Ibn Jaldun. Introducción a la historia universal (Al Mugaddimah); Luis Catalá

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Autor: Luis Català; resumen del libro:
IBN'JALDUN. "Introducción a la historia universal" (Al Mugaddimah).
Fondo de Cultura Económica, México, 1977, pp. 263-318, Libro
Segundo.
(Esto ya era para compañeros vagos de ahí los comentarios para
entretenimiento del personal)
Queridos amiguitos: éstas son las mil y una historias
de Ibn'Jaldun, que conoció el mundo entero de la mano
de su fiel esposa Mam'Amela. Alà fue propicio para él;
espero que, asimismo, misericordioso sea con nosotros
y nos proporcione paz espiritual e inspiración bendita
en los momentos de máxima alteración. ¡Alà es grande!
(repitan conmigo) ¡Alà es grande!
I- DE LA CIVILIZACIÓN ENTRE LOS NÓMADAS Y LOS PUEBLOS SEMISALVAJES
Y ENTRE LOS ORGANIZADOS EN TRIBUS, FENÓMENOS QUE ALLÍ OCURREN.
PRINCIPIOS GENERALES. ACLARACIONES.
Los hombres se unen para conseguir los medios de subsistencia.
Primero será lo indispensable, luego las necesidades no básicas
y, finalmente, aspiran a la abundancia. Cuando su posición es
cómoda, comienzan a asentarse y a disfrutar del bienestar;
construyen ciudades con exuberantes edificaciones y, en definitiva,
domina el lujo. La diferencia de condiciones de vida en relación
al campo es mucha.
II- LA EXISTENCIA DEL PUEBLO ÁRABE EN EL MUNDO ES UN HECHO
PERFECTAMENTE NATURAL.
En el campo, se utiliza lo mínimo indispensable para vivir.
los agricultores son superiores a los nómadas, ya que tienen alguna
forma de asentamiento (aldeas, alquerías).
Los nómadas que crían camellos se adentran más en el desierto
y suelen vivir en él. Estos nómadas suelen ser árabes.
III- LA VIDA DEL CAMPO HA DEBIDO PRECEDER A LA DE LA CIUDAD. ELLA
HA SIDO LA CUNA DE LA CIVILIZACIÓN. LA CIUDAD LE DEBE SU ORIGEN
Y SU POBLACIÓN.
La vida en el campo fue primero que la de la ciudad, igual
que antes va lo indispensable (vida en el campo) que lo superfluo
(lujo, ciudad). Los hombres del campo aspiran al bienestar de la
vida en la ciudad; los ciudadanos no aspiran a regresar al campo.
IV- LA GENTE DEL CAMPO ES MENOS CORROMPIDA1 QUE LA DE LA CIUDAD.
El hombre de la ciudad, en contacto constante con la abundancia
y el lujo, cae en todos los placeres; ello corrompe el alma y daña
1 Sí, ya sé que es "corrupta", pero los títulos de los capítulos los copio literalmente.
moralmente al hombre, de manera que se vuelve indecente y grosero.
Sin embargo, los hábitos de conducta de los campesinos son tan
sencillos que tienen menos tentaciones y su vida es menos impura;
por ello, están más inclinados a hacer el bien.
V- LOS MORADORES DEL CAMPO SON MÁS VALIENTES QUE LOS DE LAS CIUDADES.
Los ciudadanos, al tener un ejército y murallas que los
defienden, han renunciado al uso de armas. Las gentes rurales,
habituados a un ambiente hostil y sin nadie que les defienda, sólo
confían en ellos mismos y se pueden valer en cualquier situación,
cosa que el ciudadano, no.
VI- LA SUMISIÓN A LAS AUTORIDADES DAÑA AL VALOR DE LOS CIUDADANOS
Y HACE DESAPARECER EN ELLOS LA IDEA DE VALERSE POR SÍ PROPIOS.
Todos los ciudadanos están sometidos a una autoridad excepto
unos pocos. Si la autoridad es justa y benevolente, los ciudadanos
actuarán con autonomía y arrojo. Pero, si la autoridad emplea con
frecuencia la opresión, destruye la fortaleza moral de los
ciudadanos, porque se sienten humillados.
Los nómadas del desierto son los más valerosos de entre los
hombres por la libertad de que gozan.
Ante la influencia del gobierno y el sistema educativo, los
hombres de la ciudad se dejaron amedrentar por una autoridad.
VII- LA APTITUD DE VIVIR EN EL DESIERTO NO ES DABLE SINO A LAS TRIBUS
ANIMADAS POR UN ESPÍRITU DE COLIGACIÓN ("ASABIYA").
El hombre adquiere antes la cualidad del mal que la del bien.
Una de las formas del mal es la agresión; si ésta se manifiesta
dentro de la ciudad o hacia la ciudad, están las autoridades y las
tropas para repelerla.
En el desierto, es la voz de los ancianos la autoridad interna.
Pero, para la defensa frente al exterior, es necesaria la
cooperación entre los guerreros, sino no podrían repeler ningún
ataque (no hay murallas, ni fortificaciones). Esta solidaridad es
el espíritu de "asabiya".
VIII- EL "ASABIYA" SÓLO OPERA MEDIANTE COLIGACIONES BASADAS EN LA
AGNACIÓN O EN OTROS VÍNCULOS ANÁLOGOS.
Los lazos sanguíneos constituyen una fuerza que casi todos
los hombres reconocen como un sentimiento natural y se manifiestan
en el mutuo socorro y la cooperación.
IX- LA PUREZA DEL LINAJE SÓLO SE HALLA ENTRE LOS ÁRABES NÓMADAS
Y LOS DEMÁS PUEBLOS SEMISALVAJES QUE HABITAN LOS DESIERTOS.
El vivir aislados hace que los nómadas sean una etnia pura.
Además llevan una vida muy dura que les confiere un arrojo sin igual2.
La mezcla de etnias lleva a la eliminación del "asabiya".
X- CÓMO LOS NOMBRES PATRONÍMICOS DE LAS TRIBUS PIERDEN SU EXACTITUD.
Ello sucede porque hay gente que se va de su tribu y se incluye
en otra, perdiendo su patronímico original.
XI- EL DERECHO DE MANDO PERSISTE SIEMPRE EN LA TRIBU; PERMANECE
EN LA FAMILIA QUE SE APOYA EN LOS COMPONENTES DE LA "ASABIYA".
Dentro de las tribus existen vínculos más fuertes; por ejemplo,
las familias; una de estas familias, la que encarne más fuertemente
el "asabiya", debe ejercer el mando sobre las otras.
XII- EL MANDO SOBRE LOS COMPONENTES DE UNA "ASABIYA" NO PUEDE SER
EJERCIDO POR UN EXTRAÑO.
Para ejercer el mando es necesario estar apoyado por el
espíritu de solidaridad ("asabiya"). Un incorporado a la tribu,
que no es originariamente de ella, no puede ejercer el mando.
XIII- EL ABOLENGO Y LA NOBLEZA DE LOS COMPONENTES DE UNA ASABIYA
SON REALES Y BIEN FUNDADOS; ENTRE LOS DEMÁS, FIGURATIVOS Y
SIMBÓLICOS.
Quien posee un noble abolengo tiene la ventaja de la posesión
de una asabiya; cuando ésta es respetable y temida se obtienen
posiciones ventajosas y buenos resultados. Así, el abolengo y la
nobleza son genuinos.
En la ciudad, como los habitantes hacen una vida individual,
no hay asabiya, la nobleza es figurativa y simbólica.
XIV- EL ABOLENGO Y LA NOBLEZA DE QUE SUELEN PARTICIPAR LOS CLIENTES
Y PROTEGIDOS DE UNA FAMILIA NO SON DEBIDOS A SU ORIGEN SINO A LA
REPUTACIÓN DE SU PATRÓN.
Cuando una familia admite a un extraño, lo asimilan y adopta
el mismo linaje; si éste es de renombre, es porque el patrón de
esa familia y sus antepasados se han hecho merecedores de un
abolengo; el extraño no ha tenido nada que ver y no le va a servir
de mucho ese linaje.
XV- LA NOBLEZA ALCANZA SU PUNTO CULMINANTE EN LA 4ª GENERACIÓN.
2 Siento que esto parezcan diálogos del Guerrero del Antifaz, pero es que es así, ¿qué le voy a hacer?
En la 4ª generación, el que ostenta el abolengo ya no se acuerda
de que sus antepasados han ascendido al poder por la solidaridad
de su asabiya y por su esfuerzo, y cree que el poder le viene de
nacimiento, siendo así superior por naturaleza.
XVI- LOS PUEBLOS SEMISALVAJES SON MÁS CAPACES PARA REALIZAR LAS
CONQUISTAS QUE LOS DEMÁS.
Los pueblos semisalvajes del desierto, al estar acostumbrados
a condiciones duras, están más capacitados para la lucha.
XVII- LA META QUE PERSIGUE LA ASABIYA ES LA SOBERANÍA.
El siguiente paso a ser jefe de tribu (que conduce a su pueblo)
es el de soberano (que ordena a su pueblo, y éste le debe obedecer).
El soberano es el jefe de tribu que tiene la (o el) asabiya más
poderosa. Así, la asabiya conduce al poder máximo--> la soberanía.
XVIII- ENTRE LOS ESCOLLOS QUE IMPIDEN LLEGAR AL REINO ESTÁN EL LUJO
Y LA OPULENCIA A QUE SE ENTREGA EL PUEBLO.
Si una tribu alcanza un bienestar en proporción a un asabiya
poderoso, irán siendo presa del lujo y su espíritu de solidaridad
irá debilitándose, volviéndose débiles e incapaces de llevar a
término una conquista.
XIX- UNA TRIBU QUE HA VIVIDO EN EL ENVILECIMIENTO Y LA SERVIDUMBRE
ES INCAPAZ DE FUNDAR UN REINO.
... Porque ello indica que han perdido el asabiya dada su vida
indigna. También dice Jaldun que pagar impuestos o tributos es un
envilecimiento y una pérdida del asabiya; se debe luchar antes que
consentir el pago del tributo. (¡Viva Jaldun!).
XX- AQUEL QUE PROCURA DISTINGUIRSE POR LAS NOBLES CUALIDADES MUESTRA
QUE ES APTO PARA REINAR. SIN VIRTUDES NO SE LLEGA JAMÁS AL PODER.
El hombre tiene 2 naturalezas: la animal, que le lleva al mal;
y la humana, que le lleva al bien. Hay un nexo íntimo entre el bien
y la facultad de mando, que tiene como cénit la soberanía, que es
la meta del asabiya. Si a la solidaridad de un pueblo se le unen
las nobles cualidades de un caudillo, existen bastantes
posibilidades de llevar a cabo una conquista.
Características del buen caudillo:
* generosidad * consideración * respetuosidad
* indulgencia * hospitalidad
* modestia
* cumplimiento de palabra
* sustentador de la fe
* practicante ferviente de la religión
* honra a los que no son sus iguales por sus méritos.
Estas características le vienen desde el cielo, en relación
a su espíritu de solidaridad.
XXI- LOS PUEBLOS MENOS CIVILIZADOS REALIZAN LAS CONQUISTAS MÁS
VASTAS.
(Lo mismo que en el capítulo XVI + -->). Al ser nómadas y no
tener un territorio fijo, se lanzan a la conquista de cualquier
tierra, incluso las más lejanas.
XXII- NORMALMENTE, CUANDO LA SOBERANÍA ESCAPA DE LAS MANOS DE UN
PUEBLO, PASA A OTRO DE LA MISMA RAZA, SIEMPRE QUE ÉSTE CONSERVE
SU ASABIYA.
Cuando una tribu forma un imperio, una dinastía se encarga
del gobierno; pasado el tiempo les vence el lujo; entonces, los
miembros de la tribu que han sido excluidos del poder pero que al
estar alejados del lujo todavía conservan el asabiya, deben tomar
el poder.
XXIII- EL PUEBLO VENCIDO TIENDE SIEMPRE A IMITAR AL VENCEDOR EN
SUS ALIÑOS, SU MANERA DE VESTIR, SUS INCLINACIONES Y COSTUMBRES.
... Debido al temor reverencial que impone el dominador; ven
en él la perfección.
XXIV- UN PUEBLO VENCIDO Y SOMETIDO PRONTO DESAPARECE.
Cuando un pueblo es vencido, pasa a un estado de abatimiento
que lo convierte en siervo del vencedor. Las esperanzas de prosperar
se debilitan y, por ende, su procreación; además, como hemos visto
en el cap. XIX, pierden el asabiya y toda capacidad de reacción.
XXV- LOS ÁRABES SÓLO PUEDEN PREVALECER SOBRE LOS PAÍSES DE LOS
LLANOS.
... Porque no se exponen a los riesgos de atacar orografías
dificultosas.
XXVI- TODO PAÍS CONQUISTADO POR LOS ÁRABES MUY PRONTO ES ARRUINADO.
Los árabes, por sus hábitos rudos y agrestes y su carácter
de pueblo independiente, son todo lo opuesto al sedentarismo, la
civilización y el progreso; los árabes no tienen ningún reparo en
arrasar los bienes de la civilización en su provecho.
Además, ellos no se someterían a nadie, ni siquiera alguien
de su propia dinastía, pues son ávidos de poder; si tenemos en cuenta
que es necesario un gobierno soberano para una subsistencia estable
de la sociedad, los árabes no la tienen (la estabilidad, claro).
XXVII- EN PRINCIPIO GENERAL, LOS ÁRABES SON INCAPACES DE FUNDAR
UN IMPERIO, A MENOS QUE RECIBAN DE UN PROFETA O UN SANTO UN MATIZ
RELIGIOSO MÁS O MENOS FUERTE.
Los árabes son el pueblo menos dispuesto a ser subordinado.
Si aprovechara las enseñanzas de la religión, que ésta limase sus
asperezas, podrían, bajo la mano de un caudillo y con sus aguerridas
condiciones, formar un imperio.
XXVIII- DE TODOS LOS PUEBLOS, LOS ÁRABES SON LOS MENOS CAPACES DE
REGIR UN IMPERIO.
Cuando los árabes subyugan a un pueblo, sólo piensan en
enriquecerse desposeyendo a los vencidos; jamás intentan darles
una buena administración. Necesitan la religión para entender que
es necesaria la organización.
En un tiempo, siguiendo la religión, establecieron un gran
imperio que llegaba hasta Roncesvalles, pero retornaron a su origen
y hábitos nómadas.
XXIX- LOS PUEBLOS Y LAS TRIBUS RURALES SOPORTAN LA AUTORIDAD DE
LOS CITADINOS.
... Porque los agricultores necesitan a la ciudad (carpinteros
y herreros que les hagan herramientas, por ejemplo), y ésta no
necesita, al menos para lo primario, al campo. (Oye, Jaldun, ¿y
qué comen los citadinos?).
The End
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