SD 75793 – Expte. 37.305/2010 – “Alvarez Carlos Marcelo c/ Estructuras y Servicios S.A. s/ despido” – CNTRAB – SALA V – 28/11/2013 En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, capital federal de la República Argentina, a los 28 días del mes de noviembre de 2013 se reúnen los señores jueces de la Sala V, para dictar la sentencia en esta causa, quienes se expiden en el orden de votación que fue sorteado oportunamente; y EL DOCTOR OSCAR ZAS dijo: I. Vienen los autos a esta alzada a propósito de los agravios que contra la sentencia de fs. 219/222 formulan ambas partes a tenor de los memoriales obrantes a fs. 233/235 (demandada) y 226/227 (actora), que merecieron réplica a fs. 239/246 y 247/vta.- II. La sentenciante de grado hizo lugar, en lo principal, a la demanda y ello motiva la crítica recursiva de la accionada.Causa agravio a la accionada, en primer término, el hecho de que en la sentencia de grado se haya considerado que existió un ejercicio abusivo del ius variandi.Sin embargo, luego de analizar las constancias habidas en la causa, considero que no le asiste razón a la crítica de la demandada. Me explico.En cuanto a la conducta injuriosa invocada como justificativa del despido, el dependiente denunció un ejercicio abusivo del ius variandi por parte de su empleadora, consistente en la modificación unilateral del lugar de trabajo. El accionante venía desempeñándose como chofer en el establecimiento que la empresa demandada poseía en la zona de Barracas, de esta ciudad, y posteriormente fue destinado a trabajar a la localidad de Talar de Pacheco, provincia de Buenos Aires. Así, explicó que dicha localidad se encuentra a 60 ó 70 kilómetros de su domicilio en Florencio Varela, prov. de Bs.As. (v. fs. 4/6).No fue discutido por la demandada haber procedido a efectuar tal modificación del lugar de trabajo del actor, justificando el traslado del depósito donde prestaba tareas el mismo por razones de fuerza mayor. Agrega que fue tolerante con los horarios de ingreso y hubo una compensación económica para cubrir los gastos de transporte (fs. 48/vta.).Así las cosas, cabe recordar que, de conformidad con lo dispuesto por el citado artículo 66 L.C.T. "El empleador está facultado para introducir todos aquellos cambios relativos a la forma y modalidades de la prestación del trabajo, en tanto esos cambios no importen un ejercicio irrazonable de esa facultad, ni alteren modalidades esenciales del contrato, ni causen perjuicio material ni moral al trabajador".- Es decir, el ius variandi tiene límites específicos de orden contractual (deben respetarse los elementos esenciales del contrato de trabajo), de orden funcional (no debe ejercitarse arbitrariamente sino que el cambio debe estar vinculado al fin común de la empresa) y sufre limitaciones derivadas del principio de indemnidad (respecto de los intereses materiales y morales del trabajador).En el presente caso, que pesaba sobre la demandada la carga de acreditar las razones organizativas para fundamentar la modificación en pos de demostrar la razonabilidad de dicha alteración.En su responde, la accionada afirmó que el cambio de lugar de trabajo del actor obedeció a razones de fuerza mayor y ajenas a la empresa (v. fs. 41). Pero, no obstante ello, tales motivaciones no alcanzan a justificar la medida atento los perjuicios que le irrogaba al demandante el cambio de lugar de trabajo a más de 70 km. de su domicilio.Por ello, de conformidad con lo dispuesto en el citado artículo 66 L.C.T. –t.o. según art. 1 de la ley 26.088-, entiendo que asistió razón al trabajador para considerarse injuriado y despedido (cfr. arts. 242 y 246, L.C.T.), por lo que corresponde confirmar en este aspecto el decisorio apelado.- III. También se agravia la demandada por la condena con sustento en los arts. 1º y 2º de la ley 25.323.Expresa la recurrente que el actor no probó las irregularidades registrales denunciadas, por lo que considera abusiva la multa impuesta según lo dispuesto en el art. 1º de dicha norma.Sin embargo, más allá del tenor de la queja en análisis, advierto que la recurrente no se hace cargo del argumento central de la sentencia cuestionada respecto a su renuencia a producir en autos la prueba contable y la operatividad de la presunción del art. 55 L.C.T., aplicable a la remuneración, categoría y jornada. Por ello, entiendo que la crítica esbozada carece de relevancia jurídica a los fines pretendidos por la apelante y no encuentro un razonamiento lógico que permita advertir en qué errores habría incurrido la magistrada de grado, pues la queja parece traslucir una mera disconformidad con el decisorio, y la sola mención que el actor no acreditó las irregularidades denunciadas, no alcanzan a constituir una crítica concreta, pormenorizada y razonada a los fines de la norma procesal citada ante los concretos argumentos que se brindaron en el fallo.Propongo, pues, confirmar lo decidido a su respecto.También la apelante considera improcedente la sanción del art. 2º de la ley 25.323 porque entiende que se aplica solamente a los despidos sin expresión de causa.Sin embargo, no resulta atendible el argumento que se trata de un despido indirecto porque la norma no establece diferenciación entre despidos directos e indirectos, sin perjuicio que considero analógicamente aplicable a la cuestión la doctrina que emana del fallo plenario n° 310 "Ruiz Víctor c/ Universidad Argentina de la Empresa UADE s/ despido" [Fallo en extenso: elDial.com - AA3208] que estableció la procedencia de la duplicación de la indemnización establecida por el art. 16 de la ley 25.561 en los casos de despido indirecto,.Por ello, la decisión adoptada en la instancia anterior debería confirmarse.- IV. Cuestiona el actor el rechazo de la multa prevista por el art. 80 L.C.T.Sin embargo, lo cierto es que el recurso debería ser declarado mal concedido, porque el monto cuestionado en la alzada asciende a $ 9.000 (cfr. fs. 11 vta.); dicha cuantía determina que la decisión resulte inapelable de conformidad con el art. 106 L.O.Efectivamente, dicho monto no supera el tope de apelabilidad, fijado en el artículo citado en el equivalente a trescientas veces el importe del derecho fijo, previsto en el art. 51 de la ley 23.187, cálculo que debe efectuarse, por otra parte, al momento de tener que resolver sobre la concesión del recurso. A esa fecha (ver fs. 236), aquel importe equivalente ascendía a $ 10.500. De esta manera, corresponde declarar mal concedido el recurso sub examine.- V. En cuanto a las costas se queja la demandada porque le fueron impuestas en su totalidad, lo que a su criterio resulta desproporcionado.En esos términos, y toda vez que en materia laboral la distribución de costas no debe regirse forzosamente por un criterio exclusivamente aritmético sino también jurídico, observo que en el caso concreto el accionante resultó sustancialmente vencedor, por lo que sugiero confirmarlas a cargo de la accionada (conf. art. 68 CPCCN).- VI. Los honorarios fueron apelados por la demandada por considerar altos los de la representación letrada de la parte actora y los de la perito calígrafa. A su vez, apeló los de su propia representación letrada por bajos pero el recurso interpuesto –en este sentido- fue mal concedido, pues quien allí se presenta lo hace claramente "letrada apoderada de la demandada" (fs. 233), no por derecho propio, y carecen de interés las partes para cuestionar por bajos -sí por altos- los emolumentos de sus propios abogados.En atención al cuestionamiento por altos de los honorarios de la representación letrada del actor, teniendo en cuenta el monto de condena con intereses, al mérito e importancia de los trabajos realizado, así como lo dispuesto por las normas arancelarias vigentes (conf. arts. 38 de la ley 18.345, 6, 7, 9, 11, 19, 37 y 39 de la ley 21.839 y arts. 3 inc. b) y g) dec.- ley 16.638/57), entiendo que los mismos lucen adecuados por lo que propiciaré su confirmación.- Respecto a los de la perito calígrafa, asiste razón a la apelante toda vez que la producción de dicha prueba se declaró innecesaria ante el reconocimiento formulado por el actor a fs. 172, por lo que entiendo que son altos y deberían reducirse a $.- VII. Atento al resultado de los recursos interpuestos, propongo imponer las costas de alzada a cargo de la demandada vencida (confr. arts. 68, C.P.C.C.N. y 155, L.O.) y regular los honorarios de las representaciones letradas de las partes actora y demandada en el 25 % y 25%, respectivamente, de lo que les corresponda por su actuación en la instancia anterior (confr. art. 14, ley 21.839).- EL DOCTOR ENRIQUE NESTOR ARIAS GIBERT manifestó: que por análogos fundamentos adhiere al voto del Sr. Juez de Cámara preopinante.- En virtud de lo que surge del acuerdo que antecede, el TRIBUNAL RESUELVE: 1) Confirmar la sentencia apelada en todo cuanto fue materia de recursos y agravios, a excepción de lo que se dispone a continuación. 2) Reducir los honorarios de la perito calígrafa a la suma de $... 3) Imponer las costas y regular los honorarios de alzada conforme lo propuesto en el punto VII del mencionado primer voto. 4) Regístrese, notifíquese, cúmplase con el art. 1 de la ley 26.856 Acordadas C.S.J.N. 15/13 (punto 4) y 24/13 y devuélvase. Con lo que terminó el acto, firmando los señores jueces por ante mí, que doy fe. Se deja constancia que la vocalía 1 se encuentra vacante (art. 109 R.J.N.).- Fdo.: Oscar Zas - Enrique Néstor Arias Gibert Citar: elDial.com - AA84C0