Subido por Dan Pérez Arroyo

El concepto de amor en Platón

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El concepto de amor en Platón
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Índice.
1.
2.
3.
4.
Introducción.
Lisis: de la philia al eros.
El banquete y la importancia metafísica del eros.
Bibliografía.
2
1. Introducción
Con este trabajo pretendo hacer una presentación general de la teoría del amor de Platón,
sirviéndome principalmente de los dos diálogos en los que se desarrolla la misma: el Lisis, y el
Banquete. Aunque en el dialogo del Fedro también aparece la teoría del eros, he decidió dejarlo
aparte debido a que la cuestión central que trata no es el amor, sino la retórica, y además no
aporta nada nuevo a la teoría de la erótica de Platón, que ya aparece completa en el Banquete.
Intentare también mostrar que la teoría del amor en Platón no sirve solo a un interés social o
político sino que tiene un interés metafísico que está presente a lo largo de toda su obra y que se
sustenta a su vez en un problema ético, el cual se ve claramente en La República, en la que antes
de fundamentar políticamente un Estado, busca establecer las directrices del comportamiento
humano, encontrando en ese proceso de fundamentación ética la necesidad de pasar a otro nivel
de discurso, el metafísico, con el que sustenta todo lo demás.
También hablaré sobre dos conceptos esenciales en la teoría del amor platónica: philia y
eros, así como el paso del primero al segundo en el discurso y la terminología de Platón. En este
asunto también resulta relevante hacer un contraste y tratar el asunto de la amistad en
Aristóteles, quien se centra por completo en el análisis de la philia y al contrario que Platón deja
de lado al eros. Expongo dicho contraste con el objetivo de mostrar el papel que Platón le otorga
al eros para desarrollar una teoría propia sobre el amor que se opone a los valores e ideas social
y culturalmente aceptados en aquella época.
Dividiré el trabajo en dos partes o capítulos, estando el primero de ellos dedicado al dialogo
del Lisis, puesto que constituye la parte más joven y temprana de su teoría del amor, aquí
introduciré la ya nombrada distinción philia y eros, así como la comparación con la concepción
aristotélica del amor. Contrastare las ideas esenciales del Lisis con las del Banquete, lo que
permite ver el abandono del término philia para adoptar el del eros, que posee una mayor fuerza
y utilidad para el pensamiento de Platón.
El segundo capítulo estará enfocado a la teoría del amor tal y como aparece en el Banquete,
terminada y adaptada a la perfección al resto del discurso platónico, aquí explicare la naturaleza
metafísica del eros platónico, y como éste se relaciona directamente con los asuntos más
importantes de su filosofía: el alma, el bien, la belleza, la virtud, la verdad, todos ellos temas
metafísicos, pero con evidentes implicaciones éticas. El Banquete es la principal obra sobre la
que se basa este trabajo, ya que hace evidente una mayor madurez del pensamiento platónico
con respecto a su teoría del amor, y lo que más me interesa, promueve el eros filosófico,
presentándolo como lo autentico, contraponiéndolo a las pretensiones del amor sofistico, falso,
utilitario e inmoral.
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2. Lisis: de la philia al eros
Lisis, o De la amistad, es uno de los diálogos menores de Platón, en el cual Sócrates, ayuda
a Menexenes a conocer y amar a Lisis, siendo el objetivo principal del dialogo dar una
explicación de lo que es la amistad. Lo interesante de este diálogo es que supone la primera
«investigación» sobre el amor y la amistad, en una Grecia que identificaba muchas veces
amistad con utilidad. Por supuesto, esta búsqueda se realiza siguiendo el método dialéctico:
indirectamente, destruyendo las teorías falsas o las supuestas definiciones anteriores, el diálogo
va conduciendo hacia las preguntas que, adecuadamente respondidas, proporcionarán el
significado correcto. Sin embargo, al final del dialogo, tras varios intentos, no se llega a dar una
solución clara. En palabras de Platón, el afecto “Se parece a un cuerpo ligero, liso, brillante de
aceite y de ello viene sin duda el que se nos deslice entre las manos”1
El Lisis, ya que pertenece al grupo de los primeros diálogos de Platón, coincide con éstos en
que busca el significado de un término en particular y en que dicha búsqueda tiene un final
fallido. El Lisis, como ya he dicho busca diversas vías con el único fin de definir
adecuadamente la amistad (philia) y juega con naturaleza ambigua del término griego para
apuntar que este supera las concepciones tradicionales de la amistad.
En toda la obra de Platón, el único momento en que le se habla claramente de la philia es en
el Lisis; (aunque vuelve a emplearse dicho término en otras obras como Banquete y Fedro,
aunque el término como tal se reemplaza por eros), La cuestión de la philia que inicialmente
aparece en Lisis, no vuelve a aparecer de la misma forma en la obra del filósofo y, en cambio,
parece trasladarse a la del eros. Esta posición ha llevado a varios estudiosos de Platón a
considerar que el Lisis es como un intento fallido en su teoría del amor. Guthrie comenta que es
un diálogo “oscuro y lleno de titubeos sobre el mismo tema que el Banquete, indicando que,
cuando Platón lo escribió, no había alcanzado aún su teoría madura del amor’’2 .
Sin embargo, esto no quiere decir que nada de este dialogo nos sirva para hablar sobre la
teoría del amor de Platón, sino que, a mi juicio, nos permite buscar, mediante un análisis
comparado de Lisis y Banquete la evolución en el pensamiento del filósofo, que empezaba a
desarrollarse ya desde el Lisis.
Antes de continuar hablando sobre las implicaciones del Lisis, voy a precisar y aclarar el
término sobre el que se basa el dialogo: la philia, a la vez que señalo las diferencias de este con
el eros. Es necesario empezar diciendo que gran parte de los problemas planteados en el Lisis
vienen de las ambigüedades propias del término philia y sus derivados. Estos cambian de
PLATÓN, (1871) Obras completas de Platón, Lisis, tomo 2, edición de Patricio de Azcárate,
216c.
2
GUTHRIE. W.K.C., (1990) Historia de la filosofía griega, Trad. Álvaro Vallejo Campos y
Alberto Medina González, Madrid, Gredos, Tomo IV, p. 144.
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significado según su función gramatical. Lo que se suele traducir por ``amigo`` se corresponde
al vocablo philos. Cuando se usa como adjetivo, su traducción más apropiada sería ``querido`` o
``amado’’, y así en sus diferentes funciones gramaticales, pero estas son las más cercanas al
sentido en que se usa en el dialogo. Por otra parte, philia puede también referirse a la relación
entre amante y amado, aunque no implique pasión o deseo sexual, ya que en cuyo caso el
término apropiado es eros. Aunque pueda existir cierta relación entre philia y eros, suelen ser
términos totalmente disociados, ya que rara vez la philia implica eros. Aunque algunos pasajes
del propio Platón aclaran las diferencias entre las dos palabras, llama la atención el hecho de
que dedique un diálogo entero (Lisis) al análisis sobre la philia, que después abandona para
dedicarse a un estudio acerca del eros (Banquete y Fedro). Para llegar a comprender este
cambio de la terminología que utiliza Platón, es necesario saber que, pese a la cercanía de los
términos eros y philia, es posible establecer una serie de diferencias que ayudan a delimitar su
campo semántico.3
Primero, hay una diferencia en cuanto a la amplitud del significado: philia se aplica en
general a todo sentimiento de cariño o afecto (incluyendo amor fraterno, filial, etc.), pero el
campo de acción de eros está principalmente reducido al deseo sexual.
En segundo lugar, hay una diferencia clara en la intensidad de las pasiones que implica cada
caso: la fuerza de las pasiones del eros supera ampliamente la de la philia. De ahí que en
algunas partes de la obra de Platón este eros se ve como si fuese un estado insano del alma.
Y por último, hay un punto de distinción entre philia y eros en cuanto al grado de
reciprocidad de cada uno. En el caso de eros, la propia etimología reconoce claramente un
sujeto (erastes, el amante adulto) y un objeto (eromenos, el amado joven) de la pasión amorosa,
lo cual marca radicalmente la diferencia y la asimetría de la relación. La philia, por su parte, se
caracteriza por una reciprocidad en el afecto, que se manifiesta en la gratitud y la admiración, lo
que hace difícil la posibilidad de establecer de forma clara el sujeto y el objeto de la relación. Al
contrario que en el eros, que como ya hemos dicho, delimita perfectamente quien es el amante y
quien es el amado. De forma muy resumida, la philia se referirse al amor fraterno, incluyendo
amistad y afecto, que contrasta con el eros, entendido como el amor sexual o amor romántico.
A mi juicio, Platón considera que lo esencial y determinante, lo característico de la relación
amistosa es la simetría de los sujetos implicados en esa relación, es importante para él que exista
una reciprocidad, y tal vez es por eso que necesita un termino con más fuerza que la philia, que
no se basara en la utilidad de una relación, sino en el afecto desinteresado, un término que será
el eros, el amor, pero sin embargo de diferente significado y connotación al que se le daba en la
sociedad de sus tiempos.
Aquí me baso en las diferencias que marca Álvaro Vallejo, en: Elogio de la locura, amistad y
amor en Platón y Aristóteles, (2002) pp. 1-3
http://www.gipuzkoakultura.net/ediciones/antiqua/index9.htm.
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En este punto, es relevante hablar de la concepción de philia que tenía Aristóteles, pues lleva
a cabo un profundo análisis sobre dicho término, y se concentra tan solo en la philia, entendida
como amistad, y dejando de lado el termino eros. Me parece interesante pues, mostrar cual era
la concepción del afecto que tenía el discípulo más destacado de Platón.
La relevancia que otorga Aristóteles a la amistad se debe al hecho de que la considera una
virtud. No obstante, se debe de evitar confundir esta amistad virtuosa con otros tipos de
relaciones amistosas que no lo son en sentido estricto y que caen en la categoría de “amistades
por accidente”, como diría el propio Aristóteles, es decir, amistades que no se dan por ellas
mismas, sino por un interés que subyace. Así, según Aristóteles se reconocen tres tipos de
amistad, según se basen en el placer, la utilidad o el bien. Sólo la amistad que se sustenta en la
mutua búsqueda del bien puede llamarse verdadera y perfecta amistad; las otras dos se dan,
como queda dicho, por accidente, no se dan por ellas mismas y son inestables. La amistad
perfecta, por su parte, tiene lugar en hombres buenos e iguales en virtud que, a su vez, buscan el
bien de sus amigos por causa de éstos. Dice Aristóteles:
“El bueno, al desear el bien del amigo, ama su propio bien porque llega a ser un bien para el
amigo. Cada uno ama su propio bien y devuelve lo que recibe en deseo y placer”4.
Para llegar a tener este tipo de amistad, dice Aristóteles, es necesario el tiempo, el trato y,
especialmente, la reciprocidad. Por su parte, la relación de los amantes, entendida como relación
erótica, es denominada por Aristóteles como cierto tipo de “relación heterogénea”, en cuanto las
motivaciones entre las partes son diferentes y no tiene correspondencia. Y efectivamente, no
hay reciprocidad ni en el placer que obtienen amante y amado, ni en la utilidad que se dan. El
calificativo de heterogénea le viene dado a la relación erótica, justamente, porque el amante
desea por placer y el amado lo hace por utilidad. En ese sentido, es una clase de amistad
efímera, ya que no se basa en el carácter de los sujetos. En cuanto la utilidad o el placer
desaparecen, desaparece también la amistad. Aristóteles, por tanto, critica al eros, entendido
como una búsqueda de placer, de satisfacción de una necesidad, y elogia la amistad, la philia.
Se da un gran contraste entre Platón, quien apenas define la estructura conceptual de la
philia en uno de sus diálogos para poco más adelante cambiarla por el eros, y Aristóteles, que
dedica dos libros de la Ética a Nicómaco a tratar de la philia y define perfectamente sus
características y condiciones de posibilidad, además de sus diversas clases, pero sin embargo
apenas hace referencias al amor, al eros. Dicho contraste se da porque el análisis llevado a cabo
por Aristóteles se enmarca en la perspectiva cultural, política y ética, que es plenamente acorde
con las ideas más divulgadas y comunes en la sociedad ateniense. Por el contrario, las tesis de
ARISTÓTELES, (1998) Ética Nicomaquea, Trad. Julio Palli Bonet, Madrid, Gredos Libro
VIII, pp. 332-333.
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Platón sobre el eros parecen chocar con lo comúnmente establecido, de lo que hablare más
adelante.
Lo socialmente admitido está más acorde con los principios que rigen la philia, puesto que
choca con el carácter irracional y desmedido del eros. De igual forma, así como Aristóteles se
estaba más cercano a las consideraciones sociales atenienses de lo que lo estaba Platón, los
personajes que intervienen en sus diálogos también lo estaban. Esto puede verse en los discursos
de Fedro y Pausanias en el Banquete, así como el de Lisias en el Fedro. Por eso considero hay
una intencionalidad clara en el giro terminológico ejecutado por Platón a lo largo de su obra,
con esto me refiero a el cambio de la philia por el eros. Platón, con su reivindicación del eros,
trata de mostrar su deseo de enfrentarse a los valores e ideas socialmente admitidos por la Polis
de su época.
Como ya hemos dicho, en contraste con Aristóteles, Platón encuentra insuficiente el término
de philia, lo que le obliga, en contra incluso de lo socialmente admitido, a emplear el término de
eros como fundamento de su teoría del amor. La philia apela de modo más concreto a las
relaciones sociales y políticas de los seres humanos, mientras que eros se asocia a un estado
como insano del alma que pone en riesgo la buena conducta de las personas. Sin embargo, el
enfrentamiento de Platón a lo socialmente admitido no sólo apunta a las ``directrices`` éticas y
sociales, sino a toda una concepción metafísica del mundo. Para comprender la justificación
metafísica del cambio terminológico que hace Platón, no hay que esperar a llegar al Banquete.
En el mismo Lisis ya son evidentes las limitaciones que tiene la philia para los propósitos de
Platón. El asunto de la limitación del concepto de philia exige estudiar varios puntos que
conciernen a este diálogo. Por un lado, las distintas conversaciones que conforman el Lisis
tienen como fin superar las concepciones tradicionales de amistad o, al menos, ponerlas en tela
de juicio. Por ejemplo, la conversación del principio que tienen Sócrates y Lisis manifiesta la
concepción tradicional de amistad como utilidad, de la que Sócrates parece partidario. Sin
embargo, aún en esta aparente concordancia entre el pensamiento tradicional y el socrático, se
puede ver que hay un deseo por superar la concepción común de amistad. Sócrates no cree
simplemente que la amistad se dé entre quienes se prestan alguna utilidad, sino que esta utilidad
se está por necesidad al conocimiento. Una persona sólo es útil a otra si domina algún saber, en
la medida en que, al saber hacer algo, resulta provechosa y buena para los demás. De ahí que la
utilidad que puede darnos un saber no refiera simplemente a una rentabilidad, sino al bien que
proporciona a la comunidad.
Por último, es necesario decir que la discusión del Lisis, realmente no intenta definir qué es
la amistad, sino cómo es posible la amistad entre dos personas, y también aclarar cuál es la
condición para que ésta exista. Y creo que es por eso que hay ambigüedades y confusiones en el
Lisis, ya que como dice el propio Sócrates en otros diálogos, es necesario definir en primer
lugar qué es aquello que estamos investigando. De este modo, la discusión del Lisis parte en una
7
dirección equivocada, en contraste con lo que hace el Banqueteen el que, Sócrates se asegura de
explicar y definir desde un primer momento cuál es la naturaleza del amor, es decir, qué es eros.
Ya concluyendo con esta parte, diré que, aunque parece que el Lisis es un fracaso dialéctico,
y que además se considera un diálogo totalmente irrelevante en la doctrina platónica del eros,
creo que este dialogo es importante para que Platón pueda madurar su teoría del amor, llegar al
eros y resolver las dificultades que se le plantean aquí, en el Lisis, y de esa forma se da el paso
de la philia al eros. Lo importante de este dialogo es pues que sirve como punto de inicio para la
teoría del eros de Platón, ya que proyecta las ideas que más adelante resuelve en el Banquete,
del que pasare a hablar a continuación.
3. Banquete: la importancia del eros metafísico.
“El amor es, en resumen, el deseo de poseer siempre el bien” 5
El Banquete de Platón es una de sus obras más importantes, conocidas y que más influencia
ha tenido en todo el pensamiento occidental. El esquema que sigue la obra no es exactamente el
de los otros diálogos, sino que es algo más complejo, ya que hay partes en las que se da el
diálogo, y otras partes en las que se da la contraposición de discursos. No sigue por lo tanto el
mismo desarrollo que el resto de las obras de Platón.. El Banquete es posterior al Lisis y anterior
al Fedro.
El contexto en el que se sitúa la obra es, obviamente, un banquete, en el que los comensales
deciden, a petición de Erixímaco, que es el moderador, hablar del tema del amor, o más
concretamente de eros. Lo que Erixímaco propone es que cada uno de los comensales haga un
discurso sobre las virtudes de Eros. Antes de que Sócrates haga su discurso, que es el motivo
central de la obra, se hacen antes otros cinco discursos, y algunos de ellos son más acertados
que otros. Estos cinco discursos anteriores a la intervención de Sócrates sirven de aproximación
al tema central, y aportan algunas ideas interesantes, otros en cambio son meros elogios, y poco
se puede sacar en claro de ellos.
Por supuesto, el discurso que nos interesa, y que mejor refleja la teoría del eros de Platón es
el discurso de Sócrates, aun así voy a resumir muy brevemente el resto de intervenciones:
5
PLATÓN, (2013) Banquete, Ed. Alianza, (206 a.).
8
El primero es Erixímaco, que es médico y representa el discurso naturalista, entiende el amor
como el principio del devenir de todo el mundo físico, es decir como un poder generador,
creador.
Erixímaco acepta que existe un juicio moral que se puede realizar en el campo del amor, de
lo bueno y lo malo, lo sano y lo enfermo, cree que la salud es la mezcla acertada de los
contrarios en la naturaleza.
Por otro lado se encuentra Fedro que se vale de los recursos sofísticos para realizar un
discurso acerca de Eros. Para él, el amor es el ``sugeridor del afán de honor``, además de ser lo
que genera la virtud (areté) que permite la existencia a la amistad, la comunidad y el estado,
justificando por el lado moral el rol del amor a nivel antropológico, pero sin entrar en el tema de
sus distintas formas y sin captar tampoco su esencia.
Después viene el discurso de Pausanias, quien intenta formular concretamente las formas y
la esencia del amor, y dice que se puede dividir en dos modos diferentes, uno el eros vulgar, que
es repudiable moralmente ya que tiende a la mera satisfacción de los apetitos sexuales, y el otro
un eros elevado o noble, de origen divino, que tiene como motor el bien verdadero y la
perfección del ser amado.
El discurso de Aristófanes se hace desde la poesía y con bastante elocuencia. Plantea el eros
como el ``anhelo metafísico del hombre por una totalidad del ser`` que se vuelve inaccesible
para cualquier persona. Por este motivo, el discurso de Aristófanes recurre a una recreación de
un momento mítico en que los humanos se encontraban completos siendo tres los tipos de
personas, totalmente masculinos, totalmente femeninos y mitad femenino, mitad masculino.
Tras la división de los hombres en mitades por parte de Zeus, cada persona anhela y desea
encontrar a su mitad para volver a sentirse completos.
Antes del discurso de Sócrates, viene el de, Agatón, que intenta decir cual la esencia del
amor, es decir de la divinidad Eros, de quien dice que es el más bello de los dioses. Habla de la
naturaleza del dios para luego poder hablar de los dones que otorga a los hombres Este discurso
que tiende al idealismo, otorga a eros los rasgos del amado más que del amante, atribuyendo a
éste todas las virtudes que debe tener el amado, como objeto del amor, debe ser bello.
En este momento hace su intervención Sócrates, quien demuestra los errores y falsedades en
los discursos anteriores, y explica que de una conversación que tuvo con una mujer llamada
Diotima, llego a conocer cuál era la naturaleza del amor. En primer lugar explica que el eros se
sitúa entre lo bello y lo feo, que está entre la mortalidad y la inmortalidad., Sócrates plantea
cuatro pasos del amor hacia llegar al amor virtuoso, distinto del eros vulgar o inmoral. Explica
que en primer lugar se ama un ``cuerpo bello``, es decir, lo que atrae en un principio es la pura
estética, sin embargo, al tiempo aparece la decepción un decaimiento por esa atracción estética
inicial, pero que posibilita alcanzar un nuevo amor, esta vez por un ``alma bella``, que
finalmente desemboca en el amor por las ``bellas ideas`` que el alma contempla, es decir que se
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acaban amando las ideas en sí y éstas son contempladas por el alma. Por tanto es siempre es
necesaria la decepción para pasar a un estado superior de amor, llegando finalmente al estado
del amor virtuoso que se orienta hacia las bellas ideas.
Sócrates en su discurso nos dice que si Eros es amor de las cosas bellas y si, como ya se ha
dicho, amar es deseo y necesidad de algo que no se tiene, entonces sería necesario que Eros sea
deseo de la belleza, que no la tenga y, por el contrario, la necesite. De esa forma niega la
afirmación de Agatón que decía que Eros es el más bello de los dioses: si Eros desea la belleza
porque ésta es su objeto de amor, no podríamos llamar bello a este dios. Y si Eros no posee
belleza, sino que la desea, tampoco puede ser bueno (dada la equivalencia típicamente griega
entre belleza y bien). Sin embargo, sería absurdo decir que Eros es feo o malo. ¿De qué
naturaleza es, entonces, este dios? Es aquí donde Sócrates da curso a la narración de su diálogo
con la sabia Diotima, donde explica la caracterización del dios Eros.
Dejando dicha explicación aparte, que no interesa en mi explicación, considero
muy
importante en la teoría del eros que aquí es que Sócrates revierte la idea clásica de Eros y habla
de su naturaleza, ya no como lo amado, sino como lo que ama, no es el dios Eros, perfecto en su
belleza y bondad, objeto del amor, sino que el eros se define como lo que ama. Eros pasa de ser
considerado como el objeto de amor elogiado, a ser entendido como el que practica el acto
mismo de amar. Eros es amante y su objeto de amor es la belleza.
El otro tema de interés en relación al Banquete y del que quería hablar es el de la relevancia
metafísica que creo que tiene la problemática del amor y la amistad, en el conjunto de la
filosofía de Platón, dicha problemática se suele considerar como algo aislado y accesorio en el
pensamiento platónico. Este error, según Giovanni Reale, se debe en gran parte a que se pasa
por alto “su conexión con la problemática dialéctica y metafísica”6. Quien también dice del eros
que es: “la otra cara de la dialéctica. Pero precisamente por ello, la comprensión del eros
platónico presupone la comprensión la compleja problemática ontológica y metafísica que se
encuentran en su base, fuera de la cual resulta más que incompleta”7
Considerando entonces que la teoría del eros platónica tiene una influencia e implicación
metafísica en el conjunto de su pensamiento, vuelvo brevemente al tema del paso de la philia al
eros, en el que decíamos que por la insuficiencia del concepto del primero, Platón se veía
obligado a adoptar el segundo como sustituto. En el Lisis decíamos que es una primera reflexión
en la que se superan algunas concepciones tradicionales sobre la amistad, aunque su finalidad
última parece ser, demostrar la insuficiencia de la noción de philia. En el Lisis se trata de definir
REALE, Giovanni, (2004). Eros: demonio mediador, el juego de las máscaras en el Banquete
de Platón, Traducción de Rosa Rius y Pere Salvat, Barcelona, Herder, p.19
6
7
(Ibíd.). p.20
10
en qué consiste eso que es “lo amigo”, en un sentido que es algo más que las fronteras de lo
físico es decir, que trasciende lo físico.
Al hablar del Lisis ya he señalado como se hacía más difícil la comprensión del diálogo
debido a esta ambigüedad del término philia y el hecho de que indistintamente se tradujera por
“amistad’’, dicha ambigüedad venia de la necesidad que tenia Platón de cambiar el tipo de
discurso(de la philia por el eros), una necesidad de tipo metafísico. Como dice Jaeger:
“En el Lisis vemos cómo la eficacia del principio primordial amado por todos trasciende del
mundo de los hombres: es el bien aspirado y apetecido no sólo por nosotros, sino por todos los
seres”8
Gran parte de las cuestiones que se tratan en el Lisis, están en un ámbito físico y limitado, tal
como sostienen las tesis de los grandes pensadores de la época(los fisicistas). Aunque en el
concepto de la philia se puede ver un inicio de ese algo no-físico que buscaba Platón, estaba
claro el deseo que tenia por encontrar otro ``suelo``, otro concepto para ``sembrar`` las ideas de
su pensamiento. Es así como tiene lugar el giro de la philia al eros. El problema que había era
que es muy difícil separar a la philia del carácter humano, político y social que tiene, y por ello
debe buscar en el eros esa otra dimensión que le permitiese llegar a algo más allá de lo humano.
Es entonces el eros aquello que funciona como enlace entre lo terreno y lo eterno, entre lo que
posteriormente será lo sensible y lo inteligible.
Platón no se limita a una descripción de las formas sociales y políticas de la amistad, sino
que busca cierta fundamentación de la conducta erótica humana.
La idea del verdadero amor o ``recto amor ``busca definir el correcto comportamiento
humano pero lo logra partiendo de una clara concepción metafísica del mismo. Para ello, Platón
recurre en el Banquete a la figura del eros, ya que le da ese carácter trascendente necesario para
explicar, no sólo las relaciones entre hombres, sino la relación del hombre con el resto de cosas,
con la totalidad. En este diálogo, yo creo que hay una especie de “metafísica de la voluntad”, ya
que la voluntad tiene definido un objeto que va mas allá de sí mismo, que le trasciende, dicho
objeto se identifica con lo bueno o mejor dicho, con el deseo de poseer siempre el bien. Es por
esto que Platón favorece el uso del eros, y de esta forma constituye lo que se llama la “erótica
filosófica”.
Platón presenta a Eros como si fuese una entidad intermediaria entre los dioses y los
hombres, y que es quien integra lo inteligible con lo sensible, lo mortal con lo inmortal. Eros es
el intermediario y el mediador, y su trabajo es mantener una unión de lo sensible con lo
inteligible, a través de la comunicación constante entre hombres y dioses.
8
JAEGER , Werner(1992), Paideia, los ideales de la cultura griega, S.L. Fondo de cultura
económica de España., p.566
11
“Al estar en medio de unos y otros llena el espacio entre ambos, de suerte que el todo queda
unido consigo mismo como un continuo” 9
Este trabajo de vincular todas las cosas consigo mismas, es decir, con la totalidad, es
precisamente lo que da el carácter metafísico al eros platónico. Por todo esto es que considero la
teoría del eros como parte fundamental de la metafísica general de Platón, así como creo que
tiene gran importancia el término philia, que sirve como un punto de inicio para encontrar ese
concepto humano y metafísico a la vez, el amor.
4. Conclusión
A lo largo de este trabajo he intentado demostrar que el amor es un punto esencial del
pensamiento de Platón, y que los elementos principales de esta teoría del eros, se encontraban
ya planteados, o por lo menos, simplemente sugeridos en el Lisis, que parecer ser un dialogo no
muy valorado ni conocido del conjunto de la obra platónica.
En un inicio, hemos hablado de algunos de los que creo eran aspectos más relevantes de
estas dos obras de Platón, Lisis y Banquete, y las relaciones que guardan estas dos obras, cada
una dirigida desde un concepto, philia y eros, respectivamente. Hemos hablado de la distinción
que hay entre estos dos términos, el salto que da Platón desde la philia al eros, y el porqué de
ese cambio, que no obedecía tan solo a causas sociales o culturales, sino que es un cambio que
viene dado por una necesidad metafísica. También he tratado de señalar la oposición que la
teoría del amor de Platón supuso para las directrices socioculturales de su tiempo, cómo esta se
oponía a lo comúnmente aceptado como amor por la sociedad de su época, mientras que las
ideas de Aristóteles sobre el afecto, limitadas a la philia, se adaptaban perfectamente a esta. El
eros permite a Platón respaldar el resto de su pensamiento de forma que la philia no le permitía,
y por tanto hemos concluido que el tema del amor está muy relacionado con los temas y puntos
constitutivos del pensamiento general del filosofo. Concluyo con una cita del Banquete en
relación al eros, que considero de las más bonitas y significativas del dialogo:
“Y en común con el objeto bello ayuda a criar lo engendrado, de suerte que los de tal
naturaleza mantienen entre sí una comunidad mucho mayor que la de los hijos y una amistad
más sólida, puesto que tienen en común hijos más bellos e inmortales”10
9
PLATÓN, (2013) Banquete, Ed. Alianza, (202e).
PLATÓN, (2013) Banquete, Ed. Alianza, (209c.).
10
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5. Bibliografía:
- ARISTÓTELES, (1998) Ética Nicomaquea, Trad. Julio Palli Bonet, Madrid, Gredos Libro
VIII.
- GRUBE, (1984) El pensamiento de Platón, Trad. Tomas Calvo Martínez, Madrid, Gredos.
- GUTHRIE. W.K.C., (1990) Historia de la filosofía griega, Trad. Álvaro Vallejo Campos y
Alberto Medina González, Madrid, Gredos, Tomo IV.
- JAEGER, Werner (1992), Paideia, los ideales de la cultura griega, S.L. Fondo de cultura
económica de España.
- MARTINEZ, M, “Introducción al Banquete” en: PLATÓN, Apología de Sócrates, Banquete,
Fedro, Barcelona, Planeta de Agostini, 1997.
- PLATÓN, (2013) Banquete, Ed. Alianza.
- PLATÓN, (1871) Obras completas de Platón, Lisis, tomo 2, edición de Patricio de Azcárate.
-REALE, Giovanni, (2004). Eros: demonio mediador, el juego de las máscaras en el Banquete
de Platón, Traducción de Rosa Rius y Pere Salvat, Barcelona, Herder.
-REEVE, C.D.C. Plato on Friendship and Eros. (Online) Plato.stanford.edu. En:
https://plato.stanford.edu/entries/plato-friendship/ (consultado el 2/4/2017).
- VALLEJO, Álvaro, (2002) Elogio de la locura, amistad y amor en Platón y Aristóteles, en:
http://www.gipuzkoakultura.net/ediciones/antiqua/index9.htm.
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