ADORACION-AL-SANTISIMO

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UN MOMENTO DE ADORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
TODOS: Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, me pesa de todo corazón haber pecado,
porque he perdido el Cielo y he merecido el Infierno, sobre todo porque te ofendí a Ti que eres tan bueno
y que tanto me amas, y a quien yo quiero amar sobre todas las cosas. Propongo firmemente y con tu
gracia, enmendarme y alejarme de las ocasiones de pecar, confesarme y cumplir la penitencia, confío
que me perdonarás por tu infinita misericordia, amén.
GUÍA: Son tantos los que no te quieren, Jesús... Son tantos los que dicen cosas tan feas de Ti... Pero
nosotros sí te queremos, por eso estamos aquí, para consolarte; por eso queremos decirte muchas
cosas bonitas que alegren tu corazón, por eso te decimos:
(El Guía o diferentes personas pueden leer una o varias de las siguientes oraciones cortas):
1.- Muchas personas no te quieren pero yo te quiero muchísimo.
2.- Tú has dado la vida por mí, toma ahora la mía.
3.- Tú dijiste: “Tomad y comed, esto es mi Cuerpo”, prepárame para recibirte.
4.- Señor, yo nunca te cerraré la puerta.
5.- Jesús, quiero consolarte.
6.- Señor, te necesito, ven a mi corazón.
7.- Jesús, te quiero mucho.
8.- Jesús, Tú deseas entrar en mi corazón y yo deseo que vengas a mí.
9.- Parece pan, pero es tu Cuerpo. Por eso…
10.- Parece vino, pero es tu Sangre. Por eso…
11.- Todos te abandonaron pero yo no quiero dejarte solo.
12.- Tú dijiste: “Dejad que los niños vengan a Mí”, y aquí estoy.
13.- Nadie me quiere como Tú.
(El Guía puede invitar a rezar un Padre Nuestro, tres Aves Marías y un Gloria)
GUÍA: Jesús, nosotros somos tan pequeños…, vemos tantas necesidades en el mundo y es tan poco lo
que podemos hacer... Pero Tú que lo puedes todo y nos amas tanto, sí que puedes darnos lo que te
pedimos, si lo pedimos con fe. Escúchanos, Señor, y haz lo que tu corazón te diga. Queremos, sobre
todo, hacer tu voluntad.
(El Guía o diferentes personas pueden leer una o varias de las siguientes oraciones cortas):
1.- Por todos los que estamos ahora aquí, para que nunca nos separemos del Señor. Roguemos al
Señor.
2.- Por los que no conocen a Jesús, para que descubran que el Señor les quiere mucho. Roguemos al
Señor.
3.- Por los sacerdotes, religiosos y religiosas, por los catequistas, que nos han ayudado a conocer a
Dios, para que vivan de tal modo que un día puedan ir al Cielo. Roguemos al Señor.
4.- Por todas las personas que, después de haber recibido a Jesús, se han alejado de Él y ya no le
quieren, para que vuelvan. Roguemos al Señor.
(El Guía puede invitar a rezar un Padre Nuestro, tres Aves Marías y un Gloria)
GUÍA: Jesús nuestro, Tú nos has dado tantas cosas... Te damos gracias por todo lo que hemos recibido
de Ti, pero de una forma especial queremos darte las gracias por habernos dado por madre a tu misma
Madre, la Virgen María. Sabemos que yendo de su mano estamos seguros. Ella quiere llevarnos al Cielo
y lo hará si le dejamos que nos guíe. Por eso nos queremos consagrar a Ella, meternos en su corazón,
para que Ella nos proteja del mal.
GUÍA: Madre de Jesús, también eres mi Madre. Enséñame a consolar a tu Hijo, nuestro Señor. Te doy
mi corazón, que quiere ser un Sagrario para Él, y Tú, que eres tan buena, guárdame en tu corazón. Haz
que Jesús esté contento en mi alma, que le quiera siempre. Defiéndeme del mal. Mamá querida, espero
tu ayuda para ser fiel a Jesús. Si algún día me porto mal, recuérdame que soy tuyo. Cógeme muy fuerte
de la mano para que un día te vea en el Cielo con toda mi familia. Amén.
(El Guía puede invitar a rezar un Padre Nuestro, tres Aves Marías y un Gloria)
GUÍA: Creo, Señor, en Ti. Creo firmemente que me quieres y que deseas vivir en mi corazón. Creo que
estás en la Eucaristía, con tu Cuerpo, tu Sangre, tu Alma y tu Divinidad. Sé que por amor a mí has
muerto en la Cruz. Perdóname por todo lo que te he ofendido. Perdóname por olvidarme de Ti tantas
veces. Tú me conoces mejor que nadie, mejor que mis padres, mejor que mis hermanos, mejor que
cualquiera de mis amigos, y sabes que te quiero. Durante tu Pasión, sufriste tanto por mí y por todos los
hombres, que yo no quiero dejarte ahora solo. Cuando tantos te abandonan, yo quiero estar junto a Ti,
quiero consolarte, quiero decir mil millones de veces que te quiero. Te lo diré junto a tu Madre, la única
que no te abandonó. Déjame, Señor, estar junto a Ti este ratito y no permitas que me aparte nunca de
Ti.
TODOS: Bajo tu amparo nos refugiamos Santa Madre de Dios, no desprecies las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes líbranos de todos los peligros, ¡oh Virgen poderosa y bendita!
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y
promesas de nuestro Señor Jesucristo, amén.
GUÍA: Contigo voy Virgen pura y en tu poder voy confiado, pues yendo de ti amparado mi alma volverá
segura.
TODOS: Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes y sólo nunca
me dejes, ya que me proteges como verdadera Madre, haz que me bendiga el Padre y el Hijo y el Espíritu
Santo, amén.
Inmaculado Corazón de María… sed la salvación del alma mía.
Sagrado Corazón de Jesús… en Vos confío.
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