Subido por Mariana Gardey

4D óptico, de Javier Daulte

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4D ÓPTICO
de Javier Daulte
Cuando combinamos la mecánica cuántica con la relatividad general parece haber una nueva
posibilidad que no surgió antes: el espacio y el tiempo juntos podrían formar un espacio de cuatro
dimensiones finito, sin singularidades ni fronteras, como la superficie de la Tierra pero con más
dimensiones. Parece que esta idea podría explicar muchas de las características observadas del
universo, tales como su uniformidad a gran escala y también las desviaciones de la homogeneidad a
más pequeña escala, como las galaxias, estrellas e incluso los seres humanos. Podría incluso explicar la
flecha del tiempo que observamos. Pero si el universo es totalmente autocontenido, sin singularidades ni
fronteras, y es descrito completamente por una teoría unificada, todo ello tiene profundas implicaciones
sobre el papel de Dios como Creador.
Einstein una vez se hizo la pregunta: “¿cuántas posibilidades de elección tenía Dios al construir el
universo?”. Si la propuesta de la no existencia de frontera es correcta, no tuvo ninguna libertad en
absoluto para escoger las condiciones iniciales. Habría tenido todavía, por supuesto, la libertad de
escoger las leyes que el universo obedecería. Esto, sin embargo, pudo no haber sido realmente una
elección; puede muy bien existir sólo una, o un pequeño número de teorías unificadas completas, tales
como la teoría de las cuerdas heteróticas, que sean autoconsistentes y que permitan la existencia de
estructuras tan complicadas como seres humanos que puedan investigar las leyes del universo e
interrogarse acerca de la naturaleza de Dios.
Incluso si hay sólo una teoría unificada posible, se trata únicamente de un conjunto de reglas y
ecuaciones. ¿Qué es lo que insufla fuego en las ecuaciones y crea un universo que pueda ser descrito
por ellas? El método usual de la ciencia de construir un modelo matemático no puede responder a las
preguntas de por qué debe haber un universo que sea descrito por el modelo. ¿Por qué atraviesa el
universo por todas las dificultades de la existencia? ¿Es la teoría unificada tan convincente que
ocasiona su propia existencia? O necesita un creador y, si es así, ¿tiene éste algún otro efecto sobre el
universo? ¿Y quién lo creó a él?
Hasta ahora, la mayoría de los científicos han estado demasiado ocupados con el desarrollo de
nuevas teorías que describen cómo es el universo para hacerse la pregunta de por qué. Por otro lado, la
gente cuya ocupación es preguntarse por qué, los filósofos, no han podido avanzar al paso de las teorías
científicas. En el siglo XVIII, los filósofos consideraban todo el conocimiento humano, incluida la
ciencia, como su campo, y discutían cuestiones como, ¿tuvo el universo un principio? Sin embargo, en
los siglos XIX y XX, la ciencia se hizo demasiado técnica y matemática para ellos, y para cualquiera,
excepto para unos pocos especialistas. Los filósofos redujeron tanto el ámbito de sus indagaciones que
Wittgenstein, el filósofo más famoso de este siglo, dijo: “la única tarea que le queda a la filosofía es el
análisis del lenguaje”. ¡Qué distancia desde la gran tradición filosófica de Aristóteles a Kant!
No obstante, si descubrimos una teoría completa, con el tiempo habrá de ser, en sus líneas maestras,
comprensible para todos y no únicamente para unos pocos científicos. Entonces todos, filósofos,
científicos y la gente corriente, seremos capaces de tomar parte en la discusión de por qué existe el
universo y por qué existimos nosotros. Si encontrásemos una respuesta a esto, sería el triunfo definitivo
de la razón humana, porque entonces conoceríamos el pensamiento de Dios.
Stephen W. Hawking
Historia del tiempo
PERSONAJES:
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de Javier Daulte
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NOTA: A pesar de que se indica para cada personaje un personaje alternativo con
un también, eso no implica que se trate de personajes doblados por el elenco.
Conceptualmente quienes se desdoblan son los personajes, no los actores, razón
por la que no debe haber ningún intento de diferenciación compositiva de parte de
los actores, salvo quizá en el caso del personaje de Andy/Ojeda en el que Andy es
un disminuido.
Max, físico; también
Senillosa, un asesino a sueldo, contratado por Ojeda.
Paulina, recién graduada en física, concurrente de los Laboratorios Roosenvart; también
Angie, secuaz de Ojeda.
Róber, ingeniero en óptica; también
Sordo, chofer, secuaz de Ojeda, amante de Esther.
Julia, matemática; también
Celina, secuaz y amante de Ojeda.
Alma, bióloga, jefa del equipo; también
Esther, falsificadora de joyas.
Rina, médica oftalmóloga; también
Mariana, gobernanta de la Mansión Urkel.
Andy, disminuido, hermano de Róber, meritorio del Laboratorio; también
Ojeda, un mafioso.
Mónica de D’Almessi, matemática y física; también
Gina, cantante pop melódica; también
La Bámbola, una muñeca idéntica a Gina.
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de Javier Daulte
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4D Óptico se estrenó en versión bilingüe catalán /castellano dentro del marco del Festival
Internacional de Temporada Alta 2003 en la Sala Planeta de Gerona el 9 de noviembre de ese año.
El 13 de noviembre de 2003 inició su temporada regular en el Espai Lliure de Barcelona. En ambas
ocasiones el reparto fue el siguiente:
Max / Senillosa
Julia / Celina
Alma / Esther Carbajal
Mónica de D’Almessi / Gina /
La Bámbola
Paulina / Angie
Rina / Mariana
Andy / Ojeda
Róber / Sordo
Quim Dalmau / Albert Triola1
Nies Jaume
Nuria Legarda
Traducción al catalán
Diseño de luz
Vestuario
Diseño de sonido y
musicalización
Fotografía
Tema Harta de ti
Letra
Música
Voz
Ayudantes de dirección
Producción ejecutiva
Construcción escenografía
Producción
Toni Casares (con la colaboración de los actores)
Javier Daulte
Marian Coromina
Dirección
Javier Daulte
Sandra Monclús
Nora Navas
Carme Poll
Jordi Rico
David Vert
Raúl Lucea / Javier Daulte
Pep Daudé
Carles Torregrosa / Javier Daulte
Carles Torregrosa
Sandra Monclús
Adriana Roffi / Toni Casares
Sala Beckett
Xarli
Teatro Lliure / Sala Beckett / Cía. Familia Alcovavsky/ con la
colaboración de Temporada Alta 2003 (Festival Internacional
de Teatro Gerona / Salt)
Después de una gira por Catalunya, 4D Óptico se presentó en el Festival Fronteras 04 de Londres
en Septiembre de 2004.
A partir de octubre de 2004 comienza una temporada en el Teatre Antic de Barcelona.
En esa versión, 4D Óptico ha obtenido las siguientes distinciones:
 Premio Butaca al Mejor espectáculo de pequeño formato.
 Premio Butaca al Mejor actor (Jordi Rico)
 Terna Premio Butaca Mejor Actriz (Nora Navas)
 Terna Espectáculo Revelación Premios MAX
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Albert Triola reemplazó a Quim Dalmau a partir de Septiembre de 2004.
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de Javier Daulte
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La versión argentina se estrenó el 6 de octubre de 2011 en la Sala Orestes Caviglia del Teatro
Nacional Cervantes, con el siguiente reparto:
Róber / Sordo
Paulina / Angie
Alma / Esther Carbajal
Andy / Ojeda
Rina / Mariana
Max / Senillosa
Mónica de D’Almessi / Gina /
La Bámbola
Julia / Celina
Luciano Cáceres
Gloria Carrá
Elisa Carricajo
Héctor Díaz
Gaby Ferrero
Rafael Ferro
Diseño de luz
Vestuario
Diseño de sonido
Tema Harta de ti
Letra
Música
Voz
Asistente de dirección
Producción ejecutiva
Producción
Gonzalo Córdova
Mariana Polski
Mauro García Barbé
Dirección
Javier Daulte
Andrea Garrote
Julieta Vallina
Carles Torregrosa / Javier Daulte
Carles Torregrosa
Andrea Garrote
Marcelo Méndez
Daniela Szlak
Teatro Nacional Cervantes
4D Óptico
de Javier Daulte
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PRIMERA PARTE
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Luz. Sala de experimentación de los Laboratorios Roosenvart. Dos puertas al fondo, entre las
cuales hay un gran pizarrón. A la derecha, una amplia entrada. Largas mesas cubiertas de tubos de
ensayo, cubetas, recipientes de cristal de las más variadas formas con líquidos de diferentes
colores, termómetros, computadoras, etc. En el suelo, hacia el centro del lugar, se yergue un
extraño aparato: el Hyperdeep.
Ingresan Max y Róber. Max trae un maletín metálico y viste ropa de calle. Róber lleva guardapolvo.
La conversación ya está iniciada.
Max … imaginate, una expectativa tremenda. Primero estuvimos tres horas, después se hizo una
pausa para almorzar y después casi unas cuatro horas más. No te das una idea de lo que eran los
pasillos esos. Se oían los disparates más increíbles. Con de D’Almessi nos desternillábamos de risa.
Rogelius Mathews y Aaron Sonenfeld estaban verdes. Sonreían como tontos a todo el mundo y de
verdad era algo que daba miedo. Les faltaba rezar para que Steve fracasara. Y no sabés; durante la
hora del almuerzo se ve que se rompió el aire acondicionado. Encima, en la segunda parte se sumó
gente que vaya a saber cómo se enteró, no cabíamos ni parados. Un calor insoportable. Steve llenaba
de fórmulas los pizarrones a una velocidad tremenda, era algo increíble; conmovedor que no usara
proyecciones, ningún software. Había dos personas que estaban ahí exclusivamente para borrar lo
que Steve acababa de escribir y el pizarrón se volvía a llenar de gráficos en un segundo. Steve estaba
como drogado; ya sudaba en la primera parte de la exposición, imaginate lo que era después cuando
el aire no funcionaba. Tenía la camisa empapada. Todos estábamos hechos sopa. Debía haber por lo
menos trescientos estudiantes tomando apuntes. Se escuchaba el ruido de las lapiceras como si
fuesen moscas. El murmullo de fondo era constante, y al mismo tiempo nadie quería perderse ni una
palabra de lo que Steve decía. Hasta ese acento espantoso que tiene al hablar inglés tenía encanto.
Lo adorábamos. Cuando llegó el momento crucial hizo una pausa y dijo “Creo que me detendré
aquí”. En la pizarrón estaba la demostración final. El aula magna parecía que se había convertido en
una iglesia. Nadie decía palabra. Algunos viejos profesores estaban emocionados hasta las lágrimas.
En poco más de siete horas habíamos recorrido la evolución de la física y las matemáticas desde
Pitágoras hasta hoy y hasta se dieron unos cuantos pasos más delante de nuestros propios ojos. Steve
nos había mostrado nuevas maneras de entender problemas que hasta ayer parecían imposibles de
pensar. Todos éramos conscientes de que estábamos participando de un momento histórico.
Rogelius Mathews y Aaron Sonenfeld estaban no muy lejos de mí. Ni siquiera se miraban entre ellos
y ya no sonreían. Era imposible imaginar qué podían estar pensando; menos todavía lo que ahora
estarán escribiendo para la Royal Maths & Physichs New Research Mag que sale el jueves próximo.
Entonces alguien empezó a aplaudir. Era tonto aplaudir. Pero no había otra cosa que hacer. Nos
fuimos sumando al aplauso hasta que todos estábamos batiendo palmas como idiotas. El aplauso se
debe haber prolongado durante diez minutos, por lo menos. Sólo se oía el sonido de las palmas. Era
para ponerse a llorar. (Hace una brevísima pausa.) Como juez de la demostración me dieron una
copia. Ahora tengo siete días para revisarla. Son trescientas cincuenta páginas. Un trabajo infernal.
Hay que revisar paso a paso todo el razonamiento. Estoy muerto, me querría dar una ducha. ¿Cómo
está Paulina? No pude contestarle un solo mail. Las líneas estaban saturadas. ¿Sabés con quién me
encontré? No sé si te acordarás. Uno de los del grupo de becarios de creo que dos años atrás. ¿Cómo
era? El alto, el que hablaba con la “egue”. No me puedo acordar el nombre.
Róber ¿Sandro?
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Max No. ¿Sandro? No, el que era increíble cómo comía. (Deja una caja de bombones sobre unos de
los escritorios.)
Róber Creíamos que llegabas mañana.
Max De D’Almessi se enteró de un charter que salía a la madrugada y pudimos colarnos. ¿Sabés
algo del Meeting con la Fundación?
Róber Es todo un lío. Rina nos explicó algo, pero yo justo tenía que ordenar los protocolos de la
semana con Julia y quedamos para la merienda de media mañana para que nos termine de contar
bien. Se asociaron con los japoneses según parece y van a agregar gente al equipo porque quieren
que el mercado no se monopolice.
Max (Por la caja metálica) Hay que meter eso en la heladera. ¿Desde cuándo hablan de Mercado en
la Fundación?
Róber No sé si ellos hablaron de Mercado, pero todos sabemos que en definitiva es lo único que les
importa.
Max ¿Pasó algo?
Róber No.
Max Con Julia digo.
Róber Ya sé. No. Y prefiero no hablar del asunto.
Max ¿Pero salieron? ¿Hablaron algo?
Róber Voy a poner esto en la heladera. (Toma el maletín metálico disponiéndose a salir.)
Max Hay que dar un salto. No es paulatino.
Róber Sí.
Max Róber.
Róber ¿Qué?
Max ¿Me oís? No es paulatino. Hay que dar un salto. Si no no va a suceder. No sabés de qué hablo.
Róber Hablás de mi relación con Julia. Ya sé.
Max Pero crees que estoy diciendo cualquier cosa y que no se te aplica ¿no?
Róber Puede ser.
Max ¿Sos una persona?
Róber ¿Pero qué te pasa?
Max Sos una persona, Róber. Vos también.
Róber Sí.
Max ¿Estás bien?
Róber ¿Por qué preguntás?
Max Es temprano. Nunca estás a esta hora.
Róber Ya vuelvo.
Sale con el maletín metálico. Max queda solo. Entra un hombre vestido con un jardinero. La cara
tapada por un pañuelo. Antiparras. Trae una extraña máquina a la cual va adosado. En conjunto
luce como un Ninja tecnológico. Primero Max no lo ve. Luego se vuelve y se encuentra cara a cara
con él. Se pega el susto de su vida. A su vez el hombre grita aterrorizado. La máquina a la que el
hombre va a adosado se enciende. El ruido es infernal. El sujeto se asusta aún más. Empieza a
moverse sin ton ni son. Con la máquina rompe algunas cosas. Algo de vidrio cae al suelo y se hace
añicos. Una esquirla da en la mejilla de Max. Este se toma la cara. En escasos segundos se produce
una catástrofe. Reingresa Róber con prisa.
Róber ¡Andy! ¡Andy! ¡Andy!
Róber trata de detener al sujeto. Este, Andy, un disminuido, no deja de gritar. Los gritos de Róber
parecen asustarlo aún más. Finalmente Róber logra detener la máquina. Le quita a Andy las
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antiparras y el pañuelo que le cubre el rostro. La cara de Andy tiene tonalidades verdes. Sus ojos,
desorbitados de miedo, se destacan muchísimo. Róber lo calma.
Róber Está bien, Andy. Está bien. Él es Max.
Max (Notando la sangre de su mejilla en la mano.) Mierda, mierda, mierda, mierda. Me corté. Me
corté. ¿Pero quién mierda…?
Róber Es Andy, mi hermano.
Andy Róber. Róber. Róbeeer.
Róber Esperás un poco ahora. ¿Cómo vas a entrar con la máquina prendida?
Andy Róber, Róber, Róbeeer.
Róber ¡Te callás! (A Max.) Dejame ver eso. (Le mira la herida.) No es nada. Te pongo algo. (Busca
algodón y alcohol para limpiarle la herida a Max.)
Max Es que me pegué un susto de mierda.
Andy No la prendí yo, Róber. Se prendió sola. Se prendió sola, Róber. Te lo juro, se prendió sola.
Róber Bueno, calmate. Basta.
Andy Es que se prendió sola.
Róber La debés haber rozado con el guante.
Andy Te digo que no, que se prendió sola; tenés que creerme. Róbeeer…
Róber Bueno, terminala. (A Max) Andy está haciendo algunos trabajos en el edificio (A Andy.) ¿No
es cierto?
Andy Sí, arreglo el jardín. Hoy arreglo el jardín. Me llamo Andy Alcovavsky. Soy el hermano de
Róber y soy meritorio de los laboratorios Roosenvart. Tengo mi credencial. Róbeeer...
Róber (A Andy.) Callate. (A Max.) Hace distintas cosas, lo que se necesita. Empezó justo el día
después que te fuiste a Bremen.
Max Ah, qué bien.
Róber (A Andy.) Andy, decile hola a Max.
Andy Hola, Max.
Max Hola, Andy.
Róber Max es Físico.
Andy Qué bien.
Róber Y trabaja con nosotros.
Andy Qué bien.
Róber (A Andy.) ¿Necesitás algo? ¿Qué tenés? ¿Por qué me mirás así? (De pronto Róber advierte lo
que ha sucedido.) Pero te measte; ni que fueras una criatura. Sacate eso. Qué olor, Andy.
Andy Perdón, perdón. No quise. Perdón.
Róber Está bien. (Andy se quita el jardinero rápidamente y queda en calzoncillos antes de que
Róber pueda advertirlo.) Pero acá no. Te vas al baño.
Andy Perdón, perdón. (Va a salir.)
Róber ¡Y te llevás la máquina!
Andy ¡La máquina, sí! Perdón. Perdón. (Cuando está saliendo se cruza con Alma.)
Alma (Sin escandalizarse demasiado al verlo semidesnudo.) Andy.
Andy Perdón, perdón. (Sale.)
Max Hola, Alma. (A Róber.) Nunca dijiste que tenías un hermano.
Róber Es que me daba vergüenza.
Oscuro.
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Mismo lugar. Están reunidos Rina, Paulina, Alma, Julia, Róber y Max. La reunión está avanzada.
Se proyecta un vídeo. Rina ha estado en la reunión de la Fundación. Max lleva un pequeño apósito
en la mejilla. Paulina juega distraídamente con un puzzle. Mientras se desarrolla la informal
exposición comen de la caja de bombones que trajera Max en la escena anterior.
Max ¿Y ese quién es?
Rina Toshiro Makena. Socio de la Corporación Augusta de Tokio. El que está al lado es Juan
Segundo de la EMPSA. Pará ahí. (Róber cliquea su mouse.) Juan Segundo está perfilándose como el
candidato más seguro para presidente de la Fundación. Las elecciones son en tres días. Es joven,
carismático y buen mozo. Toshiro Makena tiene el dinero suficiente como para defraudar la
votación. Los rumores son que está enamorado de Juan Segundo. Lo que no se sabe es si va usar su
poder para que Segundo sea electo o no.
Julia Lo va a hacer presidente, seguro.
Rina No olviden que para un viejo conservador japonés la homosexualidad es un delito. Además los
protocolos ópticos que pretende impulsar la Corporación Augusta no son los mismos que la EMPSA
promueve. ¿Qué pensás, Alma?
Alma La EMPSA necesita el dinero japonés. Deben estar estudiando una manera de asociarse.
Paulina El protocolo de Nitidez Submarina de Augusta puede llevar años de trabajo, eso no puede
escapársele a la EMPSA.
Róber ¿Pero Juan Segundo es gay?
Rina Juan Segundo antes que nada es un diplomático. Estaría dispuesto a hacerle creer a Toshiro
Makena lo que sea si eso aceita las relaciones empresariales. Lo que interesa es que Nitidez
Submarina y Cordless Optical Fiber son protocolos incompatibles. Y el talento está concentrado en
un solo espacio.
Max ¿Qué suponés? ¿Que nos van a redistribuir?
Alma O que van a agregar gente.
Rina Que pensaron ambas cosas, estoy segura. Y no me extrañaría que quieran que nosotros
carguemos con las consecuencias de sus especulaciones bursátiles.
Julia Pero saben que somos un equipo.
Rina Saben que tienen un problema. EMPSA no puede demorar el protocolo de las ópticas. Los
estudios marcan una saturación de mercado en apenas cuarenta semanas si no antes. Lo cual quiere
decir que ya es tardísimo. Augusta por su parte tiene agotados los recursos pesqueros. Los
submarinos robotizados están casi listos pero los radares demostraron ser imprecisos. Necesitan con
urgencia el modelo de Visión Hyperdeep. Japón no puede darse el lujo de tener a la industria
pesquera ociosa durante los próximos seis meses.
Róber Claro.
Max Ah. Es eso.
Rina (A Róber.) Avanzá. (Róber cliquea con el mouse. Todos miran.)
Paulina ¿Y esos?
Rina Unos amigos, visitadores de una droguería venezolana que me encontré de casualidad. Me
dieron a probar unas pastillas fabulosas, después les cuento. Avanzá, avanzá. (Róber cliquea.)
Max Pará. Pará. (Róber cliquea.) ¿Esa no es de Mónica de D’Almessi?
Rina ¿Cuál?
Max Retrocedé un poco. (Róber cliquea.) Ahí. Pará. (Róber cliquea.)
Alma ¿Quién es esa?
Max Vos la conociste, Julia. Cursaba Cuántica IV con nosotros. Después se perdió de vista.
Julia Por supuesto que me acuerdo. Se cogía a todos los profesores. ¿Terminó la carrera?
Róber ¿De D’Almessi? ¿Pero no me contaste que estuvo con vos en la demostración de Steve?
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Max (A Rina.) ¿Estuviste con ella?
Rina ¿Con quién?
Max Con de D’Almessi.
Rina No sé ni quién es.
Max No, no; es imposible. ¿Cuándo grabaron esto?
Rina Ayer, ahí tenés la fecha. (Señala la proyección.)
Max Es idéntica. Si no fuese porque estuvimos juntos en Bremen, juraría que es ella.
Julia (A Rina.) ¿Algo más, Rina?
Rina Creo que eso es todo. A ver, avanzá. (Róber cliquea.) Sí, es todo, es todo, es todo... Este fue el
cocktail de despedida. (Ríe, algo avergonzada.) Ay, pero le dije que no filmara eso. (A Róber.)
Bueno, basta. Ya está. Pará. (Todos miran la proyección y ríen.)
Róber (Riendo.) ¡Pero Rina!
Paulina ¡Epa!
Rina Pará. ¡Pará ya! Ya está. ¡Róber, pará eso te digo! (Finalmente Róber cliquea y hace
desaparecer la imagen.) Gracias. (A Max.) Prendé las luces, por favor. (Max lo hace. Rina mira a
todos.) ¿Qué dicen?
Silencio.
Julia Perdón, pero todo esto me parece una idiotez.
Rina ¿Qué?
Julia ¿Qué estás tratando de hacer, Rina?
Rina ¿De qué hablás?
Julia (A los demás.) Perdón ¿soy la única que se da cuenta?
Paulina ¿Que se da cuenta de qué?
Julia Alma ¿qué decís vos?
Alma Creo que sos vos la que quiere decir algo. Decilo.
Julia Nosotros tenemos que trabajar para quién nos subvenciona y punto. No entiendo qué estás
queriendo demostrar, Rina.
Rina Yo no estoy queriendo demostrar nada.
Julia ¿Es que creés que podemos elegir? ¿Alguno cree que de verdad podemos elegir?
Rina Sentí la obligación de decirles qué pasó en la reunión.
Julia No, no. Estás suponiendo cosas, que es diferente. No lo que pasó en la reunión.
Rina ¿Por qué me hablás así?
Julia ¿Cómo?
Rina Como si yo estuviese intrigando.
Julia ¿Estás intrigando?
Róber ¿Pero qué decís, Julia?
Julia Vos te callás. Ahora hablamos de intrigantes. Quizá estemos todos intrigando sin darnos
cuenta. ¿Eso es lo que estás diciendo?
Rina Creo que te lo estás tomando muy a pecho. Y por lo que se refiere a lo de la Fundación,
deberías preocuparte. Que no quieras tener problemas no quiere decir que no los haya. Además te
estás poniendo irónica y no te queda bien. (A Paulina, que desde el comienzo no ha dejado de jugar
con un puzzle.) ¿Y vos querés parar con eso? (Paulina deja el juego.)
Max Está bien, Rina. Creo que estamos todos un poco nerviosos.
Julia Acá nadie está nervioso. Vos sos un cobarde que te cagás en las patas cuando tenés que decir
lo que pensás, eso es todo. (A todos.) Hay fechas, hay protocolos con los que cumplir. ¿Adónde nos
puede llevar suponer cosas? Tenemos trabajo, hay que trabajar. Nosotros no tenemos ningún poder
de decisión.
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Rina ¿A qué le tenés miedo?
Julia Alma, ¿no vas a decir nada?
Alma Estás hablando vos.
Julia Paulina.
Rina No metas a Paulina en esto. Ni siquiera entiende tu planteo.
Paulina Sí que lo entiendo. Se refiere a...
Julia (Interrumpiendo a Paulina.) Yo no estoy haciendo ningún planteo. Vos estás haciendo un
planteo, a ver si te enterás. Y nos preguntaste qué pensamos. Yo estoy diciendo lo que pienso. ¿Qué
piensan los demás? ¿Nadie va a decir nada? (Silencio incómodo. Finalmente Julia toma unas
carpetas de encima de un escritorio.) En una hora hay que empezar con la prueba. Estamos muy
atrasados. (Sale ofuscada.)
Permanecen en silencio durante un momento. Luego se echan a reír todos menos Róber. Reaparece
Julia en el marco de la puerta. Los observa. Cuando los otros advierten que Julia está allí de nuevo
hacen silencio.
Julia (Impertérrita.) Róber ¿podés venir?
Róber sale con Julia. Silencio.
Rina Cómo estamos.
Alma Bueno. (Hace un gesto como desestimando el incidente entre Rina y Julia.) El dieciocho me
tiene algo preocupada. (A Max.) ¿Los prototipos te parecen confiables?
Max Tendrías que verlos.
Alma Rina, ¿me acompañás? (A todos.) Empezamos en cincuenta con el diecisiete, el dieciocho y el
treinta y dos.
Paulina ¿En ese orden?
Alma Sí.
Max (A Alma.) Preguntale a Róber en qué góndola los puso a enfriar. (Ofreciendo la caja de
bombones.) Vamos, que no comieron ni uno.
Alma No, no. Gracias.
Paulina ¿Hago correr ya el programa?
Alma Dame diez minutos.
Rina ¿Hay café hecho?
Paulina La máquina está lista pero me olvidé de encenderla. Y lo filtros también están a punto de
terminarse.
Alma Decile a Róber que le dé plata a Andy para que compre.
Rina Y que compre papel higiénico también. (Rina y Alma salen.)
Max No sé cómo voy a hacer para llegar al miércoles con esto.
Paulina ¿La demostración de Steve? Dije que te iba a ayudar. Dejame ver.
Max ¿Sos tan buena? Mirá. (Abre la carpeta.) Hay cuarenta y tres puntos que más o menos son
obvios, nada más hay que darles un repaso, controlar que ningún argumento lógico esté salteado.
Seguro que te va a entretener. Yo voy a revisar desde el cuarenta y cuatro que es a partir de donde se
complica. Voy a tener que pedirle a Rina algo para poder trabajar de noche.
Paulina ¿Vas a almorzar?
Max No voy a hacer tiempo, voy a comerme un sandwich mientras hago las fotocopias. ¿Te las dejo
en tu habitación?
Paulina Como quieras.
Max Mirá. (Le muestra la carpeta.) Tildás con lápiz lo que esté bien acá en esta columna. ¿Me
pasás el lápiz que está ahí encima de mi mesa? (Paulina va hasta la mesa indicada y regresa.) Y la
goma. Está en el cajón. (Paulina obedece y regresa junto a Max. Max le muestra.) Así, ¿ves? Y
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ponés referencias para las anotaciones que hagas al dorso de cada página. (Max le hace un gesto
como dando a entender que ya le ha explicado todo. Paulina va a su asiento.)
Paulina ¿Te acostaste con esa Mónica?
Max No. ¿Por qué preguntás?
Paulina Es linda.
Max Sí ¿no? Lo pasamos genial en Bremen. Nos moríamos de risa por cualquier idiotez. Vos
también estás muy linda, Pauli. ¿Te hiciste algo?
Paulina Me corté un poco el pelo.
Max Te queda precioso. A ver si hablás un poco con Julia. Con nosotros se mosquea por nada y el
pavo de Róber no es capaz de ponerle un límite. Julia lo tiene de sirviente ¿viste? Róber vení para
acá, Róber andá para allá, y ahí está Róber yendo y viniendo todo el día. Con vos se pone menos
paranoica. Quizá sea porque sos Concurrente. Hablale. De verdad que estás preciosa.
Paulina Gracias. (Sonríe.)
Max Al fin sonreís, mujer. ¿Estás celosa?
Paulina ¿Celosa?
Max De de D’Almessi.
Paulina No, para nada.
Max ¿Sabés qué se cuchicheaba por los pasillos del Palacio en Bremen? Que yo era el Físico más
buen mozo del Congreso. No sabés lo excitado que me ponía eso. A ver si te llevo al próximo que
me inviten. Hay que salir un poco de acá. Tomar aire. Verse con otra gente. Si no todos vamos a
terminar como Julia.
Paulina Se te va a hacer tarde. Ya escuchaste a Alma.
Max Es verdad.
Paulina Te veo en un rato.
Max Sos un cielo, Pauli.
Paulina Bonito. (Max sale. Paulina es presa de la angustia. Max regresa. Paulina intenta
disimular.)
Max Pauli.
Paulina ¿Qué?
Max ¿Vos conocías a de D’Almessi?
Paulina Concursamos juntas para las Pasantías.
Max También te pareció que era ella ¿no?
Paulina ¿La del video? No me pareció. Era ella. (Max se queda en silencio.) ¿Qué pasa?
Max Pero en Bremen estuvimos juntos casi todo el tiempo. Si hubiera estado en la reunión de la
Fundación me lo hubiera dicho.
Paulina Quizá fue sólo al cocktail.
Max ¿Y después volvió a Bremen?
Paulina ¿Por qué no?
Max Pero son más de ochocientos kilómetros.
Paulina Max, para algo se inventaron los aviones.
Max (Piensa.) No entiendo. (Vuelve a pensar. Se ríe.) No entiendo. (Hace un gesto como
quitándose el problema de la cabeza.) Nos vemos. (Sale. Paulina sigue con lo suyo.)
Oscuro.
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Mismo lugar. Desarrollo del protocolo. Alma, Róber, Paulina y Julia están atentos a una reacción
entre sustancias y luz. Llevan antiparras. Julia está manejando un artefacto lumínico que apunta a
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la mesa de trabajo sobre la que están inclinados los otros. El Hyperdeep es protagonista absoluto
del experimento.
Julia ¿Lo subo?
Róber Apenas.
La luz que maneja Julia se mueve.
Julia ¿Así?
Róber Menos.
Alma Menos, menos.
Julia mueve.
Julia ¿Ahora?
Paulina El croma no termina de definirse.
Róber Yo lo veo nítido.
Alma Pongan la óptica. A ojo no sirve.
Paulina obedece.
Julia Si no se apuran se pasa de temperatura.
Alma ¿A cuánto estamos?
Julia Pasando los setenta.
Alma Paulina, la óptica, por favor.
Paulina Estoy en eso.
Alma ¿Me secás la frente, Róber? (Róber la rasca.) Y rascame la oreja también por favor. (Róber lo
hace.) Un poco más abajo. (Róber obedece.) Ahí. Gracias.
Paulina Óptica lista.
Alma Dame un número.
Paulina Esperá. (Breve pausa. Paulina observa un monitor.) Ahora en cero ocho.
Alma ¿Qué piensan?
Róber Para mí está bien.
Alma ¿No podés mejorarla?
Paulina Dejame ver. (Lo intenta.) No. Julia. Mové ahí un grado.
Julia Por favor, estamos cerca del ochenta.
Alma (A Paulina.) ¿Ahora?
Paulina Cero seis.
Alma No es perfecto.
Julia Se acaba el tiempo.
Alma Vamos. Prepará, Róber.
Róber Listo.
Alma ¿Julia?
Julia Cuando digas.
Alma Paulina.
Paulina Esperen, esperen. Se me fue a cero nueve.
Alma Ayudala, Róber.
Róber (Corre hasta donde está Paulina.) No; esto no está bien. Cae el nivel del Cuatro y sube el del
Mapeo.
Paulina El Mapeo es el que falla.
Alma Pero tendría que bajar.
Paulina Es que no baja.
Róber ¿Qué tocaste?
Paulina Pero yo no moví nada.
4D Óptico
de Javier Daulte
13
Róber Corregí los tres vectores en simultáneo.
Paulina ¿Los tres?
Róber Sí, vamos.
Paulina lo hace.
Paulina Ahí. Creo que hay una falla en la lectora. Abríme el diafragma, Julia.
Julia Se termina el tiempo.
Paulina ¡Abrí te digo!
Julia Abierto.
Róber Rápido, Alma. ¿Estás lista?
Paulina Voy con los tres. Mierda, me está temblando la mano.
Róber Relajá, relajá. Respirá con la panza. Ahí va.
Paulina Lo hago.
Julia ¡Vamos!
Alma ¿Destapo?
Róber (A Alma) Esperá. (A Paulina.) ¿Tenés los tres, Paulina?
Paulina Sí. Tengo los tres… Los sostengo… Los sigo sosteniendo. Destapá ahora.
Alma destapa algo.
Paulina Va. Va. Va…
Un líquido de color recorre una delgada tubería flexible y transparente. Alma observa el indicador
de nivel.
Alma Veinte.
Todos observan con tensión pero con entusiasmo el desarrollo hasta acá exitoso de la operación.
Róber Tranquila, Paulina.
Alma Estamos llegando a cuarenta. (Breve pausa.) ¡Cuarenta!... Cin… cuenta…
Paulina Creo que voy a estornudar.
Alma Aguantate.
Paulina No puedo. Róber, por favor.
Róber ¿Qué querés que haga?
Alma Sesenta.
Paulina Agarrá el pick.
Róber No.
Paulina Agarralo, por favor.
Julia Agarralo, Róber.
Paulina Suelto. En tres. Uno, dos, tres. Ahora.
Paulina suelta el mouse. Lo toma Róber. Paulina estornuda.
Alma Ochenta…
Julia Bien, Róber.
Alma Salud. Noventa...
Paulina Gracias.
Alma Ya casi estamos. Cúbranse. (Todos refuerzan la protección de sus antiparras. Se alejan del
sector de la reacción, que es inminente. Alma continúa haciendo el conteo.) Noventa y dos…
Noventa y cinco… Noventa y seis… Noventa y siete... Noventa y ocho... Noventa y nueve...
Está por producirse la reacción final cuando aparece Andy. Al descubrirlo todos le gritan y le
hacen señas. Andy parece no comprender nada.
Julia ¡Andy! ¡Es Andy!
Paulina ¡Andate, Andy!
Andy Perdón, pero me preguntaron qué número de filtros necesitaba…
4D Óptico
de Javier Daulte
14
Julia ¡Andy, cubríte! ¡No mires ahí! ¡No mires ahí!
Róber ¡No mires ahí, Andy!
Alma ¡Salí!
Róber ¡Andate, Andy!
Paulina ¡Andate, andate, Andy!
Se produce la reacción. Un potentísimo resplandor invade el lugar. Andy cae al suelo enceguecido.
La reacción se prolonga. Ruidos. Más resplandores. Finalmente todo vuelve a la normalidad. Todos
se quitan las antiparras. Corren a socorrer a Andy.
Julia Andy ¿estás bien?
Alma ¿Pero cómo pudo entrar? Róber.
Róber No sé.
Alma ¿Quién dejó sin seguro la puerta?
Andy Estoy bien.
Alma ¿Quién fue el último en entrar?
Todos miran a Róber.
Róber ¿Y qué sabía yo que había más gente en la planta?
Alma Eso no es una respuesta. (A Andy.) ¿Estás bien?
Andy está sentado. Pestañea. Trata de hacer foco con su vista.
Andy Sí.
En simultáneo por un lado, Andy, Róber y Alma; por otro, Paulina y Julia:
Alma (A Róber.) Que lo vea Rina.
Julia (A Paulina.) ¿Me ayudás con esto?
Róber Está bien.
Paulina Sí, claro. No entiendo cómo pudo
Alma No importa. Que lo vea igual.
pasar.
Róber (A Andy.) Vení.
Julia Hace meses que vengo diciendo que
Alma No; la buscás y que lo venga a ver
tienen que idear un sistema.
acá.
Paulina Una chicharra ¿no?
Andy (A Róber) ¿Hiciste algo malo? (A
Julia Claro. Se pone una chicharra que vale
Alma.) ¿Hizo algo malo?
dos pesos para que suene cuando la puerta
Róber No.
queda sin seguro. Es lo más fácil del
Andy ¿Te portaste mal, Róber?
mundo. ¿Pero quién me escucha a mí?
Róber Te dije que no.
Querría ver si en Alemania pasan estas
Alma No le grites.
cosas.
Andy Róber se portó mal.
Alma (A Julia.) ¿Tenés el número y el código?
Julia (A Alma.) Triple cero, noventa y seis, cuarenta y ocho, setenta y dos, ABB barra L.
Alma ¿Ya empezamos con la L? (A Róber, saliendo con Julia.) Ah, y ya que ves a Rina, que te dé
dos de los formularios verdes con copia rosa y me los dejás ahí. (Alma, Julia y Paulina salen.)
Andy ¿Por qué no cerraste la puerta, Róber?
Róber Vos me esperás acá.
Andy Róber se portó mal.
Róber Callate.
Andy Róber es malo. Sí, sí.
Róber Ahora vengo.
Andy Hasta luego, Róber.
Róber sale. Andy queda solo. Sufre una convulsión. Aparecen Rina y Julia; que ahora son Mariana
y Celina. Van vestidas de calle aunque no sin cierta natural elegancia y vienen conversando
animadamente. Estamos en la Mansión Urkel.
4D Óptico
de Javier Daulte
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Celina Ah, Dior mismo decís.
Mariana Sí, Dior en persona me lo regaló.
Celina Bueno, parece Armani.
Mariana Es Armani. Cristhian lo compró.
Celina ¿Cristhian Dior compró un Giorgio Armani y te lo regaló?
Mariana Exacto. Cuando de vestidos se trata prefiere Armani. De toda su línea de producción, su
mayor debilidad son los perfumes.
Celina Armani.
Mariana Dior.
Celina Mirá vos. (De pronto, notando el lugar donde están y tras hacer una pausa.) ¿Es acá?
Mariana Sí.
Celina No está mal. (A Andy, que ahora es Ojeda.) ¿Qué pensás?
Ojeda (Mirando hacia fuera por una de las ventanas.) Deberían taparse las ventanas. Cualquier
francotirador podría hacer de las suyas desde el rosedal.
Mariana Me parece que están exagerando un poquito…
Ojeda ¡No! Como jefe de seguridad del concierto no puedo darme el lujo de dejarme deslumbrar
por la belleza.
Celina ¿Tenés cortinas?
Mariana Debería buscar. Creo que en el altillo debe haber algo.
Celina Tendrían que ser de un material grueso. Para que la luz no pase. (Silencio.)
Mariana Estoy tan contenta de que estén acá. Las noches son espléndidas. Cuando no hay nubes
aquel cielo es como un cuadro. (Señala.) Ya van a ver. Bueno, los dejo solos. (Está por salir.
Regresa.) Por cierto. ¿Quieren tomar algo?
Celina Yo nada, gracias.
Ojeda ¿Tenés cerveza?
Mariana Te traigo.
Celina Y si podés ir viendo lo de las cortinas. Sino tendríamos que conseguirlas de algún otro modo
y estamos un tantín ajustados de tiempo.
Mariana Sí, sí; no te preocupes. Creo que algo voy a encontrar. Pónganse cómodos por favor.
(Sale.)
Celina ¿Creés que le va a gustar?
Ojeda El lugar no está mal; pero vos la conocés mejor que yo. (Le hace un gesto a Celina.)
Celina (Le arroja a Ojeda un celular.) Habrá que disimular las manchas de humedad del techo.
Cuando canta levanta la mirada. No me gustaría que se encuentre con eso.
Ojeda Todo depende de dónde se pongan las luces.
Celina (Celina hace una seña dando a entender que Mariana se ha perdido de vista. Cambia el
tono.) Ya está.
Ojeda Vení acá. (Se besan breve y apasionadamente con Celina.) Cubríme. (Ojeda marca en el
celular. Mientras aguarda ser atendido.) Hay que rediseñar algunos aspectos del plan; el parque…
(Se interrumpe. Al teléfono.) Hola. (...) Yo. (...) El lugar es adecuado. (...) Pero hay que rediseñar.
(…) Lo tengo en mente. (…) Perfecto. (...) Adiós. Muy bien. Bueno. Adiós. (Corta.) Celina, pienso
en el siguiente equipo. Ayudame. (Sacan sendos anotadores.)
Celina Decime.
Ojeda Angie y Senillosa tendrían que hacerse pasar por un matrimonio. El Sordo sería el chofer.
Habrá que encandilar bien al pianista porque Andrade lo quiere vivo. El problema va a ser la
gargantilla de Gina. Andrade no va a pagar si no se la entregamos.
Celina No va a ser fácil. Habría que hacer el reemplazo antes de que Gina salga a escena.
4D Óptico
de Javier Daulte
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Ojeda Una réplica. ¿En quién pensás para que la haga?
Celina Black & Carbajal. Son los mejores.
Ojeda Esther trabaja con ellos. ¿Creés que va a poder tenerla lista en menos de cuarenta y ocho
horas?
Celina La llamo.
Ojeda Si acepta, contactá al Sordo para que pase a buscarla.
Celina Perfecto.
Ojeda ¿Y el modelo?
Celina En mayo Gina posó para la Elle en una mansión alquilada de Los Ángeles. Apostaría a que
llevaba la gargantilla.
Ojeda Bien. La falsificación tiene que ser exacta. Quizá Angie pueda deslizarse en la habitación de
Gina antes de que empiece el concierto y reemplazar la original. ¿En qué dormito/…? (Se
interrumpe al ver a Mariana que regresa.)
Mariana (Ingresando con una cerveza sobre una bandeja de metal. Tras un silencio.) ¿Iguana está
bien?
Ojeda Gracias. (Toma el porrón de la bandeja.)
Mariana A veces me pregunto por qué tomamos cerveza mejicana estando tan cerca.
Ojeda ¿Cerca?
Mariana Nosotros.
Ojeda ¿De dónde?
Mariana ¿Qué?
Ojeda ¿Tan cerca de dónde?
Mariana Bueno… De todo. (Pausa.) Era un comentario.
Ojeda Sobre cerveza.
Mariana Sí.
Ojeda Ah.
Mariana (A Celina.) Celina ¿podés subir conmigo un momento? Hay unas rojas que están bien y
otras negras. Pero me gustaría que las vieras vos misma. (Sale seguida de Celina. Su voz se va
perdiendo.) Lo bueno del negro es que disimula los defectos de la tela. Están un poco viejas y…
Ojeda (Hacia fuera.) Creo que van a quedar mejor las rojas. (Pausa.) ¡Y también deberíamos
pensar en algunos manteles que hagan juego!
Ojeda sufre una convulsión y vuelve a ser Andy. Rina reingresa presurosa con guardapolvo seguida
de Róber. Vienen conversando.
Rina ¿Y a cuántas descargas decís que estuvo expuesto?
Róber Creo que a todas.
Rina ¿A todas? (A Andy.) Bueno, vamos a ver, Andy. Sentáte acá. (Le indica una silla. A Róber.)
¿Pero cómo pudo pasar?
Andy Róber se portó mal.
Róber Sh. Ya le expliqué. (A Andy.) ¿Con quién hablabas? (Quitándole la cerveza de la mano.)
¿Qué hacés con esto? Dame.
Andy (Mientras se sienta donde Rina le indicara.) ¿Eh?
Róber Que con quién estabas hablando hace un momento pregunto.
Andy No sé. Con nadie.
Róber No mientas. Vos lo escuchaste, Rina.
Rina Bueno, dejalo. Yo también hablo sola a veces.
Róber Es que al final no sé para qué conseguí que entraras a trabajar acá. Todo mal hacés; todo mal.
A la mañana entrás con la bordeadora prendida, ahora esto…
4D Óptico
de Javier Daulte
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Rina (A Andy.) No le hagas caso, Andy; no hacés todo mal.
Andy Róber se portó mal. Róber dejó abierta la puerta. Alma lo retó. Lo retó a Róber. Pobre Róber.
¿Te van a despedir?
Rina (Revisando los ojos de Andy.) Tiene muy dilatadas las pupilas.
Andy Yo entré para preguntar el número de filtros para el café. Hoy hago los mandados. Esta
mañana arreglaba el jardín.
Rina (Pone el dedo índice delante de la nariz de Andy.) ¿Ves mi dedo?
Andy ¿Cuál?
Rina Este.
Andy Sí. Y también veo los otros.
Rina Muy bien.
Andy Y los de Róber también los veo.
Rina (Señalando un dedo índice con el otro.) Perfecto. Pero ahora vas a mirar este.
Andy ¿Cuál de los dos?
Róber (Señalando el dedo de Rina.) Éste.
Andy (Señalando el dedo con que Róber señala el dedo de Rina.) ¿Éste?
Róber No. Éste. El de ella.
Andy ¿El dedo índice de la mano derecha de ella?
Rina Ése, sí.
Andy Pero ésa es la izquierda.
Rina Bueno. Entonces mirá el dedo índice de mi mano izquierda.
Andy Rina se equivocó, Róber. Se equivocó de mano. ¡Uh, uh!
Rina Sí; Rina se equivocó. Ahora, mirá.
Andy ¿Alma te va a retar? Pobre Rina.
Rina No, Andy. Alma no me va a retar.
Andy Yo no le voy a decir nada. No le voy a decir que confundiste la mano derecha con la mano
izquierda. Porque eso a cualquiera le puede pasar ¿no es cierto, Róber? Vos dejaste la puerta abierta,
y Rina se confundió la mano derecha con la mano izquierda y Andy no tiene la culpa de nada ¿no es
cierto?
Rina ¡Andy!
Andy ¡¿Qué?!
Rina ¡Basta!
Andy Basta, Róber.
Rina Ahora mirame el dedo y seguilo sin mover la cabeza. (Andy gira la cabeza.)
Róber Que no muevas la cabeza, te dijeron. (Andy se toma la cabeza con las manos.)
Rina Así. Bien… Bien… Ahora cerrá este ojo. El derecho. (Lo observa.) Ahora el izquierdo. (Lo
observa.) ¿Sentís mareos?
Andy No.
Rina ¿Náuseas? ¿Ganas de vomitar?
Andy No.
Rina ¿Dolor de cabeza?
Andy No, no, no.
Rina ¿Sueño?
Andy No.
Rina Muy bien. A ver. Parate y caminá derecho para allá. (Andy lo hace. al pasar junto a Róber lo
saluda.)
Andy Róber...
4D Óptico
de Javier Daulte
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Róber Andy...
Rina Ahora volvé. (Andy lo hace.)
Róber ¿Cómo lo ves?
Rina En principio bien. Lo de las pupilas es normal. Tendría que verlo dentro de un par de horas. (A
Andy.) ¿Pasás a las cinco por mi consultorio?
Andy Bueno.
Rina Muy bien. Ahora volvés al mercado y traés los filtros. Número cuatro.
Andy Número cuatro. Filtros número cuatro.
Rina Y hasta que me vengas a ver a las cinco no tenés que dormir, aunque te dé sueño. ¿Está claro?
Andy Sí.
Rina Bueno. Podés irte.
Andy ¿Ya está?
Rina Sí.
Andy ¿Lo hice bien?
Rina Muy bien.
Andy Rina, si querés puedo mirarte los dedos de los pies.
Rina No, ahora no. Más tarde.
Andy Muy bien. (Se marcha mirándose un dedo. Rina sonríe. Oímos la voz de Andy fuera.) Filtros
número cuatro, filtros número cuatro, filtros número cuatro...
Rina cambia su expresión y mira a Róber.
Oscuro.
4
Mismo lugar. Paulina y Alma. Paulina ha estado llorando.
Alma Bueno, bueno. Basta mujer, que me vas a hacer llorar a mí. Estás bajo mucho estrés. Tenés
que hablar con él.
Paulina No, Alma. No puedo.
Alma ¿Y qué vas a hacer? No podés irte ahora, Paulina. Ya te integraste al equipo, te necesitamos.
Me gusta tu manera de trabajar. Sos desinteresada, segura, arriesgada, precisa.
Paulina No, Alma. No sirvo. Me desconcentro. Cometo errores. Uno tras otro. Duermo mal.
Alma ¿Pero Rina no te dio unas pastillas?
Paulina Sí, las de los venezolanos; pero se ve que no tenía muy clara la composición. La cosa es
que me pegan de un modo tremendo. Me paso la noche jugando al Pinball de la computadora. Hace
dos noches que estoy así. Ya no puedo ni pensar. Max me pidió que lo ayudara con la demostración.
Tengo que revisar cuarenta y tres puntos y apenas voy por el número cuatro. De sólo pensar en él
me pongo como una idiota. Le digo que sí a todo y no escucho nada de lo que dice. Y me aprecia, yo
sé que me aprecia. Me pregunta a cada rato cómo estoy y yo no sé ya qué contestarle. Entonces
viene, me toca la mejilla, me dice que estoy linda, me agarra de las manos y me habla de ella.
(Pausa.) Alma. ¿Es imposible evitar que venga?
Alma ¿Quién?
Paulina Mónica de D’Almessi.
Alma ¿Pero qué decís?
Paulina ¿Es imposible?
Alma Sabés que sí.
Pausa.
Paulina ¿Dónde va a dormir?
Alma Paulina…
4D Óptico
de Javier Daulte
19
Paulina ¿Dónde?
Suena el celular de Alma.
Alma Ala sur. Habitación seis.
Paulina ¿Podés ponerla en el ala norte?
Alma ¿Qué estás planeando?
Paulina ¿Podés?
Alma (Atendiendo.) ¿Sí? (…) Sí, sí; páseme. (…) Mónica ¿qué tal? (…)
Paulina Ah. ¿Es Mónica?
Alma (Al teléfono.) Bien, bien. ¿Cómo estás vos? (…)
Paulina (En voz baja y ayudándose con señas.) Decile lo de la habitación…
Alma (Al teléfono.) Ajá.
Paulina Alma, lo de la habitación.
Alma (Al teléfono, haciéndole señas a Paulina de que la deje tranquila.) Aja, sí. (…)
Paulina (Muy rápido y en voz muy baja.) No, digo, es que si vas a cambiarla de habitación es
muchísimo mejor que se lo digas ahora. Porque después va a ser complicadísimo…
Alma (Al teléfono.) Ajá, claro.
Paulina Alma…
Alma (Que no puede concentrarse en ambas cosas, sigue hablando con Mónica mientras intenta
ignorar a Paulina) Mirá, lamentablemente no vamos a poder ir a buscarte al aeropuerto…
Paulina Alma, escuchame un momento a mí y después hablás con ella…
Alma (Al teléfono.) Pero hacés así…
Paulina Alma, decile que…
Alma (Al teléfono.) … tomás un taxi, le pedís el ticket y después te damos la plata …
Paulina Alma, por favor, un segundito.
Alma (Al teléfono.) Un tiempo precioso, sí…
Paulina Decile que espere un momentito...
Alma (Al teléfono.) Por la noche refresca bastante, claro. (…) No, no mucho; la calefacción está
bien, además…
Paulina Decile que espere un momento y atendeme a mí.
Alma (Al teléfono.) ¿Traje de baño? (…) No, pileta climatizada no tenemos acá. (…)
Paulina Alma…
Alma (Al teléfono.) Sí, un abrigo liviano. (…)
Paulina Alma…
Alma (Al teléfono.) ¿Algo más grueso? Puede ser. (…)
Paulina Alma, por favor…
Alma (Al teléfono.) No, guantes no creo que vayas a necesitar...
Paulina Alma…
Alma (Al teléfono.) A ver ¿me perdonas un segundo? (Silencia el teléfono. A Paulina) Basta,
Paulina.
Paulina ¿Cuándo llega?
Alma Mañana a la mañana.
Paulina ¿Y quién va a pasar a buscarla?
Alma Ya me oíste. Va a tomar un taxi.
Paulina Decile que la voy a ir a buscar yo.
Alma No.
Paulina Decile.
Alma Acabo de decirle que nadie podía pasar a buscarla.
4D Óptico
de Javier Daulte
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Paulina Decile que cambiaste de opinión. No, decile que vine yo y te lo dije. No, no le digas que
voy a ir yo. Decile que alguien va a pasar a buscarla y listo; pero no le digas que voy a ir yo. O sí,
decíselo; hacé como te parezca. No, mejor decile que….
Alma (Con firmeza.) Basta. (Paulina calla. Silencio. Alma vuelve al teléfono) Disculpame, pero
me… (…) No, Maximiliano no. En este momento no está. (…) Mirá, vamos a hacer lo siguiente.
Alguien va a pasar a buscarte. (…) No, no. No te preocupes, no es ninguna molestia. Decime el
número de vuelo. (…) Y la hora. (…) Ocho treinta y cinco. Perfecto. (…) Nos vemos mañana. (…)
Hasta mañana. (…) Muy bien. (…) Adiós. (Cuelga.)
Paulina No le aclaraste el tema de la habitación.
Alma Creo que vas a tener tiempo para aclarárselo vos misma mañana en el camino desde el
aeropuerto. Paulina; nadie excepto Max está contento de que Mónica de D’Almessi esté con
nosotros. Es evidente que su incorporación es producto de una negociación entre Juan Segundo y la
Fundación. Pero justamente por eso este es el momento en el que más tenemos que mantener la
sangre fría. Es muy probable que Mónica quiera obtener pruebas de negligencia por parte del equipo
para así justificar un cambio completo del personal de planta. Eso nos va a poner tensos y vamos a
ser muy propensos a cometer errores. Sé lo que te pasa y te entiendo. Pero no quiero torpezas
innecesarias. ¿Está claro? Y un consejo. Que Max no se entere de lo que sentís por él.
Paulina (Asintiendo.) Alma. (Alma atiende.) Necesito que me prestes el auto. Para ir a buscarla.
Max (Entrando.) ¿A quién?
Alma Acabo de hablar con de D’Almessi. Llega mañana a la mañana.
Max ¿Ya le asignaste habitación?
Alma Alguna en el ala norte.
Max Ah. Pensé que estaría en la sur. (Alma sale. Max se dirige a Paulina.) Está muy bien que la
vayas a buscar. Me gusta que se hagan amigas.
Paulina ¿Ah sí?
Max ¿Por qué esa cara? ¿Qué pasa?
Paulina Nada, nada...
Max Alma ya te estuvo haciendo la cabeza ¿no?
Paulina Sí, un poco...
Max No le hagas caso. De D’Almessi no es una espía.
Paulina No, claro; si eso ya lo sé...
Max Alma está celosa; es eso.
Paulina Claro...
Max No se lo digas a nadie...
Paulina No...
Max Pero Alma y yo tuvimos algo hace un par de años.
Paulina Ah.
Max Ella me confesó que estaba enamorada de mí o por lo menos es lo que creí entender. Nos
acostamos.
Paulina Ah, mirá vos.
Max Después me di cuenta de que lo hice por lástima.
Paulina Ajá.
Max Nunca se lo dije, claro; pero en el fondo ella lo sabe y no me lo perdona.
Paulina Claro...
Max ¿Si no por qué le daría a Mónica una habitación en el ala norte?
Paulina No me lo explico.
Max Las visitas siempre se alojan en la sur.
4D Óptico
de Javier Daulte
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Paulina Siempre.
Max No me gusta que esté abusando así de su posición.
Paulina Horrible.
Max ¿Crees que tengo que hablar con ella?
Paulina ¿Con... Alma?
Max No. Mejor no.
Paulina Mejor no, mejor no.
Max Sino va a creer que todavía estoy enganchado con ella.
Paulina Exacto.
Max ¿No creés que hay que estar muy enfermo o ser un idiota rematado para seguir enamorado de
alguien que no te hace caso?
Paulina Una barbaridad.
Max ¿Vos pensás que estoy enamorado de de D’Almessi?
Paulina No... sé...
Max Bueno, bueno, bueno. Te voy a confesar otra cosa, Pauli; pero esto tampoco tenés que
decírselo a nadie. (Pausa.) Sí. (Silencio. Paulina no puede reaccionar) ¿Te sorprende? Yo estoy
más sorprendido que ninguno; el primero. No puedo pensar en otra cosa. No sé si ella está
enamorada de mí. Pero no te preocupes que no voy a hacer ninguna tontería.
Ingresan Rina y Julia. Entran presurosas trayendo un equipo de monitoreo bastante sofisticado. Las
sigue Alma.
Max ¿Qué?
Rina Andy.
Julia Está en el corredor siete. Viene para acá.
Rina (A Paulina.) Ayudame a conectar acá.
Max y Paulina también se ponen en acción. Es evidente que en parte saben de qué se trata.
Conectan monitores.
Rina Róber me comentó que escuchó algo anoche. Pero no quise hacerle caso. ¿Cómo va, Paulina?
Paulina Mal.
Rina Probá con estas. (Le da unas pastillas.) Después me contás qué tal fueron.
(Enciende los monitores. Se coloca auriculares.) Es prodigioso. Oí. (Le pasa los auriculares a
Max.) Ahí está. (Muestra un monitor.)
Paulina ¿Lo están grabando?
Rina Es el circuito cerrado.
Paulina Vamos a grabarlo. Necesito una cinta.
Julia Una cinta. (Todos buscan.)
Max Acá hay una. (Le entrega una cinta de video a Paulina. Ésta la pone en una grabadora.)
Alma ¿Róber dónde está?
Julia Ahí. (Señala un monitor.) Con él.
Alma ¿Creés que tiene que ver con las radiaciones que recibió?
Rina Muy probablemente.
Max Un nivel alucinatorio muy fuerte. ¿Le diste algo para tomar?
Rina Nada. Estaba perfectamente.
Max Y Róber dice que empezó anoche con esto.
Rina Dice que oyó algo.
Max ¿Algo como qué?
Julia No sabía explicarlo. Primero creyó que era la tele, pero después reconoció que era la voz de su
hermano.
4D Óptico
de Javier Daulte
22
Max Miralo, miralo.
Rina De verdad es increíble.
Max ¿Querés que lo amplifique?
Rina ¿Podés?
Todos observan a Andy a través de los monitores.
Julia ¿Pero adónde se está metiendo ahora?
Max No va a poder abrirla. Esa puerta lleva combinación.
Julia No parece querer abrirla.
Paulina Es como si estuviera con alguien.
Voz Andy/Ojeda (Amplificada.) Es p/…r/quí. La puer/... scar/ata. (Todos miran a la puerta.) Ven…
an/ /… an.
Julia Ya está acá.
Max Va a entrar.
Todos miran hacia la entrada. Ingresa Róber como impulsado por una gran fuerza que lo tumba en
el suelo.
Róber (Levantándose.) No lo miren a los ojos.
Ingresa Andy/Ojeda. Todos evitan mirarlo directamente a los ojos.
Andy/Ojeda Es …/cá.
Alma lo mira.
Róber ¡No lo mires!
Pero la advertencia llega tarde. Las miradas de Alma y Andy/Ojeda se han encontrado y Alma sale
despedida lejos de él. Cae al suelo inconsciente. Comienza a convulsionar. Paulina, Rina y Julia
van donde está Alma. Max va hacia Róber.
Rina ¡Alma!
Róber ¡Cuidado!
Paulina ¡Algo para que muerda! ¡Rápido!
Andy / Ojeda habla. Su discurso es confuso. El efecto es en todo similar al que se produce con una
defectuosa comunicación por celular en la que la voz del interlocutor aparece entrecortada por
fracciones mínimas de silencio que parcializan la emisión. Mientras tanto los demás se ocupan de
Alma.
Róber (Por Andy) Es como un campo electromagnético descentrado. La fuerza es aleatoria.
Rina (Por Alma a quien ausculta improvisadamente.) Por Dios, esto no es una taquicardia; no sé
qué es, está a punto de darle un infarto.
Paulina Necesito adrenalina; un miligramo.
Max Róber, ayudame, las cubetas.
Róber No puedo agarrarlas.
Rina ¿No me oíste, Róber?
Julia (A Paulina, tratando de arrastrar a Alma.) Acá, acá, abajo de la mesa. Ayudame.
Paulina Róber, vamos.
Róber No puedo.
Róber mueve sus brazos pero no puede tomar la cubeta con las ampollas que le pide Paulina. Es
como si no pudiera calcular las distancias.
Paulina ¡Max, ayudalo!
Rina (Por Alma.) ¡Se muere!
Julia (A Rina.) Dejame.
Hace a un lado a Rina. Golpea con ambos puños en el pecho de Alma.
4D Óptico
de Javier Daulte
23
En ese momento Andy/Ojeda pasa al lado de Paulina y sus miradas se encuentran. Paulina sufre el
mismo shock que Alma y cae en convulsiones.
Rina ¡Max, Róber!
Max (A Julia y Rina.) ¡No lo miren!
Andy/Ojeda está en medio de las mujeres, quieto. Mirando fijo hacia un punto en el espacio. Luego
se vuelve. Prácticamente está cara a cara con Rina.
Max Quieta, Rina.
A continuación se producen tres situaciones simultáneas. Por un lado Andy/Ojeda; por otro la
situación de Julia y Rina casi rozando a Andy/Ojeda, quietas, obedeciendo las premisas de Max; y
finalmente Róber que intenta infructuosamente preparar un inyectable para Paulina y Alma que
yacen en convulsiones en el suelo.
Rina Despide calor. (…) Me está quemando, Max.
Max Cuando te diga, te tirás al suelo. Todavía no.
Julia Algo raro pasa con la mano.
Max (A Róber.) ¿Lo tenés?
Róber ha logrado tomar una cubeta metálica y se la pasa a Max.
Róber (A todos.) Está generando una distorsión perceptiva.
Julia (A Max.) Rápido, Max.
Max (A Róber.) Acá, acá. Dámelo.
Toma las jeringuas y las ampollas que le tiende Róber. Prepara rápidamente un inyectable.
Max ¡Rina, despacio, atrás!
Rina comienza a inclinarse hacia atrás en la medida en que Andy/Ojeda se inclina hacia adelante.
Max (A Julia.) Lo tengo. ¿Podés hacerlo, Julia?
Julia (Desde su lugar, a Max.) Dámelo.
Max (Le extiende la jeringa. Pero Julia está inmóvil de espaldas a él, sin poder moverse.) Agarralo.
(La guía.) Más a la derecha. Ahí está.
Julia toma la jeringa.
Rina Me caigo.
Max Sostenéla, Julia.
Julia (A Rina.) Apoyate en mi mano.
Max (A Róber.) ¿Cómo estás?
Róber Los planos se me confunden. Tengo la percepción visual desordenada.
Julia (Por Andy/Ojeda.) Si no se mueve no voy a poder hacerlo.
Róber Esperá. (Con esfuerzo se pone de pie.) Hay algo. Algo alrededor de él. (Camina a una
distancia alrededor de la escena.) Y se está estabilizando.
Max ¿Pero qué dice?
Róber No sé.
Las convulsiones se Alma y Paulina son mucho más leves ahora. Quietud y silencio mientras
Andy/Ojeda continúa hablando.
Andy/Ojeda No/… antes la/… oz ¿/…eres? (Pausa.) Tengo/… l/… lata. (Pausa.) /…í, será/… í.
/…í/… arán las m/… /ará por esa pu/… /…pera.
Andy /Ojeda comienza a moverse por el lugar.
Max ¡Ahora!
Rina y Julia se mueven.
Julia (A Rina.) Desabrochale.
Rina obedece y desabrocha la chaquetilla de Paulina. Julia inyecta primero a Alma, luego a
Paulina.
4D Óptico
de Javier Daulte
24
Rina Acá abajo.
Julia y Rina arrastran a Alma y Paulina debajo de mesas.
Andy/Ojeda sufre una violenta y prolongada convulsión. Andy vuelve a ser él mismo. Es como si
hubiese despertado de una horrenda pesadilla. Se echa a llorar como un bebé. Se vuelve y se
marcha.
Róber ¡Andy!
Julia Esperá.
Róber Voy con él. ¡Andy! (Sale por donde lo hizo su hermano.)
Silencio. Los que quedaron comienzan a recomponerse.
Max ¿Esto se grabó?
Rina Creo que sí.
Max y Julia corren a comprobarlo.
Max Sí.
Todos respiran aliviados.
Oscuro.
5
Mismo lugar. Alma, Rina, Julia, Max y Róber. Es de madrugada. Se los ve extenuados. Julia y
Róber regañan a Alma.
Julia No, Alma, es tu responsabilidad si la seguridad de los protocolos falla.
Róber Y Mónica de D’Almessi ya tiene un pie acá dentro.
Max (A Julia y a Róber) Basta. (Julia y Róber callan. Max se dirige a Rina.) Rina.
Rina Hasta donde puedo entender el campo de influencia de la lente iónica del protocolo del
Hyperdeep generó un campo magnético alrededor de las terminaciones micronerviosas de las
pupilas. A nivel cortical se produjo una descarga masiva que afectó a todas las fuentes motoras, y en
especial a la del habla.
Alma Como una epilepsia.
Rina El mecanismo es el mismo. Pero el efecto en este caso es expansivo. La red neuronal chocó y
absorbió la descarga de partículas del Hyperdeep a nivel cuántico modificando la estructura
preprimaria de las células. La energía disipada en un modelo mecánico tiene una organización
previsible. Ahora, el mismo fenómeno sobre tejido orgánico se mueve por saltos con patrón
inclasificable.
Róber Pero si la lente iónica estimula como suponemos partículas inteligentes que envuelven a la
lente, Andy tendría que haberse quedado ciego.
Julia Esa es la versión optimista. En un campo así de intenso las partículas tienden a anularse entre
sí o a colapsarse sobre ellas mismas. En tal caso más que la ceguera de Andy lo esperable hubiera
sido una fisión positrónica con la que en este momento estaríamos en el centro de un cráter atómico
de aproximadamente un par de kilómetros de diámetro.
Rina A menos que el ojo tenga la capacidad de sintetizar químicamente las partículas de espín cero
uno y dos, como si se tratase de proteínas, lo cual teóricamente no es imposible y sin duda es lo que
sucedió.
Róber Aún así no se explica la estabilidad del fenómeno.
Rina Lo explicaría el Teorema de Unificación.
Max ¿El Teorema de Unificación? En ese caso...
Julia El nervio óptico se comporta como si fuese un tubo catódico y devuelve la energía en sentido
opuesto.
Róber O sea que es eso lo que deforma la percepción.
4D Óptico
de Javier Daulte
25
Rina Exacto. Se alteran los centros perceptivos desde afuera y no desde dentro. No es que
desaparezca la percepción, sino que cambian sus leyes.
Max ¿Cómo?
Rina A ver, Max; es como si tuvieses que manejarte en un mundo reflejado en un espejo. El
adelante se vuelve atrás y el atrás adelante. Si estás frente a un espejo y detrás de vos hay un sillón,
para sentarte en el sillón del espejo no tenés que acercarte a sillón real, sino alejarte.
Todos piensan un segundo.
Todos Ah, claro.
Silencio.
Julia Por eso Róber no podía agarrar la cubeta.
Rina Por otro lado, el campo de influencia del fenómeno es aparentemente de radio variable.
Alma ¿Y eso de qué dependería?
Rina Si la excitación neuronal es la clave de todo, depende de la Triple Curva de Giraux.
Alma O sea que estamos hablando del estado de ánimo. El de Andy en este caso.
Julia Como un virus que se activa a través del estado emocional del portador.
Alma En conclusión puede volver a pasar.
Rina Me parece que sí.
Alma ¿Creés que puede revertirse?
Max No, no, no; esperen, esperen un momento. Están hablando de esto como si se tratara de un
fenómeno regular normalizado. Y no podemos rescatar ahora el Teorema de Unificación que
sabemos es obsoleto.
Róber Es cierto. Según tengo entendido el Teorema nunca terminó de desarrollarse.
Rina La cosa es así. En los ‘70 la Unión Soviética interrumpió la investigación por considerar que
sus contenidos tenían base teológica y que por lo tanto se trataba de basura anticomunista. Pero
dicen que Khalatnikov siguió trabajando en secreto y que de algún modo enviaba sus manuscritos a
la Cátedra Newton de Cambridge, donde fueron considerados grosera propaganda comunista. Sea
como sea, si hubo algún avance en la teoría de Khalatnikov, los resultados nunca fueron publicados.
Max Y con razón. Ese Teorema es una fantasía romántica de raíz post medieval. Galileo lo esbozó
sin querer como justificación ante la Inquisición, argumentando que el conocimiento se movía en el
mismo sentido que el pensamiento de Dios.
Alma Es lógico que el Buró Soviético lo considerara improcedente.
Róber Eso no quiere decir que sea obsoleto.
Max Lo que digo es que para hacer encajar el fenómeno que sufrió Andy dentro de las teorías
físicas conocidas tendríamos que admitir que el universo y sus leyes fueron creados para que ESO
fuese posible.
Rina ¿Y cómo lo explicarías vos entonces?
Max Como una aberración. Después de todo fue un accidente; y es fundamental tomar en cuenta eso
a la hora de las consideraciones ulteriores. Las variables que pudieron intervenir en el fenómeno son
infinitas. Fue lo que se llama un Protocolo Descontrolado de la Familia de los Espontáneos de Roos.
(Todos asienten.) Y además Andy es un idiota lo cual suma un nuevo múltiple de múltiples de
variables. Perdoname, Róber, pero tenemos que llamar a las cosas por su nombre.
Julia Es un fenómeno concreto. Sucedió y lo vimos. Las matemáticas no pueden quedar indiferentes
a la física.
Max La física no es nada hasta que no se la explica matemáticamente.
Julia Bueno.
Max El nacimiento de un bebé con dos cabezas no explica a la biología, Julia. Es la biología la que
tiene que hacerse cargo de esa aberración. Ahora las deformaciones congénitas están dentro del
4D Óptico
de Javier Daulte
26
campo de la biología, muy bien; pero eso es muy distinto de suponer un propósito en la naturaleza
genética de producir un mundo con gente de dos cabezas. Según Rina, estaríamos frente a un
fenómeno de ilusión óptica con fuerza gravitacional aleatoria ¿sí?
Rina Algo así.
Max Y sostenés que hubo como una perforación en el campo perceptivo ¿verdad? ¿Es más o menos
esa tu teoría?
Rina Sí.
Max Bien. ¿Por qué no me afectó a mí? Yo estaba acá también. ¿Por qué no sufrí el calor, la
deformación perceptual?
Alma Quizá porque no estabas dentro del radio de influencia.
Róber O pude ser yo, que estaba cerca de vos, que concentré el campo gravitatorio y lo desvié.
Julia Eso sólo podría explicarse si volvemos a la Triple Curva de Giraux de excitación neuronal.
Max Si todo lo vamos a terminar explicando por la Triple Curva de Giraux entramos en un terreno
indecidible. Psicosis colectiva, histeria por contagio, lo que sea. Que seamos científicos no quiere
decir que todo lo que se produce a nuestro alrededor sea ciencia. Y todavía no estamos en
condiciones de traducir los fenómenos psicológicos en longitudes de onda. No me miren con esa
cara. La subjetividad es EL OBSTÁCULO y estamos tratando de integrarlo al fenómeno para poder
encontrar algo que nos explique lo que pasó con Andy. No nos olvidemos que si bien Giraux
descubrió la paradoja y eso lo hizo famoso, tampoco pasó de ahí. Con su propia demostración llegó
a un callejón sin salida. Si por eso no le dieron el Nóbel. Para demostrar que estaba en lo cierto tuvo
que demostrar que estaba equivocado. Si por eso dicen que se suicidó.
Julia Se suicidó porque su mujer lo dejó por un banquero.
Max ¿Ves? Ahí lo tenés otra vez: LA SUBJETIVIDAD ES EL OBSTÁCULO. Es la misma
demostración de Giraux la que dice que el asunto es indecidible. ¿Vamos a tomar en cuenta todo lo
que está pasando acá? ¿Qué prueba mensurable tenemos de las peleas entre Rina y Julia, o de la
tensión de Alma por las presiones de la Fundación?
Julia ¿O del hecho de que estás enamorado de Mónica de D’Almessi?
Silencio.
Max Eso sí que no podés probarlo.
Alma ¿Entonces?
Rina ¿Sugerís que lo cataloguemos como un error?
Róber Eso seguiría siendo científico.
Max O que generemos una comparación para que empiece a serlo.
Alma ¿Con qué? Por favor, Max. No estarás pensando en repetir la experiencia. (A los demás que la
miran sugestivamente.) No, no, no. No podemos volver a abordar un avión que estuvo a punto de
estrellarse. Son las seis de la mañana. Y hay prioridades. De D’Almessi va a estar acá en menos de
tres horas. Es obvio que no vamos a poder resolver nada en ese lapso. Tenemos que descansar. Y
aunque suene a frivolidad lo más importante ahora es que de D’Almessi no tenga noticias de lo que
está pasando acá. Róber, lo lamento, pero Andy tiene que seguir encerrado.
Rina Está bajo el efecto de sedantes. No tenés de qué preocuparte.
Alma (A Max, tendiéndole las llaves de un auto.) ¿Podés darle esto a Paulina? Son las llaves de mi
coche. En un rato debería salir para el aeropuerto para buscar a Mónica. A las nueve y media los
quiero acá con sus mejores caras. Róber, vení conmigo. Si hacemos el treinta y dos después del
desayuno… (Sale seguida de Róber.)
Max ¿Apago todo?
Rina Esa computadora no. Paulina dejó corriendo el programa procesando el video que se grabó de
Andy.
4D Óptico
de Javier Daulte
27
Max Nos vemos en un rato. (Sale.)
Rina Que descanses, Julia. (Va a salir.)
Julia Rina.
Rina (Deteniéndose.) ¿Qué?
Julia Lo de la otra mañana. Quería pedirte disculpas.
Rina Está bien. (Está por salir otra vez.)
Julia Rina. (Rina se vuelve.) ¿Qué pensás de mí?
Rina Julia, tenemos que descansar.
Julia ¿Creés como Max que soy una… amargada? Yo… yo amo mi trabajo y… y también lo amo a
Róber… Si esas cosas no me importasen sería todo mucho más fácil. Vos sos una persona práctica,
Rina. Te envidio eso. Yo no. Yo soy torpe. Y me enojo con mucha facilidad, pero es porque quiero
que todo sea bueno. Yo creo que… la ciencia es buena, o que debería ser buena y… Sé que lo que
más me importa en este mundo tiene en parte que ver con lo que nos ocupa acá todos los días, y sé
que tenemos que trabajar duro, sin descanso para que exista la remota posibilidad de algún día ver
convertida en realidad aunque no sea más que una ínfima parte de lo que, como científicos, soñamos
o imaginamos. Pero también sabemos que lo más importante (vos entendés a lo que me refiero
cuando digo LO MÁS IMPORTANTE ¿no?); bueno, eso, sabemos que no lo vamos a ver. Quiero
decir que ya no vamos a estar acá cuando suceda, si es que sucede. Max tiene razón, la vida es EL
OBSTÁCULO, pero también es el único vehículo; quiero decir ¿quién haría todo esto sino? Por eso
digo que la ciencia tiene que ser buena; sino nada tendría sentido. No sé muy bien qué quiero decir.
Perdoname.
Rina Julia, no sé si la ciencia es buena. Pero que da mucho trabajo, de eso estoy segura.
Julia Sí, da trabajo; como los hombres.
Rina Ahora hay que dormir.
Julia Soy una tonta. Nos vemos en un rato.
Rina Hasta luego. (Sale.)
Oscuro.
6
Mismo lugar, unas horas más tarde. Mónica de D’Almessi habla por un celular.
Mónica No, el vuelo estuvo bien. El dolor de cabeza es por el vodka. (…) No, en el avión. O por las
pastillas esas que me diste. (…) Sí, en horario. Quería desayunar en la cafetería del aeropuerto; no
sé, tomarme un jugo, leer alguna revista, pero ahí estaba esta chica, Paula, Paola, no sé cómo se
llama, que me estaba esperando. Una puntualidad exasperante. Además dice que me conoce de no sé
donde, que concursamos juntas para unas Pasantías. Carlos, decime ¿yo concursé alguna vez para
algo que fuera legal? (…) ¿Ah sí? ¿Y cómo salí? (…) ¿De verdad? (…) Bueno, por supuesto que la
saludé abrazándola como si fuese mi hermana gemela. Debe suponer que la recuerdo mejor que a mi
madre y que la adoro. Después se quedó muda durante todo el camino desde el aeropuerto hasta acá,
no creo que esté bien esa chica. Este lugar es espantoso, Carlos. Parece un asilo, el paisaje es
deprimente, no hay donde ir a tomar una copa de noche y hay que usar guardapolvo. Quiero estar de
vuelta en dos días. Ya sé que no podés hacer nada. Pero a alguien tengo que decírselo. (…) ¿Ahora?
Estaba desayunando con todo el equipo. (…) No, puse una excusa y me escapé un segundo. (…) No,
no estoy en mi habitación; no me hables de mi habitación, mi ventana está enfrentada a la de la
chica, la tarada esta que me vino a buscar, Paola, sí. Estoy en… (Mira el lugar.) No sé. Un
laboratorio. Claro que acá todo es como un laboratorio. Para colmo está ese otro pesado de Max, sí,
el que me encontré en ese congreso decadente de Bremen, el que te dije que me seguía para todos
lados. Cometí el error de reírme de un par de chistes malos que hizo y ahora cree que estoy
4D Óptico
de Javier Daulte
28
dispuesta a recorrer el mundo con él. No puedo ni mirarlo que me sonríe como un imbécil todo el
tiempo. Esto me va a costar un mes de depresión, yo sé lo que te digo. Adoran trabajar, se levantan
tempranísimo. (…) Va a ser dificilísimo encontrar irregularidades por acá. Y tengo que mandar a la
Fundación tres informes diarios. (…) Encontrar algo, cualquier cosa que los hunda. Y ya te lo digo;
no va a ser fácil. (…) Por supuesto que si no hay más remedio voy a tener que inventar algo. (…)
Ahora tengo que dejarte. (…) Que tengo que dejarte. Te llamo. (Corta. Se acerca a la puerta del
costado. Es como si hubiese escuchado algo que viene de allí. De pronto ingresa Paulina con una
taza de té. Mónica se sorprende.) Ah, Paula. Buscaba el baño y me perdí. Esto es como un laberinto.
Todos los pasillos son iguales. No entiendo cómo los arquitectos pueden ser tan sádicos.
Paulina Estamos acá al lado. Supuse que preferirías tomar acá tu té. El encuentro de la mañana es
en veinte minutos. (Va hasta una caja y saca de ella un guardapolvo.) Acá tenés un guardapolvo.
Calculo que es tu talle. Si necesitás algo más…
Mónica ¿Tienen cama solar?
Paulina ¿Eh?
Mónica Cama solar. Cama solar. ¿O creés que nací tostada?
Paulina (Pausa.) No.
Mónica Era un chiste.
Paulina Ah.
Mónica ¿Tienen?
Paulina ¿Qué?
Mónica Cama solar.
Paulina ¿No dijiste que era un chiste?
Mónica Ése no. En fin. ¿Qué es eso? (Señala la puerta.)
Paulina Una puerta.
Mónica No estás colaborando, Paola.
Paulina Pau... lina.
Mónica Pau... lina…
Paulina ¿Qué?
Mónica ¿Qué está pasando acá?
Paulina Nada.
Mónica ¿Y esto qué es? (Se acerca a la computadora de Paulina.)
Paulina Sabemos a qué viniste.
Mónica ¿Ah sí? ¿A qué? (Por la computadora.) Este programa ya terminó de correr. ¿Vemos el
resultado?
Paulina No.
Mónica (Por la computadora.) Es una grabación. (Se sienta frente a ella.) Intentaste mejorarla, pero
por lo que veo acá, no se ha logrado mucho con ese programa. Hay que estirarlo para que aparezca
el revés de esos pliegues que hay ahí. Es mucho más sencillo si usás el BOOF Univérsal. Acaba de
aparecer en California. (Saca de su cartera un CD y lo inserta en el lector de la computadora de
Paulina.) La Universal Studios (de ahí lo de BOOF Univérsal) subvencionó el desarrollo. Sirve para
mejorar el sonido directo de los rodajes. Discrimina hasta diecisiete mil bandas simultáneas. Con los
pliegues visuales no vamos a tener tanta suerte porque no se ha inventado aún un programa para las
imágenes, pero algo es algo ¿no te parece?
Paulina No podés tocar esa computadora.
Mónica ¿Por?
Paulina Porque no es mía.
4D Óptico
de Javier Daulte
29
Mónica ¿Y por qué dice “Paulina” acá? Vamos, no seas tímida, lo único que quiero es ayudarte.
(Mientras trabaja en la computadora de Paulina sin que esta atine a hacer nada.) Si obtengo un
buen resultado de esto, el mérito será sólo tuyo, te lo prometo. No te olvides que sos una
Concurrente y es tu trabajo sacar ventaja. ¿O creés que alguno de ellos te va a dar algo? No, cariño.
Ellos creen que sos una buena colaboradora y nada más. Suponen que están haciendo ciencia pero
nada más aprietan botones. Ya no quedan científicos en este mundo. Se jactan de llevar sus
cuadernos llenos de apuntes incomprensibles hechos en lápiz. Viejos dinosaurios conservadores.
Creen que la verdadera ciencia es difícil. La ciencia es un juego o no es nada. Lo difícil es defender
viejas ideas cuando el mundo cambió. No sé si oíste hablar de la Chicago Seak & Search Fundation
que invierte millones desde hace años para construir una máquina que domine la flecha del tiempo y
pueda predecir el futuro. El dinero de esa Fundación proviene en un noventa por ciento de
compañías aseguradoras americanas; buscan naturalmente evitar pérdidas inútiles. Ustedes trabajan
para que una mega pesquera japonesa encuentre nuevas e insospechadas variedades de pecado en las
profundidades inexploradas del océano y obligarnos a comer sushi hasta hacernos perder la razón.
La teoría del caos continúa desarrollándose para saber si va a llover o si habrá un sol radiante el
domingo próximo y así prevenir de millonarias pérdidas a las empresas de turismo. La ciencia no
está al servicio de hacer un mundo mejor sino para hacer más rentable éste. Y los beneficios son
sólo para algunos. (Pausa.) Para probar la existencia de eso que algunos llaman CIENCIA PURA o
VERDADERA, debería descubrirse algo tan asombroso como inútil. Aunque algo que no cotice en
la bolsa difícilmente pueda hoy en día considerarse asombroso ¿no creés? La imaginación del siglo
XXI está muy por debajo de cualquier desafío económico. Podemos resentirnos y ser un dinosaurio
más o apreciar la ironía del tiempo que nos toca vivir. (Por la computadora, sobre el cual Mónica
no ha dejado de trabajar durante toda su tirada.) Esto ya está. Y veo que nos va a dar una
interesante sorpresa… A menos que quieras que lo deletee. Y que volvamos atrás. No creo que te de
lo mismo. Algún tipo de curiosidad debe esconderse detrás de tanta torpeza (y lo digo con cariño, no
con malicia). Decime qué tecla presiono. ¿Enter o Delete?
Paulina ¿Qué querés?
Mónica Vamos, Paulina; ¿qué esconden detrás de esa puerta?
Paulina Nada.
Mónica ¿Nada?
Paulina Quiero decir que no hay nada que ocultar.
Mónica Decime qué hay entonces.
Paulina No puedo.
Mónica Pero querés decírmelo.
Paulina ¿Por qué querría hacer eso?
Mónica Para pedirme algo a cambio.
Paulina ¿Qué querés?
Mónica ¿Yo? Si ya lo sabes. Eso me dijiste hace un momento. El asunto es qué querés vos.
Paulina Quiero hacer lo correcto.
Mónica Mentís. Querés negociar.
Paulina No es cierto.
Mónica Y diste con la persona indicada.
Paulina No deberías estar acá.
Mónica ¿A qué viniste?
Paulina Sos vos la que viniste.
Mónica ¿A qué viniste hace un momento a molestarme con ese té, para qué me buscabas? Querías
hacerme algún tipo de proposición ¿creés que soy estúpida?
4D Óptico
de Javier Daulte
30
Paulina No te acerques a Max.
Silencio.
Mónica Estamos empezando a ser sinceras. ¿Lo amás? Voy a apretar Escape, Paulina. ¿Qué más?
¿Qué están ocultando?
Paulina No sé si lo amo.
Mónica ¿Y yo lo amo?
Paulina Espero que no.
Silencio. Se miran detenidamente. Mónica finalmente sonríe. Paulina también. Es como si existiese
algún tipo de entendimiento entre las mujeres.
Mónica Bien. Veo que vamos a poder ser amigas. Noté que nuestras ventanas están enfrentadas,
será difícil esconder los secretos la una a la otra. (Por la computadora.) ¿Estás lista?
Paulina Sí.
Mónica (Le da unos auriculares especiales a Paulina y se pone otros ella.) Se va a oír por los
parlantes, pero la frecuencia mejora notablemente si nos ponemos estos auriculares.
Paulina se pone los auriculares. Mónica aprieta Enter. Se oye la voz de Andy/Ojeda amplificada.
Mónica y Paulina, debido a los auriculares deben gritar para comunicarse entre sí.
Voz de Andy/Ojeda Es por acá.
Vengan. Vengan.
Mónica Ahí está. ¿Ves? El plano sonoro
estaba plegado, como te dije. (Trabaja con
(La voz de Andy/Ojeda entrecortada.)
el mouse y hace una demostración práctica
para que Paulina comprenda.)
Plegado…
Es …/cá.
(Mouse.)
(La voz de Andy/Ojeda normal.)
Desplegado…
¿Qué opinan?
Pausa.
(Mouse.)
(Entrecortada.)
Plegado…
Mar/…nos … tó su /… oria que todos sin
/udas co/…emos,
(Mouse.)
(normal)
Desplegado…
pero a medias. (Se oyen ruidos en la
grabación.)
Ahí va. (Señala la pantalla de proyecciones
Su apodo se debía a que a pesar del hecho
donde supuestamente se proyecta el vídeo
de no poder tener hijos su esposa quedó
de Andy.) ¿Ves lo que te decía? Los
embarazada siete veces y aún sabiendo que pliegues visuales son apenas como
no eran suyos reconoció a los bastardos y
manchas; en cambio los pliegues sonoros
les dio el apellido.
son notables ¿cierto? ¿Ves ahí? (Señala
(Ruidos, hasta que Mónica ajusta la señal a ahora la pantalla de la computadora.) Esos
través de la computadora; cuando dice
ruidos que se escuchan corresponden a estas
“Ahora sí” escuchamos nítida una nueva
rayitas que aparecen acá; son otras voces,
voz.)
pero si levantamos el nivel de los pliegues...
(Utiliza el mouse para trabajar.) ¿Sabés lo
de los pliegues? Se les dice pliegues en
homenaje a los pliegues que intuyó Einstein
cuando planteó la curvatura del universo;
más tarde... (Por la computadora.) Ahora sí.
Escuchan.
4D Óptico
de Javier Daulte
Voz de Rina/Mariana …hizo cambiar su
testamento y la Mansión fue donada al
Estado Alemán para funcionar como
orfanato a partir de 1929.
Voz de Andy/Ojeda Fue por eso que
cuando Robert Wise la visitó en el 37 y se
quedó prendado de ella no pudo adquirirla.
Voz de Paulina/Angie Imaginó entonces el
argumento de The Baroness. El musical
tuvo un éxito rutilante en Broadway durante
la guerra pero en el 46 fue tácitamente
censurado por sus supuestos contenidos
pronazis.
Sonido de celular.
31
Paulina ¿Pero qué es eso?
Mónica Lo que te decía. Otras voces.
Paulina ¿Pero querés decir que ya estaban
ahí?
Mónica Todo el tiempo. Parece ser una
conversación que estaba semioculta entre
los pliegues del campo sonoro. El programa
BOOF funciona como una planchadora.
¿Sabés exactamente cuál es el origen de
esto?
Paulina Fue un accidente que se produjo
mientras ejecutábamos el protocolo del
Hyperdeep.
Mónica ¿Un accidente?
Paulina Sí, que afectó a Andy, un
Voz de Andy/Ojeda Si me disculpan.
disminuido, hermano de Róber, que ahora
(Ruidos.)
está bajo el efecto de sedantes encerrado ahí
dentro. (Señala la puerta por la que
preguntaba Mónica.)
Mónica Ah. (Por la grabación.) Se ve que
se trata de una conversación cualquiera y
más allá de su peculiaridad no parece
demasiado relevante ¿no creés?
Paulina (Feliz de ver los resultados.) No,
claro.
Sí, él habla. (…) ¡Esther!
En la grabación, se oyen
Mónica (Por la pantalla de
¿Cómo estás? (…) Sí, se
ruidos simultáneos a la voz
la computadora.) Mm…
escucha bastante mal. (…)
de Andy/Ojeda hasta que
Acá hay algo raro. Sí, ¿ves?
Estamos en medio del
son reemplazados por las
Los pliegues son todavía
campo, claro; la señal se
voces de Rina/Mariana y
más delgados, la densidad es
pierde. (…) ¿Estás
Max/Senillosa como
mucho mayor. Hay que
viniendo? (…) Ah ¿ya? (…) aparece a continuación.
ampliar. A veces los
pliegues son detectados por
la máquina pero no aparecen
en el gráfico. Pero si
ponemos el zoom al 7000
¿Acá mismo? ¿Acá mismo
por uno… Ahí. Y ahora
Voz de Rina/Mariana
dónde? (…) ¿Cómo? (…)
…cinematográfico a la
levanto estos tres de acá.
¿Acá en la puerta de
Paramount. Y se construyó
Ahí va ¿ves? Había una
entrada? (…) Ah, sí claro.
una réplica de la Mansión en simultaneidad. Bueno con
(…) No, es que estamos en
unos estudios de
este programa podemos
la otra punta. (…) La
Hollywood. Después se
hacer cualquier cosa;
Mansión es grande, Esther,
utilizó como atracción
separar las bandas,
sí. (…) Podés estacionar el
turística pero la Mansión fue juntarlas…
coche ahí mismo debajo de
devorada por el fuego en
4D Óptico
de Javier Daulte
32
1979. Hay versiones que
dicen que el siniestro fue…
También hay más pliegues
allí… Si los agigantamos…
las glicinas.
Se agregan más
voces.
Voz de
Róber/Sordo
Decile que nos bajen
a abrir.
Voz de
Alma/Esther
¿Puede alguien
bajar?
Voz de Andy/Ojeda
En seguida te van a
Voz de
buscar y te hacen
Róger/Sordo
llegar hasta acá.
Decile que subo con
vos.
Voz de
Alma/Esther
¡Callate! Perfecto.
Gracias.
Voz de Andy/Ojeda
Hasta ahora. Y
bienvenida.
Voz de
Rina/Mariana
(Continúa de
segunda columna
anterior) …urdido
por el último
sobreviviente de los
Urkel desheredados,
Justo Bonifacio
Urkel. Un joven
inescrupuloso y
cruel quien tras la
muerte de su padre
devino en oficial del
Tercer Reich y
finalizada la guerra
huyó a la Argentina
donde fue asesor del
primer período de la
dictadura militar de
ese país. Desde allí
dicen que urdió el
plan que produjo el
incendio que
terminó con la
réplica de la
Mansión en
Hollywood.
Voz de
Max/Senillosa
Según parece tenía
contactos en los
Estados Unidos.
Voz de
Rina/Mariana En
definitiva América
es una sola. Por más
farsa que hagan
saben defenderse
entre ellos.
Además California
Mónica Ahí los
tenés. (Señala en el
monitor.) Una, dos,
tres, cuatro voces…
Es bastante
incomprensible…
Mónica y Paulina
escuchan.
Mónica Acá aparece
una quinta voz…
Bueno, y por lo que
acá se puede ver
sigue así y así… Acá
se simplifica un
poco. ¿Querés seguir
escuchando?
Paulina (Que no
sale de su
desconcierto.)Eh…
no. Creo que está
4D Óptico
de Javier Daulte
33
es un paraíso
bien.
fascista. Quién lo
ignora.
Mónica cierra el programa. El concierto de voces, sonidos e imágenes cesa abruptamente. Silencio.
Mónica Ya está. (Pausa.) Lo guardamos entonces.
Paulina Sí.
Mónica Abrimos una carpeta… Le ponemos… ¿DESCUBRIMIENTO DE PAULINA te suena
bien?
Paulina No sé, bueno, está bien...
Mónica Bueno, ya está. (Apaga la computadora. Silencio.)
Paulina Nos esperan.
Mónica (Cerrando su cartera.) ¿Quiénes eran?
Paulina ¿Qué?
Mónica ¿Quiénes eran? Las voces de la grabación.
Paulina No tengo idea.
Mónica Tenés el ceño fruncido.
Paulina ¿Eh?
Mónica (Le toca la frente.) Muchas preocupaciones. Es lo que produce las peores arrugas. Te voy a
dar una crema.
Paulina Ah, qué bien.
Mónica Nos esperan, decías.
Paulina Sí.
Mónica Vamos entonces. (Mirando las puertas.) ¿Por cuál...?
Paulina Ahí.
Le señala una puerta. Mónica sale por allí. Paulina se demora. Cuando Mónica ha salido, toma de
la computadora el CD y sale por otro lugar. El lugar permanece vacío durante un prolongado
momento. De pronto ingresa presurosa Paulina, seguida de Alma, Julia y Róber. Paulina se
abalanza contra la computadora.
Paulina Yo voy a entretener a Mónica. Ustedes vayan escuchando esto. (Le da a Róber el CD.)
Róber ¿Pero qué es?
Paulina La grabación de Andy planchada.
Róber ¿Cómo planchada?
Paulina Abran TUTORIAL, OTRAS CARPETAS, DESCUBRIMIENTO DE PAULINA.
(Sale por donde saliera antes Mónica. De inmediato vuelve a entrar.) ¡Rápido! (Sale. Los otros se
miran.)
Alma ¿Cómo fue que dijo?
Róber TUTÓRIAL, OTRAS CARPETAS…
Julia DESCUBRIMIENTO DE PAULINA.
Róber Exacto.
Alma Abrílo.
Róber (Que se ha sentado frente a la computadora.) Esperá. (Abre ventanas.) Acá, éste es. ¿Dónde
está Rina?
Alma Max fue a buscarla.
Róber ¿Los esperamos?
Julia Empecemos sin ellos. No sabemos cuánto tiempo podrá Paulina entretener a Mónica.
Alma Dijo rápido.
Róber Lo hago correr desde el inicio.
4D Óptico
de Javier Daulte
34
Alma Sí.
Por los parlantes se oye la voz de Andy/Ojeda.
Voz Andy/Ojeda Vengan, vengan.
A partir de aquí la escena adopta el siguiente procedimiento: Julia, Róber y Alma están
atentos al audio generado por el programa que instaló Mónica; es decir sólo OYEN la
grabación. Supuestamente las imágenes proyectadas en la pantalla grande son sólo
manchas de color, lo que las vuelve confusas. Sin embargo, los personajes involucrados
en la situación grabada efectivamente APARECEN y ejecutan la escena. Es decir que a
partir de aquí, en la columna izquierda estamos en la Mansión Urkel, mientras en la
columna de la derecha permanecemos en los Laboratorios Roosenvart. Las entradas y
las salidas de los actores se coordinan CASUALMENTE para hacer posible la presencia
de los personajes indicados cada vez en cada ámbito.
IMPORTANTE: los personajes del laboratorio NO VEN a los personajes de la Mansión,
es decir que para ellos son invisibles. Para los personajes de la Mansión, el laboratorio
NO EXISTE en absoluto.
Aparecen Ojeda, Mariana, Angie y
Senillosa.
Ojeda Es acá.
Alma, Róber y Julia escuchan atentos.
Róber ¿Qué es esto?
Alma ¿Esa era la voz de Andy?
¿Qué opinan?
Róber No sé. Puede ser.
Julia Sh.
Angie Un lugar amplio e íntimo a la vez.
Los felicito. Muchas veces oí hablar de la
Mansión Urkel. Cuando Ojeda me dijo que
era el lugar que habían elegido no pude
esperar ¿no es cierto?
Senillosa Me obligó a hacer las reservas de
inmediato.
Róber Ése no es él.
Ojeda Mariana nos contó su historia, que
todos sin dudas conocemos,
Alma Ahora sí, ahí está.
pero a medias.
Angie Fue Urkel El Bueno quien la mandó
construir en el siglo XVIII ¿verdad?
Mariana Así es.
Ojeda Su apodo se debía a que a pesar del
hecho de no poder tener hijos su esposa
quedó embarazada siete veces y aún
sabiendo que no eran suyos reconoció a los
bastardos y les dio el apellido.
Ríen.
Alma (Señala la pantalla de la
computadora.) La frecuencia es idéntica.
4D Óptico
de Javier Daulte
35
Julia ¿Y qué son esas otras voces?
Alma No tengo la menor idea.
Mariana Nadie sabe qué fue lo que
sucedió, pero en el lecho de muerte hizo
cambiar su testamento y la Mansión fue
donada al Estado Alemán para funcionar
como orfanato a partir de 1929.
Ojeda Fue por eso que cuando Robert Wise
la visitó en el ‘37 y se quedó prendado de
ella no pudo adquirirla.
Angie Esperen, esperen. ¿Fue entonces
cuando imaginó el argumento de The
Baroness?
Mariana Así es.
Comienza a sonar el celular de Ojeda.
Angie El musical tuvo un éxito rutilante en
Broadway durante la Segunda Guerra pero
en el 46 fue tácitamente censurado por sus
supuestos contenidos pronazis.
Por su celular.
Ojeda Si me disculpan. (Se aparta.)
Mientras tanto, Mariana,
Angie y Senillosa continúan
con la charla.
Mariana Recién en el 62
Hammerstein se arriesgó a
Ojeda
(Al teléfono.)
llevarle el proyecto
Sí, él habla.
cinematográfico a la
(…)
Paramount. Y se construyó
¡Esther! ¿Cómo estás?
una réplica de la Mansión en
(…)
unos estudios de
Sí, se escucha bastante mal. Hollywood. Luego se utilizó
(…)
como atracción turística
Estamos en medio del
pero la réplica de la
campo, claro; la señal se
Mansión fue devorada por el
pierde.
fuego en 1979. Hay
(…)
versiones que dicen que el
¿Estás viniendo?
siniestro fue urdido por el
(…)
último sobreviviente de los
Ah ¿ya?
Urkel desheredados...
(…)
Señala un óleo en la pared
¿Acá mismo? ¿Acá mismo
que tiene enfrente. Senillosa
dónde?
y Angie se vuelven para
(…)
observarlo.
¿Cómo?
(…)
¿Acá en la puerta de
Róber (Mirando la pantalla
de proyecciones.) ¿Por qué
esas manchas? No se
distingue nada.
Alma (Por las manchas.)
¿Creés que hay alguna
relación entre las manchas y
las voces?
4D Óptico
de Javier Daulte
Róber No sé.
Mariana Justo Bonifacio
Urkel. Un joven
inescrupuloso y cruel quien
tras la muerte de su padre
devino en oficial del Tercer
Reich y finalizada la guerra
huyó a la Argentina donde
fue asesor del primer
período de la dictadura
militar de ese país. Desde
allí dicen que urdió el plan
que produjo el incendio que
terminó con la réplica de la
Mansión en Hollywood.
Senillosa Según parece
Justo tenía contactos en los
Estados Unidos.
Mariana En definitiva
América es una sola. Por
más farsa que monten saben
defenderse entre ellos.
Además California es un
paraíso fascista. Quién lo
ignora.
Ojeda Era Esther. Acaba de llegar y está
frente a la puerta principal.
Angie ¡Esther!
Mariana ¿Quién es Esther?
Ojeda Esther Carbajal, una coleccionista,
esponsor del concierto de mañana y una
excelente amiga. ¿Te molestaría mucho?
Mariana Sí, sí. Voy ya mismo a abrirle.
Angie Te acompaño. ¿Venís, Senillosa?
Ojeda No. (Pausa.) Quiero mostrarle a
Senillosa el balcón.
Angie ¿Después bajan?
Ojeda No, decile a Esther que suba, quiero
que vea el lugar. Y si te cruzás con Celina
decile por favor también que se acerque.
Angie Muy bien. (Salen Angie y Mariana.)
Silencio.
Senillosa ¿Va a ser acá?
Ojeda Cerrá la boca. Vení acá.
Senillosa ¿Qué?
Ojeda Que vengas. Más cerca. Sentate.
Julia Viene alguien.
entrada?
(…)
Ah, sí claro.
(…)
No, es que estamos en la
otra punta.
(…)
La Mansión es grande,
Esther, sí.
(…)
Podés estacionar el coche
ahí mismo debajo de las
glicinas.
(…)
En seguida te van a buscar y
te hacen llegar hasta acá.
(…)
Hasta ahora y bienvenida.
(Corta)
36
4D Óptico
de Javier Daulte
37
Róber (Por la grabación.) Pongo el
PAUSE.
Senillosa y Ojeda CONGELAN SUS
MOVIMIENTOS.
Julia (Abriendo una puerta y mirando al
otro lado.) Son ellas.
Aparecen Rina y Paulina.
Julia (A Rina.) ¿Mónica?
Rina Con Max. (A Alma.) ¿Y?
Alma Muy extraño. Aparentemente lo de
los pliegues que Mónica le contó a Paulina
es cierto. Sólo aparecen claros en el campo
sonoro. Mirá.
Rina mira la pantalla de la computadora.
Róber (Por la pantalla de proyecciones.) Y
respecto de las imágenes, vean. Ahora hay
dos manchas nada más. Y aparentemente las
manchas se corresponderían con las voces.
Había más manchas hasta hace un
momento, pero ahora desaparecieron las
otras voces y quedaron nada más que dos
voces y dos manchas.
Rina ¿Y ahora lo tienen en PAUSE?
Róber Sí. ¿Seguimos?
Rina Sí. Ponélo.
Róber quita la PAUSA. Todos atienden.
La escena vuelve a ponerse en movimiento.
Ojeda ¿Me querés decir por qué tenías que
hablar con Celina?
Senillosa ¿Tenés…?
Ojeda Dejame terminar. Nadie acá habla a
mis espaldas.
Ni siquiera con Celina.
Senillosa ¿Pero quién mierda…?
Ojeda No levantes la voz ¿querés?
Senillosa A Celina le preguntaba por lo
mío.
Ojeda Tengo la plata.
Senillosa ¿Va a ser acá?
Ojeda Sí, va a ser acá. Acá van a estar las
mesas con unos manteles color bordó. Va a
haber unas lámparas haciendo juego
también. Gina va a entrar por esa puerta…
Rina (Mira la hora.) Me olvidaba. Que
alguien vaya a fijarse cómo está Andy.
Julia Voy yo.
Róber Te acompaño. (Salen.)
Paulina, Alma y Rina escuchan.
4D Óptico
de Javier Daulte
38
Esperá. (Se acerca a la puerta. La abre un
poco. Ingresa Celina.)
Celina Llegó Esther. Vi su coche
estacionado.
Ojeda Angie y Mariana bajaron a abrirle.
Oigan. Ahí va a estar el piano. (A
Senillosa.) Y vos te vas a sentar con Angie
en la mesa esta, cerca de la ventana.
Senillosa Son por lo menos nueve metros
hasta abajo.
Ojeda Hay una gruesa enredadera que trepa
hasta el balcón. El Sordo te va a estar
esperando en el coche del otro lado de la
fuente, cruzando el parque. Son apenas
cincuenta metros.
Senillosa Todavía no me dijiste cuál va a
ser la canción.
Celina Aún no está completamente definido
el repertorio. Pero si no es la cuarta va a ser
la quinta entrada.
Senillosa ¿Entrada es lo mismo que
canción?
Ojeda La quinta canción, entrada, sí, es lo
mismo, hombre.
Senillosa ¿Y sigue siendo la canción que
me diste para escuchar?
Ojeda Claro que la canción es la misma,
pero no sabemos todavía cuáles van a ser
las anteriores, así que puede ser la cuarta o
la quinta, te lo acabo de decir.
Senillosa ¿Y si a ella se le ocurre
improvisar el orden de las canciones?
Ojeda Voy a estar yo para hacerte la señal.
Senillosa ¿Dónde?
Ojeda Acá. Cuando yo abra la cigarrera, te
levantás, disparás, guardás el arma y te
Róber se asoma por la puerta.
deslizás por atrás de las cortinas.
Róber Andy está despertando. ¿Qué hago?
Rina Abríle el gotero. Dieciséis por minuto.
Róber sale.
No te olvides que tiene que ser un solo
disparo.
Róber vuelve a asomarse.
Róber Alma; Mónica acaba de preguntar
por vos.
Alma ¿Qué quiere?
Róber No sé. Pero es mejor que vayas.
(Sale.)
4D Óptico
de Javier Daulte
39
¿Qué mirás?
Senillosa ¿Y el pianista?
Ojeda El pianista va a estar encandilado por
los focos; por eso no tenés que preocuparte. Alma (A Paulina.) Vení conmigo. Si hace
No te va a ver.
preguntas no quiero entrar en contradicción
con lo que le hayas dicho.
Paulina Pero si no le dije nada.
Alma Vamos.
Paulina y Alma salen. Rina permanece sola.
De pronto, presa de una fuerte inspiración,
Senillosa Dame los cinco mil.
toma su cuaderno de apuntes y comienza a
Ojeda ¿Cinco mil ahora?
escribir a toda velocidad.
Senillosa Fue el arreglo, Ojeda.
Ojeda No, hombre. Acá tengo dos mil nada
más. Los agarrás o los dejás. Mañana te doy
el resto. (Le entrega un sobre color
marrón.) A ver, contalo. (Senillosa lo hace.
Va a guardarlo en el bolsillo de la
chaqueta.) En el bolsillo del pantalón.
(Senillosa obedece y coloca el sobre con el
dinero en el bolsillo del pantalón.) Andate
ahora.
Senillosa ¿Adónde querés que vaya?
Ojeda Al pueblo, a caminar por la montaña,
a donde te de la gana, pero andate. No
quiero verte por acá. Ponés nervioso a todo
el mundo. (Abre la puerta; allí están Angie,
Esther y Sordo que viste llamativamente.)
Angie Esther, él es Senillosa. Se supone que
es mi marido y que lo conocés desde hace
años.
Esther ¿Qué tal?
Angie ¿Adónde vas?
Senillosa Me recomendaron salir a caminar.
Angie La cena es a las seis y media.
Senillosa Voy a estar de vuelta a esa hora.
(Sale.)
Ojeda (A Sordo.) ¿Y vos qué hacés así
vestido?
Esther Fue idea mía.
Ojeda Se supone que es el chofer.
Esther Sí, sé que fue lo convenido, pero de
camino acá nos enrollamos y preferiríamos
pasar por amantes. Ya que lo somos va a ser
fácil hacerlo creíble. Y esta ropa se la
Ingresa Max.
compré yo.
Max Mónica está haciendo demasiadas
preguntas.
4D Óptico
de Javier Daulte
40
Rina le hace una seña para que atienda a la
Te lo quise anunciar cuando te llamé, pero
grabación. Max lo hace.
ya viste lo defectuosa que es la señal. No
Rina pone su cuaderno de notas ante los
quería alarmarte inútilmente.
ojos de Max. Max lee.
Celina No podemos estar haciendo cambo
de planes a cada instante.
Esther ¿Estoy hablando con vos?
Angie ¿Lo trajiste?
Esther ¿Qué creés? ¿Qué vine a pasar unas
vacaciones?
Angie Tal vez.
Esther Que esté trabajando con ustedes no
quiere decir que les tenga respeto. Mientras
simulemos los voy a tratar como si
fuésemos iguales, pero detrás de escena voy
a procurar no olvidarme que son unos
criminales.
Celina ¿Y vos qué?
Esther Yo soy una artista. Le vendo mi
trabajo a quien se me antoja.
Ojeda ¿Se calman todas un poquito?
Esther Ella empezó.
Ojeda Esther.
Esther ¿Sí?
Ojeda ¿Serías tan amable de dejárnoslo
ver?
Esther coloca sobre una mesa el maletín
que trae con ella. Lo abre. Quita un
terciopelo negro que hay dentro. Se aparta.
Todos se acercan. No pueden menos que
permanecer absortos.
Ojeda Buen trabajo. A las seis y media
estaremos cenando. (Salen Angie, Sordo y
Esther. Celina y Ojeda se miran
satisfechos.) Bien. Muy bien. (Se besan.
Celina sale. Ojeda permanece solo,
pensativo. Silencio.)
Max ha leído los apuntes recién hechos por Rina. Está vivamente impresionado.
Max (Por la grabación.) Bueno, parece que es todo.
Rina ¿Qué pensás?
Max No sé. Es posible. Todo indica que sí, que es posible que sea un R.A. Pero sin contraprueba no
se puede avanzar.
Rina Bueno. Creo que habrá que repetir la experiencia entonces.
Max ¿Vos sabés lo que significa esto?
Rina asiente. Ingresan Róber, Alma, Paulina y Julia.
Paulina Mónica ahora está en su habitación, deshaciendo la valija.
Alma (A Max y Rina.) ¿Y?
4D Óptico
de Javier Daulte
41
Rina Parece que es todo. (Atienden al silencio en la grabación, que parece definitivo. Rina observa
la pantalla de la computadora.) ¿Cierro?
Róber (Mirando la pantalla de proyecciones.) Esperen. (Todos miran la pantalla de proyecciones.)
¿Ven? Ahora hay sólo una mancha.
Rina Pero no hay sonido.
Róber No. Y no parece moverse. (Ojeda se mueve un poco. Róber detecta algo en la proyección.)
¡Ahí! Ahí se movió ¿no? (Pero Ojeda no vuelve a moverse. Aguardan en silencio observando la
pantalla de proyecciones.) No. No es nada. Me había parecido, pero no.
Rina ¿Cierro ahora?
Alma Estamos todos pensando lo mismo ¿verdad? (Todos asienten. A Rina.) Cerrálo. (A Róber.)
Róber. Pasálo a un disco y borrálo de la computadora, va a ser más seguro. (Róber obedece.) De
D’Almessi está haciendo preguntas muy extrañas.
Paulina Les juro que no le dije nada.
Alma Sin embargo actúa como si estuviésemos ocultando algo.
Julia Bueno, es lo que estamos haciendo ¿no?
Alma Punto uno. Hagamos lo que hagamos respecto de esto, la Fundación no debe enterarse, por lo
cual Mónica no debe saber más de lo que ya sabe.
Paulina Pero yo no le dije nada, de verdad ¿por qué no me creen?
Alma Dos: si están de acuerdo vamos a trabajar en esto de noche. Si alguien está en desacuerdo que
lo diga ahora. (Todos asienten.) Bien. Max ¿vos tenés la llave del dispensario?
Max Sí, acá… (Mete su mano en el bolsillo del pantalón.)
Róber (Por la computadora.) Está. (Saca un CD de la computadora y se lo da a Alma.)
Alma (A Max.) Lo voy a guardar bajo llave.
Pero Max ha notado en su bolsillo algo que le llama la atención. Saca de él el mismo sobre que
Ojeda le diera a Senillosa, cosa que obviamente ninguno de ellos puede reconocer. En este
momento ingresa Mónica pero nadie lo nota. Permanece detrás de todos ellos, observando.
Alma ¿Qué pasa?
Max No, que… (Abre el sobre, mira el contenido.)
Róber Max ¿qué pasa?
Max Nada. Es plata.
Rina ¿Y?
Max Son dos mil euros.
Rina ¿Y qué?
Max No, es que no sé de dónde salió esto…
De pronto, para sorpresa de todos, Mónica habla.
Mónica Perdón. (La miran.) ¿No tendrán algunas perchas de más? Estoy deshaciendo la valija y no
puedo terminar de organizar el armario. Me parece que traje demasiada ropa.
Todos intentan responder. Están desconcertados.
Paulina Yo creo que tengo algunas.
Max Yo creo que también.
Julia Y yo.
Róber Yo tengo que...
Rina Yo no tengo...
Van saliendo todos, algo torpemente. Dejan a Mónica sola. Aunque Ojeda sigue allí. Cuando
Mónica comprueba que todos se han alejado, su expresión cambia. Marca en su celular. Se la nota
alterada.
4D Óptico
de Javier Daulte
42
Mónica Carlos, yo. (…) Acá hay mucho más de lo que pensaba. (…) No te rías y escuchame. No sé
cómo hicieron pero tienen registro de pliegues sonoros de una R.A. (…) R.A. (…) Sí; ya sé que a lo
de la realidad alternativa se lo tiene por un mito científico. Escuchame. Si hubiese alguna
posibilidad de planchar los pliegues espaciales ¿sabés con qué se estaría lidiando acá? (…) Sí,
Carlos, aunque te cueste creerlo acá está a punto de probarse que el mundo material no existe. (…)
No tengo idea, pero creo que ellos no lo saben todavía. Fue accidental según parece. (…) ¡El mundo
material, Carlos, el mundo material! Eso es donde vivís, tu casa, tus padres, tu perro, yo. (…) Sí,
también esta conversación. (…) Te aseguro que no es gracioso. (…) No, a la Fundación no le voy a
informar nada todavía. Necesito un whisky, estoy demasiado excitada. (…) No te rías, imbécil. ¿Qué
clase de sensibilidad tenés? (…) Qué me importa eso. Si mis sospechas se confirman, dentro de
poco tendremos que la profesión del futuro va a ser la teología, habrá que decidir un dios y creer en
él. (…) No, no puedo. Porque tengo que terminar de deshacer la valija. Adiós.
Corta y sale. Ojeda, que sigue allí, saca su celular del bolsillo y marca.
Ojeda Yo. (…) Ya estamos todos acá. (…) Comenzamos con la fase dos. (…) Estamos en contacto.
Corta, se levanta, abre las puertas de par en par y sale.
Oscuro.
INTERVALO
4D Óptico
de Javier Daulte
43
SEGUNDA PARTE
Si (como el griego afirma en el Cratilo)
El nombre es arquetipo de la cosa,
En las letras de rosa está la rosa
Y todo el Nilo en la palabra Nilo.
(El cabalista que ofició de numen
A la vasta criatura apodó Golem;
Estas verdades las refiere Sholem
En un docto lugar de su volumen.)
Y, hecho de consonantes y vocales,
Habrá un terrible Nombre, que la esencia
Cifre de Dios y que la Omnipotencia
Guarde en letras y sílabas cabales.
El rabí le explicaba el universo
“Esto es mi pie; esto el tuyo; esto la soga.”
Y logró, al cabo de años, que el perverso
Barriera bien o mal la sinagoga.
Adán y las estrellas lo supieron
En el Jardín. La herrumbre del pecado
(Dicen los cabalistas) lo ha borrado
Y las generaciones lo perdieron.
Tal vez hubo un error en la grafía
O en la articulación del Sacro Nombre:
A pesar de tan alta hechicería,
No aprendió a hablar el aprendiz de hombre.
Los artificios y el candor del hombre
No tienen fin. Sabemos que hubo un día
En que el pueblo de Dios buscaba el Nombre
En las vigilias de la judería.
Sus ojos, menos de hombre que de perro
Y harto menos de perro que de cosa,
Seguían al rabí por la dudosa
Penumbra de las piezas del encierro.
No a la manera de otras que una vaga
Sombra insinúan en la vaga historia,
Aún está verde y viva la memoria
De Judá León, que era rabino en Praga.
Algo anormal y tosco hubo en el Golem,
Ya que a su paso el gato del rabino
Se escondía. (Ese gato no está en Scholem
Pero, a través del tiempo, lo adivino.)
Sediento de saber lo que Dios sabe,
Judá León se dio a permutaciones
De letras y a complejas variaciones
Y al fin pronunció el Nombre que es la Clave,
Elevando a su Dios manos filiales,
Las devociones de su Dios copiaba
O, estúpido y sonriente, se ahuecaba
En cóncavas zalemas orientales.
La puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio,
Sobre un muñeco que con torpes manos
Labró, para enseñarle los arcanos
De las Letras, del Tiempo y del Espacio.
El rabí lo mira con ternura
Y con algún horror. ¿Cómo (Se dijo)
Pude engendrar este penoso hijo
Y la inacción dejé, que es la cordura?
El simulacro alzó los soñolientos
Párpados y vio formas y colores
Que no entendió, perdidos en rumores
Y ensayó temerosos movimientos.
¿Por qué di en agregar a la infinita
serie un símbolo más? ¡Por qué a la vana
Madeja que en lo eterno se devana,
Di otra causa, otro efecto y otra cuita?
Gradualmente se vio (como nosotros)
Aprisionado en esta red sonora
De Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora,
Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros.
En la hora de angustia y de luz vaga,
En su Golem los ojos detenía.
¿Quién nos dirá las cosas que sentía
Dios, al mirar a su rabino en Praga?
El Golem
Jorge Luis Borges
de El Otro, el Mismo
4D Óptico
de Javier Daulte
44
7
Gran sala de la Mansión Urkel. Cortinas rojas en las ventanas. Mesas tapizadas con
finísimos manteles. Importantes candelabros de plata con todas sus velas encendidas. La
luz es cálida. El clima luce señorial. Suena imponente música. Angie y Senillosa en una
mesa; Sordo y Esther en otra; Celina de pie. Todos visten con elegancia menos Sordo que
va de ropa deportiva. En un momento determinado, acorde a la música, la puerta principal
se abre de par en par. Aparecen Ojeda y Gina tomados del brazo. Ojeda sonríe. Gina luce
una importante gargantilla de brillantes; no se mueve ni hace gesto alguno. Después de
que han traspasado la puerta, Celina la cierra. Ojeda besa la mano de Gina y retrocede
unos pasos dejándola en el centro del salón. La música se vuelve más suave. Ojeda observa
a Esther que está distraída.
Ojeda Esther.
Esther lo mira sin entender. Ojeda hace una seña a Celina que sale rápidamente. La
música se interrumpe. Todos se distienden. Celina vuelve a ingresar. Advertimos
claramente que Gina es una muñeca.
Ojeda (A Esther.) ¿Qué pasa?
Esther Ah, perdón, ¿me tocaba?
Ojeda (Verificando en una pequeña libreta que saca de su bolsillo.) “Oh, Gina; hermosa
Gina. Aplaudamos a Gina. Bravo, Gina.”
Esther “… aplaudamos a Gina. Bravo, Gina.” Sí, sí. Disculpen. Lo sé ¿eh?
Ojeda ¿Estás bien?
Esther Sí, sí. No se preocupen.
Angie Soltáme, Senillosa, no me toques.
Ojeda Angie, por favor.
Angie Es que no estamos ensayando ahora. (A Senillosa.) No me metas más el dedo en la
axila ¿estamos?
Esther ¿Repetimos?
Ojeda No, no; no hay tiempo. Seguro que esta parte la tienen clara ¿no?
Todos Sí.
Ojeda Vamos entonces a… (Revisa la libreta.) “… está terminando la canción…” “Vienen
los mozos, sirven una copa más…”
Celina Las copas. (Todos buscan copas que están preparadas debajo de las mesas y las
colocan sobre los manteles.)
Ojeda (A todos que están consultando sus respectivas libretitas.) ¿Lo de la flor creen que
hay que volver a probarlo? (Gestos negativos del resto.)
Senillosa No, no.
Angie Esperen. ¿A ver? (Consulta en su libretita.) No, está bien.
Ojeda Bien. Entonces justo antes de que empiece el tema “Harta de Ti”. (Todos aprueban y
guardan sus libretitas.) Vamos a las posiciones. (Todos se mueven. Ojeda lleva a Gina
hasta un lugar en el espacio. A Celina.)
Senillosa (A Celina.) ¿Cómo era que no me acuerdo?
Celina (Canta.) “Te adoro, te idolatro te necesito. Harta de tiiiiiii.” Repite dos veces.
Senillosa (Repite.) “Harta de tiiiiiii... Tú quieres ser mi amigo, mi castigo...” Sí, está.
Angie ¿No te la sabés todavía? La escuchaste mil veces.
Senillosa Es que son todas iguales.
4D Óptico
de Javier Daulte
45
Angie Ésta no.
Ojeda (A Celina.) ¿Tenés lista la música?
Celina (Revisando unos CD.) “Harta de Ti” no está.
Ojeda ¿Cómo que no está?
Celina No está.
Ojeda Bueno, poné algo, cualquier cosa; es un ensayo.
Celina A ver, esperá… (Elige.) Bueno, esto va a estar bien creo.
Ojeda Muy bien. Esperá mi señal. (A todos.) ¿Estamos? Bien… (Narra.) Termina la
canción anterior… Aplausos. (Todos aplauden. Ojeda hace que Gina salude.) Silencio
expectante. Angie.
Angie (A Gina.) ¡“Harta de ti”, Gina!
Ojeda Bien. (Narra.) Gina sonríe. Se acerca al pianista. (Mientras habla lleva a Gina
haciéndole hacer lo que él mismo indica.) Conversan en voz baja... El pianista sonríe y
hace que sí con la cabeza... (Ojeda mismo hace de pianista por un segundo y le sonríe a
Gina.) Empieza la introducción musical... Celina. (Celina acciona el equipo de música.
Suena los primeros acordes de The Sound of Music interpretado por Julie Andrews. Ojeda
va hasta donde están los comandos de iluminación y baja la luz general. Se acerca a los
otros y les da explicaciones en voz baja. Le hace una seña a Celina.) Celina, subí un poco
el volumen… (Celina sube el volumen. Ojeda finalmente regresa junto a la muñeca, que ha
quedado de espaldas.) Gina se acomoda. (Ojeda acomoda a la muñeca.) Recuerden.
Cuando reconozcan el tema, aplausos discretos... ¡Gina canta! (Ojeda va hasta su asiento.
En la grabación se oye la voz de Julie Andrews. Al reconocer el tema todos aplauden
vivamente.)
Sordo ¡Bravo!
Ojeda Vos no, Sordo. Angie.
Angie Bravo.
Todos miran a la muñeca y escuchan extasiados. Ojeda va a su sitio junto a Celina.
Senillosa lo mira de vez en cuando. La situación parece en todos los sentidos verdadera,
salvo por el hecho de que Gina es un maniquí inmóvil en actitud de cantar. En un momento
Ojeda saca de su bolsillo una cigarrera. Encandila con la luz reflejada en el metal de la
misma la cara de Senillosa. Senillosa se pone de pie. Saca un arma.
Senillosa ¡Pum!
Revuelo. Senillosa sale de escena por detrás de una cortina. Celina apaga la música.
Ojeda ¡Un médico! ¡Que alguien llame a un médico!
Sordo ¡Yo voy, yo voy! (Sale.)
Angie ¡Está muerta!
Celina ¡No! ¡Dios mío! ¡Dios mío!
Ojeda (Fuera del juego.) Bien. Bien. Bien. (Consulta su libretita.) “Escena de pánico. Los
invitados gritan.” Ah, acá está. “El personal de seguridad se arremolina alrededor de mí. Yo
grito:” (Grita.) “¡Los mozos! ¡Ha sido uno de los mozos! ¡A la cocina!” (Lee.) “Señalo la
puerta de la cocina y salimos todos corriendo para ahí.” (Simula salir trotando.)
Celina (Viendo a Esther que no se mueve.) Esther… ¡Esther! (Llama la atención de Ojeda
para que deje el juego.) Ojeda.
Ojeda ¿Qué pasa?
Esther Estoy un poco mareada. (Sus piernas flaquean y cae al suelo.)
Ingresan Róber, Max y Rina con las antiparras protectoras puestas. Se acercan a
Esther/Alma.
4D Óptico
de Javier Daulte
46
Rina Alma.
Róber Dejala.
Max El ritmo cardíaco está cayendo.
Rina Alma.
Max No, no le hables. Todavía no te puede oír.
Esther No veo nada.
Ojeda ¿Qué le pasa?
Rina ¿Qué dijo?
Max No sé. No se entiende.
Angie Dice que no ve nada. Le bajó la presión.
Ojeda Angie, llevala a su habitación.
Angie ayuda a Esther a levantarse. La conduce fuera. Ojeda la sigue.
Ojeda (A Celina, antes de salir.) Llevate la bámbola. (Sale.)
Celina se lleva a Gina/Muñeca. De inmediato vuelven a ingresar Paulina y Julia (con
antiparras protectoras) siguiendo a Alma que viste un insignificante batín. Va enchufada a
unos aparatos de medición portátiles que llevan Paulina y Julia, como sensores
estratégicamente distribuidos por distintas zonas del cuerpo de Alma. Estamos nuevamente
en los Laboratorios Roosenvart. Alma parece ir recuperando el sentido.
Rina (Corroborando con su reloj) Diecinueve minutos cincuenta y un segundos.
Julia ¿Alma?
Alma tiene reacciones lentas. Pero todo parece indicar que está recuperándose.
Róber Alma ¿me oís?
Alma ¿Zí?
Con cuidado Max se quita las antiparras protectoras. Nada malo sucede. Los otros, al
comprobarlo, hacen lo propio. Le quitan los cables.
Róber Voy a poner a procesar la cinta. (Va hasta la computadora de Paulina y pone a
procesar la cinta.)
Rina Traéle un vaso de agua. (Paulina obedece.)
Alma (Aún dopada.) Da ban a azezinar.
Max Está todavía en estado confusional.
Rina Las funciones básicas están regularizándose. Tiene un poco dormida la lengua.
Alma ¿Dina?
Julia ¿Qué dice?
Alma ¿Dina?
Max “Dina”... “Dina”... ¿Rina? Te llama.
Rina Acá estoy, Alma.
Alma Da ban a azezinad.
Rina Sh. Descansá, descansá, Alma.
Alma Ez que da van a azezinad. La ban a azezinad ezta mizma nozche. ¡La gadgantiza…!
Celina Se está excitando.
Paulina Acá tenés un poco de agua. (Tiende un vaso de agua y la ayuda a beber. El agua
se le derrama por las comisuras de los labios.)
Alma Diquízimo, diquízimo. Muchaz gdazias. (Eructa.) Espeden, espeden... (Empieza a
señalar en el ámbito.) Acá había unoz mandelez codor bordó... ¿dónde eztán? ¿Dónde
eztán todoz?
Max ¿Todos quiénes?
4D Óptico
de Javier Daulte
47
Rina Dejala, Max. (A Paulina.) Dame cuatro milímetros de Plunitrazepán… (Paulina
prepara un inyectable.)
Alma Había uda mudieca dambién… Y múzica... Eztábamoz todoz acá.
Max ¿Todos quiénes?
Róber Dejala, Max.
Alma Elloz.
Max ¿Quiénes son ellos?
Alma Tdodoz elloz. Loz que da ban a azezinad.
Paulina Acá tenés. (Le da el inyectable que preparó a Rina.)
Rina Agarrala.
Paulina y Róber la sujetan. Rina la pincha. Alma se agita.
Alma Zuédtenme, zuédtenme. ¡No, zuédtenme, zuédtenme! (Cada vez más débil debido al
efecto instantáneo de la droga.) Zuétdtenme… zuédtenme… Oh, ya me zotadon, qué
bien… (Se queda dormida sentada donde está. Su respiración suena fuerte. Enseguida
despierta. Alza la mirada. No podría asegurarse que sabe donde está.) Hola.
Rina Hola.
Róber ¿Cómo te sentís?
Alma Me ziendo… ¿Pod qué habdo azí?
Rina Se te durmió la lengua. Se te va a pasar en un minuto.
Alma Ah. Ze me dumió da dengua. ¿Y pod qué?
Rina (A Róber.) Róber, hacele el chequeo.
Róber Alma. Alma.
Alma (Lo mira.) ¿Zí? Ay, qué dado cómo habdo.
Róber Alma, te voy a hacer el chequeo de rutina. Ahora te voy a hacer algunas preguntas.
¿Estás lista?
Alma Zí.
Róber Decime tu nombre completo.
Alma Adma de das Medzedez Bizagdán Eztded Cadbajad.
Róber ¿Ese es tu nombre completo?
Alma Eze, eze.
Róber ¿A qué te dedicás?
Alma (Pausa.) Do me acuedo.
Róber ¿Tus padres viven?
Alma Zí. ¿A qué te dedicáz voz?
Róber ¿Ambos? Tus padres. ¿Ambos viven?
Alma Zoy biódoga. Ahoda me acodé.
Róber ¿En qué año estamos?
Alma ¿Pádez? Do, miz padez ya do viven máz. Pobdezitoz...
Róber Alma. (Alma lo mira.) ¿En qué año estamos? (Alma no responde.) Alma. ¿Qué año
es?
Alma Doz mil… y adgo.
Róber ¿Sabés quién soy yo?
Alma Pod zupuezto.
Róber ¿Quién soy?
Alma Voz zoz… mi amande.
Róber (Pausa.) Alma. Mirame.
Alma Te mido, te mido.
4D Óptico
de Javier Daulte
48
Róber ¿Cómo es mi nombre?
Alma (Hace un esfuerzo.) ¿Dóber? Voz zoz Dóber.
Róber ¿Dónde estás?
Alma ¿Acá? Zí, eztoy acá.
Róber Si. ¿Y qué es ACÁ?
Alma (Observa el lugar.) Padeze un dabodatodio.
Róber ¿Y tenés idea de cuál es el nombre de este laboratorio?
Alma (Pausa.) ¿Udkel… Dósenbadt?
Róber ¿Udkel o Roosenvart?
Alma (Piensa.) Dósenbadt… Sí, Dósenbadt... (Observando el ámbito y reconociéndolo.)
Ezte ez el Dabodatodio Dósenvadt. (A todos.) Eztoy en caza ¿vedad?
Róber Sí, Alma; estás en casa. (Todos sonríen aliviados.) Tranquila.
Fade out: Oscuro. Música.
Fade in: Mismo lugar. Misma situación. Minutos más tarde. El diálogo ha avanzado.
Max A ver si entendí bien hasta acá. Los sucesos de la Realidad de la Mansión Urkel se
organizan según sus reglas internas, que son aleatorias. (Comienza a hacer un dibujo sobre
el pizarrón) Pero los vectores temporales caen dentro del cono de sucesos de la realidad
paralela, o sea nosotros. Es decir que se produjo un pliegue en el espacio tiempo para hacer
posible esta coincidencia como si el universo se comportase en esta singularidad como una
banana flexible cuya cara interna es la dimensión temporal. (Muestra en el gráfico.) ¿Ven?
Mansión Urkel, Nuestra Realidad. (Hace otro dibujo.) El doble presente sólo se explica si
pensamos los dos tiempos como presentes siameses.
Julia Es decir que... (Se acerca al pizarrón y agrega notas sobre los gráficos hechos por
Max.) ...la distancia infinita que existe conceptualmente entre dos situaciones paralelas, se
redujo en este caso particular casi a cero. (Todos se miran. Pausa.) Si no existiera ese CASI
no existiríamos nosotros.
Paulina ¿Por qué?
Julia Las posibilidades de que un universo exista, es decir, que existan leyes coherentes
que sostengan la materialidad del universo tienen que ver con el DESPLIEGUE de la
curvatura del universo. Un REPLIEGUE completo anularía cualquier conjunto de leyes
físicas, y por lo tanto toda posibilidad de existencia material.
Paulina En un repliegue completo podrían existir otro tipo de leyes. Sería una física
impensable o algo así.
Julia En la que no estaríamos incluidos. El universo existe en la medida en que sus leyes
permiten que haya una inteligencia capaz de preguntarse por SU EXISTENCIA.
Paulina ¿Y qué hay en un universo completamente plegado?
Julia Ni siquiera hay espacio para la inexistencia. (Breve pausa.) En mi opinión, hay una
vinculación indeterminada de hechos y que esos hechos deberían alinearse dentro de una
estructura deformable…
Suena música que comienza a tapar las voces.
Rina Planos topológicos, decís.
Julia Sí, aunque yo tendería más a pensarlo como Sistema de Cuerdas Heteróticas…
El diálogo se pierde en un fade out. Oscuro.
Fade in: Mismo lugar. Misma situación. Minutos más tarde. Julia ha terminado su
exposición. La música va desapareciendo.
4D Óptico
de Javier Daulte
49
Julia …determinación barra indeterminación. Es por eso que creo que la toma de contacto
con la situación de la Mansión Urkel es fundamental, para poder componer luego la Triple
Curva de Giraux en ambas realidades. Róber.
Róber Vamos a ver. Lo que pude deducir gracias a las dos cintas que obtuvimos es lo
siguiente. La Mansión Urkel habría sido alquilada por una discográfica alemana para hacer
la grabación en vivo del recital pop-melódico de una tal Gina. La Mansión Urkel es donde
habría transcurrido el argumento de The Baroness, un largometraje que la madre de Gina
habría protagonizado en los años sesenta y que le valiera un premio que se llamaría...
(revisa sus notas) Oscar. Pero la sospecha es que el gasto y el esfuerzo para organizar el
concierto y lanzar la placa no sería nunca compensado por las ventas, porque la hija de la
diva habría sido hace ya rato olvidada y es debido a eso que la misma discográfica
(representada por uno de sus socios accionistas, un tal Andrade) habría ideado un plan para
asesinarla de un balazo durante el mismo recital, lo cual sí haría de la grabación del
concierto un éxito discográfico seguro. Andrade ha contratado para tal fin a este tal Ojeda,
que se hace pasar por jefe de seguridad del evento, y quien habría armado un equipo
formado por cinco personas. Sordo, cuyo rol es de chofer. Esther, famosa en el mundo del
hampa por sus falsificaciones de alhajas. Celina, una inútil a toda prueba pero consentida de
Ojeda. Angie, una experta en combinaciones y cerraduras. Y Senillosa, el francotirador.
Entre ellos además está Mariana, gobernanta de la Mansión Urkel y que según parece está
completamente al margen del macabro plan. (A Paulina que tiene la mano levantada para
hacer una pregunta.) Sí.
Paulina ¿Qué es todo ese asunto de la gargantilla?
Róber Ah, sí, la gargantilla. Un capricho. Andrade querría el original. Piensa hacerla
circular por el mercado negro para acrecentar el mito del asesinato. (Señala a Julia que
también tiene la mano levantada.)
Julia ¿Y la “bámbola” esa que mencionan?
Róber Ah, eso no se entiende. Se refieren a una muñeca, pero no tengo idea de lo que
puede ser. (Se pone de pie y va hasta la pizarra y empieza a hacer dibujos según explica.)
Aparentemente el mapa desiderativo de la Mansión seguiría unos patrones relativamente
simples. Celina y Ojeda son amantes. Otro tanto para Sordo y Esther. Mariana es la
gobernanta de la Mansión y hace años que vive ahí sola de modo que sus curvas deben ser
bastante poco pronunciadas. Y Senillosa, en la medida en que tiene que hacerse pasar por
marido de Angie terminó enamorándose de ella.
Paulina ¿Y esta Angie?
Róber Detesta a Senillosa (después de todo es un matón a sueldo sin ninguna clase) y,
atención, Angie ADMIRA a Gina; aunque no sé qué clase de amor puede ser ése.
(Concluye.) Y bien. Eso es todo lo que tengo.
Rina (Revisando el croquis que sostiene Róber.) Yo lo veo bien. ¿Ustedes? (Asentimiento
general.)
Alma Buen trabajo.
Rina Hiciste un buen trabajo, Róber. (A los otros.) Bueno. Ahora nos toca a nosotros.
(Revisando unos apuntes.) Vamos a ver. El mapa desiderativo planteado por Giraux trae
unos cuadros para que llenemos… (Lee.) “Complejos y traumas”… “Excitación”… “Deseo
imperante”... “Apetitos sexuales”… “Elección de objeto”… “Tendencias sadomasoquistas
o incestuosas”… Acá están las planillas...
Paulina Yo… prefiero no participar.
Rina ¿Qué decís?
4D Óptico
de Javier Daulte
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Paulina De verdad. Prefiero no participar…
Róber Paulina…
Paulina Es que… yo no estoy bien…
Julia ¿Y creés que si la realidad se psicotiza vas a sentirte mejor?
Max Julia, por favor.
Julia Pero es que ya lo discutimos.
Max Paulina… Tenemos que evitar que las realidades se superpongan. Existe una sola
teoría que nos ayuda…
Rina Nadie está muy convencido de ella pero es la única que tenemos.
Max Tenemos que evaluar las coincidencias y diferencias de las curvas de ambas
situaciones y sólo entonces vamos a tener los elementos para proponer una solución. (Toma
el rostro de Paulina entre sus manos.) Paulina, vos sabes cómo te quiero. ¿Lo harías por
mí? (Paulina lo rechaza y sale corriendo. Max mira a los demás.) ¿Qué dije?
Mónica (Ingresando en camisón.) ¿No sabés?
Róber Ah, Mónica, justo estábamos…
Alma Queríamos…
Mónica observa a todos. Observa el pizarrón lleno de garabatos. Sale. Max y Róber
intentan borrar lo que hay escrito en el pizarrón. Rina, Julia y Alma intentan ocultar los
papeles con los que estaban trabajando. Mónica vuelve a entrar seguida de Paulina.
Max Bueno. Nos desvelamos todos parece y…
Mónica Sí, y están estudiando la manera de evitar que el universo se colapse en una mega
psicosis.
Róber No, mujer, para nada…
Max Nada que ver…
Mónica Perdón. ¿Qué creen que soy yo?
Silencio.
Julia Bueno, Mónica, vos…
Mónica ¿Qué? ¿Creen que porque soy tan linda no puedo pensar? Sé que pusieron
somníferos en mi tila de la noche para poder trabajar tranquilos. Pero soy fármaco
dependiente; los somníferos me excitan en vez de sedarme. Sé exactamente lo que está
pasando acá. (Todos miran a Paulina.) No, Paulina no me dijo nada. (Hacia fuera.) ¡Andy,
podés venir!
Ingresa Andy comiendo chocolate con el ceño fruncido. Mónica le da un chocolate más que
saca de su bolsillo que Andy acepta gustoso; comienza a comerlo antes de terminar el
anterior.
Andy (Con la boca llena.) Me porté muy mal. ¡Andy se portó muy mal! ¡Róber!
Mónica (A Andy.) Querés ir con tu hermano. Andá. (Andy va junto a Róber. Lo abraza.)
Alma Bueno. Bueno. Ya está. Se terminó. Yo misma voy a llamar a la Fundación. Voy a
asumir toda la responsabilidad. Vamos. (Se dispone a salir, seguida por todo su equipo.)
Mónica No, Alma. En la Fundación no tienen por qué saberlo.
Rina ¿Qué? ¿No diste parte ya?
Mónica No. No lo hice.
Alma Pero lo vas a hacer.
Mónica Tal vez no.
Alma Vamos. ¿No es por lo que te pagan?
Rina Algo te habrán prometido si les das elementos para anular nuestros contratos por
irregularidades.
4D Óptico
de Javier Daulte
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Mónica Más de lo que se imaginan.
Rina ¿Y creés que somos tan ingenuos como para pensar que vas a actuar contra tus
propios intereses?
Mónica Ustedes no pueden hacer nada sin mí. (Algunas risas.) Ya estoy acá. Me necesitan
para esa bendita Triple Curva.
Paulina No es cierto. No te necesitamos.
Mónica ¿Ah no? ¿Y cómo es que estás tan segura? (Mira a Max. Todos lo hacen.) Creo
que las curvas de mi amiga Paulina resultan bastante obvias.
Paulina Lo que vos querés es confundirnos. Que cometamos errores y después hundirnos.
(Se abalanza sobre Mónica como para pegarle. La detienen los otros.)
Mónica ¿Errores? Errores es lo que no dejan de cometer. Y respecto de hundirlos, eso lo
dejo para después, si es que todavía queda universo donde hacerlo. Me ven como un
estorbo, y casi todos me tienen miedo o me detestan, o las dos cosas. Ya pueden ir anotando
eso para las Curvas de Giraux. Yo en cambio los envidio. Es más fácil odiar en equipo que
en soledad. Eso les da fuerza. Son como una familia, gris pero unida. Yo siempre trabajé
sola. Ustedes creen que llegué donde llegué por hacer favores sexuales a las personas
indicadas. ¿Y qué culpa tengo yo de que me atraigan los hombres influyentes? ¿o sus pijas
no son tan buenas como las de cualquier otro imbécil? (Andy aplaude feliz. Todos lo
miran.) No me es fácil. Nunca me fue fácil. Pero con el tiempo aprendí a conocer a la gente
y a manejarla. Sé, Julia, que estás enamorada de Róber y que detestás a Alma… Sin duda
de chica admirabas a tu hermano varón…
Julia (Interrumpiéndola.) Mónica. (Mónica la mira.) Prefiero decirlo yo. (Pausa.) Creo
que es algo que ya todos saben. Como dijo Mónica, amo a Róber…
Rina Julia.
Julia Dejame. (A Róber.) Te amo, Róber. Y bueno, no sé si vos me amás a mí. Eso me hace
sentir insegura y odiar casi todo...
Rina Julia.
Julia Dejame, Rina. (A Alma.) ... especialmente a vos Alma, de quien muchas veces pensé
cosas muy feas, sobre todo cuando coqueteabas con Max y todos sabíamos que en realidad
lo despreciabas, y...
Rina Julia. Que no hace falta que lo digas. Sólo tenemos que llenar unas planillas.
Julia Ah.
Rina reparte papeles. Todos observan. Los van llenando.
Fade out: Oscuro. Música.
Fade in: sigue música.
Llenan las planillas. Se los ve cada vez más angustiados. Miran de reojo a los otros. Se
sienten observados.
Fade out: Oscuro. La música continua.
Fade in: sigue música.
Todos han terminado de rellenar las planillas. Todos están emocionalmente destrozados.
Mónica y Róber estudian los resultados. Van haciendo los gráficos.
Fade out. Continúa la música.
Fade in. Los mismos. Más tarde. Han terminado de analizar la situación a través de la
Triple Curva de Giraux. Róber muestra un gráfico. La música cesa.
4D Óptico
de Javier Daulte
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Róber ... acá es donde las realidades se vuelven siamesas. (Señala en el gráfico.)
“GINA”… “MÓNICA”, ¿pueden verlo? El recelo que sentimos por Mónica se adecua
demasiado al plan de asesinar a Gina en la Mansión Urkel.
Max Sí, es cierto.
Julia Evidentemente.
Róber Claro.
Silencio. Todos piensan.
Alma Entonces hay que evitar el asesinato. (Todos la miran. Alma se pone de pie y va
hasta el pizarrón y explica con un croquis.) Dada la coincidencia de los picos de ambas
curvas, si Gina muriese en la Mansión Urkel, se produciría un agujero entre ambas
realidades.
Róber ¿Cómo UN AGUJERO?
Alma Un agujero. Un agujero. Un agujero que comunicaría ambas realidades entre sí. Por
ahora el pasaje de una a otra cara de la banana requiere de un forzamiento. Si quedase un
hueco podría colarse cualquier cosa y en cualquier momento.
Róber ¿Decís que eso sucedería si Gina muriese?
Alma Teóricamente, sí.
Todos piensan.
Rina Está bien. ¿Pero cómo vamos a hacer para evitar el asesinato?
Mónica (Por las curvas dibujadas.) Acá. ¿Ven? Acá hay un punto débil. En la relación
Ojeda / Celina.
Róber Sí ¿y?
Mónica Todo hace pensar que esa pareja no es feliz. ¿Qué opinás, Alma?
Alma Es posible.
Mónica Y siendo Ojeda la cabeza visible del complot, desestabilizándolo a él, se
desestabiliza el mapa desiderativo de la Mansión, con eso el plan de asesinar a Gina, el
puente entre ambas realidades quedaría clausurado y el universo ya no se colapsaría.
Max Sugerís entonces que intervengamos en la relación Ojeda Celina.
Asentimiento general. Comienza a sonar la música.
Mónica Afianzando ese vínculo o poniéndole fin. Me inclino, obviamente por la segunda
opción; después de todo es a lo que tienden todas las relaciones. Leí no hace mucho una
investigación que se hizo en Palo Alto acerca del comportamiento en aislamientos...
Fade out. Oscuro.
Fade in. Más tarde. Los mismos. Paulina luce un insignificante batín como tenía Alma al
“salir” de la Mansión Urkel. Todos, menos Mónica y Alma se están preparando para el
protocolo. La música se pierde.
Rina ¿Estás lista?
Paulina Sí. Un poco nerviosa.
Rina Va a pasar rápido. El efecto es estable por veinte minutos nada más.
Paulina Alma. ¿En qué medida voy a dejar de ser yo misma?
Alma Uy, es muy raro. Ya vas a ver.
Róber Mónica logró colocar un sistema de monitoreo de alta velocidad. A través de esos
auriculares el planchado de los pliegues sonoros se realiza de manera instantánea. (Señala
los auriculares que lleva Mónica.)
Max ¿Por qué no amplificar directamente a través de los parlantes?
4D Óptico
de Javier Daulte
Mónica No es seguro. Un acople podría producir pliegues artificiales y el programa
intentaría desplegarlos de manera automática generando un círculo vicioso.
Max Comprendo.
Julia (A Paulina.) Fuerza.
Róber (A Paulina.) Suerte, Paulina.
Max Te vamos a cuidar.
Rina Alma, Mónica, Andy.
Alma Ya nos vamos. Adiós, Paulina.
Mónica (A Paulina.) Vos podés.
Andy Paulina, tené mucho cuidado con eso ¿eh? (Señala el aparato del Hyperdeep. Los
otros ríen un poco.) Pobre Paulina... (A Róber.) ¿Me puedo quedar?
Róber No.
Alma Vení, Andy, que tenés que ir a juntar las hojas del jardín.
Andy ¿Puedo usar la máquina?
Alma Sí.
Andy ¿Y ponerme el traje?
Alma Sí.
Andy (A todos.) Adiós. Me voy a juntar hojas al jardín.
Todos Adiós, Andy.
Andy Hasta luego, Róber.
Róber Adiós, Andy.
Salen Mónica, Andy y Alma.
Rina (A Paulina.) Cuando vos digas.
Paulina Vamos.
Rina A sus lugares.
Todos ocupan sus lugares como en la situación inicial de la escena 3.La luz baja.
Comienzan a trabajar.
Julia Subido.
Róber Perfecto.
Rina Croma definido.
Róber Acá está nítido.
Rina (A Max.) Óptica.
Max lleva la óptica.
Julia Estamos en sesenta y seis.
Max Óptica lista. Cero cinco.
Rina Excelente.
Julia Cerca del setenta.
Rina Róber.
Róber Listo.
Rina ¿Julia?
Julia Cuando digas.
Rina Max.
Max Estoy.
Rina ¿Mapeo?
Max Estable.
Rina Diafragma.
Julia Abierto y salgo.
53
4D Óptico
de Javier Daulte
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Rina Bien. (Julia sale. A Róber.) Destapo...
Róber Ahora.
Rina destapa.
Rina Veinte. (Silencio.) Cuarenta... Cincuenta… (Silencio.) Ochenta… (Silencio.)
Cúbranse. (Todos se cubren y se alejan del lugar de la reacción donde quedó Paulina
expuesta.) Noventa y seis... Noventa y ocho…
Se produce la reacción. Sonidos y luces extrañas. Finalmente Paulina pasa a la otra
dimensión: La Mansión Urkel. En uno de los resplandores de luz aparecen Esther, Ojeda y
Celina. La situación es igual a la del ensayo de la escena 7, al comienzo de la Segunda
Parte. Rina, Max y Róber observan a Paulina / Angie que va conectada con electrodos
distribuidos en su cuerpo. Max lleva puestos los auriculares que le diera Mónica.
Angie ¡Está muerta! ¡Está muerta! ¡Está muerta!
Max (Por oír a través de los auriculares.) Que está muerta, dice.
Rina Es lo que ya escuchamos. Están ensayando.
Róber Tranquilo.
Celina ¡No! ¡Dios mío! ¡Dios mío!
Ojeda (Fuera del juego.) Bien. Bien. Bien.
Max Tenés razón. Sólo están ensayando.
Ojeda (Consulta su libretita.) “Escena de pánico. Los invitados gritan.” Ah, acá está. “El
personal de seguridad se arremolina alrededor de mí. Yo grito:” (Grita.) “¡Los mozos! ¡Fue
uno de los mozos! ¡A la cocina!” (Lee.) “Señalo la puerta de la cocina y salimos todos
corriendo para ahí.” (Simula salir trotando.)
Max Esta parte ya la oímos. (Por Paulina.) Igual se la nota excitada.
Celina (Viendo a Esther que no se mueve.) Esther… ¡Esther! (Llama la atención de Ojeda
para que deje el juego.) Ojeda.
Ojeda ¿Qué pasa?
Esther Estoy un poco mareada. (Sus piernas flaquean y cae al suelo.) No veo nada.
Ojeda ¿Qué le pasa?
Angie Dice que no ve nada. Le bajó la presión.
Ojeda Angie, llevala a su habitación.
Angie ayuda a Esther a levantarse. Comienza a conducirla fuera. Ojeda la sigue.
Ojeda (A Celina, antes de salir.) Llevate la bámbola. (Celina sale con Gina/Muñeca.)
Róber ¿Adónde va?
Max No sé.
Rina Vamos con ella.
Róber Ah, no, no. Ya vuelve.
Angie (Regresando. Muestra la gargantilla.) Acá la tenés. (Se la entrega a Ojeda.) ¿Qué
tal el ensayo?
Ojeda Perfecto.
Max Ojeda dijo perfecto.
Rina ¿A qué se refieren?
Róber No tengo idea.
Max Es como si estuvieran mirando algo.
Róber (Mirando la proyección) Aparentemente están solos. Miren. Hay dos manchas nada
más.
Ojeda ¿Necesitás algo?
Max “¿Necesitás algo?”
4D Óptico
de Javier Daulte
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Róber ¿Quién dijo eso?
Max Ojeda.
Angie No.
Róber Ahora.
Max No. Esperá. Ella dijo no.
Róber ¿No a qué?
Max No sé a qué. Dijo “no, no”.
Rina Vamos, ahora.
Ojeda ¿Eh?
Max Esperen.
Angie ¿Mn?
Róber Vamos. No nos queda mucho tiempo.
Rina Es como ir a ciegas.
Rina maneja a Angie con el aparato que lleva conectado. Se trata de una especie de
Joystick.
Rina ¿Cómo es esto? ¿Así es adelante y atrás?
Róber Esperá, que te lo pongo en analógico. “L” Uno es para girar a la izquierda.
Rina ¿“L” Uno?
Róber De “left”. “R” UNO es para la derecha.
Rina ¿Así?
Rina acciona el Joystick. Angie avanza violentamente hacia la izquierda. Choca contra una
mesa.
Róber No, no. Atrás. Atrás.
Rina acciona el Joystick. Angie retrocede violentamente un paso y da contra otra mesa.
Max No, a ver. A la izquierda un poco.
Rina acciona el Joystick y Angie gira un poco hacia la izquierda.
Róber Para adelante. Despacio.
Rina Despacio...
Angie da dos pasos.
Róber ¡Ya! (Rina detiene a Angie.) Hacela girar ahora.
Angie comienza a girar en el lugar. El cable del Joystick que lleva Rina empieza a
enroscarse en el cuerpo de Angie. Rina gira alrededor de ella.
Róber Ay, no, no no.
Max Basta, basta. (Angie se detiene.) Ahora. Para adelante.
Rina Va.
Hace que Angie se tope con Ojeda.
Ojeda ¡Angie!
Angie Perdoname. No sé qué me pasa.
Ojeda ¿Te sentís bien?
Angie Sí.
Silencio.
Rina (A Max.) ¿Y?
Max Nada.
Rina (A Róber.) Estimulala.
Róber le masajea un pezón a Paulina. Angie se excita.
Angie Me siento un poco... Ojeda, vení.
Ojeda No, Angie.
4D Óptico
de Javier Daulte
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Angie No sé qué me pasa.
Rina ¿Y?
Max No sé. Dice que no sabe qué le pasa.
Rina Más, más.
Róber masajea el otro pezón de Paulina. Angie se excita más.
Angie Ojeda.
Ojeda Angie, por favor. Yo... quiero mucho a Celina, ya sabés. No puedo...
Angie Perdoname.
Ojeda Siempre me gustaste, Angie; quiero decir, sos muy hermosa... pero... Me estás
confundiendo, Angie.
Max Dice que lo está confundiendo.
Róber ¿Eso es bueno o malo?
Rina Es bueno, es bueno.
Róber ¿Cómo sabés?
Rina Lo sé. Vamos. Que lo bese. Que lo bese.
Róber ¿Ahora?
Rina Sí, ahora es el momento.
Hacen que Angie se acerque nuevamente a Ojeda. Pero éste la detiene.
Ojeda Esperá.
Max Esperen.
Angie ¿Qué pasa?
Rina (A Max.) ¿Qué pasa?
Ojeda ¿No sentís algo?
Max ¿No sentís algo?
Angie ¿Qué?
Rina (A Max.) ¿Qué?
Max No, que Ojeda dice que siente algo.
Rina Ah.
Ojeda Como si... Como si hubiese algo.
Angie ¿Algo como qué?
Ojeda No sé. Algo. Como si no estuviésemos solos.
Angie ¿Querés decir que alguien nos espía?
Ojeda No. No sé.
Max Dice que siente que hay más gente en la habitación.
Ojeda Vení.
Toma a Angie de la mano y va hasta una de las puertas. La abre. Está allí la bámbola. Se
sobresalta y cierra la puerta de un golpe.
Ojeda ¡Mierda! (Intenta tranquilizarse.) Es la bámbola. (Pausa.) Estoy muy nervioso.
¿Creés que todo va a ir bien?
Angie No es momento para dudas, Ojeda. Gina está por llegar.
Ojeda Preferiría no conocerla ¿sabés? Es muy raro. Todo es muy raro. Vamos a asesinar a
Gina. ¿Por qué lo vamos a hacer? Por un poco de plata. Hay que vivir. Hay que vivir. Suena
gracioso. Dicho acá y ahora, suena gracioso.
Rina ¿Qué pasa?
Max Dice que es gracioso.
Rina ¿Qué cosa?
Max No sé. No se entiende. Estos auriculares no funcionan muy bien.
4D Óptico
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Róber Habrá hecho un chiste. A ver. Dejame a mí. (Max le pasa los auriculares a Róber.)
Ojeda ¿Qué pensás de mí, Angie? ¿Creés como Celina que soy un....?
Angie (Le tapa suavemente la boca con los dedos.) Ojeda. Basta.
Ojeda Perdoname. No sé muy bien qué quiero decir.
Se miran en silencio.
Max ¿Qué pasa?
Róber Sh. No sé. Oigo sus respiraciones nada más.
Rina (Ausculta a Angie.) Aumentan las pulsaciones. (Ojeda y Angie se besan. El beso se
vuelve pasional.) Siguen acelerándose.
Ojeda se separa abruptamente de Angie.
Ojeda ¡Mierda!
Angie ¿Qué pasa?
Ojeda ¿No sentiste?
Angie ¿Qué?
Ojeda Acá hay algo. Acá hay algo. Vení, vení; vámonos de acá.
Róber Le dice que se vayan.
Rina Vamos entonces. Quedan diez minutos hasta que pase el efecto del protocolo.
Salen Ojeda y Angie, seguidos de Rina, Max y Róber. Ingresa Celina. Notamos que lo ha
escuchado todo. Por otra puerta ingresa Esther.
Celina Esther. ¿Cómo te sentís?
Esther Horrible. ¿No sentís vos también extraña la energía de este lugar? A vos no se te ve
bien.
Celina No estoy bien.
Esther Te advierto que no soy muy buena escuchando melodramas ajenos.
Celina Quería pedirte disculpas por lo de ayer.
Esther Está bien.
Celina Esther. ¿Qué pensás de mí?
Esther No hay mucho que pensar. No parecés muy feliz que digamos. Supongo que Ojeda
te hace sufrir. No hay que ser un genio para darse cuenta. (Se acerca a Celina.) Ay,
perdoname. ¿Estás tratando que nos hagamos amigas? No pierdas el tiempo. No tenemos
nada en común vos y yo. Debés sentirte demasiado sola y desgraciada para apelar a mí.
(Breve pausa.) Perdoná ¿qué creías que sería esto? ¿que por estar un par de días en la
Mansión Urkel te ibas a convertir en Baronesa o algo por el estilo? Esto es una mierda.
Pero hay que trabajar. Mucamas, choferes, asesinos, somos todos lo mismo. Esto no es la
gran intriga palaciega, sólo mierda de criados. En cuanto todo termine me voy. Yo lo hago
sólo por la plata. Vos no. Vos lo hacés por él. Te compadezco.
Ingresa Mariana.
Mariana ¿Lo vieron a Ojeda?
Celina ¿Para qué lo necesitás?
Mariana ¿Lo vieron?
Celina No.
Senillosa y Sordo ingresan conversando.
Mariana (A Senillosa y Sordo.) ¿Ojeda?
Senillosa Ni idea. ¿No estaba acá?
Mariana No, no está. (A Celina.) Celina, vení conmigo. (A los otros.) Tampoco puedo
encontrar a Angie por ningún lado. Si la ven que por favor vaya preparando el bouquet.
Llegó Gina.
4D Óptico
de Javier Daulte
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Celina y Mariana salen. Sordo se acerca a Esther. Pero esta lo rechaza con un gesto.
Esther Ay, no, no, hombre.
Sordo se queda mirando por donde salió Esther.
Senillosa ¿Qué tal?
Sordo ¿Con Esther? Cogemos genial.
Senillosa ¿La amás?
Sordo (Ríe.) ¿Por qué preguntás?
Senillosa Por nada.
Sordo ¿Pasó algo?
Senillosa No.
Sordo Con Angie, digo.
Senillosa Ya sé. No. Y prefiero no hablar del asunto.
Sordo ¿Pero le dijiste algo?
Senillosa Voy a limpiar el arma. (Se dispone a salir.)
Sordo ¿Sabés qué? Hay que dar un salto. No es paulatino.
Senillosa Sí.
Sordo Senillosa.
Senillosa ¿Qué?
Sordo ¿Me oís? No es paulatino. Hay que dar un salto. Si no no va a pasar. No sabes de
qué hablo.
Senillosa Hablás de mi relación con Angie. Ya sé.
Sordo Pero creés que estoy diciendo cualquier cosa y que no se te aplica ¿verdad?
Senillosa Puede ser.
Sordo ¿Sos una persona?
Senillosa ¿Pero qué te pasa?
Sordo Sos una persona, Senillosa. No sólo un asesino.
Senillosa Sí.
Sordo ¿Estás bien?
Senillosa ¿Por qué preguntás?
Sordo Te tiemblan las manos. Acordate que es un solo disparo.
Senillosa Ya vuelvo. (Sale.)
Ojeda (Ingresando. Va acomodándose la ropa.) ¿Qué hacés acá?
Sordo Gina llegó.
Ojeda Ya sé. Y no hay nadie en su lugar.
Sordo Sí. Ni siquiera vos.
Ojeda ¿Senillosa?
Sordo Fue a limpiar el arma.
Ojeda ¿No querés decirlo más fuerte así lo escuchan los jardineros en el parque también?
Angie, trayendo un sofisticado bouquet floral, ingresa seguida de Max y Rina. Aún está en
batín y conectada al aparato que lleva Rina y a los auriculares que lleva Max.
Sordo (A Angie.) Mariana te estaba buscando. Dijo que te hiciera acordar no sé qué de un
bucle.
Angie Bouquet.
Sordo ¿Cuándo vamos a tener nuestra plata?
Ojeda ¿Pero qué pasa con todos ustedes? ¿Qué creen que soy? ¿Un puto tesorero?
Angie Ojeda.
Ojeda ¿Qué?
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Sordo No sos el único que está nervioso.
Ojeda Andrade va a pagar cuando el trabajo se haya hecho. Todos vamos a tener nuestra
plata para entonces.
Sordo De acuerdo.
Celina (Entrando junto a Esther.) Ya está acá.
Ojeda Vamos. Andá, Sordo. Todos a sus posiciones.
Todos se acomodan para recibir a Gina.
Rina (Por el aparato que lleva conectado a Angie.) Se está terminando el tiempo. Hay que
desconectarla, Max.
Max No, no. Esperá.
Rina Es que estamos en... (Haciendo el conteo.) dieciséis... quince... catorce...
Mientras tanto Ojeda, Angie, Celina y Esther miran hacia la puerta. El momento se
demora. Pero la puerta que todos observan expectantes no se abre. En cambio se abre
otra, que está por detrás de ellos. Ingresa Gina tímidamente. Nadie nota su presencia. Es
una muchacha joven, menuda y tímida. Viste informalmente una falda sencilla, lleva un
bolso y colitas en el pelo.
Gina Perdón.
Rina Trece...
Gina ¿El señor Ojeda?
Todos se vuelven. Ven a la muchachita. Silencio.
Rina Doce...
Ojeda ¿Gina?
Rina On...
Max ¡Sh!
Gina Sí. Hola a todos. (Angie, Celina y Esther la saludan con un gesto.) Eh... (Muestra un
papel que lleva en la mano.) Acabo de recibir un anónimo. Dice que hay un complot para
asesinarme durante el recital. (Angie, Celina, Esther y Ojeda murmuran.) Esperen. Si
llaman a la policía reforzarán el operativo de seguridad y me obligarían a cantar. Vamos a
hacer lo siguiente. Les pido que hagan como si no les hubiese dicho nada. Así todo seguirá
su curso como si nada sucediese y a último momento el concierto se cancelará. (Sale con
Ojeda.)
Rina (Terminando el conteo.) Uno... ¡Cero! (Desconectan a Angie, que empieza a
convulsionar. Rina la sostiene.)
Max Justo.
Rina (Hacia fuera.) ¡Róber!
Esther ¡Mierda! Mi trabajo ya está hecho. Espero que Ojeda no tenga el mal gusto de no
pagar.
Ingresa Róber; ayuda a Rina a sostener a Paulina.
Rina Llevatela y hacele el chequeo de rutina.
Róber (Que empieza a llevarse a Paulina.) ¿Está bien?
Rina Creo que sí.
Esther Me pregunto quién pudo enviar ese anónimo. (A Angie que “sale”.) ¿Adónde vas?
¡Angie! (Sale tras ella. Celina permanece en el lugar un momento. Luego sale.)
Rina (Hacia donde salió Róber.) ¡Róber! Deciles a los otros que ya pueden venir.
Max Creo que lo tenemos.
Rina ¿Vos creés?
4D Óptico
de Javier Daulte
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Max (Poniendo a punto la grabación que acaban de registrar.) Vení. Escuchemos. Me
parece que es por acá. Vamos a ver.
Ingresan Mónica, Alma y Julia.
Alma ¿Cómo fue?
Max Creo que bien. Vamos a ver. Hice una selección de un par de momentos clave.
Escuchemos. (Acciona el play. Ingresa Ojeda. Se coloca en la posición del momento que
viene. Aparece Angie.)
Angie (Muestra la gargantilla.) Acá la tenés. (Se la entrega a Ojeda.) ¿Qué tal el ensayo?
Ojeda Perfecto. (Silencio.) ¿Necesitás algo?
Silencio.
Angie No.
Silencio.
Ojeda ¿Eh?
Alma ¿Y?
Angie, como cuando viéramos esta escena
Max Esperen. Hicimos que Angie seduzca a
intervenida por Max, Rina y Róber avanza
Ojeda para desestabilizarlo emocionalmente.
hacia la izquierda y choca contra una mesa. Rina Fue muy sutil.
Ojeda mira sorprendido. Angie retrocede un Julia ¿Pero qué pasa ahora?
paso y da contra otra mesa. Angie da dos
Mónica (Por las manchas en la pantalla de
pasos hacia Ojeda. Se detiene. Comienza a proyecciones.) Es como si estuvieran
girar en el lugar. Se detiene. Avanza hacia
bailando.
Ojeda y choca con él.
Max No. No creo. No había música.
Ojeda ¡Angie!
Max Ahora.
Angie Perdoname. No sé qué me pasa.
Max ¿Oyen? Empiezan a sentirse confundidos.
Ojeda ¿Te sentís bien?
Angie Sí. (Se excita.) Me siento un poco... Ojeda, vení.
Ojeda No, Angie.
Angie No sé qué me pasa. (Silencio. Angie está cada vez más excitada.) Ojeda.
Ojeda Angie, por favor. Yo... quiero mucho a Celina, ya sabés. No puedo...
Mónica Muy bien, muy bien.
Angie Perdoname.
Ojeda Siempre me gustaste, Angie; quiero decir, sos muy hermosa... pero... Me estás
confundiendo, Angie.
Julia Oh.
Silencio. Angie avanza hacia Ojeda.
Ojeda Esperá.
Angie ¿Qué pasa?
Ojeda ¿No sentís algo?
Angie ¿Qué?
Silencio.
Ojeda Como si... Como si hubiese algo.
Angie ¿Algo como qué?
Ojeda No sé. Algo. Como si no estuviésemos solos.
Angie ¿Querés decir que alguien nos espía?
Ojeda No. No sé.
4D Óptico
de Javier Daulte
61
Silencio. Toma a Angie de la mano y va hasta una de las puertas. La abre. Está allí Róber
que ingresa.
Róber ¡Móni...!
Ojeda se sobresalta y cierra la puerta.
Todos ¡Sh!
Ojeda Es la bámbola. (Pausa.)
Róber (Bajando la voz.) Perdón.
Julia Ahí está otra vez lo de la bámbola esa.
Ojeda Estoy muy nervioso.
Rina Muy bien, Max.
Ojeda ¿Creés que todo irá bien?
Angie No es momento para dudas, Ojeda. Gina está por llegar.
Ojeda Preferiría no conocerla ¿sabés? Es
Róber (En voz baja..) Paulina está bien.
muy raro. Todo es muy raro. Vamos a
(Por Mónica.) Pero dice que quiere hablar
asesinar a Gina. ¿Por qué lo vamos a hacer? con vos.
Por un poco de plata. Hay que vivir. Hay que Se miran.
vivir. Suena gracioso. Dicho acá y ahora,
Mónica Voy. (Sale.)
suena gracioso. (Silencio.) ¿Qué pensás de
Róber ¿Por dónde va?
mí, Angie? ¿Creés como Celina que soy
Rina Angie está seduciendo a Ojeda.
un....?
Róber Ah. Ya.
Angie (Le tapa suavemente la boca con los dedos.) Ojeda. Basta.
Ojeda Perdoname. No sé muy bien qué quiero decir.
Se miran en silencio. Se besan. De pronto Ojeda se separa abruptamente de Angie.
Ojeda ¡Mierda!
Angie ¿Qué pasa?
Ojeda ¿No sentiste?
Angie ¿Qué?
Ojeda Acá hay algo. Acá hay algo. Vení, vení; vámonos de acá. (Angie y Ojeda salen.)
Max detiene la grabación. Todos se lanzan a opinar.
Róber Claro, Angie lo hace dudar a Ojeda...
Rina No, se ENAMORA de Ojeda.
Alma No, Ojeda se enamora DE ELLA.
Julia Le gusta que no es lo mismo.
Rina Estaba excitada. El ritmo cardíaco crecía...
Róber Hablás como si fuera fisiológico.
Rina Es que es fisiológico.
Alma Psicofisiológico.
Julia Emocionalmente es un caso…
Max Esperen, esperen, que todavía falta la parte más importante que es cuando llega Gina.
Julia ¿Gina llegó?
Max (Trabaja en la computadora.) Sí. Estoy intentando aislar a Gina y a Ojeda para que
oigamos más nítidamente... (Cliquea.) Ya está. Atención. (Vuelve a accionar play.)
Ingresan Ojeda y Gina.
Gina ... ierto se cancelará.
Gina y Ojeda salen. Los otros miran a Max sin comprender.
Max Ay, no. Me parece que me pasé un poco. (Hace retroceder la grabación un poco.)
Ahora. (Acciona play.)
4D Óptico
de Javier Daulte
62
Vuelven a ingresar Gina y Ojeda.
Gina Perdón. ¿El señor Ojeda?
Ojeda se vuelve.
Ojeda ¿Gina?
Gina Sí. Hola a todos. (Pausa.) Eh... (Muestra el anónimo.) Acabo de recibir un anónimo.
Dice que hay un complot para asesinarme durante el recital. (Ojeda murmura.) Esperen. Si
llaman a la policía reforzarán el operativo de seguridad y me obligarían a cantar. Vamos a
hacer lo siguiente. Les pido que hagan como si no les hubiese dicho nada. Así todo seguirá
su curso como si nada sucediese y a último momento el concierto se cancelará.
Max detiene la grabación. Gina y Ojeda congelan.
Max ¿Qué dicen?
Celina Uff.
Alma Dejame escuchar una vez más esto último.
Max ¿Todo?
Alma No, esto último nada más. Lo de Gina.
Max Te hago un loop. (Max vuelve a poner la grabación.) Ahí.
Gina ... Vamos a hacer lo siguiente. Les pido que hagan como si no les hubiese dicho nada.
Así todo seguirá su curso como si nada sucediese y a último momento el concierto se
cancelará… (sin pausa alguna, repite en loop.) … Vamos a hacer lo siguiente. Les pido que
hagan como si no les hubiese dicho nada. Así todo seguirá su curso como si nada sucediese
y a último momento el concierto se cancelará… (Loop.)
... Vamos a hacer lo siguiente. Les pido que Max (Señalando en las Curvas de Giraux.)
hagan como si no les hubiese dicho nada.
Si el recital se cancela ya no hay necesidad
Así todo seguirá su curso como si nada
de asesinar a Gina.
sucediese y a último momento el concierto
Rina El plan de Ojeda fracasó.
se cancelará. (Loop.) ... Vamos a hacer lo
Max (Mostrando en las curvas.) Lo que
siguiente. Les pido que hagan como si no les deduzco es que el anónimo que recibió Gina
hubiese dicho nada. Así todo seguirá su
lo envió Celina, quien movida por los celos
curso como si nada sucediese y a último
por lo de Angie, se decidió a traicionar a
momento el concierto se cancelará. (Loop.) Ojeda.
... Vamos a hacer lo siguiente. Les pido que Róber (Acercándose al pizarrón.) Mónica
hagan como si no les hubiese dicho nada.
tenía razón. La relación Ojeda / Celina era el
Así todo seguirá su curso como si nada
punto débil del mapa desiderativo de la
sucediese y a último momento el concierto
Mansión.
se cancelará. (Loop.) ... Vamos a hacer lo
Silencio. Se miran. Aún no pueden creer que
siguiente. Les pido que hagan como si no les han tenido éxito. Alguno atina quizá a batir
hubiese dicho nada. Así todo seguirá su
palmas.
curso como si nada sucediese y a último
Max Bueno, creo que nos merecemos un
momento el concierto se cancelará. (Loop.) festejo. No todos los días se salva el
Vamos a hacer lo siguiente. Les pido que
Universo ¿no les parece?
hagan como si no les hubiese dicho nada.
Los demás sonríen. Max detiene la
Así todo seguirá su curso como si nada
grabación.
sucediese y a último momento el concierto
Julia (A Rina.) Vení. Vamos a darles la
se cancelará. (Gina y Ojeda salen.)
buena noticia a Mónica y a Paulina.
Julia y Rina comienzan a salir.
Julia Pobre Celina. Me pregunto qué pasaría si Ojeda descubriese que fue ella quien lo
traicionó.
4D Óptico
de Javier Daulte
63
Rina No sé, pero te aseguro que no te gustaría estar en su lugar.
Salen divertidas. Han quedado Max, Róber y Alma.
Alma Te felicito, Max.
Max Fue un trabajo de equipo. Yo los felicito a ustedes.
Alma Eh... Respecto de todo lo que apareció con las Curvas de Giraux...
Max No hablemos de eso. Voy a buscar algo para que podamos brindar.
Róber Decile a Andy que venga también.
Max ¿Dónde está?
Alma Lo mandé a juntar hojas al jardín. Supongo que debe estar ahí.
Róber Le encanta usar ese traje. Dice que se siente como un astronauta.
Max sale. Al hacerlo se cruza con Ojeda y Celina que entran. Ojeda cierra la puerta.
Silencio.
Ojeda (Enarbola el anónimo que recibiera Alma ¿Y ahora qué?
Gina.) ¿Por qué, Celina?
Celina sale tras un silencio. Ojeda sale tras Róber Bueno. Tenemos que plantear la
ella.
hipótesis científica de la R.A., redactar una
sesuda demostración, cuidarnos de que no
nos la refuten y acostumbrarnos a ser
famosos.
Alma No. Te pregunto por Julia.
Róber Ah. Sí. (Piensa.) No sé. ¿Vos qué
pensás?
Alma Que no hay que pensarlo tanto.
Róber Lo mismo me dice Max siempre.
Alma ¿Y bueno?
Róber ¿Y bueno qué?
Alma ¿Qué esperás?
Róber ¿Qué querés decir? ¿Que hable con
Celina vuelve a ingresar violentamente
ella ahora?
empujada por Ojeda.
Alma Sin pensarlo.
Ojeda ¡¿Por qué?!
Celina ¿No lo sabés?
Ojeda No era la manera.
Celina ¿Ah no? ¿Y cuál era entonces?
Róber Ahora vengo.
Ojeda Quiero decir que si me tenías que
Sale.
castigar a mí, los demás no tenían por qué
Alma permanece sola un momento.
cargar también con las consecuencias.
Celina Vamos, Ojeda. ¿Esperás que crea que
los demás te importan algo, aparte de Angie
por supuesto?
Ojeda Me conocés muy poco.
Celina Sí, de eso estoy segura.
Ojeda Este es mi trabajo. Es lo único que sé
hacer. ¿Tenés idea de las consecuencias que
tiene esto para mí? Tengo una carrera
aunque te cueste creerlo. ¿Quién va a dar la
4D Óptico
de Javier Daulte
64
cara ante Andrade? ¿Vos? (Celina le da una
cachetada. Silencio.) Si me quisieras de
verdad me habrías dado una oportunidad.
Celina va a salir, pero se detiene.
Luego ingresa Mónica. Se miran.
Celina Lo único que te interesa es salvar tu
culo. No esto. Esther tiene razón. No había
que ser muy inteligente para darse cuenta de
que me usaste.
Ojeda No es cierto.
Celina Supongo que Angie no será tan tonta
como yo. (Va a salir.)
Ojeda ¡Celina! (Celina se detiene.)
Mónica Alma.
Dame otra oportunidad.
Mónica Creo que te debo una disculpa.
Alma Y yo a vos. ¿Amigas?
Mónica Amigas.
Silencio. Ingresan Senillosa y Angie.
Alma Vení. Vamos a ver cómo está Paulina
y a celebrar.
Ojeda Escuchen. Tenemos que convencer a Salen juntas.
Gina de que está fuera de peligro y...
Senillosa ¿Ah sí? ¿Y cuánto nos vas a pagar
por eso?
Ojeda ¿Podés dejarte de joder con la guita?
Además vos ya tenés los dos mil que te di de
adelanto.
Senillosa Sí, dos mil que no encuentro por
ninguna parte. ¿No me los habrás robado vos
de casualidad?
Ojeda Senillosa; estamos juntos en esto. Si
Andrade no paga estamos todos cagados. Por
igual.
Senillosa ¿Es que no te das cuenta?
Fracasaste, Ojeda. Y eso te hace estar en
deuda con todos nosotros. (Sale.)
Ojeda (Saliendo tras él) ¡Senillosa!
¡Senillosa, vení acá!
Senillosa (Off.) Dejame.
Ojeda (Off.) ¡Somos un equipo! ¡Todavía
somos un equipo!
Sale tras Ojeda. Por otra puerta entra
Esther con una maleta, seguida por el
Sordo.
Sordo Esther, escuchame.
Ingresan Max, Rina y Julia. Max trae un par
Esther ¿Es que no vas a dejarme tranquila? de botellas de champagne.
Max Y copas.
4D Óptico
de Javier Daulte
65
Rina No sé dónde puede haber. Ah, ya sé.
Sí. Donde guardamos las ópticas. Al lado
hay un armario pequeño donde hay unos
catéteres. Me parece haber visto ahí una caja
con unas de plástico.
Max Perfecto.
Max sale. Es como que las mujeres estaban
esperando a quedarse solas.
Esther Despedime de los demás.
Angie ¿Te vas?
Esther Por supuesto. Esta casa está maldita.
No es extraño que hayamos fracasado. El
resentimiento de los Urkel ronda por todas
partes.
Sordo Al menos dejame llevarte hasta la
estación.
Esther Prefiero caminar. (Sale.)
Sordo ¡Esther!
Sale tras ella.
Rina ¿Róber se te declaró?
Julia Sí.
Rina ¿Pero cuándo fue?
Julia Ahora mismo. Hace un momento.
Rina ¿Pero y qué te dijo?
Julia (Con excitación y nervios.) Que él
siempre me había querido, que yo era la
mujer de su vida, qué sé yo, cosas...
Rina ¿Y vos?
Julia Salí corriendo.
Rina ¿De verdad?
Julia Rina, Rina; ¿te puedo pedir un favor?
Rina ¿Qué?
Julia No se lo cuentes a nadie.
Rina ¿Por qué?
Julia No, no, en serio. Es que me da mucha
vergüenza... Además si después no es…
Entra Alma.
Alma (A Julia.) Felicitaciones, linda.
Julia ¿Pero qué es esto? ¿Ya lo sabe todo el
mundo?
Alma Lo publican el jueves próximo en el
Por otra puerta vuelven a entrar Senillosa
Muy Interesante. (Ríen.) Te lo merecés,
seguido de Ojeda.
Julia. (Se abrazan.)
Ojeda Te juro que todo va a salir bien.
Todavía tenemos la gargantilla de Gina.
Angie Esther se fue. Y supongo que con la
gargantilla.
Ojeda ¿Adónde?
Angie ¿Es que eso interesa tanto ahora?
Ojeda Angie, Senillosa. Mantengámonos
4D Óptico
de Javier Daulte
calmados. Ahora más que nunca.
Angie Voy a hacer la valija. (Empieza a
salir.)
Ojeda ¡Angie! (Pero Angie sale. Silencio.)
66
Ingresa Róber.
Róber ¿Pero qué es todo este cotorreo?
¡Mierda, mierda, mierda!
Senillosa Si querés seguir con esto, hacélo
vos mismo. (Saca la pistola y la deja sobre
la mesa. Por el lugar.) Hay algo que no está
bien acá.
Ojeda permanece solo un momento. Ingresa
Mariana. Comienza a quitar los manteles de
las mesas.
Ojeda ¿Qué hacés?
Mariana ¿Qué te parece? Se terminó la
fiesta. ¿O es que se te ofrece algo más?
Deberías estar haciendo la valija ahora
mismo vos también. No entiendo cómo pude
confiar en ustedes. Desde el primer instante
supe que no eran de fiar. (Ojeda intenta
intervenir.) Silencio. Esta es mi casa, por si
no te enteraste. Ustedes son unos farsantes y
de muy poca monta. ¿Querían asesinarla?
Bueno, lo hubieran hecho. Lo hubieran
hecho. Pero ni para eso sirven. La Mansión
Urkel es mi territorio. Les dejé creer que
estaban en su propia casa. Quería un poco de
publicidad. ¿Es mucho pedir? Poco me
importa lo que pase acá. Pero esta patética
situación, no. Quiero un poco de clase, la
que se merece la Mansión para su
decadencia. Les seguí el juego porque creí
que tendría algo de gracia. ¿O pensaban que
estaba de verdad entusiasmada por un
concierto pop de dudosa calidad? Pero un
asesinato no estaba mal. No estaba nada mal.
Pero lo echaron a perder. Y ahora andate.
Quiero estar sola. ¡Que te vayas!
Ojeda sale. Mariana queda sola. Advierte el
arma que dejara Senillosa sobre la mesa. Se
acerca a ella.
Rina Me voy a ayudar a Max a encontrar las
copas. (Sale.)
Alma Yo también. (Sale.)
Róber y Julia quedan solos. Se miran. La
sonrisa se desvanece en sus rostros. Julia
asiente levemente con la cabeza.
Julia Vamos. Que no nos dejarán en paz.
Sale con Róber.
Entran Alma, Julia, Róber y Max. Todos
llevan copas con champagne. Entra Paulina.
La aplauden.
Todos ¡Bravo, Pauli!
Paulina ¿Fue bien?
Alma Muy bien.
4D Óptico
de Javier Daulte
Ingresa Gina.
67
Róber Estamos salvados.
Julia Somos los mejores.
Paulina sonríe.
Róber ¿Te sentís bien?
Paulina Sí. Es un poco raro haber estado
ahí. Estaban todos tan vivos. (Suena
música.)
¿Y eso?
Max ¿Eso qué?
Paulina Una música. ¿No oyen?
Max No. (Silencio. De pronto ríen todos.)
No, mujer, es una broma. Sí que la oímos, no
te preocupes. Mónica y Rina se las
ingeniaron para poner un poco de música.
Vamos. (Salen todos.)
Gina Mariana. Perdón. Yo...
Mariana No te preocupes.
Gina ¿Los demás?
Mariana Haciendo las valijas, supongo. Sé
lo del anónimo.
Gina Ya me comuniqué con el pianista y le
dije que no viniera. Se alegró. No nos
llevamos muy bien. Sé que te tomaste
muchas molestias para nada. Gracias.
Mariana ¿Estás triste?
Gina Me hace sentir muy rara pensar que alguien quiera matarme. ¿Por qué lo harían? Por
lo demás, lo prefiero así. No me gusta cantar. Cuando yo era chica mi madre obligó a
Andrade a firmar un contrato absurdo. Eran amantes y Andrade no sabía negarle nada a
ella. Estoy obligada a cantar las canciones que ella cantaba, cosa que detesto y Andrade
está obligado a obligarme a cantarlas. Soy muy desgraciada.
Mariana Estamos iguales.
Gina ¿Cómo?
Mariana Las dos estamos obligadas a vivir algo que no nos pertenece. (Canta Harta de ti.)
“Es dura la realidad
me dices que no aguantas este sufrimiento.
... Lo lamento.”
Las canciones cobran sentido en los momentos más inesperados ¿no creés?
Gina No entiendo.
Mariana No importa. (Se vuelve. Encuentra el arma que dejara hace unos momentos
Senillosa. La agarra.) Lo lamento tanto, Gina. Pero es mi última oportunidad para que esto
vuelva a tener algo de... (No encuentra la palabra.)
Gina (Observando sin comprender el arma que tiene Mariana entre sus manos.) ¿Te sentís
bien?
Mariana No. (Le apunta con la pistola.)
Gina Mariana.
Mariana Lo iban a hacer de todos modos.
Gina No, Mariana.
4D Óptico
de Javier Daulte
68
Gina intenta huir, pero Mariana dispara. El disparo alcanza a Gina, que cae muerta. Un
agujero se abre en la pared. Mariana deja la pistola sobre la mesa y sale. Silencio. De
pronto se oyen corridas y voces que vienen de fuera. “¿Qué fue eso?” “Por acá.” “El
salón escarlata.” Ingresan Ojeda, Sordo, Angie, Celina y Senillosa.
Celina ¡Gina!
Angie ¿Pero quién fue?
Sordo (Tomando el arma de encima de la mesa, a Senillosa.) Es la tuya.
Todos lo miran.
Senillosa Yo no fui.
Mariana (Ingresando con un inalámbrico en la mano.) Acabo de llamar a la policía. Están
viniendo para acá. Sin quieren evitarlos, los invito a irse sin demora.
Todos se miran.
Ojeda Vamos.
Salen todos. Pero ya fuera, Sordo advierte el agujero que se produjo en la pared y se
detiene ante él.
Sordo (Off.) Senillosa.
Senillosa (Off.) ¿Qué pasa?
Sordo (Off.) ¿Y este agujero?
Senillosa (Off.) ¿Qué agujero?
Sordo (Off.) Este.
Senillosa (Off.) No sé.
Sordo (Off.) Mirá.
Se agacha y mira al otro lado (que es la escena). Ve un lugar completamente nuevo para
él: el laboratorio. Pasa de este lado.
Sordo ¿Pero qué es esto?
Senillosa (Off.) Vamos, Sordo. No nos podemos quedar acá. (Pero se asoma y queda
pasmado ante lo que ve.) ¿Qué es esto?
Sordo Es un laboratorio.
Ingresa. Se agacha y mira hacia el otro lado. Ninguno de los dos comprende nada.
Comienza a caminar por el lugar.
Senillosa Vámonos, Sordo.
Sordo Ya voy. No te preocupes. Ya voy.
Senillosa Dos minutos. Estamos en el coche.
Sordo Ya voy.
Senillosa se aleja. Sordo está como hipnotizado por el lugar. Cuando se vuelve hacia
donde está el pizarrón descubre las Curvas de Giraux donde está, entre otras muchas
cosas, apuntado su nombre. Su desconcierto no puede ser mayor. De pronto ingresa por el
fondo Andy tal como apareciera detrás de Max en la primera escena. Sordo se vuelve y lo
ve. Ambos quedan inmóviles. Andy se acerca con la máquina de cortar el césped. Sordo se
pone muy nervioso.
Sordo No te acerques.
Andy ¿Qué?
Sordo ¡Alejate! ¡Alejate o disparo!
Andy ¡¡¿Qué?!!
Sordo, sintiéndose amenazado dispara repetidas veces. Andy cae muerto. El agujero en la
pared se cierra de golpe. Sordo mira hacia allí. Va hasta donde estaba el agujero, pero ya
4D Óptico
de Javier Daulte
69
no hay modo de pasar. Abre las puertas. Pero no conducen ya a ningún otro lugar más que
al laboratorio.
Sordo ¿Dónde estoy? ¿Dónde estoy? ¿Dónde estoy?
Sale por una de las puertas. Se oye la voz de Sordo en off.
Sordo (Off.) ¡Senillosa! ¡Ojeda! ¡¡Ojeda!!
Van entrando todos. Max, Paulina, Mónica, Julia, Alma, Rina.
Mónica ¡Andy! ¡Andy!
Julia Dios mío. Está muerto. Está muerto...
Paulina ¡No!
Ingresa Róber. Ve el cadáver de Andy. Todos lo miran.
Oscuro.
Epílogo
Laboratorios Roosenvart. Sordo está sentado en una silla. Tiene todo el aspecto de un
autista. Paulina le da de comer una papilla con una cuchara.
Paulina A ver, a ver... Una cucharada para Rina. (Pero Sordo no come.) ¿Para Paulina?
(Sordo no come.) ¿Una cucharada para Róber? (Sordo come.)
Rina Muy bien.
Paulina Muy bien. Muy bien, Sordo. Ahora viene Róber.
Rina Es notable el cariño que le tomó.
Paulina ¿A Róber? Muchísimo.
Rina Y Róber a él. Además los veo bastante parecidos.
Paulina ¿A él y Róber?
Rina ¿No te parece?
Paulina No. Bueno, un poco puede ser. ¿Creés que va a volver a hablar?
Rina Quién sabe. Imaginate que sin previo aviso tu realidad desaparece como por arte de
magia y no hay ninguna posibilidad de volver a ella.
Paulina Lo oí llamando a Esther en sueños.
Rina Ay, pobrecito. Es lógico ¿no? Para él nosotros debemos ser un sueño.
Paulina A ver si entendí bien. Entonces... el agujero se abrió cuando mataron a Gina y se
volvió a cerrar con la muerte de Andy.
Rina Según parece sí. Es la única explicación posible.
Paulina Pobre Andy.
Rina Sí, pobre.
Breve pausa.
Paulina Rina… ¿podrías vivir en una realidad que no fuera la tuya?
Rina No sé. Supongo que si no tuviera más remedio…
Paulina ¿Y si pudieras elegir?
Rina Yo elegí. Esto.
Paulina ¿Y sos feliz?
Rina Sé que me gusta estar acá. Hacer lo que hago. Sí, supongo que soy feliz.
Ingresan Alma, Julia, Mónica y Max. Estos dos últimos, vestidos de viaje. Vienen
conversando animadamente.
Alma Buenas noticias. Mónica acaba de hablar con Juan Segundo en la Fundación y nos
aumentan el presupuesto para trabajar sobre las R.A en un... (Suspense. Muestra con los
dedos. Primero uno. Luego dos. Finalmente tres. Nadie puede creerlo.) ¡Sí! ¡Un CERO
COMA CERO TRES POR CIENTO!
4D Óptico
de Javier Daulte
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Rina ¿De verdad?
Alma Sí.
Aplausos y chiflatina. Mónica hace la V de la victoria.
Julia ¡Por Mónica!
Todos aplauden.
Mónica ¡Por el presidente Juan Segundo!
Todos ¡Por el presidente!
Más aplausos y vivas.
Mónica Bueno. Es cierto también que Juan me debía un par de favores.
Max Moni...
Risas.
Alma ¿Y Róber?
Max Que venga ya este hombre que se nos va a hacer tarde.
Julia (Hacia fuera, por una de las puertas, llama..) ¡Róber, amor! ¡¿Podés venir?!
Alma (A Mónica y Max.) ¿Los llevo al aeropuerto?
Paulina ¿Puedo llevarlos yo... (se acerca a Max) ... a este guapo y a (por Mónica) esta roba
hombres? (Todos ríen.)
Mónica Paulina...
Alma (Entregándole las llaves de su coche.) Los dejás y volvés en seguida que tenemos
mucho trabajo que hacer.
Paulina (Hace la venia.) ¡Sí, señor!
Rina Que tengan una hermosa luna de miel.
Mónica ¿Luna de miel? No nos casamos todavía.
Rina Bueno. Pero cuando lo hagan no se olviden invitarnos.
Ingresa Róber.
Max Róber. Al fin, hombre. Pensé que no vendrías a decirnos adiós.
Róber Acá estoy. Acá estoy.
Julia Y cada día más hermoso. (Lo besa.)
Rina ¿Ya sabés lo de la Fundación?
Róber Una excelente noticia ¿cierto? Un cero coma cero tres por ciento.
Max Bueno, que nos vamos.
Julia A ver cuándo me llevás de viaje vos.
Róber Cuando me quede con dos mil euros de alguna Mansión Urkel nos vamos a ir donde
vos quieras.
Max ¿Qué insinuás? Esos dos mil euros aparecieron en el bolsillo de mi pantalón y nadie
hizo ningún reclamo. Ni siquiera el Sordo.
Róber (A Sordo.) ¡Sordo! ¿Cómo estás?
Todos lo miran. Sordo continúa impertérrito.
Max Hay que ver cómo se anima cuando te ve.
Róber (A Paulina.) ¿Comió?
Paulina Dos cucharadas de puré.
Róber (A Sordo.) ¡Muy bien! ¡Muy bien, Sordo!
Mónica Adiós Rina. Fue un placer conocerte.
Rina Lo mismo digo.
Max Róber.
Róber Max.
Se abrazan.
4D Óptico
de Javier Daulte
Alma Bueno. Vamos saliendo. Vamos saliendo, que los despedimos afuera.
Salen todos. Mónica y Max se retrasan un poco.
Max ¿Tenés todo?
Mónica Creo que sí.
Max Me siento muy feliz, Mónica.
Mónica Y yo SOY muy feliz, Max. (Se dan un dulce beso.) Bueno ¿vamos?
Max Mónica.
Mónica ¿Qué?
Max Hay una cosa que desde hace rato quiero preguntarte.
Mónica Decime.
Max Cuando nos conocimos en Bremen ¿te acordás?
Mónica Por supuesto. Eras el hombre más insoportable que había visto en toda mi vida.
Max Ese mismo día se celebró el Meeting en la Fundación. Y te vimos en el video que
Rina nos mostró del cocktail.
Mónica ¿Cuál es la pregunta?
Max Nada. Que cómo es posible que estuvieras en dos lugares al mismo tiempo.
Mónica Ah. Eso. (Pausa. Ríe.) Es un secreto. (Lo empuja para ir saliendo.) Vamos,
vamos. Fuera.
Max sale. Mónica va a cerrar la puerta, pero antes de hacerlo se queda observando el
lugar por un momento. Su sonrisa se desvanece. Finalmente cierra. En el lugar queda
Sordo solo, sin reacción, mirando hacia el frente.
Apagón.
Créditos
Mientras el público abandona la sala, en off suena la voz de Angie tal como la
escucháramos en la primera secuencia de la segunda parte.
Angie “Harta de ti, Gina.”
Se oye el tema Harta de ti2.
Gina canta.
Gina
Es dura la realidad
Me dices que no aguantas este sufrimiento
... lo lamento.
Yo nunca supe la verdad
Y lo que dicen de ti por ahí, lo lamento
Pero es cierto.
No voy a escuchar más tonterías
No tienes ni dignidad
Rompiste un amor a sangre fría
Y ahora yo, te trataré igual
Te amo, te idolatro, te necesito.
Harta de ti, harta de ti.
2
Tema Harta de ti. Música de Carles Torregrosa. Letra de Carles Torregrosa y Javier Daulte.
71
4D Óptico
de Javier Daulte
72
Tú quieres ser mi amigo, mi castigo.
Harta de ti.
No puedo amarte más.
Que te de una oportunidad
Que quieres verme aunque sea un momento
... no te entiendo.
Que tú me quieres de verdad
Que debo confiar en ti y no tener miedo.
Estás ciego.
No voy a escuchar más tonterías
No tienes ni dignidad
No habrá un adiós, no habrá despedidas
Ahora estoy yo harta de amar.
Te amo, te idolatro, te necesito.
Harta de ti, harta de ti.
Tú quieres ser mi amigo, mi castigo.
Harta de ti.
No puedo amarte más.
Te llamo y no estás
Yo vengo y tú vas, harta de ti...
Me quiero entregar
Me quiero escapar, voy a mentir...
Harta de ti.
Javier Daulte
Barcelona, 9 de Noviembre de 2003
www.javierdaulte.com.ar
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