salvador, va a dejar clara la futura
Mons. Romero efectuando una homilía
línea de actuación de Romero. El 12 de marzo es
asesinado el padre jesuita Rutilio Grande, hombre progresista que colaboraba en la
creación de grupos campesinos de autoayuda y buen amigo de Monseñor. El recién electo
arzobispo insta al presidente Molina para que investigue las circunstancias de la muerte y,
ante la pasividad del gobierno y el silencio de la prensa a causa de la censura, amenaza
incluso con el cierre de las escuelas y la ausencia de la Iglesia católica en actos oficiales.
V
Flavia E. Grillo
El asesinato de
Monseñor Romero
La situación se complicó cada vez más. Un nuevo fraude electoral impuso al general
Carlos Humberto Romero para la Presidencia. Una protesta generalizada se dejó escuchar
en todo el ambiente. Los primeros conflictos de Monseñor Romero surgieron a raíz de las
marcadas oposiciones que su pastoral encontraba en los sectores económicamente
poderosos del país y unido a ellos, toda la estructura gubernamental que alimentaba esa
institucionalidad de la violencia en la sociedad salvadoreña, sumado a ello, el descontento
de las nacientes organizaciones político (militares de izquierda), quienes fueron
duramente criticados por Mons. Romero en varias ocasiones por sus actitudes de
idolatrización y su empeño en conducir al país hacia una revolución.
A raíz de su actitud de denuncia, Mons. Romero comenzó a sufrir una campaña
extremadamente agobiante contra su ministerio arzobispal, su opción pastoral y su
personalidad misma, cotidianamente eran publicados en los periódicos más importante,
editoriales, campos pagados, anónimos, etc., donde se insultaba, calumniaba, y más
seriamente se amenazaba la integridad física de Mons. Romero.
Se vivía una situación de gran tensión, luego del asesinato del padre Rutilio Grande, se
sucedieron otros asesinatos más. Fueron asesinados los sacerdotes Alfonso Navarro y su
amigo Luis Torres, luego fue asesinado el padre Ernesto Barrera, posteriormente fue
asesinado, en un centro de retiros, el padre Octavio Ortiz y cuatro jóvenes más. Por
último fueron asesinados los padres Rafael Palacios y Alirio Napoleón Macias. La Iglesia
sintió en carne propia el odio irascible de la violencia que se había desatado en el país. Ya
a finales de 1979 Monseñor Romero sabía el inminente peligro que acechaba contra su
vida y en muchas ocasiones hizo referencia de ello. Uno de los hechos que comprobó el
inminente peligro que acechaba sobre la vida de Mons. Romero fue el frustrado atentado
dinamitero en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, en febrero de 1980.
Pese a las represarías, la postura de Óscar Romero, cada vez más "peligrosamente"
comprometida con el pueblo, comienza a ser conocida y valorada por el contexto
internacional: el 14 de febrero de 1978 es nombrado Doctor Honoris Causa por la
Universidad de Georgetown (EE.UU); en 1979 es nominado al Premio Nobel de la Paz y
en febrero de 1980 es investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Lovaina
(Bélgica). En ese viaje a Europa visita a Juan Pablo II en el Vaticano y le transmite su
inquietud ante la terrible situación que está viviendo su país.
En efecto, en 1980 El Salvador vivía una etapa especialmente violenta en la que sin
duda el gobierno era uno de los máximos responsables. La Iglesia calcula que, entre enero
y marzo de ese año, más de 900 civiles fueron asesinados por fuerzas de seguridad,
unidades armadas o grupos paramilitares bajo control militar. De todos era sabido que el
gobierno actuaba en estrecha relación con el grupo terrorista ORDEN y los escuadrones
de la muerte.
Apenas llegado de su viaje, el 17 de febrero, el arzobispo Romero envía una carta al
presidente Carter en la que se opone a la ayuda que EEUU está prestando al gobierno
salvadoreño, una ayuda que hasta el momento sólo ha favorecido el estado de represión
en el que vive el pueblo. La respuesta del presidente estadounidense se traduce en una
petición al Vaticano para que llame al orden al arzobispo. Sin embargo, en otros países
continúa el reconocimiento a la labor de Romero: por esas mismas fechas, recibe el
premio de la Paz de Acción Ecuménica Sueca.
A fines de febrero, Héctor Dada, miembro de la Segunda Junta de Gobierno de El
Salvador, informa a Monseñor de que tiene conocimiento de amenazas de muerte contra
su propia persona y contra el Arzobispo; Romero recibe también un aviso de amenazas de
similar seriedad por parte del Nuncio Apostólico en Costa Rica, Monseñor Lajos Kada y
a comienzos de marzo es volada una cabina de locución de la emisora YSAX, La Voz
Panamericana, que transmitía sus homilías dominicales. Los días 22 y 23 de marzo, las
religiosas que atienden el Hospital de la Divina Providencia, donde vive el Arzobispo,
reciben llamadas telefónicas anónimas que lo amenazan de muerte. El domingo 23 de
marzo de 1980 Mons. Romero pronunció su última homilía, la cual fue considerada por
algunos como su sentencia de muerte debido a la dureza de su denuncia: “en nombre de
VI
Flavia E. Grillo
El asesinato de
Monseñor Romero
Dios y de este pueblo sufrido... les pido, les ruego, les ordeno en nombre de Dios, CESE
LA REPRESION”. Finalmente, el 24 de ese mismo mes, Óscar A. Romero es asesinado
por un francotirador mientras oficia misa en la Capilla de dicho Hospital.
Los funerales, celebrados en la Catedral Metropolitana de San Salvador el 30 de Marzo
de 1980, se convirtieron en una batalla campal en la que las fuerzas de seguridad
acometieron contra miles de salvadoreños concentrados en la plaza de la catedral, entre
los que se encontraban miembros del Bloque Popular Revolucionario. El resultado: más
de 40 muertos y doscientos heridos.
Tal como denuncia el Informe de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el
gobierno no realizó ninguna investigación exhaustiva sobre el asesinato del arzobispo
Romero. Roberto D'Aubuisson, líder de los escuadrones de la muerte y antiguo miembro
de la Guardia Nacional de Somoza, fue arrestado en mayo de ese mismo año y, a pesar de
las pruebas que lo implicaban tanto en el asesinato de Monseñor como en la conspiración
para realizar un golpe de estado, fue puesto en libertad con el beneplácito del ministro de
Defensa. Cuatro años más tarde, el embajador Robert White declaró ante un comité del
congreso que existían pruebas suficientes para afirmar "más allá de cualquier duda
razonable" que D'Aubuisson había planeado y ordenado el asesinato, aunque este nunca
fue procesado.
VII
Flavia E. Grillo
El asesinato de
Monseñor Romero
Contexto histórico de la Argentina
(1976- 1980)
A principios de 1976, se cometían asesinatos políticos y constante estallido de bombas.
Además de la violencia política reinante, la inquietud obrera se estaba generalizando de
nuevo. A pesar de que las huelgas estaban prohibidas, importantes sectores del
movimiento obrero recurrieron a ellas, así como a marchas de hambre, trabajo a
reglamento y manifestaciones callejeras, en un esfuerzo destinado a cambiar la política
económica del gobierno.
Ante el caos económico, político y social, las FFAA lideradas por Videla actuaron
sagazmente, sin intervenir hasta que la situación empeoró hasta tal punto que los civiles
fueron a golpear las puertas de los cuarteles. Así probaron la absoluta falencia del
régimen constitucional y lograron que la opinión pública apoyase o se resignase
nuevamente ante la opción militar.
Se puede decir que el golpe fue la reacción militar al período abierto con las grandes
movilizaciones populares de fines de la década del ‘60 ante la incapacidad de las
gestiones peronistas para neutralizarlas. Esta vez las FFAA y sus aliados decidieron que
el "problema argentino" era estructural, por lo que aplicaron soluciones estructurales
El 24 de marzo de 1976, la Junta de los Jefes integrada por el Gral. del Ejército Jorge
Rafael Videla, el Almirante Emilio Eduardo Massera de la Marina y el Brigadier Orlando
Ramón Agosti de la Aeronáutica, se hizo cargo del poder y comenzó el Proceso de
Reorganización Nacional.
El caos económico, las luchas facciosas, la muerte presente cotidianamente, la acción de
las organizaciones de las guerrillas, y el terror sembrado por la Triple A (Alianza
Anticomunista Argentina, organización de Derecha, que de una forma "simbólica" estaba
a favor y apoyando al ejército, pero que en realidad su fin era el de tomar el poder
enemigo y político luego de acabar con la subversión), crearon las condiciones para la
aceptación de un golpe de estado que prometía restablecer el orden y asegurar el
monopolio estatal de la fuerza.
Estas fuerzas se guiaban por los hechos, los cuales les resultaban amenazantes, y se
prepararon para defender su territorio. De esta manera pusieron en marcha las siguientes
"operaciones de aislamiento”. Las realizadas por los grupos paramilitares que logran
aislar a las organizaciones armadas de su base social. Los secuestros, que eran la forma en
la que el régimen constituía sus prisioneros. Consistía en la detención ilegal de personas
buscadas, sin orden judicial, con la cooperación de la policía del lugar, y sin informar a la
familia del destino del secuestrado. Las familias de los secuestrados que buscaron
asesoramiento jurídico para encontrarlos, descubrieron que eso también era "peligroso",
(entre 1976 y 1978 desaparecieron 107 abogados defensores). El terror que se provocaba
en la sociedad, reforzado por la propaganda del régimen militar que culpaba a las familias
por la actividad "subversiva" de los prisioneros. Los centros clandestinos de prisioneros
hay contabilizados alrededor de 340 en todo el país, donde se los torturaba y hasta se los
asesinaba. Gracias a la liberación de unos 1.000 prisioneros, que lograron irse al exterior,
fue que pudo obtenerse más información sobre lo que ocurría dentro de estos campos de
concentración.
Aspecto político durante el proceso. Las FFAA asumieron el poder con el objetivo de
"terminar con el desgobierno, la corrupción y el flagelo subversivo". Pero hay que
examinar con detención qué es la "subversión" para estos hombres para comprender su
accionar sobre la sociedad argentina. Videla dijo alguna vez que "un terrorista no es sólo
el portador de una bomba o una pistola, sino también el que difunde ideas contrarias a la
civilización cristiana y occidental
El esquema político- institucional que las FFAA querían aplicar necesitaba de un modelo
político que evitara la organización y los reclamos sociales y que desmantelara las
estructuras gremiales, por lo tanto entre las primeras medidas de gobierno se encontraron
VIII
Flavia E. Grillo
El asesinato de
Monseñor Romero
la suspensión, por tiempo indeterminado, de las actividades políticas y gremiales de todo
orden. Se intervino la CGT, la CGE, las 62 organizaciones y la Cruzada de la Solidaridad.
Luego se eliminó el fuero sindical, se suspendió el derecho de huelga y se prohibió, en
forma absoluta, la actividad de los partidos de izquierda, como ser: Comunista
Revolucionario, Socialista de los Trabajadores, Política Obrera, etc. Se depuró la
administración pública de agitadores mediante la Ley de Prescindibilidad y se
intervinieron todas las asociaciones gremiales.8
Se comunicó a la población que "será severamente reprimida toda manifestación
callejera. También se sacó de circulación a la prensa política. Si no eran cerrados
directamente, eran "advertidos" e insinuados para que discontinúen su trabajo.
La noche anterior y el mismo día del golpe, los militares ocuparon los principales
complejos fabriles con listas negras en las manos. Allí comenzó la cacería de toda una
generación de dirigentes medios y activistas de base que fueron secuestrados, torturados y
asesinados en la clandestinidad. Aquí reside una de las claves del Proceso de
Reorganización Nacional: este conjunto social de individuos movilizados políticamente
tarda décadas en aflorar nuevamente. Si a esto le sumamos el implante del miedo y el "no
te metás", no es difícil entender la posterior desmovilización de la sociedad.
Aspecto económico durante el proceso: El plan económico de Martínez de Hoz puede
sintetizarse en los siguientes puntos: Rebaja de un 40% en los salarios, comparados con el
quinquenio anterior. Reformas a la Ley de Contrato de Trabajo y eliminación de las
convenciones colectivas. Establecimiento de una creciente regresividad en el sistema
impositivo, mediante el aumento de los impuestos indirectos (IVA, etc.) y la disminución
de los indirectos (ganancias, riqueza). Eliminación de las retenciones a las exportaciones
agropecuarias y de los subsidios a las exportaciones no tradicionales. Progresiva
reducción de los aranceles a la importación. Apertura total a los capitales extranjeros:
igual trato al capital nacional que al extranjero y reducción de los plazos de entrada y
salida de dichos capitales. Liberación de los mercados de cambio y financiero. Reducción
del gasto público a través de la racionalización del empleo y la privatización de empresas
nacionales. Presupuesto Nacional: Aumento en Defensa y Seguridad y reducción en
Educación, Salud y Vivienda. Política de transferencias del Estado hacia los grupos
económicos, mediante los mecanismos de estatización de la deuda privada, la Ley de
Promoción industrial y las políticas de compra del Estado.
El sistema financiero tuvo un rol fundamental en la ubicación y reasignación de recursos
en contra de los asalariados y a favor del sector más concentrado del capital. Las altas
tasas de interés superaban por mucho a las de ganancia (por producir), por lo que
"ninguna actividad era rentable ni podía competir contra la especulación. Una de las
consecuencias más características del PRN fue la concentración de capital, la cual se
estimuló a través de la estatización de la deuda privada, la implementación de las leyes de
promoción industrial y la política de compras del Estado.
Los resultados de estas políticas fueron: Aumento de la especulación en detrimento de la
producción. Desindustrialización, Deuda externa. Concentración económica
Institucionalización de la inflación Caída del salario real. Deterioro de los servicios
públicos. Incremento en los niveles de pobreza
Aspecto sociocultural durante el proceso: El objetivo de la acción antisubversiva de los
militares era clara: no sólo se debía exterminar a los guerrilleros, sino que se debía acallar
a la sociedad toda, mediante un bombardeo psicológico destinado a romper los lazos de
solidaridad que unían a la sociedad para instalar el individualismo y el "sálvese quien
pueda". Esto se logró mediante diversas acciones: Desaparecidos. La "desaparición" de
una persona llevaba a sus familiares y amigos a una situación de incertidumbre, inacción
y temor por lo que sus propias acciones pudieran causarle al detenido-desaparecido, en
caso de que éste estuviese con vida. O sea, había temor a que la denuncia, la búsqueda y
8 Rapoport, Mario: Historia económica política y social de la Argentina (1880-2000) Ediciones Macchi.
Buenos Aires 2004. Capítulo 7, página 739.
IX
Flavia E. Grillo
El asesinato de
Monseñor Romero
la movilización de sus seres queridos causaran daño al desaparecido, si este se encontraba
con vida. Programa económico de especulación y desindustrialización: Buscó romper con
la tácita alianza de las clases medias con las bajas. Represión cultural: Censura y
promoción de la autocensura, quema de libros, violencia contra profesionales de
relevancia social (periodistas, párrocos populares, psicólogos, abogados, educadores,
escritores, actores, etc.) El sistema educativo fue reformado para que encajara con el
régimen y su programa.."
La sociedad argentina, acostumbrada a hechos como estos sólo publicados a través de las
crónicas de otros países, tenía miedo, miedo de saber, de tener algún tipo de información,
de estar enterado de algo. "El silencio es salud", siniestra ironía escrita en carteles, para
anunciar en un lugar donde se cometían aberraciones, en busca de quebrar el silencio
heroico de las víctimas. La sociedad ya no sólo extrañaba el hecho de poder votar, sino
también el de poder decir lo que pensaban, tener ideales políticos diferentes a los
impuestos. A cambio de estas privaciones, tenían constantes amenazas. La gente conocía
la verdad de lo que estaba ocurriendo, pero la violencia había llegado a tal grado que se
sentían intimidados y no se animaban a hablar. Luego de los 2 primeros años fue evidente
que la política económica no funcionaba y empezó a notarse cada vez más el problema de
los desaparecidos. Fue allí cuando la sociedad, el pueblo argentino, se volvió en contra de
los militares. Una concluida esta modesta y pequeña síntesis de los aspectos más
importantes de la dictadura o mejor dicho del Proceso de Reorganización Nacional
X
Flavia E. Grillo
El asesinato de
Monseñor Romero
Análisis de los recortes periodísticos
Una vez descripto tanto la realidad que vivía el Salvador y la Argentina podemos
analizar de que forma es presentado en el país el asesinato del Arzobispo Monseñor
Romero.
Para poder analizar como llega la información se tomaron tres diarios: Clarín. La
Nación Y Crónica desde el 25 de marzo (un día después de la muerte de Romero) hasta el
31 de marzo de 1980 (un día después del funeral). Durante estos días el en Salvador se
vivió una situación de convulsión social, caos y confusión.
Por la información que transmiten los diarios se puede ver una constante sensación de
incertidumbre y miedo por las posibles repercusiones que provoque este asesinato.
En cuanto a la información precisa que transmiten estos recortes se observan
diferencias. El diario La Nación presenta la realidad desde los antecedentes del conflicto
intentando dar la información precisa. Las notas por lo general están ubicadas en la
primera plana y las primeras hojas. En todo momento utiliza un vocabulario muy propio,
a diferencia de Crónica que se permite el uso de palabras más comunes para referirse a
los hechos. Las notas no se encuentran firmadas, salvo un artículo, el de un corresponsal
en Roma, Rolando Rivére que trasmite las declaraciones del Papa frente al atentado. En
sus notas detalla cuanto y como fue el asesinato, que postura tenía Romero con respecto
al gobierno. Además hace hincapié en los distintos disturbios que se ocasionan y también
a diferencia de los demás, nombra el problema de la reforma agraria y de la tierra. Incluso
en los diferentes días repite la noticia de la evacuación de los ciudadanos estadounidenses
en el Salvador. Por último un rasgo a destacar son ciertos apelativos que utiliza para
referirse a los diferentes grupos revolucionarios: En el día 27 de marzo cuando se refiere
a la Liga Popular 28 de febrero o LP-28 la describe: “uno de los principales organismos
subversivos” y el 28 de marzo narra la muerte de 17 personas en un enfrentamiento
armado, utiliza el término “siete elementos antisociales”… “alrededor del medio día un
centenar de subversivos fuertemente armados fueron divisados por un comboy militar”.
Y el 29 de marzo un título se expresa: Desmiente la muerte del extremista Chacón”. A
través de estos términos se puede observar como la ideología del momento y además a
que sector respondía y estaba dirigido este diario.
Con respecto al diario Clarín las notas tampoco son firmadas salvo las notas especiales
firmadas por el enviado al Salvador Oscar Raul Cardozo, este periodista se encarga de dar
y trasmitir las sensaciones que se viven, deja entrever el caos y la magnitud de la
situación y los posible hechos que se pueden llegar a desatar. Las notas están ubicadas en
la sección Internacional. A diferencia las notas son muy sobrias se dedican a narrar como
se van sucediendo los hechos desde el asesinato, las posibles hipótesis de quienes fueron,
las declaraciones que realizan tanto grupos revolucionarios como la Junta. Un rasgo a
destacar es que a diferencia de La Nación en sus notas hay muchas citas textuales, todo el
tiempo avalan su información con declaraciones de los protagonistas.
Por último el diario Crónica que a diferencia de los otros dos diarios su vocabulario es
mucho más común, además para referirse a los norteamericanos lo hace utilizando el
término “yanqui” y cada vez que habla de ello los califica así. Se dedica a relatar los
hechos poniendo principal atención en todo lo que se relaciona con disturbios atentados,
muertes y el número de ellas. Relata los hechos sin mucha precisión y muy en general y
en cada una de sus notas repite varias veces palabras o frases. El espacio que se les da a
las notas por lo general es muy breve pero con grandes titulares y fotos sensacionalistas
(un ejemplo sería la que muestra al sacerdote en el piso en el momento de su asesinato y
resaltado el donde penetró la bala que lo mató).
A través de estos tres diarios se puede ver y queda muy claro lo que buscan informar, a
quien y como. Las líneas que siguen y sus posturas frente al gobierno de turno.
XI
Flavia E. Grillo
El asesinato de
Monseñor Romero
BIBLIOGRAFÍA
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Editorial Ariel. Buenos Aires. 2004. Capítulo 11
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 Diario Crónica del 25 al 31 de marzo de 1980.
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de la Guerra. Editorial Antarca. Buenos Aires. 1986.

www.cervantesvirtual.com/bib_autor/romero/vida.shtml
XII
Flavia E. Grillo
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