Relevamiento de experiencias en el marco de las políticas de

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Relevamiento de experiencias en el marco de las políticas de Obligatoriedad en la Escuela Secundaria
La inclusión consiste en transformar los sistemas educativos y otros entornos de aprendizaje para
responder a las diferentes necesidades de los estudiantes. Es una política destinada a garantizar el
derecho a la educación. Su inclusión en las escuelas comunes debe ser el objetivo buscado. Por
inclusión entendemos el proceso mediante el cual una escuela se propone responder a todos los
alumnos como individuos únicos e irrepetibles. En este sentido, hay que entender que la inclusión es
una política educativa y que, al mismo tiempo, es una estrategia de políticas más generales,
teniendo en cuenta la igualdad de oportunidades, la diversidad y la justicia social.
Inclusión e integración deben vincularse y repensarse en las prácticas. La inclusión es un principio
que contribuye a mejorar las condiciones de los entornos para acoger a todos los alumnos/as. La
integración escolar, por su parte, es una estrategia educativa que tiende a la inclusión de los/as
alumnos/as con discapacidad, siempre que sea posible, en la escuela de educación común, con las
configuraciones de apoyo necesarias.
La integración es una (entre tantas) de las estrategias de las que se dispone en el entramado de las
configuraciones de apoyo. Al mismo tiempo, por integración entendemos una variedad de estrategias
diversificadas que contemplen la complejidad o especificidad de la problemática de los estudiantes.
Una escuela inclusiva debe sostenerse en base a:
•
Un proyecto inclusivo, criterio democrático y compromiso de acción, equipo interdisciplinario y
colaborativo de trabajo.
•
Reflexión permanente sobre las prácticas, trabajo conjunto y sostenido desde la escuela con
la comunidad y la familia.
•
Un diseño curricular flexible, sistema de evaluación y promoción acorde al diseño curricular.
•
Reconocimiento de pertenencia a una comunidad, visión de la diferencia como oportunidad de
Abordaremos un caso específico de integración e inclusión:
Sebastián Alejandro Giménez ingresó en nuestra Institución en el año 2009 con un diagnóstico
psicopedagógico de retraso mental leve, por deprivación sociocultural, con disfluencia o
tartamudez. Su pensamiento era concreto. Se observaba empobrecido por su aspecto actitudinal
frente al aprendizaje: crisis de ansiedad, falta de organización, conductas agresivas que en
reiteradas ocasiones se desbordan en agresiones violentas. Por tal motivo fue necesario que
realizara un tratamiento con fármacos.
Hasta el 3° año concurrió a clases de apoyo a la Escuela Especial “Enrique A. González”, cuando
comenzó
el 4° año la Docente Integradora realizó el seguimiento sólo desde nuestro
Establecimiento , debido a la negativa del alumno de seguir concurriendo a la Escuela Especial.
El 4° año marcó el comienzo de una nueva etapa, cambios significativos en su conducta produjeron
un mejor afianzamiento de vínculos con el grupo y generaron un espacio más propicio para su
proceso de aprendizaje. No admitió que se le supriman espacios curriculares y comenzó a
responder a las actividades evaluativas que se planteaban al grupo en general, adaptadas
a su nivel de comprensión.
Hoy está cursando el 6° año y es el primer alumno integrado que culmina sus Estudios Secundarios
Obligatorios.
“El trabajo realizado fue posible porque Sebastián eligió estar en la Escuela”
I.P.E.M N°276
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