Subido por Kori Paulett Silva

Estado laico

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HACIA UN VERDADERO ESTADO LAICO
1Autor:
Kori Paulett Silva.
I. INTRODUCCIÓN
El Estado Laico, es siempre un tema polémico, y que despierta pasiones,
debido a que toca las profundas creencias religiosas de los seres humanos. A
ciertos sectores de nuestro País, no les disgusta que no exista una definitiva y
total separación del Estado con la religión, principalmente con la Iglesia
Católica.
Sin embargo, otros tantos sectores, expresan la necesidad de realizar una
verdadera separación entre el Estado peruano y la religión católica
principalmente, pues es ésta la que parece no estar del todo desligada del
Estado, y de la esfera política del País.
Consideramos que el Perú no es aún un verdadero Estado laico, o por lo
menos no es aún un Estado laico por completo. Aporta decididamente a dicha
conclusión, la contradictoria redacción del artículo 50° de la Constitución de
1993, que lejos de ayudar a establecer un Estado Laico, parece reconocerle
preponderancia a la Religión Católica, lo que denota que no existe separación
entre el poder político y el poder religioso, es decir que el Estado no es neutro
cuando se trata de la Iglesia Católica por lo menos.
Es cierto que la Constitución de 1993 no establece una religión oficial, pero
también es cierto que abiertamente expresa cuál es su religión favorita, lo que
no concuerda con un verdadero Estado Laico.
II. CONCEPTO DE ESTADO LAICO
2El
Estado laico, es aquella organización política que no establece una religión
oficial, es decir que no señala una religión en particular como la religión del
pueblo, que por lo mismo merecería una protección política y jurídica. En ese
entendido, el estado laico es el opuesto al estado confesional, que establece
una determinada religión como religión oficial. La razón de ser del Estado laico
es permitir la conveniencia pacífica y respetuosa dentro de la misma
organización política de diferentes grupos religiosos.
Creemos además que, el Estado laico es el Estado que no apoya a credo
alguno, ni tiene una religión favorita, pues de nada sirve no tener una religión
oficial en el plano formal, pero en la práctica tener una religión favorita, como
lamentablemente sucede en nuestro país, donde no podemos hablar siquiera
de igualdad de credos, debido a la preferencia del Estado peruano por la
Iglesia Católica.
3Laicidad es básicamente el paso de una forma de soberanía que antes residía
en una persona y cuya legitimidad provenía de lo religioso o de lo sagrado, a
1
Juez Superior Titular, Presidente de la Sala Mixta de Tambopata CSJMDD, Magister en Derecho Civil y
Procesal Civil, Conciliador Extrajudicial.
2 http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/7/3100/6.pdf. 20-11-2015.
3 Seminario Internacional “Estado Laico, Democracia y Libertades”, 26-11-2008, Cámara de diputados de
México. p. 20. http://biblioteca.diputados.gob.mx/janium/bv/ce/scpd/LX/edo_laico_demlib.pdf. 21-11-2015.
una nueva legitimidad de lo político que está basado en la soberanía popular,
una soberanía popular que al mismo tiempo reconoce los derechos humanos y
que se sabe esencial al definirse a través de las mayorías, las cuales, sin
embargo, no pueden pasar por encima de los derechos de las minorías.
III. ELEMENTOS DEL ESTADO LAICO
Estado laico, 4tiene tres elementos centrales que tenemos que reconocer, a
través de los cuales se garantiza la protección de las libertades de religión,
junto con las otras libertades civiles. El Estado laico tiene la obligación de
garantizar la libertad de conciencia, el Estado laico tiene que garantizar la
igualdad y la no discriminación, el Estado laico tiene que garantizar la
autonomía de lo político frente a lo religioso,
IV. PERÚ ¿ESTADO LAICO?
Tomando en cuenta los conceptos y elementos citados del Estado Laico,
podemos apreciar que lo señalado por el artículo 50° de la Constitución de
1993 impide la convivencia respetuosa de diferentes grupos religiosos, pues el
reconocimiento especial a la Iglesia Católica implica preferencia sobre otros
grupos religiosos y grupos de no creyentes. De igual forma, podemos apreciar
que lo establecido en dicho artículo, denota la existencia de una religión
favorita, y por lo tanto vulnera la igualdad de los demás credos, y ni que decir
de la igualdad de los ateos o agnósticos.
Pero quizás el punto más débil, sea que nuestro supuesto Estado Laico, no
garantiza autonomía de lo político frente a lo religioso, lo que se evidencia día a
día en ceremonias oficiales, en juramentos de autoridades, en bendiciones de
locales públicos, la concurrencia obligatoria del presidente de la República a la
misa tedeum del 28 de julio, la injerencia y presión que efectúa la Iglesia
Católica en temas públicos y de interés nacional como el aborto, la familia, los
anticonceptivos y la eutanasia entre otros.
Así pues, la convivencia respetuosa con otros grupos religiosos, la separación
de la política con la religión (secularización) y laicidad del Estado, parecen ser
actualmente tan solo declaraciones de buenas intenciones, ya que día a día el
Estado parece actuar de la mano con su religión favorita.
A nuestro criterio, no es suficiente que no se consagre una religión oficial, sino
que es necesario que el Estado tenga una posición absolutamente neutra en el
tema religioso para ser un verdadero Estado aconfesional.
Acertadamente, Edgar Carpio Marcos y Juan Manuel Sosa Sacio, señalan que
la redacción del artículo 50° de la Constitución vigente, aparece como un
5rezago de la antigua confusión del poder político con el religioso, a propósito
del supuesto origen divino de los gobernantes y del propio poder social
adquirido por la Iglesia Católica.
Complementando este último punto Samuel Abad Yupanqui, señala que 6la
relación Estado-Iglesia a lo largo del constitucionalismo peruano del siglo XIX y
4
Ibid.
CARPIO MARCOS Edgar, (y) SOSA SACIO Juan Manuel, “La Constitución comentada, análisis artículo
por artículo”, Lima, Gaceta Jurídica, primera edición diciembre 2005, p. 728.
6 http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechopucp/article/view/3183/3001. 21-11-2015.
5
parte del XX se ha caracterizado por reconocer a la religión católica como la
religión oficial, excluyendo a todas las demás. Estas palabras de Samuel Abad,
no hacen otra cosa que confirmar que la Iglesia Católica ha tenido y tiene
privilegios, que atentan contra el concepto y elementos fundamentales del
Estado Laico, es por ello que señalamos que aún no estamos ante un
verdadero Estado laico peruano.
Nuestra posición y propuesta, coincide con la reflexión de Edgar Carpio Marcos
y Juan Manuel Sosa Sacio, en el sentido de que 7debería consagrarse
expresamente la laicidad del Estado, siendo lo importante que la Constitución
Política del Perú precise la aconfesionalidad del Estado, y no el resaltar los
méritos de una religión determinada, aunque sea la que supuestamente se
profesa mayoritariamente.
Consideramos que la Constitución no debe reconocer nada a ninguna religión,
y no debe comprometerse a otorgar ninguna colaboración a ninguna religión,
poniendo énfasis en que la tarea del Estado en tema religioso, es tan solo
garantizar la plena libertad religiosa de los peruanos, tanto en su vertiente
positiva como negativa.
Consideramos desacertado el reconocimiento que hace el artículo 50° de la
Constitución de 1993 a la religión Católica como elemento fundamental en la
formación “moral” del Perú. Es desatinado e innecesario que una Constitución
tenga esta clase de expresiones, que parecieran indicar que lo “moral” es
solamente aquellos que históricamente señaló la Iglesia Católica.
Samuel Abad, en relación al reconocimiento a la Iglesia Católica contenido en
el artículo 50° de la Constitución de 1993, expresa que 8dicho agregado no
resulta necesario y bien podría ser excluido en aras de evidenciar una clara
intención de establecer una separación entre las Iglesias y el Estado (…).
V. EL PRINCIPIO DE COLABORACIÓN CON LAS CONFESIONES
No se puede ser un verdadero Estado laico, si es que se recoge el principio de
colaboración con las confesiones religiosas como se hace en el mismo artículo
50° de nuestra Constitución, el cual parece tener como objetivo evitar la
desvinculación total del Estado con la religión católica principalmente.
Como lo ha expresado el Tribunal Constitucional en el fundamento 31° del
expediente N° 06111-2009-PA/TC (caso crucifijos en Despachos del Poder
Judicial), 9el término “colaboración” que emplea la Constitución, indica que
nuestro modelo constitucional no responde ni a los sistemas de unión, ni a los
sistemas de separación absoluta entre el Estado y las confesiones. La
colaboración entre el Estado y las confesiones religiosas es un lugar de
encuentro equidistante de la unión y la incomunicación entre ellos”.
De lo expresado por el Tribunal Constitucional, no surge duda alguna de que
estamos a medio camino de lograr ser un verdadero Estado laico, aún no
logramos la completa separación de lo religioso con lo político. Aparte de un
reconocimiento expreso de Estado laico, consideramos que la Constitución no
debe recoger más el principio de colaboración entre el Estado y las confesiones
religiosas, por no ser acorde a un verdadero Estado laico, en el cual tiene que
existir una separación total del Estado y la religión.
7
CARPIO MARCOS Edgar, (y) SOSA SACIO Juan Manuel. Ob. cit. p. 728.
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechopucp/article/view/3183/3001. 21-11-2015.
9 http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2011/06111-2009-AA.html. 21-11-2015.
8
Sobre este punto, nuevamente cito a Samuel Abad, quien respecto de la
colaboración con las religiones dentro del marco del Estado laico, manifiesta
que 10ciertamente, no se puede permitir una confesionalidad encubierta; una
cosa es cooperar y otra es convertir la palabra cooperación en una política de
confesionalidad.
A nuestro criterio, la confesionalidad encubierta es lo que ocurre en nuestro
país, con el auspicio del artículo 50° de la Constitución de1993. A partir de lo
establecido en tal artículo, se han ido desarrollando aspectos preferenciales
para la Iglesia Católica, que más que preferencias, constituyen la conexión
entre el Estado y tal religión, lo que ensombrece el supuesto carácter laico del
Estado peruano.
No por nada, el Ministerio de Justicia tiene toda una dirección de asuntos de la
Iglesia Católica. No en vano tenemos un concordato con el Vaticano, por el
cual el Estado paga sueldos al clero con fondos públicos que todos los
peruanos aportamos, lo que causa rechazo en la actual conciencia de la nación
peruana.
También en los conocidos casos Taj Majal Discoteque, Lucero Robert Tailor
Moreno (Caso señor de los Milagros); el Tribunal Constitucional ha reafirmado
que el Perú es un Estado laico, pero que tiene a la religión católica como
elemento fundamental de su formación histórica, cultural, moral, lo que permite
concluir que el Estado aún no se ha desligado de la religión, y en especial de la
Iglesia Católica.
VI. LAICIDAD PENDIENTE
entendemos entonces la laicidad como un proceso, como algo que está
transformándose, particularmente alrededor de las formas de legitimación, que
antes eran sagradas y ahora ya giran esencialmente alrededor de la soberanía
popular, entonces podemos entender que no es que hayamos pasado de
manera instantánea a una laicidad; que el Estado laico no nace de un día para
otro, sino que lo estamos construyendo. Es por esta reflexión, que
consideramos que la secularización y laicidad del Estado es aún tarea
pendiente, que puede concluir con la inclusión de nuestra propuesta en la
Constitución, eliminado el rezago de la unión entre Estado e Iglesia Católica
contenido en el artículo 50° de la Constitución de 1993.
Cuando realmente se haya culminado el proceso de secularización del Estado,
temas como el aborto, la familia, la eutanasia, etc, podrán ser debatidos
objetiva y jurídicamente, y no como sucede hasta ahora, que el debate es
moral y religioso, etc.
En resumen, proponemos que la constitución aborde el tema de la religión,
para asegurar la neutralidad del Estado en el tema religioso, para declarar
expresamente al Perú como Estado laico, para garantizar la libertad religiosa
en las dimensiones negativa y positiva, y para eliminar el principio de
colaboración del Estado con las confesiones religiosas.
Mientras no se elimine dicho principio, seguiremos siendo un Estado ni laico ni
confesional, es decir indefinido, en un punto medio como el Tribunal
Constitucional lo señaló en la sentencia N° 06111-2009-PA/TC.
11Si
10
11
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechopucp/article/view/3183/3001. 21-11-2015.
Seminario Internacional “Estado Laico, Democracia y Libertades”.Ob. cit. p.21.
Concluimos el tema, citando lo establecido por la Corte Constitucional
Colombiana en la Sentencia No. C-350/94, que refleja extraordinariamente
nuestra posición y propuesta, Corte que como siempre señalamos es de
vanguardia:
“Un Estado que se define como ontológicamente pluralista en materia religiosa
y que además reconoce la igualdad entre todas las religiones no puede al
mismo tiempo consagrar una religión oficial o establecer la preeminencia
jurídica de ciertos credos religiosos. Es por consiguiente un Estado
laico.” (El resaltado me corresponde).
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