LAS CEREMONIAS MÁGICAS Enrique Cornelio Agripa LAS CEREMONIAS MÁGICAS CIÁSICOS ESoTIRICOS IN@IGO © 2003, Ediciones y distribuciones Vedrá, S. L. Primera edición: noviembre de 2003 Printed in Spain ISBN: 84-89768-85-4 Depósito legal: B-12333-03 Fotocomposición: Serveis lntegrats Editorials, Bda. de sta. Ana, 7 - 08301 Mataró Impresión y encuadernación: Liberdúplc:x, Constitución, 19 bloque 8, local 19 - 08014 Barcelona Disdío de colección: Jordi Matamoros Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en las leyes, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o pr.!starno públicos. INTRODUCCIÓN Sobradamente conocidas son las peripecias que incansablemente poblaron la vida de Enrique Cornelio Agripa de Nettesheim. Descendiente de familia noble, toda su vida persiguió que su estirpe fuese reconocida en las más diversas cortes europeas, y salvo los favores y protección que recibió de Margarita de Austria, nieta del Temerario, a la que dedicó su obra intitulada Sobre la nobleza. y preexcelencia de sexo femenino, no siempre logró con éxito su propósito. Implicado en varios conflictos de corte político, recibió serias acusaciones de espionaje que le valieron persecuciones y exilios, a lo que hay que añadir sus estancias, siempre accidentadas, en las cortes española, francesa y germana. No obstante, y más allá de los desórdenes propiamente personales y económicos que encauzaron la vida de Agripa, la historia del pensamiento debe al de Nettesheim destacables aportaciones. -7- Si bien fueron sus estudios y ejercicios médicos los que definieron su carrera profesional, lejos de limitarse a su labor de físico, que ejerció o le dejaron ejercer con más poca que buena fortuna, Camelio fue un profundo conocedor de todas las ciencias que se cultivaron en su tiempo, prodigando la compañía de personajes de la talla de Erasmo, el controvertido abad Tritemio y repetidas incursiones en el círculo de Léfevre. Es nuestro deseo que el lector disfrute con el contenido de este pequeño tratado, en el que sin duda encontrará las referencias debidas y las fuentes precisas que abocarán clara luz sobre esa antigua y noble ciencia llamada Magia. Además de una abundante correspondencia y de algunas obras menores, los conocimientos deAgripa quedaron brillantemente reflejados en dos de sus más colosales obras: Sobre la vanidad de todas las ciencias, en la que elabora un recorrido crítico y extraordinariamente agudo por todas las disciplinas que el renacimiento crió en su seno, y su Filosofía Oculta, obra magna de carácter enciclopédico que recoge de forma rigurosa y ajustada toda la tradición que sobre las ciencias ocultas y mágicas circulaba por Europa. El Tratadp de magi,a ceremonial que hoy ofrecemos a la consideración del lector, forma parte integrante de su Filosofta Oculta, obra que le valió a nuestro hombre no pocas acusaciones de nigromante y mago y que sin duda contribuyó a hacer de él una leyenda tan merecida por sus notorios conocimientos, como inmerecida por su gran erudición y por la honestidad que siempre profesó como investigador de las antiguas c1enc1as. -8- -9- LAS CEREMONIAS MÁGICAS por Enrique Cornelio Agripa CAPÍTULO I PRúLOGO DEL AUTOR Dedicamos los libros precedentes de esta Filosofta Oculta a conocer el principio del conocimiento mágico, aunque de forma sucinta, su fundamento lógico y razonado, y a conocer la forma de realizar experimentos previos a la realización de efectos extraordinarios. Ciertamente, hay cosas que quedan más ocultas explicadas de forma concreta que alegórica, y por tanto más entresijadas; queda en nosotros el desasosiego de que quienes poseen menor entendederas que nosotros puedan llegar a comprendernos, habiendo dedicado nosotros mucho estudio, celo y reflexión. Por dicho motivo proporcionamos este cuarto libro de la Filosofta Oculta, que es clave y llave de toda la operatoria explicada hasta ahora, y vendrá documentada y experimentada para goce del lector. Si el dicho lector, cuando leyó los tres precedentes, quedó ávido de respuestas, sin duda este libro le hará vencedor, por cuanto solicitamos que su comprensión quede reservada en el interior de su corazón, devotamente, y allá quede en silencio religioso. -15- CAPfTULO 11 ESPÍRITUS BUENOS Y MALOS: FORMA DE CONOCER SUS NOMBRES Y CARACTERES Conoce que de las letras que se obtiene de la imagen del horóscopo, se extraen las inteligencias directoras de cada planeta. Se hará de la siguiente forma: comenzando por el lugar de salida del dicho planeta y, siguiendo el orden natural de signos, mediante grados y aspectos, haráse la proyección del grado del ascendente. Para hallar los nombres de las inteligencias malignas que habitan bajo el dicho planeta, se tomará el mismo método pero utilizando el movimiento retrógrado del planeta; habráse comenzado desde la casa siete, y realizado la proyección inversa. A fin de hallar el nombre del Espíritu superior, aquello que algunos juzgan Alma del Mundo se tomarán las iniciales de los cuatro extremos cardinales de la representación del mundo, según se ha dicho. Contrariamente el nombre del Gran Espíritu se configura de acuerdo a las cuatro casas inferiores. Igualmente los nombres correspondientes a los espíritus mayores regentes de los poderes del aire se configuran de acuerdo a los cuatro ángulos de las casas inferiores. Y es a todas luces obvio que si deseamos ele- -19- gir el nombre de un espíritu bueno será preciso actuar de manera que la proyección se realice conforme a la secuencia de signos, empezando por el grado correspondiente a oriente, mas para el nombre del mal espíritu deberemos proceder según la sucesión contraria. Sépase además que los nombres de los malos espíritus los obtendremos haciendo uso de las tablas nominales declaradas en nuestros libros anteriores, sean espíritus buenos o espíritus malos. Lamanera de hacerlo es como sigue: caso de buscar en la susodicha tabla un espíritu bueno perteneciente al orden segundo, procederá un espíritu malo perteneciente a la categoría de príncipes y gobernadores; mas, caso de introducir en la tabla nominal el nombre de un genio maligno perteneciente al orden tercero, o de un espíritu malo de la categoría de gobernador, ya se haya obtenido mediante la tabla o mediante la figura celeste, procederá un espíritu perteneciente a la categoría de sirvientes inferiores. Es preciso conocer, asimismo, que siempre que nos dirijamos a la tabla con espíritus buenos del orden segundo, obtendremos nombres de la misma categoría, y caso de obtener el nombre de un espíritu maligno bajo el dicho nombre, procederá de una categoría superior de los gobernadores. Tal sucederá también si nos dirigiésemos a la tabla nombrando un espíritu malo de la categoría superior; no así, si nos acercáramos a la tabla nombrando espíritus del -20- tercer orden, al que pertenecen los espíritus sirvientes buenos y malos, pues se obtendrán entonces los nombres de espíritus de categoría inferior al dicho orden. Ha habido muchos hombres de gran peso y autoridad, muchos magos, que trataron de llevar tales tablas al alfabeto latino. Su iniciador fue Trismegisto, tomando esta forma de computar del idioma egipcio; por cuanto queda aclarada y afirmada la posibilidad de conducirlo de forma racional a otros idiomas, observando el valor de los signos. Sin duda alguna Trismegisto fue el primero notable de quienes han tratado acerca de la forma de escoger los nombres de los espíritus. De esta forma, la intención fue poder introducir en estas tablas una ocupación o tarea cualquiera, y extraer el espíritu (bueno o malo) de la misma forma que hemos mostrado. Para hacer esto, se introduciría el nombre de la tarea en cuestión en la columna y línea de las grafías correspondientes, y bajo su propio astro. La forma de escoger con corrección los sacros nombres de los espíritus según los rituales oportunos, pertenece a una virtud y enseñanza esotérica que se basa en la situación vocálica del nombre, pues en la sonoridad vocálica reside el nombre apropiado y armonioso. Para así operar, débese situar con gran dedicación cada una de las vocales, cosa que encontramos en el cálculo de la imagen del cielo para elegir los nombres de los espíritus de la segunda categoría, ya -21- sean éstos buenos o malos, príncipes y gobernadores. En lo que respecta a los buenos, se opera como sigue: pondránse en sucesión las vocales pertenecientes a las estrellas; tomándose el valor del grado de la undécima casa, se restará del grado de la primera estrella, es decir, del orden primero; deberá proyectarse entonces comenzando por el grado ascendente, y allá donde alcanzare, se revelará el símbolo vocálico de la letra primera. Para dar con la segunda vocal, deberáse tomar el grado del segundo orden de la estrella, y restarlo del grado del primero, entonces se proyectará partiendo, como antes, del ascendente; allá donde finalizase la proyección, se revelará la segunda vocal. Repitiendo el mismo proceso se hallarán el resto de vocales, siempre restando el grado de la estrella del orden siguiente, de la inmediata precedente. Si hemos aseverado que para calcular la vocal primera del nombre de los espíritus buenos hase de comenzar en la casa undécima, para dar con la de los espíritus malos, debe tomarse el inicio en la casa duodécima, y ésta a de servir como inicio a toda proyección para el cómputo de las restantes. Por lo que respecta a todos los otros nombres que han de ser extraídos mediante esta tabla, el sistema para dar con las vocales será diferente. -22- Lo primero que debe hacerse es tomar el número que compone el propio nombre, sea cual sea la cantidad de letras, y contando desde la primera fila de la letra, y calculando desde ésta el número primero, se relacionará la letra dicha con la letra obtenida; hase de tener en consideración que la distancia de letra a letra ha de ser la propia del alfabeto. Tomando como punto de partida el comienzo de la columna que le es propia, se hará la proyección pertinente, y allá donde alcance la dicha proyección se hallará el primer sonido vocálico. En la misma columna, y partiendo desde tal sonido vocálico, se hará la proyección propia del resto de vocales, siguiendo su misma cantidad y orden, asignándosele aquél que aparezca sobre la primera letra. A partir de la distancia que haya entre la letra anterior y posterior se dará con el resto de los sonidos vocálicos, y así sucesivamente -siguiendo el curso natural del alfabeto-. La distancia resultante se proyectará desde el principio de la columna, y donde finalice se encontrará el sonido vocálico deseado. De la forma dicha se proyectarán todos los sonidos vocálicos, y se le asignarán aquellas que aparezcan bajo sus letras, pero si estuviéremos buscando nombres de espíritus buenos, y apareciere una vocal bajo otra, la primera hará desaparecer a la última. En lo que respecta a los espíritus malos, el proceso será ver- -23- daderamente similar, con la salvedad de que estas operaciones se llevarán a cabo de forma inversa, es decir, tomando el orden alfabético en sentido contrario, y el orden de columnas será ascendente. En nuestro tercer libro de la Filosofia Ocultamostramos el método de dar con el Buen Genio de cada hombre; este método será verdaderamente útil, además de estar muy bien fundamentado, a fin de descubrir su nombre. No obstante, hay otros medios además del relatado que mostraremos a continuación: Uno de estos métodos consiste en tomar una figura de la natividad, y elegir los cinco lugares Hylegíacos; seguidamente se hará la proyección de las letras sobre los grados pertinentes siguiendo su orden y cantidad natural empezando desde Aries. El deseado nombre del Genio vendrá determinado por las letras provenientes de dichos grados dispuestos en su debido orden. Encontramos otro método tomando las estrellas que dominan los cinco lugares Hylegíacos -llamadas A/muten-, y haciendo partir la proyección desde el grado ascendente; no obstante, sólo se tomarán las letras que coincidan sobre las A/muten. Ordenadas dichas letras, daremos con el nombre del Genio. yección desde el grado ascendente, se seleccionan las letras del A/muten de la casa XI, a la que se denominaba el demonio bueno. Una vez ordenadas según conviene, estas letras denominan a los genios. Los nombres correspondientes a los genios malos se determinarán de forma similar, pero se realizarán las proyecciones en el sentido inverso al anterior, es decir, en dirección contraria a la de los signos, por lo que si contamos desde Aries para el bueno, para el malo se hará desde Libra. Si para el bueno se cuenta el ascendente, para el malo deberá hacerse desde el descendente y desde la casa VII. Todos los sistemas mostrados en los tres libros precedentes de nuestra Filosofia Oculta son aplicables a los caracteres de cualquier otro idioma, ya que en todo idioma hay números místicos y divinos, armonía y orden; lo que a su vez significa que cada genio puede recibir nombres diferentes, pero siempre se utilizarán las mismas tablas, ya sean éstos buenos o malos, pues las tablas están dispuestas para ello -como ya se dijo anteriormente-. Este tercer método era grandemente estimado por los egipcios, que es como se dirá. Realizando la pro- -24- -25- CAPfTULO 111 ÜRACTERES DEL CIELO, DE LOS GENIOS BUENOS Y DE LOS GENIOS MALOS Por lo tanto, la conformación de los caracteres viene determinada por líneas y cabezas. Hay seis cabezas que manifiestan seis magnitudes que están asignadas a estrellas y planetas. La primera magnitud y el Sol se representan mediante una estrella y una cruz. La segunda magnitud y Júpiter son representadas por un punto semicircular, con forma de triángulo, forma corva, o una forma afilada. La tercera magnitud y Saturno se representan mediante un punto circular. La cuarta magnitud y Marte se representan por una cruz, un trapecio o un cuadrado. La quinta magnitud y Venus y Mercurio se representan mediante una virgulilla normal o invertida. La sexta magnitud y la Luna vienen representadas por un punto negro. Todo ello puede examinarse en la tabla correspondiente. Así pues, situando cada cabeza en correspondencia a la localización de los planetas en la imagen celeste, las líneas tendrán una proyección en consonancia con sus disposiciones, cosa que dan a conocer las estrellas fijas. Cada línea debe ser proyectada en relación a la localización de las cabezas cuando los planetas se al- -29- zan, dependiendo así de la reciprocidad o antiscidad de su aspecto. Cuando se quieran trazar los sígnos de un sello celeste, sea cual sea el grado, relativo a los sígnos elegidos por astros de naturaleza semejante, y habiendo considerado la cantidad de estos astros, proyectaremos los trazos de acuerdo a su rango y posición de acuerdo al símbolo que se pretenda significar. Esto puede hacerse fácil y rápidamente. coincidiera en la línea de las figuras, es observar la categoría de dicha letra en relación al nombre, y tomarla como si de un número se tratare, seguidamente se multiplica por el número, relacionándolo con la categoría que ostenta dicha letra dentro del alfabeto. El número resultante deberá dividirse por nueve, y su residuo muestra qué figura o número habrá de utilizarse a fin de mostrar los caracteres. Cabe también la posibilidad de situar, una de dos, o una figura geométrica, o un número aritmético que, en todo caso, nunca deberá sobrepasar el nueve, o nueve ángulos. El nombre del espíritu proporcionará una serie de caracteres -formados mediante la tabla oponuna- recibiendo así cada letra un nombre adecuado a partir • de la tabla. Aquí no habrá dificultad alguna para un lector avisado. No obstante, los inconvenientes arriban en el momento en que la letra del nombre coincide con la línea de figuras o de letras, pues es necesario conocer cuál debe utilizarse. Sabrás que cuando la letra coincida con la letra, deberá averiguarse qué categoría ostenta la dicha letra dentro de la formación del nombre -si es segunda o, tal vez, tercera-; seguidamente será necesario tener en cuenta el número de letras que posee el dicho nombre, si son cinco o quizás siete; entonces se multiplicarán dichas cifras, y el número resultante se multiplicará de nuevo por tres. Se tomará la cifra resultante y se proyectará de nuevo tomando por origen la primera de las letras, y la letra sobre la que coincida decidirá el caracter del espíritu. El proceso a seguir caso de que una letra del nombre Los espíritus malos poseen, aparte de los caracteres ya dichos, otros emblemas y símbolos ante los cuales suelen acudir cuando se los invoca. Tales emblemas se conocen mediante la tabla necesaria, y para ello debe aplicarse el propio nombre del espíritu. Cuando una letra aparece repetidas veces en el nombre, toma el lugar predominante, combinándose seguidamente con el resto mediante la imaginación, de tal forma que las primeras tomarán la pane predominante del cuerpo -cabeza, y parte superior-, y el -30- -31- Hay una gran virtud en los caracteres que han sido revelados por espíritus, pues tales caracteres son en sí secretos, y poseen la proporción divina, o si no, forman parte de un tratado iniciado, de la promesa de una fe, o tal vez de una obediencia; en cualquier caso, no existe forma más racional para dar explicación a tales caracteres. resto a la parte inferior; por deducción, las letras intermedias quedan atribuidas a la parte media o trasera del cuerpo. Caso de encontrarse una contradicción en este proceso, tendrá por objeto al número más fuerte, y si se diera que halláramos dos iguales, deberán juntarse ambos. necesario comprender que un espíritu de categoría inferior, sea cual sea, es superior a los espíritus cuya categoría es aventajada, no siendo en ningún caso indigno que los que poseen categoría real o ducal-los cuales quedan por debajo-obedezcan a aquellos que son más excelentes. Por otro lado, si del nombre de un espíritu produjese en la tabla caracteriológica un emblema o símbolo, igualmente lo producirá y se hallará en la tabla de las figuras. Las categorías correspondientes a los espíritus malos también saldrán a relucir mediante la tabla figurativa y caracteriológica, ya que cuando un espíritu recibe algún emblema o símbolo, obtiene simultáneamente algún tipo de categoría; así, si en la proyección sobre dicha tabla apareciere, por ejemplo, la corona, indicaría categoría real; si mostrare la cresta, sin duda, estaría en la categoría del ducado; si los cuernos, la categoría sería el condado; y si apareciere el cetro, la espada o el látigo, significaría que su categoría es el gobierno. De forma similar sucede respecto la tabla de figuras. Por otra parte, aquellos que presentan apariencia humana poseen una preeminencia sobre los que presentan una apariencia animal; aquéllos cuya imagen es ecuestre predominan sobre los que poseen una imagen pedestre. Todos estos indicios, por lo tanto, deberán ser considerados a la hora de elucidar la categoría de un espíritu. No obstante, es absolutamente -32- -33- CwfTULON AsPECTO FAMILIAR DEL ESPÍRITU SATURNAL Su imagen más frecuente es la de un cuerpo alto y esbelto, y posee un aspecto iracundo. Su cabeza tiene cuatro caras, poseyendo dos de ellas -la que hay sobre la nuca, y la frontal- forma de pico. Los dos rostros restantes-ambos de color negro- aparecen en sus rodillas. Posee por seña la tierra alba. Cuando se mueve, da el efecto de ser mecido por los vientos, y la apariencia del movimiento terrestre. Su aspecto particular es el de un monarca barbiluengo montado a lomos de un dragón; el de un viejo hirsuto; la de una mujer añosa afirmada en un cipión; el de un gorrino; el de un dragón; el de un búho; el de unos ropajes azabaches; el de una guadaña; el de un enebro. -37- CAPfTULO V AsPECTO FAMILIAR DEL ESPÍRITU JOVIAL Suele manifestarse bajo la apariencia de un cuerpo sanguíneo y rabioso. Posee una estatura media, color de fierro, y un aspecto horrendo -aunque una mirada tierna, y una voz delicada-. Cuando se mueve, toma el aspecto de un relámpago unido a un trueno. Por seña tiene el aparecer circunscrito en hombres, que perecen en las fauces de unos leones. Su aspecto particular es el de un monarca blandiendo una espada que monta un ciervo; el de un hombre con mitra y gran manto; la imagen de una doncella coronada con laureles y engalanada floralmente; la de un pavo real; la de un ciervo; el aspecto de un toro; el de un vestido añil; la imagen de una espada o la de un boj. -41- CAPfTULO VI AsPECTO FAMILIAR DEL ESPÍRITU MARCIAL Su imagen más habitual es la de un rostro moreno rojizo e iracundo y verdaderamente espeluznante, posee unos cuernos semejantes a los de los ciervos, y unas garras de grifo. Su manifestación no se produce sino después de una demora importante. Su voz es la del mugido de un toro trastornado y enajenado. Al moverse lo hará como si fuera una llama. Tiene por seña el rayo y el trueno, moviéndose en círculos. Su aspecto particular es el de un monarca cabalgando a lomos de un lobo; el de un hombre de armas; la imagen de una doncella con un escudo en su trasero; la de una vestimenta encarnada; la de un macho cabrío; el aspecto de un corcel; el de un ciervo, o la imagen de múltiples rostros. -45- CAPfTULO VII AsPECTO FAMILIAR DEL ESPÍRITU SOLAR Su aspecto más frecuente es el de poseer una complexión grande y robusta, densa y rubicunda; posee una coloración de oro rojizo, como pigmentado con sangre. Su movimiento está relacionado con la manifestación de relámpagos y fulgores celestes. Tiene por seña el mover la sudoración en su invocador. Su aspecto particular es el de un monarca a lomos de un león sustentando un cetro; es el de un soberano coronado; de un hombre ataviado con una larga manta; el de una soberana sujetando un cetro; la imagen de un león; la de un gallo y la de una vestimenta azafranada o dorada. -49- CAPfTULO VIII ASPECTO FAMILIAR DEL ESPÍRITU VENÉREO Su manifestación siempre posee una gran belleza; su cuerpo suele poseer una estatura media, un gesto amable y afectuoso en un semblante tefiido de blanco, glauco, o dorado. Posee en su movimiento el aspecto de un lucero brillante. Su sefia es la de dos doncellas retozando alegremente, y que invitan al juego a su invocador. Su forma particular es la de un monarca sustentando un cetro que monta a lomos de un camello; la de una doncella desnuda; el aspecto de un camello o de una cabra; el de una paloma; unas vestiduras blancas o glaucas; la imagen de unas flores o de hierba sabina. -53- ; 1 CAPfTULO IX AsPECTO FAMILIAR DEL ESPÍRITU MERCURIAL Durante casi toda su manifestación aparece con una complexión media, fría y húmeda, de bello aspecto y voz apacible. En su apariencia humana, toma la imagen de un refulgente soldado provisto de armas. Posee en su movimiento el aspecto de nubes argénteas. Tiene por seña aterrorizar a su invocador. Su forma particular es la de un monarca a lomos de un oso; la de un doncel de bello aspecto; una doncella con un tamiz en sus manos; la imagen de un can, de una osa, o de una urraca; vestiduras policromas; una vara o un cayado. -57- CAPfTULO X AsPECTO FAMILIAR DEL ESPfRITU LUNAR Generalmente su aparición se produce bajo una complexión oronda, gruesa, fláccida y flemática, poseyendo un tinte semejante al de una nube tormentosa y lóbrega. Su edematoso rostro posee sendos ojos henchidos de agua, sin pelo en su cabeza y dientes de un cerdo salvaje. Al moverse recuerda un temporal marítimo. Tiene por sefia manifestarse como una lluvia que cae en círculo. Su forma particular es la de un monarca que sostiene un venablo en sus manos a lomos de un venado; la de un infante de corta edad; la de un ánade; la imagen de una vestidura glauca o argéntea; la de un insecto polípodo; la de una saeta. -61- CAPtTULO XI PENTÁCULOS Y SELLOS SAGRADOS 1 1 . ! Dirigiremos nuestro discurso ahora hacia los pentáculos y los sellos sagrados, y diremos de los primeros que son ciertos signos sacros cuya mayor utilidad estriba en prestarnos su favor contra males del porvenir, así como de socorrernos ante la posibilidad de ser sojuzgados o devastados a manos de espíritus perversos; tienen también el poder de invocar a los espíritus benévolos a fin de reconciliarnos con ellos. Asimismo pueden estar formados de caracteres que nombren espíritus benévolos de alto rango, de imágenes o letras sagradas, de revelaciones, de versículos santos, de figuras geométricas, nombres de Dios, o todo en conjunto mezclado y combinado según el hacer de ciertas personas. Como se ha dicho, se hacen servir los nombres de los buenos espíritus para este fin y, en general, de alto rango jerárquico como pueden ser el primer y segundo orden, o incluso el tercero; se inscriben con caracteres juzgados y estimados como sacros. Se circunscribe en un doble círculo en el que se inscribe también el -65- la faz, la faerza de tu brazo; la muerte, allá. Caso de nombre de un ángel; también puede ser adecuado grabar uno de los nombres de Dios que sea pertinente en su sentido mistérico, y en ocasiones, también rodearlos con caracteres numéricos relacionados con una figura geométrica. querer grabar un nombre divino, deberá escogerse uno que relate la fuerza de Dios, tal como espada de Dios, ira de Dios, venganza. de Dios, o cualquier otro que posea un efecto semejante. Si se creyere oportuna inscribir una figura geométrica deberá hacerse según la numerología explicada en nuestro segundo libro de la Filosofla Oculta, en donde se muestra cómo realizar todo este tipo de operaciones. Las Sagradas Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, están repletas de imágenes aptas para grabar en un pentáculo. Se tomarán las imágenes proféticas tal como la serpiente en la cruz y otras dadas en los libros de Isaías, Daniel, Esdras, y otros muchos como el Apocalipsis de San Juan. En nuestro tercer libro de la Filosofia Oculta ya tratamos ampliamente este sagrado tema. De esta forma se realizarán dos pentáculos que poseerán una virtud excepcional y muy útil para santificar nuestras obras. Para realizar el primero tomaremos como modelo el Apocalipsis, capítulo primero, donde se muestra la grandeza majestuosa de Dios asentado en su trono y saliendo de su boca una espada de doble filo. Circunscribiendo tal imagen, deberá grabarse: Soy elprimero y el último, e/Alfa y el Omega, U na vez hayamos grabado la imagen pertinente, se circunscribirá dentro de dos círculos, y se inscribirá uno de los nombres de Dios, escogiendo el más adecuado a la figura, o también es lícito el escribir un versículo relacionado con la dicha imagen que ruegue el auxilio divino. Por ejemplo, si se buscase un efecto victorioso en el pentáculo, se tomará una figura del libro segundo de los Macabeos, como puede ser una mano con una espada áurea fuera de su vaina, y un versículo del mismo texto, como: acepta en tu Aquel quefae, Aquel que es, Aquel que serd, omnipotente, estoy vivo, aunque fai muerto, y he aquí que vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno. Hecho esto, se escribirán los siguientes versos: primero: En vuestra virtud, Dios mío, he depositado mife y mi confianza., dad certeza a cuanto en nosotros habéis operado. Segundo: Que el Ángel del Señor los extinga, volviéndolos alpolvo ante el viento. Y finalmente: Que las tinieblas tomen posesión de sus caminos, y que éstos se vuelvan movedizos y resbalosos; que e/Ángel del Señor haga en ellos persecución. Seguidamente mano la espada sagrada, pues es don de Dios, y con ella dards muerte a los enemigos de mi pueblo, que es elpueblo de Israel. Así, también deberá grabarse, por ejemplo, el siguiente verso extraído del Salmo quinto: Ante -66-- ! 1 -67- se inscribirán alrededor de todo esto los diez nombres principales de Dios, a saber: El Ewhim, Ewhi, Zebaoth, E/ion, Escerkie, Adonaí, !ah, Tetragrammaton, Sadai. Basándonos en el capítulo V del Apocalipsis, hay otro pentáculo cuya imagen viene dada por el cordero degollado de siete cuernos y siete ojos, el cual está sobre el Libro de los siete sellos. El versículo correspondiente será: Mira cómo ya el león de la tribu de judd, la estirpe de David, ha ganado la victoria para abrir el libro y levantar sus siete sellos. Y también: Yo estaba viendo a Satands caer del cielo a manera de reldmpago. Ved que os he dado potestad de hollar serpientes y escorpiones, y todo el poder del enemigo, y nada podrd haceros daño. Al igual que antes, se grabarán alrededor los principales nombres de Dios. La forma y orden oportuno para formar estos pentáculos constituidos de figuras y nombres es el siguiente: Dependiendo de la virtud deseada, se obtendrá un número determinado, que es el que ha de mostrarnos la figura en cuestión. En cada ángulo de esta figura se ha de grabar un nombre de Dios oportuno al beneficio que se ambiciona. Las letras de tal nombre han de estar en consonancia numérica con el número de la figura o, cuando menos, han de proporcionar tal número al ser sumadas entre sí, o finalmente, cabe la posibilidad de que dicho número sea diferente, pero que al dividirse por el número de la figura no deje resto alguno. Una vez se haya obtenido -68- tal número, deberá escribirse en cada ángulo una, o varias veces, y en el centro de la figura deberá grabarse la revolución en entero o al menos abreviada. También es posible realizar estos pentáculos simplemente inscribiendo el nombre en revolución, trazando una línea-o una doble línea- donde se grabará el versículo apropiado -que siempre ha de ir en concordancia con el nombre y poder. Las virtudes de los pentáculos son muchas y variadas, pudiéndose aumentar, mezclar y variar dependiendo de la necesidad. El sentido de los versículos inscritos siempre dependerá de la virtud deseada, de tal forma que si, por ejemplo, se desease un pentáculo, se construirá un pentáculo centrado en la aniquilación de los enemigos, aludiremos a cómo Dios destruyó el mundo mediante el Diluvio, o la lluvia de azufre y fuego en Sodoma y Gomorra, o cómo se hundió el ejercito del Faraón en las aguas del mar Rojo, recordaremos las plagas y maldiciones múltiples que podemos hallar a lo largo de los Libros Sagrados. Si lo que buscamos es una protección contra el poder del agua, debemos rememorar la salvación de Noé, la del pueblo de Israel a través del mar Rojo, cómo Jesucristo caminó sobre las aguas y sacó de ellas a Pedro, y cómo ordenó la paz a los vientos y las mareas. El paso siguiente consistirá en evocar aquellos nombres divinos que mejor se adapten a nuestros propósitos, por ejemplo, si la finalidad fuere la ani- -69- quilación de nuestros adversarios, debiéramos hallar nombres que expresaren la ira, la cólera, el poder y la firmeza de Dios; si el propósito se encaminase a eludir el dolor y la desventura, los nombres evocados deberían expresar la misericordia, la piedad, la salvación y el amparo divino, añadiendo de por medio el nombre de uno o varios espíritus buenos que añadan fuerza al pentáculo en cuestión. Caso que la intención fuere vengativa, será necesario incluir el nombre de algún espíritu maligno -que puede ser uno o varios- que asista la operación. Como en los casos anteriores, la operación se perfecciona incorporando un versículo del libro de los Salmos que esté en sintonía con el objeto deseado. Finalmente, y siguiendo las pautas que damos en el segundo libro de nuestra Filosofta Oculta, es esencial elevar una oración a Nuestro Sefior, y componer según el método dado, otra al espíritu o espíritus que nos auxilien, ya sean ángeles, estrellas, almas o héroes. -70- 1 1, 1 ',1 ! ' 1 CAPfTULO XII CONJUROS y VÍNCULOS MÁGICOS Sabe que hay tres diferencias fundamentales entre estos vínculos: El primero de estos vínculos corresponde a la naturaleza, y es poderoso; el segundo está relacionado con el esoterismo religioso, así se relaciona con sacramentos, milagros, y cosas de esta índole; el tercero se relaciona con los diferentes nombres de la divinidad y las señales sagradas. Por lo tanto, tales vínculos tienen por objeto ligarnos, no tan sólo a los espíritus, sino que yendo más allá, nos relaciona con todas las criaturas naturales, ya sean animales, tormentas, igniciones, diluvios, etc. También son oportunos para solicitar el auxilio mediante las bendiciones. Al igual que en el caso anterior, es oportuno incluir algún versículo de los Libros Sagrados que se relacionen con nuestros propósitos, por ejemplo, para crear un vínculo protector contra las serpientes, será preciso tener presente la maldición caída sobre éstas en el Génesis, antes de la expulsión del Paraíso, o también: Caminards por encima del dspidy los basiliscos. Su fuerza será mayor si lo acompañamos de algún ritual sacro como pueda ser el de la excomunión, sepultura, -73- exequias, u otros ritos relacionados con el hecho de vincular. 1 1 : 1 CAPfTULO XIII CONSAGRAR ' -74- 1 Otro ítem de importancia es la consagración. En nuestro arte el hombre ha de operar el rito de la consagración sobre cada objeto o utensilio que utilice. Dos son las formas de consagrar, mediante la virtud del hombre que ha de realizar tal operación, o mediante la virtud que posee la plegaria consagradora. Es del todo necesario que el hombre reconozca en sí la virtud de consagrar con toda la convicción posible, y con una fe inamovible, pues tal es la forma de alcanzar el poder de consagrar, mediante la dignificación y la iniciación. En lo que a la plegaria atañe, su virtud reside en la propia santidad inherente a ella, es decir, si la dicha plegaria fuere extraída de las Sagradas Escrituras, o tuviere por origen la inspiración divina, sin duda vendría promovida por el Espíritu Santo o la Iglesia, por lo que su virtud quedaría fuera de duda. También cabe la opción de que tal virtud proceda de que la plegaria, aun no siendo santa por sí misma, queda santificada por una evocación de nom- -77- bres sacros y divinos, ya sean crónicas sagradas, historias, hechos, milagros, efectos, gracias, sacramentos, o misterios sacramentales, con tal que estén relacionados de alguna forma con el objeto a consagrar. Se deberán utilizar aguas benditas, rociaduras, ungüentos santos y sahumerios a fin de evidenciar la virtud de los sellos sagrados y cuanto tenga relación con la santificación, mientras se lleva a cabo la invocación de los nombres divinos o sacros. Sobre todo, se ha de tener en consideración que previo a cualquier bendición o consagración, ya sea de aguas, aceites, o cualquier otra cosa, es imprescindible y necesario alumbrar la estancia con cirios y lámparas santificadas, puesto que no puede llevarse a cabo ningún tipo de sacramento sin luz, así está preceptuado para todo rito de esta índole. Caso que el objeto a consagrar fuere tan mundano que pudiere tener mancha en sí, deberíamos proceder a su exorcización, y ésta debe ser previa a la consagración; esto debe ser contemplado fielmente, pues siendo purificadas son más convenientemente preparadas para acoger las influencias divinas. Es asimismo necesario que, una vez realizada la oración oportuna, el propio consagrante alce unas palabras convenientes con objeto de bendecir él mismo el objeto de la consagración; dichas palabras deberán realzar la virtud y el poder divino que ha recibido. Mostramos a continuación algunos modelos para allanar el terreno -78- en estas reflexiones. Si el propósito fuere consagrar el agua, haremos remembranza del emplazamiento del firmamento en medio de las aguas que Dios hizo, o cómo situó la fuente en el Paraíso de forma que los cuatro ríos lo abasteciesen por completo, la forma en que Dios utilizó las aguas como brazo ejecutor de su justicia destruyendo así los ejércitos del Faraón en el mar Rojo, cómo lo cruzaron los israelitas, cómo obró milagrosamente haciendo surgir agua de una piedra en medio del desierto, o la fuente de agua viva que Sansón hizo crecer mediante oraciones de la quijada de su asno; recordaremos asimismo cómo se estableció que las aguas borraran el pecado original, o el bautismo de Jesucristo a orillas del Jordán, hecho que purificó asimismo las aguas. Tomaremos también, a tal efecto, aquellos nombres de Dios que estén en concordancia con el tema, como por ejemplo agua viva, faente viva, río de misericordia, etc. Si pretendiéramos consagrar el fuego, evocaremos cómo Dios se sirvió de él para ejecutar su justicia y su venganza contra la iniquidad de los pecados; cómo ordenará la lluvia de fuego antes de juzgar al mundo; la aparición ante Moisés en forma de zarza ardiente; recordaremos asimismo el paso de su pueblo a través de la columna de fuego, o la prescripción de no ofrecer ningún sacrificio ni holocausto sin fuego; evocaremos el fuego eterno del Arca de la Alianza, que arderá por los siglos de los siglos bajo las aguas. -79- También sus nombres deberán ser convenientes, como se puede leer en la Ley y en los profetas, Dios es un faego que consume así como los nombres relacionados con ello, como Esplendor de Dios, Día de Dios, Luz de Dios. A fin de consagrar el óleo y los sahumerios debemos rememorar, como antes, los episodios de los libros sacros relacionados, como por ejemplo los dos olivos del Apocalipsis que subliman óleo sacro en las divinas lámparas ante Dios, o que Cristo significa el ungido. Sabe, pues, que la santificación del fuego sagrado pasa por la consagración del aceite de las lámparas, o la sacralización de los cirios, y que tal cosa es necesaria para obtener la santificación de los ritos, pues el fuego es parte esencial de ellos, ya sea bajo la forma del candelabro de siete brazos, o lámparas. Así conseguimos la perfección en las ceremomas. monte Tabor (en memoria de la Transfiguración y Ascensión de Cristo), etc. Se invocará a Dios utilizando los nombres más afines al hecho, como son: lu- gar de Dios, trono de Dios, sede de Dios, taberndculo de Dios, altar de Dios, habitdculo de Dios, y otros nombres parecidos, y que son adecuados para grabar en el círculo o lugar. A fin de consagrar los instrumentos y útiles necesarios para nuestro arte ha de obrarse de modo semejante, sahumerios, agua bendita y óleos sacros, señalados con un signo santo, consagrados mediante plegarias sagradas recogidos en los Libros, y tratando de que sean adecuados al útil en cuestión. Por ejemplo, para la consagración de la espada rememoraremos el episodio evangélico: Aquel que posea dos túnicas; o el segundo libro de los Macabeos, donde podemos leer: fae por milagro y voluntad de Dios que Judas Macabeo recibiera la espada, similar a aquél pasaje que podemos leer en los Profetas: tomad estas Será necesario consagrar el lugar y el círculo en que se realizará la operación. Para realizar tal cosa, podráse hacer servir la oración de Salomón para sacralizar un templo. Seguidamente se ha de bendecir el lugar con agua bendita y un sahumerio, y se hará remembranza de los rituales mistéricos, a saber, santificación del trono de Dios, de la montaña del Sinaí, del santo tabernáculo, del Santo de los Santos, del Templo de Jerusalén, de la colina del Gólgota (lugar de la crucifixión de Cristo), la tumba de Cristo, el Siguiendo el mismo esquema deberán consagrarse los libros que guarden las experiencias, las pinturas que evoquen momentos santos, y los propios Libros Sagrados mediante agua bendita y sahumerios, así como ungüentos, señas, y bendiciéndolo todo mediante citas sagradas, rememorando los misterios y santificándolos adecuadamente, así, santificaremos las tablas de las leyes dadas a Moisés en la cima del Sinaí, los dos -80- -81- espadas de doble filo para vosotros. Testamentos (Antiguo y Moderno) inspirados por el Espíritu Santo, los libros de los Profetas. Como ya se ha dicho, los nombres escogidos estarán en concordancia con el objeto, y serán tales como: Testamento de Dios, Libro de Dios, Libro de la Vida, Sabiduría de Dios, etcétera. La consagración de uno mismo deberá realizarse siguiendo el mismo patrón ritual. WÍTULO Por otro lado, existe otro rito que opera de forma admirable y eficaz consistente en el empleo de la ceremonia de consagración sacramental realizada en la Iglesia, aunque entra en el terreno de la superstición. Sabe asimismo que cuanto refiere al voto, al sacrificio y el holocausto poseen intrínsecamente una eficacia maravillosa, tanto a nivel personal como en lo vinculado a los útiles necesarios, de forma que se crea un vínculo poderosísimo entre tales útiles y nosotros mismos; de tal suerte se refuerza el anhelo y la realización de nuestros propósitos. Como ya dijimos en nuestro tercer libro de la Filosofta Oculta, cuando se utilicen más poderes, signos, pentáculos, oraciones, imágenes y escritos que sahumerios, anillos, ungüentos o espejos, deberán consagrarse bajo nombres determinados. -82- XIV ESPÍRITUS MALOS: SU USO POR CIERTOS MAGOS Hay algunos magos que se sirven de espíritus malignos para llevar a cabo sus propósitos. Su ministerio está intrínsecamente vinculado a cierto ritual de convocación que se reflejan en un libro consagrado denominado Libro de los Espíritus. No hablaré en demasía acerca de este libro. Verdaderamente, dicho libro está consagrado para su uso concreto, y se compone ritualmente con este objeto. En él se encuentran todos aquellos espíritus que han jurado sumisión. Está formado de papel purísimo, que nunca antes haya tenido otra utilidad, al que se le suele denominar pergamino virgen. Su composición reclama que a la izquierda se encuentre la imagen del espíritu en cuestión, y a la derecha sus caracteres, un juramento por escrito en el que se halle el nombre, y finalmente su categoría y lugar con su calidad y poder. Hay quien en su composición descuidan los caracteres o la imagen, pero debe saberse que gana poder si contiene todo lo dicho, pues cualquier cosa puede ser necesaria para su eficacia. También deberá poseer las circunstancias especiales de cada uno de ellos, -85- a saber, lugar, fecha y hora más apropiada, estrellas que los sitúan, el rito y la categoría. Se describe como un libro encuadernado muy escrupulosamente, y se conserva con gran cuidado por miedo a que no se convierta en una amenaza para su autor, pues podría serlo, caso de ser abierto fuera del lugar para el que fue disefiado. Además, pueden dafiar su poder las grosuras del alma, y el sacrilegio, por cuanto se guarda con gran esmero. A fin de consagrarlo, existen dos vías o formas posibles. e invocaciones más poderosas que hayan para cada uno. Seguidamente deberá colocarse el dicho libro entre dos maderas o planchas en las que habrán grabados los pentáculos sacros de la Majestad de Dios que se describen en el Libro del Apocalipsis (descritos anteriormente), colocándose uno al principio y otro al final del libro. Se escogerá entonces una medianoche serena y clara, y se llevará el libro hasta un cruce de caminos en el que habremos trazado el círculo correspondiente. La primera de ellas consiste en convocar a todos y cada uno de los espíritus cuyos nombres lo configuran (primero unos y luego otros) siguiendo un rito que será mostrado después. Se colocará el libro en un triángulo adecuado en el exterior del círculo. Seguidamente, y ante los espíritus dichos, se leerán los juramentos que en él hay grabados. Se obligará a todos y cada uno de ellos a imponer sus manos sobre los caracteres y figuras que los simbolizan, consag~ando el objeto mediante un juramento común a todos. Acabado esto, se tomará con ambas manos el libro abierto, pero antes habrán sido exonerados todos los espíritus siguiendo el ritual conveniente. Se tomará el libro abierto y se hará la consagración ya mencionada anteriormente. Se realizará entonces la conveniente invocación a todos los espíritus incluidos en él siguiendo un riguroso orden de categorías, ejecutando los vínculos tres veces para cada espíritu. Pasados tres días, se presentarán todos estos a presentar su sumisión justificándola en el libro ya consagrado. Acabado esto, se envolverá en un pafio de la mejor calidad, y se enterrará en el centro del círculo. El segundo método para consagrar este libro es más fácil y efectivo, pero no ocurre siempre que los espíritus llamados se presenten al abrirlo. Su elaboración será idéntica a la descrita anteriormente, pero detrás de cada espíritu deberán grabarse los vínculos Hecho todo esto, deberá borrarse el círculo -sin haber despachado a los espíritus- y el operante deberá marchar antes de que despunte el sol. Llegado que sea el día tercero, habrá que volver al lugar y rehacer el círculo -para lo cual deberán realizarse de nuevo todos los rezos y oraciones a Dios pertinentes-, se desenterrará el libro, se descubrirá sin abrirlo, y se orará con intensidad. Entonces se despedirá a los espíritus -86- -87- siguiendo el ritual correspondiente, se destruye el círculo de nuevo, y el operante deberá marchar antes de la salida del sol. Esta forma de consagrar el libro es eficaz para todo escrito y vínculo que corresponda a los espíritus, y se habrá de cuidar de guardarlo entre las dichas maderas o láminas grabadas con los Pentáculos sacros, como ya se ha dicho. A fin de operar con el libro según la forma adecuada, es importante escoger una noche clara y despejada, pues es más afín a los espíritus la noche agradable, y es conveniente orientarse hacia la región adecuada para los espíritus. Debe abrirse, entonces, el libro por el capítulo oportuno, y observando el juramento conveniente a cada espíritu, se invoca con el nombre del caracter o de la figura adecuada. Una ve:z se ha obtenido el propósito, se despide a los espíritus. -88- CAPfTULO XV INVOCACIONES A continuación se tratará acerca de la forma de invocar a los espíritus, tanto buenos como malos. Las invocaciones a los espíritus buenos son de diversa índole, y se nos aparecen de diversa forma, ya que se presentan a nuestra vista y hablan un idioma inteligible para los hombres despiertos, y asimismo aparecen en los suefios de los durmientes dando conocimiento de los augurios que deseamos. Hay que tener en cuenta dos cosas a la hora de invocar un espíritu, o hablar con él, a saber, primero la disposición del operante, y segundo el medio y disposición para con el espíritu en cuestión. Ni que decir tiene que el operante deberá mantener una vocación religiosa muy intensa durante muchos días previos a un misterio tan grave. A lo largo de los primeros días será necesario que se confiese y lleve a cabo actos penitentes, de forma interna y externa. Asimismo será necesario que se purifique a través de lavatorios con agua bendita. La castidad y la abstinencia son requisitos necesarios para -91- nuestra tarea, de la misma forma que lo es mantener el alma libre de preocupaciones mundanas, pues la necesitaremos desposeída de todas aquellas preocupaciones y meditaciones que sean ajenas a nuestra experiencia. Será importante también mantener un ayuno durante los días precedentes que dure el mayor tiempo posible. Durante tales días, el operante habrá de permanecer en el interior del círculo durante todo el día, de sol a sol, ataviado con ropajes de lana pura que hayan sido consagrados. Dedicará este tiempo a alabar a Dios y rezar a los ángeles, tal como hemos enseñado. Usualmente la medida de tiempo viene dada por la luna, aunque los cabalistas, por ejemplo, guardan cuarenta días. Acerca del lugar en cuestión, se cuidará que el lugar escogido para el ritual invocatorio sea puro, casto, límpido, disimulado, pacífico, y se observará que no hayan sonidos molestos en las cercanías, ni posibilidad de ojos indiscretos. Se situará en el centro del lugar una mesa que hará las veces de altar una vez cubierta con un paño blanco, inmaculado, y dirigida hacia oriente; se exorcizará el dicho lugar, se consagrará, y se encenderán dos cirios a los lados del altar que, una vez hayan sido debidamente consagrados, no deberán apagarse durante todos estos días. Emplazado en el centro del altar se situará una lámina que más adelante pasaremos a describir; se cubrirá mediante un lienzo purísimo que no deberá reti- -92- rarse antes de pasados todos estos días. Se harán sahumerios diarios -en cada sesión de rezo-y unciones consagradas; una vez encendido el fuego (que deberá ser convenientemente bendecido) se situará un incensario sobre el altar. La vestidura, blanca e inmaculada, cubrirá todo el cuerpo del operante hasta los pies, e irá cerrada por delante y por detrás, y ceñida con un cinto de idéntica fabricación. La cabeza también deberá ir cubierta, para lo cual se utilizará una mitra de hilo puro en cuya parte delantera se habrá fijado una laminita de oro -o dorada- que llevará grabada la palabra Tetragrammaton. Todo lo dicho habrá de ser convenientemente consagrada según ya hemos indicado anteriormente. La entrada al círculo se realizará con los pies descubiertos y acompañado de abluciones, y cuando se haya entrado se rociará el lugar con agua bendita y sahumerios, se situará el operante arrodillado ante el altar y elevará sus rezos. Será oportuno que el último día de ayuno sea más riguroso, y llegado el amanecer del día siguiente, se introducirá el operante en el círculo según se ha indicado, realizando las abluciones, sahumerios y demás ítems ya relatados. Deberá santiguarse con la unción consagrada la frente, y realizar unciones en los ojos, consagración que deberá completarse con un conjuro. Seguidamente se pondrá al descubierto la lámina colocada sobre el altar, y se rezará genuflexio- -93- nado como ya se ha indicado. Completa que sea la invocación angélica, aparecerán éstos y se les hablará con palabras dulces y puras, tras lo cual se los dejará marchar. para cada espíritu siguiendo las guías dadas cuando relatamos el modo de realizar los pentáculos y vínculos sacros. La lámina en cuestión tiene por objeto invocar un espíritu benévolo, y deberá elaborarse con un metal conveniente, cera virgen, o pergamino virgen; se combinarán en él los colores y figuras correspondientes. Su forma dependerá de la numerología, por cuanto podrá ser cuadrada, triangular, circular, u otras de esta índole, y en ella se grabarán los nombres divinos más favorables. Se grabará en su interior un hexágono en el que irá inscrito el nombre de la estrella o genio que supedita al espíritu convocado. Alrededor de esta figura, se imprimirán los pentágonos, cuyo número depende de la cantidad de espíritus que se hayan de convocar; será necesario un pentágono por cada uno de ellos, pero si sólo fuera uno el espíritu a convocar, serían necesarios cuatro pentágonos. La luna creciente es la más adecuada para grabar tales imágenes, mas las horas y los días dependerán enteramente de los espíritus convocados. La experiencia mejora notablemente si podemos escoger la estrella más conveniente. Esta lámina deberá ser consagrada según el rito ya explicado, y su utilidad es extraordinaria para convocar a cualquier espíritu bueno, aunque también cabe la posibilidad de elaborar una lámina -94- -95- CAPfTULO XVI EsPfRITUS MALIGNOS. INVOCACIÓN ¡ 1 Si nuestra intención fuera la invocación de un espíritu maligno, deberíamos informarnos previamente de su condición y naturaleza, es decir, el planeta que lo rige, y qué cargo le ordena. Con este conocimiento será más sencillo hallar el lugar más apropiado para su invocación, pues dependiendo de su ocupación y naturaleza conoceremos, por ejemplo, si su gobierno se extiende sobre las aguas del mar, ríos y fuentes, en cuyo caso escogeríamos como mejor un lugar cercano a una fuente de agua. A partir de este conocimiento sabremos asimismo sus días afortunados y desafortunados, su tiempo más proclive-claro y despejado, lluvioso, etc.-, sus horas más convenientes, las estrellas que lo rigen -lo que nos dirá si es más conveniente el día o la noche, etcétera-, y todo aquello que es necesario conocer a fin de facilitar la aparición y forma del espíritu convocado. Con todos estos datos en la mano, se trazará el círculo en el lugar más apropiado, teniendo en cuenta los dos factores: la protección del operante y propi- -99- ciar una mayor facilidad en la manifestación del espíritu en cuestión. Trazaremos seguidamente en el círculo los nombres más comunes de Dios, y entonces los nombres del planeta y ocupaciones del propio espíritu. Es importante añadir los nombres de todos aquellos espíritus que puedan actuar como controladores y subyugantes del espíritu. La protección puede incrementarse añadiendo al círculo algunos caracteres y pentáculos oportunos y apropiados a nuestro objetivo, amén de disponer una figura geométrica en la que se inscribirán los números más apropiados a nuestra conveniencia, pues hay que observar que armonicen con nuestro propósito. Es preciso tener conocimientos numerológicos para guardia del operador y eventuales acompañantes, así como atar y sujetar al espíritu. El mago, cuando todo está preparado, se introduce en el círculo junto con sus posibles adláteres, y orará en primer lugar dirigiéndose a Dios y después a los espíritus benévolos; a fin de ganar salvaguardia, cabe la posibilidad de leer -antes de las oraciones- algunos versículos específicos de los Salmos o también de los Evangelios. Acabado que sea, comienza propiamente la invocación; ésta deberá tener un aire suave y gentil, y se orientará hacia los cuatro puntos cardinales. Es de vital importancia no olvidar la potestad y autoridad del operante. Acabados estos rezos, detendrá toda acción a fin de observar si en las cercanías apareció algún espíritu, caso de no ser así, repetirá los rezos siguiendo las mismas pautas; hará esto hasta tres veces, y si el espíritu se negare a aparecer, lo conjurará invocando el poder divino, cuidando que el conjuro se adapte a la condición y naturaleza del espíritu. El conjuro se repetirá hasta tres veces, realizando una pequeña pausa entre una y otra, y aumentando el tono en cada una de ellas mediante puniciones consistentes en la privación de su ocupación y potestad, así como otras imprecaciones y maldiciones. llevar a buen puerto tal disposición, además de una correcta observación de las tablas que se encuentran en nuestro segundo libro de la Filosofia Oculta, en cuyo lugar se trata este tema más extensame~te. Será necesario abastecerse de lámparas, sahumenos, ungüentos y esencias, todo ello dispuesto según la condición y naturaleza del espíritu y su planeta; estas cosas tendrán, por una parte, una función mediadora entre el espíritu y su planeta, y por la otra serán cosas que se usen en su contra en rituales religiosos o supersticiosos. Será igualmente esencial abastecer~e de numerosos ítems, como pueden ser pergammos, pentáculos, vestimentas adecuadas al rito específico, cetros, y otras cosas que tienen por objeto la salva- Cuando, finalmente, apareciere el espíritu deseado, el operante se volverá hacia él hablándole con -100- -101- palabras afables y cordiales. Previo a darle el nombre, e inquirirle por si tuviere otro tal diferente, será necesario conjurarlo, y seguidamente se le demandará el deseo. Puede darse el caso de que el espíritu se muestre obcecado y mienta, en cuyo caso se retendrá oportunamente mediante los conjuros más apropiados. Si el operante sospecha haber mentira en él, deberá trazar con la punta de la espada un triángulo -o un pentáculo- fuera del círculo protector, y ordenará al espíritu que ingrese en él. Caso de conseguir establecer una promesa, el operante extenderá la punta de su espada hacia él, y le obligará a firmar el pacto jurando sobre ella. Acabado todo esto, se procederá a licenciar la marcha del espíritu, cosa que deberá hacerse utilizando palabras -como antes- amables y cordiales. Será necesario exigir al espíritu que no haga ningún daño al operante, y si no quiere marchar, deberán utilizarse conjuros muy poderosos, incluso -si es necesario- exorcismos y sahumerios opuestos a su condición. acabado que sea, hay sentimiento de haber sido engañado en algún punto, deberá enmendarse mediante el aumento o mengua, pues la reiteración otorga muchas más po~ibilidades de éxito, habida cuenta que confiere poder y virtud al operante, a la par que causa un mayor terror a los espíritus, trocándose en sumisos y serviles. Según algunos magos, existe la posibilidad de conferir una puerta de entrada y salida del círculo que se acciona a voluntad. Tal entrada debe ir especialmente resguardada mediante nombres y pentagramas sagrados. Es posible que ningún espíritu aparezca, mas no hay que rendirse, sino repetir todas las operaciones una vez y otra hasta obtener el resultado deseado. Si, Es importante saber que, caso de no aparecer espíritu alguno, si el operante, demasiado cansado y exhausto, decidiera abdicar su empeño, ha de despedir a los espíritus. Es importante debido a que, de no hacerlo, podría quedar expuesto a los males de éstos, salvo que posea una potente protección, pues a menudo sucede que los espíritus se presentan sin manifestarse y esto sucede por el temor que les causa el operador o los objetos utilizados en la operación. Sabe que tal despedida no debe entenderse a modo de concesión, sino de mandato; incluso puede ser necesario imponerles obediencia durante los siguientes días. Así pues, utilizando el modo prescrito para la utilización del libro consagrado, se han de convocar los espíritus y obligados a presentarse sin el empleo del círculo. -102- -103- Ya expulsado el espíritu, será necesario elevar alabanzas a Dios y a los Ángeles en agradecimiento a su protección, cosa que se hará previa a salir del círculo y tras una breve espera. Entonces el operante ya estará dispuesto para salir del círculo. Es posible que para cumplir los propósitos del mago no sea necesaria la manifestación directa del espíritu, para lo cual nos serviremos de ciertos objetos en los que aplicar sus virtudes, anillos, pergaminos, figuras, candelas, etcétera. Para tal cosa, será necesario grabar en tales objetos el nombre o caracteres del espíritu, o también sahumerios amenos al espíritu, o un contrato escrito con sangre. CAPfTULO Sucede en muchas ocasiones que se convoca a un espíritu maligno después de haber elevado rezos a Dios y a los Ángeles buenos, por cuanto la convocación se realiza mediante el poder divino. -104- XVII ESPÍRITUS INFERIORES. INVOCACIÓN Tal y como ya indicamos en nuestro tercer libro de la Filosofía Oculta, existe aún otra especie de espíritus. Apenas son dañinos al hombre, ni tampoco son excesivamente propincuos a éstos, por cuanto no padecen las pasiones de los hombres ni se deleitan en sus conversaciones, ni viviendo con ellos. Algunos se alojan en los bosques, a otros gusta la compañía de animales caseros, aún otros residen en fuentes y praderías. Sabe que para invocarlos en sus respectivas residencias, es imprescindible la utilización de sahumerios perfumados y apacibles melodías de instrumentos de cuerda, u otros fabricados especialmente para tal uso; asimismo contribuyen los cánticos y versos donairosos, los panegíricos y promesas. No obstante, en el caso de que se negasen, deberán ser increpados mediante conminaciones, vituperios, anatemas, escarnios, y ultimata so pena de ser expulsados del lugar en que estén. Incluso, si fuera preciso, se haría servir el rito de exorcismo. Es imperativo mostrar ante tales -107- espíritus una vigorosa disposición de ánimo, y un arrojo y osadía que no conozcan el pavor. A fin de alcanzar el objetivo deseado, se preparará un altar sobre el que se colocará un lienzo blanco y puro. Sobre el altar se pondrán panes recién hechos, agua viva, leche en vasos de barro, y cuchillos que no se hayan utilizado jamás. El operador dispondrá un pequeño fuego en el que se realizarán sahumerios olorosos. En el extremo de la mesa se sentará el operante presto a realizar la invocación, y alrededor del altar se dispondrán sillas preparadas para los espíritus. Los espíritus, una vez hayan sido convocados, serán convidados a comer y beber de los productos del altar. Si se temiere la presencia de un espíritu maligno, se trazará un círculo en el lugar donde se sienta el operante, dejando aparte el resto del altar. -108- CAPfTULO XVIII ALMAS DE DIFUNTOS. INVOCACIÓN La forma en que el alma se une al cuerpo ya quedó explicado en el tercer libro de nuestra Filosofta Oculta, así como todo aquello que sucede tras la muerte. Sabe además que las almas, llegada la muerte, aprecian aquel cuerpo que abandonaron como se estima a un familiar cercano, y así quedan atraídas por él. Debido a esto, las almas que en vida fueron de delincuentes muertos de forma violenta, o aquéllos cuyos cuerpos quedaron sepultados indecorosa o deshonesta, quedan apegados a sus cadáveres bajo la forma de una especie de un humectado vaho turbulento. Con el conocimiento anterior, es decir, de cómo el alma se une al cuerpo, es sencillo obtener la sabiduría acerca de cómo atraerla, i. e., mediante sahumerios perfumados, pociones, y cosas de índole semejante. Por este motivo, las invocaciones de esta clase de ánimas siempre van acompañadas de sangre u otras partes del cuerpo al que pertenecieron. Será necesario valerse de sahumerios con sangre reciente, huesos de cadáveres, carne, huevos, leche, grasas, miel y -111- todo aquello que medie entre el alma y el cuerpo a fin de conjurar las ánimas de las sombras. Sabe asimismo que el lugar más apropiado para tal fin es aquél en el que erran, lugares que aprecian por hallarse algo que estimaron en vida, y aún estiman, como familiares insepultos, afición a un lugar o a alguna cosa. En todo caso, tales lugares son por todos conocidos a causa de las frecuentes manifestaciones, por los espectros nocturnos que allá aparecen u otros prodigios y maravillas del estilo; por lo que los cementerios son lugares propincuos a esto, y aún mejores son los lugares en que se ejecutaron delincuentes, o hubieron matanzas públicas en los últimos tiempos. No obstante, el mejor lugar para llevar a cabo la dicha tarea es aquél en que un difunto que murió de forma violenta, no recibió las exequias ni el entierro pertinente, es decir, según la ceremonia apropiada. Los lugares consagradas debidamente, así como las ceremonias sagradas, evitan que las ánimas no puedan acercarse, por lo que se dirigen al lugar que les es propio en espera del Juicio Final, por lo que la invocación de los difuntos debe hacerse sobre lugares y cuerpos que sabemos que murieron de forma violenta y sin la sepultura adecuada. que un lugar sea apto para nuestro propósito sólo habrá que purificarlo y consagrarlo según los ritos que ya hemos mostrado anteriormente. Conoce que, aparte de las luces de las ánimas, que son espirituales, existen otras luces elaboradas por artificio, mediante ciertos objetos de determinada forma y grabadas con nombres apropiados al fin, pero que son muy útiles para convocar a los manes. Lo dicho 110 es todo acerca de la invocación de las ánimas, pues por motivo de la extranaturalidad y la racionalidad, que están por encima de los cielos y los sinos, este conocimiento sólo se alcanza mediante la religión. Por cuanto la atracción de tales ánimas difuntas sólo se alcanza a través de las fuerzas que están allende naturaleza y que pertenecen a los cielos, como son aquellas que mueven la armonía anímica, léase la naturaleza de la imaginación, de la razón y del intelecto, tales como voces, cánticos, músicas, y cuanto pertenece al terreno de la religión, que son los rezos, los conjuros, exorcismos, y todas las cosas sacras utilizables. Habida cuenta de la peligrosidad que representa un lugar que reúna las condiciones prescritas, lo mejor es tomar algún pedazo del cuerpo desasistido, y llevarlo a algún otro sitio más seguro. Para hacer -112- -113- CAPtTULO XIX FORMA DE CONSEGUIR ORÁCULOS O REVELACIONES Relataremos a continuación un ritual diferente que tiene por objeto un fin idéntico, aunque un medio más sencillo. Es imprescindible la castidad, pureza y confesión para cualquiera que pretenda conseguir un oráculo de un buen espíritu. Deberá escogerse como mejor un domingo de luna nueva, un lugar similar al anterior, y engalanado de blanco, al igual que las propias vestiduras. Como antes, también el lugar deberá ser exorcizado y bendecido adecuadamente. Se trazará el círculo con un pedazo de carbón consagrado, y alrededor se grabarán los principales nombres de Dios y sus .Ángeles. En los cuatro puntos cardinales del círculo se emplazarán los incensarios. Asimismo, sería oportuno que hubieran cuatro cirios consagrados que no deberán dejar de arder durante los siete días. El operante deberá introducirse en el círculo, después de un ayuno, realizando las necesarias abluciones, y mirando a oriente rezará recitando entero el Salmo que comienza Bienaventu- rado el varón que no camina por consejo de impíos... ; realizará entonces los sahumerios pertinentes, y com-117- pletará el rito implorando a los Ángeles mediante los principales nombres de Dios a fin de que condesciendan a revelar al operante lo que desea. La consagración de este rito durará seis días, durante los cuales se realizarán las abluciones entre ayunos y penitencias. El día séptimo, Sabbat, entrará en el círculo como ya se ha indicado, practicando ayuno, realizando abluciones, y una vez dentro, y después de las necesarias unciones con el óleo santo, dirigiéndose a oriente elevará el Salmo citado en penitente genuflexión, así como los nombres de Dios y sus Ángeles. Acabado que sea todo esto, el operante se volverá de oriente a occidente sucesivas veces y sin salir del círculo, hasta que el espíritu, a causa del vértigo que esto le producirá, caerá exhausto. Caído en éxtasis, aparecerán los espíritus que le mostrarán cuanto desee. Durante el ayuno, el operante renunciará a todo alimento que sea animal o provenga de animal, y la bebida será exclusivamente agua pura y ordinaria. No se alimentará de nada mientras el sol esté a la vista, si no que por el contrario, sólo comerá durante la noche. El baño se realizará en agua común, y completamente desnudo. En el libro del Éxodo se relata la forma de realizar los sahumerios y las unciones. Es necesario que siempre que se introduzca en el círculo, lleve colocada la mitra con la placa inscrita con el nombre Tetragrammaton. En el pri-118- mer libro de nuestra Filosofla Oculta se relatan los perfumes, ungüentos, alimentos y otras cosas necesarias para obtener los vaticinios durante el sueño; todo esto deberá estar elaborado con productos absolutamente naturales, ya sea como simples o combinados. El anillo del Sol, o el de Saturno son verdaderamente eficaces si se desea obtener vaticinios prestamente durante el sueño. También posee una virtud eficaz su imagen impresa y colocada bajo la cabeza del durmiente, pues producen sueños versadas en las cosas pensadas por el espíritu. Si se estudia adecuadamente el segundo libro de nuestra Filosofta Oculta veremos la forma adecuada de realizar las tablas según las constelaciones para que contribuyan al augurio. Tomemos como. ejemplo la salomónica tabla de Almaden y la de revolución del Tetragrammaton, o semejantes que están elaboradas mediante la transcripción de imágenes. Tomando las inscripciones de los nombres de Dios y los Ángeles más convenientes según los pasajes oportunos de los Libros Santos, ya sean versículos, salmos, profecías. Podemos conseguir la misma virtud a través de la utilización de oraciones sagradas, siempre y cuando se dirijan a Dios, a los Ángeles o a los Héroes. Así, tales fórmulas deberán tomarse de pasajes bíblicos -119- por semejanza, como puede ser extrayéndolos del Antiguo Testamento, de los sueños de José, esposo de la Inmaculada Virgen María, los sueños de los tres reyes de oriente, Juan evangelista descansando sobre el pecho del Señor, milagros, profecías, como la de la cruz que tuvo Elena, las profecías de Constantino o Carlomagno, Brígida, Cirilo, Metodio, Joaquín, etcétera. Oraciones de esta índole, pronunciadas fervorosa y devotamente en el instante antes de dormir, con buena intención, influyen para obtener el efecto deseado. Aquel que consiga los requisitos que daremos a continuación, podrá alcanzar las más claras profecías en sus sueños. Se escogerá como mejor la noche en que la luna acierte a recorrer el signo que se encuentre en la novena casa del nacimiento del durmiente. Deberá renunciar a todo alimento y a toda bebida, practicar la castidad y la pureza, y mantener la mente libre de superfluidades mundanas y vapores que entorpezcan el buen ánimo. El lugar de descanso habrá sido consagrado, y sus lienws puros y blancos. Durante la consagración se habrán hecho aspersiones de agua bendita, con lo que el lugar quedará perfectamente purificado. Seguidamente, será conveniente perfumar el lugar con las esencias pertinentes, y el operante deberá ungirse las sienes con un ungüento apropiado al uso. Finalmente, y tras situar una tablilla o pergamino consagrado con las virtudes más elevadas bajo la -120- cabecera, y haberse colocado el anillo en el dedo, se procederá a rezar la oración sagrada. Se introducirá el operante en el lecho dirigiendo la mente a aquello que desea conocer, y así meditará hasta quedar completamente dormido. De esta forma, durante dicho sueño, el operante alcanzará sueños ciertos y muy verdaderos acerca del porvenir. Así, rápidamente seconoce cuanto se desea saber acerca de ciencias y artes iluminando la inteligencia. Hay que tener presente que, al igual que podemos ser avisados por espíritus familiares o menores, también puede ocurrir que lo seamos mediante espíritus malignos a través de manifestaciones, que pueden provenir del exterior, o actuar en nuestro interior. -121- ÍNDICE Introducción ..................................................................... 7 Las ceremonias mágicas Capítulo I: Prólogo del autor ........................................ 13 Capítulo II: Espíritus buenos y malos: Forma de conocer sus nombres y caracteres .................. 1 7 Capítulo III: Caracteres del cielo, de los genios buenos y de los genios malos ..................................................... 2 7 Capítulo IV: Aspecto familiar del espíritu saturnal ...... 3 5 Capítulo V: Aspecto familiar del espíritu jovial ............ 3 9 Capítulo Vl: Aspecto familiar del espíritu marcial ...... .4 3 Capítulo VII: Aspecto familiar del espíritu solar .......... 4 7 Capítulo VIII: Aspecto familiar del espíritu venéreo .... 5 1 Capítulo IX: Aspecto familiar del espíritu mercurial .... 5 5 Capítulo X: Aspecto familiar del espíritu lunar ............ 5 9 Capítulo XI: Pentáculos y sellos sagrados ...................... 6 3 Capítulo XII: Conjuros y vínculos mágicos .................. 71 Capítulo XIII: Consagrar ............................................... 7 5 Capítulo XIV: Espíritus malos: su uso por los magos ... 8 3 -125- Capítulo XV: Invocaciones ............................................ 8 9 Capítulo XVI: Espíritus malignos. Invocación ............. 97 Capítulo XVII: Espíritus inferiores. Invocación ......... 1O5 Capítulo XVIII: Almas de difuntos. Invocación ......... 109 Capítulo XIX: Forma de conseguir oráculos o revelaciones ................................................................ 115 -126-