CAPÍTULO VII LOS DERECHOS DE LA MUJER A. INTRODUCCION

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CAPÍTULO VII
LOS DERECHOS DE LA MUJER
A.
INTRODUCCION
1.
Los principios de igualdad y no discriminación constituyen
elementos esenciales de un sistema democrático en que rija el Estado de Derecho,
presupuesto fundamental para la vigencia plena de los derechos humanos. A pesar de
la voluntad expresada de muchos Estados de avanzar en la protección de los derechos
de la mujer, existe frecuentemente una marcada distancia entre la teoría y la realidad.
Tomando en cuenta tal circunstancia, la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos asigna especial importancia a los derechos de la mujer en el hemisferio,
tema cuya relevancia fue destacada a nivel mundial en la Conferencia sobre Derechos
Humanos celebrada en Viena, en 1993, y en la Conferencia sobre Derechos de la Mujer
celebrada en Pekín, en 1995. En tal sentido, la Comisión creó una Relatoría especial
sobre la materia, cuyo Relator especial presentó un Informe sobre la condición de la
mujer en las Américas que fue aprobado por la CIDH durante su 98° período de
sesiones.1[1] Asimismo, la Comisión ha dedicado un capítulo especial al tema de los
derechos de la mujer en sus últimos informes sobre la situación de los derechos
humanos en distintos países.2[2]
2.
La promoción y protección de los derechos de la mujer está muy
relacionada con el tema de la discriminación de la mujer en el disfrute de los derechos
humanos. Mientras subsista la discriminación por género, las mujeres no podrán gozar
plenamente de sus derechos humanos. Por esta razón, la legislación internacional basa
la protección de los derechos de la mujer fundamentalmente en el principio de no
discriminación y en el principio de la igualdad entre hombres y mujeres.
3.
Aun cuando el Estado peruano ha adoptado importantes reformas
legales para proteger los derechos de la mujer y para tratar de eliminar las formas de
discriminación, subsisten sin embargo ciertas normas legales que implican
discriminación. En el presente capítulo la CIDH, previa mención del régimen jurídico
internacional y nacional concerniente a los derechos de la mujer, presenta avances del
Estado peruano en la materia y analiza los problemas relacionados con dos temas
específicos: la discriminación y la violencia contra las mujeres.
B.
RÉGIMEN JURÍDICO
1.
Normativa internacional
4.
Los instrumentos del sistema interamericano de derechos
humanos, al igual que los correspondientes a los sistemas universales y regionales de
derechos humanos, se caracterizan por tener como uno de sus pilares fundamentales
el principio de igualdad y no discriminación.
1 [1] Véase CIDH, Informe sobre la Condición de la Mujer en las Américas, CIDH, Informe Anual
1997, p. 1023 y ss. La CIDH reconoce también la importante contribución hecha en este campo por la
Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) dentro del marco institucional de la OEA.
2 [2] Véase por ejemplo, CIDH, Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en la República
Dominicana, 1999. Tercer Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Colombia, 1999 e Informe
sobre la Situación de los Derechos Humanos en México, 1998.
5.
En el sistema interamericano, la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre establece en su artículo 2 que “todas las personas son
iguales ante la ley y tienen los derechos y deberes consagrados en esta declaración sin
distinción de raza, sexo, idioma, credo ni otra alguna.” De igual manera la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, ratificada por Perú en 1978, establece en su
artículo 1 que: “Los estados partes en esta Convención se comprometen a respetar los
derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda
persona que esté sujeta a su jurisdicción sin discriminación alguna por motivos de
raza, color, sexo…”. Por su parte, la Convención Interamericana para Prevenir,
Erradicar y Sancionar la Violencia contra la Mujer, “Convención de Belém do Pará”,
ratificada por Perú en 1996, define la violencia contra la mujer como: “…cualquier
acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico,
sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como privado.”
6.
En el ámbito universal, la Convención sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, ratificada por Perú en 1982, define
la discriminación contra la mujer como: “…toda distinción, exclusión o restricción
basada en el sexo, que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil,
sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las
libertades fundamentales…” y agrega en su artículo 2 que: “Los Estados Partes
condenan la discriminación contra la mujer en todas sus formas y convienen en seguir,
por todos los medios apropiados y sin dilaciones, una política encaminada a eliminar la
discriminación contra la mujer.”
2.
Normativa interna
7.
La Constitución peruana señala en su artículo 2 que “Toda
persona tiene derecho: …A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por
motivo de origen, raza, sexo, idioma…”. En materia de derecho al trabajo la
Constitución señala en su artículo 23 que: “El trabajo, en sus diversas modalidades, es
objeto, de atención prioritaria del Estado, el cual protege especialmente a la madre, al
menor de edad y al impedido que trabajan…”, y establece en su artículo 26: “En la
relación laboral se respetan los siguientes principios: 1. Igualdad de oportunidades sin
discriminación…”.
8.
Como puede observarse, las principales normas aplicables en
Perú, tanto internacionales como nacionales, consagran los principios de igualdad y no
discriminación, como base para el disfrute de los derechos humanos de la mujer en
Perú.
C.
MEDIDAS PROGRESIVAS
9.
El Estado peruano, como se mencionó anteriormente, ha
adoptado importantes reformas legales para proteger los derechos de la mujer y para
tratar de eliminar la discriminación en su contra. A nivel internacional, uno de los más
importantes avances en materia legislativa es la reciente ratificación por Perú, en
1996, de la Convención Interamericana para Prevenir, Erradicar y Sancionar la
Violencia contra la Mujer. A nivel nacional, en primera medida, el artículo 24 del
Código Civil vigente transformó en un derecho la obligación de las mujeres casadas de
llevar el apellido del cónyuge añadido al suyo.3[3] En segunda medida se presentó un
avance en materia de violencia doméstica al promulgarse en 1993 la Ley contra la
violencia familiar N° 26260, que luego fue modificada por la Ley N° 26763 de 1997.
Esta ley establece la política estatal para la erradicación de la violencia, crea
mecanismos de protección para las víctimas y define el rol que deben cumplir las
organizaciones sociales de defensa de las mujeres y los niños.
10.
Desde el punto de vista de avances prácticos, es importante
destacar la creación por el Estado peruano del Ministerio de Promoción de la Mujer y
del Desarrollo Humano (PROMUDEH) y los avances generales que señalan distintos
indicadores. Así, por ejemplo, el Gender related Development Index (GDI) o Indice de
Desarrollo de acuerdo al Género del Programa de Desarrollo de la Organización de las
Naciones Unidas,4[4] indica que en los últimos años se ha incrementado en Perú la
igualdad entre hombres y mujeres en tres aspectos fundamentales: expectativa de
vida, cobertura de la educación y nivel de ingresos.
D.
DISCRIMINACIÓN
11.
No obstante el esfuerzo realizado por el Estado peruano en la
materia y los consiguientes importantes avances logrados, subsisten en Perú
situaciones de discriminación de la mujer en áreas tales como la educación, el trabajo,
el matrimonio y la política. Esta situación se agrava en el caso de la mujer indígena
(infra).
12.
En el área educativa, por ejemplo, la disparidad existente con
relación a las tasas de analfabetismo continúa siendo significativa. El porcentaje de
analfabetismo en las mujeres es mucho mayor que en los hombres.5[5] Por otra
parte, es significante que de acuerdo a otro índice denominado Gender Empowerment
Measure (GEM), o medida de poder por género, Perú parece haber retrocedido en los
últimos años respecto al grado de participación política y poder económico de la mujer
en comparación con el hombre.6[6]
3 [3] Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, Reporte sobre la Vigencia de los Derechos Humanos
de las Mujeres en el Perú, Elaborado por: Silvia Loli E. Lima, Marzo de 1996.
4 [4] Organización de las Naciones Unidas (ONU). Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas.
Human Development Reports 1995, 1996, 1998 y 1999, Gender-related Development Index (GDI). Para
entender el GDI es necesario primero explicar el Índice de Desarrollo Humano o “HDI”. El HDI es el índice
utilizado por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas para tratar de medir el desarrollo integral de
los países, mediante la obtención del promedio de tres índices específicos: expectativa de vida, cobertura de
la educación y nivel de ingresos. EL GDI por su parte, se basa en los mismos tres índices utilizados en el HDI,
pero enfocado a la desigualdad por género, mediante la obtención del promedio de las diferencias
existentes entre hombres y mujeres.
5 [5] Las tasas de analfabetismo siguen siendo disparejas, mientras alrededor del 6% de hombres
son analfabetos, el porcentaje asciende a cerca del 16% en el caso de las mujeres.
6 [6] Id. El GEM mide el poder relativo de los hombres y mujeres en la actividad política y
económica del país. Se utilizan igualmente tres variables: la primera está compuesta por dos índices: el
porcentaje de hombres y mujeres en posiciones administrativas y gerenciales, y el porcentaje de
participación en empleos profesionales y técnicos de cada sexo; la segunda es el porcentaje de puestos
parlamentarios de hombres y mujeres y la tercera es la variable de ingresos para medir el poder sobre los
recursos económicos entre hombres y mujeres.
13.
En sus observaciones al proyecto de informe, Perú ha ilustrado la
situación respecto de este tema, aportando algunas cifras que demuestran el grado de
"participación de las mujeres en las diferentes áreas de la vida pública del país". Así, el
Estado informó que en el período 95-98, mujeres han sido designadas para conducir 5
ministerios (7.5% del total de designaciones). Así también se señala que las mujeres
ocupan un 30% de los cargos de Alta Dirección en la Administración Pública, mientras
que el porcentaje es de 15,7% en las Instituciones Públicas Descentralizadas. Agrega
el Estado que, por ejemplo, de los funcionarios diplomáticos 14.55% son mujeres y
que existe un 13.59% de embajadoras. En otro órden de cosas, se ha permitido el
ingreso de las mujeres a la Escuela Nacional de la Marina Mercante, así como la
incorporación de cuestiones de género en los curricula escolares. Asimismo el Estado
indicó que con el fín de promover la participación feminina en el ejercicio del poder, se
incorporó en la ley orgánica de elecciones y en la ley de elecciones municipales una
norma que señala que las listas de candidatos deben incluir un número no menor de
25% de mujeres.
14.
En lo relativo a los derechos civiles subsisten algunas normas que
continúan vulnerando el derecho a la no discriminación de la mujer. Anteriormente las
mujeres casadas requerían autorización de sus maridos para trabajar fuera del hogar,
mientras los maridos lo podían hacer libremente. Tal disposición fue cambiada por el
artículo 293 del actual Código Civil, conforme al cual ambos cónyuges necesitan el
consentimiento de su pareja para trabajar. Al respecto, se ha señalado que en la
práctica dicha norma se aplica solamente a las mujeres, y que por lo tanto no resolvió
el problema.7[7] Por otra parte, la capacidad civil de las mujeres no casadas, que han
convivido en sociedades familiares de hecho, es bastante restringida en comparación
con la capacidad civil de las mujeres casadas. En tal sentido, las leyes no les conceden
a las concubinas el derecho a la comunidad de bienes cuando muere su pareja y sólo
por excepción les conceden derecho a pedir alimentos cuando han sido
abandonadas.8[8]
15.
En el tema de los derechos laborales debe señalarse que la Constitución
de 1993 no incluyó expresamente los derechos laborales de la mujer reconocidos por
la Constitución anterior, tales como el derecho a la igualdad de oportunidades para el
acceso al trabajo en general, reduciendo el derecho únicamente al interior de las
relaciones laborales, y el derecho de las mujeres y los hombres a igual remuneración
por igual trabajo prestado. Al no incluir en la nueva Constitución el derecho de las
mujeres y los hombres a igual remuneración por igual trabajo prestado, Perú
desconoció la Recomendación N° 90 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
y las disposiciones del Convenio N° 100 de dicha Organización, que consagran tal
derecho. Al efecto, la CIDH observa que quitarle el rango constitucional a tales
derechos implica ir contra la tendencia de incluirlos al más alto nivel del ordenamiento
jurídico. En sus comentarios al proyecto de informe, Perú sostiene que en la
Constitución se prohibe en general, la discriminación. La Comisión considera sin
embargo, que una previsión genérica de no discriminación, no alcanza para cumplir
con las recomendaciones de la OIT.
16.
Por otra parte, el Gobierno peruano derogó la Ley N° 2851, que
establecía derechos de la mujer embarazada tales como: la licencia pre y post-natal, el
7 [7] Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, Reporte sobre (. ..) las Mujeres en el Perú, op.cit.
8 [8] Id. En el mismo sentido, véanse también los artículos 415, 724, 730 y 822 del Código Civil
peruano.
derecho a tener una hora diaria para amamantar a su hijos, el derecho a una
indemnización adicional en caso de despido injustificado o accidente de trabajo y el
derecho a salas cunas en los lugares de trabajo, entre otros. En cuanto al despido
atribuible al embarazo, la mujer sigue con el derecho de solicitar su reposición en el
trabajo, pero no existe la presunción a favor de la mujer de que el despido se debió a
su embarazo. Por el contrario, la carga de la prueba la tiene la mujer, lo cual en la
práctica hace inaplicable el derecho de reposición. De esta manera, en materia laboral
no sólo se acentuó la discriminación contra la mujer, sino además la mujer
embarazada quedó prácticamente desamparada.9[9]
17.
Como puede observarse, a pesar de la creación de un Ministerio encargado de
velar por los derechos humanos de la mujer, han habido atrasos a nivel legislativo y
subsisten problemas de discriminación contra la mujer en Perú que están pendientes
de solución por parte del Estado peruano.
E.
VIOLENCIA
1.
Violencia doméstica y sexual
18.
La violencia contra la mujer es una clara manifestación de discriminación
por género. Las dos clases de violencia más comunes contra la mujer son la violencia
sexual y la violencia doméstica. Aún cuando tales aspectos de violencia contra la mujer
no sean cometidos por agentes estatales, su ocurrencia puede generarle
responsabilidad al Estado cuando éste no instrumenta medidas razonables de
prevención, no investiga debidamente los hechos de violencia o no castiga a los
responsables.
19.
En materia de violencia sexual, la CIDH fue informada durante su visita
in loco que en Perú se produce una violación sexual cada dos horas, en promedio, y
que paradójicamente el número de detenidos por ese delito disminuye día a día. Se
señaló a la Comisión que no existe una política estatal clara y efectiva para la
prevención de la violencia sexual, ni para la atención y el tratamiento de las víctimas
dentro y fuera del proceso penal.10[10] Se informó asimismo a la CIDH que la
violación sexual de una mujer adulta constituye en Perú una “ofensa conciliable”,
puesto que existe una exención de la pena para los violadores cuando contraigan
matrimonio con la ofendida. Dicha exención a todas luces minimiza el delito y refleja
que la violación es considerada un delito puramente sexual del ámbito privado y no un
crimen que afecta la sociedad entera en cuanto vulnera derechos fundamentales que el
Estado debe proteger. La CIDH ha manifestado respecto a situaciones como la
mencionada que “Un problema generalizado que existe en relación con estos delitos es
que el bien protegido de estas legislaciones continúa siendo la ‘honra’, lo que significa
que sólo ‘mujeres honestas’ pueden ser objeto de violación”.11[11] Al realizar sus
comentarios al proyecto de informe, el Estado ha señalado que la reforma al Código
Penal realizada en 1999, ha suprimido la acción privada para los delitos de violación
sexual, violación a personas en estado de inconsciencia o imposibilidad de resistir,
violación de personas bajo autoridad o vigilancia y seducción. Se señaló también que
"se ha suprimido además la indicación de que el culpable de seducción quedará exento
9 [9] Id.
10 [10] Id.
11 [11] CIDH, Informe Especial sobre la Condición de la Mujer en las Américas, Informe Anual 1997,
p. 1047.
de la pena si contrae matrimonio con la víctima, en ningún caso existe la posibilidad de
exención de la pena para violadores, sea cual fuera la edad de la víctima."
20.
Otro aspecto de preocupación para la Comisión son las denuncias que
recibió sobre situaciones de violencia contra la mujer que se presentan en los servicios
públicos de salud. Según lo manifestado a la Comisión, las modalidades de violencia
van desde el trato degradante, las ofensas verbales, la indiferencia y la negligencia,
hasta la violencia sexual y la violencia contra mujeres gestantes y mujeres que arriban
con sospecha de abortos incompletos. Además, de acuerdo a diferentes versiones,
existe una discriminación institucional en la atención de la salud de la mujer, la cual se
ha convertido en una práctica tolerada e impune ante el encubrimiento institucional
frente a las denuncias y ante el temor de las mujeres de denunciar por miedo a
generar actitudes hostiles por parte de los proveedores de salud.12[12]
21.
Como se denota, a pesar de que el Estado tiene la intención de acabar
con la violencia contra la mujer13[13] y con dicho objetivo ha promulgado normas en
ese sentido14[14], en la práctica la violencia sexual y física en contra de la mujer,
tanto en el ámbito privado como público, sigue siendo un grave problema en el Estado
peruano.
2.
Salud reproductiva
22.
Aun cuando los programas de salud reproductiva desarrollados
respetando plenamente los derechos humanos consagrados en la Convención
Americana y en los demás instrumentos sobre derechos humanos son valorados de
manera positiva por la CIDH, el tema de la salud reproductiva en el Perú es un tema
que le ocasiona una gran preocupación a la Comisión, especialmente en lo referente a
la aplicación de la política de planificación familiar mediante la Anticoncepción
Quirúrgica Voluntaria (“AQV”). En septiembre de 1995 se promulgó la Ley N° 26530
que estableció el Programa Nacional de Planificación Familiar e implantó la
esterilización como método de planificación familiar. Con base en esta ley, el Ministerio
de Salud comenzó una campaña intensa de sensibilización por medio de festivales de
salud, para inducir el uso de métodos anticonceptivos irreversibles y tratar de controlar
de tal manera la tasa de natalidad, sobre todo entre las mujeres campesinas.
12 [12] CLADEM, CRLP y DEMUS, Entre el Olvido y la Manipulación. Derechos Reproductivos y
Políticos de Salud. Extractos del Reporte Sombra, Junio de 1998.
13 [13] En sus observaciones al proyecto de informe, el Estado mencionó diversos programas que
se han puesto en práctica en distintos niveles del Estado, con el fin de terminar con el problema de la
violencia contra la mujer. Así se mencionan, entre otros, la declaración del año 2000 como "el Año de Lucha
contra la Violencia Familiar"; la creación de un plan multisectorial que prevé proyectos integrales para
trabajar lo referente a la prevención y atención de violencia familiar; El proyecto "Formación de Grupos pro
Mujer y Mesas Locales para la Atención de Violencia Familiar", que tiene como objetivo integrar la acción de
las organizaciones de base y el trabajo de las instituciones locales. La Comisión ve con mucho agrado la
creación de estos planes, y espera que en el futuro pueda ver cumplidos sus objetivos.
14 [14] En el comentario al proyecto de informe, el Estado ha señalado que se han dictado
numerosas normas relacionadas con el tema de la violencia familiar, entre las que se encuentran: ley 27007,
que faculta al Fiscal de familia a realizar conciliaciones en materia de violencia familiar; la ley 26842, "ley
general de Salud" que considera la violencia familiar como un problema de salud mental; y la ley 27115, que
establece un nuevo procedimiento en relación con los delitos contra la libertad sexual, que serán
reservados, preservándose el nombre de la víctima.
23.
En principio la Comisión considera que una campaña de divulgación de
métodos de planificación familiar es una acción positiva, siempre que se refiera a una
planificación familiar que tenga carácter voluntario. Sin embargo, en Perú, según
información recibida por parte de varias fuentes, acciones de las AQV han conducido a
casos de esterilizaciones forzadas. Durante la visita in loco a Perú, por ejemplo, la
Defensoría del Pueblo manifestó a la CIDH haber recibido 168 denuncias de
esterilizaciones forzadas.
24.
A partir de marzo de 1998 el Estado se comprometió a emprender
correctivos al programa, se suprimieron los festivales de salud y de esta manera el
número de usuarios de la AQV descendió. Sin embargo, según información recibida por
la Comisión durante su visita in loco, las esterilizaciones masivas, y a menudo
forzadas, continúan ocurriendo en el Perú. La Defensoría del Pueblo se ha pronunciado
al respecto destacando las siguientes fallas: falta de información previa y completa
sobre los métodos anticonceptivos; amenazas con multas y cárcel si las mujeres no
acceden a la esterilización; falta de diligencia y salubridad en las intervenciones
quirúrgicas; falta de seguimiento posterior, por lo cual muchas mujeres se enferman a
raíz de la operación, e inclusive algunas han muerto por tal causa; y discriminación en
la aplicación de la AQV, en cuanto la campaña está dirigida principalmente a mujeres y
no a hombres fértiles.15[15] Perú ha señalado en sus observaciones al presente
informe, que la Defensoría del Pueblo ha realizado una serie de recomendaciones sobre
este tema que están siendo instrumentadas por el Gobierno.
25.
Un caso pendiente ante la CIDH en que se alegan las fallas descritas y en
general la crítica situación de los derechos reproductivos de la mujer en el Perú es el
caso de María Mamerita Mestanza. Se trata de una mujer campesina que murió una
semana después de haber sido sometida a una esterilización. Según la denuncia, no
solamente la intervención fue forzada, sino que además la víctima no recibió la
atención post-operatoria que le hubiese salvado la vida. Dicho caso se encuentra
actualmente en trámite ante la CIDH.
26.
La Comisión considera que cuando un programa de planificación familiar
pierde su carácter “voluntario” y convierte a la mujer simplemente en un objeto de
control para ajustar el crecimiento demográfico, el programa pierde su razón de ser y
se transforma en un peligro de violencia y discriminación directa contra la mujer.
F.
RECOMENDACIONES
27.
Teniendo en cuenta el análisis efectuado y los problemas específicos
planteados, la Comisión formula las siguientes recomendaciones al Estado Peruano:
(1)
Modificar los artículos 20, 293, 416, 724 y 822 del Código Civil y las
demás normas o prácticas que impliquen discriminación contra la mujer
casada o no casada.
(2)
Garantizar efectivamente el principio de igual remuneración por igual
trabajo entre hombres y mujeres y ampliar nuevamente el derecho de
igualdad de oportunidades abarcando el acceso al trabajo.
15 [15] Defensoría del Pueblo, Informe sobre la Aplicación de la Anticoncepción Quirúrgica
Voluntaria: los casos investigados por la Defensoría del Pueblo, Lima, enero de 1998.
(3)
Regular la protección de la maternidad en el campo laboral,
otorgándole a la mujer los mismos derechos que tenía antes de la
derogación de la Ley N° 2851.
(4)
Difundir la información referente a la Convención de Belém de Pará, los
derechos protegidos por la misma y los mecanismos de supervisión;
como también implementar medidas razonables de prevención y
respuesta a los hechos de violencia sexual y doméstica, estableciendo
garantías efectivas para que las víctimas denuncien a los violadores.
(5)
Aplicar la Ley contra la violencia familiar N° 26260 de 1993 de una
manera extensiva que garantice la protección de los derechos humanos
de la mujer plenamente e iniciar las acciones pertinentes para hacer
efectiva dicha ley.
(6)
Adoptar medidas tendientes a que se respeten los derechos de las
mujeres en los servicios públicos de salud, tales como: capacitar en
derechos humanos a los proveedores de salud, desarrollar mecanismos
para erradicar el encubrimiento de delitos en los establecimientos de
salud y establecer en los hospitales y centros de salud oficinas de
quejas, entre otras.
(7)
Cumplir con las recomendaciones efectuadas por la Defensoría del
Pueblo en su “Informe sobre la Aplicación de la Anticoncepción
Quirúrgica Voluntaria: los casos investigados por la Defensoría del
Pueblo respecto a las esterilzaciones forzadas”.
16 [1] Véase CIDH, Informe sobre la Condición de la Mujer en las Américas,
CIDH, Informe Anual 1997, p. 1023 y ss. La CIDH reconoce también la importante
contribución hecha en este campo por la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM)
dentro del marco institucional de la OEA.
17 [2] Véase por ejemplo, CIDH, Informe sobre la Situación de los Derechos
Humanos en la República Dominicana, 1999. Tercer Informe sobre la Situación de los
Derechos Humanos en Colombia, 1999 e Informe sobre la Situación de los Derechos
Humanos en México, 1998.
18 [3] Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, Reporte sobre la Vigencia de
los Derechos Humanos de las Mujeres en el Perú, Elaborado por: Silvia Loli E. Lima,
Marzo de 1996.
19 [4] Organización de las Naciones Unidas (ONU). Programa de Desarrollo de
las Naciones Unidas. Human Development Reports 1995, 1996, 1998 y 1999, Genderrelated Development Index (GDI). Para entender el GDI es necesario primero explicar
el Índice de Desarrollo Humano o “HDI”. El HDI es el índice utilizado por el Programa
de Desarrollo de las Naciones Unidas para tratar de medir el desarrollo integral de los
países, mediante la obtención del promedio de tres índices específicos: expectativa de
vida, cobertura de la educación y nivel de ingresos. EL GDI por su parte, se basa en los
mismos tres índices utilizados en el HDI, pero enfocado a la desigualdad por género,
mediante la obtención del promedio de las diferencias existentes entre hombres y
mujeres.
20 [5] Las tasas de analfabetismo siguen siendo disparejas, mientras alrededor
del 6% de hombres son analfabetos, el porcentaje asciende a cerca del 16% en el caso
de las mujeres.
21 [6] Id. El GEM mide el poder relativo de los hombres y mujeres en la
actividad política y económica del país. Se utilizan igualmente tres variables: la
primera está compuesta por dos índices: el porcentaje de hombres y mujeres en
posiciones administrativas y gerenciales, y el porcentaje de participación en empleos
profesionales y técnicos de cada sexo; la segunda es el porcentaje de puestos
parlamentarios de hombres y mujeres y la tercera es la variable de ingresos para
medir el poder sobre los recursos económicos entre hombres y mujeres.
22 [7] Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, Reporte sobre (. ..) las
Mujeres en el Perú, op.cit.
23 [8] Id. En el mismo sentido, véanse también los artículos 415, 724, 730
y 822 del Código Civil peruano.
24 [9] Id.
25 [10] Id.
26 [11] CIDH, Informe Especial sobre la Condición de la Mujer en las
Américas, Informe Anual 1997, p. 1047.
27 [12] CLADEM, CRLP y DEMUS, Entre el Olvido y la Manipulación. Derechos
Reproductivos y Políticos de Salud. Extractos del Reporte Sombra, Junio de 1998.
28 [13] En sus observaciones al proyecto de informe, el Estado mencionó
diversos programas que se han puesto en práctica en distintos niveles del Estado, con
el fin de terminar con el problema de la violencia contra la mujer. Así se mencionan,
entre otros, la declaración del año 2000 como "el Año de Lucha contra la Violencia
Familiar"; la creación de un plan multisectorial que prevé proyectos integrales para
trabajar lo referente a la prevención y atención de violencia familiar; El proyecto
"Formación de Grupos pro Mujer y Mesas Locales para la Atención de Violencia
Familiar", que tiene como objetivo integrar la acción de las organizaciones de base y el
trabajo de las instituciones locales. La Comisión ve con mucho agrado la creación de
estos planes, y espera que en el futuro pueda ver cumplidos sus objetivos.
29 [14] En el comentario al proyecto de informe, el Estado ha señalado que se
han dictado numerosas normas relacionadas con el tema de la violencia familiar, entre
las que se encuentran: ley 27007, que faculta al Fiscal de familia a realizar
conciliaciones en materia de violencia familiar; la ley 26842, "ley general de Salud"
que considera la violencia familiar como un problema de salud mental; y la ley 27115,
que establece un nuevo procedimiento en relación con los delitos contra la libertad
sexual, que serán reservados, preservándose el nombre de la víctima.
30 [15] Defensoría del Pueblo, Informe sobre la Aplicación de la
Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria: los casos investigados por la Defensoría del
Pueblo, Lima, enero de 1998.
Fuente:
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 2000. Segundo informe sobre la situación de
Derechos Humanos el Perú - CAPÍTULO VII LOS DERECHOS DE LA MUJER. En línea, disponible en:
http://www.cidh.oas.org/countryrep/Peru2000sp/capitulo7.htm. Consultado por PCS: 18 de julio
de 2011.
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