MODOS VERBALES Los modos verbales son las diversas formas en que la acción del verbo puede expresarse. El modo del verbo manifiesta la actitud del hablante ante lo que dice. Es la categoría gramatical que clasifica la acción, el proceso o el estado de un verbo, desde la perspectiva del emisor, según este la conciba como real, subjetiva o apelativa. Cada uno de estos modos posee una forma particular de conjugar el verbo. Es decir, un mismo verbo se conjuga de diversas formas según el modo verbal en que se encuentre. Por ejemplo, cada modo del verbo posee ciertos tiempos verbales. Tanto los tiempos como los modos son los denominados como los accidentes gramaticales del verbo. En la gramática española hay tres modos verbales: indicativo, subjuntivo e imperativo. El modo indicativo. El modo indicativo del verbo se caracteriza por expresar acciones concretas y reales. Por ello se le definido muchos veces como el modo que trata de describir el mundo real. El diccionario de la RAE lo define como “el que enuncia como real lo expresado por el verbo.” Ejemplos: José cantará en el concierto. Elena entrena todas las tardes. Yo paseaba por la ciudad. Como los verbos en indicativo se refieren a acciones objetivas, se afirma que dicho modo encierra todo lo “real”, al contrario de lo que sucede en el modo subjuntivo, en el cual se está frente a acciones hipotéticas, y por ello, “irreales” El modo indicativo posee, fundamentalmente, los siguientes tiempos verbales: presente, pretérito perfecto, pretérito imperfecto, futuro y condicional simple. Modo subjuntivo. El modo subjuntivo del verbo expresa una posibilidad, una acción hipotética. Los verbos de este modo suelen subordinarse a otro que pertenece al modo indicativo. Ejemplos: El profesor quería que Juan saltase. Queremos que Alberto venga pronto. Es conveniente que esperemos el resultado. Era necesario que yo cantara. El modo subjuntivo en español posee los tres tiempos verbales básicos: presente, pretérito y futuro. Modo Imperativo. Los verbos conjugados en el modo imperativo sirven para expresar alguna orden, para advertir, amenazar o rogar. Ejemplos: ¡Estudia ya! ¡Oídme todos! Dadle este a Juan. ¡Haz tu trabajo! Por su propia naturaleza, el imperativo es normalmente un modo defectivo, es decir, no presenta formas para todas las personas y números. El modo condicional es uno de los modos del verbo en algunas lenguas romances y germánicas. Otro nombre alternativo es el de modo potencial porque en ocasiones se refiere a acciones hipotéticas o posibles. Sin embargo, frecuentemente se considera que el condicional es simplemente un tiempo verbal y no un modo independiente.