Conceptos básicos Cuando a su hijo se le diagnostica con cáncer, su vida sufrirá un cambio radical. Es importante esforzarse porque siga teniendo una vida normal, aunque con limitaciones para hacer muchas cosas por su enfermedad, lo que puede afectarle emocionalmente. La comunicación entre ustedes será parte fundamental de su educación. Se recomienda que desarrolle un sistema de confianza que le permita conocer cómo se siente él en todo momento, platicar con él sobre comida, juegos, escuela o cualquier otra cosa ajena al tratamiento, y así distraer su mente. Habrá cosas que su hijo no podrá hacer con normalidad durante el tratamiento de cáncer, es importante explicarle que puede resultar perjudicial para su salud el no seguir estas reglas, por ello que se deben fijar límites para que el niño pueda explorar y convivir con el medio ambiente sin que su bienestar se vea afectado. Sus hijos necesitan atenciones físicas, médicas y afectivas. Si bien es cierto que un niño recibirá más atención por padecer una enfermedad, no se debe descuidar a sus demás hijos y miembros de la familia. Usted debe asegurarse de mantener un clima familiar agradable para todos. Intente pasar tiempo de calidad individual con cada uno de sus hijos durante la semana, e intente compartir tiempo en conjunto. Niño enfermo: intente que su hijo sea capaz de desenvolverse y disfrute de su infancia. Otros hijos: es importante que en un principio se le explique la situación de su hermano y que por eso recibirá atenciones distintas al resto de los demás. Autonomía y autoestima Cuando su hijo tiene autonomía es capaz de actuar con independencia en cosas en las que antes usted le ayudaba todo el tiempo. Reforzar esta independencia es crucial para su desarrollo, estas buenas conductas estimulan a su hijo y lo hacen sentir más fuerte. ¿Qué hacer en caso de celos? En caso de celos, la mejor manera de lidiar con ellos es generando confianza a base de afecto y autoestima y así evitarlos. El prevenirlos puede generar un impacto positivo en su hijo, reforzando su sentido de pertenencia a la familia y fortaleciendo su autonomía. El qué hacer en caso de que pasen depende de dónde se originan y la comunicación efectiva es la mejor manera de identificar los orígenes. Cuando los demás sienten celos del paciente: es importante explicarles a los hermanos que los cambios físicos siempre implican un cuidado diferente. Cuando se empiecen a manifestar molestias por parte de hermano o primos, lo mejor es hablar con ellos y darles un espacio para expresarse y así entender qué les está causando sentirse celosos. No tenga reparos en demostrarles su cariño. Cuando el paciente siente celos: por los cuidados especiales que se le da a su hijo enfermo, él puede creer que él es el centro de atención y sentir celos si se les da tiempo a otros miembros de la familia. Para evitar este tipo de celos es conveniente no consentir demasiado al niño enfermo. Al momento de que su hijo presente los primeros síntomas de celos, comprenda los motivos que los originaron. ¿Qué hacer en caso de que el niño se resista a obedecer? Usted debe dejarle claro a su hijo que debe obedecerle a usted y a las personas que dirigen su tratamiento, pues todos buscan su bienestar y quieren protegerlo. 1. Reacciones neutrales: la manera más efectiva de mostrar su liderazgo y autoridad frente al niño será con su ejemplo. Evite responder impulsivamente cada vez que él se equivoque. Asegúrese de siempre razonar la manera en la que corregirá a su hijo y concéntrese en cómo detener esas actitudes antes de que se conviertan en un hábito y dañen su salud. 2. No negociar: Durante un tratamiento de cáncer no puede haber excepciones de lo que se debe hacer o no, seguir las indicaciones del doctor es una regla. Probablemente al niño no le gusten estas reglas, pero debe obedecerlas. Sin embargo, muchas veces su hijo ofrecerá ser obediente si “obtiene algo a cambio”. Otras veces se justificará por sus malas conductas o culpará a alguien más. Debe tener especial cuidado con no aceptar las condiciones de sus hijos, pues pone en riesgo su puesto de autoridad y puede terminar siendo manipulado por los sentimientos de su hijo. ¿Qué hacer en caso de berrinches? Hacer berrinches es la forma de protestar ante alguna frustración. Un niño es berrinchudo cuando se tira al suelo, llora exageradamente, grita o tira patadas. Aunque este comportamiento es comprensible, no es aceptable. Es importante que usted se mantenga bajo control y con una actitud neutral cuando los berrinches sucedan. Con compasión y paciencia, usted puede ayudar a su hijo a identificar el problema y desarrollar maneras de lidiar con el estrés antes de que él explote. No apoyar sus berrinches permitirá determinar la actitud del niño en el futuro hacia la frustración, pues entenderá que con llantos y gritos no conseguirá sus metas. 1. En casa: se recomienda no prestar demasiada atención al niño cuando haga berrinches, esto hará que el niño sienta que de esa forma no consigue lo que quiere. Intente esperar a que se tranquilice, muéstrele que le ama y que puede pedir lo que necesite de manera respetuosa. 2. En público o durante sus terapias: algunas veces es más prudente retirar al niño del sitio de donde está haciendo la pataleta y llevarlo a un lugar aislado, pues puede representar un peligro para si mismo y para los demás niños. Retirando al niño del lugar se detiene de inmediato el berrinche, se da tiempo al niño para que se calme y reflexione sobre ese comportamiento agresivo. El paciente debe entender una vez más que las reglas del hogar se respetan en todas partes, y que debe mostrar obediencia frente a los doctores y enfermeras que quieren curarlo. 3. La técnica del “Tiempo Fuera”: enséñele a su hijo que existe la regla del “Tiempo Fuera” cada vez que la situación se esté saliendo de control. Por ejemplo, si el niño no quiere tomar sus medicamentos o decide portarse mal, usted tiene el derecho de darle “pausa” a la aventura y separar al niño de cualquier cosa que le esté causando distracciones, pleitos o incomodidad. El niño deberá alejarse del problema hasta que tanto él como usted se calmen. Incluso, si el pleito es entre ustedes, será buena idea separarse durante unos momentos para luego razonar juntos una solución o corrección para él.