Subido por Mynor M Mejía

ACCION Y DEFENSA

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Bluefields Indian & Caribbean University
(BICU)
Trabajo de Teoría General del Proceso
Integrantes:
1-Blanca González
2-Gonzalo Herrera
3-Vannini Gómez
4-yasmina Brenes
5-Maynor Mejía
Fecha: 09 de Diciembre, 2018
Carrera: Licenciatura en Derecho
Docente: fausto guzmán
ACCION Y DEFENSA.
En virtud de la acción se pone en movimiento la actividad jurisdiccional del Estado.
El actor somete su pretensión a la decisión de los tribunales de justicia. La acción
es el vehículo para obtener el cumplimiento de una prestación.
1. Naturaleza jurídica de la acción.
A. Teoría clásica.
Esta teoría sitúa a la acción dentro del derecho privado. La acción es un derecho
de carácter privado. El derecho material invocado en el juicio en vista de haber
sido violado. En otras palabras, el mismo derecho en su estado dinámico.
Celso define a la acción como el derecho de perseguir en juicio lo que nos es
debido (las persequendi in judicio, quod sibi debeatur ). Las Institutas de
Justiniano tomaron la definición de Celso, agregándole la frase “o lo que nos
pertenece”, para comprender también a los derechos reales. Así completa dice: la
acción es el derecho de perseguir en juicio lo que nos es debido o lo que nos
pertenece.
Nuestro Código de Procedimiento Civil sigue esta teoría, por las razones
siguientes:
a) El art. 813 Pr. define la acción come el medio legal de pedir en juicio lo que se
nos debe.
b) Clasifica las acciones con base en la naturaleza de los derechos invocados. El
art. 814 Pr. preceptúa que las acciones son reales o personales: real es la que
nace de los derechos reales, y personal es la que nace de los derechos
personales.
Dentro de esta teoría, algunos autores consideran que la acción se distingue del
derecho sustantivo, aunque nace de él. Esta teoría tiene su origen en el derecho
romano, y es defendida por los civilistas.
B. Doctrina germánica (autonomía de la acción).
Con la célebre polémica de mediados del siglo XIX, entre Windscheid y Muther
acerca de la actio romana y la anspuch germánica, y el libro de Bülow (1868), se
inició el derecho procesal científico, público y autónomo. Termina la polémica con
el reconocimiento por parte de Muther de que ambas figuras eran diferentes. Esta
discusión contribuyó considerablemente a la destrucción de la doctrina clásica.
Muther, en su libro “La Teoría de la Acción Romana y el Derecho Moderno de
Obrar”, publicado en 1857, sostuvo que la acción es un derecho público subjetivo,
dirigido primeramente contra el Estado para obtener una sentencia favorable y
después contra el demandado para que cumpla una prestación no satisfecha.
Posteriormente Wach poya a Muther y aporta nuevas ideas.
Nace así la teoría de la autonomía de la acción, concebida ésta como un derecho
independiente del derecho sustantivo, de carácter público y dirigido contra el
Estado. Esta teoría es apoyada por Bülow, quien junto con Wach es estimado el
fundador del procesalismo moderno; pero señala que a diferencia del derecho
subjetivo, que es anterior al juicio, nace con la demanda judicial. Posteriormente,
sin embargo, la doctrina advierte que se trata de un derecho abstracto que lo
tienen aún aquellos que carecen de derechos subjetivos que tutelar.
Quedan así formuladas dos posiciones: la teoría del derecho abstracto y la teoría
del derecho concreto.
En virtud de la primera, la acción se concede a quien tenga o no tenga derecho,
pues se considera que es un derecho a tener un proceso y a obtener una
sentencia, que puede ser favorable o desfavorable.
Para la segunda, la acción es el derecho a obtener una sentencia favorable, por lo
que si se desestima la demanda la acción no existe. Pero la realidad demuestra
que no existe un derecho previo al juicio que justifique pedir una sentencia
favorable, porque no pocas veces se desarrolla todo el proceso en sus diferentes
etapas y recursos y culmina con una sentencia que rechaza la demanda.
Ante tal objeción, los partidarios de la teoría del derecho concreto han sostenido
que la acción es un derecho a obtener una resolución justa y nace con la
demanda. Después se pasa a concebir a la acción como un derecho abstracto. Es
hoy la teoría más aceptada.
En torno al tema existe una considerable división doctrinal, lo que ha motivado un
movimiento tendiente a unificar criterios. Haré un breve resumen de los principales
conceptos formulados en torno a la evolución de la acción: i) que es un derecho
autónomo, independiente del derecho subjetivo, ii) que es un derecho abstracto y
no concreto; iii) que es un derecho de carácter público dirigido contra el Estado y
no contra el demandado; iv) que son conceptos diferentes los de acción,185
pretensión y demanda: la acción se dirige al juez para que ponga en movimiento la
función jurisdiccional y es de carácter público. La pretensión es la tutela jurídica
concreta que solicita el actor sobre determinada relación jurídica, es de carácter
privado, se dirige contra el demandado y forma parte de la acción pero es
independiente de ella. La demanda es un acto procesal de iniciación del proceso y
sirve de instrumento para el ejercicio de la acción y la pretensión.
Entre los partidarios de la autonomía de la acción, algunos de los cuales citaremos
a continuación, Couture es el que lleva al extremo tal criterio.
Para la doctrina germánica, la acción es autónoma (independiente del derecho
sustantivo) y de carácter público. Esta acción, según Wach, se dirige contra el
Estado. Los sostenedores de esta doctrina son: Windscheid, Muther, Wach y
Degenkolb.
C. Doctrina de Chiovenda.
Para Chiovenda, la acción es un derecho autónomo y potestativo. Son derechos
potestativos los que no tienen un deber correlativo. Expone: “Para estos derechos
que se extinguen en un poder jurídico, y que por esto se oponen tanto a los
derechos reales como a los personales, hemos propuesto el nombre de derechos
potestativos”.
D. Doctrina de Carnelutti.
Para Carnelutti, la acción es un derecho subjetivo público, pues el interés que ella
tutela consiste en el ejercicio privado de una función pública.
E. Tesis de Couture.
Para Couture, es una forma típica del derecho de petición. La acción civil no difiere
en su esencia, del derecho de petición ante la autoridad. Este es el género,
aquella es una especie.
2. Elementos de la acción.
Tres son los elementos de la acción: los sujetos, el objeto y la causa.
a) Los sujetos. Dos son los sujetos de la acción: el demandante (sujeto activo) y
el demandado (sujeto pasivo), pero debe advertirse que los sostenedores de la
autonomía de la acción consideran al Estado como destinatario de la acción, como
el sujeto pasivo. Los sujetos deben estar determinados, de acuerdo con el art.
1021, incs. 1 y 2 Pr.
b) El objeto. El objeto de la acción es el derecho cuyo reconocimiento o
declaración se pretende. En otras palabras, la prestación que reclama el acreedor.
Ejemplos: reconocimiento del dominio y la devolución de la cosa en la acción
reivindicatoria; el reconocimiento del mutuo y la devolución del dinero en el cobro
del mutuo.
En la doctrina se dice que en los casos citados el dominio es el objeto de la acción
y el inmueble o mueble reclamado la cosa pedida. El mutuo es el objeto de la
acción, y el cobro del dinero es la cosa pedida. Pero, en realidad, ambas
pretensiones forman el objeto de la acción.
Para los que sostienen la autonomía de la acción, el objeto inmediato de esta es la
obtención de la resolución jurisdiccional.
c) La causa. La causa es el hecho, acto o contrato que da nacimiento al derecho
cuyo reconocimiento o declaración se pide.
Estos tres elementos tienen importancia para determinar los requisitos de la cosa
juzgada y oponerla como excepción.
3. Condiciones de la acción.
Condiciones de la acción son los requisitos necesarios para que sea acogida: a) la
existencia de un derecho, b) un interés actual, c) que el demandante sea el titular
del derecho; y d) que el demandado sea el deudor obligado. Sobre ellos tratamos
con ocasión de los presupuestos de fondo.
4. Clasificación de las acciones.
A. Según su finalidad.
Atendiendo a su finalidad, las acciones se clasifican en: de condena, declarativas,
constitutivas, ejecutivas y precautelares.
a) Acciones de condena. Por medio de la acción de condena se pretende que el
demandado sea condenado a alguna prestación (un dar, un hacer o un no hacer).
b) Acción declarativa. Con esta acción, llamada también meramente declarativa,
se pretende la declaración de la existencia o inexistencia de un derecho o relación
jurídica. Ejemplo: pedir que una persona sea declarada socia, heredera o hija de
otra.
c) Acciones constitutivas. Con estas acciones se tiende a que la sentencia
declare la constitución, modificación o extinción de un estado jurídico nuevo.
Pueden ser constitutivas de estado o de derechos. Como ejemplo de las primeras
se citan las de interdicción, divorcio, nulidad del matrimonio, etc. Como ejemplo de
las segundas se cita la acción sobre daños y perjuicios provenientes de actos o
hechos ilícitos, la que tiende a obtener un crédito que antes no se tenía. Las
sentencias que resultan de estas acciones producen efectos erga omnes para el
futuro y no para el pasado.
Al respecto dice Alsina: “Las sentencias constitutivas se caracterizan, en primer
lugar, porque con ellas nace una nueva situación jurídica, que determina, por
consiguiente, la aplicación de nuevas normas de derecho. Así, el demente deja de
actuar en la vida civil por virtud de la sentencia de interdicción y es reemplazado
por un representante legal; la sentencia de divorcio no se limita a declarar la
disolución del matrimonio, sino que permite a las partes solicitar la separación de
bienes y en algunas legislaciones las habilita para contraer nuevo matrimonio. En
segundo lugar, esa nueva situación jurídica sólo se obtiene mediante una
sentencia judicial, es decir, que es indispensable la intervención del juez: así,
ninguna persona será habida por demente sin que la demencia sea previamente
verificada y declarada por juez competente (Cod. Civ., art. 140); no hay divorcio
por mutuo consentimiento de los esposos (Ley de Matrimonio Civil, art. 66), lo que
supone un proceso y una sentencia judicial. Como en las sentencias declarativas
de estado, sus efectos se extienden erga omnes y por consiguiente no es
necesario promover una nueva acción frente al que no ha intervenido en el juicio,
pero a diferencia de aquella, sus efectos se proyectan al futuro y no se remontan
al pasado”.
d) Acción ejecutiva. En virtud de las acciones ejecutivas se intenta el
cumplimiento forzado de una obligación, que consta en un documento fehaciente
que presta mérito ejecutivo. Ejemplos: ejecución de una sentencia de condena, el
cobro de un crédito en la vía ejecutiva con base en un documento que presta
mérito ejecutivo.
e) Acciones precautelares. Con la finalidad de garantizar el ejercicio de las
acciones, se conceden las denominadas acciones precautelares (embargos,
anotación de demanda, etc.). A ellas se refiere el art. 817 Pr. La autonomía de los
procesos a que dan lugar estas acciones ha sido discutida con ardor. De la Plaza
es su gran defensor.
Son muchas las acciones o medidas precautelares para asegurar la efectividad de
un derecho, y no todas están comprendidas en la definición del art. 817 Pr.
En la doctrina se han hecho varias clasificaciones; pero nuestro Código de
Procedimiento Civil no hace ninguna, pues se limita a regular algunas de ellas, ya
que también se encuentran en otros cuerpos de leyes o leyes especiales.
La enumeración de estas medidas es la siguiente:
i) la exhibición de libros o cosas;
ii) el embargo;
iii) el secuestro;
iv) la intervención judicial;
v) el aseguramiento de bienes litigiosos;
vi) la anotación de la demanda en el Registro;
vii) el derecho legal de retención;
viii) la denuncia de obra nueva;
ix) la denuncia de obra ruinosa;
x) la guarda o aposición de sellos;
xi) el inventario;
xii) el beneficio de inventario;
xiii) el beneficio de separación;
xiv) las expensas para la litis;
xv) la guarda provisoria de los hijos y el abandono por el marido del domicilio
conyugal en el juicio de divorcio;
xvi) el depósito de personas;
xvii) la absolución de posiciones;
xviii) el reconocimiento de firma; y
xix) las informaciones para perpetua memoria.
Como puede observarse, estas medidas pueden recaer sobre personas, cosas y
pruebas útiles al juicio. Por otra parte, algunas sólo las puede pedir el demandante
(embargo, anotación de demanda, etc.) mientras otras las puede pedir tanto el
demandante como e! demandado (absolución de posiciones, reconocimiento de
firma, etc.).
Las providencias que resultan de estas acciones precautelares tienen las
características siguientes:
a) Provisoriedad. Las providencias precautelares son provisorias por cuanto
surten efecto hasta que se dicte la sentencia definitiva. Sus efectos, pues, son
temporales.
b) Subsidiariedad. Son subsidiarias o instrumentales porque no tienen un fin
propio, ya que están al servicio del derecho que se acoja en la sentencia definitiva,
a fin de poderlo hacer efectivo y que no resulte inútil o ineficaz.
B. Según el derecho que protegen.
Según el derecho que protegen, se dividen en: penales y civiles, muebles e
inmuebles, reales y personales, principales y accesorias, petitorias y posesorias,
directas e indirectas.
a) Civiles y penales. Las civiles persiguen la protección de derechos civiles. Las
penales, la averiguación y castigo de los delitos y faltas.
b) Acciones personales, reales y mixtas. Son acciones personales las que
protegen derechos personales. Estas se ejercen sobre la persona que debe
cumplir una prestación (dar, hacer o no hacer). Ejemplo: el cobro del dinero dado
en mutuo, el cobro del precio de la venta a plazo, la condena de los daños y
perjuicios por actos ilícitos, etc.
La Corte Suprema ha dicho que la acción de alimentos y la de pago indebido son
personales y, por lo tanto, son competentes para conocer de tales acciones los
jueces del domicilio del demandado.
En virtud de las acciones reales se protegen los derechos reales. En otras
palabras, las acciones reales nacen de los derechos reales. Ejemplos: acción
reivindicatoria, confesoria y negatoria.
La Corte Suprema ha dicho que la inmisión es una acción real. Las acciones
reales pueden recaer sobre muebles o inmuebles.
Son mixtas cuando simultáneamente se ejercen un derecho real y uno personal
vinculados entre sí. Es acción mixta, por ejemplo, la de deslinde6. En el derecho
romano se consideraban mixtas las acciones de deslinde ( finium regundorum ),
de partición ( familiae erciscundae )y de división del dominio ( comuni dividundo ).
La Corte Suprema se ha pronunciado así:
i) Sustenta el criterio de que cuando en una demanda se sustenten acciones que
sean personales por sí solas y otras meramente reales, no pueden amalgamarse
para constituir una acción mixta, pero que cuando se ejercen a la vez una acción
real y otra personal que sean conjuntas, se está en el mismo caso que si se
ejerciera una acción mixta. Ahora bien, la acción de nulidad del contrato de cesión
de crédito (entablada por el accionista contra un gerente que cedió un crédito a
favor de la sociedad) y la de reivindicación del mismo crédito, ejercidas en este
caso, son conjuntas en la forma en que se han planteado, desde luego que se
pretende que el resultado de la una dependa directamente del resultado de la otra,
porque una vez declarada la nulidad volverían las cosas al estado anterior, y por
ello debe concluirse que en el presente caso se ha utilizado por el actor una
acción mixta.
ii) Son mixtas las acciones que tienen por objeto la resolución, rescisión o
reducción de una enajenación de inmueble o la constitución de derechos reales
sobre los mismos.
La distinción tiene importancia para determinar la competencia de los tribunales
que conocerán de estas acciones. El art. 265 Pr. dice:
“Fuera de los casos de sumisión expresa o tácita de que tratan los artículos
anteriores, se seguirán las siguientes reglas de competencia:
1ª En los juicios en que se ejerciten acciones personales, será juez competente el
del lugar en que deba cumplirse la obligación, y a falta de este, a elección del
demandante, el del domicilio del demandado o el del lugar del contrato, si
hallándose en él, aunque accidentalmente, pudiera hacérsele el emplazamiento.
Cuando la demanda se dirija simultáneamente contra dos o más personas que
residen en pueblos diferentes, y estén obligados mancomunada o solidariamente,
no habiendo lugar destinado para el cumplimiento de la obligación, ser el juez
competente el del domicilio de cualquiera de los demandados, a elección del
demandante.
2ª En los juicios en que se ejerciten acciones reales sobre bienes muebles o
semovientes, será juez competente el del lugar en que se hallen, o el del domicilio
del demandado, a elección del demandante.
3ª En los juicios en que se ejerciten acciones reales sobre bienes inmuebles, será
juez competente el del lugar en que esté sita la cosa litigiosa, donde debe
cumplirse o en donde se contrajo la obligación, a elección del demandante.
Cuando la acción real se ejercite sobre varias cosas inmuebles o sobre una sola
que esté situada en diferentes jurisdicciones, será juez competente el de
cualquiera de los lugares en cuya jurisdicción están sitos los bienes, a elección del
demandante.
4ª En los juicios en que se ejerciten acciones mixtas, será juez competente el del
lugar en que se hallen las cosas, o el del domicilio del demandado, a elección del
demandante”.
C. Otra clasificación
a) Acciones principales y accesorias. Son principales las que protegen un
derecho independiente. Por ejemplo: la acción reivindicatoria, la acción de cobro
del precio de una venta, la acción para cobrar el precio del mutuo, etc.
Son accesorias las que protegen un derecho accesorio. Por ejemplo: las acciones
prendarias e hipotecarias. La prenda y la hipoteca necesitan para su existencia de
un derecho principal, al cual garantizan.
b) Acciones petitorias y posesorias. Las acciones petitorias garantizan el
derecho de dominio (acción reivindicatoria). Las posesorias protegen la posesión
(interdictos posesorios). En las primeras se prueba y discute el dominio. En las
segundas solamente se prueba y discute la posesión.
A esta clasificación responde el art. 932 Pr., que dice: “El juicio civil es posesorio o
petitorio, ya tenga por objeto la conservación o restitución de la cosa, ya verse
sobre la propiedad de una cosa”.
c) Acciones directas e indirectas. Las acciones directas las ejerce el titular del
derecho. Las indirectas las ejerce un tercero en vez del titular del derecho, v. gr.,
la acción subrogatoria contemplada en el art. 1870 C.
d) Acciones perjudiciales. Estas acciones las contempla el art. 816 Pr., que dice:
“Llámese acción perjudicial la que es trascendental aun a ciertas personas que no
litigan, y en ella cada uno de los litigantes puede ser actor o demandado”.
La cosa juzgada no afecta a los que no fueren parte en el juicio. Así lo exige el
principio de relatividad de la cosa juzgada; pero por excepción afecta aun a los
que no fueron parte en el proceso. Estas acciones generalmente se refieren al
estado civil de las personas.
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